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Dulce venganza. por RLangdon

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La alberca techada se encontraba vacía a esas horas de la mañana. Tan solo dos personas ocupaban el espacio público. Naruto continuó braceando desde la mitad de la alberca hasta la orilla, cada vez más rápido para llegar a su objetivo. El sonido del silbato lo aturdió momentáneamente pero no prestó mayor atención a ello y en cambio volvió a zambullirse, impulsándose con ambas piernas desde la base de concreto
 
Nadó tal como lo había hecho anteriormente, para cuando quiso darse cuenta, Naruto ya había completado la hora rutinaria de su entrenamiento. Jadeó exhausto al hallarse en el punto de partida, cada uno de los siete carriles de la piscina ya habían sido usados por él. Tres a la izquierda y tres a su derecha. Actualmente Naruto se encontraba en medio de ambas intersecciones. Se quitó los googles con presteza y tomó la mano que el muchacho le extendía desde afuera de la piscina
 
Naruto jadeó cansado, su cuerpo estilaba en agua y no pudo evitar sentarse a la orilla de la piscina al sentir sus piernas temblar nuevamente, estaba agotado tal como días atrás
 
Absorto en sus pensamientos, no se dio cuenta cuando el pelirrojo lo imitó, poniéndose a su altura y acercándose peligrosamente hasta posar la mejilla sobre su pecho
 
-¿Sa-Sasori?- balbuceó, sintiendo el frenético sube y baja de su pecho. Su ritmo cardiaco estaba descontrolado y no solamente se debía a la actividad física realizada. Naruto cerró los ojos para reprimir cada emoción que le erizaba el cuerpo. Sasori no se percató de la expresión del otro y simplemente se dedicó a observar el cronometro en su mano mientras escuchaba atento los latidos de Naruto
 
La cifra lo dejó bastante satisfecho. No había mayores alteraciones ni mucho menos posibilidad de un ataque respiratorio. La salud de Naruto se mantenía intacta y tampoco se habían presentado síntomas ni ansiedad
 
De a poco, Sasori se apartó, levantando la mirada para confrontar los brillantes ojos azules. Todo el cuerpo de Naruto estaba húmedo, de sus mechones escurría agua. Pero entonces reparó en el incipiente sonrojo de Naruto, sin poder encontrarle mayor explicación lógica al respecto, quizá lo había tomado desprevenido esta vez
 
-Lo lamento- carraspeó incomodo y sin poder apartar la mirada de Naruto. El chico era atractivo de por sí y verlo semidesnudo, mojado y sonrojado no hacía más que incrementar la excitación que, rápidamente lo consumía
 
Sasori ni siquiera sabía porque se estaba disculpando. No había hecho más que repetir lo mismo de cada mañana. La natación era un deporte bastante apto para Naruto y él lo único que hacía a primera hora de la mañana además de observarlo ejercitar, era medir su ritmo cardiaco para cerciorarse de que no hubieran mayores inconvenientes con el estado de salud del chico. Sin embargo lo había hecho inconscientemente, todo para evitar que Naruto descubriera lo que estaba pensando en ese preciso momento al verle sentado y con las piernas ligeramente flexionadas
 
Optó por enfriar sus pensamientos antes de que fuera tarde. Se levantó y tomó la toalla que pendía de una de las salientes de la pared para posteriormente envolver a Naruto con ella. Podía enfermarse si permanecía mas tiempo expuesto al aire
 
Naruto restregó la mejilla en la toalla para secarse, imposibilitado de usar los brazos, sentía que le quemaban por el ejercicio pero decidió no decir nada esta vez. Bastante avergonzado se sentía por haber sido descubierto por el estúpido bochorno que lo había invadido al tener a Sasori tan cerca de él. Seguro pasarían meses antes de que pudiera acostumbrarse a esa nueva sensación que lo embargaba cada vez que veía al muchacho
 
Pero lo peor vino cuando Sasori se posicionó detrás de él. Estaba tan cerca que por un efímero segundo Naruto pudo sentir claramente el cálido aliento impactar contra su nuca, desarmándolo por completo, haciéndole estremecer irremediablemente
 
Y Naruto movió los labios, tratando de articular alguna palabra, cualquiera que sirviera para preguntar aquella duda. Sin embargo no lo logró. Sasori se dispuso a retirar parte de la toalla que envolvía el cuello del rubio y sin esperar mayor reclamo, pasó la pequeña cadenita sobre la piel trigueña, asegurándose de colocar bien el broche antes de apartarse
 
Naruto tardó varios segundos en asimilar que aquello que ahora pendía de su cuello era ni más ni menos que el dije que había empeñado semanas atrás. Tocó la diminuta figura entre sus dedos y alzó la mirada hacia el muchacho de ojos chocolate
 
-¿Cómo?
 
-Encontré la nota en uno de los bolsillos de tu chamarra- respondió Sasori, sabiendo de antemano lo que Naruto deseaba preguntar. La noche anterior había inspeccionado algunas prendas de Naruto con la finalidad de buscar alguna clase de medicamento controlado pero solo se había topado con aquel trozo de papel, por alguna extraña razón no dudó en acudir al establecimiento para verificar que no hubieran vendido el dije
 
-Te lo pagaré- aseguró Naruto, pasándose el brazo por los parpados. Sabía que las diminutas gotas que empañaban su mirada no se debían al agua de la piscina. Sasori quiso responderle pero al notar el estado del menor, dedujo que un abrazo sería la mejor alternativa
 
-No es necesario, no te estoy cobrando nada- afianzó el abrazo en la cintura del rubio, apenas unos segundos para después separarse, convencido de no poder soportar más tiempo de ese modo. Era ridículo que no pudiera expresar sus sentimientos a esas alturas, inconcebible el hecho de que ni siquiera haya llevado a cabo lo que se proponía días antes. Invitarlo a una cita. La cuestión era ¿Cómo decírselo?, ¿Qué momento era el indicado para no parecer un desesperado o que Naruto creyera que lo hacía con dobles intenciones?, no quería presionarlo eso era seguro. Ya buscaría la oportunidad para hacerlo. Tal vez esa misma noche, después del trabajo, el momento que ambos destinaban para cenar juntos y conversar sobre sus actividades del día, esa era una buena opción
 
Naruto intentó ocultar fallidamente su vergüenza inicial. Sabía que solo había sido un abrazo, él había hecho lo mismo días antes pero era diferente la situación. Entonces Sasori estaba dormido y no se había percatado de nada. Ahora ambos estaban conscientes, ni él que todavía cargaba con la traición de su anterior pareja podía considerarse libre de las mismas sensaciones que antes le producía Sasuke. ¿Sería normal sentir de nuevo eso?, tampoco que fuera un ser sin sentimientos, era lógico que desarrollara esa clase de actitud después de vivir algún tiempo junto a alguien más. Sobre todo si esa persona era tan amable y detallista
 
Naruto observó la sutil y fugaz despedida de Sasori antes de salir de la construcción. Suspiró indeciso mientras correspondía al escueto ademan de mano. Realmente…quería intentarlo
 
Entró con expresión taciturna a la oficina que tenia designada. Al igual que antes, Sasori no esperaba encontrar ninguna novedad ajena a sus actividades diarias. Realizar proyectos era un trabajo cansino, mas ahora que tenía que estar al tanto de la condición de Naruto y al mismo tiempo atender sus deberes en la empresa
 
Estaba por dejarse caer sobre la silla giratoria cuando la puerta se abrió de golpe, dejando ver a su sonriente compañero tras ella
 
-Hidan- se abstuvo de preguntar qué hacía en su oficina, esta vez no estaba de humor para lidiar con idioteces
 
-Que ignorante eres, Sasori- sonrió aun más, exhibiendo su blanca dentadura y terminando con la poca paciencia del pelirrojo. –Está ya no es tu oficina
 
-¿Qué?- se levantó de súbito al escuchar semejante afirmación y con tanta tranquilidad además. Genial, era lo último que le faltaba, que lo despidieran
 
-Te ascendieron, torpe- continuó Hidan, mirándose las manos con fingido desinterés por la expresión ligeramente alterada del otro. –Tu oficina está cerca del elevador
 
-Pero ¿Por qué?- Sasori seguía sin comprender nada. Se mantuvo pensativo unos instantes, tiempo suficiente para recordar el último proyecto que había entregado. El prototipo del videojuego, lo había modificado, adaptando mas niveles, tal como le había sugerido Naruto
 
-No te creas tanto- Hidan lo sacó de sus cavilaciones, acercándose más hacia él y agitando el brazo frente a su rostro. –Kakuzu dijo que se hará cargo del proyecto grupal. Darán una recompensa monetaria al primer lugar y no quiere arriesgarse a perder un solo centavo
 
-Me parece bien- tajó el pelirrojo, tomando las escasas pertenencias del cajón bajo su escritorio. En realidad le parecía sublime la idea de que fuera Kakuzu quien se hiciera cargo del proyecto, eso le dejaba un poco de tiempo libre. No tendría que romperse la cabeza el fin de semana para idear un proyecto acorde a lo enunciado por la empresa. Además, necesitaba dejar a un lado el estrés si quería intentar algo con Naruto
 
La luz le dio de lleno en el rostro al presionar el interruptor. Naruto dejo escapar el tercer suspiro del día y se encaminó hacia los estantes con la intención de limpiarlos. Nuevamente le habían cambiado el horario en el colegio pero lo consideraba mejor así. Atender la juguetería por las mañanas era más satisfactorio. Había más clientes y le daba tiempo de sobra para hacer la tarea mientras esperaba tras el mostrador
 
Situó ambas manos en uno de los peluches y lo miró atentamente, recordando a su vez que en el sótano trasero aguardaban unas polvorientas marionetas. Sin embargo Naruto no pensaba bajar a limpiarlas. Aun tenía miedo después de ver aquella película. No se atrevía a bajar solo aunque en verdad deseaba hacer algo mas por Sasori, después de todo, el muchacho lo había estado ayudando mucho últimamente
 
Dejó el muñeco en su lugar al escuchar el sonido de la campanilla que anunciaba un nuevo cliente. Naruto sonrió y se dio la vuelta pero no tuvo oportunidad de enfocar a los individuos extraños que acababan de irrumpir en el establecimiento cuando fue guiado a la fuerza hacia la mesa del mostrador, inmediatamente después un crujido metálico le inmovilizó las muñecas a su espalda. Naruto se sintió palidecer ni bien reparó en el peligro
 
-¿Naruto Uzumaki?- no había necesidad de preguntar. La descripción encajaba perfectamente con el adolescente, sin embargo era parte de los lineamientos policiales. Naruto asintió levemente, tratando fallidamente de mover las muñecas. No sabía que estaba pasando, tan solo sentía un desconocido temor invadirle
 
Las horas transcurrieron mas rápido de lo usual, entre charlas triviales y el acomodo de sus pertenencias. Cuando Sasori quiso darse cuenta, ya había terminado su turno. Y se sentía irónicamente feliz al saber que así era
 
Estaba aliviado al no verse involucrado en el nuevo proyecto, no mas estrés ni horas de desvelo para la siguiente semana, solo tenía que enfocarse en Naruto, tenía que repasar alguna clase de dialogo mental acerca de lo que le diría cuando lo viera, tampoco podía ser tan directo o Naruto sospecharía enseguida. Lo más conveniente era actuar espontaneo, tal como lo había hecho en ese lapso de tiempo
 
Guardó algunos archivos en la memoria USB y apagó la computadora. Su nuevo artefacto yacía cerca de los documentos, en el extremo opuesto de la mesa. Era una pequeña marioneta que había fabricado seguramente en su niñez, la había encontrado después de limpiar el cobertizo tras el incidente con Naruto. Ni siquiera recordaba para qué la había hecho o con qué fines
 
La marioneta estaba hecha en su totalidad de látex y caoba, simulando una figura de algún tótem. En la parte frontal se apreciaban un par de diminutas cuchillas que, Sasori intuyó, debió haber usado para cortar fruta
 
Lo extraño eran los hilos casi imperceptibles que estaban adheridos a las cuchillas. Sasori volvió a mirarlos antes de decidirse a usarlos por primera vez. Ató los hilos en sus dedos y se entretuvo mirando como las cuchillas se movían al ritmo de sus dedos. Pulgar, índice, meñique, fue el patrón que impuso y que, curiosamente, se adaptó perfectamente en el artefacto
 
-¿Ya te vas?
 
-Si- respondió escueto al escuchar la voz de su compañero. Quería recordar para qué había fabricado una marioneta tan extraña y aparentemente peligrosa. Era la primera y única en su tipo que Sasori encontraba dentro de su casa. Tal vez la había hecho durante su infancia. -¿Kakuzu tiene listos los formatos?- quiso saber, moviendo con mayor lentitud los dedos y sin dejar de mirar la figura
 
Hidan asintió desde la puerta
 
-Los tiene pero dice que será complicado ganarle a Uchiha, hace poco lo volvieron a ascender. Es extraño porque el sujeto no ha presentado más que un proyecto en todo el mes, algo sobre poner una estación de policía en la nueva plaza
 
Sasori lo escuchó con atención a pesar de seguir efectuando los mismos movimientos de antaño. No le importaba en realidad si ganaban o perdían, de igual forma era obligatorio presentar el trabajo aunque se compadecía de Kakuzu, conociendo lo ambicioso que era, haría hasta lo imposible para obtener el primer lugar
 
-Pobre sujeto- comentó alzando el meñique. Las cuchillas brillaban bajo la luminiscencia del cubículo. Hidan sin embargo, no le dio la razón esta vez
 
-No lo creo, si tiene ayuda de sus camaradas tal vez tenga oportunidad. Además, hay rumores de que Sasuke es un soberano bastardo que…
 
Sus pupilas se dilataron ante la mención. Sasori alzó involuntariamente el dedo índice con más fuerza de la empleada hasta ese momento. La cuchilla salió disparada como un proyectil, pasándole por un lado, apenas rozándole la mejilla derecha
 
"Yo…nunca le fui infiel a Sasuke"
 
El fino hilo carmesí se deslizó por la pequeña herida. Hidan dejo de hablar al notar la sangre en el rostro del pelirrojo
 
-Maldito sádico de mierda- insultó Hidan, observando la navaja que se había clavado en la pared, cerca de donde él se encontraba
 
Naruto encogió las rodillas para abrazarlas contra su pecho. La celda estaba oscura y fría, su cuerpo tiritaba cada cierto tiempo pero no era el frio lo que lo dominaba sino el miedo de no saber la razón para estar en ese lugar. Lo habían dejado ahí desde la mañana y Naruto intuía que habían pasado al menos cuatro horas desde entonces. Había faltado a clases y tampoco pudo comer nada. Los oficiales le habían dicho que por ser menor de edad no podían encerrarlo pero que ahí estaría seguro hasta que llegara quien había levantado la denuncia en su contra, era además, una medida para evitar que escapara
 
Las primeras horas había intentado dormir, todo fue en vano, la cama era de concreto, estaba demasiado dura y el suelo olía mal. Solo quería salir de ahí cuanto antes, incluso le habían quitado el dije y amenazaron con sumarle más crímenes sino cooperaba
 
-Sal…- minutos más tarde llegó uno de los oficiales con las llaves de su celda. Naruto dio un salto de la cama para ir hacia los barrotes
 
La puerta de metal se abrió y Naruto pudo salir finalmente. Caminó por los desolados pasillos, escuchando voces a la lejanía. Entonces lo vio, y no pudo controlar el impulso
 
Naruto corrió hasta él a pesar de sentir las piernas entumecidas y se asió fuertemente de su cuello en señal de agradecimiento. Había pensado que se quedaría ahí por tiempo indefinido, que nadie vendría por él para ayudarlo, para explicar que no había hecho nada malo
 
-Ya está bien, Naruto- Sasori correspondió al tierno y efusivo abrazo, aun sintiendo la rabia carcomiéndolo por dentro después de leer aquella misiva en la cortina del establecimiento. Naruto no se desprendió del cuerpo del pelirrojo, aun cuando dejo de sentir los brazos rodeándolo. Todavía estaba confundido por lo sucedido pero no quería apartarse de él
 
El oficial de rasgos viperinos y ojos miel, esperó pacientemente a que el adolescente se apartara del joven para entregarle la orden de allanamiento. Naruto la tomó cabizbajo pero no alcanzó a leerla cuando le fue arrebatada por Sasori
 
-¿Qué se supone que robó?- estaba enfurecido, Naruto lo notó en su mirada, a pesar de que el tono empleado por Sasori no reflejara mas allá de la antipatía
 
-Joyas en su mayoría- respondió el uniformado
 
-¡No es verdad!- se defendió Naruto, apretando fuertemente los puños en señal de impotencia
 
-Tenemos las notas de todas las posesiones
 
Naruto recordó el dije de sus padres. Supo de qué iba todo y lo único que atinó a hacer fue desviar la mirada de la expectante que tenia Sasori en esos momentos
 
-El dije es mío- musitó, volviéndose hacia Sasori. Solo quería que él le creyera, no le importaba si nadie más lo hacía. Tan solo no quería que Sasori lo tomara por ladrón también, ¿Cuántos tropiezos más tendría frente a él?
 
-¿Tiene las pruebas?- preguntó Sasori, evadiendo a consciencia las brillantes orbes azules
 
Naruto bajó la mirada al saberse ignorado. Eso no estaría sucediendo si se hubiera marchado de la ciudad en primer lugar, después de todo ya tenía el dinero suficiente para el transporte, ¿Por qué se había quedado hasta ahora? Tal vez, aun creía tener alguna posibilidad no solo de enmendar sus errores, la otra razón no quería reconocerla actualmente
 
En silencio, Sasori leyó aquellos comprobantes que, acreditaban a Sasuke Uchiha como el dueño de las mismas. Media sonrisa se delineó en sus labios antes de arrugar las supuestas pruebas. Todas ellas con fecha
 
-¿De cuánto es la multa?
 
La reunión había terminado hacía apenas unos minutos, Sasuke se dispuso a abandonar el edificio, complacido por el simple hecho de saber que pronto se convertiría en el vicepresidente de la empresa, finalmente valdría la pena el haber sacrificado tanto su dignidad como su relación estable con Naruto. Y es que estaba convencido de que Naruto regresaría a su lado una vez que aclararan todo. Se disculparía, por supuesto que lo haría, y Naruto tenia que escucharlo. Le daría cualquier cosa que le pidiera, el dinero ya no sería ningun problema, el lo entendería, lo amaba después de todo. Solo restaba esperar a que lo encontraran
 
-Sasuke-kun- Karin fue la segunda en dejar su lugar en el recinto para ir hacia la salida. Sasuke se estaba comportando más ausente y distante que nunca. Incluso en ese momento, Sasuke no la miró, continuó andando como si nada, con ambas manos dentro de los bolsillos del pantalón, ajeno a cualquier presencia a su alrededor
 
Hasta que recordó haber silenciado el móvil por la junta. Sasuke detuvo sus pasos para revisar el aparato y grande fue su sorpresa al notar el número de llamadas y un mensaje de aquel oficial corrupto que había contratado para rastrear a Naruto mediante el collar que se había llevado
 
¿Sería que…?
 
-¿Sasuke?
 
Pero el aludido no escuchó una sola palabra de la pelirroja y en cambio comenzó a correr rumbo a la comisaria, no estaba muy lejos de ahí. Un par de calles solamente. Sintió el alivio invadirlo por entero al solo pensar en la segura reconciliación. Ya no toleraba más tiempo así, extrañaba a Naruto. Le hacía más falta de la que el mismo supuso anteriormente y estaba dispuesto a reconocerlo de ser necesario, todo con tal de volver con él
 
Naruto caminaba forzosamente detrás del pelirrojo, no estaba seguro del motivo pero Sasori se había molestado en demasía. Y él no quiso dirigirle la palabra por lo apenado que se sentía, no porque realmente fuera culpable de lo que se le había acusado, al fin y al cabo no se había resuelto del todo su situación. No hasta que Sasuke retirara la denuncia en su contra
 
"Sasuke"
 
Aun le costaba creer que fuera precisamente él quien lo había acusado de robo. ¿Quién mas sino él?, era el único con quien había tenido contacto antes además de Gaara
 
Quizá Sasori ya se había hartado de todos los problemas que lo rodeaban. De ser así no le quedaría de otra más que alejarse
 
-Lo la…
 
-¿Recuerdas mi número?- Sasori se dio la vuelta cuando ya se hallaban cerca del apartamento. Naruto asintió a pesar de la interrupción. Iba a disculparse aunque no tenia caso hacerlo ya. -¿Entonces porque no me llamaste?, cinco horas Naruto. Pude haber ido mucho antes, no tenias porque haber esperado tanto tiempo
 
-Ya no quiero molestarte- masculló con un nudo en la garganta. –Por eso no te llamé. Pero de todas formas viniste y me…me sentí feliz de que lo hicieras
 
Sasori mascó la rabia que sentía. Ya era suficiente. Nuevamente se estaba excediendo y lo sabía pero no podía evitarlo. Si aquel canalla hubiera llegado antes que él…
 
-¿Confías en mi, Naruto?- decidió dejar de reprenderlo, de reprocharle por lo acontecido para simplemente irse por la tangente, aminorar aquella tensión que se había instalado entre ellos
 
-Yo…- dudó en responder. Sus pupilas azules se movieron de derecha a izquierda, como si meditara la contestación o simplemente estuviera confundido con la misma. No entendía a que se refería Sasori con eso, claro que confiaba en él
 
Sasori aspiró profundo, negó en desaprobación y siguió caminando
 
-Está bien- lo interrumpió antes de que Naruto hablara. –No es necesario que me respondas
 
-Confío en ti- contestó Naruto, molesto consigo mismo por haber tardado tanto en hacerlo. –Es por ti que no me he… ido- su voz perdió intensidad pero fue tarde, cuando Naruto quiso darse cuenta ya lo había dicho
 
Los ojos chocolate se abrieron en asombro. Definitivamente no lo esperaba
 
-¿Qué haces?- Naruto dio un respingo, forzándose a alzar aun más la mirada. Sasori lo había sujetado del rostro para verlo directamente a los ojos y esa cuestión lo incomodaba bastante
 
-¿Me darías una oportunidad?- preguntó Sasori, conteniendo el impulso de besarlo a pesar de que por dentro moría de ganas por hacerlo. No quería propasarse con la situación. -No lo repetiré si me rechazas en esta ocasión, tampoco tiene nada que ver con la relación que tenemos actualmente. Todo seguirá igual entre nosotros… Podemos… ser amigos solamente- añadió lo ultimo al no recibir respuesta
 
Naruto separó despacio los labios. Sentía el cosquilleo en sus mejillas por el suave contacto que estaba ejerciendo Sasori sobre las mismas. Retuvo la risa al notar la decepción en los ojos de Sasori. No comprendía porque él dudaba si acababa de decírselo
 
-Si me gustaría intentar algo contigo- era ridículo pensar que semanas antes lo había rechazado por una persona que, seguía lastimándolo, humillándolo y rebajándolo ante Sasori
 
El alivio que le provocó escuchar tales palabras le devolvió a su vez el ánimo que había perdido al saber que Naruto había sido llevado a la comisaria. Sasori sonrió sumamente agradecido de poder tener una oportunidad
 
Dejó de tomar a Naruto de las mejillas para abrazarlo como antes no lo había hecho, incluso cuando fue Naruto quien tomó anteriormente la iniciativa y no pudo corresponder como era debido
 
Naruto se quedo inmóvil entre los brazos del pelirrojo. Le gustaba estar así con él, solo esperaba no arrepentirse de su decisión, no quería volver a sufrir como antes
 
-No es muy tarde para tener nuestra primera cita- pronunció Sasori tras mirar su reloj de pulsera. Naruto lo miró confundido. Si era tarde en realidad, muy tarde. La noche ya había caído y él había perdido el apetito completamente después de lo ocurrido
 
-¿A dónde?
 
A pesar de todo, se dejo guiar por Sasori. Sus dedos se entrelazaron en medio de la caminata. Naruto sintió, al igual que esa mañana, los rápidos latidos en su pecho. Esta vez no tenia excusa, no estaba realizando ninguna actividad física
 
-Naruto…- pero la sonrisa se borró de sus labios tan pronto como había llegado al reconocer la voz de Sasuke a sus espaldas. A punto de responder, Sasori tiró de su brazo hacia atrás
 
Naruto miró alternadamente a ambos. No quería que pelearan, lo último que le hacía falta era presenciar aquello
 
Por eso abrazó a Sasori de la espalda al prever lo que sucedería. Sasori entornó levemente la mirada hacia el muchacho de pálida piel y cabello oscuro. Estaba seguro, aun si no lo conocía. La resolución en la mirada de aquel bastardo aunado al tono de confianza que había usado al referirse a Naruto, era más que suficiente para corroborar sus sospechas
 
Lentamente se dio la vuelta, sin saber que impulso acatar primero. Naruto lo soltó al dar por sentado que sería inútil retenerlo
 
Sasori separó ligeramente los labios y se inclinó a la altura de Naruto
 
Los puños de Sasuke se cerraron en automático al presenciar la escena que se estaba desarrollando frente a él. Naruto ni siquiera tuvo tiempo de cerrar los ojos, no lo esperaba, de todas las cosas que habría esperado en ese momento, jamás imaginó que Sasori lo besaría
 
Permaneció en trance unos segundos, sus ojos se dirigieron por reflejo hacia el Uchiha, quien, absorto, miraba a la distancia
 
Naruto optó por cerrar lentamente los ojos cuando el suave movimiento labial tuvo inicio. Sasori lo instaba a corresponder y él no quería rechazarlo. Aun si Sasuke estaba presente. Se dejo llevar por el placentero roce. Sus manos se situaron en los hombros del pelirrojo a medida que correspondía con cierta timidez a lo que pudiera suceder
 

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