Casi cae al entrar corriendo a la casa. Derrapando, se detiene al finalizar el comedor. Sin templanza alguna, se deja caer en el mullido sofá, sintiendo las ansias carcomiéndolo por dentro
No demora en marcar el número escrito sobre la pequeña hoja de papel, esperando que su compañero atienda pronto la llamada. Se ha olvidado por completo de anotar la tarea. Genial, su primer día de clases y comenzaba olvidándose de tomar el ultimo apunte
Naruto casi siente la necesidad de dar pequeños saltos cuando la voz masculina resuena del otro lado de la línea
-Hola Kiba, siento molestarte pero necesito que me pases los apuntes- y mientras habla, se dispone a hurgar entre los útiles de su mochila. Saca la libreta y una lapicera para anotar, sin siquiera percatarse de que su pareja recién ha salido de la habitación, vistiendo pulcramente como de costumbre
La mirada ónix centellea al reconocer la voz de un chico. Sus nudillos se tornan blancos cuando inconscientemente empieza a apretar los puños. Esta tan enfadado que el dolor físico es efímero en ese momento
-De acuerdo- Naruto sostiene esta vez el teléfono contra su hombro mientras garabatea a gran velocidad lo enunciado por su compañero. Solo unas palabras mas y la llamada se corta, sin darle tiempo a agradecer nada
Confundido, alza la mirada para toparse con los ojos negros de Sasuke. La sorpresa se hace palpable cuando Naruto repara en lo que el muchacho sujeta entre sus manos. Ni más ni menos que el cable del teléfono, lo ha arrancado para evitar que continuara con la llamada
-¿Por qué…?- pero la pregunta muere en su boca una vez que Sasuke se inclina hasta su altura para verlo fijamente a los ojos. Naruto traga pesado, sin saber realmente la razón de su temor
-¿Quién era?
Y ahí está nuevamente. La respuesta a sus dudas
-Un compañero de la escuela- contesta con prontitud. –Le pedí los apuntes…- rápidamente su voz pierde intensidad. Y no es solamente porque los labios de Sasuke le han impedido seguir hablando, sino que, de repente se sintió estúpido por aclarar algo tan obvio. ¿Con quién más hablaría? Gaara se había marchado hace dos semanas, su único amigo y confidente, en el colegio no tenía con quien más charlar, solo algunos compañeros lo habían aceptado en su grupo recientemente. Un día conviviendo y Naruto finalmente comenzaba a sentirse aceptado en el entorno escolar
Sus cuerpos se rozan con insistencia y en medio de una vuelta accidental, ambos terminan en el suelo. Naruto reprime un gemido de dolor entre las bocas de ambos. Su espalda había resentido el golpe pero eso a Sasuke no parece importarle, puesto que continúa devorándole la boca, sumergido en el éxtasis del momento. Tener a Naruto bajo su cuerpo es más que suficiente para ponerlo completamente duro
-Ah… Sasuke, ¿tan…pronto?- el rubio parpadea cuando sus labios por fin son liberados por el muchacho de cabello negro. El todavía no se excitaba, y el bulto en los pantalones de Sasuke denotaba la diferencia de "condiciones"
Naruto siente la necesidad de protestar nuevamente al sentir los bruscos tirones sobre su ropa, los dedos de Sasuke sujetan cada prenda como si de ganchos se trataran. Esta desesperado, ansioso, no va a detenerse, sin importar que
-La vas a…- pero ya es tarde para hacer cualquier advertencia. Naruto frunce los labios al escuchar el sonido de la tela de sus pantalones rasgándose. Decide quitarse él mismo la ropa interior, sin evidenciar la sensación incomoda que le genera estar en el frio y duro suelo
Cierra los ojos cuando advierte como Sasuke se sube una vez más sobre su cuerpo, posicionándose con presteza entre sus piernas, empujándolas con las rodillas para poder entrar en él. Naruto da un respingo al percatarse de que Sasuke solo se ha bajado la bragueta de los pantalones. Definitivamente no están en igualdad de condiciones esta vez, él ni siquiera tenía una erección
Algo nervioso, se apoya sobre sus codos, reprimiendo un gesto de dolor al sentir la intromisión dentro de él. Sasuke se muerde el labio inferior, totalmente regocijado por lo apretado que esta Naruto, le cuesta terminar de entrar pero tras un firme empujón de caderas, lo consigue
-Sasuke…- Naruto está a punto de pedirle que salga. Apenas una lagrima se desliza por su mejilla, nunca había resentido tanto el acto sexual hasta ese momento, sin embargo, sabe que se debe a que él no está excitado, ¿Cómo iba a estarlo? Sasuke lo había tomado desprevenido
Sin dar tiempo a replicas, Sasuke comienza a arremeter la estrecha entrada. Sus manos se mantienen fijas a los costados del cuerpo de Naruto
Dolor. Incomodidad
Son las únicas palabras que logran describir un poco aquella marea de sensaciones en el rubio. No lo está disfrutando para nada. Incluso sus cuerdas vocales parecen haberse desgarrado antes de que pudiera articular cualquier palabra
Inconscientemente, clava sus uñas en los brazos de Sasuke, quien, complacido por la docilidad del otro, afirma aun mas las caderas a los costados de sus piernas. De suerte no había eyaculado aun al reparar en la expresión mitad dolor, mitad placer que tenia Naruto
"Sasuke, me lastimas"
Pero las palabras no salen de su boca, y en cambio, Naruto presiona con más fuerza los brazos de Sasuke en un desesperado intento por apartarlo
Y en una dura embestida mas, Sasuke termina por correrse en el interior de Naruto, sintiendo sus piernas flaquear posteriormente. Naruto siente la mirada empañada…y no precisamente por el orgasmo forzado…
-Lo lamento- una disculpa escueta se pierde entre en el silencio de la recamara
Naruto mantiene aun el semblante de dolor intacto en su rostro. Cubierto hasta el cuello por las mantas y con su labio inferior sobre el superior a modo de puchero, casi no puede contener las lágrimas. Realmente le había dolido, y lo peor de todo era saber que en parte era su culpa por no haberlo frenado
-Pudiste….- Sasuke reprime un resoplido, acercando a su vez el ramo de flores hacia la cama. –Pudiste detenerme ¿sabes? Podías haberme dicho que te estaba…
No servirá. Naruto se ha cubierto por completo en un intento desesperado por evadirle. Aun recuerda los elogios de sus compañeras cuando Sasuke fue a recogerlo a la salida. Apenas una semana antes. Fue gracias a ello que había conseguido ganarse algunos amigos
-Que suerte tienes- le había dicho Ino en un sonoro suspiro. –Si fuera tú, me sentiría la persona más afortunada de todas
Sin darse cuenta, deja escapar un suspiro melancólico. Sasuke permanece indeciso, observando como la sabana sube y baja, quizá a causa de la respiración de Naruto, o tal vez son sollozos silenciosos
Mira perturbado el ridículo arreglo floral. Esta consciente de haber perdido el control en algún momento determinado del acto sexual. Fue precisamente cuando recordó la voz masculina con la que dialogaba Naruto
-Hey…- abrumado, opta por acercarse aun más para retirar las sabanas. Por toda respuesta, Naruto lo evade. Manteniendo sus ojos cerrados mientras trata de regular su respiración. Nunca había pasado algo así antes. Casi un año de conocerse y hasta ese momento no habían tenido problemas para intimar. Era como si el miedo se hubiera apoderado de él cuando Sasuke estaba penetrándolo, sin darle tiempo de decir nada
Pero es tarde ya para lamentarse
-He estado estresado- la excusa era patética, Sasuke lo sabía, del mismo modo que sabía que debía ser convincente o terminaría alejando a Naruto. –Habrá otra junta dentro de poco. El vicepresidente de la empresa inaugurara una nueva plaza en la ciudad. En la reunión se determinara cuales empleados estarán presentes
Saliva gastada. Naruto continua ignorándolo, repasando lo acontecido dos semanas atrás. Entonces había intentado volver al orfanato, sin éxito alguno. La construcción ya albergaba a demasiados chicos para admitirlo de vuelta. Tampoco podía conseguir empleo
¿Quién lo contrataría? No sabía hacer nada bien…
-Por favor, perdóname- esta vez la disculpa es sincera. Naruto lo percibe en aquel hilo de voz. Apenas un deje de arrepentimiento se visualiza en los ojos oscuros
No tiene alternativa
Despacio, asiente con la cabeza, recibiendo entre sus brazos el hermoso ramo de rosas. Las primeras que Sasuke le obsequia desde que salen juntos
Arrepentido, Sasuke lo abraza, prometiéndole una y otra vez al oído que no volverá a suceder, que nunca se percató de estarse excediendo. Y era cierto
Así como lo fue el malentendido de hace dos semanas, cuyo desenlace finalizó de una forma que él no esperaba, que no deseaba
-Sasuke-kun- una inmensa sonrisa se dibuja en los labios de la muchacha al ver al aludido entrar a su oficina. Lo había estado esperando la noche anterior, preocupada de que le hubiera pasado algo
-No quiero que vuelvas a llamarme- le advierte Sasuke, sin abstenerse de emplear un tono frio en el habla. Así es él después de todo. Y por culpa de aquella zorra casi pierde a Naruto
¿Cuánto más tenía que lidiar con el persistente acoso de la pelirosa?
Ya estaba harto. Harto de rechazarla y de tener que lidiar con situaciones incomodas por ello. Había empleado varios recursos para mantenerla a raya, pero…nada funcionaba
Desde que la conoció, la trató de la manera más déspota que pudo, la insultó un par de ocasiones. La había llamado fastidiosa, insoportable, y un sinfín de sinónimos para nada agradables
Pero…ella no cedía
-Sasuke-kun yo…- la chica se levanta para ir a su encuentro
-¿Cómo lo obtuviste?- inquiere él, desviando la mirada, refiriéndose a su número telefónico. Ella no responde de inmediato, sino que, dirige su mirada hacia los archivos sobre el escritorio
Debió suponerlo…
-No quiero más inconvenientes en mi relación- se mantiene firme, cruzando de brazos y renuente a cualquier persuasión. La chica parece a punto de sollozar
-Solo quería ayudarte- murmura dolida. -Mi padre me ha pedido recomendaciones, ya sabes, para el nuevo puesto
La barrera auto impuesta parece flaquear. Sasuke observa con incredulidad los ojos color jade. No podía catalogar a Sakura Haruno como la chica más atractiva, aunque tampoco era fea
-¿Qué dices, Sasuke-kun?- insiste ella, jugando con un mechón de cabello. El entorna la mirada, indeciso
Ha tocado un tema de relevancia. El ascenso, lo que tanto había estado esperando. Se había esforzado durante casi un año para conseguirlo, pero… ¿era suficiente?
Dudaba de estar por encima del resto, de los más de trescientos subordinados de la empresa
Podría aceptar una simple cita con ella. Alguna salida a un lugar poco frecuentado. Pero…Naruto
La encrucijada se hace palpable al recordar a su pareja. Había ido a hablar con Sakura precisamente por esa razón. Para dejarle en claro la posición de ambos, él no estaba interesado en ella sino viceversa
Pero Naruto no tiene porque enterarse…
-¿Una comida?- sugiere en voz apenas audible, aun dudando de su propia interrogante. Nunca le había sido infiel a Naruto, ¿valdría la pena hacerlo ahora?
Se trataba de su empleo. De su orgullo y su posición económica. Todo en juego
-Me parece mejor en un hotel
Sasuke desvía la mirada hacia su móvil, aceptar la cita implicaba intimar, absolutamente
-De acuerdo…
El día había llegado. La junta que albergaba una inmensa oportunidad para destacar entre el resto de subordinados. El único vestigio de esperanza para posicionarse en un nivel superior
Y faltaba poco menos de media hora para que diera inicio
-Apúrate, Naruto- golpea impaciente la puerta y tras escuchar la queda afirmación, Sasuke retoma la caminata de un lado al otro. Debía estar a tiempo en la empresa para ocupar el lugar que le fuera designado. Asimismo, quería llevar a Naruto consigo
-Listo- velozmente, Naruto abre la puerta, exhibiendo un atuendo juvenil y fresco que termina por desagradar al otro
Pantaloncillos cortos, una camisa naranja y zapatos deportivos. Naruto se veía de infarto. Y por esa razón…
-Quítatelo- le ordena Sasuke, señalando directamente el short claro. Naruto pestañea confundido. Devuelve la mirada a la prenda sin entender que tiene de malo ¿estaría sucio?
-¿Por qué?- quiere saber. Se dirige a prisa hacia el espejo del baño para mirarse pero por más que lo hace, no encuentra ningun desperfecto
-Porque pareces un cualquiera- la respuesta de Sasuke, consigue dejarlo de una pieza
Incrédulo, Naruto se vuelve a mirar. Hacía tiempo que no vestía pantalones cortos. Además, es su cuerpo, tiene derecho a usar lo que quiera
-Me gustan- afirma, avanzando hasta la recamara, encontrándose a escasos centímetros de su pareja
Sin miramiento alguno, Sasuke le arroja unos pantalones que, Naruto apenas si consigue sujetar
-Póntelos- exige esta vez, endureciendo la mirada
Naruto vacila un momento, comparando ambas prendas en el espejo. El nunca opinaba sobre como debía vestir Sasuke
Decidido, sale del cuarto y cierra la puerta
Los ojos ónix se entrecierran con reprimida furia al ver el mismo atuendo en Naruto
-Si quieres que vaya será así- dice el rubio con seriedad. –Pero si no quieres, me queda…
-Vámonos- masculla Sasuke, tomando el saco del perchero. Naruto sonríe, sintiendo un profundo alivio interno
La sala destinada para la junta estaba totalmente llena. Esta vez las celosías continuaban cerradas, siendo la única luz de la pantalla central la que se encargaba de alumbrar el sitio
Naruto suspira al encontrar un lugar vacio. Sabía que Sasuke tenía que estar en los lugares frontales, así que cuando se separaron, solo le deseó mucha suerte, recibiendo a cambio un simple "no la necesito"
Sin duda alguna, Sasuke debía sentirse muy confiado con respecto al nuevo puesto. Naruto se alegraba por él, aunque en el fondo, ni siquiera deseaba estar ahí. Tenía que estar haciendo tarea. Solo esperaba que la junta no se alargara tanto
Atento, fija su mirada en la pantalla. La voz de un hombre de edad avanzada comienza a inundar el lugar por medio de las bocinas ubicadas en cada esquina. Naruto intenta poner atención pero pronto se da cuenta que no tiene caso. No comprende nada, solo ve gráficos exhibidos en la pantalla, imágenes de mapas conceptuales que no consigue distinguir desde su asiento
Quizá si se acerca un poco…
Más animado, abandona su lugar para ir más al frente. Apenas ha avanzado unos asientos cuando advierte la presencia de una figura conocida sobre la plataforma
Sin saber porque, una sonrisa delinea sus labios. El pelirrojo se dispone a hablar por el micrófono, enunciando las humildes sugerencias para la inauguración de la plaza
-…una juguetería
Naruto logra distinguir la voz de Sasuke a la lejanía. Se fuerza a retroceder, limitándose a escuchar y observar desde su sitio
Cuando menos se da cuenta, la mesa ya está repleta de aperitivos de toda clase. Naruto observa escéptico la cantidad de comida. Se siente feliz de estar en un restaurante, aunque Sasuke no se mostraba tan efusivo por haber conseguido el ascenso
-Lo conseguiste, Sasuke- sonríe al verlo sentarse frente a él
-Si…- el muchacho apenas si le dirige la mirada. Sabe que no merece ese puesto, está consciente de haber hecho trampa y eso lo enfurece. Había sido estúpido e impulsivo. Ahora no podía remediar el daño
Naruto mastica despacio un trozo de carne, sin prestar atención a los comentarios a sus espaldas
-Voy por hielos- era la ventaja de estar en un restaurante de comida bufete, podías tomar lo que quisieras
Ni bien se pone de pie, un prolongado silbido se hace presente. Sasuke rasga el mantel al advertir un par de comensales que no dejan ver a Naruto. Sin duda, los elogios van dirigidos a él
La ira lo consume al grado de querer descargarse. Era una estupidez, le había dicho a Naruto que se cambiara de ropa. Si hubiera acatado, eso no estaría pasando
Tras unos minutos, Naruto vuelve a la mesa. Da un largo sorbo a su bebida, sin percatarse del semblante estoico de su pareja. Con Sasuke era difícil advertir su estado de ánimo, casi nunca demostraba sus emociones, menos abiertamente
-Te pedí que te cambiaras
Confundido, Naruto arquea una ceja. Pero la expresión impertérrita de Sasuke le deja entrever que no está bromeando
-¿Te vas a comer eso?- decide cambiar el tema para evitar discutir. Era una ocasión para celebrar, era por ello que estaba ahí con Sasuke, por su nuevo logro en el trabajo
El incomodo silencio los envuelve por varios segundos. Sasuke no responde, y Naruto no piensa preguntarle de nuevo. Así que, opta por servirse una ración mas, ir hasta las barras de alimentos le servirá de distracción
Lentamente recorre la silla hacia atrás. Se pone de pie sin prever las intenciones de Sasuke, cuando este ultimo toma la copa de vino blanco que está a su alcance
Lo siguiente ocurre demasiado rápido, lo suficiente para que Naruto logre asimilarlo enseguida
Lo primero que atina a hacer es cubrirse, pero ya es tarde. Las miradas se han posado en él. Un vil comentario desencadena el resto. Para entonces ya todos los comensales lo miran atentos, unos sin siquiera contener la carcajada por un suceso erróneo
Naruto siente sus mejillas enrojecer por la vergüenza, rápidamente vuelve a tomar asiento, sintiendo la parte delantera de los pantaloncillos húmeda. Y Sasuke le sostiene la mirada desde su lugar, con la copa vacía en sus manos
-Oye chico…- el rubio escucha que lo llaman a sus espaldas pero no quiere voltear. -¿Tienes incontinencia acaso?- y la risa subsigue al comentario
-Eso ocurre cuando no tomas en cuenta lo que digo- comenta secamente el pelinegro
Naruto no quiere mirarlo, mantiene la frente apoyada sobre el mantel, sintiendo las lagrimas acumularse
No debe llorar
No quiere llorar
No va a llorar…
Pero sin importar cuanto lo intenta, siente que se romperá ahí mismo
-Eres un idiota- consigue articular una vez que se ha puesto de pie. Sasuke lo imita con prontitud, dispuesto a poner orden de ser necesario
Rápidamente, Naruto toma el vaso con refresco sobre la mesa. Ni siquiera lo piensa, esta tan molesto y herido que nada mas le importa, salvo desquitarse de algún modo
Sin contemplación alguna, arroja el líquido en el rostro de Sasuke
No debió hacerlo. Se arrepiente enseguida al notar la mirada centelleante del Uchiha. Sus cejas ligeramente contraídas y la mandíbula tensa
-Suéltame…- resiente la presión en su muñeca y cuando quiere darse cuenta, ya está siendo prácticamente arrastrado hacia la salida. Naruto siente su respiración acelerarse a cada paso forzado. –Lo siento, Sasuke…- espera que el susodicho lo perdone, tal como él lo hizo días atrás
-¡Cállate!- pero en cambio, un fuerte golpe en la mejilla lo hace perder el equilibrio
Naruto no termina de levantarse cuando otro golpe lo devuelve a su lugar. El callejón está sumido en las penumbras pero Naruto no consigue salir de ahí antes de que la lluvia de golpes se desate sobre él
Ni siquiera puede reaccionar. Y aturdido, resiente cada puñetazo, cada patada en las costillas que no hace más que arrebatarle gemidos de dolor
Y entre cada arremetida a su cuerpo, trata de pedirle que pare, pero no es capaz de frenarlo, no estando en el suelo. Solo espera despertar pronto de esa pesadilla. Que todo termine de una vez, que Sasuke reaccione…
Que Sasuke regrese
Herida tras herida, su mirada se torna borrosa. Y no es sino hasta que regurgita un poco de sangre que los golpes cesan
Un suspiro expira en los labios del muchacho de cabello negro al recuperar el autocontrol
Demasiado tarde
-Naruto- se alarma al ver lo que ha hecho. Lo que ha ocasionado. Naruto en cambio no deja de quejarse en el suelo mientras encoge las rodillas lo más que le es posible. –Naruto…- no sabe qué hacer
Aterrado, Sasuke se agacha para tomar al menor en brazos
Los parpados le pesaban pero tras el tercer intento, Naruto logra abrir los ojos. Se fuerza en mantenerlos abiertos al escuchar una voz lejana. Pero no es así, la voz esta junto a él, se da cuenta tras unos instantes
-Naruto- el semblante angustiado de Sasuke es lo primero que entra en su campo de visión
Adolorido, Naruto trata de enfocarlo, sintiendo el inmenso dolor en su cuerpo como miles de aguijonazos, sobre todo en las costillas
-¿Dónde estoy?- pregunta sujetándose la cabeza, apenas lo hace, se da cuenta del catéter en su brazo derecho
-En el hospital- responde Sasuke, sintiendo un grueso nudo atravesarle la garganta. –Estuviste tres días en coma
Pero por más que lo intenta, Naruto no logra recordar nada
-¿Qué pasó?- le cuesta horrores articular palabra. Sasuke está a punto de responder cuando la enfermera advierte el suceso y le pide de inmediato que salga unos momentos del cuarto
Naruto observa algo aturdido como Sasuke sale de la recamara blanca. El olor a antisépticos lo marea pero puede escuchar con claridad la petición de la enfermera en torno a que descanse otro poco. Que no se exija demasiado, que guarde reposo para que se recupere rápido. Además, no es solo el olor de los antisépticos lo que inunda sus fosas nasales, Naruto lo comprueba al levantar un poco el cuerpo
El aroma dulce proviene de las flores, varios ramos de ellos adornan la que fuera su estancia
Y él lo sabe. Solo Sasuke pudo llevarle esos detalles
A la semana ya lo habían dado de alta. Naruto se había recuperado rápido gracias a la determinación por acatar al pie de la letra lo indicado por las enfermeras
Por más amargas que estuvieran las medicinas, por más dolorosas que fueran las inyecciones y por mas insípida que fuera la comida. Aun así, Naruto atendió estrictamente a todo, y Sasuke había permanecido todos esos días en el hospital, durmiendo en la sala de espera, visitándolo en cada oportunidad
Y al mismo tiempo, recriminándose en cada segundo lo sucedido. Pero no volvería a pasar. Afortunadamente todo había quedado en el olvido, nadie se preocupó en saber la verdad sobre aquellas contusiones. El solo había tergiversado la verdad, había encontrado a Naruto en el callejón, lo habían asaltado puesto que, no llevaba ninguna pertenencia de valor
Faltaba un reloj, su billetera y su teléfono celular
Mentira… Naruto no contaba con nada de eso. Pero la policía no dudó de su declaración, porque lo reconocían de aquella empresa de prestigio, porque Naruto no tenía familia que intercediera por él, y porque el rubio no recordaba nada de lo sucedido
Al menos algo bueno había resultado de todo ello. Naruto no se apartaría de su lado…
-Toma- le entrega el vaso a Naruto, distinguiendo cierto deje de melancolía en los ojos azules
¿Habrá recordado ya?
Es en un descuido que retira velozmente el líquido cristalino, aprovechando el ensimismamiento repentino de Naruto
El rubio no dice nada, el cuerpo le duele horrores todavía pero no quiere demostrarlo porque, lo último que necesita es volver al hospital
Por eso esboza una sonrisa cuando Sasuke se ofrece a darle de beber un poco de agua. Naruto hace un gesto de reproche al sentir el líquido descender por su garganta, el sabor es extraño, amargo, pero seguramente se debe a las medicinas que previamente ingirió. No importa, su cuerpo se relaja rápidamente al terminar de beber el agua, siente esta vez deseos de descansar, de…cerrar los ojos
Naruto caminaba desorientado por las calles, mirando los señalamientos y tratando fallidamente de ubicarse
Había tenido la pésima suerte de que el autobús se desviara de la ruta, el chofer le había devuelto el dinero, tras pedirle amablemente a los pasajeros abandonar el transporte
Y ahí estaba. A mitad de una plaza recientemente inaugurada y con una invitación de cumpleaños en el bolsillo. Quizá fuera un buen momento para comprar el obsequio de Konohamaru, aunque faltaba más de una semana para el festejo
Pero la fiesta infantil del nieto del director era lo de menos. Naruto sabía que tenía que asistir si quería tener la oportunidad de acercarse a Hiruzen, el viejo que administraba las becas le había advertido sobre sus calificaciones, era mucho muy probable que le revocaran la suya en caso de no mantener el promedio
Sus calificaciones habían bajado bastante, pero Naruto no hallaba la causa para ello. En verdad se esforzaba por cumplir con las tareas, aunque tal vez no lo suficiente
Abrumado, mira la enorme puerta de cristal abrirse para que pase. Naruto duda unos segundos pero finalmente ingresa a la construcción
Los coloridos locales atraen su atención enseguida. El aroma de varios platillos se entremezcla en el ambiente. Naruto observa maravillado a través de una de las vitrinas, donde se aprecian cientos de peluches de todos precios y tamaños
Por un momento se arrepiente de haber entrado. No llevaba mucho dinero consigo y tampoco quería comprar una baratija para Konohamaru. Aquel niño rebelde que solo conoció una vez en la dirección
Sus piernas le fallan al dar otro paso hacia el local aledaño. Siempre por las mañanas se siente mal, mareado, cansado…
Pero no irá al hospital. No quiere más medicamentos. Su estomago ya lo resiente
Los ojos azules tintinean al vislumbrar la cantidad de juguetes del otro lado del cristal. Incluso se ha olvidado del enorme vacío en su interior, un vacio con el que lleva lidiando varios días, un vacio que no desaparece, por el contrario, se hace cada vez más grande
Indeciso, da otro paso, esperando que esta vez sus piernas reaccionen adecuadamente. Al asegurarse de que no caerá, empuja la puerta para entrar
Su mirada se pierde en los altos estantes que albergan una gran variedad de juguetes. Naruto se pregunta mentalmente ¿Qué es lo que le gustaría a un niño como Konohamaru?
A sus siete años, suponía que le gustaría una pista de carreras, o tal vez un muñeco de acción
Del otro lado del mostrador, un joven se ha puesto repentinamente de pie, advirtiendo la entrada de un nuevo cliente
Sus ojos castaños miran atento al recién llegado. El chico de cabello rubio y ojos azules se pone de puntillas, tratando de alcanzar algún juguete lejano
Sasori entrecierra los ojos, apremiando su buena memoria al reconocer a aquel chico de facciones felinas. Pero lo que llama su atención no es el bello perfil del muchacho, sino la imperceptible mancha purpurea en cierta zona en específico
Sus pasos suenan firmes conforme se acerca hasta él. Naruto se detiene al darse cuenta de que no alcanzara el juguete de esa manera, ni siquiera dando saltitos
-¿Naruto?- está seguro de que es él, pero de todas formas se fuerza a preguntar. El rubio pestañea al reparar en la silueta a su lado
Una sonrisa se amplía en sus labios al reconocer al joven pelirrojo
Desafortunadamente no recuerda bien su nombre
-Hola- se limita a saludar primero, sin querer indagar demasiado. Naruto se siente nervioso, mucho más al notar aquella chispa de desconcierto en las pupilas chocolate ¿había dicho algo malo?
-Tu mejilla- una suave caricia en dicha zona es suficiente para que Naruto deje escapar un respingo de dolor, llevándose al mismo tiempo la mano al rostro. Sasori frunce ligeramente el entrecejo mientras mueve sus dedos para retirar el fino polvo del maquillaje que se ha impregnado en ellos. Una extraña irritación se remueve dentro de él pero consigue contenerse al devolver su atención hacia el semblante tranquilo del rubio. -¿Quién te…?- no, eso no es de su incumbencia. Ni siquiera lo conoce
-Me asaltaron- pero Naruto ha advertido ya lo que quería saber el pelirrojo. A pesar de todo, responde con sinceridad, una verdad que ha sido alterada en su subconsciente. Aun no logra recordar lo sucedido, la bruma de la inconsciencia continua indemne en él
Sasori no responde de inmediato, sino que, mantiene su mirada fija en el otro. No parece estar mintiendo
-Lo lamento- sin darse cuenta, coloca su mano sobre el hombro del chico. Naruto le devuelve un gesto cálido, neutral, como si no le importara el hecho de que alguien se hubiera inmiscuido en sus asuntos. -¿Buscabas…algo?- inquiere, volviendo la mirada hacia los estantes. Naruto asiente enérgico, señalando una de las cajas superiores. Sasori avanza hacia la escalera del fondo para tomar dicho artículo
-Mejor este- Naruto se ruboriza al percatarse del precio del otro juguete. No tiene tanto dinero. Así que, apenado, se agacha para tomar un peluche pequeño en forma de zorro
Sasori detiene sus movimientos para pasar a mirar al chico con aires inquisidores. No le da importancia y retoma su actividad. Naruto parpadea al tener la caja frente a él. La imagen de una pista de carreras se observa en el exterior
-Me llevaré mejor este- insiste, algo avergonzado de que el pelirrojo no lo haya escuchado. Sasori en cambio lo mira con indiferencia
-Llévate ambos- le sugiere en tono neutral, provocando que el rubio desvié la mirada unos instantes, presa del nerviosismo
-Solo me alcanza para este- Naruto alza el peluche para darse a entender mejor. Sasori no puede reprimir una sonrisa divertida al presenciar aquel gesto adorable del más chico
-No dije que fuera a cobrártelos- se cruza de brazos ante la mirada atónita de Naruto
-¿Eh?- Naruto se sorprende por lo dicho. -¿Tu…trabajas aquí?- que idiota era, había pensado que el muchacho también quería comprar algo y solo se había ofrecido a ayudarle…
-De hecho, soy el dueño
Al ver el impávido rostro trigueño y escuchar la suave voz emitiendo un susurro de sorpresa, Sasori se anima a entablar el dialogo
-¿Son para ti?- trata de no sonar tan ansioso pero su voz acaba por traicionarlo. Naruto niega en ademan mientras acaricia la cabeza felpuda del peluche
-Es para un…compañero- duda en decir lo último. En realidad Konohamaru era un conocido nada más. Divertido y simpático pero un niño al fin y al cabo
-¿Quieres que te los envuelva?
Naruto accede en silencio, entregándole ambos objetos al pelirrojo. Si tan solo recordara su nombre. Se sentiría estúpido si preguntaba ya que el muchacho lo reconoció enseguida
-¿Tú eras…?- y mientras espera en su lugar, balanceándose sobre sus talones, finalmente opta por indagar. Desde el mostrador, Sasori le dirige una mirada de reproche. Vuelve la vista hacia el papel de regalo para proceder a colocarlo sobre la caja
-Sasori- responde cortando un trozo de cinta para posteriormente unir las esquinas del papel. –Aquel día te busqué al término de la junta…- hace memoria sin poder evitar que una sonrisa juegue en sus labios. Un gesto de coquetería…quizás. Ni siquiera sabía si el chico había podido encontrar a quienquiera que estuviera buscando, había oído el nombre mas no logró vincularlo con ningun empleado que él conociera, tampoco que fuera muy sociable en realidad. Su círculo de amistades se limitaba a cinco, incluyendo al cabeza hueca de Hidan
-¿Me buscaste?- Naruto no puede ocultar el asombro al escuchar tales palabras. Recordó que aquella ocasión Sasuke se había alterado mucho, también acudieron a su memoria las imágenes de su pareja golpeando el muro hasta sangrarse la muñeca. Un sutil escalofrío recorre su cuerpo
-Lo hice- afirma el pelirrojo, entregándole el primer obsequio listo. Procede a tomar una bolsa para guardar el peluche pero la voz de Naruto lo detiene
-Ese no- el rubio se acerca al mostrador para tomar al pequeño zorro. Le había gustado mucho. Quería dejárselo. Además, nunca le habían regalado nada. Los únicos presentes de Sasuke habían sido aquellas flores azules. Sasuke decía que le recordaban al color de sus ojos pero Naruto omitió el detalle de que…no le gustaban las flores. Tal vez porque le recordaban al funeral de sus padres. Si, él mismo aroma de las rosas que traía consigo la marcha fúnebre de la muerte
-Quería invitarte un café. Me agradaste- Sasori ensancha la sonrisa al reparar en el sutil sonrojo de Naruto. No podía evitarlo, era tan sincero en ocasiones que se recriminaba por ello. Debería pensar seriamente en morderse la lengua, o meditar sus frases un poco antes de soltarlas, pero le era imposible
Naruto deja de aferrar el peluche al recordar a su pareja. Sasuke había estado cuidando de él desde que salió del hospital, no era justo hacerle algo como eso, aunque ciertamente no entendía si realmente había algo de malo en tener amigos. Sasuke decía que era imposible tenerlos, todos buscaban algo de ti y en algún momento, Naruto le creyó. Mas ahora que no tenía a Gaara a su lado
-¿Cómo puedo pagártelos?- intenta en vano no exteriorizar su arrepentimiento de haber aceptado los obsequios. Había sido un error impulsivo de su parte pero aun podía remediarlo, si pagaba por los obsequios quedarían a mano
-Si tanto te empeñas en que reciba algo a cambio- comenta, inclinándose sobre el mostrador. Naruto cierra fuertemente los ojos y arruga la nariz pero contrario a lo que esperaba. No pasa nada, ni siquiera un leve roce. –Me gustaría invitarte a…- calla al tener frente a él un sobre color azul. Sasori parpadea unos instantes, presa de la confusión
-Podrías acompañarme a la fiesta de mi compañero- pide en un suave murmullo. Sin previo aviso, la carta le es retirada de las manos. Naruto se muerde los labios sin saber que mas decir al respecto. No tenía nada más para ofrecer, aunque estaba segurísimo de que el muchacho no iba a aceptar ir a una fiesta infantil. Era ridículo, él mismo no asistiría de no ser obligatorio. Tenía asuntos que tratar con el director y era el lugar idóneo para ello
-¿Un niño?- Sasori contiene la risa al ver erradas sus suposiciones pasadas. No tenía competencia por lo visto, aunque no estaba de más cerciorarse. –Ahí estaré
Quizás luego…
-Entiendo- Naruto finge decepción, bajando nuevamente la mirada. –Será aburrido de todas formas pero…
-Ahí estaré- repite el pelirrojo, arqueando una ceja en señal de desconcierto
Naruto tarda en reaccionar
-¡¿Qué?!