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Amor de cristal por RLangdon

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-No- tajó, con un suave movimiento de cabeza, y sin embargo, la fuerza en el agarre de su brazo no se debilitó, por el contrario, Naruto lo sujetó con mayor ahínco mientras esbozaba una radiante sonrisa optimista
 
-Por favor- un fugaz pestañeo secundó a la propuesta, y las miradas furtivas en derredor parecieron interesarse aun más, ojos expectantes, susurros inentendibles, discretos señalamientos y más intercambios de miradas
 
Itachi cerró los ojos para evitar ceder a tan insistente petición. Si tan solo estuviera al tanto del itinerario nocturno nada de eso estaría sucediendo. Había sido un día demasiado ajetreado, entre comidas a deshoras, recurrentes paseos por la arena y una que otra zambullida, sin olvidar el mísero descanso de quince minutos dentro de la recamara, Naruto ni siquiera lo había dejado permanecer más tiempo en el cuarto del hotel, y aunque en cierto modo le gustaba el hecho de que Naruto quisiera aprovechar cada minuto ahí, Itachi tenia ciertas necesidades que debían ser satisfechas, exigencias físicas tales como dormir habían sido suprimidas en escasos dos días
 
Y pensar en hacer el ridículo frente a los espectadores lo irritaba bastante. Aceptaba estar con Naruto, pasar tiempo con él, acompañarlo en la piscina y realizar cualquier actividad recreativa que no tuviera que ver con tapetes cubiertos con círculos de colores sobre una plataforma, bajo la blanca luz intermitente y una cámara que captaba todos sus movimientos para transmitirlo directamente a una pantalla de unas ciento cincuenta pulgadas ubicada junto a dicho tapete
 
¿Qué clase de entretenimiento era ese?, él no era ningún bufón para tener que divertir a personas que en su vida les había visto la cara…a excepción de las tres chicas rubias que agitaban palmas en el aire, motivándolo a pasar e incluso escuchó un ofrecimiento de una de las chicas para ser su pareja en semejante maniobra distractora
 
-No- concluyó entrelazando sus dedos por encima de la mesa, apoyando la barbilla sobre ellos. Naruto refunfuñó por lo bajo, girándose sobre el banquillo para darle la espalda. Estaba molesto, magnifico, con lo mucho que se había prometido no volver a fastidiarlo durante su estancia en ese lugar, por lo visto no tenía más remedio que aceptar…otra vez
 
-Eres un amargado- resolló Naruto, estirando su brazo para tomar la bebida a base de leche sobre la mesa. Antes de que pudiera tomarla, Itachi se puso de pie, sin abandonar su expresión impasible
 
Naruto parpadeó al ser guiado hacia el escenario, bajo la mirada atenta de las decenas de personas que frecuentaban el club nocturno
 
-Solo haremos el ridículo- masculló Itachi al subir las escaleras, Naruto le devolvió una sonrisa triunfal antes de responder
 
-Será divertido
 
¿Divertido?
 
No, el significado que tenia aquel vocablo para Itachi incluía conversaciones amenas sobre nimiedades, disfrutar de un intimo encuentro sexual, visitar sitios de interés general con la única finalidad de observar sus instalaciones, un museo, un acuario, una biblioteca…
 
Cualquier trivialidad que no implicara la humillación publica
 
-…pierde. Bien, ya saben las reglas- finalizó el anfitrión del club, un hombre de unos treinta años, rollizo y de cabello castaño, vestido formalmente para la ocasión
 
Itachi salió de su letargo con rapidez, miró desconcertado a Naruto, quien sonreía un poco nervioso, sin perder de vista los círculos de colores trazados sobre la alfombra blanca
 
-Aguarde- trató, alzando la mano para preguntar las normas que le habían pasado desapercibidas en su descuido. Sin embargo, el hombre no lo escuchó, y si lo hizo, fingió muy bien no haberlo hecho, ya que descendió del escenario velozmente
 
Nervioso, se volvió hacia Naruto
 
-¿Qué reglas?- cuestionó inquieto. Naruto balbuceó algo referente a no tocar los círculos negros y después fijó su mirada en la parte superior derecha de la pantalla. Itachi decidió imitarlo, inclinándose sobre la alfombra. La luz blanca desapareció y en su lugar una tenue luz azul iluminó el escenario
 
Itachi entonces supo que debía seguir el patrón de los colores indicados en la pequeña sección de la pantalla, apenas había subido y ya quería bajar, se arrepentía. Habían pocas cosas de las que se arrepentía en su vida y sin duda esa era una de ellas
 
Naruto colocó su mano izquierda en uno de los círculos rojos, ignorando las exclamaciones del público
 
Entornando levemente la mirada, Itachi optó por continuar con el siguiente movimiento, siendo esta vez él quien colocaba su mano derecha en uno de los círculos azules
 
El cambio de colores continuó efectuándose, cada vez más lento debido al grado de dificultad que representaba a medida que transcurrían los minutos
 
En poco tiempo y cuando quiso darse cuenta, Itachi ya se hallaba en una posición sumamente incomoda, con una de las piernas de Naruto sobre su cadera
 
Una suave e inconsciente fricción sobre su hombría y de inmediato Itachi supo que era el momento de retirarse, mas no podía moverse al tener parte del cuerpo de Naruto sobre el suyo
 
Contrario a lo que imaginó, el juego no había sido tan sencillo, demandaba agilidad, destreza, equilibrio y coordinación, e inclusive se había olvidado de su fiel promesa de dejarse vencer al cabo de cinco minutos. Itachi no pretendía durar más de dicho lapso de tiempo en el escenario y no obstante terminó sumido en aquella ridícula competencia contra nada más y nada menos que el chico que le acababa de producir una erección entre tantos roces
 
Y si antes creyó que sucumbiría ante la vergüenza ahora estaba más que seguro de que así seria, tenía que retirarse, aun estaba a tiempo…o eso esperaba
 
-Itachi…-jadeó Naruto, mirándolo de soslayo. El aludido tuvo que apartar la mirada al contemplar la expresión de Naruto, incomodo y con algunos mechones adheridos a su frente. En verdad parecía que estuvieran teniendo sexo del duro y no jugando un "inocente" juego ante la mirada inquisitiva de los huéspedes del hotel. –Te toca…
 
Desorientado, volvió la mirada hacia la pantalla, restaban apenas tres movimientos para que el juego finalizara, pero él ya no soportaba más tiempo en esa posición, tenía que perder
 
Despacio y tratando de no rozar tanto el cuerpo de Naruto, deslizó su brazo por encima del abdomen del rubio, posicionándolo enseguida y con el burdo pretexto de un accidental resbalón, sobre el circulo negro más cercano
 
Un fuerte abucheo acompañado de algunos suspiros de decepción, e Itachi estuvo consciente de que el juego había finalizado
 
-¡Gane!- celebró Naruto con una amplia sonrisa, poniéndose de pie al ser alumbrado por la luz blanca de los reflectores. Itachi agradeció internamente no haber tenido un orgasmo ahí mismo, jamás volvería a participar en un juego…
 
Ooo
 
-Acompáñame- insistió Naruto en cuanto ambos terminaron de cenar. El restaurante se encontraba casi vacío y frente al establecimiento de alimentos se exhibía un escandaloso letrero envuelto en peculiares luces de neón que lastimaban su vista
 
-No- y esta vez Itachi no esperó escuchar quejas, reclamos ni nuevas suplicas en torno al asunto, simplemente se alejó hacia la barra de vegetales para servirse otra ración, dejando solo a Naruto en la mesa
 
Ya estaba cansado y casi era medianoche. Había permanecido cerca de diez minutos en el baño atendiendo un molesto asunto que sabía de antemano, Naruto no se ofrecería a ayudarle, no hasta que se cansara, y para eso faltaba mucho por lo visto
 
Extrañamente, Naruto no acudió hacia él para insistir en que lo acompañara a la discoteca
 
Cuando Itachi regresó a la mesa y para su sorpresa, Naruto ya no estaba. Bien, se había cansado de insistir y muy probablemente se dio cuenta de que esta vez no obtendría nada, ese hecho debía alegrarlo, reconfortarlo, pero no era así, en el fondo deseaba que Naruto le hubiera insistido mas, aun a sabiendas de que no habría aceptado
 
Sin darse cuenta de sus acciones, alzó la mirada sobre el menú expuesto en una de las ventanas, buscando con insistencia a Naruto, solo quería cerciorarse de que estuviera ahí dentro
 
Y así lo hizo, después de comer lo poco que se había servido, abandonó el lugar para ir a la discoteca, sin embargo no entró, porque no quería, porque no tenía ganas, porque estaba cansado, y la lista iba en aumento
 
Sus pupilas escarlatas recorrieron con sumo detalle el lugar, la música escandalosa resonaba en pro de un decibel elevado, tan fuerte que los ventanales vibraban
 
Las luces de colores alumbraban aleatoriamente el lugar y su curiosidad por entrar se redujo aun más cuando el piso comenzó a llenarse de litros y litros de espuma, cantidades alarmantes que Itachi no logró enfocar de donde provenían
 
Ooo
 
Naruto se limitaba a moverse al compás de la música. En verdad quería que Itachi lo acompañara pero había optado por no insistir más, Itachi lo había acompañado en el juego, casi una hora en el escenario y haciendo todo tipo de posiciones ridículas solo para complacerlo, lo correcto sería dejarlo descansar, que reposara en el restaurante, que se aburriera si quería, él solo quería divertirse un poco más, comer tanto dulce en el día lo había recargado con muchísima energía
 
El DJ intercalaba diferentes pistas, música electrónica, pop y algo de rock
 
Los cuerpos se contoneaban a su alrededor y él solo daba saltos ocasionales con el puño en alto, eufórico
 
El ambiente ahí dentro era mucho más agradable que el silencio sepulcral del restaurante
 
Sorprendido, dejo de moverse, contemplando las miles de burbujas que de pronto cubrían sus pies y ascendían hasta sus rodillas. La multitud continuaba bailando y Naruto decidió retomar sus movimientos también, evitando mirar a las parejas que derrochaban miel a su alrededor
 
Inevitablemente pensó en Itachi, en lo bien que la pasaría si lo acompañaba, pero si lo meditaba a fondo sabía que no era así, Itachi repudiaba esos lugares, no bailaba, la música debía parecerle un fastidio y seguramente no se arriesgaría a ensuciarse los pantalones con las burbujas
 
Decidió no darle importancia al asunto, darle vueltas de mas era estúpido, lo era porque Itachi no estaba ahí
 
La euforia iba en aumento, varias personas ya estaban ebrias y Naruto había reducido la intensidad de sus movimientos. Un joven a sus espaldas lo llevaba observando hace rato pero aunque Naruto se alejara de él, cada vez que miraba en derredor volvía a encontrárselo
 
Se empezaba a incomodar, quería irse, y deseó aun mas hacerlo cuando el desconocido y encapuchado sujeto comenzó a bailar más cerca de él, buscando rozarlo intencionalmente, tocarlo
 
Naruto se petrificó, retrocedió unos pasos pero el individuo lo sujetó con firmeza del brazo
 
Obligadamente, sonrió, aceptando acompañarlo una pieza, solo una canción y se iría al hotel a descansar con Itachi, también le pediría disculpas por no avisarle que se quedaría un rato en la discoteca
 
El sujeto no se deshizo de su capucha en ningún momento, y Naruto solo logró divisar cierto brillo proveniente de unos anteojos cuando las luces se enfocaron sobre ellos
 
Aunque odiara reconocerlo, el muchacho bailaba bien
 
-¿Cómo te llamas?- escuchó que le preguntaba el desconocido, cerca de su oído en uno de los tantos movimientos corporales
 
-Na…- dudó en responder. –Naruto y tengo pareja- añadió para dejar en claro su posición. Una sonrisa casi imperceptible se vislumbró en el rostro del joven
 
Naruto continúo moviéndose al ritmo de la música
 
-Bonito nombre- masculló el mayor, dándole la vuelta, inspeccionando detenidamente su cuerpo, Naruto nuevamente dejo de bailar, sintiendo la mirada penetrante sobre él. –Es una pena que no estés disponible
 
-Me tengo que ir- cortó Naruto, mas apenado con la situación, antes de que avanzara hacia la salida, sus manos fueron apresadas con suma facilidad por las contrarias
 
-Solo una mas- murmuró a modo de suplica. Naruto asintió forzosamente, apartándose de él un poco
 
Ooo
 
Itachi concluyó que su labor de guardaespaldas había llegado a su fin al vislumbrar a un extraño sujeto encapuchado que bailaba insinuantemente junto a Naruto
 
Había tenido que rodear todo el establecimiento para encontrar el punto clave que le permitiera vigilar a Naruto una vez que lo hubo ubicado
 
A prisa, se adentró en la discoteca, empujando a cuanto individuo se le pusiera en frente
 
El DJ seguía intercalando pistas aleatoriamente, seleccionando las combinaciones antes de colocar el disco
 
Itachi sacó la billetera de sus pantalones, mirando con discreción a sus espaldas
 
Una sonrisa satisfecha y el hombre tomó enseguida el dinero, bajando un poco el volumen de la música y agudizando el oído para escuchar atento al caballero
 
-Ya me voy- sonrió Naruto, alejándose del muchacho
 
-Una mas- pero Naruto negó con la cabeza cortésmente
 
-Mi novio esta…
 
-Perdido- lo interrumpió la voz de su acompañante antes de volverlo a tomar de la mano. –Una canción más
 
Naruto se debatió unos momentos, accediendo finalmente
 
Más cuando quiso retomar sus movimientos, las intermitentes luces habían sido reemplazadas por una sutil luz blanca. La música dejo de sonar unos instantes y esta vez fue sustituida por una canción lenta
 
Las parejas no tardaron en formarse, y Naruto ahora sí que se sintió incomodo
 
-Que oportuno- bisbisó el muchacho, sujetándolo de ambos brazos. Naruto frunció el entrecejo pero no tuvo tiempo de apartarse
 
En menos de dos segundos el muchacho había caído al suelo a consecuencia del firme empujón en su pecho, siendo cubierto por la espuma
 
Naruto de giró para encontrarse con el altivo muchacho que de pronto le pasó ambos brazos por la cintura para atraerlo hacia su cuerpo
 
Los ojos azules tintinearon, aun sin poder creer que Itachi estuviera ahí
 
Quiso preguntarle muchas cosas pero las preguntas se atoraron en su garganta y a cambio fue guiado con lentitud por Itachi, quien se movía despacio sobre la espuma
 
-Idiota celoso- musitó Naruto, poniéndose de puntillas para pasar sus brazos sobre los hombros de Itachi
 
-¿No te mordiste la lengua?- contraatacó el Uchiha, sonrió a medias cuando Naruto dejo escapar una suave risa
 
Ooo
 
Exhaló prolongadamente al sentir las frías pero suaves manos de Naruto sobre su espalda, descendiendo con lentitud, brindándole un delicioso masaje que lo hacía suspirar de vez en cuando
 
Complacido, Naruto sonrió y después de acomodarse mejor sobre las caderas de Itachi, continuó esparciendo el aceite de almendras sobre la, aun, nívea, piel de su novio. Porque sin importar cuánto tiempo transcurrieran bajo la calidez de los rayos solares, la piel de Itachi apenas si había adquirido un tenue bronceado, justo por encima de los hombros y parte de los brazos
 
Pasaba ya de la una de la mañana pero Naruto había insistido tanto en querer darle un buen uso a una de las canastas con mercancía del hotel que Itachi había desistido de su banal intento por ir a la cama solamente para dormir
 
Una botella de champagne reposaba junto a las dos copas de cristal dentro de la segunda canastilla situada sobre la mesita de roble al lado izquierdo del lecho
 
Lentamente, sus músculos parecieron ceder ante el roce constante de los nudillos, Itachi ladeó la cabeza sobre la almohada, más relajado que antes
 
Naruto intercalaba ambas manos de vez en vez, y aunque sus movimientos eran bastante inexpertos, lograron su cometido de infundir un estado ameno de ensoñación a su, (ahora), adormilado amante
 
Los ojos azules dejaron de observar la espalda desnuda del mayor para recorrer despacio la habitación, si Naruto anteriormente creía que el espacio que alquilaba Sasuke era grande, ahora se arrepentía, la recamara de Sasuke se reducía al baño y parte de la terraza de la habitación que Itachi había pagado por ambos
 
Las oscuras cortinas marrones ahora caían libremente a lo largo del ventanal que daba directamente hacia la terraza, durante el día las mantenían descorridas para permitir un mejor acondicionamiento dentro del cuarto
 
Naruto miró entonces hacia el ropero, junto a él se hallaba el frigobar, su estomago le exigió alimento pese al horario diurno, el cansancio físico a consecuencia de haber bailado durante casi una hora con Itachi y la repentina resequedad en sus labios lo instaron a apartarse del cuerpo de Itachi, trató de incorporarse, cesando de improviso con el masaje
 
Los pliegues de la cama se extendían a medida que avanzaba a gatas hacia la orilla de la cama, silencioso como un felino pero audaz como un zorro. Una mueca de desconcierto acompañó al diminuto y sorpresivo respingo al ser sujetado con firmeza por el tobillo
 
Naruto frunció los labios al mirar fugazmente detrás de él, había sido cauteloso para evitar despertar a Itachi y a juzgar por la expresión sombría y apática del muchacho, pudo intuir que el Uchiha ni siquiera había conciliado el sueño
 
-Tengo ham…bre- aclaró entrecortado al ser devuelto a su lugar de antes. Un sutil parpadeo e Itachi ya se hallaba sobre su cuerpo, con ambas piernas aprisionando sus caderas y un brillo de deseo perceptible en sus pupilas
 
Haciendo uso del poco autocontrol que conservaba, Itachi acercó sus labios al oído de Naruto
 
-También tengo hambre- susurró, no sin cierta osadía en sus palabras. Media sonrisa se dibujó en los labios de Naruto ante la atrevida caricia en la parte baja de su abdomen
 
Fingiendo inocencia, apuntó hacia la nevera con su dedo índice, lo que propició un acercamiento mayor entre ambos cuerpos, Itachi había comenzado a besar su cuello después de sujetar con presteza la muñeca que señalaba firmemente en dirección del armario
 
-De ti…- añadió en medio de los tantos besos esparcidos sobre la piel trigueña. Lo había intentado, quiso contenerse, esperar al día siguiente cuando sus energías estuvieran repuestas al cien por ciento, trató inútilmente de apaciguar su creciente deseo por tomar a Naruto desde que lo vio desnudándose para vestirse la fina bata de seda blanca en cuyo cinto estaba impreso el logotipo del hotel
 
Sensual, candente, arrebatador, las descripciones que tenia Itachi acerca de Naruto iban y venían a medida que descendía sus labios por el bronceado torso del rubio. Y sin embargo, no había una sola palabra que describiera a la perfección lo bien que le sentaba aquella prenda a Naruto, su constitución física era la idónea y sus dedos parecían arder conforme recorría sin pudor alguno las piernas de Naruto, este gemía por lo bajo, tratando por todos los medios posibles de reprimir los sonoros gemidos que amenazaban con abandonar sus labios entre las suaves caricias y los insaciables besos de Itachi
 
Solo entonces Naruto se percató de lo estimulante que había sido aquel masaje inexperto y sobre todo lo que había provocado en el Uchiha
 
Pronto los besos cobraron intensidad, Naruto se removía un tanto incomodo bajo el cuerpo excitado de Itachi, le encantaban las acciones de su novio pero tantos roces le habían provocado una erección aun más dolorosa que la que debía tener Itachi en esos momentos
 
Comenzaba a dolerle, y estaba a nada de pedirle a Itachi que lo hiciera suyo cuando las manos del aludido se situaron en sus bóxers
 
Con presteza la prenda fue retirada, Naruto se inclinó un poco hacia adelante y ni bien lo hubo hecho, sus labios fueron aprisionados en un ardiente y húmedo beso, ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar cuando la lengua de Itachi se adentró en su boca, restregándose sobre la de él con lujuria, buscando excitarlo más, ignorando posiblemente la condición en la que Naruto se encontraba en esos momentos
 
Ansioso y con las mejillas en extremo ruborizadas, apartó a Itachi del pecho
 
-Házmelo ya…- pidió en un murmullo, apartando la mirada. Era Itachi quien estaba excitado desde antes y ahora él terminaba casi rogándole porque lo tomara, era tan ridículo que hasta la sensación de apetito había desaparecido
 
Mordió con fuerza su labio inferior al sentir la punta del pene rozando con insistencia su entrada, el liquido pre seminal fue suficiente lubricante e Itachi se dispuso a empujar con firmeza y cierta lentitud las caderas, cuidando de no lastimar a Naruto, de no dejarse llevar por el impulso que le exigía acatar el pedido del rubio
 
Dolía, su erección había empezado a dolerle desde el momento justo en el que Naruto había ascendido a su cuerpo para complacerlo, la imagen mental que tenia de Naruto vistiendo la bata blanca que se ceñía a su cuerpo no lo había abandonado un solo minuto, aunado a las repetitivas e inexpertas caricias que Naruto se encargara de darle
 
Erótico, demasiados estímulos eróticos para querer contenerse y esperar al día siguiente. Itachi estaba más que consciente de que esta vez no bastaría ni siquiera una ducha fría para apaciguar su erección, y el hecho de compartir la cama con Naruto era incentivo más que suficiente para desear consumar el acto
 
-Itah…Itachi- Naruto cerró los ojos cuando las embestidas dieron inicio, Itachi se movía con precisión entre sus piernas y él solo atinaba a gemir su nombre mientras sus manos aferraban las sabanas bajo su cuerpo
 
Una inevitable oleada de placer recorría su cuerpo al compas de las múltiples estocadas, el interior de Naruto seguía siendo tan estrecho y caliente que Itachi supo que no duraría mucho, su miembro erecto salía y entraba con profundidad, los gemidos de Naruto lo excitaban casi tanto como la prodigiosa imagen que le otorgaba el rubio, fuertemente sonrojado, con sus labios ligeramente entreabiertos y los ojos cerrados
 
No obstante este hecho le fastidió, quería y ansiaba que Naruto lo viera a los ojos, pero sabia a su vez que el acto culminaría si Naruto lo hacía, los preciosos ojos azules que tanto anhelaba contemplar lo inducirían a un irremediable orgasmo, así que optó por ceder con su intento de pedirle a Naruto que abriera los ojos
 
Despacio, lo asió por la cintura, saliendo de su interior de la misma manera para evitar lastimarlo. Naruto lo observó confundido, estaba mucho mas excitado que antes, aun no terminaba pero Itachi había dejado de penetrarlo, lo que significaba que el mayor había alcanzado el orgasmo más pronto que él
 
Iba a quejarse, a expresar su inconformidad y reprenderlo por lo mal amante que era pero no tuvo tiempo de hacerlo cuando Itachi le dio la vuelta con presteza, tan rápido que ni siquiera logró parpadear
 
El antebrazo de Itachi se posó sobre su espalda, Naruto accedió con aquel sugestivo movimiento para inclinarse un poco, de rodillas en la cama, separó más las piernas cuando la rodilla de Itachi le instó a que lo hiciera
 
Un gutural y placentero gemido resonó en la recamara en tanto Itachi lo penetró de una sola vez. Naruto separó los labios, dejando escapar gemidos y palabras incomprensibles a su vez. Lejos de dolerle la repentina acción de Itachi, le había complacido bastante que lo penetrara porque en esta ocasión no le dolía en lo absoluto, ya estaba lo suficientemente dilatado por las embestidas previas
 
Itachi continuó moviéndose en su interior, aumentando progresivamente el ritmo y profundidad de las embestidas, extasiado al escuchar los ininteligibles murmullos de Naruto, mismos que le indicaban que estaba gozando en demasía el acto, probablemente más de lo que él lo hacía en ese momento
 
-Más…ah…rápido- gimió Naruto, mordiéndose los labios. No hizo falta que lo repitiera, Itachi deslizó su brazo por su abdomen como punto de apoyo y las embestidas se tornaron mas rápidas en cuestión de segundos
 
Una suave lamida en su espalda y Naruto se estremeció, sintiendo un fuerte cosquilleo en la pelvis, apenas consiguió articular una frase aparentemente incomprensible antes de que las suaves contracciones secundaran al orgasmo
 
Itachi lo penetró con más fuerza aun, al borde del éxtasis, una placentera corriente ascendió por su columna al tiempo que se corría en el interior de Naruto
 
-También te amo- jadeó con una sonrisa a medias, saliendo despacio de Naruto para recostarse junto a él
 
Ooo
 
Los rayos solares se reflejaban en la superficie del agua cálida, Itachi se mantenía descansando a la orilla de la piscina, con ambos codos apoyados en el borde de concreto
 
Naruto sonrió al verlo tan tranquilo, con aquella expresión imperturbable y los ojos cerrados, todos en la piscina se divertían a excepción de Itachi y eso lo molestaba un poco pero no quería discutir con su novio así que decidió salpicar el rostro taciturno con un poco de agua, retrocediendo sobre sus pasos enseguida, temiendo que Itachi reaccionara de manera similar
 
Fastidiado, retiró las múltiples gotas de agua de su rostro, dirigiendo después su mirada hacia el travieso rubio que lo observaba a la distancia
 
-Itachi- Naruto lo salpicó una vez más, obteniendo el mismo resultado que antes, una mirada altiva acompañada de un gesto de imponencia y seriedad. –No seas aburrido- resopló, acercándose lentamente, viendo incorrecta su suposición de ser atacado por Itachi, quien, molesto al recibir una tercera salpicadura en el rostro, sujetó con firmeza ambas manos de Naruto
 
-No lo repitas- masculló secamente. Naruto bajó la mirada, abatido y afligido por la poca disposición de Itachi para divertirse
 
-Yo…- estaba a nada de disculparse cuando su rostro fue empapado sorpresivamente. Naruto alzó la mirada para encontrarse con un sonriente Itachi dejando al descubierto un vaso desechable que mantenía oculto a sus espaldas. – ¡No es justo!- rió, salpicando con ambas manos para mojar al muchacho que se alejaba de él ágilmente, esquivándolo antes de que pudiera alcanzarlo y mojándolo por segunda vez con el vaso desechable
 
-No es tan divertido cuando te mojan a ti, ¿cierto?- Itachi dejo el vaso al borde de la piscina, grave error en el que reparó momentos después de que Naruto lo tomara para mojarlo, empleando su misma jugarreta
 
-Itachi- Naruto suspiró al cabo de unos minutos, se había reído hasta el cansancio e Itachi ya estaba completamente empapado al igual que él, había logrado su objetivo después de todo, e Itachi había sonreído un par de veces, al menos no se molestó con él y ese hecho le alegraba
 
-¿Nos vamos ya?- Itachi se pasó el antebrazo por el rostro, mirando en dirección del restaurante, había realizado una reserva en el restaurante francés horas antes
 
Con una sonrisa radiante, Naruto le mostró la palma de su mano
 
-Cinco minutos más- pidió, acercándose a Itachi para rodearlo con ambos brazos y unir sus labios en un beso corto que el mayor correspondió de inmediato. -¿Cuánto crees que aguante la respiración debajo del agua?- inquirió al separarse de Itachi, este arqueó una ceja ante la infantil interrogante
 
-No lo sé- respondió, encogiéndose de hombros. –No tiene importancia
 
-Creo que mi límite son dos minutos, debería comprobarlo ahora- continuó Naruto, pensativo. Itachi negó con la cabeza, sonriendo poco después
 
-Mejor vayamos a comer- lo tomó de la mano para guiarlo a las escaleras
 
Ooo
 
La oscuridad se alzaba imponente en el firmamento, acompañando el manto de estrellas titilantes, el frio de la noche secundaba el suave silbido del viento, y solo el romper de las olas disipaba el profundo silencio de la playa
 
Naruto se acurrucó en los brazos de Itachi, contemplando la vista hermosa que le ofrecía el lugar, la arena bajo su cuerpo estaba fría, húmeda, pero la calidez del cuerpo de Itachi bastaba para devolverle el calor corporal. Ese era su ultimo día en la playa y aunque había disfrutado mucho estar con Itachi a solas, sabía que tenía una interminable lista de cosas por hacer cuando volvieran a casa, desde repasar temas pasados para prepararse antes de ingresar al nuevo colegio, hasta hablar con Tsunade para renunciar a su empleo. Dos días más, solo un par de días y su rutina volvería a cambiar, el trabajo sería reemplazado por los estudios y solo el pensamiento de hacer nuevos amigos consiguió arrebatarle una sonrisa
 
Sería difícil y aburrido volver a asistir a clases pero en compañía de Itachi y con su ayuda, lograría mejorar sus calificaciones, lo haría por sí mismo, y también para demostrarle a Jiraiya que podía cambiar, ser un buen estudiante, quizás así el regresaría…
 
-Piensas mucho- comentó Itachi, apoyando su barbilla sobre los cabellos dorados. Naruto negó en ademan y se dispuso a entrelazar sus dedos con los de Itachi, centrándose en el movimiento de las olas y el graznido de algún ave a la lejanía
 
-Pienso en como devolverte lo que has hecho por mí- musitó. –Me alojaste en tu casa, me llevaste a muchos lugares en nuestras citas y…- pero el dedo índice sobre sus labios lo obligó a callarse. Itachi no apartó un solo instante su mirada del horizonte
 
-Con tu compañía me es suficiente…
 
Ooo
 
La habitación estaba oscura, sumida en un silencio absoluto que fue roto bajo el sonido hueco emitido por los pasos de un individuo que avanzaba por el pasillo aledaño
 
Con precisión, introdujo la llave, girando la perilla después
 
Las flamas de las velas amenazaron con extinguirse cuando la puerta se abrió, dando paso a un nuevo inquilino
 
-¿Lo has traído esta vez?- siseó una voz luctuosa cerca de la cama. El individuo se deshizo de la capucha al ingresar, negando poco después a la interrogante
 
-Nuevamente se interpuso Itachi Uchiha, mi lord- pronunció lo ultimo haciendo una sutil reverencia antes de continuar aproximándose hacia la cama
 
La tenue luz que se filtraba por el espacio entre las cortinas negras apenas consiguió iluminar la figura que se hallaba de pie junto a la cama, con los brazos cruzados sobre su pecho y el cabello largo que caía sobre sus hombros
 
-Será preciso que intervenga yo- suspiró, ensanchando una falsa sonrisa
 
Ooo
 
La hermosa sonrisa que esbozaba Naruto en esos momentos, lo tenía tan embelesado que poco y nada le importó la mirada de absoluto desdén de su ex compañero de debate. Itachi estaba totalmente equivocado si creía que iba a alejarse de Naruto, no, ahora entendía cual era su lugar, desde siempre lo hizo, mas sin embargo le costó mucho más trabajo del que creyó anteriormente aceptar este hecho
 
Itachi era la pareja de Naruto y por lo que veía en esos momentos, logró deducir que las cosas estaban mejorando entre ellos. Claro que eso no significaba que tendría la aprobación de Itachi para ser amigo de Naruto…ni la necesitaba
 
Itachi podía odiarlo cuanto quisiera pero él no estaba dispuesto a renunciar a una posible amistad con Naruto. Lo amaba, y lo seguiría haciendo durante mucho tiempo, el rubio había conseguido tocar una parte muy profunda de su ser que incluso había olvidado poseer. Lo había marcado hondo en muy poco tiempo. Y en parte ello le alegraba, no quería imaginarse que habría sido de él si las esperanzas, actualmente extintas, hubieran permanecido por un lapso mayor
 
Naruto había sido claro desde el comienzo y solo su corazón se negaba a aceptarlo, lo perdió como amante pero la oferta de amistad seguía en pie, y él definitivamente…no la desaprovecharía
 
-Tsunade dijo que estaría bien si trabajaba solo hasta pasado mañana- murmuró Naruto, colocando el ramo de orquídeas en uno de los floreros vacios de la sala. Itachi entornó la mirada, sin prestar atención al comentario, su molestia podía mas en esos momentos, y la causa de ello seguía ahí, frente a él, a escasos dos metros de distancia, sentado cómodamente en uno de los sofás y con una pierna cruzada sobre la otra, tan…pretencioso
 
-¿La mujer de protuberantes pechos?- preguntó Sasori, mostrando interés en el tema. Naruto asintió lentamente, aun se sentía algo apenado por la inesperada visita de Sasori al restaurante
 
El día anterior había sido de lo más tranquilo que se pudo imaginar, tanto él como Itachi habían dormido durante todo el vuelo de regreso y al no haber usado bloqueador solar, la piel le ardía ante el más sutil roce, era por ese motivo que Naruto decidió asistir al restaurante esa mañana, accediendo a cambiar su turno. Y es que a diferencia de Itachi, le habían bastado unas cuantas horas de sueño para reponerse por completo. Tenia energías, y muchas, las suficientes para laborar, además de resolver ese asunto con Tsunade, ella le había abierto las puertas de su restaurante y lo mínimo que debía hacer era agradecerle y presentar su renuncia. Ahora se concentraría en los estudios…o lo intentaría
 
Por lo menos aun contaba con la amistad de Sasori, la cual no estaba muy bien vista por su novio…en realidad no estaba para nada bien vista…
 
Bastaba con ver la expresión de hastío que tenia Itachi para corroborarlo. Aun así, no era su culpa. Había sido una agradable coincidencia encontrarse con Sasori en el restaurante, con él y su par de amigos que habían estado comiendo como cerdos, incluso había perdido la cuenta de las veces que tuvo que entrar a la cocina a reemplazar un platillo por otro. Hidan comía tres veces más de lo que él consumía a la hora de su descanso, y eso era mucho decir
 
-Estaba pensando que podríamos ir a una obra teatral un día de estos- comentó Sasori, apoyando la mejilla en la palma de su mano, se había cansado de sostenerle la mirada a Itachi, menudo tío tan mas maniático, si realmente quisiera ligarse a Naruto, no habría accedido a acompañarlo hasta su casa. Nada le costaba convencer a Naruto de desviarse un par de horas, perderse en alguna plaza con él, sin embargo, lo estimaba, demasiado…tanto como para anteponer los sentimientos de Naruto a los suyos. Sabía de antemano los problemas que surgirían a raíz de esa inocente salida de camaradería, por ello cedió, ante los impulsos, ante la tentación, ante todo
 
Y si anteriormente creyó que Itachi no podría estar más enfadado, se equivocó. Las cejas del Uchiha se contrajeron rápidamente, sus labios, hasta el momento, rectos, se curvearon ligeramente en un gesto de repulsión. Oh si, Itachi deseaba estrangularlo, eso en el mejor de los casos
 
Un resoplido, fugaz, apenas perceptible y proveniente de las escaleras, rompió por fracción de segundos la tensión del ambiente
 
Sasuke descendió presuroso y tras un rápido análisis visual de los presentes, pasó de largo, rumbo a la puerta. Naruto entreabrió los labios pero las palabras no alcanzaron a salir cuando la puerta se cerró de golpe
 
Sasori le restó importancia al hecho, se volvió hacia Naruto, dispuesto a fijar una fecha para la salida…o a cavar su propia tumba, lo que ocurriera primero
 
-Naruto no tiene tiempo para…- trató de decir Itachi, siendo persuadido por la mano que se había posado sobre su hombro, un quedo toque, conocía aquella jugarreta y no pensaba caer de nuevo. Sasori se empeñaba en medir el límite de su paciencia, quería rebasarla de nuevo. Y la prueba fehaciente de ello era el sutil detalle…flores. Un bello ramillete de orquídeas que con mucho gusto trozaría, él le compraría a Naruto no solo un ramo, adquiriría la floristería entera con tal de imponerse
 
-Me encantaría el fin de semana- Itachi frunció el entrecejo ante semejante confirmación pero no tuvo tiempo de replicar nada. -¿Puede venir Itachi también?
 
Sasori sonrió a medias al contemplar a Naruto abrazando con firmeza al muchacho de ojeras prominentes, al menos lo había intentado…
 
-En realidad pensaba…
 
-Iré- tajó Itachi para sorpresa de ambos
 
Sasori alzó ambas cejas, incrédulo. Naruto por su parte cedió con el conciliador abrazo para mirar a Itachi a los ojos, no estaba bromeando. El semblante de Itachi seguía tan serio como el momento justo en que Sasori y él conversaban animadamente fuera de la casa, apenas minutos antes de que el Uchiha mayor hiciera acto de presencia y les invitara, (casi exigiera), pasar
 
-Confío en Naruto- prosiguió Itachi, poniéndose súbitamente de pie, atrayendo la atención de la visita hacia él. –Pero no confío en…
 
-sí, sí, si- Sasori lo imitó con menor efusividad en el acto. –No confías en mí, lo que en realidad significa que no confías en ti- sonrió satisfecho por la expresión dubitativa de Itachi. –Se mi lugar- cruzó los brazos tras de su nuca antes de avanzar hacia la salida, seguido de cerca por Naruto. –Tú sabes el tuyo, de ahí que me sorprenda el hecho de que seas tan…- dudó en completar la frase, no deseaba incomodar a Naruto
 
-Celoso- Naruto sonrió ampliamente con los ojos cerrados, arrebatándole una fugaz sonrisa al pelirrojo
 
-Bingo
 
Itachi se prestó de inmediato a abrir la puerta, más que ofendido por el, (acertado), comentario
 
-Ya vete…
 
-¡Itachi!
 
Ooo
 
El anochecer había llegado más pronto de lo que Sasuke había previsto, pero ni así la larga espera había llegado a su fin
 
Caminaba de una esquina a otra, ansioso, impaciente. Por sexta vez consecutiva, dirigió una fugaz mirada a su reloj de pulsera. Se estaba tardando, Naruto estaba demorando demasiado en salir del estúpido restaurante y él estaba plenamente consciente de que se alejaría si lo analizaba de nuevo
 
Quería una oportunidad con Naruto. Deseaba ser él quien lo besara, tocara, jodiera. Naruto le gustaba, de una forma tan compleja que era incapaz de descifrar. Lo cabreaba en demasía verlo al lado de Itachi, los tres días de ausencia no había estado en mejores condiciones que esa
 
Día y noche trataba de poner en orden sus pensamientos, sus ideas, sus estúpidas emociones que lo orillaban una y otra vez a lo mismo, haciéndole creer que realmente estaba enamorado de Naruto
 
Y quizás lo estaba, joder, eso era lo peor de todo
 
No quería que Naruto estuviera en su casa porque repudiaba verle junto a su hermano, escuchar sus escandalosos gemidos cuando tenían sexo en la recamara de Itachi, presenciar las muestras de afecto mutuo, de algún modo eso lo hacía enojar tanto y mas que haber perdido la patética ganancia que había generado la empresa de sus padres
 
Nuevamente se contradecía al reparar en que pronto Naruto y su hermano se irían a vivir juntos, felices y alejados de él
 
Aceptaría la partida de Itachi, pero no tener a Naruto cerca, pensar en que había perdido una posibilidad de estar con él por lo menos una vez, lo alteraba a niveles inimaginables
 
Necesitaba insistir, pero hasta eso le fastidiaba. ¿Dónde quedaba su orgullo?, ¿Qué pasaba con la jugada previa que había ideado?...
 
A la basura, una maldita pérdida de tiempo porque a pesar de todo estaba ahí, esperándolo, ansiando ver a Naruto a los ojos, pedirle perdón de ser necesario. Técnicamente se estaba arrastrando cual víbora, arrojando sus planes pasados a la basura, totalmente exasperado al ver la oportunidad escapándose de sus manos más rápido de lo que parecía llegar
 
Su constante vaivén terminó cuando divisó la silueta de Naruto al salir de la cocina, con el rubio cabello desaliñado y una sonrisa tan encantadora que lo hizo vacilar de nuevo. Naruto movía algo en su interior, no sabía cómo, ni cuando, mucho menos porque, solo estaba consciente de querer tenerlo del mismo modo en que lo tenía Itachi
 
Sus facciones impasibles adquirieron un dejo de parsimonia al ver a Naruto caminar resueltamente hacia la salida, por lo visto aun ignoraba su presencia y eso le jodía, llevaba más de media hora esperándolo a la intemperie y Naruto ni siquiera lo vio cuando se dispuso a irse en la dirección opuesta
 
-Naruto- su propia voz le supo amarga en esos momentos. El aludido dejo de caminar para darse la vuelta, terminando con la poca paciencia que le quedaba
 
Decidido, avanzó hacia él a grandes zancadas. Naruto apenas consiguió retroceder un paso cuando su brazo fue sujetado con una fuerza brutal. No lo previó, no lo esperó, y tampoco reaccionó hasta que fue guiado en contra de su voluntad al callejón que doblaba en la esquina contraria
 
-¡Suéltame bastardo!- forcejeó, sintiendo los dedos hincarse mas y mas en su piel. Una mueca de dolor se extendió en su rostro. Su espalda fue empotrada contra la pared con firmeza
 
Naruto alzó la mirada, un quejido abandonó sus labios cuando el agarre en su brazo cedió
 
-¿Crees que puedes ignorarme, burlarte de mí?- Sasuke empuñó ambas manos con fuerza, cegado por el odio y su propio desconcierto hacia Naruto, quien, confundido, solo logró parpadear. –Sabes de mis sentimientos y aun así te atreves a jugar
 
Naruto frunció el ceño al reparar el rumbo de la situación, no odiaba a Sasuke, lo había perdonado y sin embargo eso no servía de nada. Sasuke era tan bastardo que le daban ganas de darle un buen golpe
 
Lentamente sus manos formaron dos puños, inclusive sus nudillos se tornaron blancos por la fuerza efectuada, las uñas se hincaron en sus palmas de igual manera. Si Sasuke no se apartaba lo haría, lo golpearía tan fuerte que tal vez terminaría arrepintiéndose después, justo como la última vez
 
-Itachi está contigo por lastima. No vales la pena, cuando se canse de ti va a dejarte, regresara con Konan- sin darse cuenta, Sasuke comenzó a zarandear a Naruto de los hombros, impactando una y otra vez su espalda contra la pared. Y aunque desorientado, Naruto logró asestar un fuerte golpe en la mejilla del Uchiha, empleando la fuerza suficiente para ladearle el rostro, pero ni siquiera con eso Sasuke lo soltó
 
Con una sonrisa de ironía impresa en los labios, Sasuke lo observó. Un escalofrío recorrió a Naruto de pies a cabeza
 
-Quiero…
 
El rechinido de unas llantas sobre el asfalto, captaron su atención. Naruto cubrió sus ojos con su antebrazo cuando las luces delanteras del vehículo los alumbraron a ambos, cegándolos momentáneamente
 
Ooo
 
Complacido, Itachi salió de la recamara. Cinco maletas yacían en el interior y solo faltaba esperar. Su nuevo domicilio no quedaba muy alejado del original, en realidad se las había ingeniado para conseguir uno cercano. Le gustara o no, Sasuke seguía siendo su responsabilidad, su insulso hermano menor era demasiado rebelde para abandonarlo a su suerte, jamás lo haría, pero tampoco quería hacerle saber lo mucho que se preocupaba por él. Necesitaba que Sasuke viera por sí mismo, que comenzara a independizarse, de lo contrario no tendría futuro, y si para ello necesitaba mentirle, haciéndole creer que se alejaría lo suficientemente lejos para que no lo buscara, lo haría
 
Era la manera idónea de mantenerlo vigilado a la cercanía sin que Sasuke se diera cuenta de ello
 
Una sonrisa imperceptible se dibujó en sus labios al devolverse sobre sus pasos, entrando nuevamente a la habitación para tomar el único retrato que conservaba de ellos dos. Las fotografías de Konan quedarían en el olvido, se empolvarían a menos que Sasuke decidiera deshacerse de ellas, e Itachi sabia con antelación que lo haría. Tan solo quería conservar la fotografía de ambos en caso de que a Sasuke también se le ocurriera hacerla trizas
 
A veces no lo entendía. Sabía que Sasuke había mentido respecto a lo que sentía por él, no lo odiaba, no puedes odiar a las personas que te protegen, él había visto por Sasuke desde su infancia, aun cuando sus padres seguían con vida, y después de su muerte se vio en la necesidad de madurar lo más pronto posible para hacerse cargo de su hermano menor. Abandonando sus sueños infantiles, renunciando a los juegos, reemplazándolos con carpetas saturadas de proyectos de la empresa, dividiendo su tiempo en partes iguales, velando por Sasuke a la par que asistía a las juntas nocturnas de la corporación. Y aun así no había sido suficiente, sin importar cuánto se esforzaba por mantener una relación estable con su hermano, cada día se distanciaban más
 
Estaba cansado, y sumamente convencido de que un ligero descanso bastaría para equilibrar de nuevo las cosas. Al menos dos meses, se mantendría en el anonimato durante dos meses antes de hacerle saber a Sasuke su verdadero domicilio
 
Y Naruto ayudaría en ello, su radiante luz estaría con él, alegrándolo, fastidiándolo, haciéndole perder los estribos y al mismo tiempo alentándolo a sonreír. Suspiraba por él, se embelesaba por él, lo amaba tanto que le parecía una locura. Ya había rebasado los límites del enamoramiento y sin embargo seguía sintiendo el mismo ridículo cosquilleo en el estomago cada vez que estaba cerca de Naruto, seguía suspirando como todo un puberto al traer la imagen de Naruto a su memoria, se excitaba al verlo usar cierto tipo de ropa, y se excitaba aun mas viéndolo sin ella
 
Naruto se había convertido en su adoración, y no lo dejaría por nada ni nadie, cuidaría de él y también de su hermano, podía hacerlo, podía ver por ambos a la vez, las dos personas más importantes para él
 
Itachi salió de su ensimismamiento cuando el repiqueteo constante del teléfono llamó su atención
 
Dejo la fotografía sobre una de las maletas para bajar a atender la llamada. Solo Sasuke y Naruto sabían el nuevo número y dudaba que Sasuke llamara a esas horas, aun si había decidido permanecer en algún hotel de paso. Quizá Naruto. Ya era algo tarde pero Naruto le había advertido sobre su posible demora para arreglar las cosas con Tsunade
 
-Diga…- pensativo, tomó el teléfono. El silencio del otro lado de la línea lo desconcertó un poco pero no tuvo tiempo de preguntar cuando un suave jadeo traspasó la bocina
 
-Habla- la desconocida voz de un hombre lo desorientó aun más. –Habla o lo haré de nuevo
 
Un sollozo, apenas un quejido de dolor lo petrificó por completo. E Itachi supo de inmediato que algo no estaba bien
 
-Veo que no estás dispuesto a cooperar- falsa ironía y un dejo frustración acaparó mas su atención. Itachi se forzó a permanecer en pie, apoyando su mano libre en el mueble que sostenía el teléfono
 
-¡Itachi no vengas!
 
Palideció, su corazón se detuvo una milésima de segundo cuando la voz de Naruto resonó, mas como una súplica que cualquier otra cosa. Un pinchazo de dolor le atravesó de lleno y por un segundo, efímero y a su vez eterno, creyó estar soñando, aunque en el fondo deseaba que fuera solo eso, un sueño, una pesadilla…
 
Ooo
 
Se dejo caer con pesadez sobre el sofá. Abrumado, ansioso, preocupado pero sobre todas las cosas, impotente. Sin duda alguna el sentimiento más fuerte que predominaba en Itachi era el de la impotencia
 
Sabía lo que estaba pasando y no podía hacer nada más. La voz de Naruto se repetía incesantemente dentro de su cabeza como si se tratara de alguna mantra, y lo más tortuoso del caso era que la llamada había finalizado tan rápido, después de aquella frase asidua de un hombre que le daba su palabra de volver a comunicarse posteriormente
 
¿Cuánto?
 
¿Cuánto tiempo más debía esperar por la llamada?
 
Sus parpados vacilaban con cerrarse por el cansancio pero ninguna llamada secundó a la primera. Era como si el responsable de su actual suplicio deseara martirizarlo, solo eso explicaba el hecho de que la llamada únicamente le dejara entrever que tenían tanto a Sasuke como a Naruto. No había tenido tiempo de preguntar nada, no había podido exigir siquiera que no les hicieran daño, así como tampoco logró llegar a un acuerdo con él, o los, secuestradores. Porque actualmente estaba en blanco, no sabía si solo se trataba de una o si eran más las personas que tenían cautivos a los dos seres que tanto amaba
 
Como quiera que fuera, él seguía en espera de la llamada, tras cuatro horas de terrible agitación y la movilización de varias unidades de policía. Todo inútil, totalmente inservible, la llamada del desalmado ser que osaba con hacerle perder la cordura, había sido enlazada desde un dispositivo de único uso, un móvil desechable que ahora, muy seguramente, estaría reposando dentro de un basurero
 
Pero Itachi aun tenía puestas sus esperanzas en la segunda llamada, solo mediante el enlace telefónico lograrían encontrar a los responsables del secuestro. El resto de los uniformados continuaban en espera del amanecer para realizar los respectivos interrogatorios a los trabajadores del restaurante donde Naruto laboraba. Ojala aquella pesquisa policial sirviera de algo, si tan solo alguien supiera del paradero de Naruto o de Sasuke
 
Con el transcurso de los minutos, el dolor se intensificaba
 
Le dolía tanto y sin embargo no era capaz de derramar una sola lágrima. Quizás debido a las circunstancias, a la velocidad en la que habían transcurrido los hechos. Tal vez aun no lograba asimilar lo sucedido, y tal vez solo había olvidado como llorar
 
¿Qué estaría ocurriendo en ese momento?
 
Él permanecía ahí sentado junto al teléfono, tentado por la quinta taza de café que yacía al lado del aparato telefónico. ¿Y si les ocurría algo?
 
Su mente no dejaba de imaginar las mil y un atrocidades que pudieran estarse perpetrando mientras el continuaba en la espera de una efímera llamada
 
Deseaba con todas sus fuerzas que tanto Naruto como Sasuke estuvieran bien porque de lo contrario, jamás se lo perdonaría. Había sido tan inútil como para no poder proteger a las dos personas más valiosas para él
 
Su raciocinio lentamente pareció volver. Después de tanta agitación y aquel velo de angustia que seguía nublando su juicio, Itachi pareció reparar en un detalle de gran importancia
 
Tomó con impaciencia el móvil que uno de los agentes de policía le entregara una hora antes en caso de que tuviera alguna noticia, ya que estaba imposibilitado de usar el teléfono fijo por la llamada que aun esperaba
 
A prisa, tecleó los números correspondientes y el resto se centró en una espera de escasos segundos antes de que el ejecutivo atendiera la llamada
 
-Necesito hablar con recursos humanos- exteriorizó prontamente
 
Turbado y sin dejar de observar el teléfono junto a él, escuchó atentamente las políticas de la aerolínea. Era desquiciado y precipitado pero prefería tomar medidas drásticas y no arriesgarse nuevamente. Lo que pretendía hacer con esa llamada era ni más ni menos que solicitar la cancelación de la salida de vuelos del día
 
No podía permitir bajo ninguna circunstancia que sacaran a Naruto y a Sasuke de la ciudad, en dado caso de que pretendieran hacerlo
 
Pagaría la suma que fuera con tal de atrasar esos vuelos hasta tenerlos de vuelta, sanos y salvos. Mas sus planes y cotizaciones previamente escatimadas se desvanecieron al escuchar la cifra necesaria para acatar su pedido
 
Balbuceó una frase incoherente antes de cortar la llamada, a sabiendas de no poder llegar a ningún acuerdo con la administración. Nadie iba a ayudarlo y él solo no podía hacer mucho, aun si contaba con el apoyo policial, no era suficiente
 
Tenía que cerciorarse de que ningún vuelo se efectuara, si Sasuke o Naruto salían de los parámetros delimitantes de la ciudad, la posibilidad de encontrarlos se reducía a la mitad
 
Sus manos temblaron, presa de la impotencia que una vez mas lo cegaba, nublaba cualquier idea por más trivial e intransigente que esta fuera
 
Su desesperación iba en aumento y él no contaba con la cifra de dinero que se requería para cancelar los vuelos. Solo había dos aerolíneas en la ciudad pero el número de pasajeros sobrepasaba su evaluación. A cada uno de ellos debía devolverse el pago efectuado por el boleto y la aerolínea no deseaba perder un solo quinto del dinero adquirido
 
Era todo, había llegado al límite de acciones a distancia, no sabía a quién o a quienes se enfrentaba ni mucho menos que era lo que querían
 
Con la mirada perdida, sujetó el collar que pendía de su cuello, el regalo que Naruto le obsequiara el día de su cumpleaños, cuando le había causado tanto daño deliberadamente, todo con el fin de alejarlo de él. Ese día creyó erróneamente que si lograba que Naruto lo odiara, se olvidaría más fácilmente de él, retomaría el ritmo normal de su vida y contraería nupcias…
 
De pronto, una chispa de esperanza pareció surgir en aquellas penumbras de la indecisión y la impotencia
 
No era momento de resignarse, menos aun de rendirse. Era hora de tomar todos los medios que disponía a su alcance y asegurarse de que Naruto y Sasuke estuvieran bien
 
Sin pensarlo un segundo más, volvió a tomar el móvil. Tecleó el número telefónico de memoria y se dispuso a esperar
 
-¿Itachi?- la voz femenina no tardó en responder del otro lado de la línea. Itachi, que aun sentía sus labios resecos y el dolor de cabeza haciendo estragos, inhaló profundo
 
-Necesito tu ayuda…
 
Ooo
 
Adolorido, trató de moverse, pero las gruesas cuerdas que lo mantenían sujeto al poste a sus espaldas se lo impidieron
 
Naruto intentó aflojar las cuerdas, moviendo constantemente sus manos lo más que le era posible, sin embargo, solo consiguió hacerse daño en las muñecas. Ardían, la soga estaba tan fuertemente sujeta que solo se lastimaba al moverse
 
Era inútil, todo lo que intentaba fallaba, y el hecho de que Sasuke hubiera dejado de forcejear en el suelo también lo alteró
 
-Deja ya de moverte, no seas tan imbécil- musitó Sasuke desde su lugar. Al igual que Naruto estaba completamente inmovilizado, con la única diferencia de que él no estaba atado a ningún objeto en particular. Sus piernas y brazos estaban firmemente anudados con una cuerda de material desconocido, tan fuerte como el titanio pero a la vez flexible
 
El cuarto estaba a oscuras pero la tenue luz que alcanzaba a colarse por el resquicio de la puerta era suficiente para alumbrar un poco el lugar
 
Sin ningún mueble, carente de articulo alguno y sin posible vía de escape más que la puerta misma
 
-Itachi debe estar muy preocupado- Naruto cedió nuevamente con el movimiento. Sus articulaciones dolían demasiado pero estaba tan desorientado como Sasuke. Después de haber sido cegado por aquella intensa luz proveniente de los faros de un vehículo, lo siguiente que supo fue que había sido conducido a la fuerza por un sujeto encapuchado hasta el interior del auto. Amordazado y atado a una velocidad extraordinaria
 
Y después la llamada, fue entonces que entendió de qué se trataba el asunto. Un secuestro
 
Había perdido la noción del tiempo y ni bien llegaron a un lote abandonado, lo habían separado de Sasuke, hasta ese momento
 
Fue Sasuke quien dio el número de Itachi y fue Sasuke quien recibió varios golpes en su lugar. Aun no entendía porque pero sentía que era su culpa de algún modo
 
-Te dije que a Itachi no le importas. Solo siente lastima por ti
 
Naruto esbozó una sonrisa conciliadora, a pesar de que Sasuke no podía ver ninguno de sus gestos
 
-Itachi me quiere y a ti también- murmuró, tratando de deslizar su espalda por la base de la columna. Ya se había cansado de estar tanto tiempo de pie pero por más que lo quisiera no podía sentarse, las cuerdas se lo impedían y le era imposible dormir de pie
 
-Esto no habría pasado si me hubieras escuchado cuando te llame- la voz de reproche lo inquietó ligeramente
 
-Esto no habría sucedido si dejaras de insistir tanto, no quiero tu dinero ni el de Itachi, ya te lo aclare antes
 
Un quedo gruñido de fastidio fue lo que obtuvo por respuesta
 
-Sasuke, ¿Qué te preguntaron cuando te llevaron a otra habitación?- Naruto dudó en cuestionar pero finalmente lo hizo. Habían sido apenas unos minutos los que permaneció solo en otra sección del edificio, tras pasar por una escalinata en un silencio sepulcral
 
-Nada- espetó en tono de enojo. –Y ahora que lo recuerdo, ¿Por qué carajo le dijiste a Itachi que no viniera?
 
Naruto se removió detrás de las cuerdas, incomodo y cansado
 
-Es porque no quiero que le pase nada
 
-¿Y a mi si?- nuevamente la voz de reproche se hacía escuchar. Naruto suspiró ansioso
 
-Tampoco, no quiero que te lastimen- masculló en voz más baja. Había estado gritando un buen rato y sus cuerdas vocales habían resentido el alboroto
 
-A mi no me importa lo que te hagan. Si te lastiman o te matan no es mi problema, yo por mi parte pienso escapar
 
-Entonces hazlo- se burló Naruto, algo ofendido por la poca estima que demostraba Sasuke en esos momentos. Se suponía que debían permanecer unidos y el Uchiha no hacía más que agravar el asunto y molestarlo con sus hirientes palabras
 
Un nuevo suspiro le hizo saber que Sasuke iba a comunicarle como es que pretendía escapar pero el rechinido de las bisagras de la puerta los alertaron a ambos por igual. Naruto tuvo que cerrar los ojos ante la intensa luz que ahora alumbraba el lugar, sus pupilas se habían acostumbrado a la oscuridad
 
-Naruto Uzumaki- el aludido abrió un poco los ojos, recordaba haber escuchado esa voz antes pero no sabía dónde. –Tu pariente ha sido muy cruel contigo, ¿no le cree, mi lord?
 
Ni bien dijo lo último, una segunda silueta se posó junto a la puerta. Naruto percibió cierto temor en Sasuke, este había retrocedido con dificultad por el suelo buscando alejarse lo más posible del individuo que Naruto no conseguía enfocar con la mirada, ya fuera porque su vista estaba sensible o simplemente por aquella píldora que le habían hecho tragar a la fuerza una vez finalizada la llamada a Itachi
 
-El viejo ha sido muy desconsiderado, ya lo creo Kabuto…pero que modales tan pésimos. Creí haberte pedido que enviaras a uno de mis subordinados, la compañía en estas situaciones siempre es grata
 
-¿De qué rayos están hablando?- Naruto abrió lentamente los ojos, forzándose a acostumbrarse a la intensa iluminación de la habitación. Esta vez logró reconocer al sujeto encapuchado que permanecía recargado en la pared junto a la puerta. –Tú- definitivamente lo había visto antes, en la playa, un día antes de volver con Itachi, había bailado con ese individuo, la capucha era inconfundible y su voz también lo era
 
-Veo que ya me reconociste, tardaste demasiado pero no te culpo, el intelecto no está en tus genes- Kabuto sonrió luego de retirarse la capucha. Naruto solo atinó a boquear por el insulto, rememorando los rasgos faciales del muchacho de cabello grisáceo y ojos oscuros tras las gruesas gafas. Era el mismo hombre que le había servido las bebidas en la fiesta de graduación de Itachi
 
-Ah, Sasuke querido, ¿tienes miedo?- esta vez la atención de Naruto se centró en el sujeto que permanecía apoyado en el marco de la puerta. Despacio, analizó la sombra que dejo de serlo al ingresar a la recamara. Entonces titubeó al reconocer al supuesto amigo de Jiraiya. Una ola de escalofríos recorrió su cuerpo, haciéndolo tiritar de manera involuntaria, le temía, desde el momento en que lo vio le tuvo miedo y ahora ese sentimiento tenía una justificación
 
Orochimaru sonrió al ver la expresión sombría de Sasuke
 
- ¿Acaso no te ha gustado como te….?
 
-¡Cállate!- Sasuke gritó, un grito desesperado, rasposo. Naruto desvió la mirada para situarla en el pelinegro que se estremecía aterrado
 
-¿Qué es lo que quieren?- Naruto se forzó a preguntar, ahora sabia que verdaderamente la culpa del secuestro era de él. Sasuke si tenía razón después de todo. -¿Qué demonios es lo que…?
 
-Cuida tu lengua Naruto- Kabuto se ajustó las gafas al hablar. –Muestra un poco de respeto a mi señor
 
-¡¿Respeto?!- sin pretenderlo, Naruto alzó la voz. -¿Cómo me pides que le muestre respeto a ese bastardo?, necesito que me digan qué rayos quieren, ¿Por qué nos tienen a Sasuke y a mí en este lugar?
 
Naruto se arrepintió de preguntar tras escuchar la sonora y sarcástica carcajada proveniente de Orochimaru. Kabuto no se inmutó en lo absoluto, contario a Sasuke que no se atrevía a alzar la mirada
 
-Tu amiguito esta aquí por error
 
-Un error mío- añadió Kabuto, fingiendo decepción en su voz
 
-Un error bastante agradable- Orochimaru dio un paso al frente
 
-¡No te acerques!- Sasuke hizo acopio de fuerzas para retroceder mas pero la advertencia no surgió el efecto esperado. Orochimaru continuó avanzando pero esta vez en dirección de Naruto
 
-¿El viejo no te contó sobre el préstamo que me solicitó?- inquirió en tono burlón, Naruto se limitó a negar con la cabeza, un tanto desorientado y con un sudor frio en la frente. –De modo que solo huyó y te dejo a tu suerte…que mal- ironizó, curveando los labios hacia abajo. –Nada es gratis en esta vida, Naruto. Alguien tiene que pagar
 
-Le voy a pagar- respondió Naruto, cerrando los ojos. Incrédulo ante lo que acababa de escuchar. Eso solo significaba una cosa…Jiraiya no se había ido a internar a un centro de rehabilitación, había huido para evitar pagar su deuda
 
No, era imposible. El viejo pervertido jamás haría algo así, mentía, ese tal Orochimaru estaba mintiendo y lo peor de todo era que…le creía
 
-No me interesa tu dinero. En cambio, me gustaría realizar un experimento que llevo aplazando desde hace tiempo, me ayudaras, Sasuke también lo hará- el susodicho apretó la mandíbula, aun estremeciéndose en el suelo. –Y seria ameno que Itachi Uchiha participara, en realidad es la pieza más importante de mi experimento, contaré con su presencia dentro de un par de horas. No te aflijas, alégrate, tendrás una posibilidad de escapar, tú y Sasuke la tendrán
 
-A Itachi no lo metas en esto- Naruto abrió los ojos en cuanto escuchó la mención de su novio
 
-¡Cállate idiota, yo si quiero salir!- la voz de Sasuke se quebró. Naruto se mantuvo estático, estaba atrapado, no podía escapar, no podía moverse siquiera. Itachi estaba en peligro también y aunque aun no sabía de qué iba todo el asunto, no le gustaba para nada la palabra "experimento"
 
-Una cosa mas- Orochimaru chasqueó los dedos, dando acceso a cuatro individuos más que se situaron alrededor de Naruto, este pestañeó, reparando en cada uno de los recién llegados, una chica los acompañaba, pelirroja y de mirada amenazante
 
-¿Qué haremos con este estúpido?- la chica hizo sonar sus nudillos, propiciando que una sonrisa se ensanchara en los labios de Orochimaru
 
-Lo que quieran, solo no lo maten…aun- y dicho esto, la puerta volvió a cerrarse, envolviendo la habitación en la misma oscuridad de antes
 

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