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Amor de cristal por RLangdon

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Dejo el celular sobre la mesa y exaltado se volvió hacia los papeles que yacían sobre el sofá, un claro recordatorio de lo que debía cumplir


Su mano vibró con cierto nerviosismo sobre la primera hoja, había pensado emplear grafito y no tinta permanente pero ya era tarde, no había tiempo para idear alguna estratagema


Cinco horas de suplicio y desesperación antes de recibir la segunda llamada. Esta vez no tuvo oportunidad de escuchar a Sasuke o Naruto, simplemente le habían otorgado un plano cardinal mediante palabras y puntos clave que evitaran descubrir la ubicación exacta del sitio acordado. Una telaraña mental trazada sobre el mapa de la ciudad, los trazos que había hecho a partir de las reseñas verbales iban y venían, líneas equidistantes que finalizaban en uno de los subterráneos al noreste de la ciudad


La advertencia era clara y concisa, una amenaza demasiado lógica que en otro momento habría pasado por alto…pero no en ese. Nadie mas debía presentarse al lugar e Itachi no pensaba exponer la integridad física de las dos personas que trataba de proteger a toda costa


Iría solo, se presentaría por su cuenta en el lugar indicado, justo al pie del subterráneo. Sin dinero en efectivo, cheques, documentos, pagares. No le habían pedido absolutamente nada


Pero él disponía de una coartada, quizás no podría contactar previamente con la policía, antes no, sin embargo, podía hacerlo cuando estuviera allá. Evitaría por cualquier medio levantar sospechas y solo cuando viera a Sasuke y Naruto sanos y salvos, realizaría la llamada correspondiente, una tecla, diez segundos de espera y los detectives rastrearían el lugar en el que se estaba efectuando la llamada. No se basaría por la guía grafica que le habían proporcionado tan deliberadamente, no, seria estúpido si los secuestradores fijaban el lugar exacto, seguramente la reseña indicaba un lugar cercano al punto del encuentro, si les otorgaba a los oficiales los trazos, acudirían a ese sitio sin demora, no obstante, el riesgo de que el sector fuera erróneo era demasiado alto y él no pensaba arriesgarse, ni un poco


Inhaló profundo, forzándose a firmar la hoja. La punta del bolígrafo rozó la línea enunciada con tinta roja, Itachi garabateó su firma y arrojó sobre el sofá el resto del contrato, de igual forma se apresuró a vestirse una chaqueta negra, sentía frio, un frio insólito que consideró completamente normal dadas las circunstancias, seguramente se enfermaría, la preocupación que tenía en esos momentos rebasaba cualquier otra emoción. No había dormido, no había comido y aun no podía razonar apropiadamente, solo los impulsos guiaban sus movimientos, sus pasos que resonaron a lo largo del pasillo antes de que abriera de golpe la puerta


El taxi ya lo esperaba en la acera de enfrente y aunque su mente se hallaba en otro lugar en esos momentos, fue perfectamente capaz de memorizar los trazos del mapa que terminaban en el subterráneo


-Itachi


A punto de cruzar la calle, una conocida voz lo obligó a frenarse en seco


Itachi pensó en evadir el llamado, ignorar al pelirrojo que, en compañía de sus otros dos compañeros de debate, se acercaban velozmente hacia la fachada de su casa


Podría irse, no tenía tiempo que desperdiciar y tampoco tenía previsto gastarlo en una efímera charla que lo llevaría al mismo punto en el que se encontraba


Con fuerza, cerró sus puños, dominado por la indecisión de solicitar mayor ayuda de la planificada o resignarse a partir él solo para evitar fracasar al alterar su propio criterio


Si lo hacía solo también corría el riesgo de fallar, y si aceptaba ayuda las probabilidades eran las mismas


Inquieto, decidió esperarlos


-¿Por qué mierda no me dijiste nada?- el primero en replicar fue el pelirrojo. Itachi entornó levemente la mirada y sin decir una sola palabra se encaminó hacia el vehículo, intuyendo que el resto comprendería que aquel silencio los instaba a seguirlo


Sasori maldijo por lo bajo, aun agitado por la recién carrera emprendida


Hidan sonrió ampliamente antes de frotar sus manos con ansias, de algún modo le emocionaba participar en el rescate, el único que permaneció tranquilo e indiferente fue Pain, quien, forzosamente, les siguió el paso


Ooo


-¿Qué hacemos con él, Tayuyá?- la respiración de Naruto se tornó irregular, estaba nervioso, ansioso, preocupado y asustado, todo al mismo tiempo. Le preocupaba Itachi, deseaba escapar, quería ayudar a Sasuke y ni siquiera era capaz de ayudarse a si mismo primero


De nueva cuenta la luz en el interior del cuarto se encendió. Naruto cerró los ojos ante la molesta luminiscencia


-Haz lo que se te dé la gana, cerdo- el tono rudo que empleó la fémina no pasó desapercibido para Naruto. Sus parpados vibraron, quería abrir los ojos, necesitaba hacerlo pero el temor seguía paralizándolo


-Maldición, eres una mujer, compórtate como una


Los ojos azules se adaptaron lentamente a la luz, unas cuantas manchas blancas y borrosas fueron lo primero que su campo de visión le mostró


Un individuo robusto se plantó frente a él, contrario a la pelirroja, su mirada no era de amenaza, los ojos del de cabello naranja reflejaban diversión, Naruto se estremeció, el cansancio en su cuerpo desapareció, siendo reemplazado por el miedo, temor puro al saberse rodeado, inmovilizado, completamente indefenso y sin posibilidad de escape


-No está nada mal- murmuró el tercer sujeto que permanecía a la distancia. De cabello plateado, un par de mechones cubrían su ojo derecho. Naruto percibió cierto deje femenino al reparar en los labios azulados del muchacho


-No me digas que te lo piensas coger- Tayuyá negó en desaprobación


-Tal vez…


Naruto se petrificó ante tales palabras, más que nunca deseó escapar. No quería que lo tocaran. Pronto, las manos del muchacho con aires femeninos se posaron en su torso. Afortunadamente la cuerda que lo mantenía atado al poste les impedía cometer tal aberración


-Asqueroso maricón


-¡Tayuyá!- nuevamente el chico robusto expresó su inconformidad por las palabras altisonantes de la pelirroja


-No les recomendaría hacer eso- la voz de Sasuke resonó en la recamara. Naruto suspiró aliviado al escuchar una voz conocida, por un minuto se había olvidado que no era el único desdichado encerrado con una pandilla de delincuentes


-¿Y este quién es?- cuestionó el castaño, cruzando ambos brazos sobre su pecho


-Otro maricón- Tayuyá escupió a un lado, apretando aun más los puños


-¿Es cierto?, ¿eres el semental de este angelito?- Naruto se sonrojó fuertemente, negando con la cabeza poco después. No se atrevía a formular palabra alguna, deseaba dispersar un poco la atención hacia él pero por otro lado también quería defender a Sasuke


-Tal vez…- directo y cortante, Sasuke pronunció. Buscando provocar a alguno de los cuatro


El más robusto rió por el atrevimiento, mientras que Tayuyá empuñaba ambas manos, dispuesta a descargar el enojo en cualquiera de ambos


-¿Me lo dices a mi?


-¡Estúpido, claro que es a ti!- gruñó la pelirroja


-Si les queda el saco- Sasuke forcejeó contra las cuerdas de sus manos. Naruto entreabrió los labios, perplejo al oír los insultos indirectos del Uchiha, ¿lo estaba defendiendo?, ¿tramaba algo?, quizá ambas cosas, estaba por interceder a su favor cuando la chica se giró hacia él


Un fuerte puñetazo en el rostro lo dejo aturdido. Sasuke frunció el entrecejo al ver como la pelirroja se preparaba para asestarle otro golpe a Naruto


La luz fija de la habitación se volvió intermitente al cabo de unos segundos. Naruto y Sasuke se miraron alternadamente, confundidos por la inestabilidad eléctrica


-Nos llaman- el castaño colocó su mano sobre el hombro de su compañera, la cual estaba más que dispuesta a seguir arremetiendo golpes y al ver frustrados sus planes no pudo menos que maldecir antes de retirarse del cuarto, seguida por el pelinaranja


Solo el muchacho de cabello platinado permaneció en la habitación. Naruto cerró con fuerza los ojos, ladeando la cabeza antes de que el mayor lograra aproximarse lo suficiente como para robarle un beso. Sasuke resopló desde su lugar, un intento fallido por captar la atención de aquel imbécil que había comenzado a manosear a Naruto, deslizando ambas manos por encima de la soga


-¿La corto?- musitó cerca del oído de Naruto, este negó con la cabeza, sintiendo la respiración del otro chocar contra su piel. -¿Seguro?- la lengua húmeda lamió con descaro su mejilla


-¡Oye imbécil!- Sasuke trató de ponerse de pie una vez que logró llegar al extremo opuesto de la recamara, se impulsó con ambas piernas pero el intento resultó inútil de nuevo


-¡Sakon, muévete pedazo de basura!- la voz de Tayuyá hizo eco en el pasillo aledaño


-Lo siento, quizás en otra ocasión…- Naruto suspiró aliviado cuando el individuo abandonó la recamara pero la tranquilidad le duró poco al recordar a Itachi


-Sasuke…


-Lo sé- lo interrumpió, frunciendo el ceño. –No soy estúpido- continuó retrocediendo hacia la derecha. Naruto parpadeó confundido, el labio le ardía pero le restó importancia al dolor y se centró en observar a Sasuke


-¿Qué haces?- preguntó, curioso y exasperado a la vez. Mirando de vez en cuando hacia la puerta


Sasuke no respondió, en cambio, siguió retrocediendo hasta el trozo de vidrio que titilaba bajo la luz intermitente del foco, en uno de los recovecos de la habitación


-Sasuke…


-Llego muy rápido- comentó Kabuto al ingresar al cuarto. Naruto se sobresaltó al verlo. –Mejor nos damos prisa, no quiero que mi señor se disguste por no acatar las órdenes al pie de la letra- sonrió con desdén, acercándose hacia Naruto


Ooo


-¿Seguro que es aquí?- Sasori corría lo más rápido que le era posible, siguiendo de cerca al Uchiha, cuyo semblante aparentemente impertérrito no se alteró en ningún momento


Y una vez más, no obtuvo respuesta alguna. Itachi se había limitado a esclarecer lo básico, el encuentro cerca del subterráneo, y sin embargo, ahora se contrariaba. Se suponía que esperarían al pie de las escaleras por la llegada de cualquier sujeto desconocido, pero no fue así


Itachi había descendido las escaleras a una velocidad inigualable. Era curioso, tétrico y extraño el hecho de que el subterráneo estuviera en desuso. Múltiples pasillos se extendían a lo largo y ancho del subsuelo, pasadizos iluminados, y otros tantos sumidos en la completa oscuridad. Como si se tratara de un laberinto situado bajo tierra


Lúgubre, aterrador, extraño, misterioso. El subterráneo había dejado de serlo hace mucho tiempo, bastaba con observar las baldosas cubiertas de polvo para corroborarlo


Una cinta amarilla perimetral de seguridad restringía el acceso hacia el fondo de la construcción


Sasori continúo corriendo, aun agitado. Itachi le llevaba mucha más ventaja pero ese hecho no lo desmotivó


-¡Más rápido!- se detuvo una fracción de segundo para apresurar a los dos muchachos que se habían quedado atrás. Hidan pronto le dio alcance, Pain lo imitó al cabo de unos segundos


¿Izquierda o derecha?, ¿luz u oscuridad?


Itachi se replanteaba a sí mismo a medida que recorría el subterráneo. Sus pasos sonaban huecos al impactar contra las baldosas pero el ruido, completamente intencional, no le preocupó en lo más mínimo. Por el contrario, ansiaba que los responsables se mostraran de una buena vez, que le dieran la cara, las coordenadas del plano terminaban en ese lugar y él no podía darse el lujo de ser paciente. No estaría tranquilo hasta no ver a Sasuke y Naruto a salvo, no podría hacer ninguna otra cosa hasta corroborar la seguridad de sus seres amados


Itachi derrapó un metro antes de llegar a uno de los pasillos iluminados. Cuatro figuras se plantaron frente a él, impidiéndole seguir avanzando


Sus cejas se contrajeron con suavidad, sus facciones se endurecieron rápidamente pero antes de que pudiera hacer cualquier cosa, sus compañeros de debate le dieron alcance, situándose a sus espaldas


-¿Dónde están?- jadeó Sasori, sujetándose las rodillas para recobrar el ritmo de su respiración


-Al final del pasillo- sonrió el castaño. –Pero de aquí no pasan


-Itachi- Hidan suspiró, encarando al más fornido de los cuatro


-Vete- Sasori lo imitó, posicionándose frente al muchacho de cabello grisáceo. Itachi asintió al ver a Pain bloqueándole el paso al sujeto castaño


A punto de correr, la única fémina del grupo se interpuso en su camino, cruzando los brazos y ensanchando una sonrisa autosuficiente que terminó con la poca paciencia que le quedaba


En otras circunstancias se habría negado, no lo haría antes de razonar y sin tener un buen motivo para hacerlo pero en ese momento no le importó que se tratara de una mujer


Con fuerza, la sujeto de los hombros, empotrándola contra la pared. Tayuyá se quejó, sin alcanzar a maldecir antes de que un puñetazo en el estomago la dejara sin aire


Itachi continuó su camino, manteniendo la mirada fija en la puerta del fondo, donde se suponía estarían Sasuke y Naruto. Deseaba con todas sus fuerzas que así fuera


Ooo


Naruto se forzó a no cerrar los ojos, finalmente el cansancio lo había consumido por completo, aunque sabía que aquella píldora que había ingerido horas antes también tenía algo que ver con la resequedad en su garganta y el sueño al que lo habían inducido


Sus muñecas se habían entumecido pero logró descansar un poco, y a pesar de ello, Naruto habría preferido continuar atado a la columna de la recamara. Ahora estaba sentado en una silla de acero, sus manos y piernas seguían atadas pero esta vez contra el respaldo y la base de la silla


Sasuke seguía diciendo palabras que ahora le resultaban incoherentes, lo escuchaba pero no lo entendía. Ambos estaban suspendidos a varios metros de altura, sobre una piscina cuyo fondo desconocía. No había perdido la esperanza, solo la energía. Aun creía que Itachi llegaría a rescatarlos, aunque no sabía cómo, cuándo y conforme transcurría el tiempo, su deseo egoísta de ser salvado se desvanecía


Solo quería que Itachi estuviera bien, que no lo dañaran, si Itachi estaba bien, él también lo estaría


Cabizbajo, siguió aferrando el objeto a sus espaldas, esperando el momento apropiado para usarlo. Quizás cuando los bajaran, cuando Itachi llegara y buscara la forma de desatarlos. Si, entonces lo usaría y tanto él como Sasuke serian libres


La puerta del fondo azotó contra la pared al ser abierta de golpe


Itachi se adentró al salón, mas iluminado que el resto de los pasadizos. Estaba agitado, desesperado y su preocupación aumentó al ver la piscina a varios metros de distancia. Bastó con que Itachi alzara la mirada para paralizarse por completo, restándoles importancia a los dos individuos que le esperaban, sonriendo con sorna frente a la alberca, sujetando cada uno una soga entre sus manos


No…


Dos sillas suspendidas sobre la piscina, las cuerdas pasaban por una especie de polea sobre las vigas del techo


Sasuke se removía ansioso, mirando una y otra vez abajo, con una expresión de absoluto terror


Con mano temblorosa, buscó el móvil en uno de los bolsillos traseros de su pantalón. Sin apartar la mirada, sacó el celular, oprimió la tecla con su corazón latiendo con fuerza


Los quince segundos le parecieron eternos, el conteo mental solamente lo atormentaba más de lo que ya estaba, y se dio cuenta de que sus esfuerzos fueron en vano cuando se obligó a mirar la pantalla del móvil


Sin señal


-Llegas a tiempo- Orochimaru paseó su dedo índice por la cuerda que sujetaba con firmeza entre sus manos. Kabuto sonrió cómplice, mirando en dirección del intruso que caminaba tambaleante hacia ellos. –Veo que te hemos subestimado. Mis subordinados y tu servidor


-La vida humana, lo único que no se puede adquirir bajo ningún medio- profirió Kabuto en voz baja


-Por favor- Itachi trató de no mirar hacia arriba, su atención estaba puesta en las sogas que los dos desconocidos sujetaban. Apenas un metro distanciaba una cuerda de la otra


-La cuestión aquí es… ¿Cuál de las dos es más importante?-


-Si me permite opinar mi lord, me parece que…


-No Kabuto, déjalo decidir cómodamente- espetó Orochimaru, mirando complacido la expresión taciturna de Itachi


-Tres metros de profundidad- masculló Kabuto, aflojando lentamente el agarre


-Tienes la alternativa de salvar a uno- prosiguió Orochimaru, mirando alternadamente a los dos chicos atados


-Les pagaré lo que quieran- la barrera de indiferencia se rompió. Su mente volvió a nublarse sin darle tiempo de hacer o sugerir nada más. Ambas cuerdas fueron soltadas al mismo tiempo


-Elige…


Itachi corrió lo más rápido que le fue posible, con dificultad y cierto titubeo consiguió sujetar ambas cuerdas, sus pies se deslizaron por las baldosas, halando su cuerpo hacia la piscina


Sudó frio. Sintiendo el enorme peso en sus manos


Ambas sillas se desestabilizaron, meciéndose a ambos lados


Itachi se mordió los labios con fuerza en un intento desesperado por canalizar el dolor y el peso autoimpuesto


No los soltaría, a ninguno, ni a Naruto ni a Sasuke


Solo tenía que esperar, tenía que ser paciente, aunque en el fondo sabía que no tenia caso engañarse a sí mismo. La policía no estaba informada del lugar y las medidas que pretendía tomar habían sido en vano


-¡Itachi, no me sueltes!- gritó Sasuke, cerrando los ojos con fuerza


Solo Naruto se mantenía en silencio, hasta que el nombre de Itachi lo hizo reaccionar. Se forzó a abrir los ojos para divisar la silueta de Itachi del otro extremo de la piscina


Las comisuras de sus labios comenzaron a sangrar. El sabor metálico de la sangre se impregnó dentro de su boca. No los soltaría, no podía, no quería. No iba a fallarles…


Naruto movió su muñeca tras de su espalda, tratando de situarla sobre la otra lo mas que le fuera posible. Las cuerdas se rozaron entre sí. El trozo de vidrio que le había entregado Sasuke minutos antes se deslizó de un lado al otro sobre la cuerda a sus espaldas


-Naruto, ¿has traído la tarea?- Iruka movió con insistencia su pie sobre el suelo, impaciente por esperar la respuesta de su alumno. Naruto asintió afirmativamente para sorpresa del grupo


-Aquí esta- alzó la hoja con entusiasmo. Iruka sonrió satisfecho y sorprendido a la vez


-¿Te gustaría leerlo en voz alta, Naruto?


Naruto se levantó sin vacilar, se había pasado toda la noche pensando en el trabajo que tenía que entregar. El valor que le había tocado en aquellos papelillos tomados al azar


-No sé si está bien- musitó en voz baja para que solo Iruka lo escuchara


-No importa, el esfuerzo es lo que cuenta, Naruto- sonrió, alentándolo a proseguir


Naruto sujetó la hoja con firmeza pero cuando por fin se decidió a leerla, optó por dejarla sobre el escritorio. No era necesario leerla, se había aprendido sus propias palabras


La atención del grupo se centró en él, poniéndolo más nervioso


-Para mí el amor es…- suspiró cerrando momentáneamente los ojos, pensando en Itachi. –El sentimiento más fuerte de todos. No conocí el amor de mis padres, pero hace poco creí encontrarlo- hizo una pausa, algo cohibido por las miradas que le dirigían. –En realidad fue al revés, creo que él me encontró a mí, al principio no estaba seguro. Me sentía alegre y protegido, quería mucho a esa persona…y la sigo queriendo- añadió para sí mismo. –Haría cualquier cosa por esa persona, con tal de verla feliz porque fue quien me enseño lo que se siente querer a alguien de verdad, sentir el deseo de protegerla, y aunque a veces discutimos, siempre solucionamos los problemas. A esa persona le perdonaría todo, aun no sé si me corresponde igual o no- se balanceó de atrás hacia adelante, pensativo. –Casi siempre parece triste pero cuando está conmigo se comporta diferente, como si quisiera cuidarme, es sobreprotector y cree que soy afectuoso en exceso…amor es querer a una persona, estimarla, apreciarla, anteponer su bienestar por el propio- miró de reojo a Iruka, se había olvidado del resto


-Muy bien Naruto- los aplausos secundaron el comentario de Iruka. La mayoría de los estudiantes se habían puesto de pie. Naruto nunca hacia la tarea a no ser que se la pasaran, pero era más que obvio que en esta ocasión la había hecho él, con varios errores y una definición un tanto contradictoria pero lo había hecho al fin y al cabo


Estaba llegando a su límite, finos hilos de sangre descendían de sus labios, algunos mechones negros se adherían a su frente por el sudor y las manos le quemaban por la fricción de las cuerdas


Naruto alzó la mirada, sonriendo en todo momento


-¡No me sueltes Itachi!- repitió Sasuke en voz alta


Itachi intentó retroceder en vano, el peso apenas si le permitía mantenerse en su sitio


Lentamente miró hacia arriba, centrando su atención en Naruto. Su expresión tranquila y una sonrisa radiante lo animaron a seguir sujetando ambas cuerdas


Pero la confusión hizo estragos al leer las palabras que emitió Naruto


-Gracias, Itachi…


La cuerda se trozó antes de que Itachi pudiera si quiera reaccionar. Naruto cayó al agua, dejándolo perplejo y estático por unos segundos


Ooo


Su corazón se detuvo, el tiempo se detuvo. Algunas gotas salpicaron la orilla de la piscina


Su labio inferior tembló, la poca fuerza que conservaba pareció esfumarse, aunque el peso en sus manos se había reducido a la mitad


Sasuke se petrificó, volviendo la mirada hacia abajo, confundido, incrédulo ante lo que acababa de presenciar


Su pecho se oprimió a la par que sus labios se abrían y cerraban, sin que Itachi fuera capaz de pronunciar palabra alguna. Trató de avanzar hacia la piscina pero el peso de la cuerda se lo impedía


-No me sueltes…- apenas un murmullo salió de los labios de Sasuke. – ¡No te atrevas a soltarme!- cerró fuertemente los ojos para gritar a todo pulmón


"Elige"


Las palabras seguían haciendo eco dentro de su cabeza, aun si ya no veía ninguna presencia cerca. No podía pensar, no podía actuar. Apretó con fuerza su mandíbula mientras sus pies vacilaban, halándolo más hacia al frente


Miró en derredor, en busca de alguna superficie, una columna, un muro con alguna saliente que le permitiera atar la cuerda…no la encontró


Solo estaba él y una decisión que no era capaz de tomar


-Naruto…- su labio inferior temblaba y lo único que atinó a hacer fue arrodillarse, sin dejar de soltar la cuerda


Abrumado y con un nudo en la garganta, trató de gatear hacia la orilla


Una acción inútil, en vano


¿Cuánto tiempo había transcurrido?


Bien podían ser segundos pero a Itachi le parecieron horas. Su mente se bloqueó, estaba por perder la poca cordura que conservaba


Tenía que hacer algo, debía salvarlos a ambos, aun si parecía imposible. Estaba dispuesto a dar la vida por los dos, no vacilaría un solo segundo en hacerlo…


Pero la situación no era acorde a sus posibilidades. Naruto iba a morir si no se daba prisa


Tenía que protegerlos, se lo había prometido a sí mismo. Se prometió no dejar que le pasara nada a ninguno


Ahora su palabra no valía nada, sus juramentos y promesas se habían vuelto una utopía, una ridícula falacia que lo tenía al borde de la locura


Con una sonrisa radiante, Naruto le mostró la palma de su mano


-Cinco minutos más- pidió, acercándose a Itachi para rodearlo con ambos brazos y unir sus labios en un beso corto que el mayor correspondió de inmediato. -¿Cuánto crees que aguante la respiración debajo del agua?- inquirió al separarse de Itachi, este arqueó una ceja ante la infantil interrogante


-No lo sé- respondió, encogiéndose de hombros. –No tiene importancia


-Creo que mi límite son dos minutos, debería comprobarlo ahora- continuó Naruto, pensativo. Itachi negó con la cabeza, sonriendo poco después


-Mejor vayamos a comer- lo tomó de la mano para guiarlo a las escaleras


¿Realmente estaba ahí?, ¿lo que estaba ocurriendo era real?


Se negaba a aceptarlo, se oponía a dar crédito a los hechos. Estaba dudando de todo, aun creía que se trataba de una pesadilla. Pronto despertaría y entonces…entonces todo estaría bien


Despertaría en una habitación de hotel con Naruto acurrucado entre sus brazos, pidiéndole que lo llevara a la piscina o a algún club nocturno, suplicándole que participara con él en uno de esos tontos juegos recreativos cuya finalidad se centraba única y exclusivamente en ridiculizarlos a ambos


Y después aceptaría, como siempre terminaba haciendo antes de arrepentirse al estar ahí, siendo observado por los múltiples espectadores


-¿Itachi?- Sasuke entrecerró los ojos, tratando de enfocar mejor al aludido. Itachi parecía estar atrapado en sus pensamientos, ensimismado, divagando


Ni siquiera el fuerte sonido provocado por los pasos sobre las baldosas logró sacarlo del oscuro abismo en el que se encontraba


Sasori se quitó la playera antes de saltar a la piscina


-Muévete, ¿Qué estas esperando?- Hidan se posicionó junto a él, arrebatándole la soga de las manos. Solo entonces Itachi pareció reaccionar


Con pasos zigzagueantes se acercó a la piscina y se zambulló…


La silla permanecía ladeada en el fondo, los cabellos dorados se mecían por la suave corriente de agua a su alrededor, ocasionada por los dos cuerpos que no dejaban de moverse, tirando de las cuerdas, tratando fallidamente de desanudarlas


Sasori se desesperó al no ver resultados, la cuerda no cedía


Itachi en cambio continuaba incrustando las uñas en ellas, sin prestar atención a nada mas, no saldría hasta desatar a Naruto, aun si eso le costaba la vida


Era inútil, inservible seguir forcejeando contra las gruesas cuerdas que lejos de aflojarse, parecían endurecerse, ajustarse más a las extremidades de Naruto


Un par de burbujas salieron a la superficie cuando Sasori boqueó, el aire le estaba faltando y no habían conseguido nada


Itachi sujetó el respaldo de la silla con firmeza, Sasori asintió al ver las acciones de Itachi. Se posicionó delante de la silla, imitando los movimientos de Itachi


El tiempo parecía correr cada vez más rápido pero al cabo de unos segundos más, lograron salir a la superficie


Sasori aspiró una gran bocanada de aire al estar fuera


-Espera- murmuró agitado, sosteniéndose del extremo de concreto para salir de la piscina, pero Itachi ya no lo escuchaba, nuevamente parecía perder el sentido de la realidad


Se apoyó con firmeza de rodillas para alcanzar la silla. Una vez que situó ambos brazos en el respaldo de la misma, Pain se arrodilló a su lado, ayudándole a sacar la pesada base que mantenía a Naruto fijo, inmóvil y cabizbajo


Itachi erró un par de veces en sus movimientos antes de conseguir salir de la piscina, con su cuerpo totalmente empapado y la mirada perdida


Sus sentidos parecieron volver al contemplar a Sasori trozando las cuerdas con una pequeña navaja que le había entregado Pain segundos antes


Hidan seguía jugando con la cuerda entre sus manos, subiéndola y bajándola un poco, divertido con la expresión de angustia que tenia Sasuke en esos momentos


-Serias un buen sacrificio para jashin- bromeó, moviendo la cuerda de un lado al otro


-No respira- Sasori se dejo caer a un lado del cuerpo que yacía tendido boca arriba, con los ojos cerrados y un semblante completamente tranquilo. Parecía que Naruto dormía…pero no era así. –No…- las lágrimas se agolparon en los ojos marrones


Itachi no lo escuchó, y si lo hizo pareció ignorarlo


Se acerco rápidamente hacia Naruto para tratar de reanimarlo, colocando ambas manos sobre el pecho del rubio, haciendo presión una y otra vez…nada


La cafetería estaba nuevamente repleta. Recién había sonado el timbre del almuerzo y los alumnos ya se arremolinaban en torno al establecimiento de alimentos


Itachi permanecía de pie, cerca de la mesa que solía ocupar Naruto. Su mirada escarlata recorrió uno a uno los estudiantes que, ansiosos, se formaban para adquirir comida chatarra


Entonces lo vio. Casi hasta el fondo de la fila, con una radiante sonrisa en los labios y esa mirada coqueta. Los grandes y expresivos ojos azules parecían ajenos a su presencia pero no le importaba, siempre se conformaba con poder observarlo a la distancia


Naruto conversaba animadamente con otro muchacho que aparentaba tener su edad, de cabello rubio y largo, ojos azul índigo y un semblante de completo enfado, ya fuera por la espera o por la infinidad de palabras que le recitaba el otro


Celoso, Itachi empuñó ambas manos, suponiendo erróneamente que se trataba de la pareja de Naruto


Una gran caja cuadrada se movió junto a él. Itachi dejo de empuñar sus manos para observar curioso y a la vez extrañado aquella caja de cartón que avanzaba sigilosa hasta posicionarse a su lado


-Rayos, de nuevo esta con ese- bufó una voz dentro de la caja. Itachi arqueó una ceja antes de decidirse a descubrir al "espía" que interrumpía su vista de aquel bello muchacho, el cual había estado observando los últimos días luego de que lo viera por primera vez comprando una barra de cereal


-¡Aah!- el niño que se encontraba dentro de la caja se sobresaltó cuando fue descubierto dentro de su escondite. Un muchacho alto y de penetrante mirada lo observaba con altivez y cierto deje de intriga. –Yo…puedo explicarlo- balbuceó nervioso


-¿Lo conoces?- pero contrario a lo que el chico pensó, Itachi no le recriminó nada, simplemente desvió su mirada hacia Naruto


Sonrió triunfal, afirmando enérgicamente con la cabeza


-Claro que sí. Es Naruto Uzumaki, el estudiante más problemático de primer ingreso. Mi abuelo es el director y vi su expediente, creo que van a expulsarlo si continua reprobando materias


Itachi se mantuvo impasible, a pesar de que una intensa llama pareció encenderse en su interior. Tenía un par de días observando a ese muchacho sin conocer más que su rostro, ahora aquella sombra que lo había embelesado con su belleza tenia nombre…Naruto Uzumaki


-Naruto es muy guapo y por eso me quiero acercar a él- prosiguió Konohamaru, dejando la caja a un lado para incorporarse. –Pero esa molesta garrapata no lo deja solo ni un minuto- suspiró decepcionado


-¿Su novio?- la expresión de Itachi perdió el deje de entusiasmo. Konohamaru negó en ademan


-Es su amigo- respondió haciendo un puchero. –Será mejor que me vaya, mi abuelito me está esperando, creo que le comprare flores, Lee dice que le gustan las flores- murmuró lo ultimo mas para sí mismo mientras se alejaba, llevando la caja de cartón consigo


Itachi volvió la mirada hacia Naruto. El suave pestañeo y la sonrisa juguetona no habían desaparecido en ningún momento


-Flores…- tomó nota mental, dándose la vuelta al ver a Naruto aproximarse hacia su lugar, seguido del otro rubio


Sasori se pasó ambas manos por el rostro una vez más, sus ojos se habían enrojecido por las lágrimas pero se rehusaba a aceptarlo


Itachi continuó dándole respiración de boca a boca al cuerpo que yacía inerte sobre las baldosas. Una y otra vez repitió el proceso


Los labios de Naruto habían comenzado a enfriarse


-No…


Finalmente se rompió. Sus hombros se sacudieron hacia adelante y hacia atrás mientras sujetaba el cuerpo inerte entre sus brazos, aferrándolo con fuerza


Las lágrimas cayeron una a una, evidenciando el llanto que por casi cuatro años había reprimido


Pain miró la escena a la distancia al igual que Hidan, quien, había dejado de bromear al percatarse de la situación


Sasuke continuaba ensimismado, mirando como su hermano aferraba el cuerpo de Naruto entre sus brazos como si la vida se le fuera en ello


"Te amo muchísimo"


Iba a enloquecer, su mente se estaba fragmentando y él no dejaba de recordar nimiedades a la par que abrazaba el cuerpo inmóvil de Naruto


-Perdóname- acarició las mejillas, ahora heladas del rubio. Le había fallado, había roto su promesa de protegerlo


Se suponía que iba a cuidarlo, se suponía que no iba a permitir que nada malo le pasara y ahora no podía hacer nada para remediar lo ocurrido


Naruto lo había dado todo por él, y él era incapaz de devolverle la vida


-Por favor perdóname- sollozó, acariciando una y otra vez el rostro de Naruto. –Te amo, te amo muchísimo- su voz se quebró de nuevo. El silencio se había vuelto sepulcral, solo el llanto de dos individuos se encargó de romperlo


Una tos estrepitosa resonó dentro de la construcción


Naruto escupió el agua que había tragado antes de tomar una enorme bocanada de aire


-¿Itachi?- lentamente abrió los ojos, su cuerpo seguía siendo aferrado con firmeza por el susodicho. -¿Estás… llorando?- una sutil sonrisa iluminó su rostro al ver las largas pestañas de Itachi humedecidas por las lágrimas


Sasori se puso de pie de inmediato pero se frenó en seco cuando Itachi se dio cuenta de lo sucedido


-Perdóname- repetía mientras besaba el rostro de Naruto. Su raciocinio se negaba a dar crédito a los hechos. Ya no sabía si se trataba de un espejismo, alguna falsa ilusión por ver a la persona que mas amaba con vida, tal vez solo era un sueño. Se había derrumbado en cuestión de segundos y ahora Naruto era quien lo consolaba, acariciando con suavidad su rostro, deslizando sus dedos por las tupidas pestañas para retirar las lagrimas que se habían acumulado en las mismas


Ooo


Naruto tiritaba bajo la cálida manta, sosteniendo una taza de café humeante mientras su cuerpo era envuelto por los brazos de Itachi


Las estrellas tintineaban en la oscuridad del cielo. Calles solitarias y el incesante sonido de las sirenas de las patrullas que realizaban el peritaje nocturno por la abandonada zona


Tras varias preguntas y una evaluación rápida del lugar por parte de los uniformados, les fue permitido retirarse


Habían arrestado a la pandilla que laboraba para Orochimaru pero la lealtad que le profesaban a aquel sádico sujeto fue tal que todos se rehusaron a dar cualquier información que ayudara a determinar la actual ubicación de él y su ayudante


Todos afirmaban que preferían terminar en prisión que delatar a su "superior"


Aquello sin duda le había afectado a Itachi sobremanera, Naruto lo intuyó cuando la fuerza del abrazo en que lo tenía sujeto Itachi perdió intensidad


El semblante inmutable del Uchiha denotaba ahora preocupación y angustia en partes iguales, y sin embargo no se movió ni un ápice


-Itachi, gracias por…- Naruto alzó la mirada al percatarse de la negativa de Itachi, el cual se limitó a negar con la cabeza, su expresión era de total cansancio


-Fueron ellos quienes ayudaron- indicó con ademan al grupo de sus compañeros de debate. Sasori discutía acaloradamente con uno de los oficiales, indispuesto a marcharse a su casa hasta obtener alguna garantía de que atraparían a los responsables de todo


Hidan y Pain parecían discutir sobre otro tema, aunque de vez en cuando una sonrisa asomaba por los labios del peliplata al mirar de soslayo a la pareja


Naruto se ruborizó ante ese singular hecho, aferrándose aun más al cuerpo de Itachi


-No quise preocuparte- cerró los ojos ante la suave caricia en su mejilla


-No fue tu culpa- Itachi sonrió forzosamente, estaba cansado, peor que cansado, se sentía agotado y presentía que no conciliaría el sueño esa noche, o madrugada, según fuera el caso. Ni siquiera estaba consciente de la hora


-¿Qué haces?- preguntó curioso, parándose de puntillas al ver a Itachi tecleando en su celular


Dejando escapar un suspiro, Itachi bajó el móvil, dejando que Naruto viera el número


-Llamo a Shisui…


Conforme, Naruto asintió, permitiendo que una sonrisa se extendiera en sus labios


Sasuke continuaba moviendo las muñecas en círculos, intentando aminorar los calambres que todavía sufría por los amarres


-Sasuke- nombró Naruto, observando como el aludido pasaba de largo frente a ellos


Consternado, Itachi optó por hacer lo mismo. Amaba a Sasuke, el mismo amor consanguíneo que lo llevo a protegerlo, a dudar de aquella inverosímil decisión que debía tomar


Decidido, apartó el celular de su oído, más que dispuesto a conversar con él. Puede que fuera tarde pero unas palabras de apoyo siempre eran bienvenidas, al menos así lo consideraba, y ahora que la enorme carga emocional a la que había sido sometido no existía mas, era el momento idóneo para restablecer el lazo con su hermano, quería y necesitaba hacerle saber lo mucho que le importaba, aun si Sasuke lo sabía ya


-Sasuke yo…


-Que te jodan- pero contrario a lo que espero Itachi, Sasuke continuó avanzando, con ambas manos dentro de los bolsillos de su pantalón. –A los dos- agregó, aludiendo a Naruto, este entrecerró los ojos, más que fastidiado por la actitud del menor de los Uchiha


-Bastardo desconsiderado- el rubio frunció levemente los labios


Después de unos minutos, regresaron a la casa de Itachi, quien, exhausto, se dejo caer en el sofá en cuanto estuvo dentro. Seguía alterado por todo lo que había ocurrido, el solo hecho de pensar en que Naruto podría haber muerto lo hacía sentir culpable


Al menos agradecía que Naruto estuviera bien, no le habían hecho daño, el breve chequeo médico que Shisui se encargara de hacerle corroboraban su alivio. Con Sasuke las cosas no iban mejor. Su amigo de la infancia se había percatado de algunas marcas en diversas zonas de su cuerpo, podía tratarse del forcejeo que Sasuke había efectuado al tratar de liberarse de las ataduras, igual que podían tratarse de golpes, y quizás…


Quizás lo mejor era esperar a que el mismo Shisui se comunicara con él desde el hospital cuando la revisión médica hubiera terminado


-Itachi, ¿tienes azúcar?- preguntó Naruto desde la cocina. Itachi dejo de cavilar al escuchar la voz de Naruto


-En el primer cajón de la alacena- respondió dubitativo. Naruto se mostraba tan tranquilo después de lo sucedido que aun le era difícil creerlo. Aunque tal vez se equivocaba, Naruto podía estar usando una simple mascara de tranquilidad para ocultar su verdadera emoción, la autentica, la de angustia y sufrimiento que había padecido horas antes de que él llegara


¿Cómo podía ser tan estúpido para no darse cuenta de ello?


Su estabilidad mental se había desquebrajado tan rápido que a Itachi le resultó hilarante el hecho de que estuviera consciente a esas alturas


Trató fallidamente de dormir, cerrando los ojos, removiéndose en el sofá una y otra vez. Plenamente consciente de su agotamiento físico


Mas su objetivo se vio frustrado al reparar en la silueta de Naruto, de pie junto a él


Itachi alzó lentamente la mirada, topándose con los brillantes zafiros y una hermosa sonrisa de agradecimiento que le devolvió el ánimo


-Espero que te guste- susurró Naruto, extendiéndole una taza con un extraño liquido oscuro en su interior


Itachi lo tomó de inmediato, inspeccionó su contendido sin terminar de comprender a simple vista que era


-Chocolate con café- le aclaró Naruto, sentándose a su lado. –Solo tenias un trozo de chocolate así que le agregue un poco de café, espero que no te moleste- dio un pequeño sorbo a su bebida


-Naruto, ¿Por qué lo hiciste?- se aventuró a preguntar, meciendo suavemente el recipiente en sus manos, incorporándose un poco para ver a los ojos azules, incapaces de mentirle


-Bueno, hace frio y te note cansado


-No hablo de la bebida- Itachi trató de hacer contacto visual pero Naruto había desviado la mirada, impidiéndole verlo directamente a los ojos. Naruto sabía perfectamente de que hablaba, simplemente se hacia el desentendido


-Lo hice porque sabía que no serias capaz de decidir. Si seguías sujetando ambas cuerdas también caerías…


-Podrías haber muerto


-Pero no fue así- tajó Naruto, volviendo la mirada hacia él. -¿Estás molesto conmigo?- ladeó ligeramente la cabeza, esperando una respuesta afirmativa, pero a cambio, Itachi acortó la distancia entre ambos, dejando la taza sobre la mesa para tomar a Naruto del rostro


Esperó a que Naruto cerrara los ojos para unir sus labios con fuerza, provocando que el líquido caliente se volcara sobre los pantalones de Naruto


Un quejido de dolor escapó de los labios del rubio al sentir el líquido penetrando bajo la tela, entrando en contacto con su piel


-Lo lamento- Itachi se apartó enseguida al darse cuenta de lo ocurrido. Naruto negó apenado cuando la mano del mayor se posó sobre su prenda


-Está bien, me voy a duchar- entrelazó su mano con la de Itachi. –Además, mañana tenemos que ir al colegio- sonrió entusiasta


-En realidad…- Itachi se rascó la nuca al reparar en ese detalle, provocando que Naruto detuviera sus pasos hacia la escalera para pasar a mirarlo con aires inquisidores. –Llame a la institución también, creen conveniente que asistamos a terapias al menos durante unas semanas antes de volver


-¿Mas vacaciones?- los ojos azules vibraron ante la afirmativa


-Solo serán unos días- informó, complacido al contemplar la bella sonrisa que Naruto le regalaba, a él y solo a él. Majestuosa utopía que se había vuelto real, al menos hasta que recordó cierto asunto pendiente


Esperó paciente a que Naruto subiera las escaleras para buscar los papeles, el acuerdo prenupcial que había firmado deliberadamente, ese era el trato, capital por matrimonio


Cuidando de no hacer ruido, abrió el cajón de la cómoda para sacar los papeles. Solo la primera hoja llevaba su firma, pero eso era más que suficiente para hacer valido el contrato


Un nudo se formó en su garganta. De nada le había servido el dinero, aun si pagó a los investigadores que actualmente se hacían cargo de todo. No habían sido de ayuda cuando los necesitaba, en el momento que Naruto corría peligro no habían estado ahí, y todo por un fallo tan estúpido de su parte. Nunca sopesó la idea de que el encuentro se efectuara dentro del subterráneo y no fuera de él


Un error ridículo que ahora le valdría su relación con Naruto


Ooo


Los rayos solares iluminaron su rostro al colarse por la ventana. Naruto bostezó antes de levantarse, su cabello aun estaba húmedo y sentía una ligera picazón en la nariz, producto seguramente del resfriado


Tras espabilarse, sus ojos azules buscaron con ansias las maletas. Ninguna estaba en la habitación


Naruto se puso inmediatamente de pie al darse cuenta de ello. Itachi le había dicho que les darían unos días mas mientras se recuperaban pero no había mencionado nada acerca de la mudanza


Rápidamente se vistió, usando de nueva cuenta la muda del día anterior


-Itachi…- bajó corriendo las escaleras. Un suspiro de alivio abandonó sus labios al ver a Itachi de pie junto a la puerta, llevando consigo una de las maletas


-Despertaste- Itachi sonrió sutilmente, indicándole con un ademan de mano que lo siguiera. Naruto acató enseguida, aun confundido de que Itachi no le mencionara nada la noche anterior


Al abordar el taxi que los esperaba, ninguno dijo nada. Naruto miraba atentamente por la ventana, tratando de memorizar el camino mientras Itachi parecía divagar nuevamente, encerrarse en sus propios pensamientos, tortuosos, complejos, contradictorios. Tenía que cumplir con su palabra, y lo haría, pero cada vez que veía a Naruto, sobretodo ese día en particular, sentía una puñalada atravesándole el pecho


El trayecto duró cerca de veinte minutos. Naruto se sorprendió cuando el vehículo se detuvo frente a un enorme apartamento


Descendió con una enorme sonrisa, contemplando la que sería la nueva vivienda de ambos, sin problemas, sin interrupciones, sin Sasuke…


Itachi no le permitió cargar nada, pero ese hecho solo lo entusiasmó más. No esperó un solo segundo al tener la llave entre sus manos. Corrió al interior del apartamento para inspeccionar cada sección del mismo


Desde el comedor hasta los dos baños, Naruto husmeaba cada rincón de la casa. Sus ojos centelleaban de alegría al imaginarse los nuevos momentos que les esperaban, trataba con todas sus fuerzas dejar atrás lo ocurrido. Quería aferrarse al futuro, era lo único que le quedaba, necesitaba olvidar lo demás, incluso restarle importancia al hecho de que Orochimaru siguiera libre


Nada más importaba si Itachi estaba a su lado


El reservado muchacho caminó por los pasillos de la que sería la nueva estancia, buscando a Naruto, este lo recibió con una lluvia de besos en el rostro, haciendo que la herida interna se abriera cada vez más


-El papel tapiz es algo viejo, pediré que lo reemplacen por uno que sea de tu agrado- mencionó, tocando con la yema de los dedos la pared. Naruto lo observó expectante


-Mejor uno que nos guste a los dos. Pensé que podríamos ir juntos a…


-Naruto, terminamos


Una suave brisa alborotó su cabello. Naruto pestañeó visiblemente confundido


-¿Es por lo que dije anoche?- trató de sonreír, acercándose más a Itachi, este rehuyó el contacto. –Podemos olvidar lo que paso, yo ya lo estoy haciendo, ni siquiera me acuerdo de…- calló al notar el serio semblante de Itachi


-Hablo en serio, Naruto


-Ah…- fue todo lo que sus labios pronunciaron


-Enviaré un tutor para que supervise tus clases. De momento debo irme, lo más probable es que no volvamos a vernos- tomó aire para continuar, su pecho se rasgaba con cada palabra emitida pero debía continuar. –Así que es mi turno de agradecerte


Naruto no bajó la mirada en ningún momento, continuaba a la espera de alguna buena justificación


-Adiós, Naruto…- y no fue sino hasta que Itachi se dio la vuelta para marcharse que Naruto reaccionó, corriendo a su encuentro, sujetándolo con fuerza de la espalda en un afectuoso abrazo


-No Itachi- cerró los ojos en un intento por reprimir las lágrimas. –Nada más nos va a pasar. Ya no te voy a fastidiar, prometo no meterme en problemas


Itachi tragó saliva pesadamente. Entre más escuchaba a Naruto, entre mas lo tuviera cerca, mas difícil seria la despedida


Se dio la vuelta en cuanto Naruto lo soltó


-Prometo no ser una molestia para ti, no voy a fastidiarte y tampoco te diré nada si las chicas te persiguen- su expresión se suavizó cuando Itachi lo encaró para depositar un beso en su frente, la despedida definitiva…


Y lo vio partir, Naruto se quedo estático, presenciando la salida de Itachi, incapaz de moverse o de reaccionar, solo hasta que la puerta se cerró su cuerpo pareció reaccionar


Corrió velozmente hacia la salida pero apenas abrió la puerta, Sasuke le bloqueó el paso


-Tu nuevo hogar…lindo- entró, empujando a Naruto del pecho, sujetando un extraño sobre blanco que Naruto ignoró


-¿Qué le dijiste a Itachi, bastardo?- empuñó ambas manos, tratando de reemplazar la tristeza por el enfado…no lo logró


Sasuke sonrió ampliamente al ver la dolida expresión de Naruto. Había valido la pena seguirlos


-Te lo advertí y no quisiste escuchar- alardeó, moviendo la carta de un lado al otro, paseándola frente al rostro de Naruto. –Itachi es tan… ¿Cómo decirlo?, sentimental que no quiso decírtelo. Pero yo si- le entregó el sobre, ensanchando cada vez más la sonrisa


Naruto dudó en abrir el sobre, aun perplejo por lo que estaba pasando


Sus dedos rompieron la esquina superior del papel, su rostro ensombreció al leer el enunciado que dejaba al descubierto todo


Era una invitación, la invitación a la boda de Konan e Itachi


Un par de gotas humedecieron el papel que Naruto se encargó de arrugar


-Deberías ver tu cara en estos momentos- enfatizó Sasuke, retirando con suavidad una de las lagrimas que descendían silenciosas por las mejillas de Naruto. –Es la de un completo perdedor…


Y aunque Sasuke se regocijaba con su dolor, no podía evitarlo. ¿Cómo Itachi podía ser tan hipócrita?


No lo entendía


Primero le decía que lo amaba y después…después lo botaba de nuevo, como si fuera un simple juguete con el que podía divertirse. ¿Y sus sentimientos?... ¿y su amor?


-Y ya que Itachi no está disponible- Sasuke sonrió triunfal antes de alzar el mentón de Naruto con su pulgar. Lentamente cerró los ojos, saboreando aquel beso, un beso que sería correspondido esta vez


Un doloroso gemido secundó al fuerte golpe en su parte intima. Sasuke se dobló, producto del daño recibido


-Ni aunque me paguen- espetó Naruto, limpiándose la boca con su antebrazo. Sus emociones eran un lio en ese momento, se sentía triste, decepcionado, usado y a la vez molesto con Itachi


Ooo


La semana había transcurrido sin ninguna novedad. Después de la fatídica noticia, Naruto había optado por permanecer dentro del nuevo apartamento de Itachi


Las maletas seguían en el mismo sitio que Itachi las había dejado. Naruto había sacado algunas prendas para vestirse diariamente pero fuera de ese hecho, sus pertenencias seguían dentro de las valijas


Esa era la segunda vez que se mudaba, y daba la impresión que cada vez que lo hacía, una parte de él se rompía. Ahora estaba a merced de la soledad, lo había perdido todo y las esperanzas de recuperar esos lazos habían desaparecido días atrás con la partida definitiva de Itachi


Curiosamente, Itachi ya tenía todo preparado para él. La alacena estaba llena de comida enlatada, pastas y alimentos encurtidos llenaban los dos grandes estantes de la cocina, y aun así, Naruto había comido muy poco, solo cuando el estomago le exigía probar algún bocado, lo hacia


Estaba triste, ridículamente decepcionado y con una grieta en el corazón que duraría mucho en sanarse…


Sin embargo no lloró, sus ojos se rehusaron a derramar nuevas lágrimas tras leer la invitación a la boda de Itachi, hecho que solo intensificó su dolor


Ya no podía descargarse mediante el llanto, ya no podía correr a los brazos de alguien más en busca de consuelo, ya fuera algún amigo, su padrino, o el propio Itachi


Los ojos azules habían perdido el característico brillo que los hacía resplandecer semanas antes. Su alegría se había esfumado, pero no tenía porque sorprenderse ¿verdad?


Todos se iban de su lado


Ya no había motivos para reír, para sonreír


No había con quien conversar, con quien discutir


No había a quien amar…


Pero no debía ser egoísta ahora, Itachi seria feliz al lado de Konan dentro de poco tiempo


Quizá fuera ese el motivo que lo mantenía aun en cama, pese a ser mediodía. Su propia ansiedad lo había traicionado al observar ese sobre blanco que seguía sobra la mesa de centro de la sala


Y ese día se llevaría a cabo la boda. Ese lunes sería el peor día de todos para él y al mismo tiempo el mejor día para Itachi y Konan


Sus pasos se perdieron con el repiqueteo del teléfono


Lo había instalado Itachi también pero ese aparato podía sonar hasta cincuenta veces al día sin resultado alguno


Naruto no contestaría las llamadas, puede que la leve chispa de ilusión dentro de él le afirmara que Itachi iría a verlo si no contestaba las llamadas


Nuevamente se equivocó, Itachi no había ido a verlo ni lo haría más, se lo había dicho antes de despedirse y él seguía aferrándose a una fantasía lejana, una donde Itachi tocara a la puerta, que cuando la abriera él estuviera ahí, mirándolo con altivez y cierta arrogancia, pidiéndole perdón, arrepintiéndose por haber terminado su relación, pidiéndole otra oportunidad y olvidándose de todo lo demás, de Konan, de los asuntos relacionados con la empresa, del dinero y del pasado


Tres firmes golpes contra la puerta hicieron que Naruto detuviera sus pasos hacia el baño para dirigirse a la entrada. Su corazón latió con alegría al tener la perilla entre sus dedos


-Itachi yo…


-Correspondencia para- el hombre de traje azul leyó nuevamente el reverso de la tarjeta. –Uzumaki Naruto- continuó, mirando con extrañeza al desaliñado muchacho de tristes ojos azules


-Soy yo- la sutil sonrisa se distorsionó en un gesto de decepción


Después de que el cartero le entregara el sobre, Naruto cerró la puerta y deslizó su espalda por la misma hasta llegar al suelo, pasando a abrazar sus rodillas contra su pecho


Ooo


-¿Todo bien?- Sasuke sonrió displicente al observar a su hermano, de pie frente al espejo, con la mirada perdida y usando un elegante frac negro


Itachi asintió por inercia, pasando a mirar esta vez el traje negro que mecánicamente se había puesto


El día había llegado. Tras un sinfín de evasivas y farsas banales. Nada había funcionado


Al menos la situación no había empeorado. Shisui le había asegurado que las marcas en el cuerpo de Sasuke se debían a un forcejeo y posible ultraje a su cuerpo, no obstante, la penetración no se llevo a cabo. Sasuke estaba bien


Naruto también lo estaba. No había día que no se presentara a la fachada de su casa, con la única esperanza de poder verlo a la distancia, con eso se conformaba, y ni siquiera sus deseos por verlo se habían visto satisfechos


Naruto nunca estaba cuando él acudía, las luces del apartamento siempre estaban apagadas de noche y Naruto adoraba permanecer despierto hasta tarde, eso solo confirmaba el hecho de que Naruto seguramente había encontrado pareja, alguien con quien salir por las noches para divertirse, para…olvidarlo


Y si había existido alguna duda anteriormente, quedaba relegada a segundo término. Naruto tampoco contestaba el teléfono, las decenas de llamadas diarias, por la mañana y por la tarde


Naruto nunca estaba en casa, probablemente solo permanecía allí las madrugadas, solo para conciliar el sueño y después se iba con algún pretendiente


Porque Naruto era hermoso, todo en él lo hacía una pareja formidable, desde su físico hasta el gran corazón que poseía y el cual había roto una semana atrás


De cualquier forma todo estaba dispuesto ya. Las invitaciones, el salón donde se llevaría a cabo la celebración, solo había un detalle que se le escapaba de las manos


-Por cierto, no seré yo tu padrino- Sasuke cerró los ojos al apoyar la espalda contra la pared. Itachi dejo de mirar su reflejo, aun estaba absorto en sus pensamientos, en sus dolorosas divagaciones que no tenían sentido. –No te preocupes, ya se lo comunique a Konan y me dijo que estaba bien mientras consiguiera a alguien mas


Itachi frunció levemente el entrecejo, no por las palabras de Sasuke sino por lo mal que le sentaba escuchar cualquier cosa referente a la boda, aun no lo asimilaba, ni lo haría, su corazón seguía perteneciendo a Naruto y lo único que le tranquilizaba era saber que Orochimaru había sido detenido en una de las aerolíneas cuando pretendía salir del país. El dinero de la empresa y el contrato habían sido de ayuda después de todo


Con un suspiro mal contenido, regresó al probador. Todo le hacía mal últimamente, el espacio vacío junto a su cama, la monotonía de su vida, el silencio de su casa, la ausencia de Naruto…


Extrañaba sus besos, sus desmedidas muestras de afecto, sus comentarios infantiles y fuera de lugar, los "te amo"


Sasuke negó en ademan al escuchar los suaves sollozos provenientes del vestidor. Se le pasaría, nunca había visto a Itachi tan destrozado por un amorío pero estaba seguro de que solo seria pasajero, era cuestión de que Itachi contrajera nupcias y se olvidaría rápido de Naruto, entonces sería su momento de actuar, una vez que la boda concluyera, las vidas de ambos tomarían su ritmo normal, quizá uno mejor


Ahora tendría la oportunidad de conquistar a Naruto, no sería fácil pero el hecho de que el rubio representara un desafío de algún modo avivaba su deseo por cortejarlo. Itachi se quedaría con Konan y él se centraría en enamorar a Naruto


Ooo


La aborrecida hora había llegado. Naruto desvió la mirada del reloj de pared hacia sus rodillas. Su sonrisa rota, su corazón roto, sus esperanzas muertas y una infinita tristeza que se reflejaba en sus pupilas


Pero quería al menos poder decir adiós. Si Itachi lo había hecho, si él había tenido la oportunidad de despedirse por más falsa y vacía que fuera su despedida, entonces él también lo haría. Solo de esa manera lograría olvidarlo, solo si presenciaba con sus propios ojos al hombre que amaba podría dejar todo en el olvido


Y las ataduras caerían, y el entusiasmo regresaría…


Ooo


La iglesia estaba totalmente llena. Los adornos florales despedían una dulce fragancia que se extendía entre los asientos, ahora, vacios


Todos estaban de pie, con la mirada fija en la entrada


Abogados, empresarios de renombre, general administrativo, familias que venían desde otros países solo para presenciar la boda ejemplar de su pariente


Y él pasó saliva, su cuerpo tembló al ver pasar a Itachi, con la mirada en alto y su característico porte. No reparó en ninguna presencia a su alrededor, continuó adelante con paso firme, acaparando las miradas


Naruto se inclinó hacia adelante, su labio inferior tembló y la única forma que encontró para descargar todas las emociones que le recorrían el cuerpo, fue la de rasgar el respaldo de la banca frente a él


Se arrepentía, no debió presentarse, debió rechazar la invitación, el estúpido y masoquista pedido que lo acreditaba como el padrino de Itachi, porque aun creía que era mentira. Creyó que no habría nadie ahí dentro, creyó que Itachi no se presentaría, creyó cualquier cosa, menos la verdad…


Itachi vestía tan elegante, tan apuesto que el cosquilleo en su estomago no se hizo esperar. El mismo síntoma de enamoramiento, la misma sensación que lo invadía cuando Itachi estaba cerca de él


Pero ahora todo era diferente, Itachi no estaba ahí para él, Itachi no lo veía a él, Itachi iba a casarse y eso no podía soportarlo


Se sentía extrañamente débil, como si las energías hubieran abandonado su cuerpo, privándolo de moverse, de huir de semejante acontecimiento


Sasuke caminaba entre las bancas, mirando en derredor, buscando a Naruto. Había demasiada gente, muchos más invitados de los previstos se habían presentado a la iglesia


Todos vistiendo formalmente, las féminas usando galantes vestidos azules, mero capricho de la novia


Sin embargo, Naruto no estaba por ningún lado, Sasuke llevaba buscándolo mucho antes de que la ceremonia diera inicio. Y habría jurado y perjurado que Naruto iba a ir, porque era un idiota y porque probablemente se presentaría para intentar persuadir a Itachi, cuestión que no permitiría por ningún motivo


Naruto se cubrió la boca con ambas manos cuando Konan ingresó acompañada del brazo de un hombre de mediana edad, de cabello oscuro y ojos negros, tan serio como Itachi y una mirada sombría, carente de emociones


Iba a hiperventilar, el despampanante vestido blanco se ondulaba cada vez que Konan daba un paso


Ni siquiera las gafas oscuras consiguieron cubrir su tristeza, las lágrimas se deslizaron una a una, bajando por sus mejillas, trazando un húmedo camino por ellas


Naruto alzó la mirada más dolido que nunca, y lo que vio solamente lo entristeció más


Itachi mantenía ambas manos sobre su cuello, jugando con algún objeto, no hubo necesidad de acercarse para saber que se trataba del collar que le había obsequiado, aun lo usaba, lo tenía puesto y eso solo significaba que no lo había olvidado


Quiso gritar que se detuvieran cuando el sacerdote hizo acto de presencia. Deseaba parar todo y al mismo tiempo quería desaparecer, salir de ahí para nunca más volver, ir a cualquier lado, aun si sabía que las puertas estarían siempre cerradas para él


"No llores, no llores, no llores…"


Y cuando pensó que nada mas podía empeorar una presencia ajena lo tomó del brazo, forzándolo a desviar su mirada hacia la persona que lo había sujetado


-Me alegra verte- Naruto se mantuvo estático al ver la sonrisa hipócrita de Sasuke, porque eso era para él, un simple acto de hipocresía, quería lastimarlo y lo lograría, siempre lo hacía. –No se permiten gafas…- pero el rubio no le permitió que se las retirara, prefería que lo apuñalaran antes de demostrarse débil frente a Sasuke, especialmente en ese momento


-Suéltame- pronto los asistentes se volvieron para observar la pelea que se avecinaba entre el hermano del novio y un desconocido muchacho rubio que vestía informalmente y usaba gafas oscuras además


Naruto se contuvo de arremeter un fuerte puñetazo contra el bastardo que lo sujetaba de ambos brazos, lo último que quería en ese momento era llamar la atención, desafortunadamente ya lo estaba haciendo, o eso supuso al escuchar los gemidos de sorpresa en derredor


-¡Bastardo malnacido!


La fuerte exclamación propició que Sasuke dejara de sujetarlo para devolver su atención hacia Itachi, el cual había derrapado de bruces en el suelo al recibir un fuerte golpe en el rostro


Las personas murmuraban, el sacerdote se escandalizaba y Konan se limitaba a mirar el contrato que ardía sobre la alfombra, segundos antes de que uno de los presentes lo apagara al vaciarle encima agua de una botella


Ni siquiera el sonido hueco del encendedor al caer pasó desapercibido a esas alturas


Naruto se paró de puntillas, tratando de observar lo que sucedía a varios metros delante de él, sin éxito alguno, los invitados le obstruían el paso y la mayoría eran más altos que él, solo algunos niños se habían quedado atrás, imposibilitados para abrirse paso entre los mayores


-Itachi, ¿Qué carajo?- la voz de Sasuke lo inquietó aun mas


-Lo siento- Itachi musitó en el suelo, pero el silencio que secundó al golpe fue tal que sus palabras lograron filtrarse a los oídos ajenos. –Pero no te amo Konan, y lo sabes- un hilillo de sangre descendió de sus labios


-Teníamos un acuerdo- el tono que empleó Konan no denotó aflicción en lo absoluto, solo sus ojos evidenciaron el dolor del que era presa


-Lo pagaré de otra forma. Quédate con la empresa, con mi empleo, con mi casa- Sasuke bufó al escuchar lo último. –Quédate con lo que quieras pero no conmigo- las risas no se hicieron esperar. Naruto no sabía si reír o llorar al escuchar los murmullos de Itachi, sabía que el muchacho no podía verlo pero quería que supiera de algún modo que estaba ahí


Rápidamente se abrió paso entre las personas, empujándolas con los codos, escabulléndose debajo de ellas. Naruto tiró las gafas antes de hacerle frente al muchacho que estaba siendo sujetado del cuello de la camisa por el padre de Konan


-Itachi…


"No te cases "


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