Las primeras clases habían transcurrido demasiado lentas para su gusto, especialmente la hora asignada para química. Deidara no se había presentado ese día al instituto y Naruto no pudo evitar sentir cierta culpabilidad por ello, seguramente su ausencia se debía a aquel fuerte golpe asestado en su nariz, producto de la ira contenida. Tenía que ser menos violento en ese sentido
Cuando la campana sonó, se apresuró a salir al patio, llevando esta vez su propio almuerzo, no porque no llevara dinero consigo sino para evitar cruzarse con el muchacho pelirrojo ese día. Se sentiría una completa basura cuando Sasori le preguntara por la cita que habían acordado para la salida. Y todo por ser tan impulsivo y no detenerse a analizar un poco las cosas, le gustaba Itachi y mucho, lo suficiente como para intentar llevar una relación "más o menos" sana con él
Que Itachi fuera el más guapo de todo el instituto no tenia porque hacerle sentir inferior, tampoco el hecho de que el muchacho fuese uno de los mejores de su clase, mientras que él…bueno, era él
No disponía de excelentes notas, en realidad apenas eran pasables y estaba consciente que le sería más complicado sobrellevar las materias ahora que su amigo no le ayudaría para nada, se conformaba con que el aspirante a artista no hubiera ido a la dirección para acusarlo por aquel golpe en la nariz
Cómodamente, se sentó en uno de los columpios. Definitivamente no iría a la cafetería, aunque eso implicara no ver a Itachi hasta la salida
Diablos, Itachi tenía razón, siempre escapaba de los problemas, no que quisiera hacerlo, pero a cualquiera le sería sumamente difícil quedar como un maldito al cancelar por segunda ocasión una cita con el amigo de su novio...Rayos, hasta la frase en si sonaba muy mal
A diferencia del patio central, los jardines junto al estacionamiento estaban prácticamente vacios. Claro, ¿Qué idiota se alejaría tanto de su salón correspondiente como para no escuchar el timbre de ingreso?
Él, y no le importó en lo absoluto. Al menos el ambiente era mucho más agradable, no había tanto ruido, exceptuando el sonido de las regaderas sobre el pasto y el motor de algún automóvil que estaba por salir del plantel
Sin mucho ánimo, comenzó a comer las galletas de chocolate al tiempo que se mecía con suavidad sobre el columpio, impulsándose con los pies. Era la ventaja de explorar todo el instituto desde el primer día, conocía a la perfección las secciones, aunque nunca se detenía a observar a los demás estudiantes, pareciera que lo ignoraban, ¿Por qué no hacer lo mismo también?
La suave vibración proveniente de uno de los bolsillos de su pantalón lo alertó de inmediato. Cesó con el insistente balanceo para sacar el celular, sus dudas se aclararon al leer el nombre del contacto en la pantalla: Itachi
Esta vez no era un mensaje, se trataba de una llamada, misma que él no quería atender, no si eso significaba ver a Sasori y rechazarlo por segunda ocasión. Simplemente podía apagar el teléfono, centrarse en la nada como actualmente hacia y disfrutar su desayuno con calma
El móvil en sus manos volvió a vibrar, sin darle tiempo de oprimir la tecla. Volvió la vista a la pantalla, apreciando ahora un nuevo mensaje
-Quiero verte- leyó en voz queda, desviando ahora la mirada hacia el frente. Itachi podía esperar a la salida, estaba convencido de que no se trataba de nada urgente, y nuevamente una punzada lo recorrió entero al recordar su actitud, misma que irritaba a Itachi, lo estaba evadiendo, aunque ahora tenía una justificación y era Sasori. Por otro lado…
Solo faltaba un mes y dos semanas para que Itachi se graduara, eso sin contar esa semana. Por lo tanto ya no podrían frecuentarse mucho, no, él no deseaba pensar en el futuro, le abrumaba el solo hecho de imaginarse a Itachi con otra chica cuando estuviera en la universidad
Un nuevo mensaje apareció en el móvil. Naruto suavizó la mirada, forzándose a leerlo también
-Por favor- fue todo, si quería que las cosas realmente funcionaran, tenía que poner de su parte también. Aun si eso implicaba lastimar a una persona más, esta vez no era un amigo suyo pero comenzaba a considerarlo como uno
Apagó el celular antes de bajar del columpio, sacudiendo poco después el polvo en sus pantalones
-Ah…- suspiró agobiado, con su cabeza apoyada sobre la palma de su mano y su mirada fija en la ventana
-¿Pasa algo, Sasori?- le preguntó el peliplateado, quien, cansado de escuchar los frecuentes suspiros de su compañero pelirrojo, se dignó a preguntar de una buena vez que era lo que le pasaba
-Nada- mintió con una sonrisa burlona. Hidan movió la cabeza hacia ambos lados, en negación
-Si es por la advertencia de la comadreja- se echó a reír sin remordimiento alguno, ignorando la dura mirada del pelirrojo. –Ya olvídalo, seguro estaba bromeando- palmeó la espalda de Sasori, recibiendo a cambio una mirada inquisitiva
El que Itachi se le plantara en medio del patio para advertirle que no volviera a frecuentar a Naruto ni en sueños no era lo que lo tenía en aquel estado. Sino la posibilidad de que Naruto le gustara, ¿de qué otro modo no dejaba de pensar en él?
Desde que lo vio le resultó lindo pero era todo, en cambio ahora no podía ver ningún objeto de tonalidad azul sin que aquellos grandes y expresivos ojos azules se cruzaran en su mente
-¿Quién?- amplió Hidan la sonrisa al contemplar como su compañero se alborotaba el cabello con ambas manos, siempre hacia eso cuando iba a salir con alguna chica
-¿Quién, qué?- preguntó Sasori a su vez. La clara amenaza de Itachi no le había intimidado en lo absoluto, solo no quería inmiscuirse en otra "posible" relación, era por ello que optó no salir al patio y prefirió quedarse en su salón a conversar cualquier trivialidad con su compañero
-¿Quién te gusta?- Sasori exhaló, derrotado. Se incorporó de la silla, cuidando de no estropear el cartel que recién terminaba de hacer para la clase de arte
-Cierto chico rubio de ojos azules- admitió, cruzando los brazos tras de su nuca. Hidan lo miró incrédulo
-¡Por Jashin!- exclamó sumamente alarmado. Como si le acabaran de confesar el peor de los pecados. Sasori rodó los ojos con indiferencia. – ¡Te gusta ese tal Deidara!- golpeo la banca con ambas manos, produciendo un fuerte ruido dentro del salón
-Algo así- mintió Sasori, rindiéndose ante la poca capacidad de razonamiento del Jashinista
Naruto se apoyó con torpeza en la pared, aun de espaldas logró dar con el interruptor del único foco dentro del cuarto de aseo. Sus dedos temblaron al oprimirlo mientras su boca seguía siendo devorada por aquel apuesto muchacho de cabello negro
-Ah…Itachi- jadeó entre ambas bocas, apenas el moreno se apartara para tomar aire y continuar con su labor, estampando con mayor desesperación sus labios contra los suaves de Naruto, este separó los labios ligeramente, permitiéndole a Itachi acariciar cada rincón de su boca. Sin duda el muchacho besaba bien, tanto que era frustrante no poder seguirle el mismo candente y frenético ritmo con la lengua. No sabía si se debía al lugar, a lo peligroso del asunto por besarse dentro del colegio, aunque fuera a escondidas para que ningún prefecto los viera, o solamente era…
-Detente- Naruto lo apartó, con un violento sonrojo en el rostro. Itachi acató de inmediato, separándose solo un poco. Los provocativos ojos azules brillaron expectantes, confundidos y con la misma chispa de deseo que tenían los suyos. Lentamente, acortó la distancia para tomar a Naruto de la cintura, mientras apoyaba su frente sobre la de él
Naruto lo miró fijamente a los ojos, perdiéndose en las pupilas escarlata bajo las largas pestañas del mayor. La expresión de Itachi no cambió, seguía serio y altivo
-Estas…- Naruto desvió la mirada, aun mas apenado al percatarse de lo incomoda de la situación. Podía sentir aquella erección rozando su abdomen
Itachi lo tomó de las mejillas con suavidad para volver a besarlo, sin mayor reparo o preocupación por lo que sucedía. Naruto correspondió el contacto labial no sin cierta timidez. Había estado conversando un poco con Itachi en la cafetería, apenas expresándole sobre los deberes que tenía ese día, primeramente la tarea, después presentarse a la heladería y quizás si disponía de más tiempo, podrían salir a cenar juntos. La sola idea le emocionaba
-Duro- murmuró Naruto cuando rompieron por tercera ocasión el beso. Itachi no se inmutó en lo más mínimo, después de tanto roce era lógico que terminara con tremenda y dolorosa erección, el problema ahora seria atenderlo
Compasivo, Naruto lo miró. Solo una vez le había ocurrido algo similar y fue en su anterior colegio, a diferencia de Itachi, le sucedió en el salón, cuando uno de sus compañeros cayó accidentalmente sobre su regazo. Era más que sabido por sus compañeros que era homosexual, así que la broma continuó cuando el chico comenzó a restregársele y le produjo una erección. Además de humillante le resultó doloroso soportar unos minutos antes de ceder y pedir permiso para ir al baño
-Nunca he hecho algo así- Naruto se puso de rodillas ante la mirada atónita del mayor. Bajó el cierre de los pantalones ajenos, sintiendo el calor golpearle el rostro. Antes de que pudiera continuar, Itachi lo detuvo, cerrando su mano alrededor del brazo del rubio
-No es necesario que lo hagas- se arrepintió con cada fibra de su ser por haber dicho algo así. Aun más cuando Naruto lo observó ofendido
Tenía que aprender a cerrar la boca
-Entonces no lo haré- musitó Naruto, levantándose de inmediato. No miró ni una sola vez atrás cuando se dispuso a salir del cuarto. Azotando la puerta con suma molestia, ojala le doliera mucho
Itachi acomodó su cabello negro hacia atrás mientras con su mano libre subía el cierre de sus pantalones. No quería que Naruto hiciera "eso" de manera obligada pero al ver la expresión herida del menor se dio cuenta de su error y de que posiblemente Naruto si quería hacerlo. Era tan confusa su actitud que ya no sabía cómo interpretar sus acciones. Además…no era un lugar precisamente adecuado para llegar a mayores, aunque Naruto solo trataba de ayudarlo
Estúpido
Naruto irguió la espalda y continuó su camino. Ofendido, y herido de que Itachi lo detuviera, ¿es que le tenía asco ahora?
Mejor debió quedarse en el columpio, al menos allí nadie podría molestarlo, ni Itachi, ni algún estudiante curioso de preguntarle sobre el triangulo amoroso del que formaba parte, ni…
-Sasori- se frenó en seco, incomodo de que el pelirrojo estuviera fuera de su salón de clases. Como si no fuera suficiente drama el que tenia con Deidara e Itachi, seguramente Sasori lo había estado buscando en la cafetería. Se apenó por no habérselo dicho antes, y pese a que se había molestado con Itachi, sabía que solo era temporal, no volvaria a tomar decisiones precipitadas. Ya hablarían al respecto y si no aclaraban nada, tenía la opción de golpearlo hasta el cansancio
-Quiero pedirte una disculpa- Sasori se aclaró la garganta al articular las palabras. El semblante de Naruto reflejó confusión por la disculpa, era él quien tenía que disculparse no Sasori
-De que…
-¿Podemos hablar a solas un momento?- le interrumpió Sasori, reparando en las miradas curiosas de los demás estudiantes pertenecientes al grupo de Naruto
-Está bien- accedió, cada vez mas confundido. Una vez que se apartaron hacia uno de los pasillos aledaños. Sasori cerró los ojos, recargando su cuerpo en la pared
-Sobre la cita- habló despacio. Naruto ladeó levemente la cabeza, se veía tan adorable que Sasori sintió deseos de…
-Perdón- Naruto eludió la mirada del joven pelirrojo, reprimiéndose por su impulsividad de antes. –Itachi y yo estamos saliendo…de nuevo- tuvo que agregar forzosamente lo último, a sabiendas de que el pelirrojo no estuviera enterado de ello, sin embargo no era así, Sasori sabia a la perfección que habían vuelto a ser novios, si la amenaza de Itachi y el hecho de que no viera a ninguno de los dos en la cafetería no daban por sentado ese hecho, entonces nada lo hacia
-Ya lo sé- comentó con indiferencia. Naruto entrecerró los ojos, lo había estado evitando para nada. El muchacho ya estaba enterado de todo seguramente por Itachi
-De veras lo siento- reiteró, incomodo de que el pelirrojo no lo mirara. Si estaba molesto con él lo comprendía perfectamente, le había prometido ir a esa cita, aun después de que Itachi se presentara afuera de su casa con la intención de aclarar las cosas. Era un maldito. -¿Aun podemos ser amigos?- preguntó en voz baja, consciente de que la respuesta seria un rotundo "no" al menos no quería verse muy brusco al cortar la plática para irse a su salón nuevamente
-Por supuesto- sonrió el pelirrojo, apartándose de la pared. Naruto pestañeó con suavidad cuando el muchacho pasó a su lado. Realmente no creyó que fuera a aceptar
-Si puedo recompensarte de alguna forma- pronunció Naruto con la mirada baja. Sus labios se curvearon hacia abajo, estaba harto de decepcionar a las personas que lo rodeaban. Sasori se devolvió sobre sus pasos al escuchar el quedo murmullo del chico
Frente a él, se agachó un poco. Naruto levantó la mirada
Y sus labios se tocaron, de manera suave pero sin llegar a ser un roce. Era un beso, tal como el que le dio en la cafetería. Aunque de diferente forma, aquella vez había sido muy brusco y ahora…
Sus ojos se cerraron, no se movió. Simplemente se quedo quieto unos instantes, permitiéndole a Sasori aquel contacto. Apenas unos segundos y el mayor se apartó, sumamente agradecido y un poco sorprendido por no recibir ningún golpe
-Estamos a mano- sonrió una vez más para luego alejarse, dejando a Naruto confundido y con un suave cosquilleo en los labios
Caminaba deprisa por la calle. Acomodándose el cuello de la camisa sin aminorar el paso. Como siempre, Jiraiya no estaba en casa cuando ingresó con la única intención de vestirse apropiadamente. No había visto a Itachi a la salida pero tampoco se molesto en esperarlo. Llevaba mucha prisa y se lo había dicho antes, era indispensable conseguir ese empleo para ayudar un poco con los gastos del departamento
Respiró agitado al detenerse frente a la conocida heladería, era extraño no haber acudido el fin de semana como solía hacer con Deidara. Sin embargo, eso estaba en el pasado, ahora estaba ahí por otra razón, una más importante que hablar de chicos guapos y materias reprobadas
-Buenas tardes- saludó con timidez la chica de cabello negro y largo. Sus ojos grisáceos acentuaban aun más la palidez de su rostro, el cabello le caía bajo los hombros, se veía igual de guapa que de costumbre
- Hola- entusiasmado, Naruto se acercó a ella, deteniéndola del brazo antes de que la chica lo guiara hacia una de las mesas
-¿Q-Quieres sentarte afuera?- tartamudeó la ojiperla, un fuerte sonrojo se extendió por su rostro y Naruto podría jurar que en cualquier momento se desmayaría. Así que decidió no soltarla
-No- aspiró ansioso. Relamiéndose los labios. –Solo quiero preguntarte si no hay puestos vacantes para…ya sabes- se rascó la nuca, incomodo por la mirada que le dirigía la muchacha. –Un empleo
Hinata se mordió el puño con suavidad, sus mejillas seguían tan rojas como una manzana y se limitaba a mirar de soslayo al apuesto muchacho que no había ido el sábado al establecimiento como usualmente hacia
-No sé- confesó con franqueza. –Necesito preguntarle a mi papá, volverá pronto
-Entiendo- Naruto tomó asiento junto a una de las mesas. Gracias al clima no había tantos clientes como otras veces. –Puedo esperarlo- una sonrisa de seguridad adornó su rostro. –Mientras tanto pediré lo de siempre- Hinata asintió, retirándose al interior del local para minutos más tarde volver con una copa con dos bolas de helado de vainilla
La chica se alejó hacia la puerta una vez más, con los nervios a flor de piel, un centenar de mariposas revoloteando dentro de su estomago y el sonrojo que se negaba a desaparecer de sus mejillas
-No creo que venga alguien pronto- comentó Naruto, pensativo. Hinata se giró sobre sus tobillos, obligándose a verlo. -¿Por qué no te sientas y comes conmigo?- inquirió sin ninguna doble intención. –O… ¡Oye! - y tuvo que ir hasta donde la chica antes de que esta cayera al suelo por escuchar aquella petición
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