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Last case por RLangdon

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Naruto suspiró al ver la larga pila de papeles amontonados sobre el escritorio
 
-Esto es aburrido, dattebayo- arrugó la nariz y tomó un par de archivos para leerlos superficialmente
 
-Naruto- le espetó Sasuke a sus espaldas. El rubio se enderezó en la silla y, con fingida elegancia, releyó el escrito. -Si quieres convertirte en un autentico detective tendrás que lidiar con la teoría primero
 
-Pero yo quiero acción- replicó Naruto con un mohín de fastidio. Entendía perfectamente que para ello debía prepararse fisica y mentalmente pero ya estaba ansiando que llegara ese momento y ver su sueño cumplido
 
-En ese caso estudia- alargando un brazo por encima del hombro de Naruto, Sasuke señaló la segunda hilera compuesta por varios volumenes de criminología. -Tienes mucho tiempo para ello- esperó pacientemente a que el rubio se virara en su dirección para besarlo, fue un beso corto que expresaba una promesa oculta
 
-Sasuke...- Naruto titubeó en llamarlo al ver que el Uchiha se alejaba hacia la puerta del estudio. Había acondicionado varios módulos de la vivienda solo para él y se sentía en deuda por eso
 
Sasuke se detuvo en el umbral, ignoró las señas que Suigetsu le hacía en en pasillo y se volvió momentaneamente hacia Naruto, lo vio sonreír cálidamente antes de pronunciar:
 
-Gracias
 
***
 
Kakashi no comprendió del todo el motivo del alboroto (producto de una simple misiva matutina), sin embargo, lo adjudicó con las dos razones que más angustiaban a Itachi desde hacía varios meses
 
Era de noche, y pese a que el cielo estaba despejado, la oscuridad les impedía movilizarse debidamente. Siempre habían complicaciones cuando el astro solar se ocultaba. La escasa iluminación les impedía dilucidar plenamente el terreno, detalles relevantes escapaban cuando se efectuaban ese tipo de rutinas circunstanciales en pos de encontrar información a la brevedad posible
 
-Más despacio-  vociferó Kakashi mientras se encargaba de iluminar la zona empinada con una de las lámparas reflectoras. -No tenemos permiso para...- la voz perdió intensidad luego de que Itachi se diera vuelta para escudriñarle con aplomo
 
-No puedo perder más tiempo- apretó el paso y dio la órden de derribar la puerta con un simple ademan que de inmediato fue captado por el escuadrón comandado por Shikamaru. Fue Chouji Akimichi quien arremetió contra la superficie de roble con todas sus fuerzas. Los goznes cedieron tras el tercer impacto del cuerpo rollizo. La infraestructura se hallaba sumido en la penumbra y ni un ruido salió a relucir cuando el grupo de cinco hombres se abrió paso por el solitario pasillo
 
Itachi mantuvo la calma en tanto inspeccionaba cada recoveco del departamento. Revisó cada sección y cada mueble, buscó algún indicio que le permitiera saber que no iba tras la pista equivocada
 
"Siempre estuviste tan cerca" se dijo en tanto analizaba los escasos papeles de una de las repisas del comedor. Estaba tan ansioso de dar con el más ínfimo rastro que no reparó en nada más. Ni siquiera se percató de en qué momento Kakashi, Shikamaru, Chouji y Sai se reunieron para evaluar la situacion
 
-Itachi
 
Itachi dejó caer uno a uno los papeles insignificantes que tenía en sus manos. Había decidido acudir allí luego de enterarse de las identificaciones falsas que habían sido fichadas en un hotel cerca de la zona. Una de ellas pertenecía a su antiguo compañero del colegio: Deidara
 
Sasuke sabía muy bien como acceder al sistema para capturar dichos datos. Fugaku lo había puesto al tanto de ello a sus ocho años. Y toda la información recopilada llevaba a ese lugar en especifico
 
¿Cómo es que no se dio cuenta antes?
 
Hebi (serpiente), estaba relacionado con el único mentor que tuvo Sasuke antes de la tragedia suscitada en el clan. Orochimaru había sido mayormente reconocido por su conocomiento con los reptiles que como catedratico en sí. Pero no era todo, había un mensaje cifrado tras aquel alias creado por Sasuke. De no haber sido por Shikamaru, Itachi no se habría dado por enterado
 
Los detalles siempre le pasaban desapercibidos. E Itachi jamás esperó que el mote empleado por el asesino en que se había convertido su hermano, estuviera estrechamente relacionado con su pasado
 
Si se rebuscaba más a fondo el término de Hebi, podían extraerse otras variantes. Tal como lo había demostrado Shikamaru al calibrar la hipotesis de la cifra númerica expuesta del alias
 
El helio estaba representado en la tabla periódica con el simbolo "He" mientras que su número atómico exhibía un número par, en cuyo caso era el dos. Por otra parte estaba el bismuto, representando el "bi" restante del mote. Su valor atómico era de ochenta y tres. Por consiguiente, cada dato estaba anexado a un número. El doscientos ochenta y tres pertenecía únicamente a los departamentos centrales. Lo suficientemente ocultos del bullicio, pero a la vez lo bastante cerca de la estación de policía regida por Itachi
 
Era hilarante que le llevara tanto tiempo darse cuenta de hacia dónde conducían dichas pistas. Sasuke había tratado de decírselo desde el principio. Una especie de reto mental inevitablemente guiado para un reencuentro
 
Sin embargo ya era tarde. Itachi lo dio por sentado al contemplar la expresión alicaida de los ahí presentes
 
-Esto estaba en el sótano- profirió Shikamaru con seriedad. Itachi trató de disipar sus nervios y aquella sensación de derrota que le proveía la mirada lacónica de Kakashi
 
La mano de Itachi tembló ligeramente al hacerse de la nota. Estaba sellada en un sobre en blanco pero todo indicaba que la habían dejado allí con el proposito de que él la encontrara
 
Al abrirla, Itachi experimentó un terrible malestar. Reconoció al instante la caligrafía de Naruto
 
"Itachi, tal vez cuando leas esto yo ya no esté aqui, dattebayo. Los dos últimos días han sido algo confusos y empiezo a olvidar nuevamente mi pasado, pero no te preocupes, de ti no creo olvidarme..."
 
Itachi hizo un intento por continuar leyendo, los ojos se le habían empañado en una fina capa de lágrimas que se rehusó a soltar
 
"Sasuke me ha ayudado mucho estos días. Dijo que de ahora en adelante se encargaría de cuidarme y yo le creo...
 
Me he propuesto ayudarlo tambien a superar el odio que tiene, dattebayo. Le dije la verdad sobre ti y tus deseos por protegerlo. Al principio no me creyó, se molestó mucho y dijo que solo trataba de defenderte. Ahora me cree un poco más, pero admitió que le será dificil olvidar el que lo hayas abandonado
 
Sasuke no me dijo a dónde iremos, y yo tampoco se lo pregunte. Sé que esta tratando de asimilar que en realidad eres buena persona y te has sacrificado para que él pudiera tener una vida mejor lejos del clan
 
En cuanto a mi, me siento algo frustrado por no haber podido ayudarlos, pero no pienses que he desistido. Sé que podré convencer a Sasuke para que te perdone. Solo necesita tiempo
 
Tambien quiero darte las gracias por lo que hiciste por mí, Itachi. Me salvaste de la oscuridad en que me encontraba y me diste una nueva vida. Yo haré lo mismo por Sasuke
 
Esta carta no es una despedida, solo un hasta luego. Estoy ansioso porque algún día nos veamos los tres sin más obstaculos en el camino
 
Firma...."
 
-¿El detective naranja?- inquirió Chouji al leer el último parrafo
 
Las comisuras de los labios de Itachi se curvearon un poco
 
"Cuidalo bien, Naruto...y tú tambien, Sasuke"
 
**
 
Naruto luchó contra la bruma mental que se hacía cada vez más persistente, era como si su raciocinio se aferrara a la ignorancia, prescindiendo de ella para poder enfrentar el presente y añorar un futuro donde el pasado no tenía cabida
 
No habían pasado más de tres días desde que tomara la resolución de emprender un viaje al lado del único individuo que había sido capaz de ver a traves de su faceta ingenua y competitiva. Sasuke había logrado deducir cada enigma que Naruto creía olvidado para siempre, el hermano de Itachi Uchiha había descubierto lo que Naruto había sido en el pasado. Un niño, un simple chiquillo necesitado de afecto que estaba destinado a vivir en la sombra de los ayeres y la luz de los mañanas. Porque Naruto se había forjado una identidad inestable y plagada de dudas y mentiras que solventaban su nula confianza y perpetua alegría
 
De algún modo, Sasuke había retirado cada capa de falsedad cimentada en su personalidad voluble. Y a pesar de ello no había sentido lástima por él, no lo había menospreciado ni había sentido piedad por su persona, llanamente lo entendía, más no comprendía del todo su dolor. Sasuke no tenía idea del sufrimiento tan devastador que había abatido a Naruto hasta el grado de aislarlo de sí mismo en un burdo intento por proteger los escasos buenos recuerdos que le quedaban
 
Y no obstante, Sasuke se había mostrado dispuesto a compartir ese dolor, a cargar con ello al mismo tiempo que lidiaba con su propio odio injustificado. Era la única vía de escape para ambos, cuidarse mutuamente, protegerse y seguir forjando su confuso idilio que mezclaba pasión y rivalidad en partes iguales. Porque, al final, solo ese extraño y contradictorio vinculo que empezaba a unirlos, podía salvarlos de la oscuridad insana que regía su pasado
 
***
 
Los registros apuntan de manera afirmativa las identidades que nos encomendaste- soltó Suigetsu en tanto oprimía los interruptores de la estrecha recamara que antaño sirviera como bóveda. Sasuke entró a paso lento a pesar del torbellino de sensaciones que azotaban su cuerpo
 
Había preparado ese sitio para cuando se presentara la ocasión y, luego de tres meses de exhaustiva busqueda, finalmente había dado con el paradero de ambos
 
Tobi u Obito. Kyuubi o Kurama
 
Sasuke no había desperdiciado un solo día para hacerse con todo tipo de información proporcionado por Taka. Gracias a ellos, sabía en donde residían, qué actos ilicitos cometían y de qué forma evadían cada amenaza en su red corrupta que figuraba como la venta de estupefacientes y armas
 
El engaño había sido exitoso por la infiltración de Juugo, a quien consideraban un cliente serio pero trastornado
 
Con media sonrisa displicente, Sasuke acortó los pasos que lo separaban de la habitación que había confinado en el sótano con un solo e irrevocable propósito
 
Los dos individuos yacían suspendidos de las muñecas, atadas a los pares de argollas que sobresalían de los extremos superiores del techo
 
El sujeto de máscara naranja y desgarbado cabello negro dio un respingo al ser tomado de la mandibula
 
-¿Tú eres Obito?- A Sasuke le satisfiso ver el torpe movimiento afirmativo sobre la palma de su mano. Sabía con antelación que ninguno de los dos se encontraba en sus cinco sentidos. Estaban bajo los efectos de la droga administrada por Karin, lo que era tanto mejor para la situación
 
El semblante de Sasuke se tornó reflexivo en tanto arrancaba de tirón aquella máscara ridicula que dejó al descubierto medio rostro lacerado y cubierto de cicatrices
 
Obito forcejeó en vano contra las esposas que apresaban sus lastimadas muñecas. Tenía la mirada pérdida y Sasuke notó que se esforzaba por no perder el conocimiento
 
-¿Lo recuerdas?- lentamente alzó la fotografia de un sonriente niño de cabellos dorados y cristalina mirada celeste. Obito pareció reaccionar ante ello, levantó su mano derecha lo más que le fue posible, como si anhelara acariciar la bella imagen que se le ofrecía. Sasuke se encargó de suplantar ese deseo por un dolor insoportable al conectar un fuerte puñetazo en su estomago
 
Obito se tambaleó, varios hilillos de saliva se deslizaron por su barbilla. Permaneció doblado y emitiendo un leve quejido a causa de las punzadas que le recorrían el vientre
 
-He venido a devolverles el favor- está vez Sasuke se volvió hacia el sujeto de cabellos puntiagudos y naranjas. Vio de frente el enrojecido semblante (producto de la ira malcontenida), y reparó tambien en el rojizo mirar que destilaba odio puro, tal como el que Sasuke conocía, con la unica diferencia de que ese sentimiento estaba acompañado de mofa en la expresión irritada de quien se hacía llamar Kyuubi, el mote que Naruto había adoptado sin saber el motivo preciso que enmascaraba su trauma
 
-Eres igual a Madara- mostrando una perfecta hilera de dientes blancos, Kurama hizo gala de su mal humor, ansiando tocar alguna fibra sensible que delatara inseguridad o tristeza. Pero no sucedió. Sasuke seguía tan imperturbable y calculador como había llegado, inclusive parecía estar disfrutando tras su perenne calma
 
-No lo conozco- Sasuke le sostuvo la mirada por unos instantes. Kurama frunció el entrecejo
 
-Venga ya, niñato tonto. Si vas a matarme hazlo de una buena vez- y rió con aquella voz estridente que Naruto había relatado antes. -A no ser que tengas miedo. Tu hermano no tuvo las agallas para enfrentarnos cuando se le presentó la oportunidad
 
-No me compares con Itachi- lentamente Sasuke desenfundó la semiautomatica del estuche en su muslo derecho, la aproximó a la sien del pelirrojo, deseando borrarle la maldita sonrisa que tenía
 
-¿Cómo está él?- preguntó Kurama en un frustrado intento por ganar más tiempo. Sasuke jaló del gatillo sin vacilar. La detonación hizo eco dentro de la recámara, anexandose a los frenéticos tintineos de las cadenas que ahora mantenían suspendido el cuerpo inerte
 
Trozos de hueso y masa encefálica se esparcieron en el muro frontal y adyacente
 
-Naruto está mejor que nunca- dijo, acercándose hacia Obito, quien, aterrado, tironeaba una y otra vez de las cadenas
 
Sasuke le disparó en el pecho para frenar semejante alboroto. Despues apagó la luz y se prometió limpiar el desastre a primera hora de la mañana
 

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