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Sin mi, no eres nada por RLangdon

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Algunas gotas de sudor descendían por su rostro, daba vueltas constantemente sobre la cama, inquieto, abrumado.

Estaba frente a Itachi, finalmente podría consumar su venganza, su doloroso pasado no sería más que un banal recuerdo de su existencia, cicatrices que serían reemplazadas con la satisfacción del triunfo sobre su hermano.

Empuñó su mano, Itachi reía con descaro frente a él. Su ira iba en aumento, las risas hacían eco en sus oídos, Itachi no estaba solo, el extraño sujeto de ojos ámbar y el otro chico de cabello cobrizo y perforaciones acudieron a su encuentro.

-Sigues siendo débil- sentenció Itachi, deteniendo el certero golpe que su hermano le propinara directo al rostro. Las facciones de Sasuke se tensaron cuando la severa presión en su brazo se hizo presente, escuchó el crujido de sus propios huesos, el ensordecedor grito se manifestó como acto reflejo, el dolor lo recorrió junto al sentimiento de impotencia por no poder derrotar a Itachi.

No era débil, en el pasado lo había sido, la confianza que depositó en su hermano solo sirvió para demostrarle que no debía valerse de nadie más que de sí mismo, no permitiría que nadie más se atreviera a pisotearle como él lo había hecho.

Contaba con su apoyo y obtuvo traición a cambio, ¿Qué había sido de su infancia?, ¿Dónde quedaban los buenos momentos compartidos?...en la nada.

Para Itachi solo había sido un estúpido y vulgar juego, para después rematarlo una vez suscitada la muerte de sus padres.

-No tienes el suficiente grado de rencor para enfrentarme- nuevamente se atrevía a insultarlo, no se lo perdonaría jamás.

Se levantó de la cama, sintiendo el frenético latir de su corazón.

Solo había sido una pesadilla, solo eso.

Inhaló profundo antes de dirigirse al baño, comenzaba a sentir la presión, tenía que lidiar con el presuntuoso de Kakashi, investigar más sobre la localización de Itachi y sus motivos para aliarse con esos sujetos extraños, mantenerse al margen, conservar la calma.

Se enjuagó el rostro con agua fría y acto seguido se observó con detenimiento en el espejo, debía centrarse, no era miedo lo que sentía, era desesperación, ansiedad, no estaba avanzando, estaba retrocediendo y el tiempo se le escapaba de las manos.

Tomó las píldoras del cajón y comenzó a vaciar los frascos uno a uno sobre el lavabo, vertiendo agua sobre las mismas para que se fueran por el drenaje. Al demonio el síndrome de abstinencia, la droga solamente estaba perjudicándole, sus movimientos eran certeros, más no así sus pensamientos, aunado al hecho de sentirse sumamente extraño junto a Naruto. No podía definirlo con exactitud, quizás solo era aprecio, confusión...¿Qué importaba?

Discernir sobre cómo se sentía y el por qué, no iba a ayudarlo a enfrentar a todos esos incompetentes que amenazaban con atacarlo en cualquier momento.

****

Naruto se sentía realmente cansado, aún estaba confundido por el hecho de haber despertado en la cama de su actual dormitorio.

Se frotó los ojos con ambas manos para despabilarse, ciertamente su cuerpo le exigía mas descanso pero no iba a rendirse tan fácilmente ante la intromisión de las necesidades físicas.

Dudaba, realmente estaba empezando a involucrar sus sentimientos en una relación que muy probablemente ni merecía llamarse como tal, en una relación los sentimientos son mutuos, no quería sentirse tan vulnerable pero no podía evitarlo. Uno no decide de quien se va a enamorar.

Con trabajo había tomado una ducha para disipar el dolor y el cansancio, no pareció ser buena idea, ya que, ahora se sentía mucho más cansado.

Inconscientemente llevó su dedo índice a su labio lastimado, la herida no era profunda pero de igual forma dolía demasiado, claramente el Uchiha no había tenido ni un poco de tacto con él, pero ahora que lo recordaba tampoco lo había tenido en los encuentros anteriores.

Quería saberlo, solamente preguntarle qué sentía Sasuke por él, sin embargo no se atrevía, si la respuesta era confusa podría resultar doloroso, ahora Sasuke era su único pilar, no contaba con nadie más que con él. No familia, no amigos, ni siquiera vida social, solo él…solo Sasuke.

Se vistió con desgano, pensar no le daría respuestas, solo incrementaría sus dudas y no necesitaba más confusión de la que ya sentía. Además, ya era demasiado el tener que depender tanto de Sasuke.

Salió de la habitación, no se había visto en el espejo, pero estaba convencido de tener ojeras, dormir bien representaba todo un reto desde hacía tres días.

Bajó las escaleras con cuidado, si Sasuke aun dormía no quería despertarlo, sobretodo porque se había tomado la molestia de llevarlo hasta su dormitorio.

No se atrevió a alzar la mirada cuando divisó al Uchiha sentado junto a la mesa, dos lugares puestos como cada mañana.

-Despertaste- afirmó Sasuke sin levantar la vista del periódico.

-Ah, si… buenos días- se aproximó a la mesa, forzando una leve sonrisa, aunque quisiera, no podía sonreír bien, su labio dolía ante el mínimo movimiento labial.

Se dispuso a tomar asiento, tal vez ese día tuvieran algunas horas libres por la tarde, de ser así, podría tomar una siesta, la necesitaba.

Tomó la manzana junto al jugo que Sasuke había servido con anterioridad, lo miró de reojo.

-¿Hay alguna razón para que me veas tanto, Naruto?- arqueó una ceja, bajando el periódico para observar mejor al chico.

-¿Eh?- sintió sus mejillas arder. –No, no es nada, perdón- dejó la manzana a un lado y optó por beber el jugo primero. Sasuke se daba cuenta de sus acciones, ¿También se daría cuenta de cómo se sentía?, lo ignoraba, aunque…era preferible.

-Apresúrate, debemos ir a la comisaría.

-Si- se dio prisa en comer la manzana, su rostro se alteró al mirar el reloj de pared, pasaba de las 9 a.m. No podía creer que durmiera tanto y tan poco a la vez, varias horas ciertamente, pero no las necesarias para que su cuerpo se recuperara por completo.

**

Caminaba con dificultad detrás de Sasuke, este se mantenía con la mirada fija en frente, caminando con porte, intentó mantenerse neutral ante los comentarios y obvias insinuaciones que las chicas les proferían en el camino, sobre todo a Sasuke.

El parque no estaba muy lejos de ahí, podía ver los arboles y demás follaje unos metros más adelante.

Un grupo de chicos que yacían sentados en una banca los observaban con sumo interés, a simple vista parecían vagos, inclusive peligrosos. El rubio bajó la mirada para evitar verlos.

-Pero mira nada más- comentó uno de los chicos, levantándose del lugar, vestía pantalones de mezclilla holgados y camisa estampada con algún extraño grupo que Naruto no supo identificar, de cabello castaño y ojos color miel.

-Que chupapollas. 

Un fuerte sonrojo se expandió por las mejillas de Naruto. Sasuke se detuvo en seco, aunque no había mencionado una sola palabra desde que salieran de la casa, cuestión que preocupó al rubio.

Se devolvió hacia la banca donde estaban los muchachos, dirigiéndose en particular hacia el último que se atrevió a abrir la boca.

Lo levantó del cuello de la camisa mientras los demás miraban en silencio.

Empuñó con fuerza la mano y asestó un fuerte golpe en el rostro del chico. La sangre comenzó a brotar de la nariz del muchacho, acompañado de un fuerte quejido de dolor, seguramente le había roto la nariz.

Naruto lo observó atónito, aun estaba escéptico ante lo que Sasuke acababa de hacer.

-¿Alguien más quiere decir algo?- fijó su oscura mirada en el resto. El silencio predominó de inmediato. –Eso pensé- se encaminó hacia el rubio, este miró al lado contrario, esperando lo peor.

Sasuke lo sujetó con firmeza del cuello de la camisa, atrayéndolo hasta su cuerpo, el rubio se tensó al instante, entonces Sasuke cerró los ojos y acto seguido selló sus labios sobre los de él en un firme y demandante beso.

Los ojos celestes tintinearon en asombro, se mantenía inmóvil, presa de las sensaciones y emociones que se apoderaron de su cuerpo. No lo dudó, correspondió el beso. La herida en su labio ardía pero no importaba, permitió al mayor adentrarse en su húmeda cavidad, a sabiendas de que era una simple acción de Sasuke para dejarles en claro su orientación sexual a los vagos, convirtiéndose en su… intermediario.

****

Casi una hora respondiendo, analizando cada pregunta realizada por su interlocutor, el cual se mantenía sentado frente a él, siendo apenas separados por el escritorio.

Estaba claramente molesto, podía verlo en sus ojos, no había conseguido sacarle nada en esos minutos y eso parecía alterar al detective, no era un interrogatorio en forma como él esperaba, se estaba llevando a cabo dentro de una oficina común y corriente, asunto que desconcertó al Uchiha, ¿Para qué tener consideraciones con un sospechoso?

-Sasuke, Sasuke, Sasuke- Kakashi centró su mirada en el aludido, quien se mantenía impasible con cada pregunta formulada, como si se hubiera aprendido de memoria cada respuesta, claro que no había forma de que eso sucediera. –Al menos sabes ¿Por qué te estoy incriminando?- la pregunta tenía múltiples y variadas respuestas, Sasuke lo meditó un momento, quería acorralarlo.

-Se debe al incidente con mi vehículo- respondió con calma, entrelazando los dedos de las manos para apoyar su mentón en ellas, no se molestaba en ocultar lo aburrido que estaba.

-Aparte- articuló Kakashi, separando algunos papeles del escritorio, restándole importancia a la actitud despreocupada del joven. –Encontré esto en tu auto- entregó el papel a Sasuke, este lo tomó con desgano, más sin embargo, sus ojos se entornaron cuando se percató del recibo que le entregaron al adquirir una de las armas que tenía..

-Esto no prueba nada- pese a la circunstancia, mantuvo su semblante indiferente. –Pudieron dejarlo ahí, además la fecha no es reciente- hizo ver, con notoria tranquilidad en sus palabras.

-Veamos, esto se suma a la reciente denuncia de un chico que fue golpeado esta mañana- lo miró a los ojos, Sasuke comenzaba a ponerse nervioso, hasta ese momento fue que se reprimió mentalmente por haber sido tan impulsivo en sus acciones. -¿Por qué lo golpeaste?- inquirió con seriedad, Sasuke sonrió a medias.

-No me gustan los problemas- admitió con un deje de soberbia en la mirada. –Pero a los problemas les gusto yo…

-De modo que fue por diversión, ¿impulso?- prosiguió Kakashi, acomodando los papeles.

-Lo hice porque me provocó- frunció el entrecejo, esta vez, visiblemente alterado, Kakashi sonrió ampliamente.

-No me imagino que le habrás dicho al chico, que cinco minutos después vino a retirar la denuncia.

-Tal vez se dio cuenta de su error- su semblante reflejó duda, ¿Lo habría interrogado Kakashi?, de ser así, puede que supiera sobre su beso con Naruto, se estaba impacientando y adelantando a los hechos, debía mantener la postura.

-O tal vez te tuvo miedo- sonrió Kakashi.

"Vaya hipócrita" pensó Sasuke, entornando la mirada.

-Estás implicado en un asunto delictivo- continúo Kakashi levantándose de la silla. –Aunque no se de que se trata exactamente.

Sasuke lo siguió con la mirada, sin demostrar mayor interés, no había pruebas, por tanto no podía detenerlo, el deber de Hatake era probar su argumento. En síntesis, él no tenía que demostrar su inocencia, por el contrario, Kakashi si tenía que validar sus palabras con pruebas solidas que lo acreditaran a un acto delictivo, y por el momento solo constaba de un simple recibo sin nombre.

-Si ya terminó, me retiro- dijo Sasuke, abandonando el lugar. Tenía problemas y muchos, pero las soluciones a los mismos se basaban en un plan que requería tiempo.

Naruto le observó salir con un deje de preocupación en la mirada, al menos sabía que el interrogatorio no había salido tan mal, ya que no habían detenido a Sasuke.

Era su turno de entrar, estaba nervioso, demasiado. Sasuke había tomado asiento junto a él, sin dirigirle una sola palabra, lo cual terminó por preocuparlo más, ¿y si decía algo que no debía?...no, sacudió ligeramente la cabeza y se levantó del lugar para después encaminarse a la oficina de Kakashi.

El lugar era bastante agradable a pesar de tratarse de una simple oficina, un escritorio con grabados en caoba en el centro, cinco sillas esparcidas por la habitación, un casillero de aluminio con papeletas junto a la ventana entreabierta. La brisa meció con suavidad su cabello, fue hasta entonces que reparó en el ventilador junto al escritorio.

-Pasa- y ahí estaba él, de pie junto a la ventana, vistiendo el galante uniforme azul marino. Naruto lo observó con detenimiento.

Se dirigió a una de las sillas más cercanas al oficial y tomó asiento, aún se sentía desconfiado, no de Kakashi, más bien de sí mismo, no quería decir algo que pudiera meter en problemas a Sasuke, se había memorizado todo el escrito de sus documentos nuevos pero no tenía seguridad en su persona.

Kakashi no dejaba de mirarlo. Naruto comenzaba a ponerse nervioso, recordó lo que le había dicho el día anterior, seguramente lo había hecho para confundirlo durante el interrogatorio, no iba a dejar que eso pasara.

-¿Cuántos años tienes?- inquirió con una sutil y carismática sonrisa, como si se tratara de cualquier conversación con un conocido, Naruto se forzó a verlo a los ojos.

-Diesciocho.

-Que bien, ya eres mayor de edad- expresó Kakashi tomando asiento frente a Naruto, este se mostró pensativo. –Entonces no habrá inconvenientes en mi trabajo…- cada frase que Kakashi decía lo confundía mas, ¿Qué no debía preocuparse? ¿Por qué?

Las preguntas se centraron en su mayoría en él, su edad, quiénes eran sus padres, cuánto tiempo tenía viviendo con Sasuke, nada relevante. El interrogatorio llevaba poco más de una hora, cuestión que le causó incertidumbre, dado que a Sasuke, quien, se suponía era el sospechoso solo había permanecido una hora en la oficina.

Estaba cansado y al someterse a un interrogatorio, su agotamiento se había incrementado de manera significativa.

Kakashi lo escuchaba con atención, cada palabra, cada gesto, parecía analizarlo.

-¿Qué te ocurrió en el labio?- inquirió de pronto, Naruto pasó saliva, se había olvidado por completo de la herida.

-Bueno…es que me…me mordí cuando comía una manzana- esta vez no pudo mantener la mirada en alto, estaba consciente de la mentira pero interiormente esperaba que Kakashi no.

-Ya veo- se acercó mas al chico, este se levantó de la silla. –Solo tengo una pregunta mas, sin embargo no encaja con el protocolo- anunció Kakashi poniéndose de pie, Naruto se detuvo antes de llegar a la puerta, su visión se tornóo borrosa, sus piernas flaquearon, el oficial lo observó confuso.

De pronto, su cuerpo dejó de reaccionar, sintió un fuerte mareo antes de trastabillar, cerró los ojos esperando el inevitable golpe, mismo que no llegó.

Lentamente abrió los ojos, los brazos de Kakashi rodeaban su cintura, su cuerpo se estremeció ante el contacto. Sentía su rostro arder en vergüenza.

-G-gracias- se separó rápidamente del agarre, no obstante, Kakashi colocó el dorso de la mano sobre su frente.

-Tienes fiebre- externizó con seriedad, Naruto pareció no tomarle importancia, no le sorprendía en lo mas mínimo enfermarse, sobre todo después de haber estado en el suelo durante un largo rato la noche anterior.

-Estaré bien- sonrió sinceramente.

-¿Tienes pareja, Naruto?- el aludido sintió el frenético latido de su corazón golpeando en su pecho, esa pregunta no la esperaba, y tampoco tenía una respuesta para la misma, no estaba seguro de ser pareja de Sasuke, ya que este no parecía muy interesado en ese tipo de relaciones, no podía mentir, si decía que si, le preguntaría sobre quién era, definitivamente no iba a admitir que tenía una relación con su “primo”…lo meditó unos segundos.

-No- bajó la mirada

-¿Te gustaría tomar un helado conmigo?- cuestionó Kakashi, acercó su mano sobre la mejilla del chico, Naruto se mostraba cada vez más nervioso y confundido, esa preguntas eran claramente personales.

-No puedo.

-Estar al lado de una persona con futuros antecedentes penales no resulta muy favorable para un chico como tú- su mirada se tornó severa, Naruto lo notó enseguida. –Te diré algo- tamborileó los dedos sobre su pierna derecha. –Supongamos que las respuestas que me diste fueran falsas- las manos de Naruto temblaron involuntariamente, Kakashi sabía más de lo que aparentaba.

-No son…bueno, es solo que…

-Si aceptas salir conmigo me abstendré de someterte a la prueba del bolígrafo- sonrió ampliamente. Naruto agachó nuevamente la mirada, estaba en un gran dilema y no era capaz de tomar una decisión. No quería que Sasuke se molestara, pero si no lo hacía, era más que seguro que no pasaría la prueba.

-Bueno- miró la puerta, sin saber con exactitud qué decisión tomar.

-Ah vamos- rozó la mejilla de Naruto con su dedo pulgar. –No voy a morderte- comentó en voz baja, el rubio sintió un escalofrío ascender por su espalda, Kakashi no era ignorante, solo no tenía pruebas que lo respaldaran. –A menos que tú quieras- añadió, fijando su mirada en el labio del chico.

-Está bien- respondió Naruto, apretando con fuerza los puños, no tenía alternativa. Solo esperaba haber tomado la decisión correcta.

-Tu primo no tiene por que enterarse si no quieres- alborotó el cabello de Naruto con su mano derecha, Naruto alzó la mirada, aliviado.

-¿De veras?- preguntó, viéndolo a los ojos. Kakashi sonrió por el curioso gesto del chico, sin duda era adorable.

-Sí, ¿Te parece bien a las tres?- Naruto asintió en ademan, solo era una salida, solo eso, no era una cita ni nada por el estilo.

O al menos eso suponía.




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