-Mmg… Tal vez… Solo lo olvido…-
-Digo… No es como si tuviera que recodarlo… ¿Cierto?-
-Apenas llevamos poco tiempo de estar en su vida…-
-Debe ser normal que no recuerde algo como eso…-
-Después de todo… veintitrés años… Fuera de su vida… No porque queríamos, sino… Era la única manera de lograr ese milagro…-
-Sí, está bien… Me afecta mucho que no recuerde que hoy es mi cumpleaños, pero… Sé que no pudo culparlo-
-¿Cuánto habrá pasado? Dos semanas… Solo eso…-
-Y sí he estado hablando de muchas cosas con él… O lo intento…-
-Es normal que no quiera abrirse a conversar sus cosas conmigo, y aunque me contesta cuando le pregunta, lo puedo contar incomodo…-
-Lo entiendo, se del entrenamiento que tienen los caballeros destinados a Virgo… Deben a veces aislarse para mejorar su cosmos…-
-Tampoco es como si yo fuera tan sociable… De hecho, creo que de los tres, Asmita tiene mejores amabilidades para comunicarse que nosotros, sin embargo…-
-Solo quisiera poder hablar con mi hijo de forma normal, que pueda tenerme la confianza de decirme lo que siente o desea… Bueno… Es mucho pedir si tenemos tan poco tiempo en su vida, aun así… No quiere decir que no duele…-
-¿Acaso pido mucho?-
-Tal vez si, solo debería darle su espacio… Dejar que él se acerque a mí, pero… No puedo esperar tanto por eso…-
-Ya que… Ver a los demás… Que sus hijos se acerquen a ellos, y yo… Quisiera tener ese tipo de relación ya con mi hijo, sin embargo… Debo respetar lo que Shaka cree correcto…-
-Pero es complicado. Solo quisiera que me llame padre, y nos sentáramos a conversar por horas y horas. Sé que tiene su deber…-
-Además… Tiene a su propia familia…-
-Creo que debería ser más paciente y esperar a que todo se dé naturalmente… O… ¿Tú qué opinas?-
-Mmh… Bueno… Papá es bastante atento con nosotros, y yo creo que no se olvidaría de una fecha de cumpleaños…- Entrecierra sus ojos un niño de cabellera rojiza –Si usted le dijo sobre este día, creo que lo recordara sin duda, abuelo Deuteros- Una sonrisa le dedica el menor a aquel hombre de piel morena que tiene una cara bastante triste.
La sonrisa del niño es contagiosa, asiente, queriendo creer que esas palabras son posibles –Eso espero… Me gustaría pensar que así es…- Lanza un suspiro, su apariencia puede ser bastante intimidante, hasta dar bastante miedo, pero en el fondo es un hombre bastante amable y bondadoso con los que ama.
-De hecho, es más probable que olvide su propio cumpleaños, que el nuestro- Habla con un enorme sonrisa en sus labios, con una pequeña risita que deja salir, para volver su vista hacia un libro que tiene abierto sobre la mesa –El año pasado, sino hubiera sido por qué le preparamos una fiesta sorpresa, no se habría acordado-
-¿De verdad?- Sorprendido por esta revelación, mirando atento al menor.
Asiente tranquilo, mientras su vista azulada, comienza a leer el ejercicio de la página actual, para timar su lápiz –Si, papá solo recuerda lo que considera importante, usualmente cosas que hacen muy feliz a las personas que quiere mucho…- Los ojitos del Lemuriano se vuelven a centrar en el peli azul, para continuar hablando –Ahora que él sabe que ustedes son sus padres, sin duda no lo olvidaría- Le quiere dar ánimos al moreno, que muestra un colmillo que sobresale de su boca, y presenta una mirada triste
-Puede ser… Además, todavía no vuelve de su misión, tal vez… Cuando lo haga, quiera festejar… Digo…- Lanza un suspiro, cerrando sus ojos, apoyando su codo sobre la mesa, mientras baja su cabeza –No soy bueno en esto, tampoco creo ser un buen padre…-
Mira hacia abajo, para abrir sus ojos y encontrarse a alguien que también logra provocarle una sonrisa, como lo hace el niño de enfrente.
En su brazo derecho, cargando con cuidado a una infante que duerme tranquila, mientras él la acuna con mucho amor y delicadeza.
Después de todo es el favor que le está haciendo a su nuero. Lo cual no representa ningún problema…
-Creo que usted es buen padre, se preocupa por él, intenta estar cerca también- Le señala algunos buenos puntos que tiene a su favor -Mi papá lo quiere mucho, pero no es bueno expresándose o decirlo- Ladea su cabeza para fijarse muy bien en el mayor -Además es un muy buen abuelo, con Anshin y conmigo, es bastante cariñoso y divertido- El pequeño Lemuriano le sonríe, para lograr animarlo.
-¿Eso crees?- Le pregunta con entusiasmo, relajándose un poco de sus pensamientos intrusivos, mientras sigue arrullando a la bebita que duerme tranquilamente.
-Sí, eso creo. Nos cuenta historias de su tiempo, nos ha enseñado sus ataques, juega con nosotros, nos da dulces, pasa tiempo con nosotros, incluso me ha ayudado con la tarea de historia- Va enumerando cada una de los datos que da con sus deditos, para el mayor lo entienda.
No puede evitar sentir una enorme calidez en su corazón, el hecho de que estos dos pequeños niños son sus nietos, de verdad lo son…
Se da cuenta del tiempo que ha transcurrido, desde la última vez que vio a su hijo cuando era solo un pequeño bebé, y ahora que volvió, ver a su retoño que ya es padre, y tiene una hermosa familia a lado de la persona que ama…
Claro que también debió acostumbrar a la idea, pero… No le tomo mucho tiempo para sentir en familia. Ya que… Cuando vio por primera vez a esos dos niños, y que al explicarles todo el tema, el mayor le sonrió y le preguntó si podía abrázalo, y la más pequeña, esa rubia que tiene un rostro tan angelical por su herencia, le estiro las manitas para que la cargara.
Ya no estará solo… Nunca más lo volvería a estar…
Y todo es gracias al amor que ha sentido y sigue sintiendo por su amado ángel, el caballero de Virgo de su generación, que le ha brindado todo su amor, y le dio el mejor regalo de la vida…
Es todo tan hermoso y tan confuso a la vez…
Ahora, su Diosa les ha regalado aquello que su vida anterior no les permitió. Al solo observar que la familia creció, y eso es algo que desea proteger siempre.
Después de todo, años de entrenamiento en una isla bastante peligrosa, su mente y cuerpo fueron adaptándose para lograr sobrevivir…
Es curioso ver a un hombre de apariencia tan tosca, cargando a una pequeña bebita que se nota tan frágil, y el vigilar a un niño hacer su tarea.
Sin duda llama mucho la atención en las pocas veces que ha ido a Rodorio junto a su ángel y nietos…
Ya que deben conocer el nuevo mundo que es su presente.
-Bueno… Quiero recuperar algo el tiempo, y conocerlos a ustedes también, ja, ja, ja… Espero estar haciéndolo bien…- Aun esta cohibido en muchos temas, se le dificulta entender si hace lo correcto al ser tan protector…
Pero con los niños ha sido más fácil entablar una relación que con su propio hijo y eso le provoca sentirse bastante abrumado.
-Lo hace, y solo dele algo de tiempo a mi papá para que se conozcan más- Una pequeña risita entusiasta, con unas enormes ganas de cerrar su libro de una vez –Si quiere, puedo contarle muchas cosas de él- Una propuesta bastante tentadora.
-Me parece bien, pero…- Le decía una sonrisa, con un semblante serio, gira su vista hacia el menor. Ambos están sentados en el suelo, delante de la mesa baja de té, por lo cual no se puede ocultar que Deuteros es bastante alto y corpulento que intimidaría a cualquiera –Primero termina tu tarea, que Mu me dijo que debes hacerla toda, por que mañana tienes clases a primera hora del día- Habla de manera responsable, y con el ánimo un tanto más tranquilo.
Su rostro se vuelve cansado, pero entiende, asiente, sin hacer berrinche alguno –Esta bien…- Lanza un suspiro volviendo tomar su lápiz –Aunque es aburrido porque muchas cosas ya me las sé, es divertido a veces estudiar estas materias- Habla tranquilo, mientras sigue con su deber escolar.
-La verdad, es maravilloso que la Atena de esta generación, les dé esta oportunidad a todos los jóvenes- Mira aquel libro del pelirrojito –En nuestra época, solo los que tenían suficientes recursos podían acceder a la educación-
-La señorita Atena, dijo que quiere darnos opciones, ya que los enemigos están dormidos y otros no volverán por un largo tiempo, quiere que ahora nosotros decidamos nuestro propio camino- Ladea su cabeza, mirando atento la siguiente hoja a la cual le dio vuelta –La verdad, quiero seguir los pasos de mi mamá, abuelo y bisabuelo… De ser el herrero del santuario, y el próximo Aries, pero… Creo que también es divertido…- Lanza un suspiro, haciendo un puchero de preocupación –La verdad, aun no sé qué quiero estudiar en un futuro, y la verdad… Es confuso a veces- La angustia de no saber que escoger. Mientras está apoyado en su mano derecha, con el codo de esta sobre la mesa, con un semblante pensativo.
Algo de duda desde luego atormenta a cualquiera, incluso a un pequeño niño, pero sabe que ahora le toca darle algo de ánimos. Revolviéndole los rojizos cabellos, para sonreírle –No tienes que decidir aun, eres un niño, disfruta tu infancia ahora que se puede, y piensa en eso después, ¿Qué te parece?- Le propone una bonita idea.
Las sonrisas cómplices de ambos. Abuelo y nieto se entienden bastante bien.
Notan que son afortunados por tener a más personas que los quieren tanto.
Pero justo en ese momento, en el sexto templo en donde se encuentran, sienten tres cosmos que se acercan, claramente conocidos, y que los llena de alegría.
-Creo que ya volvieron…- Kiki es quien demuestra un enorme entusiasmo, dando incluso brinquitos… De hecho es bastante curioso esto, es como si estuviera ocultando algo.
Asiente, con una inmensa sonrisa, poniéndose de pie con cuidado de no despertar a la pequeña Lemuriana que aun duerme profundamente, aunque al parecer el sentir el cosmos de sus padres cerca la hace bostezar e ir abriendo sus ojos de a poco –Si… Espero que a Shaka le fuera bien en su misión-
Y justo al decir eso, aquellos que esperaban se hacen presentes en el templo de la virgen.
-¡¡¡BIENVENIDOS!!!- Habla alto y fuerte el peli azul.
-Hola, mi Deu. Hemos vuelto algo tarde, lo siento- Se disculpa el anterior dorado de Virgo.
-Espero que Kiki y Anshin no le causaran muchos problemas- Aries desde luego con su tranquila voz, caminando a la par de su rubio suegro, también mostrando una pequeña sonrisa.
-Para nada, los niños son muy tranquilos- Al ver a Asmita que llega con una sonrisa cómplice, pues lo conoce muy bien y también nota un poco más entusiasta al pelilila, que le toma de raro aunque lo conozca de hace poco tiempo.
Se da cuenta que detrás de ellos, justamente Shaka viene, con un semblante bastante serio, avergonzado y algo rojo…
Mu desde luego, volvió agradecer el que cuidara a sus pequeños, y con cuidado toma entre sus brazos a la pequeña niña que ya despertó y se abraza al Lemuriano mayor.
Esto es sin duda para darle libertad al Géminis, para lo que se viene.
Aunque esto le parece bastante curioso, ya que al acercarse los otros dos, pasaran de cierta forma de largo, como si quisieran darle algo de espacio.
Cosa que no esperara mucho para saber y comprender.
Pues en poco tiempo, padre e hijo quedan de frente, y el moreno puede notar que el contrario lleva algo en sus manos, aunque a eso no le da mucha importancia, sino que el saber del bienestar del rubio es primordial para él
-Hijo… ¿Cómo te fue en tu misión?- Pregunta con bastante intriga, pues nota las mejillas rojas de este, con sus ojos cerrados, y ceño fruncido, como si estuviera bastante incómodo.
-Bastante bien, gracias por preguntar- Su repuesta en automático, no es que sea grosero, es solo que aún le cuesta entender y comprender que hoy en día, ya no solo tiene a su familia que ha formado con Mu, si no que… Tiene padres ahora.
Demasiado confusión, pero… Lo ha estado asimilado de a poco.
-Me alegro- Responde, también con cierta duda, mirando atento al contrario –Espero que no estés herido, aunque veo que estas bien, tu cosmos lo dice, y eso me alegra bastante, sabes…-
Al parecer el don de la comunicación no es algo que sea muy favorable en esta familia, se nota que ambos tienden a ser torpes para socializar y expresarse…
Sin embargo, algo de lo que Shaka es muy partidario es ir directo al grano, y este momento no será la acepción.
-Gracias por su preocupación, pero no es importante… De hecho… Tengo algo impredecible que decirle- Habla propio como es su manera de ser, aunque se siente bastante cohibido, lo intentara, ya que ha salido de su corazón y mente la idea –Felicidades por su cumpleaños…- Y sin más extiende los dos pequeño presentes hacia el peli azul, mostrándose muy nervioso, con las mejillas rojas y desviando la mirada que ha abierto.
Claro que esto impresiona de buena manera al moreno, el cual se sorprende al inicio, pero… Sin mayores titubeos, estira sus manos para tener los dos regalos que le ha dado su hijo –Gracias, Shaka- Sonríe, pensando en lo que había estado imaginando, creyendo que no se acordaría de su cumpleaños y ahora sabe que estaba muy equivocado.
-De nada…- Contesta con una actitud firme, pero a la vez alegre, porque nota esa sonrisa que su padre le dedica –Mi papá me dijo, que a usted le gusta mucho el flan… Así que, intente hacer algo decente…- Solo habla desviando la mirada, pero apreciándolo de reojo la reacción del contrario.
No es difícil imaginarse que son cada cosa, uno es una caja envuelta en un papel simple de un color sólido, y el otro un rectángulo levemente plano –De seguro será delicioso- Su sonrisa no se va ocultar, ya quiere abrirlos… Aunque de hecho lo hace, dejando ver un recipiente con el postre en su interior, bastante bueno se ve a simple vista, y el olor le dicta que realmente el sabor será superior.
Sin duda, eso es algo que la propia familia el rubio lo comprueba, ya que Shaka podrá ser bastante serio, algo engreído a veces, y obstinando en probar cosas nuevas a veces, pero su don para la cocina es algo curioso, ya que las recetas con solo poca practica le dan buenos resultados, con un delicioso sabor.
-Espero le guste lo otro- No espera a que su padre diga más, no necesita agradecimientos por el postre –Creo que… Es algo que apreciara mucho más, Padre…-
Aunque emocionado por el alimento, que ya no veía la hora de probar… Las palabras del rubio y que lo llame “Padre” le da mucha más curiosidad por el segundo presente…
Cosa que lo hace de inmediato dejar el postre sobre la mesa baja de un lado, y concentrarse en el otro.
Pero con solo abrirlo… Ve algo que lo deja sin palabras, llenando de una inmensa alegría, tanto que sus ojos se comienzan a cristalizar, su rostro descomponiéndose por la fuera que hace al apretar sus dientes, y sostener esa imagen en sus manos.
-Le pedí al patriarca que si me podía prestar esa foto que tiene de nosotros al ser niños… Y bueno, mi discípulo Shun, me dijo que podía hacer algunas otras cosas con las nuevas tecnologías y… Pensé que sería agradable para usted…- Su mirada azul se fija en el mayor, contemplando que está sorprendido por aquella foto enmarcada, que no deja de mirar con la emoción a flor de piel –Felicidades por su cumpleaños, padre…-
Sin esperarlo, o tal vez si… Ser impulsivo es algo propio de los Géminis a veces, pero Shaka también ha tenido esos pequeños momentos en donde su felicidad o emoción lo controla brevemente.
Siendo capturado en un abrazo por el moreno, que no para de derramar lágrimas –Gracias, de verdad… Gracias… Yo… Te quiero mucho Hijo…- Ahora se siente culpable por sus pensamientos –Creí que… Lo habías olvidado… Aunque no te hubiera culpado de eso…- Su mentón descansa sobe el hombro derecho del rubio.
La sorpresa de ser abrazado por alguien que tiene poco de conocer es algo que aún le causa conflictos, pero… Intenta no negarse a la idea, correspondiéndole, notando que el peli azul está respirando profundamente, por el llanto que derrama.
-Claro que lo recodaba… Solo que… Quería que fuera sorpresa… Bueno… Papá, Mu, y mis hijos me ayudaron para preparar algunas cosas más, y distraerlo también…- Revela sus planes, sitiándose avergonzado por ese abrazo, pero igualmente feliz por hacer que su progenitor este tan emocionado, que incluso dejara escapar lágrimas de sus ojos azul oscuro.
-Les agradezco todos…- El hecho de una sorpresa de cumpleaños, hace tiempo solo había recibido regalos de parte de su ángel, pero eso duro poco... Pues lo perdió en la guerra santa de su tiempo.
También de otra persona, pero ese alguien… No era un grato recuerdo, y no quiere manchar su alegría con pensar en ese pasado tan cruel.
Sin embargo, recibir algo tan hermoso de parte de su familia.
Asmita entiende el sentir de Deuteros, lo conoce tan bien, su sufrimiento, sus temores, el miedo de perder a los que ama, es algo que afecta mucho al peli azul, por eso siempre le demuestra que jamás se volverán a separar en esta nueva vida…
No puede evitar también sentirse emocionado, aunque lo oculta rápidamente, pues es el día especial de su amado Deuteros.
Nada debe destruir este precioso momento…
-Padre, no llore- Le pide, pues se siente un poco responsable por esta situación, aunque le agrada en cierta forma también ser abrazado por el moreno, por su padre, por alguien que sabe que haría lo que fuera por él, y sus pequeños –Mejor disfrute este día, que mi papá, mi esposo, y mis hijos han preparado algunas cosas para usted- Hará y dirá lo que sea, para lograr hacer que se calme el peli azul, y ya no siga pensando en tormentos en su cumpleaños.
Sin duda, la influencia de Mu le ha ayudado mucho para entender a los demás en cierta forma, y a la vez ser un poco más humilde de manera emocional.
-Tienes razón, pero… Shaka… Es la primera vez que disfrutaré mi cumpleaños con toda mi familia, y… No puedo dejar de ser tan feliz- Su enorme sonrisa se hace presente, mostrando sus dientes, aunque ahora se ha separado del abrazo del rubio, pero no deja de tomarlo de los hombros, sosteniendo el presente que le conmovió tanto.
-Pero, debe pensar que ahora en adelante pasara muchos más celebraciones de ese tipo con nosotros, y eso es lo que importa ¿No?- Aun se siente cohibido por esta nueva relación, le costara un poco acostumbrarse, pero el deseo de hacer algo para que su padre este feliz, es lo que más importa.
-Es cierto…- Se limpia las lágrimas con el antebrazo, para sonreírle a su hijo, y darle un abrazo de lado a este, para dirigirse hacia los demás que se mantienen ajenos a la escena de padre e hijo -¿Qué les gustaría hacer?- Pregunta, como si él no tuviera la última palabra de estas decisiones por su día especial.
-Yo le traeré el regalo que le prepare abuelito- El menor corre directamente a la habitación que tiene en Virgo, lleno de energía, y al fin logrando mostrar por completo su entusiasmo por el cumpleaños del moreno, debió mantenerse muy discreto todo el día.
-Entre Mu y yo preparamos una deliciosa comida- El rubio tan calmado, y sumamente feliz por su amado, después de todo, los abrazos y felicitaciones entre ellos dos ahora no se requieren, ya le dio un presente muy fabuloso en la madrugada, así que Asmita ya le dio su regalo de cumpleaños y mucho más.
-Espero le agrade el estofado de carne que le gusta mucho, aunque también preparamos algunos vegetales para todos- El pelilila feliz de ayudar en el plan de su amado esposo y así lograr que la relación de ambos se vaya desarrollando de manera agradable.
-Sé que será muy delicioso- Su rostro muestra una enorme sonrisa, por el poder abrazar a su hijo, que este lo reconozca como su padre, el hecho de haberle entregado dos preciosos presentes, que uno atesorara toda su vida, el estar en compañía de su ángel, un nuero muy amable, y dos hermosos nietos, que a su manera le han demostrado a diario que lo quieren mucho.
¿Qué más puede pedir?
Tiene ahora mismo todo en su vida…
Tal vez, lo único que pudiera hacer más feliz su día, seria… Justamente el regalo que recibió del rubio…
Una foto… Que si bien, sabe que no es por completo autentica, ya que jamás pasó en la realidad…
Es asombroso saber que la tecnología ha avanzado al grado de que puede hacer esta clase de maravillas…
Como el hecho de que logre estar al lado de su hijo cuando esté era apenas un niño de solo cinco años, con ambos padres a su lado, sonriendo, como si hubiera sucedido en verdad.
Sin duda, Shaka pensó seriamente cual sería el mejor regalo para su progenitor, y aunque a veces se puede notar bastante desinteresado en muchas circunstancias, el rubio ama a su familia con todo su corazón, y les ha demostrado su enorme amor solo a ellos.
Y aunque aún le falte sentirse por completo cómodo en esta nueva situación en su vida, ha hecho un esfuerzo para hacer muy feliz a su padre en el día de su cumpleaños.