Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Percepción por rmone77

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

—Fin del bal—

Los fríos y largos días en aquel departamento fueron menguando a medida que más fuerte se hacía la relación entre Do y SooJung, lo que tomó sólo un par de semanas. La profesión de ella ayudaba de gran manera a que el muchacho se sintiera cómodo en cada conversación; ella comprendía perfectamente que las actitudes que tenía no eran despectivas ni mucho menos frívolas, sino que eran la forma en que veía la vida, lo que reflejaba, y eso le parecía además de encantador, fascinante. Podía comprender perfectamente el interés obsesivo que tenía Kim con ese chico, incluso en presencia de ella misma. Notaba perfectamente las miradas que le daba. En el pasado cuando SooJung era cortejada, Kim ahuyentaba a cualquier persona sólo con acercarse a su lado y mantener la vista profunda, sin decir nada. En el presente ella era el objetivo de aquellas miradas. No podía negar que tenía apenas un ápice de preocupación sobre la relación que mantenían los dos o, más bien, la forma en que se había forjado. Ninguna actitud obsesiva podía tener un buen puerto al final, pero quiso justificar la actitud de su querido amigo con el estado de Do. A pesar de que había salido hace bastante del hospital, aún no recuperaba ni la mitad del peso que había perdido, se mantenía ojeroso, con los labios secos y los pómulos muy altos. A veces, en medio de las conversaciones o, más bien, de las sesiones de terapia, ese chiquillo se abstraía por completo, con ojos somnolientos y le pedía parar, sin demostrar intencionalmente su cansancio, sin embargo, era evidente por la caída de sus hombros.


SooJung había acumulado un montón de información importante entre cada sesión y aunque Kim le había pedido expresamente que le mantuviera al tanto de todo, apenas le contaba una pequeña parte de lo que sabía.


Do había accedido a las terapias mucho más rápido y fácil de lo que ella hubiese previsto. Fue muy maduro y concreto a la hora de hacer las preguntas y aceptar, entendiendo que lo necesitaba, además de que aliviaría un poco la carga que ahora Kim tenía en sus hombros. Quería mostrarse bien ante él. Un pequeño capricho, una manera de consentirlo y devolverle toda la atención que había estado recibiendo últimamente.


Las sesiones eran difíciles de llevar. No porque Do se negara a alguna parte de la terapia, sino porque hablaba con mucha facilidad sobre lo que había ocurrido en su pasado, o las situaciones traumantes que habían definido su carácter. Era impactante para SooJung escucharlo hablar mientras bebían té sobre la infinidad de veces en que había sido golpeado, maltratado o abusado psicológicamente por sus anteriores parejas. También le había impactado el número de estas, ya que desde una muy temprana edad KyungSoo se involucró en relaciones de un carácter tóxico, prácticamente saliendo de una para meterse en otra, incluso a veces siendo otro hombre el que lo sacaba de la relación. Ella entendía que eso debía ser muy confuso para las personas que lo rodeaban y que siempre debió haber estado rodeado de rumores maliciosos en torno a sí mismo, lo que sólo lo predisponía mucho más a estar en un círculo de violencia sin fin, relacionándose con el mismo tipo de hombre cada vez.


Había también muchos vacíos que el chico no se explicaba o que no lograba recordar, en un inicio parecía ser un hecho puntual en su vida, pero poco a poco ambos se fueron dando cuenta que KyungSoo prácticamente no recordaba nada a partir de sus diez años. Existía una gran puerta de la verdad oculta en su mente a la que ni él podía acceder. Aquello comenzó a preocuparle severamente, quería ayudarlo, como profesional quería ofrecerle un soporte seguro, pero como amiga temía abrir esa puerta y encontrarse con una verdad de la que no fuese capaz de enfrentar. Si bien era psicóloga, su experticia se encontraba en el campo de las parejas, en terapia de relaciones y sólo había accedido a la terapia por la insistencia de Kim. Fue difícil para ella tomar la decisión de comentar sobre la terapia de regresión con otro especialista, pero era un campo que sólo conocía desde la teoría. Do dijo que sí sin terminar de escucharla, lo cual sembró las dudas en su corazón. Fue severa y le advirtió que la terapia con regresiones era algo muy distinto a lo que venía haciendo. Tenía que estar completamente dispuesto y seguro desde el inicio, ya que en la mayoría de los casos se lograban encontrar respuestas que la gente hubiese preferido nunca saber. No era lo mismo que recordar un hecho del pasado, le explico que más bien iba a revivir todo su pasado como si hubiese ocurrido ayer, sintiendo todo en carne propia una vez más. Aun así, aceptó.


Do no podía negarse o temer sobre algo que desconocía. Su mente demasiado concreta le impedía generar miedos cuando aparentemente no había nada que temer. Aceptó porque quería saber. Aceptó discerniendo la posibilidad de que pudiese resolver alguna de las preguntas que se habían formulado en la terapia, pero tampoco tenía expectativas al respecto: si no ocurría nada, lo aceptaría también.


Ambos guardaron el secreto, decidieron no decirle nada a Kim. SooJung lo hizo porque creyó que se iba a oponer a la decisión de Do, y él por su parte no dijo nada para no seguir sintiendo que acrecentaba la carga en los hombros de él. Se sentía seguro y cómodo en compañía de SooJung y ella lograba ayudarlo enormemente a quitarse la culpa por todo lo que le hacía pasar.


Kim, por su parte, aprovechó una de las tardes de terapia para escabullirse con la excusa de horas extras y pactó una cita con los padres de Do. Extrañamente ellos accedieron, pero pensó que había sido la mujer quien logró convencer al padre del muchacho. Fue difícil coincidir en un día, pero ella misma hizo los preparativos: eligió el día, la hora y el lugar, lo cual fue fácilmente aceptado por él.


Cuando volvió a verlos, no fue con el aspecto desaliñado, cansado y preocupado de la vez anterior, no tenía el cabello revuelto ni una sombra oscura bajo sus ojos, más bien todo lo contrario, parecía un tigre negro que se acercaba elegantemente a su presa, con sus ojos partidos mirando hacia adelante y corbata gris, que era lo único que resaltaba en su impecable y negro traje, casi como si asistiera a un funeral. Los padres se sintieron completamente ofendidos por su presentación, pero no pudieron dejar de ser atrapados por la imponente presencia que tenía. Él era el guardián de Do, que había pasado de ser su hijo a un caprichoso rey que podía cortarles la cabeza si así lo quisiera.


Ninguna de las partes se anduvo con rodeos, ambos expusieron de inmediato las peticiones. Aunque el padre de Do no dijo una palabra, en cambio la madre pidió que les dejara visitarlo. Ya había preguntado en el condominio de edificios en donde vivían actualmente y le habían negado el paso.


— Es cierto que eres el presente de mi hijo, pero eso no nos quita el hecho de que somos sus padres y que nos debe el respeto y cariño que merecemos. Le dimos la vida y, agradeciendo el cuidado que le ha dado, usted no puede impedir que seamos parte de lo que KyungSoo es.


Kim reafirmaba con estas palabras que el discurso que le dio tiempo atrás había sido una farsa. Era eso o había algo que no terminaba de comprender. El padre parecía haber sido arrastrado contra su voluntad a ese lugar y sólo era ella la que mantenía un interés fingido de madre, cambiando sus palabras de "madre víctima" a "madre empoderada".


— ¿Tengo que mencionar que es decisión de él no verlos de nuevo? Va incluso más allá, él no los considera como sus padres, al menos no como si estuvieran vivos para él.


La mujer carraspeó y escudriñó con sus ojos viejos por una abertura o forma de responderle, sin embargo, terminó ciñéndose a los mismos principios ridículos de siempre.


— Él es un niño aún, no tiene la más mínima idea de lo que es bueno para él. He permitido la relación entre ustedes dos porque, como he dicho antes, estoy muy agradecida con los cuidados que usted le ha dado, pero KyungSoo está en una edad en que debe hacerse cargo de ciertas cosas en las que sólo sus padres podremos ayudarlo.


Kim rio. Se acarició la sien y continuó extendiendo la sonrisa. Así de eso se trataba, ahora lograba entender todo. Poco a poco las piezas comenzaban a encajar y empezaba a cobrar sentido. Se acomodó la corbata y miró la hora en su reloj, manteniendo la postura para no reír a carcajadas delante de los dos.


— No tiene que agradecerme nada. Le recuerdo que yo no soy uno de los cuidadores que usted contrataba para KyungSoo, no me está pagando y no tengo porqué obedecer. Yo sólo vine aquí a repetir la voluntad de él ya que he visto sus innumerables intentos por acercarse de nuevo a pesar de que ya les dijo que no quiere verlos ni saber de ustedes. Por el bien de todos, manténgase alejados.


Hizo una fina reverencia con la cabeza y se levantó de la mesa sin decir más. Una camarera lo detuvo en el pasillo al ver que no habían ordenado nada, ni siquiera un vaso de agua.


— ¿Así que de eso se trata? ¿Quiere dinero?


Kim ni siquiera se volteó. Respondió a la camarera y antes de emprender de nuevo su camino, sentenció.


— Si sigue diciendo alguna otra estupidez, no podré asegurar que me mantendré tan tranquilo como hasta ahora.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).