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Außerordentlicht por Ari_123_love

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Taemin exhaló, dejándose caer en su sofá. No tenía sentido que siguiera dando vueltas por todos lados, la ansiedad y picazón que sentía no desaparecería. Poco a poco se había empezado a concentrar en el centro de su pecho, siendo cada vez más molesto. No era exactamente doloroso, pero sí incómodo. Sin embargo, él le había dicho que le buscaría.

Minho.

Exhaló, recostándose sobre su vientre a lo largo del sofá. No lo entendía en lo absoluto, estaba anhelándolo y ni siquiera lo conocía. Todo esto era tan estúpido. Pero ahí estaba, mordiéndose el labio inferior, con la mirada fija en la pared, pensando en cómo lo haría. Cómo haría Minho para hallarlo, porque honestamente, no tenía idea de cómo dos extraños que coincidieron en un edificio publicó volverían a encontrarse.

La campanilla de mensaje en su celular sonó.

Oh.

Su corazón aumentó los latidos, ¿acaso sería…? Alcanzó su celular de la mesilla de café que tenía, sentándose con las piernas contra al pecho tratando de tranquilizarse. No quería emocionarse demasiado, por si no era lo que esperaba. Pero entonces.

Al desbloquear su celular lo vio, la notificación de una invitación de chat en una de sus redes sociales. Su respiración se cortó cuando otra notificación brincó, está vez informándole que alguien quería conectar con él. Choi Minho.

Chilló de emoción, volviéndose a tumbar en el sofá para alzar las piernas y patalear al aire. ¡Él lo hizo! Lo halló. Todo el día estuvo tan desconcentrado, con la piel picando y ganas de llorar. Ahora sólo sentía mariposas en el estómago.

Aceptó ambas notificaciones, riendo tontamente. ¡Minho le había hallado! Cubrió su rostro con un cojín, tratando de esconder todo lo que estaba sintiendo. Era ridículo, ¿por qué estaba actuando así por un desconocido? Hoy en la mañana que le había conocido no pudo dudar en correr de él, ahora no podía dejar de pensar en él.

El pop que escuchó le hizo descubrirse el rostro, mirando rápidamente la pantalla de su celular.

 

“Hey”

“¿Sabes cuantos Lee Taemin hay en internet?”

 

Taemin volvió a reír, reacomodándose en el sofá. Rápidamente escribió una respuesta, dudando en si mandarla o no. Después de todo, está sería su primera interacción luego del fiasco vivido debido a su extraño enlace…Algo en lo que todavía no había querido pensar.

 

“Y aún así me encontraste”

 

Mordió su pulgar, observando la burbuja de texto escribirse al fondo de su pantalla. Minho estaba atendiendo el teléfono, y eso le hacía feliz. No ser el único esperando por una respuesta.

 

“Simplemente lo sentí, que debía hallarte”

“No pensaba detenerme, hasta lograrlo”

 

Más risas bobas por parte de Taemin. Si seguía así, se convertiría en un charco de risitas y mariposas.

 

“Por cierto…”

“No quiero que creas que soy ese tipo de alfa, que acosa y gruñe todo el tiempo”

“No sé que me sucedió hoy”

 

Así que ya era momento de hablar con eso. Para Taemin fue más pronto que luego, pero debía hacerlo. Además, también quería aclarar ese pequeño detalle. No le gustó en lo absoluto haber visto la manera en que Minho reacción después de que Taemin confesó haberse negado olerle en todo momento.

 

“No te culpo por sobre reaccionar…”

“Yo tampoco actué como mí mismo”

“¿Te has dado cuenta que cuando nos
 enseñan que algún día conoceremos a ese alguien
nunca realmente nos dicen cómo se va a sentir?

“Me asustó no saber qué estaba sintiendo”

“además de la persecución, por supuesto”

“Cuando me di cuenta de qué se trataba y te habías ido,
no podía dejar de pensar en que debí reaccionar de otro modo”

“Me asusté de pensar en que no me buscarías”

 

“Imposible”

“Eres lindo, no renunciaré a ti tan pronto”

 

Y por más absurda la respuesta, Taemin se sintió abochornado. Quizás las cosas habían empezado de una manera poco convencional, pero parecía que se estaban dando bien. Tal vez no era tan malo haber conocido a su persona especial, aunque tuvieran un enlace bastante extraño.

 

“Además, creo que tuvimos suerte
de que tu tutor estuviera ahí para intervenir”

“Sin embargo no escuché su nombre”

 

Tronó la lengua, riéndose un poco ante la idea de pensar en Donghae siendo amable después de la escena que llegó a interrumpir.

 

“No te lo hubiese dado, aunque se lo hubieras pedido”

“Lee Donghae, es mi primo”

 

“Interesante parentesco”

“¿Cómo es que tu primo, un omega, llegó a ser tu tutor?

 

“¿No viste lo rudo que es?”

“Peleó en los juzgados, hasta que se cansaron de escucharlo
y le dieron la razón”

“Es bastante bueno, me deja hacer lo que quiera”

“Claro, eso es un punto extra”

 

Suspiró, esperando no asustar a Minho con su personalidad mimada. Lo admitía, había sido demasiado mimado siendo el menor en la familia Lee, ¿pero qué podía hacer contra eso? Su personalidad ya estaba formada, y no pensaba forzarse a cambiarla por nada del mundo.

 

“Interesante”

“Supongo que tendré que perseguirte seguido”

“Así evitaré que te metas en problemas”

 

Taemin abrió los ojos al leer tal respuesta. ¿De verdad había respondido de ese modo? Le entregó un reto prácticamente, y pensaba tomarlo.

 

“Tal vez permanezca cerca de ti apropósito”

“Así te meteré en problemas, junto a mi”

 

“Lindo”

 

Conversaron un poco más, descubriendo esos pequeños detalles que tanto llaman la atención cuando conoces a alguien por primera vez. El color favorito, sabor de helado, días soleados o nublados. Era divertido y sorprende, causando una sensación burbujeante en la base del estomago de Taemin.

 

“Taemin, ¿qué hay de tu familia?”

“¿Cómo es que tu primo llegó a ser tu tutor, en vez de tus padres?”

 

“Oh, bueno, ellos no pueden serlo”

“Me criaron mis tíos, desde pequeño”

“Donghae hyung ha sido como un hermano para mí en todo momento”

 

“Lo siento, no pensé que tú respuesta fuera a ser así”

“No es algo para que conversemos por mensaje”

 

“Esta bien, no es una historia desgarradoramente triste”

“Fue un accidente de auto”

“No tengo muchos recuerdos de ellos, pero sé que me amaban. Es suficiente con eso“

“A partir de entonces mis tíos me adoptaron. Ellos ya son demasiado mayores como para seguir siendo tutores”

“Y Donghae hyung es muy sobreprotector, no iba a dejar que alguien del estado fuera quien se encargara de mí”

 

“Puedo imaginarlo”

“ Pero me alegra saber que hay personas que te cuidan y quieren”

“¿Cómo eran tus padres? Me refiero a su tipo de unión”

 

“Alfa y Omega, ambos hombres. Es igual con mis tíos. Así que a estas alturas creo que corre en la familia. Tengo un par de primas, y ellas también están emparejadas con chicas”

“Mi familia es muy gay”

 

“Me hiciste reír con esa declaración”

“No importa de quién te enamoras, no me asustó darme cuenta que eras tú”

 

“Me está ganando señor Choi, que galante”

 

“Espero estar haciendo un buen trabajo”

 

“Lo estás haciendo”

“¿Y tú familia? “

 

“Mamá y Papá”

“También tengo una hermana mayor”

“Pero, debería decir que todos en mi familia somos alfas”

 

“Oh…”

“Espero no ser un problema”

“No parece que yo vaya a encajar”

 

Taemin soltó su celular de sorpresa al ver la llamada entrante, ¿Minho le estaba marcando súbitamente? Súbitamente su corazón aumentó los latidos, sintiendo algo de pánico. No se sentía listo para escucharle, no cuando sólo había oído de él gruñidos. Honestamente, esos gruñidos no sonaban tan aterradores ahora que sabía que había sucedido. Mordió su labio inferior, decidiéndose por aceptar la llamada.

-¿Min…

-No importa si no encajas con ellos, yo te quiero a ti. Espero que llegue el día en qué no dudes ni un poco de mi. Me he propuesto demostrártelo.

Taemin exhaló por lo bajo, calmando los latidos de su corazón que ahora sentía en su garganta.

-Puedo sentirlo, no sé cómo, pero puedo sentir tus palabras.-  Suspiró. -También quiero que sepas que haré todo por demostrar que siento lo mismo que estás sintiendo. Es extraño, y no quiero pensarlo mucho, pero está ahí y no creo que quiera detenerlo. Así qué, lo compartiré contigo.

-Taemin, dentro de tres días tendremos una cita, ¿de acuerdo?

-Estaré esperándola con ansias.

 

 

 

Su primera cita fue a los tres días de haberse encontrado. Con risitas nerviosas, y alguno que otro momento silencioso, habían decidido verse en un restaurante a media tarde. Se tomaron las manos disimuladamente sobre la mesa, ninguno de los dos mirando hacia enfrente.

-Hueles a un día en el bosque nevado, recogiendo moras silvestres.

Minho había dicho eso, sorprendido al olerle por primera vez sin los supresores en su sistema. Taemin había tenido que esconder su bochorno ante tal descripción, admitiendo que para él Minho olía a días de verano en la playa. Quizás ambos eran románticos, aceptando de buena manera el saberse tan opuestos.

Terminaron la cita, Minho acompañando a Taemin hasta la puerta de su departamento. Había escuchado con asombro de los ciertos privilegios que Taemin había tenido al crecer de manera mimada, incluso ahora, teniendo un departamento para sí mismo. Pero solo le había incentivado a probarse como digno de él. Taemin había reído, pidiéndole que no se lo tomara tan en serio. Sólo había sido tratado como el más chico, y sin embargo eso no le detenía de saber que no podía siempre tener el mundo en sus manos. Además le había asegurado que hiciera lo que hiciera, atesoraría cada momento a su lado en este proceso de conocerse.

Minho le despidió con un beso, el primero de muchos, quedándose cortos en las demás despedidas. Sólo quería alargar el tiempo, sólo un poco más.

 

Durante su segunda cita, Taemin había descubierto lo muy apasionado que Minho podía llegar a ser en las cosas. Más allá de si se trataba de su naturaleza alfa, o sólo un rasgo demasiado marcado en su personalidad dominante, Taemin veía totalmente adorable -y sí, a veces exagerado- lo mucho que Minho invertía en las cosas. Sin darse cuenta, se había dado de resolución hacer todo lo posible para que Minho mantuviera siempre esa llama dentro de sí.

-Eres lindo.

Había dicho, mientras deslizaba su mano en el cabello corto del alfa, descubriendo como Minho se coloreaba de un sutil rojo, intentando pasarlo desapercibido con un severo caso de falsa tos, para así cubrirse el rostro. Habían estado hablando de deportes, cosa en la que él mismo sólo estaba medianamente interesado. Minho sin embargo, había señalado cada movimiento de cada jugador, de cada deporte, que se podía sintonizar en la televisión en esta temporada.

Ese día, platicaron hasta tarde, sentados en un pub al que habían ido después de haber visto una película. Ese día, ninguno de los dos sintió ganas de despedirse primero. Era como sus usuales llamadas telefónicas, pero mejor, porque podían estirar la mano y sentir la vibración bajo la piel del contrario. No tenía mucho de conocerse, y aun así sabían que no necesitaban más tiempo porque tenía la conexión de diez vidas anteriores.

 

La tercera cita fue distinta. Minho acompañó a Taemin a una comida familiar, después de todo, tenía que conocer a quienes le habían criado. No sintió alivio alguno a pesar de ver primero al primo de Taemin. Le había gruñido de nuevo, y al parecer era algo común porque nadie más se inmutó ante eso. Claro que esta vez había un alfa atrás de él, y quizás eso había hecho que nadie más se preocupara por el malhumorado omega gruñendo. Tiempo después, Taemin le contó que aquel alfa esposo de su primo, era igual de sobreprotector con él, como el mismo Donghae. Simplemente para todos en la familia, Taemin era el bebé, y en este momento Minho era el enemigo en común.

Excepto para las primas de Taemin. Minho había sentido alivio de tener alguien de su lado, ambas chicas se habían presentado ante Minho como sus fans por haber hecho la osadía de tener un enlace con Taemin, y aunque sus burlas eran sencillas, Minho las halló más reconfortantes que la risita burlona que Taemin soltaba cada que alguno de sus familiares se acercaba a Minho. Nunca en su vida tantos omegas le habían gruñido, como le sucedió en esa reunión. Prácticamente le hizo preguntarse qué ponían en el agua para que todos fueran tan osados. Pero podía ver claramente a Taemin reflejado en cada uno de ellos.

 

La vez que a Taemin le tocó conocer a la familia de Minho, creyó que tal vez su lindo omega se intimidaría. Después de todo, aquella primera conversación real que tuvieron, Taemin había dejado ver que no se sentía cómodo con una familia integrada por sólo alfas.

Nunca esperó ver que Taemin se desenvolvería tan bien con una actitud ligeramente arrogante y movimientos atractivos. Resaltaba, definitivamente, y pronto la familia Choi le habían envuelto en sus brazos como miembro honorario de un clan alfa. Ese día Minho había sido quien más gruñó, escuchando de nuevo la risa traviesa de Taemin cada vez que advertía no se acercaran de más a su pareja. Taemin le tocaba continuamente, un roce de manos, un abrazo por la espalda, incluso un beso en la mejilla, y Minho se derretía. Porque Taemin se mostraba abierto con su afecto, y porque encajaba bien en su familia, y honestamente eso le hacía feliz. Esa noche se besaron efusivamente antes de despedirse.

 

Sólo habían salido por tres semanas, y era obvio que ambos aunque sintieran aquella conexión extraña, querían tomarse todo el tiempo del mundo en consolidarla. Habían discutido poco, pero dejado en claro que, disfrutar de esta etapa de cortejos y coqueteos antes de enlazarse era lo que ambos querían.

Todavía no sabían todo de sus vidas, o de hasta dónde querían ir. Cuando estaban juntos, prácticamente se olvidaban del resto del mundo, y hablar de algo más que ellos dos resultaba difícil.

Una cita más, una como las otras se suponía. Taemin había convencido a Minho de ir a bailar, y dado a que ya había accedido, había señalado un antro que era buen lugar.

Después de bailar un rato, y tratar de charlar otro poco, Taemin había notado que la actitud en Minho había empezado a menguar.

-¿Min?- Le llamó, tocándole en el brazo. Minho estaba caliente, mucho más que por sólo haber bailado. -Cariño, creo que tienes fiebre, deberíamos irnos.

-No, no, estoy bien. Es sólo…- Jadeó, terminando su bebida de golpe. -Necesito algo de aire.

-Si, claro, pero considero que deberíamos irnos.- Se puso en pie, rápidamente tomando el brazo del alfa, para sentir de nuevo aquella usual electricidad entre ambos encenderse.

-Te estás divirtiendo mucho, amor. Sólo dame un momento.- Minho le aseguró, acariciándole el labio inferior. -Estaré de vuelta pronto.

Por supuesto Taemin no se quedó atrás. No pensaba dejar a su alfa sólo, en especial cuando empezó a verse algo desorientado. Parecía querer salir del ala principal, hacia el pasillo que llevaba a la entrada, y sin embargo terminó dando una vuelta equivocada. Taemin sabía lo que había allá atrás. Ignorando los comentarios subidos de tono de quienes estaban fuera de las habitaciones, logró empujar en a Minho en la primera puerta abierta. Al menos ese lugar estaba vacío. Le tomó un segundo notar el aroma fuerte. No, no era de la habitación. Quien olía a sexo era Minho.

-Min, estás caliente. Estás entrando en celo.- Le tomó por el rostro, tratando de explicarle, aunque el alfa parecía estar desconectado de su alrededor.

-No, no…No es posible, no aún.- Jadeó, tomando las manos de Taemin. -No me acercaría a ti si fuera el caso.

Taemin sintió su corazón estrujarse, sintiéndose conmovido con lo cuidadoso que Minho siempre era a su alrededor.

-Lo sé, te creo.- Afirmó, acercándose inconscientemente al cuello del alfa, buscando su olor. -Creo, se trata de nuestro enlace.- Susurró. -Nos estamos acoplando, incluso aún sin tocarnos.

-Taemin…- Exhaló, recorriendo el marco del cuerpo del omega con cuidado, hasta llegar a su cadera. Le pegó contra su cuerpo, girándose para así poder apresarle contra la pared. -Por favor, necesito que me detengas. Ruégame que me detenga.

El problema estaba, en que un alfa en celo era casi imposible de ignorar, Taemin jadeó escuchando las palabras susurradas, disfrutando del sonido que hacía cosquillas en su oído. Gruñó suavemente, extendiendo su cuello como ofrenda, sintiendo aquel agradable aleteo de mariposas cuando su alfa respondió ante el ofrecimiento. Minho le olía, acariciando con su nariz su cuello, hasta llegar a su oreja.

-Taemin, no puedo controlarme, necesito que me lo pidas.- Se forzó a usar su voz de mando en la manera más suave posible. Taemin se encontraba dócil, no rebelde, y aunque lo estuviera, jamás le gritaría a su omega. Simplemente  necesitaba alejarlo de su celo lo más posible,

-Pero no quiero.- Taemin exhaló, apretando su cuerpo con el contrario. Se aferró al cuello de Minho, atreviéndose a enredar sus piernas alrededor de la cintura del alfa. -No tengo miedo, quiero acoplarme contigo en todos los sentidos, ¿por qué no ahora? Tu celo se adelantó porque estamos juntos, quizás es una señal, de que debemos hacerlo.

-Taemin…- Imploró de nuevo, besando a lo largo de la mandíbula del omega. Su cordura pendía de un hilo. Podía todavía pensar en que no era lo correcto, pero sus manos buscaban colarse bajo la ropa del omega, acariciando. -Amor, pídelo, pide que me detenga. No es así como debería pasar, no aquí.

-¿Si te detengo, me llevarás a una cama?- Taemin exhaló, encontrándose igual de caliente que su pareja.

-Sí.

Voz grabe, ojos color ámbar. Minho estaba más allá del raciocinio, su instinto golpeando primero. Arrastró sus dientes por la piel del cuello de Taemin, deleitándose al sentirla erizarse de placer. Quería morder, necesitaba morderlo, y después hacerlo suyo. Reclamaría al joven omega, después de todo este tiempo limitándose de hacerlo. Entonces…

-Min, amor.

La voz de Taemin, le traía de vuelta. Era cálida, como el chocolate, y le hacía poder concentrarse. La piel de Taemin vibraba bajo su tacto, así que se apresuró a frotarla, suspirando de placer.

-Minho, debemos detenernos.

Le escuchó de nuevo, bufando esta vez. ¿Podría Taemin ponerse de mal humor si le ignoraba y continuaba mimándole? Quería mimarle mucho mientras le hacía el amor, marcándole con su mordida.

-Cariño, sé que es lo quieres. No podemos aquí, tu no quieres eso.

Insistió, haciéndole alzar la mirada. Los ojos de Taemin se encontraban tan nublado, ¿cómo podía entonces pedirle que se detuviera si quería lo mismo?

-Por favor Minho, te lo suplico. No aquí.

Pero su lindo omega lo suplicaba, y quería hacerlo feliz. Asintió, gruñendo de manera gutural al tener que soltarle. Taemin también lucía algo renuente de separarse, pero al menos respondía de manera correcta a su suplica. Le tomó por la mano, dirigiéndose a la salida. Pronto el sonido de la música había quedado silenciado por completo, no existían más olores, solo Taemin y el sexo.

-Minho, ¿a dónde vamos?

-A tu departamento, quiero que sea un lugar donde estés cómodo.- Ladró, sintiéndose un poco aliviado al escuchar la risa de Taemin como respuesta a eso. No estaba asustado por su manera de actuar, estaba siendo un buen alfa después de todo.

-Está bien, llévame a mi departamento.- Taemin coqueteó, besándole en la mejilla antes de salir corriendo hacia el auto de Minho.

Sus instintos estaban al mil, Taemin había decidido correr, quería huir. El alfa en él le urgió, persiguiéndole. Tenía un omega travieso después de todo. No tardó en alcanzarle, atrapándole contra la puerta del auto. La risa en Taemin siempre era buena señal, mientras Taemin riera, no le temía. No era como el día que se conocieron. Quizás ese pensamiento era lo que mantenía a Minho unido todavía. Quería ser un buen alfa, mantener seguro a Taemin. Se derritió cuando el omega le besó, esta vez en los labios. A penas una provocación.

-Estás agobiándote, no voy a huir. Ya lo dije, no tengo miedo. No de ti. Llévame a mi cama, muchachote.- Le alentó.

Habían hecho planes con respecto a su relación, pero pronto iban a dejar esos planes atrás, permitiendo que el enlace dictara el siguiente paso en su relación.


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