Faked World
V
Linked Horizont
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--Me pregunto si todos los que se encuentran registrados en este hospital tiene historias similares a las nuestras. --dijo Tetsuya.
--Es probable, --dijo Ed --nosotros humanos tan solo podemos soportar ciertas situaciones.
--Y un corazón roto, ya fuera por alguien cercano o por nuestras propias mentes, es algo con lo que pocos pueden seguir adelante. --añadió Reborn.
--Me gusta tu voz. --dijo Eren al moreno de ojos verdes.
--Tan solo me has escuchado llorar y quejarme. --dijo apenado y tratando de secar sus lágrimas con las mangas de su camisa del hospital.
--A veces, llorar y quejarse, tal vez maldecir la mala fortuna, es lo que nos hace falta para seguir adelante. --dijo Reborn devolviéndome el pudin.
Los demás asintieron, sonreí y seguí comiendo mi postre. Allen entró poco después, dijo que ya era hora de abandonar la piscina y nos condujo a nuestros cuartos... era extraño sentir... bueno, "sentir" algo. Sentí cansancio y un ligero dolor de cabeza por tanto llorar, sentí melancolía al ver las estrellas por las ventanas del salón cuando pasábamos par ahí, sentí el calor del agua y la humedad del vapor luego de la ducha, sentí lo fresco de mi habitación al salir del baño y fríos mis pies ya que iba descalzo, sentí la suavidad de la manta extra sobre mi cama, sentí calor y confort al envolverme tanto como pude, sentí un poco de pena al recordar a mis padres y a mi hermana y a Tom; sentí que me exprimían el corazón al igual que sentí lágrimas queriendo salir de mis ojos otra vez; sentí que esta vez el dolor no era tan sofocante como para hacerme perder el conocimiento por la intensidad, sentí vergüenza conmigo mismo ya que nunca en mi vida creí poder desmayarme por una emoción por muy intensa.
Sonreí contento al recordar a Tetsuya, Eren, Ed y Reborn dándome la oportunidad de desahogarme, sentí esperanza al saber que esto pasará, este momento de sufrimiento, vergüenza, pena y lágrimas.
Suspiré al tener la certeza que aunque duela mucho, aunque parezca el fin de mi vida, lo superaré. Poco a poco. Un paso a la vez. Como lo han estado haciendo el energético Ed, el imaginativo Reborn, el tierno Eren y el adorable Tetsuya.
Sobre todo, saber que no estoy solo, que no soy el único que sufre, es lo que más me hace querer avanzar.
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Pasaron los días y semanas en el hospital, tomamos nuestros medicamentos, hablamos con los psiquiatras, nos tiramos en el pasto del patio a ver las nubes pasar; nadamos de noche, acampamos en el cuarto de Reborn, acampamos en la sala de los ventanales enormes para ver las estrellas y el amanecer; nos encerrábamos en la biblioteca cuando Ed intentaba explicarnos algunas teorías de metafísica o Reborn quería ilustrarnos con obras clásicas de países que algunos de nosotros nunca conocimos; Tetsuya consiguió un balón de básquet y nos enseñó con infinita paciencia a jugar; Eren nos enseñó alemán y a leer las notas musicales de un violín; a Reborn le gustó la idea de enseñar su idioma natal por lo que aprendimos Italiano; Tetsuya nos enseñó algunas frases en Japonés y Ed aprendió rápido y hasta sonaba nativo de cada idioma aprendido.
Les enseñé a cerrar tratos con mucho que ganar y haciendo que la otra parte que firme un contrato agradezca el ser socios. Les enseñé un truco para adelantarse a las acciones de la bolsa y ganar y aganar y nada de perder al ver ciertos signos. Les enseñé a notar ciertos comentarios que tienen otro significado cuando se trata de reuniones de la alta sociedad, el cómo deshacerse de la bebida de una copa sin que otros se den cuenta y no sufrir los efectos del alcohol quedando vulnerable en reuniones en bares. En cuanto a otro idioma, les enseñé el lenguaje de las flores. Suena ridículo, pero era un lenguaje en el que fui bastante conocedor; Tetsuya dijo que era dulce, Ed dijo que era ridículo, Reborn dijo que podría ser útil y Eren dijo que yo era un romántico. La verdad no creí enseñar muy bien por las caras de confusión que solían poner, incluso Reborn amenazó con lanzarme a la alberca atado a una silla si le volvía a hablar sobre estadísticas.
Había mucho tiempo libre al dejar de lado las horas con los terapeutas. Tuvimos buenos resultados. Hubo algunos ataques: Eren tuvo un episodio demasiado real cuando vimos una película de sobrevivencia, Tetsuya salió con una muñeca lastimada, Ed con un ojo morado, yo con las costillas adoloridas y una mordida en mi brazo derecho, fue Reborn quien lo ató y luego lo sujetó en un fuerte abrazo; Allen tuvo que sedarlo: nosotros lo seguimos a su habitación y pasamos todo el tiempo con él. Tras disculparse, nos agradeció el temerle. También le dijo a Reborn que siempre cargara esas cuerdas y que nos enseñara a atarlo. Hubo muchos abrazos y más campamentos fuera de los dormitorios.
Ed recibió una petición de su familia para verlo, querían que hablara con uno de sus conocidos para dar una reseña sobre una investigación de átomos nucleares y le enviaron muchos libros con temas relacionados. Hicimos una fogata con esos gruesos libros, Tetsuya hizo la carta en un avión de papel y la envió a las llamas, Reborn nos contó sobre origami, Eren intentó hacer las mil grullas de papel para que su deseo se cumpliera... le ayudamos a doblar tanto papel como pudimos... yo le aseguré a Ed que estaba bien el negarse a la petición de su familia, el que recibieran buenos resultados no significaba que él iba a volver a hacer que ellos le pedían con la excusa de ser un genio.
Tetsuya recibió una llamada de sus padres, le regañaban por haberse lastimado aún en este hospital, cuando les preguntó sobre sus amigos la respuesta fue que nadie lo había buscado y cuando siguieron comentarios hirientes e innecesarios Reborn tomó la bocina del teléfono y colgó, Ed tomó el aparato y lo lanzó a la pared cuando volvió a sonar, abracé a Tetsuya y le repetía que estábamos con él, le dije que los padres podrían mentir, le dije que seguramente alguien en su antigua ciudad lo estaría buscando, Eren fue con Allen para pedirle que no pasaran llamadas o mensajes de los padres de Tetsuya contándole lo ocurrido.
Reborn recibió la visita de su agente y lo despidió. Llevaba un micrófono para grabar la "entrevista", Reborn le dijo que si hablan¡ba sobre él con cualquier medio... bueno, fue una amenaza muy clara. Estuvimos con él en su cuarto bebiendo café y haciendo tonterías por la noche ya que no pudimos dormir por tanta cafeína, convencimos a Allen de prestarnos un micrófono y quien sabe de dónde salió una bocina y un iPod con canciones para karaoke. Fue una bendición que el área de Reborn estuviera lejos de las demás habitaciones o habríamos tenida más problemas además del dolor de cabeza por la falta de sueño. Encontré a Ed dormido en las ramas de árbol donde solía esconderse, Tetsuya estaba hecho burrito con las mantas bajo la cama de Reborn, Eren estaba dormido sentado en el excusado y Reborn sacó una cámara tomando fotos de cada momento vergonzoso... a mi me encontró dormido bajo el escritorio de mi terapeuta.
Yo recibí otra visita de mis padres, al verme mejor, me pidieron que recogiera mis cosas e irnos a casa donde mi hermana y mi cuñado nos estaban esperando. Les dije que tuve un colapso nerviosos porque mi novio había terminado conmigo por una mujer. Me dijeron que me quedara en el hospital hasta "curar" mi extraño gusto o que no volverían a reconocerme como hijo. Salí con Allen de la sala de visitas, en mi cuarto estaban todos con varios postres que seguramente robaron de la cocina que pertenecían a los enfermeros y médicos... les sonreí y comí los dulces. Se quedaron la noche, ayudamos con las grullas que faltaban, cincuenta y dos, al amanecer, Eren terminó el número mil y nos contó su deseo.
--Me gustaría recorrer el mundo junto con ustedes, ya saben, salir de este lugar. --dijo observando la grulla hecha de papel periódico --Lo que hacemos aquí es hablar con nuestros terapeutas, pero me siento mejor cuando hablo con ustedes sin necesidad de un horario que me corta las palabras cuando me decido a decir algo... los medicamentos que más consumimos con antidepresivos pero la ansiedad es más al encierro que a algo que sea más serio. --cerró los ojos y continuó en un susurro --Tampoco me gusta la idea que mis padres sepan dónde estoy, que los padres de Tetsuya sepan a dónde llamar para regañarle, que el representante de Reborn sepa a dónde enviar a los reporteros o que las familias de Ed y Harry conozcan el lugar a dónde enviar cartas o llegar de visita.
En este lugar he estado lo más tranquilo y en calma que recuerdo, he conocido a estas personas que podrían ser mis primeros amigos; que buscan mi compañía y nada más, que preguntan por mi y no por mis padres o hermana, que hacen lo posible por alegrarme cuando me ven decaído, que me dan la mano o un abrazo sin que se los pida, que me dan su postre porque saben lo mucho que gustan las cosas dulces y que en mi vida jamás me permití comer ni cuando salía en citas furtivas con Tom.
Pero, sería bueno salir. Probar la libertad que Eren tanto desea, ser parte de la aceptación que añora Tetsuya, ver cosas nuevas del mundo como Ed anhela descubrir y que no vengan de un libro, demostrar al mundo que nuestra sola presencia no es un signo de maldad como sueña Reborn... quiero vivir sin ataduras a reglas que asfixian, a reglas donde no tengo espacio propio, quiero olvidar a mi primer amor... quiero sanar mi corazón roto... quiero saber si me gusta más un clima que otro o saber si tengo una estación del año predilecta. Sería bueno salir.
Sí, sería bueno salir todos juntos.
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No fui el único en pensar acerca de salir del hospital. Allen me dijo que todos le hablaron si había manera de darse de alta voluntaria, cuando le vi de manera insistente me dijo que por supuesto yo también estaría interesado en escuchar algo similar. Hablamos, incluidos los demás y tras una semana de trámites, nos estábamos despidiendo del hospital en el algunos estuvieron más tiempo del que yo estuve, yo solo estuve cinco meses, los demás tienen años y sí, Allen también nos acompañará. Dijo que su contrato llegaba a su fin y que prefería acompañarnos y ver el cómo seguía nuestra amistad.
Me vine enterando que el hospital psiquiátrico está en Australia, un hospital exclusivo, uno que valora por mucho el desempeño de sus pacientes en el área mental que si un paciente pide salir, tras un par de pruebas y papeleo claro que puede salir. Allen nos llevó en una camioneta hacia la bahía, Reborn sacó un celular y tras un par de llamadas ya teníamos un bote en el que todos cabríamos para un viaje en mar.
El mar.
Cuando Eren vio la inmensidad de agua y cielo y nubes y sintió el viento salado... parecía que era el paraíso lo que miraba, cayó de rodillas y de sus mejillas bajaron muchas lágrimas; estaba asombrado, maravillado, estiraba la mano queriendo tocar todo lo que estaba frente a sus ojos. Ed, Tetsuya y yo nos sentamos muy cerca de él, escuchamos sus palabras donde mezclaba su vida presente con recuerdos y añoranzas de su vida pasada, Reborn estaba parado a nuestra espalda, cuidando este momento especial para Eren.
Compartimos su emoción, hacía tanto que no veíamos más que las áreas permitidas (y algunas restringidas en las que Reborn nos abría las puertas con sus trucos) además que en experiencia propia tan solo llegué ver el mar de lejos, nunca lo disfruté o llegué a admirarlo como lo hicimos al lado de Eren. Reborn nos dio bloqueador solar, colocó una sombrilla de playa sobre nuestras cabezas y al volvernos a mirarlo él ya estaba sentado en una enorme silla, usaba lentes de sol y un traje de baño amarillo además de una bebida tropical en la otra mano. Ni nos molestamos en preguntar, Reborn tiene esa habilidad de realizar cosas imposibles en el momento que le quitamos la vista de encima.
Tetsuya empezó a hacer un hoyo para "enterrarse" en arena, Ed le pidió a Reborn una cubeta y una pala (ya tenía varias apiladas detrás de la silla) y se puso a "construir" un castillo. Eren y yo ayudamos a cubrir a Tetsuya, Reborn colocó más bloqueador en rostro de Tetsuya además de unos lentes de sol, fuimos con Ed y ya llevaba varias torres y una muralla que protegía el castillo. Fue divertido. Eren no dejaba de sonreír y mirar el mar y el cielo y hasta preguntó si llegaban a tocarse físicamente, Reborn le dijo que solo en ocasiones especiales, Ed le dijo romántico empedernido y Reborn construyo el Taj Mahal. Cayó la noche, apareció una fogata y una parrilla donde se sasaba carne y algunos vegetales; cenamos, vimos las estrellas y al fin subimos al barco de Reborn.
Eren decía estar navegando en las estrellas y miramos por la borda como él lo hacía, el agua reflejaba el cielo estrellado y puedo jurar que los detellos azules provenían de una luz especial del barco pero no niego que se veía hermoso. Era una fantasía deliciosa.
Así emprendimos el viaje.
Sonrientes...
...emocionados...
en busca de la aventura.
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