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Cosecha de cerezas, tomo 1 y 2 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Después de regresar de un largo viaje de vacaciones, Hee-gyeom decidió vender la casa en la que habían estado viviendo. El barrio, donde estuvieron caminando desde que estaban con sus padres, estaba repleto de elementos que siempre parecieron disminuir el espíritu completo de Heeseo. Recordaba a sus amigos, la escuela a la que iba, y también dentro de esas paredes, existían recuerdos que podían considerarse horribles.

Por eso Hee-gyeom estuvo buscando lentamente un lugar adecuado para mudarse con él.

El sitio que Hee-seo había elegido de una lista en el periódico, fue una casa en un tranquilo pueblo suburbano. Pareció que le gustaba mucho el hecho de que tuviera un jardín con césped y una pequeña terraza, como la vieja casa. Era un lugar remoto donde tenían que conducir durante mucho tiempo solamente para ir a un cine así que, Hee-seo, pareció sentir la obligación de esperar por Gyeom cada día por el puro hecho de hacerlo moverse tanto solamente para ir a trabajar.

"Ayer, iba a esperar a que vinieras. Lamento haberme dormido" La cálida luz del sol se estaba derramando sobre la terraza para ese momento así que Heeseo decidió sentarse al lado de su hermano mayor, en una mecedora redonda desde donde podía mirar hacia las plantas como si estuviera hablando con ellas en lugar de con él. "Lo siento mucho."

Hee-gyeom, que siempre había estado a su lado desde que Heeseo dejó de ir a la preparatoria, iba rumbo al trabajo todos los días sin importar lo mucho que le costara o lo increíblemente cansado que se sintiera en ese instante. Y Hee-seo siempre lo estaba esperando, como un buen hermanito y como un perfecto y amoroso amante. Además, era lo menos que podía hacer después de que le hiciera salir más tarde de lo habitual debido a sus ganas por besarlo. Sin embargo, la mayor parte del tiempo se dormía en el sofá porque estaba muy cansado de esperar. Incluso pareció que una de sus rutinas diarias en estos días era hacer que Hee-gyeom lo llevara a la cama después de regresar.

Gyeom susurró mientras veía a su hermano pequeño jugar con sus manos:

"No te preocupes. Si tienes sueño, está bien que vayas a dormir primero".

"Yo siempre quiero dormir contigo... Es terrible que llegues tan tarde. Es lo menos que puedo hacer".

Después de bajar la mirada, Hee-seo pareció presionar sus dedos hasta el punto en que pensó que los iba a romper si seguía actuando con tanta fiereza. Frunció los labios, hinchó las mejillas y pareció como que el regreso tardío que se había repetido durante los últimos días finalmente consiguió hacer romper su corazón. 

Hee-gyeom agarró suavemente su mano, la besó e hizo que Hee-seo levantara las pestañas para poderlo mirar... Cada vez que encontraba el amor en esos ojos, Hee-gyeom pareció volverse más indulgente.

"Esperaste por mucho tiempo. Perdón por llegar tarde, mi hermoso Heeseo. Debes estar cansado de esto".

"No es así… No mucho, un poco".

"¿Estás un poco cansado?"

"Un poco".

Tan pronto como lo consoló, sonrió y finalmente lo abrazó utilizando todas sus fuerzas.

El hermano menor, el que había criado Hee-gyeom, era naturalmente del tipo que le gustaba ser mimado. Podía decir que lo hacía incluso desde que había empezado a atar los cordones de sus zapatos o desde que comenzó a pedir que fuera por él a la escuela. Ahora que ni siquiera tenía la oportunidad de mirar a sus amigos y darse cuenta de que lo que existía entre los dos era REALMENTE extraño, tal vez tuviera que mimar a su hermano durante bastante tiempo en el futuro para seguir ablandando su piel.

Hee-gyeom cepilló el cabello de Hee-seo, quien estaba todavía oculto entre sus brazos, e hizo que sus pequeños pelitos se deslizaran de un modo calmado alrededor de cada uno de sus dedos. Hee-seo le pidió más caricias e ingenuamente susurró todo el afecto que le tenía a su hermano mayor, a quien seguía tanto, sin saber que había un deseo increíblemente insidioso acechando dentro de él.

Hee-gyeom tocó sus suaves mejillas con las yemas de los dedos: "Es fin de semana, ¿A dónde quieres ir?"

"Solo quiero estar con mi hermano. En casa. Tú y yo solamente..."

"Tú y yo ¿Qué estaríamos haciendo en casa?"

"Nosotros dos… Solo...."

No tenía pensamientos lascivos, pero Hee-gyeom había susurrado de manera extraña sobre pasar tiempo juntos así que Hee-seo se avergonzó y sus mejillas comenzaron a ponerse muy calientes. Tuvo un pensamiento terrible y no sabía qué decir para defenderse de eso. Los dedos de sus pies se curvaron con fuerza así que Hee-gyeom rápidamente lo tocó como para preguntar "¿Estás bien?" Y lo besó de nuevo. El cabello suave y esponjoso que le hacía cosquillas en las yemas de los dedos le recordó la edad de su hermano menor.

"Tus orejas están rojas."

"Hermano… Es porque me haces sentir raro".

"¿Tu hermano dijo algo extraño?"

"Lo dijiste de manera extraña."

Heeseo entrecerró los ojos y murmuró como si tuviera el corazón todavía herido. Gentilmente juntó sus manos, que habían estado tocando la carne de su hermano sin ningún sentido de distancia, y suspiró igual a si hubiese estando aguantando todo el aliento en sus pulmones desde hace un buen rato. En momentos como esos, Hee-gyeom ya no podía actuar como un adulto mayor.

Bajó la voz y susurró.

"¿Pensaste en tener sexo?"

"No pensé en eso..."

"Yo creo que lo hiciste."

Heeseo, que había parpadeado un montón de veces, levantó suavemente la cabeza para examinar las intenciones de Hee-gyeom.
Cuando le tocó el lóbulo de la oreja, sintió como si algo le hubiera hecho cosquillas en la panza así que por eso se había emocionado más de lo necesario. En el pasado, no podía entender por qué pasaba esto cada vez que lo tocaba. Pero ahora era mayor. Solo un poco, pero si había pelo en su entrepierna significaba que estaba pasando por una metamorfosis importante, y que ya había crecido lo suficiente como para ser conciente de estas pequeñas cosas. Hee-seo ahora podía decir abiertamente lo que sentía:

"No puedes burlarte de alguien que te gusta haciendo preguntas como esas".

Hee-gyeom se echó a reír.

"¿Tu hermano se burló de ti?"

"Estabas bromeando..."

"Era sincero, ¿Pero estabas molesto porque pensaste que me estaba burlando de ti?"

"... ¿No estabas bromeando?

"De ninguna manera."

Hee-gyeom abrazó gentilmente a un tímido Hee-seo y lo colocó de inmediato encima de su regazo. Hee-seo, incapaz de decidir qué hacer o al menos qué decir, envolvió sus manos alrededor de los hombros de Gyeom y juntó sus piernas de un modo casi cuidadoso. Sus muslos blancos y suaves se estiraron debajo de los pantalones cortos que usaba para andar cómodamente en casa y después, fue testigo de como la gran mano de Gyeom, con la que acababa de jugar, comenzaba a clavarse entre sus piernas para acariciarle cada parte de la piel. La temperatura corporal de sus dedos se sentía bien, así que Hee-seo pareció no tener más remedio que tragarse un suspiro.

Gyeom susurró en un tono amistoso:

"¿Tenemos sexo, hermano?"

"… ¿Aquí?"

"Nadie puede ver".

"Todavía estamos afuera..."

La mano que estaba acariciando la suave carne del interior de su muslo se metió de inmediato en sus pantalones. Hee-seo respiró hondo y abrazó a Hee-gyeom. A pesar de que estaban rodeados por una cerca, Heeseo no estaba familiarizado con hacer esto en el jardín cuando el sol estaba justamente en lo alto. Sus mejillas y orejas ardían de calor así que Heeseo terminó por preguntar en voz baja, como un niño que recién había hecho cosas malas:

"Hermano, ¿De verdad estás haciendo esto?"

"Si Heeseo no emite ningún sonido, nadie lo sabrá".

"Um..."

Al decir que no hiciera ningún sonido, su caricia se volvió más explícita y ocasionó que Heeseo se mordiera la boca. Las palmas grandes de Gyeom se movieron suavemente alrededor de sus genitales, de su escroto y de su perineo. Solo que lo abrazara suavemente y susurrara para él en voz baja, había provocado que su parte inferior se humedeciera hasta la locura. Sin embargo, cuando fue acariciado en ese "lugar secreto", un calor vertiginoso se extendió por todo su cuerpo hasta hacer que no tuviera más remedio que ponerse a jadear. Sintió que no podía recuperar el aliento, así que se aferró a su hermano y aumentó la fuerza con la que se mordía la boca. Hee-gyeom consoló gentilmente a su hermanito, diciendo:

"¿Estás preocupado de que se moje tu ropa?"

"Sí..."

"Entonces deberías quitarte todo esto."

A Gyeom le encantaba la forma en que se mordía el labio inferior y sacudía ligeramente la cabeza para decir que si. El aliento que fluía a través de sus dientes, temblaba, y el inocente hermanito pronto pareció haber aceptado el dicho de que no debía emitir ningún sonido para evitar ser encontrados.

Hee-gyeom hundió la cara en la nuca de su hermano y bajó los pequeños pantalones que le cubrían las nalgas. Hee-seo, que se había inclinado sobre él con bastante torpeza, levantó las caderas y le ayudó a desprenderse también de sus calzoncillos. Fue un gesto que estimuló el insidioso deseo de un adulto. La voz que cayó hacia el hermano menor se volvió muchísimo más gruesa cuando dijo:

"Hee-seo, necesito sacar mi ropa también".

Hee-seo, que se había aferrado a Hee-gyeom con ambos brazos, levantó la cabeza. La nuca se le había puesto completamente roja cuando tanteó por el espacio, sin saber dónde poner su mirada o que decir para hacerle saber lo emocionado que estaba ahora. En realidad, cada vez que su hermano menor actuaba de manera tan inocente, Hee-gyeom parecía morir por querer mostrar toda su naturaleza lasciva frente a él. Quería decirle que le gustaba, lo mucho que lo deseaba y hacer un montón de cosas prohibidas para hermanos como ellos. Incluso después de darse cuenta de la profundidad de su relación tabú, sintió el terrible impulso de medir la mente de su hermano para ver si estaban en sintonías diferentes.

Hee-seo apretó la mano que estaba sobre el hombro de Hee-gyeom y luego bajó lentamente los dedos por su brazo. Mientras lo hacía, su mirada había comenzado a fluir naturalmente a lo largo de su cuerpo para rodear la gruesa y caliente entrepierna del hombre. Luego, contuvo la respiración cuando miró el contorno que ya se estaba haciendo cada vez más grande bajo su pantalón.

Hee-gyeom, que estaba observando los curiosos gestos de su hermano menor, tomó su mano y la llevo hasta su cuerpo para que pudiera apretarle el pene. Heeseo se tragó un grito.

"¿No tenías curiosidad por esto?"

"Es grande..."

"¿Quieres que entre todo en tu coño?"

"Sí."

Mientras hablaba, Hee-gyeom llevó la mano de Hee-seo hacia el interior de sus pantalones. Y después de pasar por los pelos que cubrían su ingle, Hee-seo movió la mano hasta que finalmente pudo alcanzar su pene. El niño estaba experimentando la extraña necesidad de apretar sus palmas y llenarlas por completo con su verga, incluso si no lo hacía con la suficiente fuerza como para provocarle algo de placer.
Con un rostro pálido y medio avergonzado, llenó su curiosidad apretando y aflojando sus suaves y finas manos encima de su cuerpo. 

Hee-gyeom contuvo el aliento.

Hee-seo, que estaba preocupada solamente por jugar con la verga de su hermano, levantó la mirada con sorpresa y lo escuchó murmurar:

"Sácalo y sujétalo bien".

"Sí… "

Heeseo rápidamente sacó una enorme verga de los pantalones de su hermano y la agarró entre sus dos manos. Hee-gyeom tomó un condón, agarró la mano de su hermano y le enseñó a ponerlo de forma correcta. Hee-seo, quien fue atrapado por él, suavemente bajó los dedos, parpadeó inocentemente y lo miró, preguntándose si lo estaba haciendo de la manera correcta. Hee-gyeom no tardó mucho en colocar sus brazos entre las caderas y axilas de su hermano y atraerlo hacia él para abrazarlo nuevamente.

El brazo envuelto alrededor de su hombro se tensó. Sus ojos se encontraron por un momento y luego, comenzaron a sonreír:

"Lo haces muy bien."

El corazón de Hee-seo hizo cosquillas una vez más ante su actitud llena de infinito afecto. Es decir, podía quejarse y decir que odiaba que lo trataran como a un niño. Pero en momentos como ese... Solo quería seguir siendo su pequeño hermanito menor.

Un grueso trozo de carne se deslizó debajo de Hee-seo, quien estaba mirando fijamente a Hee-gyeom con las mejillas sonrojadas. Gyeom sostuvo al niño, lo acomodó y comenzó a frotar la hendidura húmeda de su vagina hasta que finalmente terminó cavando dentro de su pequeño agujero. Heeseo abrió los labios y enterró las uñas sobre sus propias piernas como si esa fuera su estrategia para contener el sonido. Ahora, estaba batallando con la sensación de que una parte de él estuviera bien abierta y por supuesto, era tan extraño como infinitamente encantador.

"Ah, ah..."

Un glande grueso presionó contra un lugar bastante diferente al de la mañana.

Hee-seo, que acababa de aprender correctamente sobre el sexo, pareció comenzar a derretirse cada vez que sentía los diferentes estímulos que tenía su hermano para cada posición. Los dedos de sus pies se encogieron de nuevo y luego comenzó a sollozar con todas sus fuerzas. Contrario a eso, su hermano, que siempre había sido alguien tan maduro como guapo, frunció el ceño y respiró con muchísima calma. Dijo:

"¿Estás bien, Heeseo?"

Su voz pareció ser más ronca de lo habitual, ocasionando en el niño un montón de cosquillas en la base de la oreja. Hee-seo se mordió el labio y comenzó a apretar el trasero que todavía estaba lleno con el pene de su hermano mayor. Quería que lo hiciera un poco más fuerte y también, más profundo. Sin embargo, como ignorando esto, su hermano solo lo balanceaba suavemente e igual a si estuviera tratando de consolar a un bebé.

"Más... Más profundo."

"¿Más profundo?"

"Sí… Entra. ¡Mucho más!"

En un instante, comenzó una penetración que era lo suficientemente profunda y rica como para producir un sonido de chapoteo entre ambas pieles. Sus nalgas desnudas chocaron con los firmes muslos de Hee-gyeom y sus pies, balanceándose en el aire, se tensaron y se extendieron hacia adelante mientras gritaba:

"¡¡Ah!!"

"Hee-seo, ah, ah... Eres delicioso. Lo estás haciendo muy bien ¿Te sientes mejor?"

"Sí, así. Es estupendo. ¡Esta bien justo así!"

Cada vez que su hyung bajaba profundamente, sentía una sensación increíblemente extraña. Como si tocara una parte dentro de su abdomen. Heeseo cerró los ojos y sacó un enorme gemido debido a esto. Se sentía tan bien y la parte inferior seguía apretando tanto que estaba seguro de que podía perder la cabeza. Fue lo suficientemente emocionante como para quejarse cada vez que movía suavemente la cintura para hacer una penetración todavía más profunda. Los ojos de Hee-gyeom brillaron mientras miraba a su hermano menor perseguir su propio placer.

"Respira, Hee-seo. Respira profundo".

"¡Ah!"

Hee-gyeom miró a Hee-seo mientras le abrazaba de la cintura. Hee-seo, que había estado sollozando todo este tiempo, abrió los ojos cuando dejó de entrar y salir. "¿Por qué te detuviste?", Preguntó silenciosamente con los ojos humedecidos. Hee-gyeom besó su barbilla y susurró:

"Quiero que sostengas tus piernas un momento."

Al contrario de su voz amistosa, sus ojos comenzaron a parecer increíblemente feroces. Hee-seo siempre sentía una extraña sensación de tensión cuando su hermano mayor lo miraba de esa manera y comenzaba a acariciarlo. Su espalda temblaba y su estómago hormigueaba por su propia cuenta. Gyeom miró a Heeseo como si estuviera siendo poseído por él y luego lo acomodó de mejor manera entre sus brazos... La penetración se había profundizado tanto en ese momento que definitivamente no podía comparar el sexo de cuando sus piernas estaban extendidas a cuando las tenía cuidadosamente recogidas y con las rodillas bien levantadas.

Heeseo clavó las uñas en su propia piel. Era una posición precaria así que se sintió igual a si fuera a caer en cualquier momento. Sus ojos estaban húmedos de desesperación.

"Hermano, creo que me voy a caer..."

"Está bien. Tu hermano te atrapará".

Respondió mientras comenzaba a moverse, sosteniendo la esbelta cintura de su hermano con ambas manos.

"¡Ah!"

Heeseo gritó, pero luego logró aguantarlo con una nueva mordida a su boca. En realidad, cada vez que sacaba el pene de su vagina completamente empapada y lo empujaba hacia adentro, se escuchaba un sonido de chapoteo impresionante y obsceno. Las manos, ahora envueltas alrededor de sus hombros, se pusieron tensas una vez más.

"Ah, ah, hermano... ¡Hermano!"

Cuando su hermano lo agarraba y se sacudía, su cabello cuidadosamente recortado comenzaba a revolotear de un lado para otro. Había comenzado a moverse como en una mecedora en sincronía con los gestos de su hyung así que había tensión en cada parte de su cuerpo y un miedo mucho más intenso de caer al suelo. 
Hee-seo, que siempre había tenido relaciones sexuales con la sensación de estar seguro y protegido entre los acogedores brazos de su hermano, dejó de sentirse familiarizado con el sexo que estaba teniendo justo ahora. Heeseo sollozó:

"¡Ah!"

"Haciéndolo afuera te pone caliente. Ja, supongo que se adapta a tu gusto."

"Oh no… A mí no..."

"No, ¿Entonces por qué tu coño está apretando tanto mi verga?"

"Yo no..."

Hee-gyeom lo hizo moverse lentamente hacia atrás mientras lo empujaba de un modo mucho más profundo. El agua ya estaba goteando de las comisuras de sus ojos así que su hermano pensó que era honestamente encantador escucharlo sacar un gemido con los labios casi entrecerrados y respirar con dificultad solamente por su causa. Aunque quería hacer que se sintiera cómodo, Hee-gyeom no se atrevió a resistir el impulso de molestarlo.

"Ugh, ugh, ugh".

Hee-seo lloró y se quedó inmóvil mientras agarraba su delgada cintura y la levantaba profundamente en el aire. Gyeom, quien había estado cuidando a su hermano menor desde que era joven, ahora estaba feliz de conocer el profundo interior que tenía escondido entre las piernas. Incluso su gusto por empujarlo con fuerza, como si estuviera a punto de tocar la entrada de su útero, era asombrosa y el resultado de estarlo trabajando cuidadosamente.

Hee-gyeom miró a Hee-seo, que se aferraba desesperadamente a él, y comenzó a hablar incluso con una respiración tan agitada: "Heeseo, ¿Quieres que alguien más escuche tu voz?"

"Hermano... Hermano, no. No quiero..."

"Mi amor, entonces aguanta."

"Ah, por dentro... Es que estás apretando tanto por dentro que..."

Heeseo abrió los ojos y susurró algunas palabras fragmentarias. Sus apretados genitales se movieron bajo el dobladillo suelto de su bata y comenzaron a mojar el resto de la ropa que no se había quitado. Hee-gyeom soltó la mano que sostenía todavía su cintura y puso su brazo debajo de la entrepierna que tenía bien abierta. Cuando el agradable movimiento se detuvo, Hee-seo abrió finalmente los ojos cerrados y miró a Hee-gyeom. Él estaba sonriendo.

"Te estoy abrazando fuerte, estoy aquí contigo".

"Sí… Ah, ah... Hermano."

Hee-gyeom se levantó mientras sostenía a su hermano entre los brazos. Hee-seo, sorprendido, lo abrazó también y parpadeó incluso con los ojos completamente humedecidos y borrosos. Era la primera vez que lo cargaba durante el sexo. Por supuesto, a diferencia de Hee-seo, que colgada con fuerza de sus hombros por temor a que fuera a caer, Hee-gyeom lo estaba abrazando gentilmente mientras aprovechaba para acomodarle la cadera un poco más a su gusto.

Heeseo dejó escapar un suspiro de cansancio. "Umm..."

Y entonces, un enorme pene lo penetró otra vez.

Heeseo sintió como si estuviera siendo invadido aún más profundamente por su carne. Era como si le estuviera frotando el pene donde no debería haber existido una presión en primer lugar, y estaba aterrorizado por eso. Las lágrimas brotaron y cayeron por sus mejillas junto con un montón de pequeños murmullos.

"Ah, ah ah, esto, yo, ah..."

"Shh... Van a escucharnos."

"Pero, ah, mi estómago, mi estómago está siendo desgarrado."

"¿Fuí demasiado profundo?"

"Sí, ah... Es extraño, es extraño hyung."

Hee-seo, que estaba colgado del hombro de su hermano, balanceándose en el aire y gritando, no podía alejarlo estando así ni mucho menos intentar detener sus acciones. El sonido del "agua" surgió de debajo de la abertura resbaladiza de su vagina y, cada vez que presionaba en la parte que sentía más profunda, comenzaba a ponerse muy mareado y caliente. Lejos de tener miedo de ese sentimiento desconocido, estaba un poco ansioso por lo que eso podía significar para los dos más adelante. Heeseo dejó escapar un suspiro, como un grito, y luego el cuerpo entero de Hee-gyeom tembló igual a si tuviera un tic nervioso. Comenzó a convulsionar diciendo "Ah, ah, hermano."

"Hyung..."

Un líquido transparente goteó sobre el suelo de madera de la terraza. Hee-seo, incapaz de superar la presión o el dolor, dejó escapar un gruñido y luego bajó un poco las pestañas para permitirse cerrar los ojos. La respiración se le aceleró así que Gyeom, quien besó suavemente sus labios, se permitió susurrar mientras juntaba la punta de la nariz con la suya:

"Saca la lengua, mi amor."

Hee-gyeom besó gentilmente a su hermano menor, quien obedeció y comenzó a sacar la lengua para él. Incluso sus membranas mucosas, rojas y suaves, fueron lamidas y chupadas por su hermano como si esta fuera su manera de intentar aliviar toda la carga y el miedo que estaba dentro de él. Sus fosas nasales, completamente locas, se calmaron lentamente hasta un punto en que pudo abrir los ojos. Las lágrimas salieron.

"Uf, hermano..."

"Nos lo vamos a tomar con calma, amor. No tengas miedo ¿Bueno?"

"Sí… Despacio..."

Hee-gyeom se echó a reír. Había decidido entrar y salir muy lentamente, como quería su hermano. Lo acarició, lo besó y pronto la eyaculación se acercó y la verga que se había hinchado hasta el límite llenó todos los lugares sensibles de su hermano. Lo frotó con suavidad, sujetándolo con firmeza para no sacudirlo de más y al final, lo capturó contra su pecho y le dijo que todo estaría muy bien.
Dentro de él, estaba sintiendo todo tan empapado que no fue una sorpresa cuando el agua goteó cada vez que sacaba su pene.

Hee-gyeom llevó gentilmente al niño hasta el clímax.

"Ah, ah, ah, ah..."

Comparado con el pequeño cuerpo de su hermano menor, su pene se retorcía con fuerza antes de vomitar un montón de semen muy espeso. Heeseo tenía todo el cuerpo tembloroso y repleto de sudor, probablemente porque la historia de amor, que continuó entre los dos desde la mañana, se estaba volviendo completamente difícil conforme pasaban las horas. Luego, tras calmarse lo suficiente como para poder enderezarse sin caer, abrió los ojos y lo miró como si estuviera todavía muy borracho. Una pequeña lengua sobresalió de entre sus labios abiertos. 

Hee-gyeom, que había entrado en la sala de estar sosteniendo a su hermano menor, sonrió en voz baja:

"¿Quieres un beso?"

"Sí..."

No había ninguna razón para ser malo con su lindo hermanito y decirle que no. Ni siquiera si era para jugar.

Cuando bajó los labios, Hee-seo sacó la lengua un poco más y ​​comenzó a gemir. Pareció tener tantas dificultades para tragar su propia saliva que simplemente dejó que todo se acumulara debajo de su boca hasta que finalmente corrió por su barbilla. Y luego, la sangre corrió a la mitad inferior de su cuerpo incluso cuando ahora no había penetración.

Hee-seo, que se había aferrado a él con los ojos cerrados, miró a Hee-gyeom en silencio. Sabía que las personas que supieran de su relación dirían que era una persona muy mala que había abusado de él aprovechándose de su estado, pero Hee-seo no pareció lograr odiarlo por mucho que lo mirara a la cara. La inocencia de susurrar amor a un hombre mayor que compartía su propia sangre pero que de todas maneras lo penetraba, era adorable. Sin embargo, sabía que a medida que envejeciera, era un hecho que incluso el ingenuo Hee-seo pensaría en darle fin a esta relación inmoral ¿Hee-seo desearía vivir escondido en los brazos de Hee-gyeom por el resto de su vida incluso ante tantas miradas apuntando hacia él? De repente, Hee-gyeom pareció asustado por el crecimiento de Hee-seo.

Hee-seo levantó lentamente los párpados. Sus labios, húmedos de saliva, brillaban maravillosamente bajo la lámpara de la sala así que Hee-gyeom chupó su boca e hizo contacto visual una vez más con él. El niño dijo:

"Hermano."

"Dime."

"Me sentí muy, muy bien".

Cada vez que se miraban a la cara, una tímida confesión fluía de la boca de su hermano como si ya no tuviera nada de pena sobre lo que diría de él. Hee-gyeom colocó gentilmente a su hermano menor sobre la mesita de centro:

"¿En serio, Heeseo?"

"En serio. Te amo."

"¿Cuánto?"

"Tanto que... Quiero tener un bebé contigo. Ya te lo había dicho pero... Siento que ahora estoy realmente listo para eso".

Hee-gyeom se quedó en silencio. Luego, sacó un suspiro y finalmente, le mostró una sonrisa. El semen, que se podía verter profundamente en la vagina de Heeseo para producir el bebé que tanto quería, se había acumulado en el condón hasta parecer un tanto exagerado. El hermano ató el látex y lo tiró a la basura, Heeseo lo miró todavía con las piernas bien abiertas. 

"¿Hermano? ¿Tú no me amas?"

"Te amo. Lo suficiente como para que quiera vivir con Heeseo por el resto de mi vida. Te amo mucho."

"Bueno, entonces nosotros y el bebé vamos a... "

"No."

Cuando fue rechazado antes de que pudiera terminar de hablar, Hee-seo comenzó a sentirse increíblemente confundido. Bajó la mirada y frunció los labios:

"Siempre dices que no..."

"Hee-seo".

"¿No te hago sentir satisfecho?"

Hee-gyeom se quedó sin habla por un momento. ¿Si no estaba insatisfecho? Fue una pregunta que le sorprendió escuchar de su hermanito menor. Estaba tan enamorado de la inocencia de su Heeseo que ni siquiera pensó que diría algo como eso alguna vez. 

Hee-gyeom, quien golpeó la punta de la nariz de Heeseo como si estuviera amonestando a un cachorro travieso, lo regañó diciendo: "¿Dónde aprendiste esa palabra?"

"Eso no es importante, sino que siempre dices que no quieres tener un bebé conmigo incluso aunque dices que me miras como un amante. ¡Hyung siempre se detiene en el medio y lo saca para eyacular fuera! Y te pones condón."

Heeseo miró la parte inferior del cuerpo de Hee-gyeom y luego volvió a levantar la cara. Fue una connotación explícita. Hee-gyeom se sorprendió.

"No... Eso es porque eyaculo lento."

Hee-gyeom tomó un pañuelo y comenzó a limpiar la entrepierna abierta de Hee-seo. La piel, que se había empapado tanto como para mojar el suelo de la terraza, estaba caliente y se despertaba en respuesta a la suave limpieza que le daban sus manos. Tenía demasiado deseo sexual, pero no la energía para soportarlo. Hee-gyeom, que sonrió por un momento, tocó juguetonamente la punta rosada de su pene hasta que Heeseo pareció no tener más remedio que separar sus piernas una vez más.

"En todo caso ¿No es Heeseo muy rápido?"

"... Yo no sé cómo soy. Nunca había hecho algo así con nadie porque no soy tú".

Hee-gyeom estaba realmente sorprendido por sus palabras así que miró a Hee-seo por un momento. Hablaba suave, pero igual pareció celoso mientras tanteaba su pasado. Hee-gyeom pareció envolverse en un extraño sentimiento cada vez que encontraba el lado "malo" de su gentil y amable hermano menor.

"Si hice algo como esto en el pasado con otra persona, te prometo que no fue gran cosa. Ahora no es así, estoy muy enamorado de mi hermano".

Envolvió sus brazos alrededor de la mejilla de su hermano y lo besó en la frente un montón de veces. Mientras besaba las cejas y los párpados del niño, Hee-seo abrazó suavemente su hombro y le preguntó, bajando la voz como si estuviera contando un secreto:

"… Pero, ¿Soy realmente tan rápido?"

En respuesta a esa pregunta, Hee-gyeom solo pudo echarse a reír. Chupó los gruesos labios de su hermanito y lo miró mientras decía ahora:

"Tu hermano estaba bromeando".

"¿De verdad?"

"En verdad. ¿Qué comes para ser tan lindo, hermanito?"

"Mi hermano también come lo mismo que yo. Si soy lindo, entonces hyung también".

"No. Hee-seo es un hermano precioso. El más lindo del universo."

Hee-seo le mostró sus hoyuelos, pero sonrió como si estuviera todavía muy triste.

Heeseo a menudo hablaba sobre tener su propio bebé. La primera vez pensó que podía hacerlo pasar por una tontería, pero la idea de lograrlo se estaba volviendo más clara para él a medida que crecía. Hee-gyeom estaba preocupado por Hee-seo, que todavía era joven a sus ojos y sintió pena por el hecho de que estuviera obsesionado con la forma estereotipada de una familia en la que tenía que haber un niño allí. Se sintió como si tuviera que llenar el vacío para que Hee-seo no sintiera la necesidad.

Hee-gyeom ignoró la terquedad de su hermano y lo besó.


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