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Cosecha de cerezas, tomo 1 y 2 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Sopló una leve brisa mientras abría la ventana de la terraza. Una melodía lenta, pero constante, había comenzado a fluir desde la sala de estar. 

Hee-gyeom miró a su hermano menor, que tocaba el violín bajo el sol de primavera. A pesar de que su desempeño era completamente sorprendente, pareció esforzarse mucho por mejorar en las partes que le resultaban más complicadas. Además, se notaba que se divertía mucho tocando el instrumento y ensayando todas las canciones que se le podían ocurrir.

Hee-seo, que había estado sosteniendo el arco durante un par de horas, finalmente bajó su instrumento y lo miró también.

"Sigo haciéndolo mal".

"Aún así, has crecido mucho. Solo sigue practicando."

"Entonces deberías alentarme un poco más, hyung".

Hee-seo abrazó su cintura y frotó su frente entre sus brazos. A diferencia de las historias de sus compañeros, que hablaban de como sus hermanos cerraban sus puertas con llave y comenzaban a distanciarse de su familia, ellos estaban más fuertes que nunca antes. Era tan tierno y atento con él que, invariablemente, lograba levantar el estado de ánimo de Hee-gyeom en un mil por ciento.

Él le acarició el cabello con un toque más delicado que de costumbre,  Hee-seo sonrió de oreja a oreja.

"¿Vamos a ir a la boda de Yooni hyung hoy, verdad?"

"Sí, será como tener una cita".

"Jajaja, ya muero por ir."

Las mejillas de Hee-seo se curvaron mientras el abrazo se intensificaba. Y finalmente, cuando Hee-gyeom, quien lo agarró por las mejillas, lo besó por toda la cara, Hee-seo se echó a reír y dijo que realmente era suficiente para un día porque no podía soportar tantas cosquillas.

Era la temporada en que las invitaciones de boda empezaban a volar. Las flores plantadas en el complejo estaban en plena floración y parecía que los árboles emitían una especie de vibración primaveral que se sentía con solo abrir las ventanas. Desde el día en que se anunció la temporada de floración en las noticias de la noche, Hee-seo le rogó a Hee-gyeom que fueran a ver las flores juntos para tener una especie de "día de campo romántico." El hermano menor, que tenía una pareja romántica por primera vez en su vida, quería hacer cualquier cosa con su hermano mayor y compartir todo tipo de experiencias. Y lógicamente, Hee-gyeom era ese tipo de hombre inusual que deseaba complacerlo en cualquier cosa. De hecho, hasta hizo planes para tomarse unas vacaciones y relajarse con su hermano en una hermosa zona forestal.

"Por cierto, ¿Qué debo ponerme para la boda?"

"Lo que te parezca mejor."

"De acuerdo ¿Y qué debo ponerme para nuestra cita?"

"No es necesario que cambies tu atuendo para eso."

"Entonces ¿Le echas un vistazo a lo que escogí?"

Hee-seo lo agarró de la mano y lo arrastró de inmediato a su habitación. El gesto de tomar sus dedos con fuerza y caminar escaleras arriba mientras se besaban, estaba lleno de alegría y de una picardía que era difícil de ocultar.

***

Antes del amanecer del día siguiente, los hermanos subieron a su vehículo.

Hee-seo, que había estado esperando el momento, llevaba una bolsa enorme que no parecía nada adecuada para ir a una "boda formal." Aunque Hee-gyeom estuvo a su lado todo el tiempo para verificar su equipaje, no pudo controlar la emoción de su hermano menor ni tampoco seguir atentamente todo lo que hacía con sus manos. Aunque tenía que admitir, que había sacado muchas cosas que no necesitaba de su bolsa cuando no estaba atento.

"Um... Guardé muchas cosas, pero se siente extrañamente ligero".

Hee-seo, que vestía el traje corto que su hermano había elegido para él y que llevaba el cabello todo peinado para atrás, inclinó la cabeza y comenzó a agitar la bolsa como para cerciorarse de lo que estaba adentro mediante el sonido. Hee-gyeom se abrochó el cinturón de seguridad y se elevó de hombros:

"Tal vez Heeseo se volvió más fuerte."

"¿Lo crees? Tal vez dejé algunas cosas en el suelo sin darme cuenta."

"Yo te ví empacar, te prometo que todo está bien."

"... De acuerdo."

El lugar de la boda, que estaba escrito en la invitación, era Gangneung. Escuchó que solo le había notificado sobre la ceremonia a las personas más cercanas a la pareja y que luego tendrían un pequeño banquete en un salón de bodas que tenía vista al mar. Hee-seo, que había estado muy emocionado por esto y aquello desde la noche y muy temprano por la madrugada, no pudo soportar el cansancio y comenzó a cabecear hasta quedarse pegado contra la puerta del vehículo. Hee-gyeom bajó el volumen del radio y dejó que el sonido de la respiración de su hermano, que dormía profundamente, fuera lo único que se pudiera escuchar.

Sang-yoon, el protagonista de la boda de hoy, era el compañero de clase de Hee-gyeom en la escuela preparatoria. Cuando Hee-seo era más joven que ahora, recordaba que se transformaba en un buen amigo que solía venir a jugar a su lado.
El niño, que se ocultaba detrás de la espalda de Hee-gyeom para no hablar con él, suavizó su timidez con su personalidad tan animada y ante lo mucho que parecían gustarle los niños. Reunirse con el hombre sería un buen estímulo para él, quien había estado sumido en la tristeza desde que abandonó la escuela y dejó de lado la idea de ir a la universidad.

El coche estuvo viajando durante mucho tiempo hasta que finalmente llegó al lugar de la boda. Hee-gyeom, quien estacionó el auto en el estacionamiento subterráneo, miró el asiento junto a él antes de inclinarse para soltarle el cinturón. Hee-seo abrió los ojos por su cuenta, pero igual pareció que podía dormir por una hora más.

Hee-gyeom preguntó, con una voz mezclada con risas:

"Heeseo, ¿Tienes mucho sueño?"

"No..."

"Si no puedes levantarte, entonces espera en el auto. Es solo una ceremonia rápida así que tú hermano estará aquí pronto".

"No. Quiero ir contigo."

Heeseo se obligó a abrir los ojos y se levantó un poquito del asiento. Estiró los brazos hacia abajo y los estiró para arriba también. Gyeom esperó pacientemente hasta que el enrojecimiento de su rostro se desvaneció junto con su sueño.

Al salir del estacionamiento hacia el salón de bodas, el azul del mar se extendió hasta hacer que la vista fuera increíblemente deslumbrante. El cielo estaba despejado y era perfecto para tener una ceremonia al aire libre. Hee-seo estaba cautivado por como se veía el agua en primavera pero, cuando entró al salón, quedó más fascinado todavía por lo hermoso que habían arreglado todo para la ocasión. Era... Como un jardín inmenso.

Hee-gyeom tiró de su manita y susurró:

"Seguramente podremos llevarnos un par de arreglos de aquí para ponerlos en la casa".

"Eso sería genial."

Hee-seo, emocionado por la respuesta, comenzó a sonreír mientras iba de un lado para otro solamente para poder verlo todo un poco mejor. Y entonces, casi de la nada, una mano gruesa comenzó a pegar un par de veces sobre su hombro...

Cuando se dio la vuelta y quitó los ojos de los guantes blancos que lo tocaban, miró hacia arriba y se dio cuenta de que Sangyoon estaba parado frente a él completamente enfundado en un esmoquin blanco. Sonrió.

"Ha pasado un tiempo, Heeseo. ¿Cómo estás?"

"Ah, hola..."

"Lo siento. Estoy avergonzado porque de seguro no te acuerdas de mí."

"Sí, realmente se sintió como una eternidad. Ven aquí, Heeseo".

A la llamada de Gyeom, Heeseo corrió hasta perderse en unos brazos que estaban completamente abiertos para él. Luego, mientras sostenía a su hermano con fuerza, volteó y miró a Sang-yoon de arriba para abajo como si no le gustara mucho que hubiese llegado para hablarles. Había cambiado muchísimo en estos años así que, Hee-gyeom, que pareció conocer a la perfección los pensamientos del niño, se rió brevemente y exhortó a su hermanito a saludar. Aunque no hubo resultados.

"Jajaja ¿Qué pasa? ¿Odias a ese hyung con solo echarle un vistazo?"

"Pensé que Hee-seo había crecido, pero todavía es un niño. Corre hacia su hermano igual a como lo hacía cuando te conocí."

"Ha pasado un tiempo y él es bastante tímido con las personas. Como dices, realmente pasó mucho tiempo desde que vio tu cara."

"Sí, es verdad. Ahora que lo pienso, ¿Qué tal si vienes conmigo para saludar a mi familia? Ya sabes que siempre preguntan por ti."

Ellos realmente parecían ser muy cercanos así que, el único consuelo que tenía Heeseo, era que parecía imposible que hablaran durante mucho tiempo cuando la ceremonia ya estaba a punto de empezar. Hee-gyeom dijo que lo alcanzaría después y fue al auditorio con Hee-seo  de inmediato.

Hee-seo, quien se despidió de Sang-yoon muy brevemente, tomó la mano de su hermano y lo siguió completamente entre el mar de invitados. El rostro de Hee-seo, que ahora estaba menos hablador que de costumbre, le recordaba a esos días en los que tenía reuniones escolares siendo el niño nuevo. Parecía, entre avergonzado y sumamente ansioso.

Hee-gyeom se instaló en un lugar apartado para hacer sentir mejor a su hermano menor, que era muy tímido, y dejó que se sintiera lo suficientemente cómodo como para volver a hablar con él. Y en medio del ruido de los invitados riendo y charlando, Hee-gyeom finalmente bajó la voz y preguntó:

"Él es un hyung cercano a nosotros así que ¿Por qué fingiste no saberlo?"

"Creo que esto es... Un poco incómodo para mí. A pasado tiempo, ya sabes. No me siento bien con las personas, discúlpame."

Hee-seo miró hacia arriba mientras agarraba la mano que estaba sobre su regazo. Sus ojos de color claro reflejaban a Hee-gyeom con tanta transparencia como si fuera un espejo y además, no pareció poder ocultar el hecho de que sus dedos ahora estaban temblando.
Después del desafortunado accidente en su escuela, Hee-seo había desarrollado el hábito de no confiar en nadie. No podía culparlo por eso.

"Voy a felicitar a Yoon-hyung ¿Quieres entrar al hotel y relajarte allá un rato? Tal vez puedas ver las flores."

"No. Quiero quedarme para ver la boda. El restaurante es hermoso así que..."

"¿En serio? ¿Te gusta?"

"Sí, creo que sería genial casarse en un lugar como este".

Los ojos de Hee-seo brillaron intensamente, diciendo en pocas palabras que envidiaba terriblemente a Yoon-hyung. Ahora que lo miraba, tal vez la razón por la que sus mejillas estaban calientes y se comportaba de esa forma tan errática, era porque no sabía la manera correcta de controlar su emoción. Después de todo, era la primera boda a la que asistía y parecía que la atmósfera y la cantidad de personas era sobre estimulante para él.

Una luz traviesa brilló en sus ojos mientras miraba a su hermanito con atención.

"Te gusta hacer cosas al aire libre, ¿No es cierto, mi amor?"

En el silencio que se generó, Heeseo miró a su hermano directamente a la cara. En su rostro, mordiéndose el labio inferior, pareció llegar esa chispa que decía que estaba a punto de regañarlo por hablar de más.

"... ¿Acabas de decir algo sexual?"

"Jajaja ¿Qué? Yo nunca."

Las mejillas de Hee-seo se pusieron de un rojo brillante al recordar que un día, su hermano y él hicieron el amor en la terraza. Heeseo miró a su alrededor y susurró:

"¿Y si alguien nos oye?"

"Nadie piensa que sea una pregunta extraña, solo tú".

"..."

Hee-seo, que tenía las mejillas hinchadas, miró a Hee-gyeom una vez más para mostrarle que estaba de verdad enojado. Él sonrió, y luego abrazó al niño porque no había logrado resistir ese impulso de consolarlo, mimarlo y decir que solo estaba jugando para que no se pusiera nervioso.

Por supuesto, la ceremonia comenzó mientras los dos tenían una conversación secreta. Después de que todos los invitados se sentaron en las mesas que estaban acomodadas en dos columnas, se sirvieron aperitivos, champán sin alcohol, champán normal y muchas otras bebidas alcohólicas y dulces. La música adecuada para la ocasión se tocó suavemente y cuando sopló la fresca brisa del mar, el sonido de las flores y las hojas decoradas chocando, continuó hasta hacer un chirrido. Hee-seo, que miró a los novios frente al podio, tenía un rostro que gritaba que había olvidado por completo lo que había estado diciendo su tonto hermano mayor. Después de todo, las bodas eran muy dulces.

La recepción, que se llevó a cabo con solo algunas personas, terminó en un ambiente agradable y tierno. Las flores frescas, que decoraban brillantemente el salón de bodas, se convirtieron en pequeños ramos y se distribuyeron a los invitados para que pudieran llevarlos a su hogar. Justo como Gyeom había planeado en un inicio. Las flores, en hermosos tonos pastel, armonizaban muy bien con los manteles y las paredes, y el aroma se podía sentir incluso aunque no respiraras profundo.

Heeseo no podía apartar los ojos de las rosas. Originalmente, era un niño al que le gustaba mucho tener macetas o conseguir sus propios árboles frutales. Hee-gyeom, que había tomado deliberadamente el camino a la carretera costera, se rió en silencio al ver que Hee-seo mostraba más interés en lo que tenía entre las manos que en su conversación con él.

"En el futuro, tu hermano te traerá muchos ramos como esos."

"¿Wow en serio?"

"Por supuesto, porque Heeseo ama mucho las flores."

"Pues, las flores son bonitas. Pero yo..."

Hee-seo no había logrado expresar correctamente con sus palabras sobre lo emocionado que estaba con la boda y lo ansioso que estaba por tener la suya. La pareja de Yooni-hyung, que no ocultaba su amor por él, se veía genial, linda, emocionada y por supuesto, le gustaba la calidez de la gente que se había reunido para celebrar su unión y el inicio de su vida juntos. Era un día bendecido, rodeado de seres queridos y flores. Si pudiera materializar la palabra felicidad, pensó que definitivamente sería la escena que había visto hoy así que se sintió como si estuviera caminando sobre nubes.

"Solo que... Ya que todos se ven felices hoy, yo también me siento bien".

"Me alegra mucho."

"Yooni hyung usaba un esmoquin hermoso así que fue realmente genial. Era como una persona diferente".

"Sí, supongo que es la magia del amor."

Hee-seo sonrió al final de sus palabras.

Condujeron por la carretera de la costa y finalmente llegaron hasta el lugar en el que se quedarían por todo el fin de semana. Era un hotel recientemente construido que emana un ambiente limpio y sofisticado. Un lugar más visitado por parejas que por familias.

Después de registrarse, Hee-gyeom, que entró en el ascensor tomándole de la mano, miró a Hee-seo mientras sentía una nueva sensación de satisfacción subiendo dentro de él: Las mejillas de su hermano, que tenía todavía un ramo de flores entre las manos, se habían sonrojado de anticipación por el rumbo que estaba tomando todo el asunto del viaje.

Hee-gyeom se rió.

"Parece que tú eres el novio."

"Entonces, ¿Estamos en nuestra luna de miel?"

Hee-gyeom, que se había estado burlando de él, perdió las palabras por un momento ante su pregunta. Heeseo aprovechó el cierre de las puertas para aproximarse:

"Creo que ahora también sé que decir para molestarte".

"Deberías dejar de crecer tan rápido".

"Es todo culpa de mi hermano mayor".

"Eso veo."

La habitación que reservaron estaba al final del pasillo. Hee-gyeom, que abrió la puerta con una llave de tarjeta y dejó entrar a Hee-seo primero, acomodó el equipaje en una esquina y comenzó a buscar el interruptor de la luz.

"Que habitación tan hermosa."

"Hee-seo, ponte las pantuflas".

"Sí."

Hee-gyeom se arrodilló y comenzó a quitarle los zapatos a Hee-seo antes de hacerlo también con él. A pesar de que había crecido lo suficiente como para burlarse y tener vello en la pubis, todavía parecía bastante pequeño como para depender de él en casi todos los aspectos de su vida. 

Gyeom besó la oreja de su hermano pequeño.

"Jaja, sabes que eso me hace cosquillas."

"¿Entonces vas a huir?"

"Claro que no."

Hee-gyeom corrió la cortina en la ventana y tomó a su hermano menor entre sus brazos hasta hacer que ambos terminaran por caer sobre el colchón. Hee-seo estaba a punto de pedirle que se detuviera pero, cuando vio la manera en que su hyung lo estaba mirando, finalmente se avergonzó y terminó por cerrar la boca. Sintió que estaba actuando como un bebé en lugar de como alguien que siempre pedía la oportunidad de demostrar que eran pareja.

Hee-gyeom sonrió.

"¿No querías algo cómo esto, mi amor?"

"Yo..."

"¿O quieres ir a cenar primero?"

Hee-seo vaciló en responder. Gyeom le había hablado de sus planes de viajar para visitar un bonito café que estaba pegado al mar. Especialmente, porque había dicho que los pasteles que se vendían allí eran muy deliciosos.

Negó con la cabeza.

"No, podemos ir más tarde. Después de todo, las bodas son bastante agotadoras."

"Mucho."

"Y merecemos descansar un poco."

"Me encanta descansar contigo, amor."

Sus labios presionaron contra los suyos. Sus cuerpos temblaban de placer, sus brazos y piernas chocaban todo el tiempo y entonces, pareció que habían comenzado a perseguir la emoción al mismo tiempo entre jadeos, rasguños y mordidas. Había un aroma fresco en cada gesto. Mucho calor.

"Hermano... Tócame".

Esta vez, no hubo más culpa ni vacilación por parte de Gyeom.


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