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Cosecha de cerezas, tomo 1 y 2 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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El camino del muro de piedra, donde las luces del atardecer comenzaban a filtrarse, era encantador. Allí, las flores parecían florecer a cada paso y el sonido de las olas, rompiendo en la playa, sonaba poderosamente.


A Hee-seo todo esto le estaba recordando al viaje que habían hecho hace algunos meses. Es decir, no era solo el paisaje, sino que ambos estaban como... Separados del mundo. No estaba cansado o aburrido de la situación y su corazón estaba latiendo con mucha fuerza. Y como deseaba sentir esa agradable emoción durante mucho tiempo, incluso se sintió como si sus pasos se ralentizaran.


"Hee-seo".


La expresión de su lindo hermanito siempre reflejaba el enorme afecto que tenía por él.


"Dime."


"¿No te duelen las piernas de caminar por tanto tiempo? ¿Nos tomamos un descanso en el café?"


"Sí ¿Algo con vista al mar?"


"Sí, comamos el pastel que Heeseo tanto quería".


"¡Genial!"


Las mejillas de Hee-seo se pusieron rojas lentamente. El niño, quien era el primero en planearlo todo, estaba demasiado conmovido por cada palabra que decía y cada acción que realizaba con el fin de hacerlo feliz. Es más, el solo hecho de escuchar la palabra "descansar un rato" le recordaba cuanto tiempo habían estado acostados en la cama simplemente observándose.


Los hermanos salieron del hotel al atardecer. El horario que habían planificado estaba completamente estropeado para ese momento y aún así, Hee-seo no podía simplemente culpar a Gyeom. Al fin y al cabo, fue él quien hizo que su hermano mayor se sintiera aturdido por el placer y fue él quien hizo que todo se convirtiera en energía sexual. Vergonzosamente, podía decir que cuando estaba con su hermano mayor no podía controlarse. Ahora tenía que actuar como un adulto, pero seguía siendo muy impulsivo.


"¿Qué quieres comer?"


"Uno que tenga queso y chocolate. Oh, ¡Todos se ven tan deliciosos que es difícil elegir!"


"Entonces compremos todo lo que quieras y compartamos".


"¡Sí!"


Había sido un corto paseo desde el paseo marítimo cerca del hotel, hasta la cafetería que estaba en la esquina. E incluso después de elegir sus bebidas y sus pasteles favoritos, Heeseo se quedó mirando los distintos menús que estaban presentados en el estante.


Hee-gyeom puso la barbilla sobre la cabeza redonda de su hermanito menor y comenzó a hablar a través de su cabello: "¿Quieres subir a sentarte? Tu hermano se ocupará de todo".


"No, lo haré yo."


Hee-seo se dio cuenta de que lo había dicho de un modo bastante agresivo así que rápidamente añadió otras palabras:


"Es que quiero que apartes un lugar donde podamos ver el mar ¿Está bien? Eres muy bueno para esas cosas."


"De acuerdo."


Hee-gyeom sonrió de inmediato. Y cada vez que recibía una mirada así de cariñosa, Hee-seo parecía comenzar a experimentar esa fuerte sensación de ser un "idiota sin medidas". Era un poco vergonzoso. El afecto incondicional que le daba llenó la falta de su familia y al mismo tiempo, lo volvió un inútil.


Definitivamente quería demostrarle lo capaz que era sin él.


"Iré pronto".


"No tardes."


"No te preocupes tanto".


Pero la bandeja con dos pasteles y dos bebidas, una al lado de la otra, ciertamente estaba pesada. Hee-seo, cuya confianza había decaído, finalmente subió las escaleras hasta llegar a su destino. Tenía que hacer cualquier cosa por si mismo para entender como lograrlo sin fallos y hacerlo sentir más que orgulloso la próxima vez.


Cuando se puso el sol, la terraza exterior comenzó a vaciarse. Muy probablemente debido al clima. Las luces naranjas iluminaron las maderas y lo convirtió todo en el lugar perfecto para poder ver la puesta de sol. Soplaba una fresca brisa marina...


"Hace un poco de frío."


"Si hace frío, ¿Quieres entrar?"


"No, es bueno que no haya gente aquí".


Hee-seo dejó la bandeja en una mesita y se sentó en el sofá, tomando al frío como excusa para abrazarse un poco más a él. Hee-gyeom, que se envolvió alrededor de la cintura de su hermano pequeño, tiró de él hacia su pecho y besó en su mejilla una y otra vez y otra vez hasta que comenzó a sentir como si quisiera llegar a hacer más. Él había empezado primero, pero Heeseo miró a su alrededor con sorpresa y bajó la voz:


"Hermano, ¿Y si alguien nos ve?"


"Pensé que Hee-seo quería besarme".


"Porque no hay nadie cerca. Pero..."


"Deberíamos hacer cosas más arriesgadas que un beso."


Y luego Hee-gyeom pellizcó juguetonamente la mejilla de un niño que solo había atinado a ponerse muy rojo. Hee-seo comenzó a decir que no le gustaba que se burlara de él de esa manera y luego lo insultó con una vocecita que apenas y era audible. Por supuesto, incluso eso resultó ser muy lindo.


Tal vez era cierto que no había forma de que pudiera confiar en la conciencia de un hombre que se atrevía a hacer algo así con su hermano menor para empezar, pero Hee-seo siempre había confiado en él bastante ingenuamente. Incluso ante una relación sin escrúpulos como esta, había logrado hacer que su corazón palpitara para recordarle lo perdido que estaría sin él.


Los dos pasaron un rato relajado en la terraza, donde nadie más podía verlos. Era una cita por la que Heeseo había estado tan ansioso desde su llegada así que decidió disfrutarla tanto como le fuera posible. Tuvieron conversaciones animadas e incluso compartieron chistes que los hermanos normales no dirían. Y cuando solo quedaba la punta de la tarta de chocolate, el sol rojo comenzó a hundirse en el mar...


Hee-seo, que se estaba quedando dormido lentamente sobre el hombro de su hermano, de repente tuvo un recuerdo:


"Cuando fui a Bali con mi hermano, el mar también era hermoso".


"Podemos irnos de vacaciones allí más tarde".


"Sí, esa vez estuve más en el hotel que en la playa".


"Porque te cansas rápidamente, mi amor."


Ese viaje había sido el primero que hicieron después de que se convirtiera en una "relación oficial". Sin embargo, mirando hacia atrás, Hee-seo se sintió avergonzado cuando recordó que era como si todos los días tuvieran sexo en una tina.


Heeseo se dio la vuelta.


"¿A dónde va a ir Yooni hyung en su luna de miel?"


"Él dice que va a viajar por el mundo. Quería hacerlo desde que era más joven".


"¿De verdad? Wow, eso es genial. ¡Lo envidio!"


Hee-gyeom le susurró a Hee-seo, quien estaba emocionado de ir a algún lugar en sus próximas vacaciones, que definitivamente lo llevaría a conocer los países más bonitos del planeta. Hee-seo rápidamente olvidó su timidez y comenzó a hablar sobre todo lo que haría con él cuando eso se volviera realidad.


Al regresar al hotel, estaba muy oscuro. Hee-gyeom cargó a su hermano menor, que no quería levantar ni una sola mano, y lo llevó al baño para intentar que al menos lavara su cabello. Hee-seo se estaba quedando dormido porque había sido terriblemente agotador sentarse en el coche desde la mañana, y luego quedarse a una ceremonia religiosa que pareció durar una eternidad.


Hee-gyeom, quien lo besó de nuevo, preguntó:


"Heeseo, ¿Tienes sueño?"


"Sí. Después de bañarme siento que es peor."


Hee-gyeom agarró su pequeña barbilla, como si quisiera comprobar que realmente estuviera somnoliento, y besó sus labios una y mil veces más hasta dejarlos muy inflamados. Después, metió la lengua con cuidado y se enredó torpemente con la suya hasta que los ojos del niño finalmente se cerraron. Estaba a punto de quedarse dormido.


Hee-gyeom se echó a reír.


"Ni siquiera puedes abrir los ojos, eres como un bebé. Vamos a dormir juntos".


"Sí, vamos a dormir."


Sin cambiarse la ropa, Heeseo hurgó en el edredón que tenía a su lado y se aventó. Hee-gyeom apagó todas las luces de la habitación, dejando solo la iluminación de la lamparita de noche y extendió los brazos hacía él. Después de todo, su hermano menor siempre lo buscaba cuando dormían así que no había ni un solo día en que no se acomodara en el hueco de su pecho.


Gyeom observó a su hermano pequeño, que había caído en un sueño profundo, y luego un silencio igual de sereno envolvió toda la cama.


Mientras el crepúsculo del amanecer se filtraba por la rendija de la cortina, Hee-gyeom, que había estado dando vueltas y vueltas en sueños, finalmente abrió los ojos. Incluso cuando su conciencia estaba tan adormecida, podía sentir un calor suave en la parte inferior de su cuerpo. Era algo extraño y un tanto incómodo. Aunque el sueño no había desaparecido de inmediato, intentó volver en si tan rápido como pudo. Estiró las manos y los dedos y a medida que los cinco sentidos se le aclaraban, la forma en que algo parecía estar calentando su parte baja se hizo más evidente.


Parpadeó para intentar aclarar su visión.


"Um..."


La sensación que había estado molestando la parte inferior de su cuerpo se detuvo por un momento. Hee-gyeom, que se quejó entre dientes, finalmente quitó la manta que cubría su entrepierna... Y rápidamente colocó sus manos en el pilar de carne con el que había estado jugando su hermano menor. Estaba somnoliento porque lo observó hasta que se hizo muy tarde así que ni siquiera notó cuando se durmió también. Mucho menos cuando empezó a masturbarlo. Estaba excitado, pero un poco confundido también.


Hee-gyeom suspiró y luego apartó su cabello. Por supuesto, rápidamente comenzó a escuchar un montón de excusas.


"Me desperté para ir al baño y mi hermano ya estaba parado de allí. Por eso es que lo toqué un poco. Realmente, realmente te acabo de tocar hace un rato. Es solo que hyung se despertó en un mal momento."


"No voy a regañarte".


Incluso sus palabras eran tan absurdas que le pareció algo lindo. Era lindo, pero ¿Por qué había tenido ganas de hacer eso para empezar? El hermano menor, que creció suavemente en sus brazos, ya no parecía dispuesto a ocultar su intensa curiosidad sexual ni siquiera durante la madrugada. Tal vez era propio de la adolescencia.


Mientras miraba a su hermano, sonrió.


"¿Qué intentabas hacer, Heeseo?


"No te burles de mi. Yo también puedo hacerte sentir bien".


"¿Cómo?"


"..."


Hee-seo, que había perdido su espíritu, ahora miraba a Hee-gyeom con una expresión triste e injusta en su rostro. Luego, como si hubiera tomado una decisión final, se inclinó y comenzó a frotar con la palma de su mano la verga que estaba a punto de comenzar a pararse. Solo eran caricias, por supuesto, pero tenía un rostro muy serio mientras lo hacía.


Hee-gyeom se apoyó en la cabecera de la cama y observó lo que hacía su hermano menor. Los gestos torpes con sus manos y sus expresiones serias en esa cara de bebé, eran muy tiernas. No pudo contener la risa que se le escapó.


"¿No te gusta?"


Hee-seo estaba triste.


No hacía falta decir que Gyeom siempre era quien tocaba  cuerpo para provocar una excitación en él. Quería hacer algo para demostrar que también podía ser "sexy", pero su hermano mayor siempre influía y no lo dejaba avanzar. Era frustrante.


Hee-seo bajó la cabeza. Hee-gyeom, que había estado pensando en burlarse de su lindo hermanito por un tiempo más, se levantó y lo tomó de la barbilla para besarlo.


"Mi amor..."


Hee-seo, que recibió un mordisco, no abrió la boca a pesar de que estaba a punto de ponerse a llorar de la vergüenza. Después, volviendo a capturar todo el coraje del mundo, su pequeña cabeza comenzó a moverse lentamente entre las piernas de su hyung hasta que sintió que le agarraba del cabello. No pudo darle ninguna fuerza, por lo que lo soltó en un segundo. No obstante, Hee-seo abrió las rodillas y encontró una posición un poco más cómoda que le permitiera seguir encargándose de él. Hee-gyeom se sorprendió cuando el niño, quien ciertamente todavía era muy pequeño, pareció saber exactamente qué hacer. Miró a su hermano menor de un modo desconcertado, pero rápidamente recobró el sentido.


"Espera, no tienes que esforzarte tanto. Detente ahora, Heeseo".


Pero incluso colocando una voz fuerte, Heeseo sostuvo su pene con ambas manos y murmuró algo que no pudo escucharse bien porque tenía los labios completamente pegados en la punta. Tragó saliva, como si estuviera comiendo helado, y luego lo chupó con suavidad hasta recordar lo que su hermano solía hacer con él. Hee-gyeom dejó escapar un suspiro.


"Hee-seo... Um..."


Fue un acto que ni siquiera hubiera pensado ver en su hermano menor. La conmoción que sintió estaba mezclada con una emoción fascinante así que, quitando el cabello de los ojos de su hermanito e incluso dando unas pequeñas palmaditas en sus mejillas y orejas, Gyeom lo miró a la cara...


Su pene se puso muy gordo en un instante.


"¡Um!"


Hee-seo escupió sus genitales, que no cabían en su boca, y se chupó el labio inferior que había logrado humedecerse. Su pene, que estaba empapado en saliva, palpitó y se movió hasta provocar que los ojos del niño, que se abrieron, pronto se doblaran en forma de media luna.


"Tu pene creció".


"Lo ves todos los días, creí que ya lo sabías."


Hee-seo, que estaba completamente emocionado, volvió a bajar la cabeza para prepararse. Frotó la punta con los labios y la lengua y acarició el duro pilar utilizando toda su palma. Trató su verga, que creció ruidosamente, entre sus dedos, y remarcó sus venas como si fuera un juguete fascinante. Hee-gyeom lo observó todo el tiempo:


"Heeseo."


Hubo un sonido húmedo proveniente de la parte donde los labios y su verga se unían. Hee-gyeom ya no tenía intención de detener a Hee-seo así que acarició su cabeza y decidió que tal vez sería lo mejor concentrarse en el placer.


"Heeseo, no intentes meterlo todo..."


El sonido de su respiración entre sus palabras se hizo gradualmente más áspero. Hee-seo, que aún no era experto, apenas se tragó solo el glande y movió la lengua con fuerza para abajo en un intento por no dejar ninguna parte sin mojar. La saliva y el líquido preseminal se mezclaron hasta mantenerse en su boca así que, cada vez que intentaba tragarlo, separaba un poco más los labios y volvía a contener la respiración.


Hee-seo notó que la gran mano que acariciaba su cabello, ponía fuerza


"Um..."


La postura sentada de Heeseo, cambió lentamente. El niño juntó sus piernas abiertas y se frotó como si estuviera montando la cama. Debajo del culo de su hermano menor, que sostenía su verga con una mano y chupaba con fuerza utilizando su boca, sus blancos y pequeños dedos de los pies se habían vuelto en garras. A Gyeom le gustaba que fuera completamente sensible a la excitación.


"Um, espera. Hee-seo, detente..."


Hee-seo, que era terco, no retrocedió y se concentró todavía más en acariciar justo donde le gustaba. El interior de su boca estrecha estaba caliente y húmedo mientras presionaba contra él una y otra vez en lo que Hee-gyeom, que obviamente estaba experimentando una sensación de eyaculación terrible, se tragaba un suspiro y echaba por completo la cabeza para atrás. Agarró y soltó el cabello de Hee-seo para tratar de reprimir su excitación, pero no pudo superar la estimulación que se vertió en sus genitales repletos de sangre. El pene, justo antes de su eyaculación, se hinchó tanto que fue difícil soportarlo por más tiempo.


Hee-gyeom sacó a la fuerza su verga de la boca de su hermano menor, el semen salpicó igual a una fuente.


"Ah, ah, ah..."


El semen se esparció por la cara de Heeseo. 


Heeseo cerró los ojos y esperó a que cayera lo que estaba en sus pestañas.  Hee-gyeom, que respiró hondo, secó las manchas en los ojos de su hermano y lo dejó parpadear mientras se aseguraba de no haberlo lastimado. De alguna manera, su cuerpo estaba relajado ahora.


"Hermano, ¿Te sientes bien?"


"Si Está bien, Heeseo".


Hee-gyeom levantó a su hermano y lo sentó en su regazo. Cuando limpió las salpicaduras en los labios del niño, que estaba casi como poseído, su lengua salió y lamió su mano para limpiarlo.


"Eww... Sabe horrible".


"¿Pensaste que estaría delicioso?"


"Veo que mi hermano lo come todos los días… ¿Por qué haces eso?"


"Porque es tuyo".


Hee-seo, quien sonrió, lo besó cariñosamente. Colocó sus labios sobre su boca húmeda y presionó lentamente la punta de su lengua para adentro. ¿Cómo se le había ocurrido la idea de hacerle una mamada con una boca tan pequeña? Su hermano menor, que era tan ingenuo para la mayoría de las cosas, ahora lo estaba sorprendiendo haciendo algo tan atrevido como eso. Por supuesto, aún así opinaba que era lo suficientemente hermoso como para desear ponerlo fuera del alcance de la gente para siempre.


"¿De quién aprendiste esto? Yo nunca te lo enseñé".


Los besos se derramaron rápidamente en sus ojos, nariz y labios. Hee-seo, que estaba preocupado por seguir el ritmo, más tarde notó que su hermano estaba desatando el nudo de su bata... Y era obvio hacia dónde iba dirigida la mano de Hee-gyeom en esta ocasión.


"Hice lo que mi hermano me hizo. Además, una vez hyung me tocó cuando estaba durmiendo".


"Jajaja, ¿Por eso te vengaste de tu hermano?"


"Sí… Pero no me gusta tocarte cuando estás durmiendo. No soy tan paciente".


"Es lindo que lo digas".


No fue fácil contenerse frente a su hermano menor, que era bueno para excitarlo. Su verga, que ya había expulsado todo su semen una vez, se puso rígido y tocó el vientre plano de Heeseo para mostrarle lo impaciente que estaba por entrar de inmediato en su cuerpo y hacerlo suyo las veces que fuera necesario.


Hee-seo lo miró mientras abría el cajón del escritorio y lo besaba suavemente en la mejilla. Dijo:


"Ni siquiera vas a poder encontrarlo. Lo escondí."


Quedó atónito por un momento debido al impactante comentario. Le había dicho que no usara condones antes, pero nunca había sido tan valiente como para actuar por su cuenta. ¿De dónde había salido esa frase? La risa llenó el lugar y luego, lo hizo un susurró suave y el golpeteo de sus dedos sobre sus nalgas.


"¿Por qué?"


"Así puedo sentirte mejor."


El hombre sin escrúpulos que no dudó en tocar a su hermanito, aceptó tranquilamente la petición de hacerlo sin condón. Su verga se había vuelto lo suficientemente dura como para poder aguantar e incluso, le dolía. Movió la mano y le tocó la espalda. El fluido que corría de su vagina hinchada estaba manchando sus piernas así que imaginó que no sería difícil excavar dentro de él.


Heeseo dejó escapar un gemido: "¡Hermano!", puso su otra mano en su muslo y agarró su pene para poderse acariciar. Gyeom lo estaba mirando de una forma lasciva y anticipada antes de frotar la punta en un enorme que parecía bastante estrecho. Luego, se deslizó hacia la parte que tenía más húmeda, agarró su cintura y lo levantó muy fuerte. Pero fue después de que la punta ya hubiera entrado en el pequeño agujero que Hee-seo suspiró y sollozó, sin saber si era de dolor o placer.


"¡Um!"


"Joder... Hee-seo, ¿Te gusta más por el coño?"


Su voz, rebosante de emoción, sonó como un gruñido. La pared interior, húmeda y estrecha que mordió la punta de su pene, se retorció y apretó el agujero hasta hacer que Hee-gyeom sintiera a la emoción quemar su cabeza hasta volverla blanca. Quería colocar su semen tan profundamente como su hermano menor lo deseaba.


"Hermano, hermano... "


"¿Quieres tener un bebé, Heeseo?"


"Lo quiero ¡Quiero que mi hermano me embarace!"


"Mierda… Me estás volviendo loco."


Heeseo apretó y aflojó su ansiosa vagina. Quería que lo colocara justo como estaba, así que frotó la cintura que tenía levantada y luego dejó que lo sostuviera con ambos brazos para que fuera más fácil mostrarle todo lo que sentía por él. Hee-gyeom no sabía cómo lidiar con su hermano menor, que era atrevido.


"¿Y si tienes un bebé? ¿Puede Hee-seo realmente volverse una mamá? Quiero decir... Para mí, tú sigues siendo mi niño."


"Como hyung va a ser el padre, no vamos a tener problemas."


"Oye, Hee-seo... ¿Tú quieres casarte conmigo?"


"Sí. Quiero hacerlo... "


Era un niño que siempre insistió en tener un bebé. Hee-gyeom sabía que Hee-seo decía eso porque no conocía el proceso del embarazo correctamente y sin embargo, simpatizaba con el deseo original de estar firmemente unidos.


Lo que apenas había llegado a la punta, comenzó a excavar lentamente en su interior hasta que se abrió paso por un camino húmedo y caliente y estalló en un sonido ahogado.


"¡Ah!"


Heeseo se apoyó en su hombro y movió su cintura a la vez. El sonido del moco y el semen se podía escuchar desde el interior mientras la bata blanca volaba hacia el piso y el cuerpo se le movía lentamente para arriba. Y cuando finalmente frotó el pene que colgaba de su entrepierna, las palmas de sus manos comenzaron a temblar y sus entrañas se convulsionaron terriblemente. Aunque había abierto su cuerpo innumerables veces para el, pareció como si Hee-gyeom no pudiera controlar su emoción en este momento. Tal vez era porque nunca había sido tan fiel a sus deseos como ahora.


"Ah, ah, ah…"


Sosteniendo a su tembloroso hermano entre los brazos, Gyeom tiró de su cintura un poco más para adelante hasta hacer que Hee-seo soltara un gemido más parecido a un llanto potente. Sus párpados, tan húmedos como sus ojos, no mostraban signos de querer levantarse.


"Hee-seo, ah, tu hyung necesita hacerlo una vez más..."


"Ah, espera... Por favor espera."


Sus pestañas temblaron y luego subieron. Tenía tantas lágrimas en los ojos que no sabía si lo estaba mirando a él o al aire. Hee-gyeom lo acomodó lentamente y lo besó mientras sentía cuán profundamente unidos estaban los dos.


El amor pareció brillar en sus pupilas. Por supuesto, tenía que ser honesto y decir que una de las razones para cometer incesto, fue esa mirada y la primera expresión satisfecha que vio cuando lo tocó.


Incapaz de contener su emoción ahora, acostó a su hermano.


"Hermano, hermano."


"Heeseo..."


La vagina de su hermano había estado apretando y abriéndose como si fuera algo que estuviera especialmente hecho para él. Cuanto más jugueteaba con su cintura, más agua salía desde abajo y unas enormes gotas de sudor se acumulaban en su barbilla tras estar largo rato completamente inmerso en la acción. Hee-seo no parecía poder soportar el placer que se derramaba desde su pecho.


"Yo, ah... Ya no puedo más. Ya no..."


"Está bien. Tu hermano está aquí ¿Sí? Espera un poco, Heeseo".


"Hermano, hermano, hermano..."


El sexo de este momento estaba lejos de parecerse al sexo que Hee-seo había estado teniendo hasta ahora. El niño, que finalmente alcanzó su clímax nuevamente, sintió que su visión brillaba y que el interior, que sintió un orgasmo seco, se encogió para presionar el pene de su hermano muchísimo más fuerte. Un profundo suspiro salió de él.


"¡Ah!"


Heeseo movió su cintura para inducir su eyaculación. E incluso con sus torpes balanceos, su estrecha vagina se apretó vertiginosamente hasta hacer que Hee-gyeom, que ya había llegado al límite, dejara escapar un gemido increíble.


"¡Heeseo!"


Su verga se retorció salvajemente y arrojó semen varias veces en el interior de su hermano pequeño. Su rostro, sintiendo placer, estaba ferozmente distorsionado y su cuerpo completamente maduro temblaba con un placer un tanto abrumador. A diferencia de su hermano mayor, Hee-seo tenía una expresión que parecía exultante de felicidad. En definitiva era el mejor momento de su vida.


"Se sintió tan bien…"


"Woo Hee-seo, tú... De verdad eres..."


"Así definitivamente voy a tener un bebe... ¿No es verdad?"


Fue una sonrisa gentil que no encajó bien con sus palabras. Tomando una respiración larga y lánguida, lentamente sacó su pene de adentro de él y dejó que el semen mezclado con el fluido de su vagina se esparciera a través del espacio entre los dos. Fue un espectáculo para la vista.


"Ah."


Cuando Hee-gyeom recobró el sentido y metió los dedos para sacar el semen, Hee-seo se quejó mientras miraba una bata que estaba completamente sucia en el suelo.


"El esperma de mi hermano ya debe estar nadando dentro..."


Hee-gyeom suspiró por segunda vez. Se secó las manos con un pañuelo de papel y besó la mejilla de su hermano menor, quien incluso en momentos así, era lindo. Dijo:


"¿Y esas palabras de dónde salieron?"


"De un libro."


"Cuando elijas un libro en el futuro, muéstrale a tu hyung primero".


"¿Qué debo elegir para que te guste?"


"Uno que tenga palabras más decentes".


Los labios de Hee-gyeom se deslizaron hacia abajo, desde la nuca blanca del niño hasta su cuello. Luego, Hee-gyeom limpió suavemente el cuerpo desnudo con otro trozo de papel y superpuso sus manos con las suyas. A veces se sentía como si sus preocupaciones tuvieran su base en el anhelo y el miedo a perderse. Por más desesperados que estuvieran, la falta de Hee-gyeom y Hee-seo, el uno del otro, era su mayor debilidad. Uno temía que su hermano mayor no fuera serio y el otro que su hermano menor algún día dejara de confiar en él. Bastaba con que todos fueran fieles a sus deseos para pasar un momento como el de ahora.


Hee-seo fue guiado suavemente por los dedos que estaban abriendo su cuerpo. Hee-seo, a quien le gustaba que su hermano mayor lo sostuviera, se acercó y lo abrazó otro poquito. Su nuevo amor por él se estaba revelando claramente en sus gestos.


"Si tenemos un bebé, será porque lo hicimos en la luna de miel de tu amigo. Si tengo un bebé hoy, será un bebé de luna de miel".


Hee-gyeom respondió con un beso a la pequeña voz susurrante de su hermano.


Besándose y frotándose los labios repetidamente, compartieron ese "contacto cosquilleante" que solo podía hacerse entre novios. Hee-gyeom lo mordió:


"Pero para nuestra luna de miel, iremos a un lugar muchísimo mejor que este. Siempre haré lo mejor por mi hermano pequeño".


El amanecer se filtró por los huecos de las cortinas que colgaban de las ventanas, tan blancas como el velo de una novia.


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