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Sí, amo. por LIAMSUZUKI

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Misaki y Ritsu no cabían en su asombro al ver la residencia tan lujosa frente a sus ojos con amplios jardines y construcciones en mármol 

 

-Ehmm... yo pienso que es para el empleo de hombrezuelo para el que te postulaste sin saber nada Misaki-Bromeó Ritsu 

 

-O puede ser para el de asistente contable 

 

-Esto NO tiene facha de oficina y me sorprendería que así fuera y con tus malas notas en contabilidad pues dejas mucho que desear Misaki. Hay más posibilidad de que seas requerido para hacerla de puto.

 

-Mejor cállate y sé feliz por mi Ritsu.

 

El conductor finalizó el viaje y ambos chicos descendieron del auto. Misaki tomó aire y camino hasta la entrada para presionar el timbre. Una cámara estaba situada justo por arriba de sus cabezas y no tardaron en contestarle 

 

-Buenos días ¿Qué se le ofrece? 

 

-Te..tengo una entrevista de trabajo a las 11, soy Misaki Takahashi

 

-Oh Misaki Kun, no te reconocí en pantalla, sí, te estamos esperando, abriré la reja e irás hacia tu izquierda, ahí verás la puerta principal. Pero tú acompañante no puede entrar.

 

-Así que chiste- se quejó  Ritsu y Misaki le dio un codazo -Al fin que ni quería entrar. Iré a merodear por los alrededores, avísame cuando hayas terminado Misaki.

Onodera dio la vuelta mostrando su pulgar arriba como apoyo a Misaki y después le mandó un beso, el castaño sonrió nervioso por ese gesto y le despidió ondeando su mano.

 

 

 

 

Misaki entró y giró a la izquierda como le dijeron, la reja automática volvía a cerrarse y el castaño caminó por donde le indicaron, la puerta principal estaba como a 200 metros 

 

-Típico de los ricos- su descontento fue perturbado cuando el rugir de un motor se dejó escuchar por el lugar y Misaki alzó la cara para ver un flamante Lamborghini salir de quien sabe dónde y yendo a toda velocidad directo a su cuerpo.

 

-¡¡¿Que?!!  no, no, no !ah!

Apenas si le dio tiempo de quitarse y el aire que  libero el auto al pasar le empujó un poco más.

-¡IDIOTA!

Misaki todo asustado vio el cristal del piloto bajarse y un hombre de cabello negro con ojos felinos le barrió de arriba hacia abajo. Su corazón latía a mil pero aún así recobró la compostura y se colocó derecho 

-¡¿Qué me ves?! ¡A barrer a su casa!-Misaki estuvo por ir con el desgraciado-mal educado si no fuera porque le agarraron del hombro.

 

Misaki crispó y al voltear se encontró con una bella pelirroja que le sonreía.

 

-Hola Misaki kun, veo que ya conociste a Saga san

 

Aikawa despidió con la mano a Masamune que no pudo evitar soltar una risa burlona y salía con su flamante auto de la residencia.

Misaki respiro profundo tragándose los insultos para el tal Saga san y giro para ver a la chica de forma correcta 

 

-Ho..hola, Soy Misaki Takashi, mucho gusto 

 

-Eri Aikawa

 

Ambos hicieron una reverencia y Misaki detalló el aspecto de la pelirroja: Una falda muy ajustada con una blusa blanca por la cual se transparentaba un poco el sostén y daba a notar lo bien proporcionada que estaba.

El castaño desvió la vista y esperó que al menos su ropa estuviera a lo mínimo de sensual que la pelirroja.

 

-Llegaste muy puntual Misaki kun

Aikawa le acomodó el fleco que quedó un poco despeinado después del susto.

-Que bonitos ojos tienes 

 

-Gracias Aikawa san. Me disculpo por gritarle a.. al señor 

 

-No te preocupes por él. Ven pasemos a la sala-La pelirroja guió al castaño hasta la entrada donde digitó un código para darles acceso y ambos entraron.

 

 

La mansión era enorme,2 pisos con muchas habitaciones, algunas esculturas y una decoración muy sobria, de seguro eran 5 veces más grande que la casa donde vivía con su hermano. Misaki tenía la boca abierta como la abejita Barry de Be movie analizando todo su entorno. Su vista quedó fija en lo que al parecer era un enorme despacho.

 

-Toma asiento. ¿Gustas algo de tomar?

 

-Un poco de agua 

 

-La traeré, empieza a llenar este formato después tendrás que entregarlo al señor Miyagi Yō.

 

-¿El señor Miyagi?

 

-Así es, el te entrevistará y si pasas, será tu jefe. En un momento regreso.

 

Misaki asintió sentándose en un sofá y echó un vistazo al formulario, por el susto, le fue imposible preguntar de que era el empleo, aunque si preguntara, se vería como un estupido por asistir a entrevista y no saber para qué diablos se alquilaba.

 

Leyó la primera línea que pedía su nombre.

Lo anoto y siguió llenando las demás preguntas frecuentes como en cualquier solicitud de empleo.

 

El castaño hizo una mueca chistosa cuando en uno de los campos le preguntaban cuántas veces a la semana se duchaba. 

-Obvio que todos los días y que pregunta es esta de ¿Que tanto sé de limpieza del hogar?

Prácticamente he sido una cenicienta desde que tengo memoria. 

¿Me he drogado?..... mmm mi único vicio es leer The kan-Misaki alzó una ceja y continuó llenando el formulario.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Onodera optó por colocarse los audífonos y caminaba despacio mientras cantaba a todo volumen 

 

-When I stand before you shining in the early morning sun

When I feel the engines roar and I think of what we've done

Oh the bittersweet reflection as we kiss the earth goodbye

As the waves and echoes of the towns become the ghosts of time..

 

Sintió una fuerte brisa por su cuerpo y después apreció la poderosa máquina que se detuvo a unos metros adelante de él: un flamante Lamborgini en color negro.

 

-Wow, el dueño de esa cosa se pudre en dinero.

 

Masamune veía por el retrovisor a la criatura que caminaba despacio por la acera, una musculosa de alguna banda "satánica" figuraba por su cuerpo dejando a la vista su piel muy blanca con unos jeans ajustados y converse negros que le acentuaban demasiado bien. 

Ritsu podía sentir la mirada sobre su cuerpo pero siguió caminando, pasó a lado del conductor y de forma leve giro su cara para ver al susodicho 

Onodera a pesar de no ser cohibido como Misaki se sonrojó al ver a ese hombre de cabello azabache, sus ojos color miel, piel blanca y con facciones muy masculinas enmarcando su rostro.

Trago un poco de saliva y volvió a mirar hacia el frente.

 

~Esta muy guapo el cabrón~

 

Hizo como que no pasó nada y camino lo más natural posible. El auto no hacía ningún ruido pero sabía que venía detrás de él.

Ritsu ahora si se puso nervioso y aceleró el paso haciendo que cantaba sin ningún problema y para perderse por uno de los parques que encontró a su derecha.

 

 

Onodera respiro al ver como el Lamborghini pasó de largo y una sonrisa se dibujó en su cara.

 

-Es un adonis pero qué tal si es uno de esos locos sádicos.

 

Ritsu recordó esa película Hostal y la piel se le puso chinita al recordar una escena donde uno de los chicos terminó muerto en el drenaje.

Sacudió su cabeza y atravesó la vereda de árboles, quizá encontraba un buen lugar donde dormir mientras Misaki terminaba su entrevista para hombrezuelo.

 

Casi al final del parque vió un área rodeada  de flores y decidió que ahí dejaría reposar sus carnes. Conforme se acercaba, la silueta de alguien parado se divisó al final de la jardinera.

 

Ritsu se detuvo en seco al ver al hombre guapo recargado en el Lamborghini y sonriéndole.

 

El asesino serial estaba vestido con un saco casual negro, pantalón verde militar y unas botas muy rudas y bonitas a su parecer, en color negro también.

 

Antes de que pudiera moverse, el azabache hizo un movimiento y le arrojó una bebida energética que Onodera atrapó sin problemas.

El castaño sentía que en cualquier momento gritaría como niño asustado.

 

-Hola, ¿Cual es tu nombre? 

Una sonrisa pícara se dibujo en el extraño y Ritsu quedó estático y temblando un poco 

-¿Eres sordo? ¿mudo?

Volvió a cuestionar Masamune e hizo movimientos con sus manos usando lenguaje de señas preguntando su nombre otra vez 

Ritsu estuvo a punto de mentársela y el azabache relamió un poco sus labios, ese gesto se le hizo muy erótico al castaño y por fin dijo su nombre 

 

-Ono... Oda Ritsu.....

 

 

 

-¿Qué mierda de preguntas son estas?-bufó Misaki-¿Como que si soy virgen? ¿Que si me gustan los hombres?.....¡Por supuesto que no!

El grito se escuchó por la sala y Aikawa regresó de inmediato 

-¿Todo bien Misaki kun?

 

-O..oiga en caso de que me acepten, ¿Cual será mi puesto en esta casa?-Misaki quería asegurarse de que este no fuera uno de esos trabajos raros sexuales que Ritsu le estuvo diciendo durante la semana.

 

-Lo dice al inicio de la hoja

 

Misaki escaneo el documento y "SIRVIENTE" eso era lo que decía 

El castaño quedó como tonto por no leer bien y Aikawa le sonrió.

 

-Siempre puedes decir que NO al final si no te interesa Misaki, aunque, la paga es buena y los beneficios también. Tal vez la entrevista te resulte difícil 

 

Misaki estuvo por responder cuando la puerta que estaba a su frente se abrió. De forma lenta un hombre salía y Takahashi lo primero que vio fue el lujoso calzado que portaba.

 

Sus ojos recorrieron las piernas enfundadas en un pantalón azul marino hasta dar con la hebilla que le sostenía y después el chaleco y saco a juego también.

La camisa blanca y la corbata en tono gris le resultaron colores seductores y al final vio el rostro del hombre: Piel blanca, cabello negro recortado de una forma que le hacía ver juvenil y unos ojos negros increíbles, los más atractivos que hubiese visto Misaki en su vida.

El hombre frente a él parecía estar entre los 30-35 años, prácticamente le doblaba la edad.

 

El chico se sintió un poco idiota tras asegurar que los hombres no le gustaban, su heterosexualidad era algo que siempre defendía y más con Ritsu que era homo al 100%.

 

-Misaki Takahashi ¿Cierto?

 

-S..Si

 

-Mi nombre es Miyagi Yō, pasa por favor 

 

Antes de que Misaki pudiera hacer algo más Miyagi le extendió otras hojas y le retiro las que Aikawa le había proporcionado. Por suerte había contestado todo y solo la última pregunta de que si le gustaban los hombres la dejó en blanco.

 

-Bien Misaki eso que te di es el manual de empleado, léelo por completo en lo que reviso tus respuestas de estas hojas. No omitas nada porque debes de saber a lo que te estás alquilando.

 

Misaki asintió, esa voz fuerte y masculina no parecía de alguien que fuera gay, de seguro el señor Miyagi tenía esposa y él ya se estaba imaginando cosas erróneas.

Yō salió del despacho y el castaño se dejó caer por el sofá impresionado, mucho, después de conocer a su posible jefe.

 

 

 

  

 

 

Takahashi yacía con la boca abierta al ver el salario base que le ofrecían: 300 dólares a la semana, permanencia dentro de la mansión y si demostraba que estaba estudiando se le apoyaría económicamente para terminar  la carrera. Misaki no podía creer tanta suerte, su hermano Takahiro ya no tendría que poner ningún peso para la Universidad.

Los tres primeros meses serían de prueba y si los pasaba le aumentaban a 400 dólares, las labores principales eran mantener limpia la casa, cocinar, acompañarlo en las actividades y viajes que se requirieran y sobre todo ATENDER TODAS LAS NECESIDADES DE MIYAGI YŌ.

 

Todo iba casi perfecto hasta que leyó el último apartado:Referirse como AMO a Miyagi Yō y Misaki comenzó a reír.

 

-Te llamaré DIOS porque me pagarás la matrícula de Economía en Mitsuhashi. 

 

Su alegría fue interrumpida cuando Miyagi regresó al despacho y se sentó frente a él 

 

-Y bien Misaki, ¿Te gusta la oferta de empleo?

 

-Si, es muy generosa.

 

-Así que, ¿Estás en espera de tu aceptación a la Universidad de Mitsuhashi?

 

-Exacto, dentro de un par de semanas sabré mi grupo y horarios.

 

-¿Das por hecho que ya pasaste el examen?

 

-S...si-Mintió 

 

-Veo que te tienes confianza ¿me pregunto que tan confiable puedes ser para otro tipo de asuntos?

 

-M..muy confiable señor.

 

Misaki recordó la parte donde se pedía absoluta discreción y confianza. Miyagi le observaba con detenimiento, el castaño trató de sostenerle la mirada pero no pudo hacerlo por más de 3segundos. El rostro de su jefe era muy atractivo e imperturbable.

 

-Noté que no contestaste la pregunta de que si te gustan los hombres ¿Puedo saber tú respuesta ahora?

 

Misaki ahora sí se puso nervioso, suponía que esta era la parte rara del asunto.

 

-No... no me gustan

 

-Estas seguro 

 

-S..si

 

-Aquí dices que no eres virgen entonces asumo que nunca has estado con un hombre, solo mujeres.

 

-No, nunca he tenido contacto sexual con un hombre.

 

Misaki podía escuchar las carcajadas de Ritsu a distancia por mentir sobre su sexualidad. Takahashi nunca había tocado a ninguna chica menos a un hombre a excepción de Onodera que llegaba a abrazarlo y darle besitos en la mejilla aunque era más como su hermano al igual que Takahiro.

 

-¿Cuando fue la última vez que tuviste relaciones sexuales?

 

-Ehmmm..... pues... no lo recuerdo. Hace 6 meses creo 

 

-¿Cuando fue la última vez que te masturbaste?

 

-¿Es necesario preguntar eso? voy a ser un simple sirviente en esta casa.

 

-Contesta

El tono tan autoritario de Miyagi le puso los vellos de punta a Misaki y comenzó a transpirar también a sentirse frustrado 

-Sigo esperando tu respuesta 

 

-Me... me masturbe la semana pasada-Mintió de nuevo

 

-Muy bien. Ponte de pie y dirígete al sanitario que esta a tu derecha.

 

El castaño con las piernas un poco temblorosas obedeció la orden, sentía a Miyagi tras de él y tragó saliva.Llegaron al sanitario y Yō le extendió un recipiente.

-Recolectarás el último chorro de tu orina

-¿He?

Miyagi se cruzó de brazos y se colocó a lado del castaño.Takahashi sabía que era un examen antidoping pero no por eso quería tener a lado su posible jefe viéndolo miccionar.

 

-¿Que sucede? ¿No puedes hacerlo con público? es lo mismo que en el colegio. Necesito comprobar que no harás trampa.

 

Misaki apretó el puño, ¿Como se supone que haría trampa? ¿Se sacaría una pene falso para echar una meada? ¿Quería ver el tamaño de su herramienta?

Misaki alzó la vista, Miyagi veía hacia el frente sin ningún tipo de emoción y supo que estaba exagerando. 

Con su mano libre sacó a su amigo y unos segundos después el chorro salía al excusado. Misaki recogió lo último como lo indicó y limpio la punta de su miembro.

Yō volteó al saber que ya había terminado y cogió el recipiente para colocarlo sobre una mesita, sacó un reactivo de la gaveta y lo introdujo en la muestra.

 

-No soy ningún tipo de drogadicto, por si le preocupa.

 

-Me aseguro que estés sano.

Miyagi comprobó los cambios de color del reactivo y desechó la muestra.

-Muy bien, ahora lavemos nuestras manos

Miyagi agarró jabón y se colocó tras Misaki, el castaño dio un respingo al tenerlo tan cerca y sintió como con suavidad le sujetó las manos, presionó para que saliera el agua y procedió a hacer espuma. Los dedos del mayor se entrelazaron con los suyos haciendo fricciones por toda sus palmas y después de un minuto volvió abrir la llave para enjuagarse. Miyagi finalizó con un par de toallas de papel para secar sus manos.

Misaki creyó que ya habían terminado puesto que el mayor se alejó de él. El pelinegro le agarró de nuevo la mano derecha y le pinchó un dedo por el que la sangre le brotó al instante  colocándola en otra tira de reactivo.

 

-Tampoco soy diabético

 

-Eso es lo que menos me preocupa, es una prueba rápida de ELISA.

 

-¡No tengo ninguna enfermedad de transmisión sexual!-Misaki quitó su mano por el enojo y dio la vuelta dispuesto a marcharse.

 

-Si desistes en esta parte de la entrevista ya no tendrás otra oportunidad.

 

Misaki se sintió muy frustrado ¿Valía la pena todo este cuestionamiento sexual por ese dinero y el pago de su colegiatura? Tal vez si...

 

Giró cuando un motita con alcohol presionaba su dedo. Alzó su rostro y Miyagi le observó a detenimiento.

 

-Tienes unos ojos muy bonitos Misaki 

 

El castaño no respondió y fue guiado de nuevo al despacho. La mano del mayor se posó por su cintura y Miyagi se sentó en su cómodo sofá desabrochando su saco

 

-Ya estás en la última parte de la entrevista Misaki, lo último que tendrás que hacer, es desvestirte. 

 

Aquel pensamiento le atravesó a Misaki en el estómago en forma de dolor 

-¿Co..Cómo para que quiere que me desvista?

 

-Necesito comprobar si esto es real-Miyagi arrojó a su mesa las fotografías que Misaki había mandado, Takahashi dejó de respirar y su rostro se tiño carmín.

 

 

 

-Creo que por 400 dólares mostrar tu cuerpo no es tan difícil, la mayoría de las grandes empresas lo hacen para corroborar que sus empleados son sanos. Si encuentro algo a la vista que considere raro, te mandaré a realizar otros estudios.

 

Ahora resultaba que este tipo poseía conocimientos médicos, por una parte tenía razón Miyagi, pero por la otra, el fin de humillarlo era latente. 

 

-Date prisa que tengo otra entrevista después de ti, Misaki.

 

Takahashi desvió la vista y de forma lenta comenzó a quitar sus prendas.

Miyagi podía observar cada centímetro comprobando la blancura real de su piel, el abdomen plano y los leves músculos que se asomaban daban indicio de que Misaki se ejercitaba. Era un cuerpo fibroso, bien proporcionado.

El castaño terminó con su striptease dejando solo la ropa interior.

Miyagi acomodó su corbata y se inclinó hacia adelante.

-El bóxer también debes retirarlo.

 

Misaki agachó la cabeza y el mayor se colocó de pie, dió una vuelta lenta apreciando todo el cuerpo de Takahashi creyendo que hasta ahí, había llegado.

 

Las manos del castaño se posaron por el resorte de su ropa interior y de forma lenta lo bajó causando sorpresa a Miyagi.

 

Misaki nunca había sentido tanta vergüenza e incertidumbre juntas y podía sentir los ojos de Miyagi clavados por su figura.

 

Yō apreció sus genitales, eran proporcionados para su contextura, sus glúteos firmes y carnosos para ser delgado.

El pelinegro se colocó a su espalda de forma muy lenta y Misaki tembló al sentir la respiración por su nuca, los dedos de Miyagi trazaron un camino por su columna vertebral hasta el inicio de su ano, sintiendo como ese tacto le quemaba a cada centímetro que avanzó.

 

-Inclínate Misaki

 

Yō le tomó de la nuca para que quedase recargado sobre el respaldo del sofá. 

Takahashi apretó los ojos cuando vio un lubricante y un par de guantes quirúrgicos siendo colocados a su lado. Se repitió una y otra vez que lo soportaría, que ese dinero sería suficiente para que Takahiro no estuviese preocupado y...

 

 

 

 

 

Al final, su vergüenza y orgullo pudo más.

 

  

 

 

Aikawa vio como Misaki salía de la oficina solo con sus pantalones puestos y con unas lágrimas  rodando por sus mejillas.

 

-¡Misaki kun!

 

La pelirroja entró al despacho queriendo reclamar a Miyagi y su sorpresa fue encontrar al mayor viendo por la ventana, esperando a que Takahashi hiciera el recorrido por su jardín. Lo último que escuchó, fue un suspiro salir de su boca cuando Misaki abandonó la propiedad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las siguientes semanas siguieron su curso, Misaki había optado por trabajar donde Ritsu había abandonado su empleo sin dar razón.

Takahiro no estaba muy contento porque creía que era un desperdicio al no ejercer algo referente a su carrera.

Misaki le dijo una y otra vez que le diera tiempo en lo que llegaban los resultados del examen de admisión a Mitsuhashi. Tal vez con un papel que avalara sus estudios podría tener más oportunidad de encontrar empleo acorde a su especialidad.

 

 

Ya era de noche y el ruido de su ventana siendo abierta lo asustó por completo 

-¡Ritsu! Te he dicho que no entres así 

-No entiendo porque te asustas, soy el único que llega de este modo a tu casa. 

-¿Quien te mordió el cuello?

Ritsu desvió la mirada por el morado que traía en su piel y arrojó su mochila a la cama de Misaki.

-Me quedo contigo esta noche, mañana llegan los resultados de Mitsuhashi y te prestaré mi hombro para que llores cuando sepas que la cagaste amigo.

-Ajá, tu también esperas los resultados y no quieres ver a tu madre cuando quiera estrangularte. 

-Pedí que me los enviarán aquí, así que mamá no lo sabrá.

 

Ritsu se dejó caer sobre la cama de Misaki y el castaño pudo ver una pulsera en su mano derecha.

 

-¿De donde sacaste esa joyería si ya no tienes trabajo Ritsu? Es más ¿Por que renunciaste de repente?

 

Ritsu comenzó a chiflar ignorando a Misaki 

 

-Anda, tirame de a loco y cuando quieras que te haga tu pastel de yogurt, vas y se lo pides al que te haya dado eso.

 

-Tu tampoco me quisiste contar cómo te fue en tu entrevista con el hombre sabroso, entonces estamos igual.

 

Misaki desvió la mirada al recordar a Miyagi y no pudo evitar estremecerse al recordar su tacto. Empujó a Ritsu y se metió a la cama.

Onodera por su parte se colocó la pijama y después abrazó a Misaki.

Takahashi suspiro, ese rostro y cuerpo del mayor le tenían taladrando los sentidos.....

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

De forma sorprendente ambos amigos aprobaron para Mitsuhashi, como suplentes porque dos estudiantes cambiaron de residencia. Hoy era el día de la ceremonia de bienvenida y Misaki peinaba su cabello  

-Te ves bien hermanito—Takahiro le acomodo la corbata—Me sorprende que Ritsu no esté aquí 

-Me dijo que llegaría a la universidad, tal vez sus padres lo acompañen.

-Iré a pedir el taxi, no tardes Misaki

El castaño asintió y terminó de dar el último vistazo a su traje.

 

 

 

 

Kamijō le acomodaba la corbata a Miyagi ante la mirada del los estudiantes de tercer semestre  

-Me sorprende que Masamune no esté aquí con usted Miyagi Sensei.

-Dijo que tenía un compromiso y que llegaría más tarde. ¿Akihiko ya regresó del extranjero? 

-Le quedan otras dos semanas en Inglaterra, después les serán asignados los grupos. ¿Tiene listo su discurso?

-Por supuesto My sweet honey, estoy ansioso por darles un sermón a los de nuevo ingreso y ver sus caras de terror 

-Usted no da temor en ningún sentido, no por nada todos los mocosos van y le preguntan a usted cuando no entienden sobre mis tareas.--Hiroki frunció él ceño. 

-No hagas eso Kamijo te quedará una arruga muy fea, mírame a mi, a mis 35 años y no tengo ninguna línea de expresión. Dicen que el sexo ayuda bastante, deberías sugerir a tu doctorcito  que...

-¡Cállese!

-Es broma.

-Iré a asomarme si ya esta la mayoría de los de nuevo ingreso, le restan 5 minutos para terminar de arreglarse.

 

 

 

 

 

 

 

Misaki tenía la boca abierta, el campus era enorme y se sentía como bicho raro, él estaba solo mientras los demás estudiantes convivan, al parecer eran compañeros de bachillerato y tuvieron la suerte de quedarse juntos en Mitsuhashi.

 

-Cierra la boca o una pene duro se te puede atravesar en el camino-Ritsu se dejó caer por el asiento y le golpeó a Misaki con el hombro  

-¿De donde sacaste ese traje Ritsu? Se ve muy costoso 

-Por ahí  

-Si te creo, tu culo es como la bolsa de Wako de animaniacs. No me sorprendería que después te sacaras un auto de lujo, de ahí.

 

Onodera estuvo por abrir la boca y fue interrumpido cuando el decano de la Universidad Mitsuhashi pedía su atención para iniciar la ceremonia.

Ambos chicos se sentaron de forma correcta y esperaron a que diera inicio. Un atractivo hombre con cabello chocolate de nombre Kamijo Hiroki les dio la primera bienvenida, los aplausos se dejaron escuchar y después pidió silencio 

 

-Este año el discurso estará a cargo de uno de los profesores más queridos por el alumnado, demos la bienvenida a Miyagi Yō Sensei.

 

 

 

 

Misaki se tensó al escuchar ese nombre y comenzó a transpirar, su corazón latía con fuerza y de forma inevitable recordó la mirada del mayor.

Pareciera que toda la gente a su alrededor desapareció y solo estaba él por las gradas.

Y entonces, Miyagi Yō apareció con un traje en color negro, aspecto inmaculado y unos lentes que le daban un aire seductor y sofisticado. Las voces a su alrededor cuchichearon lo bello que es y Misaki se estremeció, cuando sus miradas se conectaron.....


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