Misaki pellizcó la pierna de Ritsu cuando la mirada de Miyagi Sensei se conectó con la suya ó al menos eso creía el castaño
-Ouuu.... ¿Qué te pasa?-dijo entre dientes Onodera
-Es..él..
-¿De que hablas tarolas?
Ritsu miró al escenario y el docente parlaba su discurso sin ningún problema, era un hecho que miraba hacia arriba de las gradas y no comprendía la actitud de Misaki
-Estas loco compadre-dijo Ritsu aventando la mano de su amigo.
-Shhh.. cállense..-Una chica de atrás les recriminó
Takahashi no podía creer que aquel atractivo hombre fuera profesor en Mitsuhashi y en literatura. La materia que tendría que cursar un año completo mientras durara su carrera.
Misaki seguía perplejo ante el escrutinio de Miyagi quien se acomodaba los lentes y le sonreía, era un hecho que lucía más atractivo.
-¿Se ríe conmigo ó de mi?
-¿He?
-Les dije que se callaran
La chica esta vez pateó a Misaki quien se aguantó el golpe en su hombro y siguió mirando al frente. Ritsu tapó su boca para aguantarse la carcajada y siguieron observando al bien conservado profesor de Literatura
Miyagi en efecto sabía que Misaki Takahashi estaría en la ceremonia de bienvenida, fue uno de los primeros alumnos liberados en la admisión y le causó agrado verlo.
La vista es libre y que mejor que disfrutarla viendo a quien se estremeció de ese modo con el toque de sus manos.
El docente terminó su breve discurso con: "Mucha suerte en este inicio en Mitsuhashi, será un placer colaborar con ustedes"
Yō volvía a acomodar sus lentes y descendió del estrado, Kamijō subía de nuevo para presentar a todo el staf del área académica de Mitsuhashi y Miyagi optó por sentarse alejado de los demás profesores.
No habría necesidad de buscar a Misaki puesto que el chico tendría que hacer su primer registro y conocer sus horarios así que esperaría a que se presentara con él, sería interesante ver su reacción al estar frente a frente, otra vez.
-Ahora si explícame que tienes ¿Te fumaste un churrito antes de venir aquí, Misaki?
-No seas tonto Ritsu, ni siquiera sé cómo se hace.
-¿Entonces?
-¿Recuerdas.. que te dije que me entrevistó un hombre extraño en la mansión aquella vez?
-Si ¿Y?
-Promete que no le dirás a nadie
-Lo prometo
-Promételo bien
-Por el Osito Bimbo que mi boca será una tumba, cielos, ya van dos veces que hago promesa, espero no morir en el intento.
-¡Ritsu! Esto es serio y ¿Con quien más ya lo hiciste?
-¡Con nadie! No me hagas caso Misaki, anda saca eso que te aqueja, desembucha que soy todo oídos.
Misaki entreabrió los labios y su nombre se escuchó por la pequeña sala de espera.
Reconoció ese timbre de voz y el chico recogió su dosier de la mesa de forma torpe yendo directo a la oficina donde ya le esperaban.
Y sí, quiso dar la vuelta al ver a Miyagi sentado en un sillón negro de piel y de los nervios se le cayeron las hojas.
Yō le miraba sin parpadear y Misaki recogió toda su documentación.
-Cierre la puerta Takahashi Kun y tome asiento.
Misaki obedeció y esperaba que el mayor comenzara con algún tipo de comentario mal intencionado y contrario a lo que pensaba el profesor le sonrió de forma amable.
-Todos estamos nerviosos la primera vez, pero no te preocupes es normal. Bienvenido a Mitsuhashi, yo seré tu profesor de literatura por el siguiente año, 3 horas a la semana. También seré el tutor de grupo así que si tienes algún comentario ó inconformidad no dudes en expresarla-Miyagi lo veía de una forma diferente y Misaki estaba sorprendido-Este es el horario de la semana y aquí se explica todo los aspectos a evaluar. Léelo bien porque a partir de la primera clase entramos de lleno con el temario, no quiero interrupciones.
Veo que entraste como reemplazo así que tendrás que esforzarte por cuidar tu lugar en Mitsuhashi. Y cuéntame un poco de ti, es para armar el archivo de cada estudiante que tendré a mi cargo como tutor.
Takahashi no contestó y se preguntaba si este hombre de verdad no lo conocía ó solo era parte de su vil engaño. El chico agarró el formato que le extendía y miraba sus ojos ya sin las gafas.
-¿Sucede algo Takahashi kun?
-N..no-Agachó la mirada
-Bien, entonces te escucho
Misaki jugaba con sus dedos por los nervios, era obvio que la elocuencia no era una de sus virtudes y menos con ese hombre frente a él.
-Soy.. soy Misaki, vivo con mi hermano mayor en uno de los barrios más modestos de Tokio. Tengo 18 años y actualmente estoy trabajando en un pequeño local de alimentos con lo que pretendo.... pagar..-calló de forma repentina por decir lo del trabajo
-¿Con el que pretendes que, Takahashi?
-Pagar la Universidad.... y ayudar a mi hermano.
-Por lo que sé. Esos empleos no son muy remunerados,apenas si cubren con el 50% del estimado en una cuenta para el estudiante promedio.
-Lo se.. pero no he hallado otra cosa mejor.
Miyagi analizaba al chico que parecía hundirse cada vez más en su asiento, Misaki solito se había echado de cabeza al mencionar su actual oficio y no era algo que desconociera el profesor.
-Te veo nervioso, si gustas podemos dejarlo hasta aquí, tal vez durante el avance de curso quieras desenvolverte más sobre tu vida-Miyagi colocaba la información del castaño en un sobre y lo cerró de nuevo-Nos vemos en la primera clase, Takahashi kun.Ya puede retirarse.
Con una sonrisa sincera, el mayor despedía a Misaki que le miraba con la boca un poco abierta. Acaso no haría alarde de su superioridad frente a él como en la entrevista para "Puto". El castaño continuaba visiblemente nervioso y como pudo se colocó de pie.
-Hasta luego, Miyagi Sensei
Misaki salió despacio, quizo voltear y comprobar que Miyagi lo veía como en aquella ocasión que estuvo desnudo.
Después de un par de segundos el mismo se cacheteó por pensar eso y fue de prisa con Ritsu que miraba su teléfono móvil con una gran sonrisa
-¿Tan rápido te entrevista el profesor?
-Si...y es tu turno Ritsu
-Oh si, ojalá sea tan rápido como contigo porque no tengo mucho tiempo así que, no me esperes Misaki.
-¿Eh? ¿No vendrás a mi casa a celebrar?
-No, tengo otras cosas por hacer
-Pero mi hermano preparó tonjiru y Komashu
-Guárdame un poco
-Todavía tengo que platicarte lo de..
-Podemos hacerlo en la noche por teléfono
Ritsu ya ni siquiera volteó a ver a Misaki por lo que el castaño salió del área directiva sin muchos ánimos. Sin duda ver a Miyagi le perturbó bastant
Después de celebrar en casa con su hermano la bienvenida a Mitsuhashi, Misaki se encontraba guardando sus cosas personales para asistir a su trabajo como todas las mañanas, esta sería la última semana donde podría descansar por las tardes ya que la siguiente empezaría de lleno con la universidad y adiós vida de vago con Ritsu
Resopló al recordar a Miyagi y lo que le dijo de que su trabajo es insuficiente para cubrir sus gastos. No se comparaba a los 32000 yenes que podría obtener trabajando como su ridículo sirviente.
De seguro Miyagi realmente lo había olvidado y alguien más ocupaba tan ostentoso cargo.
Miró su teléfono viendo si Ritsu había mandado algún mensaje y se llevó la sorpresa que tenía 3 llamadas en buzón de voz de diferentes días pero el mismo número.
-Ya casi nadie usa el buzón de voz.
Presionó para recuperar la llamada y después de varios intentos le sorprendió escuchar a Aikawa san del otro lado de la línea
-Misaki Kun, es un gusto escucharte
-Hola...¿Como está?
-Bien, me alegra escucharte y bueno esta llamada es para saber si aún sigues interesado en trabajar con Miyagi Sensei. Él sigue con la proposición del empleo.
-¡¿De verdad?!...Es que bueno.. yo.. ya sabes cómo terminó la entrevista.
-Lo se y dejarme decirte que Miyagi Sensei no ha vuelto a entrevistar a nadie más y hasta hoy regresé de mi viaje y pude hacer contacto contigo. Miyagi Sensei se mostró muy interesado en ti desde que te vio en las fotos y como dato adicional: El nunca ha contratado a un hombre, tú serías el primero.
¿Como? ¿Miyagi Sensei nunca había tenido un hombre como su sirviente? ¿Entonces no es gay y solo lo hizo para molestar?
-Aikawa san tengo una duda ¿Yo sería tu reemplazo?
-Asi es
Más preguntas se instalaron en la mente de Misaki y no pudo evitar imaginarse a Aikawa san desnuda en la misma entrevista que él tuvo hace un mes. La pelirroja parecía muy contenta en su trabajo y no entendía porque se retiraba.
-Aikawa san...
-Te estas preguntando porqué de mi ausencia: Pues bien. Tengo a un pariente muy delicado de salud y mi madre no puede atenderlo sola y por eso tengo que viajar de forma constante.
Y mientras eso sucede, Miyagi san necesita alguien en su casa para atenderlo.
La casa es enorme y el no puede hacerlo con todo el trabajo que tiene en la Universidad.
Y míralo de este modo Misaki, tendrás alojamiento, comida, podrás continuar con la universidad y un buen salario te está esperando.
Si estás dispuesto a realizar el trabajo, Miyagi Yō te espera mañana a las 11 en punto en la mansión.
Misaki ya no escuchó en qué momento la mujer terminó la llamada. Su cabeza era un caos: Miyagi Yō era un hombre muy extraño y él estaba muy nervioso por la idea de trabajar con su futuro profesor. No podía asegurar que tener sexo era parte del contrato y Misaki no estaría preparado para ello, hoy y ni en un millón de años.
Sin embargo ese nerviosismo que sentía con solo mirarlo, era algo que jamás experimentó.
Tal vez no sería tan malo trabajar con él, los alumnos en Mitsuhashi parecían estimarlo en demasía y Aikawa san tampoco era la excepción.
Misaki esta vez caminaba con cuidado y viendo hacia todos lados de la mansión por si el tal Saga san volvía a aparecerse con su lujoso auto y quisiera atropellarlo.
Esta ocasión no se vistió elegante para entrevista, no tenía caso puesto que Miyagi ya lo había visto con traje en la Universidad así que se limitó a usar su ropa común: jeans, converse y una playera con un saco algo formal. Ya ni siquiera pudo platicar con Ritsu quien no había dado señas de vida desde que salió de Mitsuhashi, a lo mejor si era serio al decir que su secreto estaría bien guardado.
Ya aparecería su amigo y lo obligaría a darle razón de los extraños lujos que se daba últimamente.
Llegó hasta la puerta principal y después de varios segundos con la mano arriba, por fin tocó el timbre.
Aikawa san de inmediato apareció y abrazó al castaño como si lo conociera de toda la vida
-¡Misaki Kun! ¿Cómo estás?
-Bien, Aikawa san
-Cuando te vi por la cámara no lo podía creer. Ven, vayamos de inmediato con Miyagi Yō.
El castaño fue guiado con mucha emoción al despacho de donde salió semidesnudo y al instante su casi jefe se paró del escritorio y extendió su mano para revolver su cabello.
-Hola Misaki, me alegra que hayas aceptado la proposición
Misaki le veía como cachorrito asustado, al parecer todas las formalidades que tuvo como su profesor en Mitsuhashi se esfumaron al verlo entrar por esa puerta.
-Aikawa san té dará un recorrido por la mansión y te mostrará tus funciones para que inicies con tu entrenamiento cuanto antes.
Como sabes, ella estará viajando próximamente y necesito que aprendas todo muy bien.Pero antes de que eso suceda, necesito que firmes esto.
Miyagi extendía un contrato para Misaki de varias hojas.
-Léelo con detenimiento, no cambian muchas cosas a lo que leíste en el manual de empleado pero es necesario que lo hagas. Al final aparece tu nombre completo donde tendrás que firmar.
Estaremos afuera en lo que terminas de hacerlo
-Si...
Misaki recibió el documento y ambos salieron del despacho, Miyagi antes de cerrar la puerta volvió a mirarle con sus bellos ojos negros, el castaño no hizo otra cosa mas que desviar la mirada y sentir el rostro muy caliente.
-¿Gusta algo de tomar en lo que espera a Misaki kun?-Preguntó Aikawa al mayor
-No gracias. Se lo pediré después a Misaki cuando termine de leer su contrato. Iré a buscar información a mi biblioteca para mis clases.
-Entendido, le llamare a Kisa para que venga cuanto antes y pueda preparar a Misaki kun.
Miyagi asintió a lo dicho por Aikawa y fue caminando por el enorme corredor de su mansión.
Las primeras hojas del contrato hablaban de los beneficios y garantías que tendría como empleado, las siguientes de sus obligaciones y del horario que manejaría.
Saliendo de la escuela lo primero que tendría que hacer es presentarse en la mansión donde prestaría su servicios hasta media noche. Después de las 12:01 su tiempo era libre hasta que terminara su horario escolar y durante esas horas debía aprovechar para hacer tareas y dedicarlas a su persona. Pero si durante ese lapso, Miyagi requiriera algo, el castaño tendría que dárselo sin objeción.
El último párrafo le volvía a recordar que tendría que dirigirse como AMO a Miyagi y el castaño torció la boca por el extraño título con el que deseaba ser llamado.
Misaki dio un suspiro cuando terminó de leer todo y firmó un poco tembloroso. Se puso de pie y decidió buscar a Aikawa y Miyagi.
Total, si ya iba a trabajar ahí entonces sería bueno familiarizarse con la mansión por lo que caminó por los alrededores buscando a Miyagi Sensei.
Llegó al final de un corredor y no lo veía por ningún lado, antes de dar la vuelta descubrió que había una pared del costado izquierdo que daba a otro corredor y una habitación se percibía hasta el final.
Su curiosidad y chisme por saber más, lo llevo hasta quedar frente a la puerta que estaba abierta.
Misaki se asomó de forma lenta y descubrió a su AMO de espaldas y viendo hacia arriba muy pensativo.
Takahashi pudo observar su amplia espalda y buen porte, Miyagi se giró de forma lenta y Misaki se hizo para atrás por el miedo de ser descubierto viéndolo de ese modo y decidió regresar al corredor principal.
Miyagi por su parte dejó el porta retrato con evidente molestia pero no pudo evitar decir ese nombre de nuevo: Shinobu.
Despejó su mente y cerró la habitación con desgano y se dirigió al despacho para ver si Misaki ya había terminado.
Le sorprendió encontrarlo a mitad de su destino, Misaki se veía muy nervioso y eso le causaba satisfacción. Se acercó de forma lenta hasta quedar a escasos centímetros del castaño y lo miraba hacia abajo. El olor de su cabello a frutas le hizo aspirar profundo y Miyagi cogió su mentón para que lo viera a los ojos
-¿Y bien?
-A..acepto Miyagi san
-Bien, vamos con Aikawa san
-Si.
-Se te olvido algo Misaki.
Miyagi esta vez le agarró de la mano y el castaño no entendió a la primera. Tras unos segundos de analizarlo recordó lo último del contrato. Su rostro se puso rojo y por fin contestó
-Sí, amo