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Sí, amo. por LIAMSUZUKI

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Misaki apretó el puño de forma inconsciente al ver a Kisa sobre Miyagi, el chico se movía con soltura y hablaba muy cerca de los labios de Sensei. Era de forma muy sensual logrando que Miyagi sonriera y agarró la cadera de Shouta permitiendo el contacto de sus cuerpos.

Misaki ahogó el grito que intentó salir de su boca y muy molesto giró para golpear la pared.

No entendía porque de su molestia, respiro agitado por unos segundos y después fue a recoger su escoba para seguir limpiando el patio y más tarde terminar de asear el estacionamiento ó al menos intentarlo. 

 

 

—¿Qué fue ese golpe?—Pregunto Kisa sentándose en los muslos de Miyagi.

—Hiciste más ruido al tirar ese jarrón, te descontaré una parte del trabajo que hiciste con Misaki.

—Ok, solo porque podré disfrutar tu compañía no reclamaré nada.

Dicho esto, Kisa volvía a besar el cuello de Miyagi y de una de las bolsas del traje del mayor, sacaba un preservativo.

Miyagi lo alejó para agarrar una fusta del costado del sofá y de dos movimientos ya tenía al chico a gatas.

—No será tan pronto Kisa

El menor se estremeció al ver a Miyagi con el artilugio de cuero y mordió su labio al sentir la mano de Yō inclinarlo hasta tocar la alfombra.

 

 

 

 

 

 

Aikawa observó como Misaki arrojaba los enseres de limpieza con enojo y la forma tan brusca que arremangó su camisa. Su rostro estaba ligeramente rojo y se negaba a verla a los ojos.

-¿Y a ti que te ocurre Misaki?

-Nada.

El castaño fue a lavamanos para asearse, poner su delantal y después regresó con la pelirroja para coger el menú de la cena.

-Merluza con vinagreta, souffle de limón y bla bla..

Misaki arrojó el menú a la mesa y se dirigía al congelador para sacar el pescado.

Aikawa seguía cada uno de sus movimientos y no tuvo más remedio que volver a preguntar.

-¿Estas seguro que no te ocurre nada?

-No y quiero apurarme para regresar a casa cuanto antes, no le dije a mi hermano que me quedaría a trabajar.

-Escuché ruido cerca de la habitación de Miyagi Sensei, ¿Fuiste a ver que ocurría?

Misaki dejó caer el pescado por el lavabo y con saña echaba agua para deshacer el hielo.

-Aún no te conozco pero puedo afirmar que estás molesto. No es buena idea que te estreses y menos que Miyagi te vea de esa forma.

-No estoy estresado y poco me importa que el "amo" me vea así y mejor dime donde esta la batidora para hacer la crema.

-En ese mueble de allá-Señaló la pelirroja y Misaki fue por el electrodoméstico.

Sin duda Aikawa estaba fascinada con la soltura de Misaki para las labores domésticas, estuvo por abrir la boca de nuevo y la pregunta que hizo al inicio tuvo respuesta

-¿Me regalan un vasito con agua?

Kisa se mostraba muy sonriente por la cocina y a Misaki se le cayó el bote de crema para batir 

-¡Ten cuidado Misa-chan!

El pelinegro se acercó para ayudar a Misaki y este no pudo evitar ver parte de su cuello, una marca roja figuraba por su piel, obvio de Miyagi san.

-No soy un niño para que me digas así.

-¿Bromeas? Eres una ternurita y cómo tienes nombre de niña,te queda a la perfección—Kisa jaló ambos cachetes de Misaki-Me dan ganas de comerte.

-Deja de estar de goloso Kisa,Te acabas de comer a Miyagi san-Reclamó Aikawa y Misaki apretó los dientes.

-Yo lo digo en el buen sentido de la palabra, es que solo míralo Aikawa-acarició su cabello-tan joven, tan virgen y tan buen cocinero, además con esa carita linda que se..

-No soy una mascota—Misaki le arrojó el brazo a Kisa y dio la vuelta para seguir con su tarea.

-Uy, que genio, no pensé que se te fuera a contagiar el mal humor de Aikawa así de rápido. 

El pelinegro fue por un vaso y se servía agua. Su vista quedó fija en Misaki que hacía todo lo posible por ignorarlo y Kisa sonrió.

-¿Qué cenaremos esta noche?

-Ya fue suficiente Kisa, no le eches limón a la herida-Dijo Aikawa a propósito viendo como Misaki partía varios limones para el postre

-Aquí tengo un poco de sal si gustas

-Je..je que graciosa Aikawa san, algun día te pondrán un dedo en tu llaga-Misaki se quejó 

Y en efecto, Misaki seguía incrédulo a sentir tal enojo por ver a Miyagi con Kisa. El castaño sabía a lo que debería atenerse al aceptar trabajo tan mas raro.

 

-¡32000 yenes!-Gritó Misaki asustando a los presentes-¡32000 yenes es lo que recibiré por estar aquí y Takahiro va estar muy tranquilo!¡Y dejen de estar de mirones! ¡Ayúdenme a preparar la cena!

 

El sirviente acercó verduras a Kisa y la crema para batir a Aikawa san.

-Las zanahorias no deben estar muy gruesas y la crema debe esponjar ¿Entendido?

Kisa y Eri asintieron y ponían manos a la obra mientras hablaban quedito.

-¿Se puso celoso?

-¿Tu que crees Kisa?

-Pues no le conviene, Miyagi no ama a nadie.

-Miyagi me pidió investigarlo y después ofrecerle el puesto, no quería a otro-susurró Aikawa.

Kisa miró de reojo a Misaki, era lindo sin duda, tan llamativo como Shinobu, si no es que más.

 

 

 

 

 

 

Después de que la cena fuera servida y de que Misaki tuvo que soportar cómo Kisa le daba de comer a Miyagi en la boca fue directo a lavar los trastes y hacer la limpieza de la cocina.

Había sobrevivido al primer día y lo que más deseaba era regresar a casa con Takahiro y platicar a medias de lo que sería su nuevo empleo.

Se asomo por la ventana viendo como Kisa Shouta abandonaba la mansión, por suerte Miyagi no lo acompañó y con eso evitaba otra micro puñalada a su corazón. Ahora comprobaba que su amo era totalmente gay y que disfrutaba de tener sexo no importando la hora del día o lugar. Sintió una extraña presión por su pecho y decidió que ya era tiempo de marcharse.

Ni siquiera le aviso a Aikawa san y ya estaba con un pie fuera de la residencia, antes de dar el segundo paso y ser libre,la chica aparecía de un costado de la puerta 

 

-¿A donde vas Misaki?

-A casa

-No, no lo harás. Aún tienes un pendiente por hacer 

-¿He? Pero la casa ya está limpia y Miyagi san ya ceno así que, con tu permiso. Que sueñes con los angelitos Aikawa san. 

La pelirroja extendió el brazo para impedir que se fuera y le mostró el reloj.

Misaki vió con desagrado como el móvil señalaba las 10:30 de la noche.

El castaño giró muy abrumado por eso y volvía a dejar sus pertenencias. Mando un mensaje a Takahiro explicando brevemente lo de su empleo, que demoraría más en llegar  y regresó con Aikawa.

-¿Que tengo que hacer? 

-Tendrás que duchar a Miyagi san

-¡¿He?!

-Que tienes que bañar a Miyagi san

-¡No es un ancianito manco como para que no lo haga por sí mismo!

-Es una de tus obligaciones, la segunda lección y si te escucha que no quiere hacerlo te castigará.

-Todo este día fue un castigo y.. ¡y yo no lo quiero bañar! 

-No te estoy preguntando y ya te espera en su habitación 

Misaki quedó estático por lo que Aikawa tuvo que empujarlo hacia las escaleras.

-Sabias para lo que te alquilabas. Así que no seas cobarde. 

-No soy cobarde,¡no quiero verlo desnudo eso es todo! 

-Pues ni modo, a menos que quieras que Kisa regrese a meterle mano ó igual puedes renunciar Misaki 

-Ya, ya... iré a duchar a ese "inválido"

El castaño a regañadientes se posó frente a la puerta y Aikawa le miraba desde abajo con los brazos cruzados.

Tocó muy quedito y Miyagi de inmediato le permitió el paso.Misaki lo encontró con una bata cubriendo su cuerpo y el mayor  le sonreía de manera afectuosa.

-Pensé que tendría que ir por ti, Misaki.

-No... solo que lo olvide, amo.

-Muy bien, entonces vayamos a la ducha

Miyagi dirigió al castaño al enorme sanitario dentro de su habitación. Misaki quería terminar con esto cuanto antes, la sola idea de estar con un hombre en la "ducha" le alteraba los nervios por completo y por muy atractivo que fuese Miyagi, no quería siquiera tocarle un cabello, no cuando Kisa Shouta ya puso sus manos en él y Miyagi lo dejara marcado.

 

Misaki abrió las llaves del agua de la bañera y comprobaba la temperatura sin voltear a ver al mayor.

Justo cuando diría que ya estaba buena el agua Miyagi se posó a su lado y quitó la bata; Misaki no veía y trataba de concentrarse en el mosaico del baño.

Poco le duro la distracción al sentir a Miyagi atrás de él.

-Quítate la ropa Misaki, entrarás conmigo y así poder ducharnos a gusto.

Misaki quedó tieso y esperaba que su amigo pene no hiciera lo mismo al sentir las manos de Miyagi quitando su corbata.

-Te dí una orden.

-S..sí amo

El castaño quitó toda su ropa de forma rápida sin inmutarse y trató de imaginar que esto sería un baño colectivo como los de las aguas termales.

Misaki se metió al agua para evitar la mirada de Miyagi sobre su cuerpo y viendo hacia el techo invitó al pelinegro a la bañera 

 

-El agua está lista, amo 

Miyagi sonreía divertido por la actitud de Misaki y sin pensarlo lo agarró de la cintura para colocarlo sobre unos de los cabezales por donde salía el agua. El castaño tembló al sentir los brazos desnudos de Yō y sus miradas se conectaron.

El chico quedó perdido en esos bellos ojos negros por un instante y después recordó a Kisa sobre el, tal vez gimiendo y eso hizo que Misaki reaccionara.

Lo empujó un poco, agarró un Shampo para frotar la cabeza de Miyagi y el pelinegro se dejó hacer.

-Hazlo un poco más fuerte, Misaki 

El castaño no contestó y seguía frotando el cabello, tratando de no pensar en su enojo y sin querer, su vista quedó fija en la espalda de Miyagi, los músculos figuraban y se atrevió a mirar más abajo.

El mayor tenía un cuerpo bien trabajado y escuchó a algunas chicas del campus decirlo mientras fue la ceremonia de bienvenida en Mitsuhashi. Agarró el cepillo de la regadera y comenzó a enjuagar el cabello de Miyagi hasta dejarlo limpio.

-Ahora sigue con mi cuerpo, Misaki

Takahashi cogió la esponja, vertió el líquido y de forma en extremo lenta, volteó con Miyagi que ya estaba de pie y frente a él.

-¿Que sucede? 

Misaki no contestó, no quería verlo, mucho menos tocarlo. Las manos de Miyagi se posaron sobre sus mejillas y Misaki al instante se movió.

Miyagi muy molesto lo agarró del brazo y le obligó a mirarlo, Takahashi se estremeció entre sus manos, podía sentir el rose de sus pieles causando escalofrío y el cálido aliento sobre  sus labios 

-Mientras más te tardes, más demorarás en llegar a tú hogar Misaki. Ahora, termina de asearme.

-Si.. amo

Misaki ya se estaba cansando de esta absurda situación por lo que comenzó a tallar a Miyagi de forma ruda y mecánica e inevitablemente  tuvo que ver su entrepierna, Misaki se sorprendió del tamaño estando flácida y desvió la mirada.

Una pequeña sonrisa escapó de Miyagi y colocó la mano del castaño por su miembro 

-Anda, límpialo. No muerde.

-No tengo miedo de que muerda, tengo miedo de que me gus....-calló Misaki.

-¿De que cosa?

-¡Nada, señor!

-Es nada, amo,

-¡No ocurre nada, amo!

-Muy bien, así se contesta.

Takahashi se sintió tan estupido y con un sonrojo en su cara procedió a dejar muy limpio a Miyagi, agarró el penesote y lo aseo muy bien al igual que los testiculos y el resto del cuerpo sin ninguna otra intención.

Miyagi se sintió satisfecho y sonreía; su sirviente debería aprender que ducharse juntos o verse desnudos no necesariamente debería acabar en algo sexual, aunque siendo sincero, él tenía otro deseo para con Misaki.

 

 

Después de ducharse ambos y que Misaki permitiera que Miyagi frotara su cuerpo, el castaño secaba el cabello de Yō y aplicó lociones corporales. Takahashi ya no sentía lo duro de esta sesión de baño si no lo tupido de las miradas de Miyagi y tratar de mantenerse sereno. Sensei era un hombre extraño, cautivador y medio loco por querer que lo bañen como si fuera niño de 2 años 

Los dos hombres se vistieron y Misaki decidió irse de una vez.

-¿Necesita algo más, amo?

-No Misaki, estoy satisfecho.

-Entonces me retiro. 

Misaki salió despacio y cerró la puerta. Las luces ya estaban en su totalidad apagadas y miró su reloj del móvil.

12:01 a.m, oficialmente estaba fuera de servicio y bajó por sus cosas a la sala.

De seguro Aikawa san ya estaba roncando y él apenas iba a casa, suerte que Takahiro no se molesto por el mensaje y escribió que lo esperaría hasta que llegara porque estaba conversando con un amigo.

 

Misaki dió un respiro y giró la manija de la puerta principal, las luces de la sala se encendieron y el castaño pudo observar a Miyagi caminando hacia él 

-Si viene a pedirme algo le informo que mi turno ya se acabó, son las 12:10 de la mañana 

Miyagi no respondió y se acercó a Misaki para agarrar su cintura, él castaño por la impresión soltó sus pertenencias y sintió el jalón sobre su cuerpo. Yō lo analizaba a detalle y acarició su mejilla. Misaki se hallaba tan ido que lo único que podía percibir era la suave respiración de Yō junto al aroma de su loción.

El pelinegro delineo los labios de Misaki con su pulgar y los ojos del castaño se tornaron grandes, con placer.

¿Qué era lo que tenía el toque de Miyagi que comenzaba a poner loco a Misaki?

Nunca había sido tocado por un hombre y el tacto de Yō era increíblemente sensual y erotico.

Miyagi se inclinó y besaba los suaves labios de Misaki, el castaño no opuso resistencia y se dejó llevar; la sensación de ser besado por primera vez le hizo cerrar sus ojos y mover su boca tratando de seguir el ritmo de Sensei.

Miyagi agarró su nuca y el beso se tornó más posesivo. 

 

Takahashi pudo escuchar leves jadeos de Miyagi y eso le hizo recordar a Kisa, rompiendo el encanto del momento.

 

-¡Aléjate!

Misaki empujó a Miyagi quien volvía a juntar sus labios, el castaño le mordió y pudo zafarse-Yo..yo no soy Kisa.

-Misaki, no....

Takahashi recogió sus cosas y abrió la puerta de forma torpe saliendo a toda velocidad. Le sorprendió ver un taxi afuera de la mansión y se apresuró en abordarlo.

-Lléveme al sector 10 de Tokio. 

El conductor asintió y lo último que vió Misaki era a Miyagi Sensei parado por su jardín, viendo como se marchaba.

  

 

Misaki ingresó a su casa un poco tembloroso por el beso dé Miyagi, al entrar vio un par de zapatos que no distinguió y supo que había visita.

De forma lenta se paró por la sala y veía a su hermano conversar con un hombre de cabello plateado o grisáceo.

Takahiro volteó de inmediato y le sonreía.

-Misaki, que bueno que ya regresaste. Mira, te presento a Usagi san, mi amigo.

-Mucho gusto soy Misaki Takahashi

-Akihiko Usami-el hombre rió

-¿Akihiko Usa..? ¿Usted es profesor de Mitsuhashi? 

-Asi es, acabo de regresar de Inglaterra y por eso no me viste en la ceremonia de bienvenida,Takahiro ya me informó que estudias ahí 

-Emm sí, es un honor tenerlo aquí Usami Sensei-contestó Misaki cansado-Me disculpo pero iré a recostarme, hoy tuve un día muy pesado.

-Mañana me platicarás sobre tu empleo Misaki.

-Si hermano. Con su permiso. 

Ambos hombres lo vieron desaparecer por el corredor y Akihiko le siguió con la mirada.

 

 

 

 

 

Masamune soltó la carcajada al oír de Miyagi sobre ese beso con Misaki.

-¿Con que te estás poniendo sentimental cucarachón? Creo que mañana iré a hacerte una visita a tu hogar, Miyagi.

-Ya decía yo que no era buena idea contártelo.

-La verdad me sorprende, por lo regular haces las cosas al revés, primero sometes, follas y después besas. 

-Error, lo de los besos nunca lo hago.

-Si que estás cursi. Aunque tienes razón, los besos son para los enamorados.

-Mejor olvidalo Masamune ¿Y cómo está el amigo de Misaki?

-Bien, él se lo toma más relajado en comparación de esa ardilla escurridiza que tienes por sirviente. 

-Que felicidad por ti—dijo con sarcasmo—Nos vemos Masamune.

Miyagi colgó y veía desde su ventana hacia la reja de la entrada. Mañana será otro día y podría escuchar la suave voz de Misaki diciéndole AMO.


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