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Tierra (Traducción finalizada) por yuniwalker

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El sol estaba coloreando la habitación de amarillo.


No sabía cuánto tiempo había dormido en realidad pero, recordó a Sasha bajando a preparar el almuerzo muy temprano en la mañana y a su bebé durmiendo profundamente a su lado. Ahora, mirando por la ventana, estaba convencido de que tenía que ser la hora de la cena.


Noah trató de levantar su cuerpo sin importar que estuviera increíblemente adolorido pero, en realidad no tuvo que hacer ningún movimiento más. Sasha estaba sentado en una mecedora justo al lado de su cama. Y entre los robustos brazos del hombre, había un bebito que estaba completamente dormido, bien acurrucado en una manta hasta hacerle parecer un burrito.


Las comisuras de sus labios se elevaron ante esa bonita imagen e incluso provocó que le doliera un poquito el corazón. Le gustaba observar a su familia así que lo hizo una vez y otra vez y otra más hasta que Sasha comenzó a parpadear:


"¿Noah...?"


Y sintiendo su mirada, Sasha finalmente comenzó a abrir los ojos. Tenía una voz ronca tan profunda que hasta fue inevitable que su espalda se pusiera a temblar.


"Creo que podrías llamarme, "el chico más sexy del mundo" de vez en cuando. Suena más bonito."


Noah lo miró un segundo antes de murmurar esta oración, así que Sasha comenzó a reír. Y siempre que sonreía su corazón comenzaba a palpitar igual a si hubiera corrido por toda la casa por lo que seguramente tendría que decirle que ya no lo hiciera la próxima vez.


"Tú puedes llamarme entonces "el hombre de los lindos ojos" ¿Qué tal?"


"El hombre de los ojos de animal"


"Jajajaja ¿Por qué de animal? Creo que hubo un malentendido aquí".


"¿Cuál malentendido? ¡Te comportaste como un maldito animal hace un rato! No sirve de nada que te pongas a fingir que no."


Noah habló mientras intentaba levantarse lentamente. Todavía podía sentir la manera en la que su cuerpo estaba hecho un desastre debido al sexo tan desordenado que tuvieron en la despensa, pero él ya estaba bañado y con ropa limpia. Como siempre, resultaba que Sasha era una persona muy amable.


"¿Desde cuándo has estado allí?"


"Justo ahora. Me dormí después de darle de comer."


Luego, hizo una seña a Noah, todavía con el bebé completamente dormidito entre sus brazos, y le destapó un poquito la cara. Y ya que esto significaba que quería que se acercara para verlo, Noah se puso de pie de inmediato y se aproximó sin importarle ponerse zapatos.


El niño, que tenía un mes ahora, tenía una personalidad que también era muy similar a la de su padre. Es decir, cuando era hora de dormir, se concentraba completamente en eso por lo que no era del tipo que llorara o escupiera para hacer escándalo. Después de comer, se quedaba perdido como una piedra así que nunca estaba pendiente de lo que hacían o hablaban sus padres.


"Madre mía. Se parecen un montón. Es como tú mínimi".


"Porque es mi hijo, obviamente."


Sasha sonrió torpemente ante las palabras que decían que el niño se parecía muchísimo a él así que Noah, conmovido, acarició su mejilla con el dorso de la mano e incluso se permitió besarle la nariz.


"Es bonito y encantador como tú."


"... Noah, estás demasiado dulce hoy y me estás asustando."


Sasha hizo una cara exageradamente incómoda ante la expresión de afecto de Noah. Noah arrugó la nariz:


"¿Solo hoy? ¡Estoy tratando de ser un novio dulce todos los días!"


Noah chasqueó la lengua así que Sasha se rió. El hombre estaba muy risueño últimamente así que en definitiva tenía que decirle que se detuviera antes de que le diera un ataque al corazón.


"Tienes razón, eres un novio bastante dulce ¿Por qué mi hombre es tan perfecto?"


Sasha, sonriendo suavemente, se permitió tomar la cintura de Noah con el brazo que no sostenía al bebé. Siempre que tenía tiempo, cargaba al niño, jugaba con él, le daba leche y lo ponía a dormir sobre su pecho. Estaban juntos como si fueran una malditas ventosas pero aún así, Noah no se molestó esta vez y acercó la cara a la nuca de Sasha para darle otro besito.


"Noah, soporté todo tu embarazo sin tocarte así que ten cuidado. Me vuelvo loco muy rápido."


"¿Eso significa qué...?"


"Significa que si me vuelves a convertir en un animal, ahora sí estarás en problemas."


"No creo que sea realmente algo que no pueda manejar."


Noah se rió y comenzó a hundir los dedos en el cabello de Sasha para revolverlo.


"¿Está bien si quiero que tu leche sea para mí en lugar de para Yves?"


"¿Qué dijiste?"


"Que si yo tomo primero, entonces tu leche saldrá mejor para el bebé. Sería como ayudarte."


"El doctor se está pasando de listo hoy".


"¿Entonces eso significa que no quieres?"


Hablaba de un modo bastante descarado y aún así, no había nada realmente bueno que pudiera decir para negarse a esta situación por lo que Noah solo atinó a rascarse la mejilla. Al escuchar a Sasha... La verdad era que había sentido un poco de hambre. Y, como decía, había que succionar para que la leche saliera mejor para el bebé por lo que tenía un beneficio. Sin darse cuenta, Noah, que había estado pensando en ello, gritó por dentro, se dijo "soy un pervertido" y finalmente se dio la vuelta.


No fue una sorpresa que fuera vulnerable al deseo y al placer sexual que le daba Sasha pero no sabía que incluso pensaría en aceptarlo tan fácilmente. ¡Ya no tenía salvación!


"Oye, vamos... Vamos a comer. Tengo hambre."


Le sorprendió tanto lo que había pensado sobre él que hasta tartamudeó sin darse cuenta. Y al estar tan avergonzado, incluso su modo de andar era tan rígido como el de un robot y su sonrisa estaba hasta un tanto torcida. ¡Ah! ¿¡Por qué no dejaba de pensar en tener sexo!? ¡Tonto, tonto, tonto!


"Noah..."


"¿¡Qué!? ¿Qué pasa? ¡Yo no dije nada!"


Noah se dio la vuelta, asustado por el sonido de su nombre mientras caminaba rumbo a la cocina.


Entonces, Sasha se acercó a él, todavía sosteniendo al "bebé burrito" entre sus brazos y se permitió extender una de sus manos en dirección a su cara. Noah se rascó la cabeza, con miedo de que pudiera leer ese enorme letrero de Neón que aparentemente tenía en la cabeza y que decía "Cógeme" así que, cuando trató de explicarse...


"Toma..."


De repente, Sasha colocó una caja forrada con terciopelo en sus dedos. Era algo pequeño pero muy lujoso así que, Noah, que se había sonrojado mientras imaginaba cosas bastante lascivas, entrecerró los ojos y preguntó:


"¿Que es esto?"


Noah comenzó a mover la caja para la derecha y para la izquierda. No podía quitarse la expresión de desconcierto de la cara, ni siquiera al agitarla:


"Un anillo."


Entonces Sasha respondió con calma, como siempre. Así que Noah, sosteniendo todavía la caja en su mano, solo parpadeó un montón de veces.


"¿Cómo que un anillo?"


"Si vamos a casarnos, necesitamos tener un anillo".


Ante sus palabras, Noah abrió la boca y no pudo cerrarla. Es decir, obviamente necesitaban un anillo para casarse pero, él nunca...


"¿Es esta tu idea de una propuesta?"


"... La verdad es que sí."


Sasha hizo una expresión de vergüenza que no le sentaba en absoluto. Es decir, era una cara tan incómoda que pensó que estaba a punto de desmayarse.


"Entonces no hay mariachi"


"..."


"¿¡Qué es esto!? ¿No pudiste hacer que se viera un poco mejor? ¿Por qué me propones que nos casemos de esta manera tan poco romántica, hablando como si lo estuvieras haciendo en un maldito funeral, y aún así estoy llorando? Maldito... ¡Ah! ¡Buaaa!"


Entonces Yves parpadeó y abrió los ojos gracias al sonido del llanto de su padre. Y, como se despertó en estado de shock debido a ese ruido tan repentino, inmediatamente se echó a llorar tan fuerte que fue un completo desastre. Avergonzado, Sasha tuvo que sostener a su bebé en un brazo y consolar a Noah con el otro.


Noah gimió, luego respiró hondo y trató de calmarse cuando el bebé comenzó a llorar también. Se echó aire con la mano.


"Parece una propuesta falsa..."


Pero cuando abrió la caja, con el deseo de comenzar a hablar mal también del anillo que le había dado, entonces...


"..."


Noah, que había estado temblando, simplemente dejó de moverse. Dentro de la cajita estaba el anillo que Noah quería. Hace unos meses, se había enamorado de él mientras miraba un catálogo en una joyería. Era un producto de una marca famosa, un anillo tan caro que solo hacían muy pocos. Moderadamente espléndido, elegante y hermoso así que imaginó lo mucho que Sasha había batallado para conseguir este anillo. De hecho, ¡Al demonio! Estaba bien si no era este anillo en absoluto. Ni siquiera le gustaba esta marca. Había muchos anillos igualmente hermosos que no eran ese pero, fue tierno porque Sasha recordó las palabras que había dicho al azar sobre lo mucho que lo quería. Nunca desperdiciaba ni una sola frase de él.


Maldita sea ¿Cómo tuvo la suerte de encontrar a un hombre así de lindo? Incluso aunque no era de esos, cuando se le pidió que le propusiera matrimonio de una manera decente hasta le llevó un anillo hermoso. ¡Y todo eso mientras calmaba a su bebé con una mano! Era asombroso.


"¿Cómo puedo enamorarme de una propuesta tan ridícula?"


"Ya que parece que cometí un error de nuevo, seré honesto y diré que nunca tuve idea de lo que estaba haciendo para empezar."


Noah se mordió los labios y miró a Sasha. El hombre tenía los ojos bien abiertos e incluso había dejado de tratar de calmar al bebé.


"El anillo es... Precioso."


"Oye, Noah..."


"Pero lo que tenías que decir, es que vas a ser bueno conmigo, que vas a estar a mi lado siempre y que vas a alimentarme por el resto de tu vida".


Hizo un puchero y habló como si estuviera dándole clases para pedir matrimonio de manera adecuada. Y con esa sola palabra, Sasha comenzó a tener una cara de verdad brillante, igual a si tuviera el mundo entero delante de él.


"Prometo que viviré con mi princesa por siempre."


"Uy, sí. Una princesa que va a matarte si le vuelves a decir así."


Ya fuera que Noah pronunciara una palabra amenazadora o no, Sasha simplemente sonrió de esa forma tan bonita que tanto le gustaba. Y mirándolo así, definitivamente se convenció de que no iba a existir ningún otro hombre como ESE HOMBRE en el mundo entero. Que fuera tan tierno era otro aspecto de Sasha que nadie conocía así que, al verlo de nuevo, Noah solo dejó escapar una risa bastante animada:


"¿No me vas a poner el anillo al menos?"


Volvió a colocar el anillo en la palma de su mano y se lo tendió a Sasha. Pero él, que ahora estaba poniendo al bebé, que solllozaba, sobre uno de sus hombros para comenzar a palmear su espaldita, miró el anillo con torpeza y luego pareció quedarse completamente en blanco.


"Tengo las manos ocupadas."


Noah chasqueó la lengua.


"Bueno, ya entendí. Gracias por nada. Ya no lo quiero".


Sasha negó con la cabeza de un modo desesperado. Luego, aproximó la cara a su mano y tomó el anillo de una manera casi experta dentro de su boca así que, como era de esperar, Noah lo observó todo de una manera bastante desconcertada.


"¡...!"


Entonces, su dedo fue succionado por aquella boca en un instante. Y a medida que Sasha se movía hacía adelante y comenzaba a rodar la lengua, el anillo empezaba a encajar perfectamente en su lugar y él, a su vez, se sentía como si su manos estuvieran ardiendo en llamas. Al mismo tiempo, sus mejillas y los lóbulos de sus orejas se pusieron rojos, el corazón se le subió a la boca e, igual a si todo eso no fuera suficiente, Sasha comenzó a hacerlo para arriba y para abajo igual a si comiera un caramelo.


Algo inigualablemente erótico.


Levantó lentamente la cabeza: "¿Así está bien?"


Sasha miró a Noah, que se había puesto rojo hasta el extremo, y habló como si quisiera despertarlo. Una vez más, pareció comenzar a preocuparse de que esto tampoco fuera adecuado para él.


"Te pedí que me pusieras el anillo, no que me excitaras sexualmente."


"Pero eso es bueno ¿No?"


"Es que ahora no es el momento para eso, doctor. Tranquilícese por favor".


Sasha sonrió profundamente ante las quejas de Noah y se dispuso a inclinar la cabeza un poquito más en su dirección. Su rostro serio se estaba iluminando a medida que se acercaba a su nariz así que, Noah, que también estaba sonriendo, decidió tomar las mejillas de Sasha entre sus manos en un intento por acunarlas un poquito:


"Ahora, solo necesitamos ir al registro civil para que seas verdaderamente mi hombre".


"He sido tu hombre desde el principio".


Noah se echó a reír ante la dulce respuesta de Sasha y luego, solo se aproximó para comenzar a lamerle la boca. Sí, originalmente era suyo. Fue su hombre desde el principio, fue solamente su Sasha desde que lo miró y, aparentemente lo sería para siempre.


"Solamente mío..."


Reflexionando sobre esto en voz alta, lo besó y lo besó hasta hacer ruido por todo el pasillo. Sasha recibió con gusto el beso de Noah e incluso el pequeño Yves, atrapado en sus brazos, pareció sonreír un poco antes de volver a dormirse.


"Te amo tanto, Noah."


Sasha, que rara vez expresaba afecto, susurró esto débilmente contra sus labios así que Noah suspiró ante lo bonito que había sonado.


"Sí, yo también. Yo también te amo."


Fue un momento feliz. Un tiempo feliz en el que pudo entender finalmente lo que significaba la expresión "lleno de amor"


FIN


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