Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tierra (Traducción finalizada) por yuniwalker

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

"Realmente nunca pensé que iba a tener un hijo, pero más aún, nunca imaginé que tendría un hijo que resultara ser un Alfa."

Sasha susurró esto mientras sostenía al bebito recién nacido, con cabello oscuro y un montón de vellito rubio cubriendo su cara, firmemente entre sus brazos.
Numerosas emociones, como alegría, sorpresa y un poco de ganas de llorar, se cruzaron en sus ojos llenos de, tenía que decirse, muchísimo amor por esa pequeña cosita de la que era padre. Había pasado una semana desde que salió el bebé, pero cada vez que lo veía, no dejaba de asombrarse más y más y MÁS.

Noah, que estaba acostado en la cama, miró a Sasha y al bebé que sostenía y luego preguntó sin rodeos:

"Entonces, ¿No te gusta ser padre?"

Sasha no miró al bebé, como lo había estado haciendo todo el tiempo, sino que ahora se volvió directamente hacia Noah y dijo:

"De ningún modo. Estoy encantado con serlo."

Sasha, que tenía sus emociones a flor de piel, sonrió brillantemente para Noah. Parecía tan feliz que no sabía qué hacer para controlarse. Fue un tanto extraño pero, a partir de que confesaron sus sentimientos y comenzaron a estar juntos, fue como si el hombre se transformara en una criatura de puras sonrisas y palabras amables. Especialmente después de tener un hijo. Es decir, el tipo tenía una sonrisa brillante ahora. INMENSA.

"Entonces soy feliz..."

Noah sonrió después de él.

El niño nació sano

Esto era diferente de todas las preocupaciones que le dictaban que por ser un omega masculino, podría ser peligroso debido a un desequilibrio de sus feromonas. Principalmente por tener un hijo de un beta en lugar del bebé de un alfa. Además, lo más sorprendente de todo es que el niño nació con el rasgo de ser un Alfa dominante.

El Alfa y el Omega dominantes, nacían cuando se juntaban un Omega dominante con un Alfa o un Omega con un Alfa dominante. Era extraño que naciera de un beta. Sin embargo, Noah era un omega dominante y por esa razón le heredó el rasgo sin importar que no estuviera con un Alfa. Y este embarazo y parto demostraron el hecho de que incluso tener un hijo de un Beta podía producir un bebé bastante dominante.

Al escuchar la noticia, la familia, las personas que los rodeaban e incluso el padre del niño, Sasha, no pudieron evitar sorprenderse. Incluso si Noah era un omega dominante, ninguno esperaba un niño con un rasgo de alto grado. Algunas personas murmuraron a sus espaldas, discutiendo cómo podía haber nacido un bebé Alfa cuando su padre biológico era beta y por supuesto, muchos decían que Sasha no era el padre del pequeño.

Pero tales chismes y dudas se quitaron cuando vieron al bebé. En un momento se callaron porque, la verdad era que se parecía exageradamente a su papá. Solo mirando su cabello oscuro, sus ojos castaños y la boca en una línea recta bastante seria, pensaron que era verdad eso de que la sangre no podía mentir.

A primera vista, se notaba que era el hijo de Sasha. Sin embargo, mirándolo por un momento, más de cerca, extrañamente también era como si la figura de Noah estuviera en cada parte de su cuerpo. Sus ojos estaban levantados como un gato y su nariz, pequeña y delgada, definitivamente se parecía a la de Noah. Era un rostro que mezclaba milagrosamente los rasgos de Sasha y de Noah y aún así, la primera impresión del hombre fue:

"Te pareces muchísimo a Sasha".

Se veía exactamente como Sasha, que era guapo, pero también infinitamente tierno. Además, era un Alfa, pero la forma en que abría sus ojitos redondos y lloraba con su boquita tan linda y bonita, era completamente como la de un Omega.

El bebé se llamaba Yves. Y todos los que lo miraban decían que era como un muñequito.

Yves Felice Lambert.

"Nunca quise que Yves tuviera ningún rasgo dominante. Ni siquiera podía imaginar que tuviera aspectos de un grado mayor. Sin embargo, desearía que se pareciera un poco más a ti que a mi. Ya sabes, rubio y con ojos color verde oliva hermosos."

Sasha miró al bebé, dormidito entre sus brazos, y murmuró esto con una voz ligeramente decepcionada. Entonces Noah le sonrió:

"Naaa. Si se pareciera a mí, estarías enojado todo el tiempo. Tendría demasiados mocosos siguiéndolo."

Noah resopló. Entonces Sasha frunció el ceño y dijo:

"Bueno, eso no sería un problema... Pero tienes razón".

Sin embargo, ahora ni siquiera intentaba ganar las peleas. No importaba lo que dijera Noah, solo lo veía y decía "tienes razón" así que fue hasta un tanto aburrido. Noah entrecerró los ojos y miró a Sasha de nuevo:

"Seguro nadie sabe que nuestro querido doctor es una persona así".

"¿Cómo que una persona así?"

"Tan mandilón".

Sasha se rió. Era como una persona diferente cuando estaba a su lado. No solía expresar mucho sus emociones en el pasado, era insensible y grosero y ahora, era tan amable, que hasta comenzó a ser difícil pensar en él como una persona de corazón frío. Hubo momentos en los que era como una piedra en la banqueta ¿Qué le pasaba ahora?

"Entonces, ¿No te gusta?"

Sasha seguía arrullando al bebé sin importar que estuviera bien dormido.

"¿Quién dijo que no me gusta? Solo que... Se me hace raro. Y también significa que quiero asegurarme de que solo eres tan amable y lindo conmigo. Solo sé así conmigo y ámame solo a mí ¿Bueno?"

"No tienes que pedirme eso..."

A petición de Noah, Sasha cerró los ojos amablemente y se inclinó en su dirección hasta que sus labios se encontraron. El beso, que comenzó siendo ligero, se volvió tan dulce que su garganta ardía de aguantar las ganas de llorar. Además, fue como si el deseo por él estuviera surgiendo espontáneamente por lo que Noah inclinó la cabeza hacia un lado y deslizó la lengua entre sus labios para poder entrar.

Pero ese fue el momento...

Yves, el bebé que Sasha sostenía en uno solo de sus brazos, gimió, emitió un sonido como de gatito y movió la cabeza de un lado para otro. Y ante esa pequeña danza, Sasha inmediatamente levantó la cabeza y miró en su dirección para asegurarse que todo estuviera bien. Luego, agitó suavemente los brazos y comenzó a consolarlo llevándolo a caminar por toda la habitación.

Ese

Bebé

Del

DEMONIO.

Con una cara aterradora, privado del dulce momento que apenas estaba construyendo con Sasha, Noah inmediatamente culpó al bebé. Pero sonrió un poco al ver que no era el único que se estaba sintiendo así de mal. Sasha también suspiró mientras consolaba a Yves, que se movía entre sus brazos, ocupando las piernas para patalear y las manitas para jalar su cabello.

"¿Estuvo tan rico?"

Sasha levantó las comisuras de sus labios, como si le preguntara sobre el beso en burla. Se volvió difícil incluso ofenderse si tenía esa apariencia.

"No sabía que eras una persona tan amorosa."

"Ni yo que me pusiera celoso de algo que di a luz."

"Jajaja, es difícil no estar enamorado de una criaturita que vino de mi persona favorita."

Después de poner hábilmente al bebé a dormir de nuevo, Sasha besó la frente de Noah de una manera un tanto ruidosa. Y con esa dulce palabra, la sensación ligeramente retorcida de los celos se derritió hasta volverse humo. Era por eso que últimamente había sido difícil fingir estar malhumorado con él.

Noah entonces dirigió su mirada a Yves, que dormía profundamente a su lado. Vaya, los recién nacidos tenían que dormir todo el día. Y cuando se cansaba de dormir, abría los ojos por un rato y comía, dormía y cagaba y después de cagar, tenía el estómago tan vacío que tenía que volver a comer y luego a dormir. Pero aún así, el bebé de una semana, esa pequeña hermosura diminuta, era perfecto solo comiendo, durmiendo y cagando.
Pero, para ser honesto, todavía no se había hecho bien a la idea. Es decir, era el niño que dio a luz, el que creció en su vientre, quien estuvo durante 10 meses dándole problemas y... De todos modos le costaba creer que lo había cambiado tanto. Además, después de sufrir náuseas matutinas durante tanto tiempo, la sensación de frescor era divina ahora. Este era también el lado milagroso de parir.

Y como ya había dicho, fue porque Sasha amaba tanto al bebé que ya hasta lo sentía horriblemente excesivo y él comenzó a sentirse muy solito. Le hizo pensar que hasta amaba más a Benjamin y a Callie que a Yves. Tal vez esa era la diferencia entre un sobrino y un hijo porque, a diferencia de sus sobrinitos, que eran lindos y adorables, a este bebé no podía regresarlo. Y sintió... Un peso significativo dentro de él. Sin embargo, incluso así era seguro que Sasha e Yves eran los seres más preciados y amados para Noah. 

Y sabía que se sentía así porque era primerizo y que algún día, este sentimiento del que ni siquiera podía darse cuenta, iba a marcharse.

"Oye... Wow. Dejalo ya. Vas a perder tu brazo. Suelte a Yves y descanse un poco, doctor."

"Es tan ligero ¿Cómo podría caerse mi brazo con él?"

Sasha no quería quitarse a Yves de sus brazos ni por un momento. Parecía que estaba decidido a tenerlo pegado todo el tiempo a él como garrapata. Noah volvió a mirar a Sasha y sintió un pequeño toque de admiración. De hecho, Noah solía admirar muchísimo a Sasha durante todo su embarazo. Sus náuseas matutinas eran tan inusuales que no pudo comer correctamente durante casi diez meses, le costaba oler la comida hasta justo antes de que naciera el bebé y estaba insoportable y llorón. Pero Sasha estuvo siempre al lado de Noah sin quejarse ni una sola vez. Al principio pensó que era una broma, pero en realidad decidió convertirse en su cocinero exclusivo en lugar de volver al trabajo. Y era, a todas luces, porque la mayor parte de la comida que Noah podía comer era solo la hecha por él.

Desde que comenzaron a vivir juntos, Sasha le preparaba comida a Noah todos los días, desde la mañana hasta la noche. No pudo evitar admirarlo porque sabía que siempre buscaba ideas que le cayeran bien, compraba los ingredientes y los hervía hasta el punto adecuado. Y tenía que decir que eso también fue un tanto inspirador. No solo por eso sino que, ya que Noah se estaba volviendo tan gordo como para no poder moverse ni un centímetro, incluso lo llevaba entre sus brazos y lo ayudaba a hacer prácticamente todo lo que se le pudiera ocurrir. Por supuesto que podía garantizar que nadie en el mundo habría recibido este tipo de trato de su novio. ¡Nunca jamás!

Sin embargo, Félix solo chasqueó la lengua y preguntó si había contratado a un sirviente en lugar de conseguir un marido. Además, Noah tenía que decir que también estaba un tanto avergonzado con todo esto. No fue algo que él pidiera u ordenara, y no fue tampoco porque lo amenazara de muerte si no lo trataba bien. Lo hacía porque quería y porque le gustaba y además, no importaba lo mucho que Félix molestara a Sasha diciendo que era un mono o que olía feo, él nunca le contestó o comenzó a gritarle. Solo sonreía levemente y decía "que estaba bien" o "que no le importaba" tal vez para no volver difícil todo eso de su embarazo.

Y no sabía cómo una persona, que solía ser tan descuidada e indiferente, podía volverse tan tierna sin tanto esfuerzo. No hubo mucho cambio en su expresión facial al principio, pero poco a poco, lento, fue volviéndose amable y genial. Un caballero. Tanto que a veces se preguntaba ¿Se sentirá enojado al ver que estoy embarazado, no puedo comer y no puedo moverme? ¿Cree que soy feo? Ahora que tenga al bebé, ¿Volverá a la normalidad?

"Solo quiero que me trates como lo hacías antes del bebé. Es decir, ahora solo... Te vas con él y me dejas solo y..."

Mientras gruñía, con la boca haciendo un puchero, Sasha parpadeó:

"¿De qué estás hablando? Pensé que era un tema olvidado."

"Pues no. Quiero que mandes a Yves a otro lugar."

"Ajá ¿A dónde? ¿Tienes algún sitio en mente?"

"Sí."

"Hmmm... Entonces, el hombre que no puede dormir si no está al lado del bebé, el que no deja que lo carguen o lo alimenten y quien desinfecta las manos de todos antes de que lo toquen, ¿Se lo va a llevar a otro lugar?"

"..."

Sasha se rió a carcajadas como si hubiera escuchado una historia bastante divertida. Noah estaba furioso así que volvió a repetir:

"Hablo en serio. Si no me escuchas, se lo voy a enviar al abuelo. Ese hombre nos crió a mí y a Félix, así que es maravilloso con los niños. Ahora que todos somos adultos, seguro estará encantado de hacer lo mismo con su bisnieto".

Y es que todo lo que dijo era la pura verdad. Sus padres siempre lo amaron, pero no pusieron mucho esfuerzo en criarlo. En cambio, fue su abuelo, Vincenzo, quien lo cuidó y lo ayudó por años como si fuera suyo. Además, incluso en una familia donde matar gente era común, Vincenzo siempre lo trataba a él y a Félix sin negligencias. Los amaba y los cuidaba más que a nadie. ¡Era perfecto! Ahora, no era que estuviera resentido con su abuelo o algo pero, al escuchar que decía que le dejaría con Vincenzo tan fácilmente, parecía como si Sasha no tuviera más remedio que dejarse influir por él.

Sasha se sentó con las piernas cruzadas, al lado de la cama donde yacía Noah. Las yemas de sus dedos estaban calientes mientras acariciaban suavemente su cabello e incluso, se permitió sonreír. Pero el bebé seguía estando justo en sus brazos. Y como no frunció el ceño ni una vez cuando lo amenazó con dejárselo a Vincenzo, tal vez porque ya sabía que eran palabras vacías, Noah comenzó a sentirse como un fracasado.

Dios, si lo acariciaba justo así comenzaba a derretirlo.

No es que no hubiera dormido bien pero, después de dar a luz a Yves, dormía muchísimo más que al inicio. Pensó que era porque no podía recuperar su condición física tan fácilmente como Isaac así que, solo parpadeó y dejó que lo tratara bien.

"Bueno, ya. Al demonio. De todos modos, no voy a hacer nada que no te guste. Eres el papá y como dijiste, tampoco puedo mantener a Yves lejos de mi sin morirme."

"Lo sé, cariño..."

Una voz tranquila y tenue comenzó a hacerle cosquillas en los oídos.

"Aún así... Si solo amas a Yves y me descuidas a mi, voy a enojarme mucho. No es una mentira, de verdad voy a enojarme. Así que sé amable conmigo."

"Se siente como si de repente estuviera criando a dos niños".

"Dos niños hermosos."

Sasha se rió levemente. Fue algo agradable de escuchar así que Noah también levantó las comisuras de su boca y se rió con él.

"Pero tienes razón. Yo digo que hay que ir a ver a tu abuelo."

Ante esto, Noah abrió mucho los ojos.

"¿Quieres ir a Italia?"

"Porque quiero que conozca a Yves."

"Ya veo..."

Naturalmente, Vincenzo quería verlo y también quería conocer a su bisnieto. Él recordaba que preguntaba por él, que quería verlo todos los días y que pedía que lo trajeran hasta la casa. Era natural que la sugerencia de Sasha fuera atractiva para sus oídos pero... Noah no era fanático de salir. Ni siquiera se movió en absoluto en todo este tiempo. Se quedó en la mansión de Sasha durante el período de embarazo y ahora su trasero estaba considerablemente adolorido. Fue porque el médico había dado la orden de "reposo absoluto" y absoluto significaba acostarse para siempre. De hecho, el embarazo de Noah fue peligroso en muchos sentidos. Era difícil tener un hijo de un beta así que quería seguir las instrucciones del médico tanto como fuera posible. Al pie de la letra.

Gracias a eso, todo lo que había hecho durante los últimos 10 meses había sido dormir en la cama, en el sofá y en el suelo. La única vez que salió fue para ir al hospital. ¡Ni siquiera trabajaba! Cuando Félix buscaba a Noah para algo urgente, Sasha era quien se hacía cargo. Después de todo, cuando se trataba de computadoras, estaba un paso por delante de Noah porque su forma de piratear era excelente. Como resultado, incluso Félix ahora contactaba a Sasha antes que a él, como si fuera natural o amigos de toda la vida.

Noah, que evitó salir, ahora estaba distante de la idea de irse de viaje.

"Sí pero... No precisamente ahora. Creo que sería bueno ir a Italia después de que me sienta mejor y, Yves es todavía demasiado pequeñito".

"Podemos ir en avión privado"

"¿Sabes a cuánta radiación estaría expuesto el niño a medida que tomemos altitud? Estás loco. Es peligroso."

Sasha entrecerró los ojos cuando Noah sacudió la cabeza con disgusto.

"Lo bueno es que ibas a mandar al bebé con el abuelo hace rato".

"No, es que es sentido común. Mi bebé debe tener al menos un año de edad antes de exponerse a todo eso. Hasta entonces, nada de avión".

Noah volvió a negar con la cabeza. No tenía la intención de convertirse en un padre preocupado por todo pero, si quería evitar cualquier cosa que no fuera buena para la salud del bebé.

"Entonces, tomamos un crucero. ¿No sería hermoso viajar a Italia mientras conocemos el país y nos relajamos?"

"... Cálmese, doctor. En serio. Solo ha pasado una semana desde que nació."

"Creo que sería bueno viajar alrededor del mundo como... En una luna de miel."

"¿Luna de miel?"

Noah abrió los ojos y miró a Sasha.  Incluso se sintió avergonzado cuando escuchó esa palabra.

"¿No estábamos pensando en lo mismo?"

Preguntó Sasha con naturalidad, aunque no. No estaban pensando en lo mismo para nada.

"Debes haberlo olvidado, pero aún no estamos casados".

Durante este tiempo, tuvo un embarazo inesperado y pasaron por muchas locuras. Cuando las cosas terminaron y su vida diaria se volvió pacífica, sufría de náuseas matutinas y empeoramiento de su condición física y además, no había tiempo ni siquiera para pensar en el matrimonio o cualquier otra cosa ante la advertencia del médico de estar incondicionalmente estable por el bien de su bebé. Y como Sasha era un beta, ni siquiera podía enlazarlo. Por eso pospusieron todo para después de tener un hijo pero ¿Casarse?

"Pues nos casamos y nos vamos de luna de miel. Creo que sería bueno decidir de antemano."

"Ni siquiera he recibido una propuesta todavía... ¿Y el anillo? El... ¿¡El mariachi!? ¡Ni siquiera estás de rodillas o estás llorando!"

"Bueno es que... ¿Tengo que?"

Sasha hizo una rara mueca de desconcierto. No hacía falta decir que los ojos de Noah se elevaron salvajemente.

"¿¡No es eso obvio, pedazo de animal!?"

"Ya estamos viviendo juntos, tenemos sexo y nos besamos y... Mira, allí está el bebé."

"Solo... Pídemelo correctamente. No, no me voy a casar contigo. Ni siquiera me voy de luna de miel. Muérete."

Noah se enojó y Sasha se limpió los labios con la palma de la mano como si estuviera en problemas. 

Una propuesta.

Parecía difícil. En serio, era hasta desconocido para él y un tanto incómodo. Por otro lado, Noah estaba tratando de no reír. Su personalidad era tan serena que solo de imaginarlo dar mariachi le parecía bastante chistoso. Hasta tuvo que morderse para que sus labios no se comenzaran a curvar.

"En fin, solo déjame mejorar. Voy a golpearte tanto que lo vas a sentir hasta en tu médula así que sería mejor que comenzaras a intentar hacerme feliz desde una vez."

Ante la cruel advertencia de Noah, Sasha sonrió y se levantó de su asiento. Era igual a si ya hubiera fórmulado un plan.

"Trabajaré duro de ahora en adelante, así que deja de preocuparte por esas cosas y déjamelo todo a mi ¿Bueno, cariño? Más importante ¿Qué te gustaría almorzar?"

"… Lasaña."

Fue entonces cuando sintió mucha hambre. Tal vez era por ese comercial de comida rápida en la que se veía esa horrible lasaña que a los niños estadounidenses les encantaba tanto. Lasaña, pizza. Aunque fuera comida italiana en realidad, eran productos que se modificaron cuando llegaron a Estados Unidos así que a veces se le antojaba muchísimo.
Sasha tampoco dijo nada esta vez, solo movió la cabeza y luego, como debió ser desde el principio, puso a Yves junto a Noah y les dio un besito a los dos en la cabeza. Parecía que la única vez que dejaba al niño era cuando estaba cocinando para su papá.

"Espera un minuto."

Luego, besó sus labios... 

Incluso el breve sonido chirriante fue encantador así que pensó que esto también era una enfermedad terminal.

"No te tardes."

Noah lo miró todo el tiempo, hasta que desapareció por completo de su vista, y luego se dio la vuelta lentamente para ver a su bebé. Yves todavía estaba dormidito, respirando uniformemente con su pequeño pechito subiendo y bajando.

Noah lo observó durante mucho tiempo e involuntariamente mantuvo una sonrisa bastante feliz. Era increíblemente lindo, encantador e incluso pacífico. Y al escuchar la hermosa respiración del niño, Noah cerró los ojos también y le tomó de la mano. Era como... Sentir que estaba siendo arrullado. Además, Sasha no se enfadaría y solo lo despertaría con un beso y una palabra suave al oído. Lo tomaría entre sus brazos y lo ayudaría a comer.

La sonrisa se deslizó por sus labios. 

Fue un momento feliz.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).