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Asmita De Virgo por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

One Shot conectado a varios donde narra una misma historia, espero que conecten los puntos.

-No Shion, ya no puedo esperar mas. Necesito verlo…- Su voz tiembla por al desesperación que reina en su corazón -Necesito decirle-

-Asmita, por el amor a Atena. Te he dicho que no puedes presentarte así de repente, lo vas a asustar- El patriarca habla lo más firme posible, intentando interponerse entre la salida y el rubio ex Virgo de su generación.

-¡¡¡¿PERO QUÉ OTRA OPCIÓN TENGO?!!! ¡¡¡QUIERO PODER ABRAZAR A SHAKA Y DECIRLE QUIENES SOMOS NOSOTROS!!! ¡¡¡DECIRLE QUE SOMOS SUS PADRES!!!- Las lágrimas escapan de aquellos orbes azul cielo, aprieta sus puños mientras reta con la mirada al peliverde qué lo observa expectante ante su necesidad.

Nunca han sido de llevarse bien, de hecho… En aquella época Virgo y Aries, apenas y se soportaban solo por el bienestar del santuario, jamás pensaron que terminarían teniendo un vínculo más allá de la armadura dorada y que sus enamorados fueran un poco más amigos.

Solo querían mantener distancia y ya.

Pero ahora… Tiene mucho más en común de lo que hubiera querido.

Niega con la cabeza, para cerrar sus párpados y lanzar un sonoro suspiro.

-Asmita, puede que creas que no entiendo tu sentir, qué me da igual porque no nos llevamos para nada bien, pero…- No es capaz de siquiera poner su mano en el hombro del contrario, como muestra de apoyo, ya que no tienen ningún tipo de amistad en sí. Sin embargo, si siente mucha empatía con el rubio, ya que alguna vez llego a sentir lo que él está ahora pasando, aunque fueron muy diferentes las circunstancias –Te entiendo- Asiente, en señal de una leve derrota –Aun así… Presentarte de esta manera, apenas regresando de la muerta a la vida de Shaka- Explica con cierta calma, mirando a ambos compañeros de armas del siglo XVIII -Si lo hacen- Puede sentir las miradas de furia y suplica tanto del Virgo como del moreno -De esta forma, solo lograrán incomodarlo, asustarlo y confundirlo- Su tono diplomático se presenta para intentar disuadirlos de sus locuras -Lo más recomendable seria esperar un poco, prepararlo y…-

-Pero, ya esperamos mucho- El moreno de cabellos azules, colmillo sobresaliente de su labio y semblante deprimente, no puede quedarse por más tiempo callado.

-Solo ha sido un día- A diferencia de Aries y Virgo de aquella generación, Libra y Géminis tienen un mayor grado de confianza. Por ende con mayor facilidad, Dohko le pone una mano en el hombro al anterior Géminis para animarlo y hacer que entienda -Sin duda están ansiosos por estar cerca de su hijo, conocer a sus nietos, platicar y ser parte de su vida, pero recuerden que las cosas deben ser tomadas con calma… Si lo sabe de golpe y pues…- Mira levemente hacia el suelo, tomando aire por la boca y haciendo una mueca de preocupación -Con el temperamento de Shaka, podría ser contraproducente- Les intenta ahora el Chino de explicar tranquilamente los contras de hacerlo de esa manera, pues sea como sea, Shion y Dohko conocen un poco más la reacciones del actual Virgo, qué los padres biológicos.

Deuteros lo puede entender, puede ser que si… O no realmente… Pero quiere hacerlo, aunque le esté matando tanto el que no pueda ver a su hijo. Pero Asmita… Es quien es unos desastres, ha derramado lágrimas de desesperación por verlo desde que volvió.

El rubio solo deseaba ver al hijo que engredo con tanto amor, con la única persona que ha amado, sin embargo… En aquella vez, no lo pudo contemplar como tal, no lo pudo hacer por que su vista no se lo permitió, aun después de su primera muerte y aquella resurrección por solo un año, sus ojos no le permitieron ver ese pequeño rostro.

En esa época… Su Diosa no logro tener su máximo poder activado, por ende… No pudo reparar esa ceguera, como sucedió poco antes de la primera muerte de Virgo.

Sin embargo, Asmita está sumamente agradecido por aquella oportunidad.

Sus ojos no hicieron falta, reconocía Shaka con el simple tacto, con el sonido de sus llantos y risas, con sentir su aroma de bebé que le llenaba de felicidad… Dándole a entender, que ese era su hijo, solo suyo y de su amado Deuteros.

Y ahora que puede ver y apreciar el mundo, quiere con todas sus fuerzas ir a donde esta él, verlo, apreciar su rostro, conocerlo por completo, decirle cuanto lo ama y lo ha extrañado… Y que si es posible, quiere estar en su vida a como de lugar.

Sabe que su amado Géminis comparte su mismo sentir, pero… A pesar de que suene extraño, por primera vez, Asmita no puede controlar sus deseos e impulsos, siente que el mundo se acabará si no lo vuelve a ver.

-No puedo esperar más…- Murmura aquello, bajando su mirada, apretando su mandíbula y frunciendo el ceño -Y no me importa nada más que verlo- Para este punto alza su vista y sin duda el cosmos qué irradia es sumamente peligroso por la desesperación que ha guardado en su corazón.

-¿Mi ángel?- Deuteros solo puede decir el dulce sobrenombre con el cual le ha nombrado miles de veces a Asmita, dándose cuenta qué esto será peligroso por donde sea que lo miren.

-Asmita, ¡¡¡POR TODOS LOS CIELOS CÁLMATE!!!- El patriarca, también se posiciona en defensa, pues reconoce esa amenaza, y no va a permitir que siga así.

La mirada fiusha se frunce, mientras prepara un muro de cristal por si es necesario, así lograra detener cualquier locura que se le ocurra al rubio.  

-¡¡¡NO LO VOY HACER!!! ¡¡¡QUIERO VOLVER A VER A SHAKA!!!- Su rostro se descompone en cólera, abriendo sus ojos para liberar todo el cosmos que tenia contenido.

---Templo De Aries---

-Qué lindos, Kiki y Anshin dormiditos juntos tomados de la mano, son lo más lindo del mundo- Aries sin duda esta maravillado por la visión que tiene enfrente, sus dos hijitos descansando después de una mañana bastante cansada.

Podría contemplarlos por horas, le llena el corazón de inmensa alegría, que solo puede aumentar al compartirla con la persona que más ama y le ayudo a formar esta preciosa familia.

Y claro que el rubio también admira con suma atención la pequeña escena.

Ya era una costumbre tener un tendido en el suelo, donde la pequeña futura Virgo jugaba con juguetitos hechos a manos o a veces comprados para su entretenimiento, y a veces Kiki se unía cuando terminaba sus tareas, acompañándola a los juegos, riendo y divirtiéndose de lo mejor, pero son estos momentos en donde ambos hermanitos ya cansados, dormían un poco durante el medio día…

Siendo lo más adorable para sus padres.

Una sonrisa se dibuja en su rostro, contrastando con su semblante de eterna seriedad -Si, es una bonita escena- Habla calmado, tomando la mano del pelilila que jamás se apartara de su lado.  

Este gesto hace acelerar el corazón del carnero dorado, para corresponderle apretando aquella rubia mano en señal de corresponder.  

-Son estos momentos en que nos damos cuenta que todo ha válido la pena- Pronuncia estas sinceras palabras que van desde su corazón, mientras no despega su mirada de sus dos pequeños.  

Virgo siente una calma qué jamás pensó poseer, qué no sabía que podía anhelar, y que sin saberlo ahora tiene todo lo que deseaba y mucho más.

A decir verdad, el corazón del Virgo se siente tranquilo y en paz, sin ninguna perturbación, arrepentimiento, miedo o tristeza, no añora nada más, pues todo lo tiene. Es feliz con su amado carnero dorado y sus hijos, y si bien no se lleva del todo perfecto con sus suegros, los aprecia, pues en cierta forma o más bien en la única forma que conoce, el patriarca lo crio y por eso no siente mucha curiosidad en que si alguna vez tuvo padres o quienes fueron.

Poco a nada lo ha podido imaginar y realmente no es algo que le de mucha importancia.

Solo le interesa su vida de ahora y nada más.

Sin embargo, antes de poder darle una muestra de afecto más dulce a su borreguito de cabellos lilas… Llega a sentir como un cosmos algo interesante y familiar por extraño que parezca se comienza a acercar, llamándole la atención aun sí no es suficiente para advertirlo del todo. Rápido toma la decisión de abrazar a Aries, para así interponerse entre su familia y cualquier enemigo que fuera a llegar al primer templo.

Aries también nota aquel desconocido cosmos, pero Shaka en su intención de no permitir que nada malo le ocurra a su familia, actúa primero.

Apenas si se giran, cuando de entre un poco de polvo levantado por la rapidez de quienes han llegado, logran divisar dos figuras qué sin duda no se imaginarían nunca presenciar.

Un jadeo se puede notar de quienes recién llegan, pero sus ojos buscan con desespero a quien sus corazones anhelan ver, y no pasa mucho tiempo cuando lo logran encontrar.

Los azules ojos de la noche y día se abren de par en par, al igual que sus bocas.

Simplemente lo que aprecian ambos, es aquel rostro qué Deuteros conoció y pudo acariciar, que contemplaba sus rasgos similares como diferencias… Era simplemente hermoso el momento, el hecho de tener enfrente a quien conoció apenas nació y ser parte de él.

Pero quien también derrama lágrimas de emoción, sintiendo que su propio cuerpo pierde las fuerzas por esta preciosa imagen, sus manos tiemblan, al igual que sus dedos, sus labios no pueden quedarse quietos y tampoco sus pies.

-¿Sha… Shaka?- Pronuncia el nombre que tanto conoce y dio a la persona que por primera vez logra ver con sus propios ojos.

Su apariencia tan similar a la suya, pero el cabello tiene diferente forma…

Es delgado como él, pero al parecer ha heredado un poco de musculatura del moreno, una piel no tan blanca como la suya, y aquellos ojos que permanecieron cerrados por mucho tiempo, son tan iguales a los suyos al ser abiertos, y ese gesto de seriedad que comparten.

Su hijo es perfecto, apenas lo conoce, pero eso no importa para amarlo tanto.

-Shaka, ese hombre… Es… Similar a ti- Mu no cabe de su impresión, y es quien logra pronunciar algunas palabras.

Sin embargo, el actual Virgo no se confía en lo más mínimo de estos recién llegado, y si bien, Mu se fija más en quien es tan parecido a su amado, no puede evitar notar que el peli azul también le causa cierta intriga en cuando lo divisa.

Frunce su ceño, no es algo normal que se presenten de repente a su delante y más teniendo a su familia de por medio. Es un suceso que lo toma a mal, y su primer pensamiento es impedir que estos recién llegados toquen a quienes ama y protegerá con su vida. 

-¿Quiénes son?- Su tono tajante y cortante, sin mostrar sentimiento alguno.

-Oh…- Deuteros es allí qué piensa antes de actuar, pues aunque no sea su estilo es de su hijo de quien hablan, y entiende que puede ser peligroso para él y hasta confuso –Yo… Tú… Eh… Sabrás…- En ese momento le hubiera gustado tanto haber ensayado antes en como presentarse, pero… La emoción y desesperación por reunirse con su hijo, no le dio el tiempo necesario.

-Shaka…- Asmita es quien no puede esperar, quien necesita estar cerca de él, abrazarlo, tocar su rostro, saber que es su bebé, aquel inocente ser qué debieron dejar en este mundo, y ahora es un hombre adulto, qué es su mayor orgullo.

-¡¡¡ALTO!!!, no te atrevas a avanzar Más- El Virgo actual es quien se adelanta para ser la primera muralla entre su amada familia y estos desconocidos.

Que sin importar lo que digan o notar similitud que posee con uno, no le dan para nada confianza, ni curiosidad alguna.

Al escuchar eso, Asmita se detiene en seco, dejando que sus lágrimas escapen de sus azules orbes, pero su sonrisa aún se mantiene, sabía muy bien qué esto podía ocurrir, pero no lo pensó más, ni se detuvo a buscar otra manera de llegar a él, solo necesitaba verlo ya.

-Shaka, hijo mío… No puedo, ni quiero detenerme…- Sus pasos se van haciendo más firmes y certeros, estará preparado sí es que el rubio lo llega a atacar por defensa, pero no va a esperar más tiempo.

-¿Eh?- Es el sexto quién ante esas palabras se confunde, pero no pierde la guardia alta.

-¿Hijo?- Aries se pregunta esto para sí mismo, sorprendiéndose primero, pero a la vez hace un clic mental al pensarlo seriamente por unos segundos -Shaka… Ellos deben ser tus padres- No era difícil adivinar esto, pero claro que pasando todo en tan pocos minutos, lograría afectar a cualquiera que lo esté presenciando.

-Pero… Eso es imposible- Aunque lo esté viendo delante de sus azules ojos, es difícil de creer, a pesar que han existido mas evidencias.

-¡¡¡NO LO ES!!!- El rubio y anterior Virgo, no puede soportar más, su corazón late desesperado, es tan difícil aguantar y soportar las emociones cuando son tan grandes. Siempre se había reprimido por tanto tiempo, lo más que pudiera, pero esta vez debía darse el permiso de continuar.

Sin tomar en cuenta que esto pudiera dar oportunidad a un ataque por defensa, se acerca al sexto y sin previo aviso, sus dos manos van a los laterales de ese rostro parecido al suyo, contemplando atentamente cada centímetro de esa piel. Y Shaka por extraño que fuera, se deja tocar ante este tacto que lo siente intrusivo.

Solo lo permite, por aquella posibilidad de que ser hijo de estos dos hombres sea verdad, aunque crea que sea muy poca.

-Has crecido tanto…- Su voz se quiebra brevemente, mientras sus lágrimas recorren sus pálidas mejillas -Eras un bebé tan pequeño y tranquilo… Como me lo decía tu padre y… Ahora…- Aprieta sus labios, mientras traga saliva para aclarar su voz, mientras todo esto es mucho más grande que él, para poder expresarlo. -Eres un hombre adulto, tan apuesto, y…- Su felicidad no cabe en su ser, el poder mirarlo, tocar su rostro, al fin verlo por completo, conocer sus ojos, sus cejas, el Bindi rojo en su frente, sus gestos, todo…

Es su bebé que creció y al fin vuelven a conocer.

Un abrazo es lo que atina a hacer, para rápidamente seguir derramando emoción y aferrarse al hijo qué tuvo con el amor de su vida.

-Lo siento, perdónanos… Por favor…- Sus ojos azules como el cielo, nunca se van a cansar de ver directamente a ese hombre que puede conocer, tanto es así que su sonrisa no puede abandonar sus labios -No queramos dejarte solo, pero… Debíamos hacerlo- Su voz se desgarra de dolor con una disculpa ante la mirada confusa y estática del rubio qué no entiende nada. Solo sabe que una calidez nostálgica se presenta en su corazón al ser abrazado por ese hombre que dice ser su papá.

Sus ojos bien abiertos y su confusión pues no es capaz de alzar sus brazos y corresponder al contrario.

-Pero no me arrepiento de volverte a ver ahora… Por que hoy, hoy… Te estoy viendo, de verdad lo estoy haciendo y… Eso… Es el mejor regalo del mundo- Enreda sus dedos en los dorados cabellos de su hijo, aferrándose a él, mientras que el peli azul sonríe ante tan bella escena, y como impulso no espera para acompañar a ambos Virgos, abrazarlos con una inmensa felicidad.

-De nuevo estamos juntos, mi hermoso ángel y mi angelito, estamos todos juntos y jamás nadie nos va a separar- Son las palabras que deja escapar entre lágrimas y una enorme sonrisa el anterior Géminis.

Shaka no comprende nada de lo que está pasando.

¿Cómo era posible que esto esté sucediendo?

Jamás pensó que podría ser posible algo así…

Se había hecho a la idea que a él nada de esto le podría ocurrir, y ahora… Esta allí con dos personas qué no conoce, aunque sus cosmos son parecidos al suyo… No quiere aceptarlo tan fácilmente.

-Mmh… ¿Qué pasa?- El pequeño Kiki es quien despierta primero, ante el ruido de los adultos, mientras se talla un ojito para ver mejor su alrededor.

-No pasa nada malo… Kiki- Mu puede sentir la confusión y cierta molestia por ser tocado sin permiso de Shaka. Así que no era muy conveniente decirle algo a su hijo mayor que está aún muy adormilado.

Pero el Lemuriano de cabellos rojizos es rápido y listo en notar que algo raro esta pasando, y apenas sus ojos más abiertos se fijan en aquellos que abrazan a su padre, le parece muy confuso -¿Por qué unos señores abrazan a mi papá?- Ladea su cabeza -¿Y por que uno se parece a mi papá y el otro al señor Saga?- Es el único que hace esa referencia a viva voz.

Claro que esa vocecita llama la atención de quienes fueron mencionados.

Pero antes de siquiera permitirles decir o hacer algo. Shaka se aleja de ese agarre y los aparta de su espacio personal, para impedirles que se acerquen a sus hijos, pues para el Virgo, ellos son unos completos extraños, aunque tengan su apariencia y un cosmos similar no les puede creer tan fácilmente sin más pruebas.

Claro qué esto deja sin palabras y sorprende a ambos reciben llegados, el que su hijo se muestre tan reacio en tenerlos cerca de él y su familia.

-Como les dije antes- Su tono es serio y su ceño fruncido se presenta, a pesar de haber sido abrazado y que le hablaran con un tono tierno y bonito no se va a dejar engañar -Aléjense de nosotros- Fija su vista en ambos, con una mirada amenazante -No sé quiénes son ustedes, pero no voy a permitir que se acercan a mi familia- Sumamente territorial, feroz y desafiando es la manera de ser de este rubio, y aunque los ojos contrarios se vean sorprendidos y dolidos por este comportamiento, no dejara qué sus sentimientos de compasión sean manipulados por ellos.

-Pero, hijo… Nosotros no somos enemigos- Niega con la cabeza, desesperado por que sus palabras no sean suficientes -Somos tus padres, de verdad- Se lleva ambas manos a su pecho -Nosotros nunca les haríamos daño- Deuteros intenta razonar con él, comprende qué ha crecido tanto, y por eso se mantiene muy atento y alerta a cualquiera que pudiera ser una amenaza para los que ama.

Esto lo hace recordar a él mismo, por eso sabe que hablar, podría ser contraproducente.

-No puedo estar seguro de eso- Contesta tajante el actual Virgo, no piensa dejarse influenciar por sus sentimientos que empiezan a aparecer.  

Asmita, se ha quedado con un horrible sentimiento de vacío entre sus brazos una vez más, porque su propio hijo se alejó de ese abrazo que le dio, pero… Aunque entiende el motivo de esto, no quiere aceptarlo.

-Shaka… No tienes que dudar- Sus ojos azul cielo están llenos de lágrimas, rogando por que el rubio lo escuche –Entiendo que lo hagas, pero…- Sus pasos se dirigen una vez más hacia el actual Virgo.

-¡¡¡NO SE ACERQUE!!!- Rápido se pone en un plan defensivo por proteger a su familia.

Es extraño sentirse en familia con estos dos recién llegados, pero a la vez no llega a comprender lo que pasa en su ser.

Los ojos azules del rubio virgo mayor, se sorprenden, no se esperaba para nada esa reacción. Aunque, sabe de dónde lo heredo, es parte del carácter protector de Deuteros, pero… No importa cuánto su cerebro lo esté comprendiendo ahora, no deja de dolerle tanto.  

El que su hijo lo vea como enemigo, y peor que reaccione de esa forma destruye su corazón y es más doloroso, y aún más difícil, porque creyó que llegaría ser su mejor regalo de cumpleaños de la vida, volverse a reencontrar con su pequeño bebé que ahora es un adulto.

Para Asmita, este día debería estar lleno de felicidad, pero se ha vuelto en un terrible momento que le destroza, pero… No se va a dar por vencido.

Jamás lo hará cuando se trata de su amada familia.

-No, Shaka… Por favor no nos odias, eso… No… No podríamos, volver a… A alejarnos…- Sus pies se vuelven a mover hacia delante, dándole igual que el rubio esté dispuesto a realizar algún ataque.

-No lo diré una vez más- Shaka está listo para alejarlos por las malas, sí es necesario.

-Mama, ¿Qué está pasando?- Kiki se levanta de donde estaba dormidito, para acercarse al Lemuriano -¿Por qué papá esta tan enojado con esos señores?- Para el pelirrojito esto también es confuso, pero le asusta algo que su padre esté actuando de esa manera.

-¡¡¡ESPERA!!!- El pelilila le sujeta el brazo para evitar que haga alguna tontería, además que quiere evitar que esto asuste a su hijo mayor que esta mas consciente ahora -Deja que te expliquen primero. No creo…- Mira a ambos extraños y por sus rostros puede intuir algunas cosas -Que sean malos…- Aries intenta intervenir ante este caos, ya que conoce a su rubio, y sabe que está muy decidido a atacar si es necesario.

Y lo bueno, es que también otros no van a dejar que nada malo vuelva a ocurrir en la familia

-¡¡¡ALTO!!!- El patriarca es quien llega algo agitado, pero listo para calmar las aguas.

-¡¡¡NADIE HAGA ALGO DE LO QUE SE PUEDA ARREPENTIR!!!- Y junto a su ilustrísima, el viejo maestro de Libra está presente.

-¿Padres?- Mu, es quien pregunta por la llegada de ambos.

Los ojos rosas miran el espectáculo, sabía muy bien que esto podría llegar a ocurrir, por ende se mantenía firme en su decisión de que esto se manejara de manera más discreta y no llegar a este extremo

-Shaka cálmate y escúchalos- Habla sereno y firme, llegando hacia la curiosa reunión familiar.

-Pero…- Frunce el ceño aun molesto y a la defensiva, mientras mira a sus suegros -Ellos son unos desconocidos para mí- Rápido se defiende

Un suspiro deja salir, pero sabe que debe intervenir -Si, lo entiendo bien. Pero, ellos dos de verdad son tus padres- Como comienza a explicar la situación lo antes posible, para señalar a los dos anteriores dorados.

-Pero… ¿Por qué ahora?- Relaja su guardia, pero aun endurece su mirada, no por enfado, sino por advertencia.

-Eso no lo sé, pero debes primero escuchar lo que te tienen que decir y entender que ellos al igual que nosotros, no tuvimos muchas elecciones para ustedes- Aunque no se lleve para nada bien con Asmita, el verlo sufrir de esa manera, a causa de la situación con su hijo, entiende muy bien como eso se siente.  

Lanza un suspiro, y asiente con calma… Pues entiende que el patriarca, siempre ha procurado el bienestar de todos ellos. Lo que significa… Que si el peliverde le pide que los escuche, podría darles a ambos el beneficio de la duda.  

Por un instante mira hacia los dos extraños que dicen ser sus padres, a la vez que sus ojos se posan en su amado Mu, a la vez que en su hijo mayor que también lo observa preocupado con esa mirada azulada como si también le pidiera que se calmara –Bien- Se expresa algo derrotado por que su pequeña familia se lo pide -Los escucharé- Frunce su ceño prefiriendo mantener su distancia, ante los ojos que lo aprecian con tristeza, pero un tanto aun de emoción en sus labios, ya que esperan con paciencia que su hijo los entendida y les crea su verdad.  

Sin duda que sea desconfiado y protector con su familia viene de herencia. Shaka es prudente y cuidadoso ante una situación que hubiera preferido renunciar a esa posibilidad.

Al menos Deuteros y Asmita tienen una oportunidad de qué Shaka los escuché y acepte…

Aunque Asmita deba admitir y darle gracias a Shion qué esto está pasando por su causa. También deberá darle las gracias por criar y darle mucho amor a su hijo, y sin contar que el hijo del Lemuriano y el Chino es quien ganó el corazón de rubio y ahora no solo tienen a su Shaka para recuperar ese tiempo, sino que igual dos preciosos nietos, que uno los está conociendo no de la mejor forma, y la más pequeña aún sigue profundamente dormidita, sin darle mayor importancia al ruido que no la perturba. 

El anterior Virgo no ve la hora para poder cargarlos y seguir abrazando a su hijo, aunque si esté al principio no quisiera nada de eso, lo entendería. Después de todo… Pase lo que pase este será el primer cumpleaños qué pasará a lado de su querido hijo Shaka y lo disfrutará por completo.


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