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Asmita De Virgo por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Mis terrones de azúcar, de una vez les diré varias cosas...

Ando super rápido publicando por que ando haciendo mil cosas, jajaja tengo clases, pero les contare algo de mi vida...

Primero que nada, termine de cumplir vacaciones, ufffff fue agotador tener tres trabajos a la vez... pero gratificante, uffff... Me entere de tantos chismes jajajajjaa... 

Pero eso no viene al caso...

En segundo termino les debo decir que ya volverá los semanales, ya saben esta semana que viene publicare la continuación de los que esperan... Y les diré que se viene con muchas sorpresas y cosas que los dejara impactados a todos los terrones que los esperan...

ajajaja pero nada de decir, tendrán que esperar para leerlos. 

En fin, ahora les diré feliciten al terrón de azúcar RubyPrz93, espero que te guste mucho este One Shot... Jajajjajajaja tengo varios de esta pareja tan linda y la secundaria siempre estará allí presente jajajajaja

Ellos se volverán algún día en consuegros, jjajaja siempre me gusta darles una probada de posibles fanfic's que llegaran.

Disfruten y a leer se ha dicho.

En un amplio camino de tierra, en medio de unas praderas donde a los lejos se puede ver el hermoso bosque frondoso, como también algunos cultivos de trigo.

Un carruaje se deja apreciar, es bastante grande de lo que usualmente son esos medios de trasporte, con una cúpula en medio, en donde los pasajeros se encuentran, la puerta y ventanas se ven bastante elegantes y sofisticadas, de una pintura blanca de fondo, con adornos en forma de flor de loto color oro, llevando incluso los cuatro esferas a cada lado de la zona principal, para colocarles algunas linternas que ayuden a alumbrar el camino, cuando la noche caiga.

Las ruedas un color dorado oscuro, haciendo un contraste muy hermoso con el resto del carruaje.

El vehículo hecho de metal y madera, es uno de los más finos y grandes que se pudieran haber visto antes…

El chófer tirando de los dos caballos que llevan el trabajo de conducir hacia donde sea ese vehículo…

Solo era un pequeño paseo que alguien importante deseo hacer… Solo para escapar unos momentos de sus responsabilidades, y de paso seguir viendo como su reino ha estado prosperando.

Por dentro pareciera un cuarto real, con cortinas rojas, cojines en los asientos y una alfombra del color de las uvas…

Unos ojos azules como el mismo cielo se fijan hacia el exterior… Buscando el mejor punto para ver todo el paisaje en su esplendor

-La cosecha de este año será muy buena ¿Verdad, Shion?- Entusiasmado pregunta a su acompañante.

-A lo que han informado, así será su majestad- Responde sereno, mientras se encuentra sentado a un lado del rubio, tranquilo en su ver.

-Ja, ja, ja, Shion... Ya te he dicho que me puedes llamar Asmita, no es necesario tanta formalidad- Le causa risa al de ropas de seda, de colores claros y suaves, como el amarillo, el blanco y el beige se combina en el traje Real, al igual que en el pantalón, y los zapatos del tono de la pureza, con los cabellos rubios atados, y una sonrisa encantadora -Nos conocemos de toda la vida, y eres mi mejor amigo, puedes llamarme solo Asmita- Sonríe, para que el otro entienda que están en completa confianza.

Niega con la cabeza, proyectando a la vez una sonrisa discreta y algo divertida, pues es un tema de nunca acabar -No es apropiado que le llame así, pero… ¿Qué le parece, señorito Asmita?- Una broma interna en sí.

Rueda los ojos el rubio -No me llames así- Hace un tierno puchero, inflando las mejillas, y apretando los puños.

El peli verde de ojos rosas, y ropas sencillas, con un pantalón café, camisa blanca y zapatos negros, lanza unas pequeñas risita, pues ya conoce cómo se comporta el actual rey de este país, la hacerle esas bromas.

Después de todo ambos son amigos desde una muy temprana edad, así que pasará lo que pasará, las borras hechas o dichas, se sabía que no son para ofender al otro.

No tardó mucho para que el rubio rey también lanzará una pequeña risa, después de ese berrinche infantil.

Aunque las risas no duran mucho, ya que se repente sienten como el carruaje va mucho más rápido, en donde paso una roca muy fuerte y los hizo casi caerse de sus asientos.

-¡¡¡¿QUÉ ESTÁ PASANDO?!!!- Confundido el más joven de los dos.

-Qué raro, el chófer siempre maneja con extrema precaución…- No terminó de expresar sus palabras, cuando las ventanas del carruaje son destrozadas de afuera hacia dentro…

El rubio se asusta, pues no entiende que está pasando. Mientras el peliverde rápidamente su instinto es de proteger al otro, a la vez que también se cubre de este caos.

No espero mucho para conocer su respuesta…

Pues dos tipos con ropas negras, cubiertos hasta la cara para no ser reconocidos se presentan por las ventanas.

-Hola, pequeño rey- Saluda con un tono malévolo, dejando ver una sonrisa por entre la capucha negra que lo cubre como una capa y la máscara de tela alrededor de los ojos -Lamentó informarle que no regresará a su palacio esta noche-

-¿Eh? ¿Cómo se atreve? ¿Quién es usted?- Intenta mantenerse firme, aunque tenga cierto miedo.

-Solo le diremos, mi rey… Que usted no está preparado para reinar este pueblo, así que… Deje a otros hacerlo- Aun estando afuera, sus manos intentan tomar al rubio, estirándose para sacarlo por las amplias ventanas.

-Ah no, no lo harán- El peliverde rápidamente saca de entre sus ropas una pequeña daga, para hacerle frente al bandido, con un buen corte para hacerlo retroceder.

Claro que es un buen ataque, con la herida profunda en la muñeca que a cualquiera haría retroceder en sus fechorías.

-Tsk, no consideramos que su caballero de compañía fuera alguien tan estúpido- Sujeta la herida de su muñeca, frunciendo el ceño… Pues sabe que sería un pequeño problema.

-No te preocupes- Un segundo bandido se presenta del lado izquierdo del carruaje para también hacer de las suyas.

Desenvaina su espada, mostrando una sonrisa retorcida, y algunos cabellos blancos que se salen de su capa, apuntando su arma directamente al peli verde.

El cual se encuentra de frente al rubio, protegiéndolo de esta amenaza.

Entiende muy bien que esto es malo para ellos, sin tener alguna ventaja, con poco espacio… Y un arma que no le ayudaría mucho para el combate cuerpo a cuerpo… Sería diferente si hubiera llevado una espada o el gran martillo que usa normalmente, pero… Era demasiado evidentes y nada discreto…

-Muy bien… Esto es muy malo, mi rey, pero… Podemos salir de esta situación- Intenta calmar al otro que está a sus espaldas, para que ninguno de los dos sujetos lo pueda alcanzar, pero… Si se atrevieran a entrar, estarían en graves problemas.

-Los podemos enfrentar entre los dos- Habla rápidamente el rubio, intentando mantenerse firme también.

-Oh, pero dime reycito… ¿Cómo le harán para derrotarlo a los tres restantes?-

Ambos jóvenes se quedan impactados por la revelación, aunque se la debieron esperar.

-No seas tan arisco bonito Doncel de cabellos verdes- Le habla al que se les enfrenta más, mientras intenta alcanzarlo con la espada –Si eres bueno, te prometo que nadie te hará daño- El coqueteo es espeluznante.

El Doncel solo puede sentir náuseas, intentando alejar esa espada de su ser.

El ceño fruncido de ambos Donceles, queriendo cuidarse el uno al otro… Aunque saben bien que tienen las de perder por el espacio reducido y la cantidad…

Necesitarían un milagro para salir de esta.

---Mientras Tanto, Por El Camino De Tierra---

Dos jóvenes hombres campesinos, de ropas humildes, usualmente limpias, salvo que habían ido a vendar al mercado del reino sus cultivos y no les había ido tan mal.

Caminan llevando en sus espaldas algunas provisiones que han comprado, como mochilas de madera, sujetando con cuerdas los productos, para ir más cómodos.

-No nos fue tan mal, Deu- Contento un castaño, mientras tararea una canción y sonríe ampliamente.

-Nuestros cultivos son muy deliciosos- Agrega esto el Moreno peli azul, con una débil sonrisa y calma en su ser.

-Eso es por el manantial de nuestras tierras- Los ojos esmeraldas miran al frente, sumamente entusiasmado -Nuestros padres sí que nos dejaron bien protegidos para cualquier tormenta-

-Enseñarnos a cosechar nuestros propios alimentos, fue lo más valioso que nos pudieron dejar, sin duda… Deben estar orgullosos de…- Un ruido de galopes desenfrenado se hace presente en sus oídos.

Como en los del castaño a su lado, ambos se girándose para ver lo que es…

Sorprendiéndose al ver a cinco hombres sobre un carruaje que claramente pertenece a la alta sociedad del reino…

Contemplando a unos caballos descarriados, relinchando por los fuertes golpes que les dan para hacerlos correr lo más rápido posible…

Ambos jóvenes se quedan sumamente confundida ante esto…

-Pero…-

-¡¡¡¿QUÉ FUE ESO?!!!-

No tardan mucho en tener su respuesta, al ver detrás de este espectáculo a un hombre vestido de cochero elegante, intentando correr lo mejor posible detrás del carruaje…

Mientras grita desesperado.

-Auxilio, alguien… Ayude al rey y su Doncel de compañía…- Su voz se oye cansada, como su cuerpo, ya no puede más.

Ambos campesinos no lo dudan en ir a socorrerlo.

-¿Qué tiene señor?-

Mira a los dos jóvenes hombres, sabe que son la única esperanza a este conflicto.

-Por favor… Jóvenes, salven al rey… Esos bandidos lo han secuestrado y…- Una mueca de dolor de le presenta, ante un fuerte golpe que recibió en el abdomen, y un corte en la muñeca derecha.

La mirada azul oscuro se fija en el estado del pobre hombre, compadeciéndose de él -No se preocupe-

-Entonces… ¿Vamos a rescatar a alguien de la realeza?- Pregunta el castaño todo tranquilo, y un tanto animado.

-Demostremos de lo que estamos hechos- Al parecer los dos ven esto como una oportunidad de poder cumplir un sueño.

Que sin pensarlo dos veces y sin quitarse sus mochilas de madera y cuerda, se van directo a alcanzar el carruaje que aún es visto.

---En El Carruaje---

Shion se hecho enfrente a quien lo ha retado, pero es difícil poder seguir el combate cuando su espacio es limitado y tener cuidado de no herir al rubio.

-Que interesante, hermoso y domina una daga como un profesional- Halagos por completo desagradables.

-Ya dejemos de jugar y vayamos por el rey- Sus manos aunque una herida se desea estirar hasta poder alcanzar al rubio, el cual como puede le lanza una tetera que tiene cerca, para ver si así lo puede alejar.

-¡¡¡NO, ALTO… NO SE ATREVAN!!!- No quiere ser una carga para su caballero de compañía, debe también intentar defenderse, para que al menos este secuestro se pueda detener.

Pero sin más armas que una daga y sin la posibilidad de poder enfrentarse cuerpo a cuerpo… Es una situación en donde solo sería cuestión de tiempo para llegar a donde esos tipos los mantendrán cautivos.

Total tienen el control completo de carruaje... Todo era parte del plan para evitar que escapen...

Sin embargo, ninguno de estos bandidos está preparado para una sorpresa, bastante improvisada.

De repente quién molesta al rey, demuestra una cara de sorpresa y es sacado de golpe de aquella ventana, para caer lejos del carruaje.

Ante la mirada sorprendida del rubio.

-¿Eh?-

Mientras el Doncel de compañía sigue manteniendo una pelea de armas blancas, acercándose peligrosamente al otro para intentar hacer que retroceda, aunque esto es sumamente difícil, y más cuanto este tiene la posibilidad de herir al peli verde en cualquier parte del cuerpo.

-Ja, sí que no eres muy cuidadoso- Alza su espada con la mano izquierda, para dar un golpe de tajo en un punto ciego de Shion…

Pero poco antes de que esto ocurra… Igual que su compañero de ropas negras, es sacado de aquella ventana, dejando caer su espada dentro del carruaje.

Los dos Donceles se miran impresionados por esto, pues no saben que está pasando allá afuera…

Su instinto es asomarse cada uno por la ventana que tiene adelante, y para su sorpresa logran ver por cada uno de sus lados…

Shion, aprecia una sonrisa encantadora y unos ojos verdes confiados, que suben al techo del carruaje.

Mientras Asmita nota una cabellera azulada que va directamente hacia donde el lugar del cochero.

-¿Quiénes son?- Con la espada en mano que el otro dejó, preparado para un combate si se requiere.

-¿Han venido a rescatarnos?- La confianza y fe que tiene el rey con los demás es sorprendente y poco pensada a veces.

-No sé si sea ese su motivo, pero…- Se asoma hacia la ventana rota para ir saliendo cuidadosamente de esta -¡¡¡HARÉ PAGAR A LOS IDIOTAS BANDIDOS QUE SE ATREVIERON A MOLESTARNOS!!!- Su rostro con furia y la confianza por la espada que tiene en su poder.

-Pero, Shion…- Lo quiere detener, aunque sabe que es imposible por la impulsividad del peliverde.

Rápidamente le arroja con suavidad su daga -Mantengas a salvo su majestad- Y sin decir más, deja a solas al rubio con una confusión y preocupación en su rostro, además de la daga en el suelo que rápidamente es tomada, sujetándola con ambas manos delante de su pecho, angustiado por que el otro no le haga caso, aun siendo el rey -Ten cuidado…-

El castaño de pie sobre el techo del carruaje, sonriente y muy emocionado por combatir contra dos enemigos al mismo tiempo.

Haciendo gala del uso de una espada algo vieja, pero en buen estado...

-¡¡¡MUY VALIENTES, ATACANDO AL REY Y A SU DONCEL DE COMPAÑÍA!!! ¡¡¡MONTONEROS!!!- Les hace burla mientras luchando se encuentra.

Los otros dos no le prestan atención a sus palabras, solo siguen peleando contra él, creyendo que podrían tener el triunfo por luchar contra un hombre que tiene pocos conocimientos de combates…

Sin embargo, eso dura poco… Pues una larga melena verde se hace presente, para ir directamente a tacar a uno de esos bandidos de ropas negras, devolviéndoles un poco el susto que les dieron al principio.

Acierta un buen tajo al hombre que combate, para rematar con la empuñadura de la espada y así desorientarlo.

-¡¡¡ESTO ES EN NOMBRE DE REY!!!- Habla firme y claro, dejando ver que no es solo una carita bonita, sino que igual tiene grandes dotes de combate.

Impresionado al castaño que lo salvo hace minutos, sin concierne, ni haberse mirado antes… La mirada del campesino se queda impactado por este Doncel.

Tanto que casi es cortado por el otro enemigo.

-¡¡¡FÍJATE!!!- Se gira para ver al castaño que apenas si logra esquivar ese golpe.

Pero le sorprendió cuando neutraliza al bandido con rapidez, arrojándolo a la vez fuera del techo.

Incluso sus cuarzos se abren ampliamente por esto.

-Me llamó, Dohko… ¿Cuál es el tuyo?- Sí que no pierde el tiempo, algo coqueto en presentarse.

Ahora de nuevo la confusión y algo de incomodidad por estas palabras del contrario, se presenta en el rostro del Doncel.

Mientras por delante, el peli azul no necesito más que dos buenos golpes en el estómago y rostro del último maleante para derribarlo, para así tomar control de los caballos que están asustados y desbocado.

Debía detenerlos antes de que se fueran directo al precipicio que se encuentra adelante… Ya que eso sin duda sería un pésimo resultado.

-Oh no… Vamos caballitos… Deténganse- Los intenta sujetar firmen te riendas, para pararlos, haciendo que vayan deteniéndose de a poco, debía infringir un poco de fuerza, ya que no existía de otra.

De buenas a primeras, logra que los caballos se frenen a escasos metros del abismo…

Sin duda esto fue brusco, ya que incluso los dos chicos del techo se caen sobre este…

El Doncel encima del castaño que claro no le molesta esta cercanía… Aunque no es para nada indecente, solo se aprovecha para que el otro no se lastime.

Avergonzado al peliverde en el proceso.

Para cuando estuvo todo en orden con los caballos, el peli azul baja de donde se conduce el carruaje…

Y así acercarse a la puerta del mismo, abriéndole de inmediato.

-Su majestad, ¿Se encuen…?- No terminó cuando recibió un fuerte puñetazo en su rostro que lo hizo caer hacia tras de sentón.

Una mirada asustada se hace presente, mientras el rubio mantiene la daga que le dio el peliverde a su delante por si algo peor pasaba.

-No, no… Te… Muevas…- Le advierte al caído…

En ese instante las miradas se cruzan, el peli azul se queda impresionado por la hermosa visión que tiene delante.

Era la primera vez que ha logrado ver al rey, y sin duda es mucho más precioso de lo que imaginaba por las plática de otros.

Por su parte el joven rey, también parecía estar prendado por este hombre, pero no se deja engañar, pues aún está alerta a cualquier ataque.

-Rey Asmita- La voz conocida del Doncel se escucha, bajando de un salto del techo, para acercarse al rubio -¿Se encuentra bien?- La espada sigue estando desenvainada por si las dudas.

-¿Shion?- Aún sigue algo asustado, pero le calma ver al Doncel que siempre lo acompaña ¿Quiénes son ellos?-

Mira al joven hombre sentado en el suelo tocándose la cara, el cual presenta un golpe peor que los que pudiera haber recibir de parte de los bandidos…

Pará después notar que el castaño también ha bajado, y esté lleva una buena bofetada marcada en la mejilla izquierda.

No le gustaría admitirlo, no es su estilo, pero debía hacerlo -Ellos nos ayudaron a ahuyentar a esos bandidos miserables, su majestad-

La sorpresa en los precios zafiros, como una expresión de confusión -¿Eh?- Ahora si siente la vergüenza, como mucha pena, por haberse atrevido a golpear a uno de sus salvadores -Lo siento… No quise…- No lo piensa más, y va directamente a auxiliar al que derribó con un simple puñetazo.

Que si bien apenas si saco algo de sangre, no sería suficiente para matar a alguien.

-No se preocupe… Su…- La hermosa visión que deja ver ante sus ojos no tiene comparación, una mirada dulce, con unos cabellos como el dorado trigo, los labios cual color de las rosas silvestres… Con una melodiosa voz que lo hace caer ante el amor a primera vista.

Y al parecer al rey no es indiferente a este joven hombre, pues le regala una sonrisa algo tímida y un sonrojo en las mejillas.

Una bonita escena en su totalidad.

El Doncel acompañante mira esto atento por si estos tipos se atrevieran a mostrar otros propósitos…

Sin embargo el castaño se le acerca, aún coqueto pero algo molesto…

-¿Por qué no te disculpas conmigo, por el golpe que me diste?- Le reclama, pues no existieron motivos para esa bofetada según él.

El Doncel simplemente lo ignora y guarda su espada -Por atrevido, ¿Quién te dio permiso de tocarme la cintura?- Cierra sus ojos cansado ya del otro.

Sin suda, al solo ver a este joven Doncel que le demuestra que es bastante fuerte y capaz de enfrentarse a cualquier enemigo por defender al rey, al igual que demuestra una preciosa figura como belleza.

Al poco tiempo llega el chófer, feliz y casi llorando por ver al rey y al caballero de compañía de este a salvo.

Explicando así la situación a los dos Donceles, y el motivo por que estos jóvenes hombres se enfrentaron a los bandidos en primer lugar.

Gracias a la fortuna, el carruaje no sufrió ningún tipo de daño que le impidiera ser conducido y transportar a su majestad, los caballos sólo debían descansar un poco, y podrían volver al castillo.

Aunque la noche cayera en el camino, ya estando cerca del castillo estarían muy seguros.

-Muchas gracias, nobles hombres- Como es el protocolo esas son las palabras al dar una gratitud a quienes les han ayudado en este percance.

-No hay de que- Dohko habla feliz, sin dejar de mirar al peli verde que está a lado del rey.

-Nos alegra haberles podido ayudar, su majestad- La mirada apenada del peli azul, como el sonrojo en sus mejillas, y la torpeza por hacer una reverencia.

No evita que el rubio le dedicando una sonrisa al moreno hombre a su delante -Me gustaría concederles alguna petición que tengan- No es algo propio del rey hacer esto, pero al parecer el amor a primera vista lo hace hacer algunas cosas fuera de lugar.

Ambos confundidos por esto, se miran entre los dos sin entender muy bien a que se refiere el Doncel rubio.

-Quiere decir que les concederá algún favor o deseo que tengan- El traductor rápidamente habla, para demostrar su molestia y deseos de ya volver a la ciudad principal.

Ambos hombres les sorprende esto, no niegan que sus mentes traen imágenes de su vida pasándola a lado de estos dos Donceles…

Deuteros imaginando estar junto del rey… Para protegerlo y cuidarlo, al igual para abrazarlo, sonrojándose de sólo imaginarlo.

Dohko a su vez, ya había olvidado el motivo que lo incitó a ayudar, y prefería solo pensar que si tiene la oportunidad de estar al lado del peliverde, la va a tomar a como dé lugar.

Alza su mano primero el castaño -Su majestad ¿A mí me puede conceder la mano de Shion, en matrimonio?- No pierde el tiempo…

Dejando al rubio y peli azul bastantes sorprendidos, y al Doncel acompañante con unos ojos de sorpresa que casi se le salen de las cuencas.

-¡¡¡¿QUÉ?!!!-

-Yo no puedo conceder la mano de Shion en matrimonio, eso solo lo puede otorgar su padre, aunque…. Puedo aceptar que cortejes a mi caballero de compañía, eso si- Alegre, da la autoridad para que el Doncel peliverde sea cortejado, cosa que usualmente no sería posible hasta que la persona a la que sirve lo autorice y así es en estos momentos.

La mirada incrédula de Shion ante lo que su mejor amigo ha dicho.

Y la alegría del castaño se expresa de inmediato.

-Deuteros, ¿Qué te gustaría a ti pedirme?- Se acerca con cuidado  al otro, sonriéndole tímidamente, con la mejillas rojas.

El otro apenas si sale de la sorpresa por el descaro de su hermano… Para presentar algunos nervios, y desviar un poco la mirada, cosa que podría ser castigada, pero estaba bien, solo por hoy.

-Yo…- Lo piensa detenidamente, quiere sonar tranquilo, sin caer en lo descarado, aunque su corazón está latiendo muy rápido -¿Podría permanecer a su lado, su majestad?- Sale sin previo aviso una cierta confesión de sentimientos recién descubiertos…

La sorpresa en el rey crece de forma torrencial, aunque no puede evitar sonreír y sonrojarse.

-¿Ese es el deseo que quieres que te cumpla?- Pregunta cómo si no creyera lo que escucho.

Firmemente asiente con la cabeza, mirando al Doncel rey, que es el más bajo de los cuatro presentes... -Sí, eso es lo que quiero- No va a negar que ese es su nuevo anhelo...

-Entonces… Te lo concedo… Permanecerás a mi lado, toda la vida- Sonríe delicadamente, con una suave mirada, sintiendo como el corazón si el corazón se le fuera a salir por la gran emoción.

Deseando de buenas a primeras que esa tocas manos sostengan las suyas y que en la noche que se presenta, todo se vuelva mágico para los dos.

La dulce historia de amor, de un amable rey Doncel y un campesino con un noble deseo de proteger a todos, acaba de iniciar.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quién me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Aquí publicando este pequeño One Shot dedicado para nuestro terrón de azúcar RubyPrz93.

Espero que te guste mucho, la verdad... Me dio ternura hacerlo, bastante curioso jajajaja y divertido... Este amor de jóvenes, jjajajaj se me ocurrió de repente...

No diré mucho... Ya me había imagino este escenario pero solo eran ideas en el tintero y de repente... Se acomodaron, jajja tengo como tres borradores, One Shot revueltos... Pero super divertido...

Se volverán algún día un fanfic, jajajaja tengo mil fanfic's en ideas y borradores, pro ya lo verán mas adelante...

Aunque tarde años jajajaja

Bueno vamos a cantarle la canción oficial de la familia terrón de azúcar al terrón que hoy le celebramos su cumple...

y con su regalo... Terminamos Abril y el siguiente sábado empezamos con Mayo... Ya con la depuración que les dije de los terrones que ya no están presentes. 

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades RubyPrz93 tu cumpleaños si que si.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades RubyPrz93 tu cumpleaños si que si.

Jajajjajaja wow... Me tarde algo el publicar hoy, pero es que tengo miles cosas por hacer, peor ya... Ahora si a terminar de dar este precioso regalo...

Bueno mis terrones paso a despedirme, no sin antes agradecerles por sus votos, comentarios y apoyo incondicional, son los mejores del mundo mundial. 

De verdad me hacen muy feliz.

Me gustaría seguir con la platiquita, pero me debo despedir y prepararme para al escuela. 

Los quiero tanto a todos.

Por favor cuídense mucho, hagan caso a las medidas de higiene y no se expongan de mas. 

Ammu se va. 


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