Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Resurgir de las cenizas de Herbay, primera parte - La rebelion por pilaf chan

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Raoul necesitaba respuestas para resolver la inquietud que le revolvía las entrañas desde el momento en que se despertó en casa de Iason.

Entonces, al día siguiente de su encuentro con Júpiter se dirigió a las oficinas del mercado negro e ingresó utilizando su tarjeta de acceso universal de Amoi. Katze no estaba allí. Continuó por el túnel secreto y tocó el timbre del refugio subterráneo.

"Bienvenido, Lord Am", lo saludó Cal formalmente. “No le esperábamos. Iré de inmediato a informar a mi amo de su llegada".

"No te molestes. Mi objetivo es la salida a Ceres". Sin esperar respuesta, Raoul se abrió paso por el apartamento y atravesó la puerta de enfrente, dejando a Cal muy sorprendido.

Otro túnel serpenteaba a través de una serie de curvas para terminar en una gran sala con paredes de hormigón sin revocar. Junto a un montón de trastos metálicos y cajas de cartón apiladas, había una puerta de madera.

Olor a alcohol barato, sudor y tabaco: Guy.

Raoul tocó sin demora. Al no obtener respuesta, lo intentó de nuevo con más fuerza. Tras el tercer intento fallido, optó por romper la cerradura con un vigoroso empujón.

Aterrorizado por la inesperada intrusión, Guy se levantó de un salto de la silla en la que estaba sentado y retrocedió. Le tomó unos segundos reconocer la figura en la entrada. "¿¡Raoul!?"

"¿En los barrios bajos no están acostumbrados a abrir las puertas cuando escuchan tocar, Guy?" Sin demasiadas ceremonias, el Blondie entró y se posicionó frente al mestizo.

“L… lo siento. Pensé que era Riki y no quería hablar con nadie”, tartamudeó el joven. "¿Por qué estás aquí?"

"¡Vine por respuestas!" A la manera autoritaria y poco amable de los Elites, Raoul empujó a Guy contra la pared y lo agarró por la muñeca. El hombre gritó ante la repentina presión. “¿Lo hiciste para pagar tu deuda con Iason o estabas emocionalmente involucrado? ¿Fueron gestos mecánicos o sentiste algo? ¡Responde!"

La garganta de Guy estaba cerrada por el miedo. No podía pronunciar una sola palabra.

"¡Contesta!" Raoul apretó un poco más la frágil articulación. No de una manera que realmente la lastimara, pero el mestizo tuvo un flashback: el de otro Blondie enfadado, destrozando sus huesos y desgarrando sus músculos, tendones y nervios. Comenzó a gritar histéricamente: "¡Suéltame! ¡Suéltame!”

En la mente de Guy, se estaban reproduciendo los mismos acontecimientos de hacía un año. Solo le quedaba un brazo, no podía arriesgarse a perderlo. Su reacción fue tan extrema que convenció a Raoul de dejarlo ir. “¡Cálmate, por Júpiter! ¡No te hice nada!"

Guy miró su mano, abrió y cerró el puño, movió lentamente los dedos. Al darse cuenta de que, efectivamente, ni siquiera tenía un moretón, logró calmarse un poco.

"Espero que me respondas ahora", reiteró el Blondie. "¿Por qué lo hiciste?"

"Yo... yo estaba involucrado", logró vocalizar débilmente Guy, atrapado entre la pared y el cuerpo de Raoul. "Sentía algo".

El Blondie no se movió de su posición. "¿Qué sentiste? ¡Quiero saberlo todo!"

El mestizo no respondió.

"¿Qué sentiste al tenerme debajo de ti tan indefenso? ¿Placer? ¿Te sentiste, tal vez, poderoso? ¿Sentiste lástima? ¿Qué le sucede a un mestizo mutilado como tú cuando tiene el control sobre alguien como yo? ¿Qué pasaba por tu mente mientras me torturabas prohibiéndome consumir y me oías suplicar? ¿Qué se siente al enfrentarse a la miseria y las lágrimas de agonía de un Blondie?"

Mientras Raoul aprisionaba al joven con su poderoso cuerpo, su boca estaba presionada contra su oído. "¡Vamos, Guy, contéstame! ¿Qué sentiste mientras me dominabas? ¿Mientras jugabas con mi cuerpo violándolo de todas las formas posibles? ¿Cómo fue empujar tu sexo dentro de mí y ver mis reacciones? ¿Escuchar mis gemidos de placer y dolor? ¿Ser testigo de los temblores de mi cuerpo en agonía? ¿Te sentías magnánimo cuando te detenías y consolabas mi sufrimiento, o era sólo otra forma de enfatizar mi humillación y reafirmar que tenías el poder? Cuando limpiaste las zonas más íntimas y privadas de mi cuerpo, Guy, ¿lo hiciste por altruismo, o querías barrer hasta el último residuo de orgullo que me quedaba?"

Por mucho que Guy intentara decir algo, las palabras no querían salir. Sus labios solo podían emitir un débil y agudo siseo.

"¿Qué le pasa a tu voz, Guy? Sin embargo, fue tan clara y firme cuando me susurraste cosas sucias al oído. Cuando me dijiste que solo me concentrara en tu mano, tu lengua y tu polla. Cuando me llamaste... vamos, Guy, ¿cómo me llamabas? ¿Te acuerdas?"

"B... bombón", pronunció imperceptiblemente el mestizo.

"Me complace que estés empezando a recuperar tu voz. A partir de ahora te ayudaré, jugaremos al juego del sí y el no. Es muy sencillo: te haré unas preguntas y tendrás que responder con un sí o un no. Comencemos de inmediato. ¿Te sentías poderoso, Guy?".

"S... sí".

"Muy bien". Raoul acarició la mejilla del joven con la palma de su mano. "Ahora continuemos. ¿Sentiste placer?"

"Sí".

"¿Sentías pena por mí?"

"Sí".

"¿Me compadecías, Guy?"

"S... sí".

"¿Te excitaste al hacerme gemir y rogar?"

"Sí".

"¿Querías humillarme?"

"No…"

“¿Te sentías superior a mí? ¿Disfrutaste de mis sufrimientos? ¿Te divirtieron mis gritos y mis súplicas? ¿Te gustó verme tirar de mis cadenas y retorcerme como una bestia enjaulada? ¿Como la más baja de las muñecas sexuales?"

"¡No, no, NO y NO!" La voz de Guy empezó a tomar cuerpo.

Raoul puso una mano debajo de su barbilla y pasó el pulgar por sus labios. “¿Qué otras sensaciones tuviste? Quiero saberlo todo, Guy, no me ocultes nada".

"Tu… tu olor, me gustaba olerte. Me encantaba… mirarte a los ojos y pasar mi mano por tu cabello. Me gustaba cómo reaccionabas cuando te besaba o..." temiendo que lo que estaba a punto de decir fuera demasiado atrevido, Guy se congeló.

"¿Sí? No pares. No tienes que temer por tu seguridad, no vine a hacerte daño".

“Me gustaba… cómo reaccionabas cuando te mordía la oreja, te lamía el cuello o te pellizcaba el pezón. Cuando te chupaba o ponía mis dedos en tu..."

"… ¿en mi recto, Guy? Y dime, ¿cómo reaccionaba? Cuando hundías tu sexo en lo más profundo de mis entrañas, ¿qué hacía?"

"Fuiste... espontáneo, muy receptivo, sincero".

"¿Y qué más te gustaba de mí?"

“Tu piel y la forma en que tu abdomen temblaba cuando lo tocaba. Me gustaban los rasgos de tu cara y el fuego de tus ojos. Me gustaba tu pene, la forma en que se hinchaba y palpitaba, y su poética belleza incluso en reposo. Tu ano sensible y tus muslos tonificados. Tus fuertes brazos que parecían capaces de romper esas gruesas ataduras de titanio en cualquier momento. Me gustaba cuando me insultabas, me amenazabas, me escupías, gruñías y babeabas. Como un león que, aunque no tenga posibilidades, no se rinde".

"Buen chico", susurró el Blondie soplando en su oreja. "¿Te sentías atraído por mí?"

"Sí".

"¿Todavía te sientes atraído por mí?"

"S... sí".

"¿Estás excitado ahora, Guy?"

"Sí. Sí".

"¿Crees que me atraes?"

"..."

"¡Contesta! ¡Responde con sinceridad!"

"Sí".

"¿Me ves excitado en este momento?"

"SÍ".

Raoul movió su rodilla, empujándola entre las piernas de Guy y contra su pene turgente. "¿Qué vas a hacer ahora, Guy? ¿Te someterás como un mestizo esclavizado por un Blondie o me dominarás como un Maestro?"

"Yo... yo te dominaré". Guy no podía creer la audacia de sus palabras.

"Eso es justo lo que quería escuchar".

Tomado por el ímpetu, el mestizo se apartó de la pared y comenzó a empujar a Raoul hacia la habitación. Trató de quitarle la ropa, pero siendo las prendas de los Elite bastante elaboradas y considerando su minusvalía, Raoul terminó de desvestirse él mismo antes de dejarse caer de espaldas sobre la cama.

Guy se desnudó rápidamente, se subió encima de él y le besó el cuello y el pecho. "¿Qué quieres?"

"Quiero tu boca y tu pene dentro de mí", respondió Raoul con prontitud. No había razón para andarse con rodeos, él deseaba los labios y la erección de Guy más que nada en el mundo.

El mestizo no lo hizo repetir. Se inclinó sobre el órgano de Raoul y comenzó a chuparlo mientras le palmeaba las nalgas con la mano. Se humedeció los dedos y los deslizó en su ano para estirarlo. "¡Date la vuelta!" Ordenó.

Raoul no tardó un momento en girarse sobre su estómago y ponerse en cuatro patas. Esa posición era nueva para él, quien durante los siete días de 'tratamiento' no había podido hacer nada más que quedarse acostado y recibir pasivamente. Estar tan expuesto y dominado aumentó exponencialmente el nivel de su libido.

Con un firme empujón de sus caderas, Guy lo penetró. El rítmico movimiento sexual no le impidió tomarse el tiempo de acariciar la espalda y recorrer con las yemas de sus dedos la columna vertebral de Lord Am, deleitándose con la visión de su piel pálida intercalada con rizos dorados, algunos de los cuales caían hacia adelante cubriendo parcialmente su rostro. A medida que aumentaba la velocidad y la fuerza de las embestidas, Raoul reaccionaba con gemidos sinceros y desenfrenados.

Guy se inclinó hacia adelante, tomó el órgano hinchado de sangre del androide en su puño y comenzó a bombearlo vigorosamente. Fue demasiado para Raoul, que alcanzó el clímax gritando su liberación y agarrando las sábanas. Guy siguió moviéndose detrás de él hasta que también eyaculó con un gemido ahogado.

Ambos se desplomaron en la cama, temblando y sudando. La respiración agitada de los dos amantes trajo consigo un poco de asombro, ahora que el acto sexual había terminado. Ninguno de los dos, tal vez abrumados por la vergüenza de aquella insólita situación, dijo nada durante un rato.

Entonces, fue Raoul quien rompió el silencio. Su inquebrantable confianza adquirió el tono de una incómoda confesión. "No me he sentido bien desde que regresé a Eos, especialmente por la noche. Puede que necesite tu ayuda para conciliar el sueño".

"Oh..." Esas palabras saliendo de los labios de un orgulloso Blondie sonaron aún más poderosas y difíciles de creer para Guy que lo que acababa de ocurrir entre las sábanas. "¿Qué quieres que haga?"

“Me llamarás todas las noches. Usaremos comunicadores con ondas invisibles para Júpiter".

El mestizo le rozó la mejilla con ternura. "Está bien. Tampoco me he sentido bien desde entonces. ¿Volverás a verme?".

"Sí. Volveré tan pronto como pueda”, dijo el Blondie con firmeza.

"Eso me pone feliz."

No había nada más que decir. Los dos permanecieron en silencio durante un rato, acostados uno al lado del otro y acariciándose de vez en cuando. Entonces Raoul se vistió y salió del apartamento.

***

Cal estaba confundido. Tras aceptar la idea de que un apresurado Raoul acababa de pasar ante sus ojos para atravesar la puerta que conducía a Ceres, comenzó a preguntarse si debería informar a sus Maestros del asunto.

Sin embargo, Iason estaba encerrado en su estudio y absorto en algún cálculo complejo, mientras Riki estaba en medio de una rutina de ejercicios en el gimnasio. No le apetecía molestarlos y consideró apropiado esperar a que uno de ellos se liberara, lo que sucedió unos veinte minutos después.

Riki salió del gimnasio con una toalla sobre los hombros. "Voy a ducharme", advirtió, pero la expresión vacilante del joven mueble le hizo volver sobre sus pasos. "¿Qué está pasando? ¿Hay algún problema?"

"No lo sé, Maestro Riki", respondió el chico. "Hace veinte minutos vino Lord Am, pero no se quedó. Tomó la salida a Ceres".

"¡¿Raoul fue donde Guy?! ¿Por qué no me lo dijiste de inmediato?" Riki literalmente arrojó la toalla contra la pared y, sin dar al mortificado eunuco la oportunidad de explicarse, fue hacia la puerta involucrada.

Corrió por el túnel que conducía al almacén. La vívida imagen de Raoul desollando la espalda de Guy con su látigo, o peor apretando su cuello hasta estrangularlo, tomó forma en su mente. Entonces se dio cuenta de que sólo llevaba un par de pantalones cortos y estaba descalzo y desarmado.

'¡Joder, debería haber avisado a Iason! Si Raoul está fuera de sí, no podré detenerlo yo solo.' Con estos pensamientos en la cabeza, llegó a la puerta del apartamento cuya cerradura estaba estropeada. '¡Mala señal, maldita sea!' Entró y oyó ruidos procedentes del dormitorio. ¿Gritos? No, gemidos sexuales, ¡y la voz era la de Raoul!

Silencioso como un gato, siguió las voces y se asomó a la habitación. La escena que lo recibió iba más allá de cualquier comprensión lógica: Raoul estaba a cuatro patas sobre la cama y Guy lo estaba follando por detrás. Sin creer lo que veían sus ojos, Riki volvió sobre sus pasos y regresó a casa.

***

Aproximadamente media hora más tarde, Lord Am llamó a la puerta del refugio subterráneo. Riki, ya fuera de la ducha y completamente vestido, fue a abrir.

"Riki" "Raoul" Los dos intercambiaron un rápido rebote de saludos.

"Cal me dijo que te vio pasar hace una hora", agregó entonces el mestizo. "¿Fuiste a ver a Guy? ¿Cómo está él?"

"Está en perfecto estado de salud. Tenía que hablar con él de algunos asuntos urgentes”, respondió rápidamente el rubio.

"Oh, ok." Riki dejó pasar un solo momento de silencio embarazoso. "¿Quieres que vaya a buscar a Iason?"

"En otro momento. Ahora tengo trabajo que hacer". Raoul tenía prisa por irse. Caminó unos metros en dirección a la puerta opuesta, pero Riki lo detuvo. "Si alguna vez necesitas hablar con Guy de nuevo, no es necesario que pases por acá. El túnel rodea todo el refugio y conecta directamente a Midas con Ceres, sólo tienes que girar a la izquierda antes del cruce".

"Si es que vuelvo a tener esta necesidad, lo tendré en cuenta", respondió el Blondie desinteresadamente. "Buenos días, Riki".

"Buenos días para ti también, Raoul".

Todavía incrédulo, Riki se tiró en el sofá frotándose las sienes.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).