Capítulo 6
Viernes, 31 de diciembre de 2009 (Pasado)
Se acercó a la barra del bar para tomar asiento y evaluar quien sería la persona elegida que lo acompañaría en esa noche, pensó en llamar a Boney, pero considerando la hora ella ya debería tener planes así que mejor sería conseguir carne nueva, y quien sabe, quizás podría encontrar a alguien interesante, la sola idea le emocionaba, hacía un tiempo que nadie le llamaba lo suficiente la atención.
Considerando la fecha era más fácil identificar a las personas que solo llegaban buscando con quien pasar la noche.
Tenía uno que otro candidato en la mira, desde una chica rubia bajita con una delgada cintura, pero grandes pechos hasta un tipo de cabello castaño con un increíble trasero que se encontraba bailando en la pista.
Tan ensimismado se encontraba viendo las posibilidades que no se había percatado que justo a su lado se encontraba sentado una de las mayores bellezas que hubiera visto en su vida, aquel sujeto poseía un grandioso cuerpo, por su ajustada ropa pudo ver que poseía el cuerpo bien marcado aunque de un menor tamaño que el suyo, además, esos pantalones deberían de ser ilegales, marcar tanto esas piernas y ese trasero era un delito por lo malditamente bien que le hacía ver y lo apetecible que se veía. Debía ser suyo.
-Te invito un trago- Trafalgar lo había visto, vio como evaluaba a otras personas, pero no pensó que el sería el elegido al final. El que le acababa de hablar era un pelirrojo muy alto que gritaba varonil y salvaje por todos los poros, si las cosas iban bien podía ser una noche interesante.
Obviamente no contesto, simplemente hizo un gesto de indiferencia y se concentró en su copa.
-Nunca te había visto por aquí antes- Comento casual Kid- De haberlo hecho te recordaría perfectamente- Le reparo de pies a cabeza.
-Me recomendaron este lugar- Contesto para no enfriar el ambiente- Y decidí venir a conocerlo y tal vez llevarme alguna experiencia conmigo.
-Yo puedo hacer que te lleves una muy buena experiencia- Contesto con coquetería.
- ¿Ah sí? - Susurro suavemente mientras alzaba una ceja.
-Sí- Kid acerco su rostro al contrario mientras decía aquella pequeña pero significativa palabra. Él no era mucho de coquetear, pero esos ojos le atraían de sobremanera.
- ¿Kid lo de siempre? - Le pregunto el bartender. Este se llamaba Heart, era uno de sus amigos, siempre le cubría y le ayudaba con sus conquistas.
-Sí y una para mi acompañante.
Mentirían si no admitieran que sintieron cierta tensión entre ellos, eran como dos depredadores listos para atacar, solo esperaban que uno mostrara un momento de descuido para lanzarse encima del otro.
Luego de tomar su copa el de cabellos oscuros hablo.
- ¿Te gustaría salir de este lugar? - Realizo un gesto señalando la salida con su cabeza.
-Me encantaría- El que realizo la propuesta se levantó, para luego ser seguido por el pelirrojo que no desaprovecho la oportunidad de detallar la figura de su muy posible amante en turno. Y por lo que veía vaya que lo disfrutaría.
Ambos se levantaron de sus asientos no sin antes dejar el dinero correspondiente por las bebidas adquiridas, una vez afuera ingresaron en el callejón contiguo al bar.
No sabían quién inicio que, no saben si el fuego que sentían por dentro se debía al calor de la noche o si sus cuerpos frotándose eran los responsables de ese sentir.
- ¿Cómo te llamas? - Pregunto entre besos el de flamante cabello rojo, mientras sus manos masajeaban aquellas apetecibles nalgas, desde que comenzaron con aquello no había desaprovechado la oportunidad de apretarlas.
- ¿Eso importa? - Respondió con cierto toque de burla oculta entre la intensidad con la cual ambos se besaban, mientras sus manos se encontraban enredadas en aquel flamante cabello.
-En realidad no- Contesto igual de excitado
Ambos se separaron un poco para intentar quitar las prendas del contrario que para este punto ya sentían que estorbaban. Kid al ver el torso del contrario supo que sería su perdición, de eso estaba seguro. Los tatuajes lograban que esa acanelada piel se viera cada vez más exquisita. Desde que lo vio supo que con él tendría una excelente noche.
Pero pronto se dieron cuenta entre besos y manoseos que habría un pequeño problema, ambos querían dominar el encuentro.
-Lo siento amigo, pero yo no recibo ni los buenos días así que hoy serás tú el que se entregue- Hablo con humor Kid mientras metía su mano en el pantalón del contrario con dirección a su entrada, claro no sin antes volver a masajear esas apetitosas nalgas que habían sido uno de los atributos que le hicieron hablarle a Law.
-Acaso tienes miedo de que te guste- Respondió con burla mientras friccionaba ambos miembros por sobre la ropa.
-No, pero sé que de los dos tú serás el que más lo disfrutaría, así que no quiero quitarte el privilegio de recibir una buena cogida de mi parte para que te lleves una buena experiencia- Le beso el cuello para luego introducir el primer digito sin que el contrario opusiera resistencia.
-Si serás un cabrón- Contesto con cierto fastidio el de cabellos azabaches- Solo por hoy me permitiré ceder, no sea que lastime tu orgullo de macho- Le pico, sabía desde el momento en que el otro comenzó a mordisquear su cuello que hoy el no sería el que diera y no era como si le importase mucho, el sexo siempre era disfrutable no importaba la posición que tomase.
El contrario sonrió con orgullo por su triunfo, nunca nadie le haría ceder, siempre lograba convencerlos.
A lo lejos entre sus gemidos solo pudieron oír como un murmullo lejano a las personas festejando por un nuevo año.
Esa noche compartieron una de las muchas noches venideras, llenas de sexo sin control en el que solo se contactaban para hacerlo. No eran nada y no tenían por qué tenerse fidelidad, simplemente si lo querían lo hacían sin más.
Lunes, 02 de noviembre 2015 (Pasado)
Ese día Zoro y Sanji concordaron dar un paseo por la ciudad, después del primer día en que se conocieron como había predicho Sanji, Judge le había obligado a seguir frecuentándose con el peliverde. Y aunque en esas primeras reuniones ambos se la pasaban peleando (cosa que en realidad no deja de pasar) ambos en silencio comenzaron a apreciar la compañía del otro, tanto que Judge ya no instigaba a su hijo a pasar tiempo con el futuro abogado, eran ellos mismo los que se buscaban con la excusa de que de todas maneras les "obligarían" encontrarse, escusa que con el pasar del tiempo dejaron de dar y ahora solo se reunían porque habían consolidado una extraña amistad llena de respeto disfrazado de insultos y bromas, aunque claro habían momentos pacíficos como el de este día en especial.
Ambos estaban sentados en la banca de un pequeño parque para admirar por un momento el paisaje antes de continuar con su paseo.
El celular del rubio comenzó a sonar y al ver que la persona que le llamaba era la enfermera de su mamá solo pudo preocuparse sin imaginar la noticia que recibiría.
- ¿Sanji-kun? - Escucho que preguntaron del otro lado de la línea.
-Sí- Respondió rápidamente para luego preguntar con cierto nerviosismo- ¿Paso algo Kotoko-san?
- Sora-San será dada de alta la próxima semana, su nuevo tratamiento ha sido un éxito- Respondió con alegría.
-No me mientes Kotoko-San... Mamá saldrá- Quería llorar en esos momentos de la emoción.
-Sería incapaz de hacer algo semejante. Le avisaré el día exacto y la hora para que vengan por ella.
-Muchísimas gracias Kotoko-San
-De nada Sanji-Kun
Al finalizar la llamada el rubio no cabía de la emoción.
- ¿Que sucede ero-Cook? - Pregunto un tanto preocupado el peliverde al ver la poca actividad en su compañero y como este miraba fijamente a un punto inexistente.
-Marimo- Escucho decir aquel característico apodo en un susurro, Zoro podía asegurar que el rubio se encontraba llorando en esos momentos.
- ¿Oye tranquilo que sucede? ¿Estás bien? - se intentó acercar.
-Ella... regresará a casa- Abrazo al moreno, sentía en esos momentos que era lo único que necesitaba.
-No entiendo a lo que te refieres- Estaba confundido, hasta hace un momento el rubio se encontraba perfectamente bien y ahora lo tenía entre sus brazos llorando- Pero de algo puedes estar seguro, yo estaré aquí para ti no tienes de qué preocuparte todo estará bien.
-No, es bueno es realmente bueno- Se secó las lágrimas mientras le mostraba una pequeña sonrisa al otro- Gracias. - Le dedico una cálida sonrisa aun con sus ojos algo húmedos por las lágrimas que habían escapado de sus ojos por tan excelente noticia.
El abogado se sonrojo ante lo dicho, además, había sido una vista hermosa ante sus ojos. No había mucha diferencia de altura entre ambos, pero ver que el contrario podía llegar a depender de él y mostrarse vulnerable cuando no lo era le hacía sentir especial.
-No es nada- Le miró fijamente.
*Es realmente hermoso* fue el pensamiento que se cruzó en la mente del de cabellos verdes, antes de si siquiera pensarlo unió sus labios con los del rubio, dejando un lento beso lleno de sentimientos tan desconocidos y a la vez tan conocidos para ambos. No dirían que ninguno notó los sentimientos que brotaron entre ellos después de convivir por más de tres años, no dirían que no se esperaban que esto sucediera en algún momento, claro que sus orgullos interfirieron un poco en que pasara antes, pero ninguno espero que sus sentimientos fueran así, tan profundos y calmos, como si nada pudiese estropearlo, como si el mundo fuese mínimo ante lo que sentían en aquel momento y ambos tuvieron en claro lo que debían decir a continuación.
-Sanji- Dijo en un murmuro después de separar sus labios de los del contrario- ¿Quieres salir conmigo? - Realizo la tan esperada propuesta.
-Si- Murmuro en respuesta para luego volver a besarlo.
Ambos se sentían tan plenos y completos en ese momento, había sido un día maravilloso.