Ron Weasley no podía creer lo que veían sus ojos, la profesora McGonagal y Hagrid caían muertos, la macabra risa de El Que No Debe Ser Nombrado retumbaba en sus oídos, sintió miedo como jamás lo había hecho antes, sintió ganas de salir corriendo, tomar a la chica y huir pero no podía dejar a Harry ni a su familia ahí, su quijada comenzó a tiritar de miedo, estaba paralizado, viendo sin ver los cuerpos de la profesora y su amigo tirados en el suelo.
-¡Eres un maldito infeliz!- Grito Harry lleno de rabia, lo que hizo reaccionar a Ron quien miró como se lanzaba contra Voldemort, el volvió a reír y con un solo movimiento de la varita hizo que la varita de Draco se envolviera en llamas convirtiéndose en cenizas casi al instante en las manos de Harry.
-Estamos muertos- Murmuró Ron presa del pánico, ahora más que nunca tenía la necesidad de salir huyendo.
El Señor Oscuro lanzó unas cadenas de la punta de la varita para aprisionar a Harry y posteriormente hizo que levitara tras de él mientras se dirigía hacia donde se encontraban los sobrevivientes de la batalla mirándolos con un odio profundo. La multitud presa de terror y horror retrocedió unos pasos para tratar de guardar una distancia segura pero sabían que ya no volverían a estar seguros otra vez. Los mortifagos sobrevivientes y que no desertaron aparecieron detrás de los que les hicieron frente hacia apenas unos instantes para evitar que huyeran, no tenían escapatoria.
-Les ofrecí una oportunidad para unirse a mi- Comenzó a decir el Señor Oscuro con una voz fría y llena de rencor mientras este aun caminaba a los sobrevivientes con un paso tranquilo pero decidido- Les ofrecí protección y dejarlos tranquilos, pero decidieron revelarse en mi contra y eso les costará la vida.
Voldemort se detuvo para admirar la belleza del terror que aquellos que le hicieron frente tenían reflejado en sus rostros, y sonrió por ello, recorrió con la mirada a cada uno de ellos para gozar mas su triunfo y entonces lo vio y una oleada de cólera recorrió su cuerpo, cosa que se manifestó con una especie de onda de energía que emergió de su ser haciendo que todos los presentes casi perdieran el equilibrio.
-Tú mataste a Nagini- Dijo con una voz cargada de rabia mientras señalaba a Neville Longbottom.
Neville, que aun cargaba la espada de Gryffindor intentó retroceder, pero tropezó con unos escombros que se encontraban de tras de él, lo que ocasionó que callera de espaldas. Voldemort dio un paso hacia Longbottom y con un movimiento de la mano también lo hizo levitar.
Ron tomó a Hermione e hizo que su rostro se hundiera en su pecho, tenía el presentimiento que algo horroroso estaba a punto de ocurrir.
-¡Suéltame maldito perro!- Masculló Neville.
-Pagarás por lo que hiciste- Voldemort lo miro con desprecio haciendo un nuevo movimiento con la varita.
El pelirrojo tuvo razón con su presentimiento, el Señor Oscuro hizo que Neville levitara un poco más alto y posteriormente grandes trozos de escombro flotaron alrededor del chico y entonces estos comenzaron a girar y a ganar cada vez más velocidad y de la nada cada uno de los escombros casi del tamaño de bludgers golpearon cada parte del cuerpo del chico, algunos eran tan afilados que cada golpe provocaba que el chico sangrara a grandes chorros con cada impacto que recibía.
Ron y los demás miraban la escena horrorizados, unos gritaban y otros chillaban por el horror que pintaba la escena, “Tenemos que escapar de alguna forma” pensó el joven Weasley.
-¡Detente! ¡Ya basta!- Gritaba Harry desesperado y con una gran sensación de impotencia.
-Claro que me detendré- Le respondió Voldemort sin mirarlo, los trozos de roca se detuvieron de golpe para luego caer al piso. El Señor Oscuro se percató de un objeto plateado que brillaba bajo la luz del amanecer.- La mataste con esa arma.
El Señor Oscuro atrajo la espada a sus manos observándola con asco y rencor y con un nuevo movimiento de la varita atrajo también a Neville hacia él, Voldemort levanto la espada y la clavó en el corazón del joven quien al sentir la hoja atravesándolo abrió los ojos de par en par para posteriormente sentir que todas sus fuerzas abandonaban su cuerpo.
-N…no ganarás…-dijo Longbottom con su último aliento para después expirar.
Una nueva oleada de pánico y horror recorrió a cada uno de los presentes, Harry no pudo dejar de gritar nuevamente y llorar por su amigo caído, Voldemort lo miró sonriendo, las cadenas que ataban a Potter se tensaron aun mas sintiendo como cortaban la circulación de la sangre.
-Hace tiempo te dije que iba a matarte e iba a destruirte- Dijo Lord Voldemort con una voz tranquila pero fría- Pero antes de eso quiero que observes como tus amigos morirán.
-Detente, por favor, solo me quieres a mí, déjalos ir-Suplico Harry, pero como respuesta solo obtuvo una nueva carcajada.
El Señor Oscuro levantó sus brazos al cielo y una nueva onda de energía recorrió el castillo, un segundo más tarde un fuerte sonido de cristales chocando entre sí inundo el ambiente.
-Por favor, no lo hagas- Suplico una vez más Harry, sus lagrimas le recorrían el rostro, sabía que seguía, lo había intentado contra él y Dumbledore en el ministerio de magia hace dos años, pero esta vez era completamente distinto, ya no había nadie quien pudiera ayudarlos.
Ron y Hermione observaron toda la escena, hace unos momentos que ella se había separado del pecho del pelirrojo, el sonido de los cristales cada vez se hacía más fuerte y entonces vieron los grandes trozos de vidrio emerger por todas partes del catillo en ruinas y detenerse encima de Voldemort. Los chicos sintieron un terror frio invadir su cuerpo.
-Disfruta esto Harry, recuerda que esto es el precio que tuvieron que pagar por salvarte.
Con un movimiento de la mano los cristales avanzaron hacia sus amigos, compañeros y profesores a una velocidad sorprendente y deteniéndose frente a los mortifagos para luego caer al piso, algunos de aquellos que intentaron ayudar a Potter tuvieron la suerte de protegerse con sus varitas, pero solo muy pocos, los que no fueron cayendo uno a uno desangrándose.
-¡No!- Grito Harry con todas sus fuerzas gritaba con dolor una y otra vez esa misma palabra, el dolor que sintió en el alma se sentía como si estuviera quemándose en una hoguera, ahora solo deseaba morir.
Ron se sentía incapaz de moverse, los cristales ya habían pasado hace apenas unos instantes a su alrededor, pero no fue rápido para levantar su varita, aun así, a pesar del miedo no sentía algún dolor punzante en su cuerpo, solo sentía un leve peso rodeándolo, bajo la mirada y comenzó a llorar por el miedo, Hermione había abrazado su cuerpo para protegerlo, ella no llevaba su varita, con horror vio tres grandes trozos de cristal que habían atravesado la espalda de la chica. Lentamente Hermione fue resbalando por el cuerpo del pelirrojo sintiendo como sus fuerzas iban drenándose.
-Ay Dios, no, tu no- Rezó en voz baja Ron mientras la abrazaba para no permitirle caer, muy despacio la acostó boca abajo.-No me abandones, por favor.
La voz de Ron cada vez se escuchaba mas entrecortada por el dolor y la impotencia que sentía, ella estaba muriendo.
-R…Ron, ti…tienes que es…capar-Decía Hermione con una voz cada vez más débil.
-No, no me iré sin ti- Respondió él llorando cada vez más fuerte.
-No seas t…tonto, ya es tarde p…para mí- Dijo ella mientras unas lagrimas salían de sus ojos- Las de…fensas del castillo est…an rotas, puedes huir.
-Por favor, no me pidas que me valla.
-Cui...date Ronnie, se fuer...te y... tra…ta de ser fe...liz- Le pidio la chica con su último suspiro…
Ron grito de dolor mientras abrazaba el cuerpo de la joven bruja, no sabía qué hacer ahora. Harry escucho el alarido de Ron y el también gritó llorando, su mejor amiga estaba muerta.
-Pudieron ahorrarse todo esto- Dijo el Señor Oscuro entre risas.- Atrapen a los sobrevivientes.
Los mortifagos se movieron rápido desarmando a aquellos que aun quedaban de pie y llevándolos como prisioneros. Voldemort miró nuevamente a Harry y se acerco a él sonriendo y sintiéndose orgulloso porque al fin había ganado.
-Ahora es tu turno, y esta vez me aseguraré en persona que mueras
Harry sabía que era completamente imposible salir de esta, el Señor Oscuro lo tomó del cuello con su mano fría y con un rápido movimiento de la varita le provoco una herida similar a la de Snape, sintió como su sangre salía a borbotones por la herida, su vista se nublaba poco a poco a pesar de tener sus gafas puestas, sintió también como iba perdiendo sus fuerzas, miro a su alrededor y alcanzó a mirar a Ron abrazando aun a Hermione, el lo miraba también.
-¡Huye!- Articulo Harry con las fuerzas que le quedaban, Voldemort se dio cuenta y volteo la mirada hacia el pelirrojo.
Ron sintió la siniestra mirada de Lord Voldemort sobre él, lo más rápido que pudo y con el máximo cuidado se puso de pie tratando de no golpear el cuerpo de la chica y se preparo mentalmente para echar a correr.
-Atrápenlo- Grito Voldemort a sus mortifagos, dos de ellos se lanzaron a correr hacia el chico.
Ron no dudo en correr, lo hizo en dirección al bosque prohibido, mientras lo hacía pidió perdón mentalmente a sus amigos por abandonarlos, pero sabía que ya no podría hacerlo en persona, ya no lo escucharían otra vez ni él a ellos, ya estaban en un lugar mejor.
Grandes chorros de luz verde y roja caían a su alrededor, uno de los rayos verdes paso a escasos centímetros de su rostro, Ron no sabía bien a donde iba, solo sabía que no debía detenerse por nada del mundo, las maldiciones seguían cayendo a su alrededor implacables, unos instantes después de internarse en el bosque sintió arder sus pulmones como si clamaran piedad, los músculos de sus piernas pedían que parara y tenía la sensación que su corazón le saldría por la garganta, pero no podía parar, los mortifagos lo matarían o lo llevarían con Voldemort y él lo haría.
-Vamos Ron- Se dijo a si mismo entre jadeos- No te rindas ahora…
De pronto, el pelirrojo sintió que el piso iba empinándose tanto que ganaba más velocidad mientras recorría ese camino, de la nada hubo una explosión apenas a un metro de él, por la fuerza del estallido Ron tropezó y comenzó a caer y a rodar golpeándose los brazos, la cara, las piernas, cuando se detuvo, trato de levantarse y seguir su carrera pero el agudo dolor que tenia por los golpes se lo impidieron, cayó nuevamente al piso y tuvo la sensación de querer vomitar, comenzaba a pensar con dificultad, aun así pudo escuchar los pasos de los mortifagos que lo perseguían. Se obligó a levantarse y entonces recordó lo que le dijo Hermione, las defensas del castillo están rotas, por lo que probablemente también en el bosque, podría desaparecerse.
Tomó su varita y trato de concentrarse para poder irse pero el dolor que sentía y las decenas de pensamientos y recuerdos que recorrían su mente no se lo permitían, Ron vio llegar a los mortifagos que se colocaban frente a él y con su último pensamiento vago desapareció dejando todo atrás.
Sintió que se mecía suavemente, pero se encontraba demasiado cansado para abrir los ojos, un aroma agradable lo rodeaba, se le hacía familiar de alguna forma, haciendo un esfuerzo sobrehumano logró abrir un poco los ojos y vio un cielo claro, alcanzó a distinguir algunos árboles a su alrededor, por un instante pensó que la desaparición no había funcionado y que había sido atrapado, pero se dio cuenta que los arboles eran de cierta forma distintos a los del bosque prohibido, el pelirrojo también se percató que era cargado por alguien, trato de ver quien lo llevaba, pero el cansancio lo venció, cerró nuevamente los ojos y se quedó profundamente dormido.