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Daddy Issues por mfernandasadiklover

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Notas del capitulo:

¡Hola! comenzaré diciendo, que este fic será relativamente corto, además contendrá temas que pueden ser sensibles para alguien así como contenido adulto. 

Si no tienen problemas con eso, por favor continúen y disfruten. 

Perdón si se me paso alguna falta de ortografía o cualquier error que tenga el texto. no duden en comentar si es el caso. 

Nos leemos en las notas finales.

El chico rubio pasó el resto del viaje en silencio. Es sofocante no saber que piensa esa cabeza rubia. No le ha mirado ni un poco y cuando le habla responde con sonidos cortos.

Lo peor es que no deja de morder su dedo, seguramente debe estar lastimado, pero Harry no tiene el valor de decirle que se detenga. No quiere hacerlo enfadar aún más.

Cuando lo deja fuera de la residencia de estudiantes, lo mira de reojo, sin embargo, Draco no parece tener intención alguna de hablarle.

¿El sexo no fue bueno? ¿Acaso no lo trato bien? ¿Qué hizo para que Draco lo odiara de esta forma? ¿Estaba asqueado? Con su cabeza hecha un lío de pensamientos negativos, solo puede mirar al hurón salir del auto.

Aprieta los labios conteniendo la amargura que la indiferencia le provoca, pone en marcha el motor para irse. Por primera vez piensa que quiere beber hasta desmayarse.

Escucha un ruido en la puerta y al mirar ve los ojos grises mirándolo. Se queda quieto sorprendido de que el hurón volviera. Entra rápidamente al auto y estira sus labios para darle un suave beso.

Fue tan ligero que casi supuso que lo había imaginado, pero el sonrojo en las pálidas mejillas lo delata. Draco lo mira avergonzado y estira nuevamente su boca para que Harry la bese.

Cierra los ojos cuando Potter lo toma de la nuca y lo atrae para besarlo. Esta vez los cálidos labios son fuertemente presionados, sonríe un poco al entender que no le da asco a su chico frío, tal vez solo era vergüenza.

Tomó la primera vez del niño, puede ser que solamente está confundido, le acaricia la pequeña oreja de hurón y sonríe cuando los ojos grises le miran apenado.

“¿puedes estar conmigo mañana?” le pregunta suavemente. Observa la indecisión en los ojos bonitos. Sonríe para darle confianza.

“No puedo, tengo que estudiar todo el fin de semana”. La voz suave de su dragón era tan bonita de escuchar. Le acaricia el lóbulo de la oreja y tira de ella suavemente.

“Llámame cuando puedas, estaré esperando”. Le da un beso suavemente a su nariz, el chico asiente. Pensó que se marcharía, pero se queda, lo mira con tanta timidez que Harry únicamente quiere tomarlo y hacerle el amor nuevamente mientras le dice lo perfecto que es.

Estira su cuello y besa la mejilla morena. Deja escapar un suspiro tembloroso cuando Draco finalmente se marcha. Eso fue tan tierno opina sonriendo. Solo está confundido con un poco de tiempo entenderá que le gusta ser amado por otro hombre. Por mí.

Draco no lo ignoraba por qué odio lo que paso. Recostó su cabeza contra la puerta y se quedó ahí quieto, todavía sentía los labios de Harry sobre su boca, tenía el corazón acelerado y sabía que debía estar sonrojado por el ardor en su rostro.

Nervioso aprieta sus puños y gime suavemente al sentir el dolor en su pulgar. Tiene una herida provocada por sus nervios y su ansiedad.

No odia a Harry, pero realmente no quería mirarlo. Por qué inevitablemente recordaba lo que sucedió, se había entregado tan fácilmente a un hombre, permitió que los labios de ese viejo se pusieran sobre su cuerpo.

¡Realmente permitió que un pene sucio entrara en su cuerpo! ¡Tan humillante! Debió ser él quien tomara a Harry, no obstante, pensando en eso, le daba vergüenza imaginar sosteniendo al hombre mayor.

Dejo escapar un gemido bajo, le dolía la cadera, solo quería dormir, se sintió ligeramente culpable de haberle mentido a Harry, todavía no aclaraba su mente y deseaba un poco de espacio.

Se negaba a creer que realmente se había enamorado o algo similar de otro hombre. ¿Qué opinaría su padre de esto? Movió la cabeza rápidamente era mejor no reflexionar sobre eso. Seguramente volvería a ser castigado como cuando era niño y cometía un error.

Era mejor que no se enterara de esto.

Escucho golpes en la puerta y se sobresaltó de inmediato. ¡¿Harry?! Supuso sorprendido. Dejo escapar el aire y arreglo su cabello peinándolo, calmándose lo más posible abrió para recibirlo.

Pansy le miraba sonriendo. Draco se sintió disgustado de inmediato, por dos razones realmente fastidiosas. Primero había sentido desilusión al saber que no era Harry y la segunda era porque la mirada de la chica era insoportable.

“Bueno, dame detalles”. Ella le miró sonriendo, se dejó caer en la cama de la habitación esperando la información.

Dejo escapar un suspiro cansado, seguramente su amiga se había pasado mirando por la ventana hasta que llego.

“No sé qué quieres”. Le responde y abre su armario para poder ponerse algo más cómodo. Ella bufa enojada.

“¡no seas así Draco! Quiero saber cómo te fue. Pensé que volverías mañana” la mira a través del espejo. Se notaba emocionada, pero sinceramente no quiere decirle por qué adelantaron su viaje.

“Fuimos a la cabaña de Potter, luego note que el bosque no es lo mío, los insectos, el polvo, el frío”. Quito su chaqueta y cayó en cuenta que Harry seguramente había dejado marcas y que ella con ese ojo inteligente que tenía las vería de inmediato.

“¿estás bromeando conmigo? Pasaste una noche en un solitario bosque con un hombre que te trata como la séptima maravilla del mundo ¿y supones que voy a creer que nada paso?” Pansy levanta una ceja escéptica y le mira malhumorada.

“¿Por qué tendría que pasar algo? No me gustan los hombres lo sabes bien”. Desvió la mirada ante su descarada mentira, sin embargo, era un poco humillante aceptar que ella tenía razón.

“A Lucius no le gustan los hombres”. Draco giro su cabeza de inmediato. Ella se encogió un poco ante la mirada severa que recibió. Hablar del padre de su amigo era un tema tabú.

Siempre se ponía sensible y de mal humor, si su padre rechazaba a su pareja sin importar que llevara tiempo con ella, Draco la dejaba sin ninguna explicación, ese era el poder que tenía Lucius Malfoy sobre su hijo dominando cada aspecto de la vida de su amigo.

Pero era tan claro para ella como Draco quería monopolizar a ese hombre. Incluso si él negaba su atracción, no podía seguir mintiéndose por siempre. Menos cuando parecía realmente feliz desde que lo conoció.

“Solo acepta que te gusta ese señor Potter y que lo quieres solo para ti”. Drago arrugó el entrecejo porque eso era exactamente lo que había pasado.

Dio un suspiro cuando se marchó, su amigo no revelo ni un exclusivo secreto jugoso, tal vez se había equivocado y Draco el hurón cobarde no logró dar ningún paso para aceptarse a sí mismo.

Cuando ella se marchó, pensó mucho en lo que Pansy dijo, se recostó en la cama mirando el techo, se sentía somnoliento, ya que le mintió a Potter no tenía ningún compromiso lo mejor era descansar. Aún le dolía el trasero, tal vez debió dejar que el pelinegro lo atendiera.

Antes de quedarse dormido, una vaga sensación llego a su cerebro. Era una idea, no, un recuerdo, de cuando era más joven.

“Escuche lo que le mencionabas a tu madre, un Malfoy siendo un desviado. Estira el brazo Draco, eres joven estoy a tiempo de corregir tus desviaciones”.

Abrió los ojos completamente asustados de sus recuerdos, jadeando por el pesar miró su brazo, el tatuaje que poseía era un recuerdo latente de lo que sucedía cuando desobedecía.

Una marca que le dejaba claro el poder que poseía su padre en su vida. Incluso metiéndolo a una acabada secta terrorista, negó con pesadez al recordar como todas las esperanzas de Lucius se hicieron añicos cuando el jefe de la organización fue descubierto y asesinado.

El que pago el precio fue su hijo, su padre vertió todo el odio en él. 

No Draco, no puedes tener esos amigos. Golpe.

No Draco, un Malfoy no actúa así. Golpe.

No necesito un hijo desviado. Golpe.

No puedes ser feliz Draco porque yo no lo soy. Golpe.

Debes aprender por las buenas o por las malas. Golpe.

¿Y ahora realmente iba a desobedecer a su padre por una estupidez?

¿Qué hago jugando con ese viejo? Se preguntó. Si su padre se enteraba… Miró el reloj de la mesita y advirtió que en realidad había dormido toda la tarde. Observo su celular. Tenía un mensaje de Harry.

“(¿Cómo sigue tu cuerpo huroncito?)” leyó la frase y se mordió el labio inferior angustiado. ¿Qué fue lo que hice? Se preguntó nuevamente, tuve sexo con un chico si padre se entera va a matarme.

Estaba tan asustado que supuso que era mejor que no siguiera relacionándose con ese hombre, como un cobarde huiría de sus sentimientos.

Sin contestar el mensaje, llamo a Pansy, iría una fiesta, era mejor detener todo antes de que supieran su sucio secreto. Cuando estaba por salir su celular vibro.

“(buenas noches, dragón, espero duermas bien. ¿Cuándo podremos vernos? Te extraño)” su corazón se aceleró al leer eso. También lo extrañaba, a esta hora comúnmente estaba en casa de Harry mientras comía algo delicioso recostado sin preocupaciones en el sofá.

Dejo el celular en casa, sería mejor que no lo llevara porque seguramente se tentaría y le hablaría al hombre.

El ruido le lastima los oídos, las luces le marean y fastidiado por su propia infelicidad se sienta en la barra y bebe hasta olvidar porque está tan triste.

“Amigo ¿qué sucede contigo?” elevo la mirada hasta Blaise que le contemplaba con una ceja alzada. Se encogió de hombros fingiendo estar desinteresado. 

Como decirle que estaba apenado porque unilateralmente decidió cortar su amistad con Harry. Claro sin mencionar que le duele el culo por haber tenido un pene enterrado toda la noche.

Porque era un anciano, pero el maldito no se detuvo hasta que Draco entre sollozos le pidió que se detuviera. Seguramente mi cuerpo le encanto, parecía muy feliz mientras me tocaba concluyó satisfecho.

“¿Te sientes bien? Tienes la cara roja y sinceramente me asustas”. El joven Malfoy bufo fastidiado al escuchar a Blaise, se aclaró la garganta y le miró para saber qué diablos quería.

“¿y bien?” preguntó impaciente. Sentía un ligero dolor de cabeza y sinceramente no estaba de humor para lidiar con su amigo.

“Bueno una chica preciosa, cree que eres bastante bueno para ella”.

Draco amaba sentirse deseado, tal vez a raíz del desprecio que normalmente sentía provenir de su padre. Por eso, coqueteo con ella, bebió y siguió fingiendo que realmente la chica rubia le gustaba.

Mueve la cabeza cuando ella trata de besarlo, no quiere besos. Ni sexo romántico, sinceramente solo desea ir con Harry y dejarse sumergir en sus brazos donde se siente tan amado.

Pero terco y autodestructivo como es, decide quedarse quieto cuando ella abre su camisa y besa su cuello. La observa tenderse en la cama, y por unos breves instantes se ve a sí mismo recostado esperando que Harry le hago el amor.

Traga saliva, de repente siente su boca muy seca. Se subió a la cama y desabrocho sus pantalones. Ella gimió cuando Draco tomó unos de sus regordetes pechos. 

Malfoy no planeaba detenerse.

 

Camina tambaleándose, estaba muy mareado y no sabe exactamente que hace en la puerta de Harry, sin embargo, tiene la leve sensación que va a morir si no logra sentirlo cerca, si no observa sus ojos verdes y escucha su voz decirle que todo está bien, que confíe en él. 

Que deje todo en sus manos que él va a cuidarlo.

Cuando abren la puerta que golpeo con fuerza por no poder controlar sus extremidades. Observa un brillante cabello rojo.

Parpadea confundido. Abre la boca y la cierra compulsivamente, ella le mira asustada, nerviosa de tener un borracho en casa por la madrugada.

 “Hija de puta”. Murmura y le da un fuerte empujón para apartarla de la puerta.

Harry está en la cocina junto a su hija, ella canta emocionada y feliz de compartir con su padre. La visita de ellos había sido planeada de último momento, ya que el hurón estaba ocupado él trataría de llenar su ausencia con la felicidad de tener a sus hijos.

Cuando la escucha cantar recuerda a Draco y lo desafinado que es, es distraído por el recuerdo de sus gemidos que resuenan en sus oídos y luego reconoce la voz de su hurón en la entrada de la casa causando un alboroto, de inmediato corre para saber que sucede.

Encuentra a su hijo mayor sosteniéndolo del cuello apresándolo contra la pared, abre los ojos y queda un breve momento sorprendido, recobra el sentido rápidamente y en pasos veloces se acerca para apartarlos.

Cuando lo tiene entre sus brazos siendo protegido percibe el fuerte aroma a alcohol, se aleja un poco para mirar su rostro, ve lo lloroso que esta y mira enfadado a James.

“¿por qué lo proteges? ¿Lo conoces? ¡Ataco a mamá!” reclama su hijo. Harry desvía su vista hasta el joven rubio que gimotea con la cabeza enterrada en su pecho. Mi huroncito, piensa asustado de que James lo haya lastimado seriamente.

“Está ebrio” lo defendió Harry. Acaricio suavemente la espalda del chico para tratar de calmar el fuerte temblor que recorre su cuerpo. James le miró sorprendido.

“Harry, me dio un maldito empujón, entró a la fuerza a la casa y comenzó a gritar como un loco. ¿Quién diablos es?” Harry observó a Ginny que le miraba incrédula. 

Potter enmudeció, no tenía una relación formal con Draco, pero sin duda alguna estaba muy enamorado de él. ¿Qué debía contestar?

“¡es mi maldita pareja comadreja estúpida! ¡Mantén tus ovarios lejos de él!” Harry se mordió los labios al escuchar los gritos provenientes de Malfoy que seguía escondido entre sus brazos.

¿Es que había alguien más tierno y desesperante que Draco? El pelinegro tuvo la tentación de reírse. Bueno mirando el lado positivo del asunto, su niño respondió la difícil pregunta, el negativo eran las intenciones asesinas de su familia hacia él.

“Dragón, te llevaré a mi habitación ¿sí? Mantente callado”. Intento razonar con él, sin embargo, el chico ebrio y exaltado como estaba gritaba sin detenerse y el ruido solo era amortiguado levemente por la ropa.

“¿Me estás traicionando? ¡Creí que me querías! ¡Me cambias por una vieja!” Harry lo escucho hablar entre sollozos y se sintió muy culpable de sentirse tan excitado al escucharlo llorar de esa forma tan desgarradora y exagerada.

“¿Qué diablos sucede papá?” Esta vez es Lily la que habla. Le mira asustada, confundida y claramente molesta. “¿es verdad lo que dice?” pregunta y Harry no sabe cómo decirle que es totalmente cierto.

Deja escapar un cansado suspiro cuando logra calmar al dormilón hurón que duerme sin preocupaciones en la cama. Sin duda esta no era la manera en que deberían enterarse, pero se encogió de hombros sin interés. Estaba demasiado feliz como para importarle el desastre que había quedado.

Draco lo había llamado su pareja. No se oponía a la idea de serlo. Mañana se lo pediría formalmente, le declararía lo mucho que lo adora.

Cuando lo dejo arropado y verifico que estaba sin heridas, salió a dar la cara por lo que hizo Draco. Se quiso reír nerviosamente al observar la mirada disgustada de todos. Tenía algunas explicaciones que dar.

“Mi bebé solamente está jugando, es mucho más agradable cuando se encuentra sobrio”. Su familia se fue sin mencionar nada, el fin de semana tan esperado para ellos acabo de una manera horrible.

Harry se sintió un poco mal cuando quedó solo, sus hijos parecían muy decepcionados por su actitud pasiva ante las agresiones de su chico.

Tal vez debería regañar a Draco, sin embargo, el muchacho estaba tan ebrio que tal vez ni siquiera recuerde que sucedió. 

Seguramente le miraría confundido, comenzaría a llorar y preguntar por qué le grita y Harry terminaría con él en brazos todo el día sin avanzar en su trabajo o en nada en realidad.

 

 

A Draco le dolía fuertemente la cabeza, parpadeo tratando de ubicarse. ¿Dónde diablos estaba? Se preguntó dudoso. Luego su corazón se tranquilizó, era la habitación de Harry. Se levantó de la cama necesitaba con urgencia usar el baño.

¿Cómo llego aquí? Volvió a preguntarse ¿no estaba en un hotel con una chica? ¡Oh por merlín! Pensó asustado. ¿Qué hace en casa de Harry? ¿No había decidido cortar su relación con el pelinegro? Quería ir al baño, pero mejor buscaba a su viejo para entender que sucedía.

Temeroso y avergonzado por no recordar mucho, busco a Harry por la casa, lo encontró en su estudio, el hombre estaba revisando papeles y se veía tan atractivo que Draco perdió el aliento un momento.

Gimoteo al contemplarlo. De acuerdo reflexionó al observar sus ojos verdes mirarlo. Si estaba enamorado. Sollozo y camino hasta llegar donde él.

“¿Cómo durmió mi hurón borrachín?” le pregunto Harry mientras se sentaba en sus piernas. Draco hundió su cabeza en su cuello, doblando su espalda para encajar perfectamente.

“Harry”. Murmuro apenado. Sabía que cosas malas pasarían cuando su padre se diera cuenta de su relación. Porque Draco no sabe de qué manera lo hace, sin embargo, siempre encuentra un modo de saber cada uno de sus pasos. “Dame cariño”. Le pide mientras se abraza lo máximo posible a él.

Potter corresponde el abrazo, besando su cabello, acariciando suavemente su espalda para que el calor de su mano traspase la fina tela.

Tenía mucho trabajo, no obstante, una hora libre no matará a nadie.

“¿recuerdas que pasó anoche?” le pregunta dudoso, Draco bosteza y levanta la mirada, sus bonitos ojos grises le miran fijamente. Niega suavemente confundido, Harry esperaba que el hurón no recordara porque siempre pasaba eso.

Con cuidado lleva su mano hasta su mejilla acariciando, el chico rubio se apoya contra ella cerrándolo los ojos disfrutando de la caricia. Draco piensa momentáneamente que Lucius puede irse al diablo.

Quiere estar con Harry, desea sentirse amado, libre y protegido y eso solamente ese hombre lo hace sentir. No va a dejarlo, no a él.

“Quiero ir al baño”. Comentó alejándose. Harry le sonrió y su mano acaricio suavemente la de Draco para retenerlo.

“Hay algo para que bebas en la cocina”. Le dice Potter preocupado de que tenga resaca. Es tan dulce, tan amable y atento. El hurón huye de inmediato para poder calmar su dolor de cabeza. Camina alejándose después de estirar los labios y mandarle un beso.

Harry al no poder concentrarse decide que es mejor consentir a su chico bonito. Lo encuentra en la cocina moviéndose chistosamente. Pasando su peso de un pie al otro.

Luego los ojos de Harry se desvían a su nuca, una marca, dos, tres, sonríe porque está satisfecho con su trabajo, hasta que ve una con un bonito labial rosa brillante.

Cierra los ojos y deja escapar el aire, siente un fuerte mareo que lo hace tambalear, tal vez fueron esos amigos que tiene, debe calmarse, detener ese enojo que lo consume. Draco le mira sonriente sin darse cuenta con un vaso en su mano.

“¿qué hiciste anoche?” le pregunta al chico rubio, este se muerde los labios y luego sonríe porque encontró una mentira creíble.

Bueno, el hombre jamás se enojaba, tal vez no sintiera celos si le contaba la verdad. Lo más seguro es que fuera muy pasivo con el tema, no lo sentía como alguien capaz de enojarse porque dijo una pequeña mentira.

“Yo”. Murmuró Draco “fui a un hotel con una chica”. Sonó más descarado de lo que creyó. Dio un sorbo a su bebida y observo a Harry. Malfoy perdió hasta las ganas de orinar del susto que la mirada de Potter le provoco.

El vaso se hizo añicos en el suelo de la bofetada que recibió.

“Tienes dos opciones Draco Malfoy, ve a la habitación o márchate y no vuelvas”.

Notas finales:

Creo que algo muy malo va a ocurrir. si quieren saber que, tendrán que estar pendientes de la actualización. 

¿bueno que les pareció? dudas, sugerencias, todo es bienvenido. 

sin mucho más que agregar, espero les haya gustado el capítulo y dejen un comentario para saber que tal estuvo. 

Nos leemos en la actualización.


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