Nakia bebía un té para esconder su sonrisa mientras observaba a su hermano parado en mitad de la sala de la casa de su padre. Un mínimo más de presión y el labio de James se rompería dejando escapar el líquido vital. Los últimos dos meses y medio habían sido una verdadera locura. La lista de invitados a la boda, tanto internacional como local. Los preparativos según las tradiciones wakandianas, sus clases de etiqueta y protocolos reales. James prácticamente no dormía, cosa que le empezaba a preocupar a ella, su padre y al príncipe
Ese día era importante. Las ancianas de la tribu habían llegado a la casa de su padre junto con un contingente de Doras Milaje, quienes resguardaban a la reina y la princesa que asistían al ritual por el cual los órganos reproductores internos de James cambiarían para poder darle descendencia a T’Challa
- ¿deja de reírte por favor? – gruño el futuro príncipe consorte vestido con una túnica blanca y su pelo recogido en una coleta
- Entonces deja algo de labios para que el príncipe te bese – dijo su hermana
- Tú no entiendes – dijo Bucky
- ¿quieres a T’Challa o no? – dijo la princesa y el chico asintió – ¿entonces? Concéntrate en eso. En la familia que formaras con él
- Tengo miedo de hacer algo mal y que pase vergüenza por mi culpa – dijo Bucky
- Para eso son las clases – dijo la reina
- No es eso – dijo Nakia mirándolo detenidamente – a ti te pasa otra cosa. Dime
- ¿Y si después del ritual, sigo siendo…yo? – dijo Bucky bajando el rostro
- Claro que seguirás siendo el mismo idiota de siempre – dijo Nakia – el ritual no hace milagro
- Sabes a lo que me refiero – se quejó Bucky
- Todo seguiría siendo exactamente igual, lobo blanco – dijo una anciana sonriendo – la única diferencia será que cada mes habrá la posibilidad que un heredero al trono venga en camino
- ¿Pero cómo lo sabré? – dijo Bucky – yo no…
- Mira – dijo la mujer tomándole la mano y haciendo que se siente en una banca – se dice que la primera vez que se hizo ese ritual, fue la propia Sekhmet, en persona. quien lo realizo. al igual que tú y el príncipe, ambos amantes debían darle un heredero al trono. El príncipe consorte tenia las mismas dudas que tú, pero Sekhmet le dijo que no se preocupase por nada que iba a dormir y cuando despertara todo en él iba a seguir como siempre, solo que la siguiente vez que se entregase al rey su vientre albergaría vida
- Solo aférrate al amor que le tienes a mi hijo – dijo la reina
- ¿Estás listo, lobo blanco? – pregunto la anciana
- Si – dijo mirando a su hermana cuando se escuchó un tumulto fuera de la casa
- Mi señor, lo entiendo – decía su padre – pero no puede estar aquí
- Pero necesito verlo – dijo la voz de T’Challa y segundos después entro en el lugar
- ¡Hijo! – dijo Ramboda al verlo
- Príncipe – dijo Bucky haciendo una venia junto con las Doras Milaje
- Retírense por favor – ordeno este
- T´Challa, no es… – se quejó la princesa
- No lo está pidiendo tu hermano – interrumpió con voz severa – lo ordena tu futuro rey – y todos excepto Bucky hicieron una venia antes de retirarse
- Jamás te imagine tan prepotente – dijo Bucky – ¿yo también hago una venia o directamente me postro ante tus pies? Te recuerdo que no soy wakandiano
- Después discutimos la parte ceremonial – dijo T’Challa – ahora quiero pedirte, no, suplicarte que no hagas el ritual
- ¿Qué no haga el ritual? – dijo Bucky sorprendido – Debo hacerlo. Es la única manera…
- Me arrepiento – dijo T´Challa – no debí proponerte lo del ritual. Termine de leer el libro. Investigue. No lo hagas – dijo abrazándolo desesperadamente – si algo sale mal, durante el ritual o el parto… no soportaría perderte. Eres lo que más amo en este mundo James, por favor no lo hagas.
- T – dijo suavemente mientras intentaba escapar del abrazo – T mírame – y el príncipe lo hizo – ¡voy a estar bien! ¡vamos a estar bien! Yo, tú, Wakanda… nuestro hijo. Vamos a estar bien. No es la primera vez que se hace.
- No me casare contigo si haces el ritual – dijo T’Challa
Lo intento. Claro que intento que sus ojos no se llenasen de lágrimas demostrando su dolor. Durante años James había soñado con un milagro, ser el elegido del corazón de su mejor amigo, y colocar en sus brazos un niño, mitad suyo mitad de T’Challa Udaku, el hombre, no el príncipe. Y cuando ese milagro había ocurrido el T´Challa desistía. No podía hacerle eso. No era justo
Cerro lo ojos y reparo hondo. Tenía miedo de equivocarse, pero ya no se podía detener. Lo miro fijo y suavemente tomo el rostro del moreno entre sus manos regalándole la más radiante de las sonrisas antes de besarlo suavemente transciéndele todo el amor. A medida que profundizaban el beso, T’Challa envolvía más sus brazos en la cintura de Bucky, mientras este se aferraba más al cuello del moreno. Era un beso cargado de amor, deseo, entrega. Pero así como empezó término, y Bucky se alejo
- Te amare toda mi vida, te seguiré donde me lo pidas, seré lo que tú quieras que sea en tu vida, súbdito, compañero, amante, si quieres expulsarme, obedeceré – susurro uniendo sus frentes sin abrir los ojos – pero no me pidas renunciar a la posibilidad a en algún momento de la vida llevar un hijo tuyo en mí. A eso es a lo único que no voy a renunciar. Perdóname. A eso no puedo – y con un sollozo se quitó el collar que T’Challa le había dado durante su compromiso para entregárselo antes de salir del lugar.
- ¿Hijo? – dijo Negus en cuanto lo vio
- Ya no habrá boda – dijo Bucky con la voz quebrada y todos se miraron sorprendidos – pero hare el ritual – minutos después sintió como T’Challa salía de la casa pero solo cerro los ojos hasta que sintió cuando el príncipe se había alejado. Entonces entro nuevamente seguido de su padre, hermana y la sacerdotisa de Sekhmet
Sus lágrimas caían cuando se quitó la ropa para acostarse sobre una cama casi al ras del suelo. Coloco sus manos sobre su vientre y cerro lo ojos tratando de controlarse. No era fácil con las palabras de T’ Challa retumbando en su cabeza. ¿Acaso no entendía que esa era la única manera que no señalara su unión? Serian una familia en toda la regla.
Escuchaba claramente como una de las ancianas machacaba algo en una vasija, mientras las otras mujeres colocan la hierba en forma de corazón. Se concentró en el aroma. No quería pensar, pero una vocecita le preguntaba una y otra vez en su cabeza si realmente estaba haciendo lo correcto
- ¿estás listo, lobo blanco? – pregunto la anciana y James asintió no muy seguro de hablar. Necesitaba a T´Challa – bebe despacio y pídele a Sekhmet su bendición – y acerco el cuenco a sus labios mientras un grupo de mujeres cantaba en la lengua de sus ancestros mientras rodeaban la cama – despacio. Te vas a sentir cansado, no te resistas. Deja que Sekhmet te reciba en su plano
Efectivamente, James sintió como si hubiese entrenado con el príncipe durante todo el día. Los ojos se le cerraban. Todo se volvía negro. Una brisa suave lo hizo abrir los ojos y se dio cuenta que estaba acostado en medio de campo. En el horizonte el sol despuntaba cuando lentamente se sentó y miro a su alrededor. No muy lejos vio un árbol, sobre cuyas ramas descansaba una pantera negra. James miro hacia todos lados y pensó en correr, pero se sentía demasiado cansado
- Si eres algún familiar de T’Challa o no se… por favor no me mates – suplico y como si hubiese pedido todo lo contrario, el animal se impulsó hacia abajo, cayendo al lado de James – por favor
El animal empezó a caminar a su alrededor lentamente con un paso elegante, para finalmente lanzarse hacia su vientre y morderlo. Un dolor desgarrador lo envolvió y grito salió de sus labios pero no llego a sus oídos. ¡Su vientre! El animal había lastimado su vientre y tal vez ya no podría darle hijos a T’Challa. Sus lágrimas cayeron a raudales. Alzo los ojos mientras caía de rodillas y vio a la imponente pantera negra que se acercó para lamer su rostro como si fuesen caricias, ronroneando bajo. Parecía estar tratando de calmarlo. De pronto el animal se convirtió en una hermosa mujer de piel morena, que se arrodillo a su lado y acomodo la cabeza de Bucky sobre sus muslos
- Sekh… met – susurro Bucky y la mujer sonrió dulcemente – ¿no soy digno de darle decencia a mi rey o…? – pero la mujer le beso la frente que lo arrastro a un sueño profundo nuevamente mientras sus lágrimas seguían cayendo
Su cuerpo se sentía pesado y le dolía el vientre cuando despertó. Todo estaba a oscura a su alrededor por lo que estaba desorientado. Sintió que le acariciaban el rostro y susurro “Babba”. La persona dijo algo pero él no alcanzo a entenderlo cuando nuevamente la oscuridad lo arrastro a otra vez a un prado parecido a donde la pantera lo había mordido, pero esta vez estaba solo. Se examinó el vientre, pero no había nada. Parecía como si nunca lo hubiese atacado. El cansancio lo volvió a invadir y sus ojos se cerraron nuevamente
Esta vez al parecer estaba solo cuando despertó. Miro a su alrededor. Por la ventana vio como el sol estaba en lo alto. Movió lentamente su mano derecha hacia su vientre dolorido y noto el anillo que descansaba en su dedo anular. ¿No era ese el anillo de T’Challa?
- Según el ritual debes llevar algo que tu compañero siempre cargue – dijo la voz del príncipe de algún lugar que no logro identificar
- ¿T´Challa? – dijo Bucky y sintió su voz rasposa
- Note que se te había caído el collar que te regale el día del compromiso – dijo acercándose y sentándose a su lado – tienes que cuidarlo mejor. Es el emblema de la nuestra familia. Sabías que ha estado en ella desde hace diez mil años. Yo lo aprendí cuando leí sobre el ritual. Dicen que Bashenga, el fundador de Wakanda, se lo dio a su esposa el día que nació su primer hijo. Pero ella se lo dio al príncipe el día de su coronación para que nunca olvidase que sus padres lo guiarían. Desde entonces es una tradición la pareja lo lleve
- El ritual… – dijo James al entender las palabras
- Según las ancianas todo salió bien – dijo el príncipe entrelazando su mano a la de su compañero y besándole el dorso – ¿Cómo te sientes?
- Confundido – dijo mirando sus manos unidas – tú dijiste que ya no habría boda
- ¿eso es lo que quieres James? – preguntó el príncipe
- Si – dijo el americano – no, digo si – T’Challa alzo una ceja y Bucky exhaló
- James Barnes – dijo T’Challa tomándole la mano – Lobo Blanco te lo vuelvo a preguntar ¿te casarías y formarías una familia conmigo?
- ¿y si digo no? – dijo James pero una sutil sonrisa se le escapo
- Te secuestro – dijo el príncipe besándole la mano – y nunca más te devuelvo
- Me gusta la idea – dijo Bucky
- Pero a mí no – dijo Negus entrando con Nakia a su lado
- Baba – dijo su hijo
- ¿Cómo estás? – dijo el hombre besándole la frente
- Un poco dolorido – dijo el más joven sonriendo – pero creo que eso es nada a lo que vendrá algún día
- Ya me lo contaras a su debido tiempo – dijo Negus – ¿tienes hambre?
- Algo – dijo Bucky
- Te preparare algo liviano – dijo el anciano y se dirigió a la cocina
- Baba – dijo Nakia – quédate y vigílalos – y la pareja sonrió – Yo hare algo de comer para todos
- ¿De verdad estas bien? – dijo Negus y le acaricio el rostro
- Si baba – dijo Bucky – es raro pero… me siento como yo mismo
- Mi pequeño – dijo Negus – estas a un paso de formar tu propia familia
- Debo volver al palacio – dijo T’Challa – tengo que revisar una montaña de papeles
- Antes, debe dormir, príncipe – dijo Negus y este sonrió – ¿o pretende llegar con ojeras a la boda?
- Tal vez tenga razón – dijo T’Challa y miro a su prometido – sigue descansando. Volveré en la noche – y le beso la frente pero Bucky lo detuvo y asaltó sus labios - descansa
- Te amo – dijo James, mientras lo veía salir – dime que no es un sueño, baba. Dime que el príncipe aun me quiere
- Vaya que debe quererte – dijo el anciano – porque ha dormido en ese sillón incomodo por cinco días
- ¿cinco días? – dijo el joven sorprendido
- Has dormido y despertado varias veces – dijo su padre – pero nunca lo suficiente como para notar quien estaba aquí y quién no. Ese hombre te ha cuidado con una devoción única – y Bucky se sonrojo – príncipe o mendigo, como padre me quedo tranquilo viendo cómo te ama