" Wow ... Que hermoso es".
Tan pronto como entró en el bosque, Aki murmuró esto como si estuviera realmente impresionado con la vista. Los aldeanos tenían miedo de este lugar y no dejaban de decir que era un bosque del diablo, pero era un lugar muy, muy hermoso. La pálida luz de la luna brillaba sobre los árboles de abedules cubiertos de pura nieve blanca y, cada vez que soplaba el viento, caía nieve y hojas de modo que lo hacía parecer como un bosque virgen. Además, como era lógico, solo el sonido de Aki pisando la nieve se podía escuchar entre tanta paz..
Durante el día, cuando dijo que iba al castillo que estaba en la parte trasera del bosque, los aldeanos lo detuvieron violentamente y le dijeron que si no quería morir, entonces debía dejar de hacer estupideces. Luego del incidente del abuelo, la entrada al bosque había sido bloqueada con una alambrada y pareció que la gente y el ganado no podían entrar y salir libremente. Mucho menos de noche. Aki se desvió del sendero original y entró al bosque desde un lugar donde no había alambres. Tal vez, era una parte ya muy alejada o pensaban que nadie estaba tan loco como para llegar tan lejos. En el aterrador silencio, a veces resonaba el grito de un lobo, y en respuesta a esa voz, el aullido de la manada se escuchaba desde todos lados. Él no le tenía miedo a las cosas irreales como fantasmas o monstruos, pero tenía miedo de las bestias. Sabía que ni los lobos ni los osos pardos podían atacar fácilmente a las personas, pero cuando se encontraban frente a frente, no era sorprendente que se intentaran defender.
La cantidad de lobos había disminuido debido a las actividades de exterminio del gobierno, por lo que rara vez se podían llegar a ver. Es decir, los cazaban porque podían atacar a las personas y al ganado y además, ya que se hacían recorridos con turistas, un accidente de esta magnitud no sería nada conveniente.
Aki encendió la linterna, pensando en lo relativamente imposible que era encontrar un oso. Además, estaba avanzando mientras tocaba la pequeña campanita que aparentemente servía para protegerse de ellos. Si hacía ruido, el oso pardo no se acercaría porque sabría que había un ser humano allí.
(Además, traje una pistola de caza y una bomba de humo por lo que creo que será posible defenderme bien si aparece un oso pardo).
Pero los aldeanos solo dijeron que había fantasmas en el bosque. Después de todo, había escuchado historias similares de varias personas además de Keira.
—"El castillo fantasma es la guarida de un monstruo. Es un castillo donde el dueño solía hacer magia negra."
—"A la medianoche, los muertos reviven del cementerio y atacan a los humanos y al ganado y los llevan a Tuonera ."
—"Hace cientos de años, cuando el amo estaba en la guerra, el castillo fue atacado por bandidos y todos los familiares y sirvientes fueron asesinados. El señor, que regresó de pelear, se lamentó y llamó a un mago al castillo para realizar magia negra con el único fin de hacer que los muertos resucitaran . Trató de traer a los muertos al mundo desde Tuonela . Sin embargo, el alma que una vez falleció y fue a Tuonela , ya no es el de un ser humano. Se volvieron malos y asesinaron al señor y al mago. Ellos se convirtieron en monstruos que atacan a los aldeanos y al ganado."
(Es una historia que podría aparecer en una película de terror en Hollywood.) .
Cuando escuchó esa historia, recordó que había algunas películas con contenidos similares.
—"Solíamos sellar la puerta para evitar que salieran los monstruos pero, después de que el doctor Jonah entrara y saliera del castillo, la gente y el ganado volvió a morir".
—"El doctor Jonah abrió la maldición del castillo. Por eso ha vuelto el fantasma. No hagas nada estúpido, deberías mantenerte alejado de ese castillo de una buena vez."
"¿Un castillo con fantasmas..."
Si había una leyenda para que la gente no se acercara allí, entonces era un buen escondite para investigar sobre humanoides. Su abuelo seguramente pensó en eso y por ese motivo se apropió del castillo fantasma.
(Se aprovechó de la leyenda...)
Siguió caminando mientras pensaba en eso, pero, no importaba lo mucho que continuara, no podía ver nada más que la arboleda cubierta de nieve y la oscuridad del negro azabache que se estaba extendiendo frente a él.
"¿Es este el camino...?"
Trató de verificar la dirección usando la función de brújula de su teléfono inteligente, pero solamente apareció en él la palabra "Error" porque aparentemente el campo magnético era imposible de medir. Y cuando no tuvo más remedio que confiar en la luna para seguir adelante, de repente escuchó algo parecido a un gemido sordo proveniente del río:
"..."
No es un lobo o un oso. Ahora mismo, estaba convencido de que era la voz de una persona.
"¿Hay alguien aquí?"
(¿Es un humanoide?)
Aki se apresuró desesperadamente por la carretera nevada y corrió ¿Cuánto tiempo siguió caminando? Estaba completamente lleno de nieve, pero siguió haciéndolo porque estaba convencido de que iba a encontrar justo lo que tanto quería. Y cuando finalmente la sombra del viejo castillo cruzó su vista, se sintió como si de verdad pudiera tirarse y llorar.
"Lo logré..."
En medio de la tenue niebla y en las profundidades del bosque virgen, el antiguo castillo, iluminado por la luz de la luna, pareció reflejarse claramente en la superficie del lago.
"Lo logré."
Aki atravesó el denso bosque hasta el lugar donde se podía ver la puerta del castillo. Y tan pronto como el campo de visión comenzó a ensancharse, un olor húmedo, como el miasma de un pantano, entró en su nariz hasta hacerlo sentir un poco desagradable. Cuando lo miraba desde la distancia, pensó que era un lago, pero cuando fue a la orilla del agua, descubrió que ciertamente era un pantano sin fondo. El lodo profundo se había acumulado y congelado y árboles muertos alargados, de esos que nunca había visto en su vida, aparecieron a través de algunos huecos. Aunque la luna iluminaba un poco, las nubes oscuras habían comenzado a girar como en una turbina de color negro sobre el bosque e incluso pareció escucharse un débil trueno a la distancia. Las paredes estaban completamente cubiertas de enredaderas para dar la impresión de estar atadas con cadenas y, a medida que se acostumbraba al campo de visión, podía ver que los árboles muertos no era árboles formados naturalmente, sino que tenían la forma de una cruz y se habían puesto clavos grandes en cada extremo. ¿Era una cruz de madera, como cuando Cristo fue crucificado, una herramienta para el exorcismo del diablo? Era aterrador, pero tenía que decir que el deseo de saber acerca de los humanoides lo superaba por mucho.
Había una pequeña puerta de madera al lado del pantano así que Aki trató de iluminar el castillo con la linterna. En ese momento, sin embargo, una ráfaga fría atravesó el pantano y golpeó todo su cuerpo hasta ocasionar que se le cayera de la mano.
"¡Ah!"
Deslizándose sobre la nieve, la linterna cayó al pantano y se hundió, haciendo el mismo sonido del hielo al romperse.
"Lo arruiné..."
No tenía una linterna de repuesto. Aki suspiró y sacó la llave del bolsillo de su abrigo. Era esa llave de bronce que estaba en las reliquias de su abuelo y que, como era de esperar, se insertaba en la entrada de la puerta del castillo.
"..."
Entonces, un puente levadizo cayó con un fuerte chirrido.
Cuando el puente se acomodó frente a él, la nieve que se había acumulado en los árboles circundantes cayó una tras otra debido a la vibración, bloqueando la carretera por la que acababa de llegar. Era como... Una forma de encerrar a Aki.
"Es normal... Es normal, no te sientas raro".
Se susurró Aki, cruzando el puente levadizo y entrando en el castillo. Sin embargo, a diferencia de la apariencia sombría que pareció ser similar a la de las películas de terror, el interior del castillo estaba envuelto en una belleza fantástica. La nieve se había amontonado en la hermosa fuente circular y el abedul plantado a su alrededor adornaba unas hermosas estatuas de la mitología griega como Apolo y Artemisa. También había cisnes y espíritus de la mitología nórdica dibujados en terracota.
Avanzando por el jardín, abrió la segunda puerta del castillo: El olor a humedad peculiar de un antiguo edificio de piedra hizo que las fosas nasales de Aki se agitaran y que incluso tuviera que cubrirse. Muchos de los cristales de las ventanas estaban rajados, se había generado una espesa niebla, probablemente por el miasma que entraba desde los huecos y pareció como si el techo no dejara de aullar. ¿A dónde iba su abuelo al llegar? Cuando trató de entrar un poco más, de repente fue bautizado por una gran cantidad de telarañas y en el momento en que se las sacó y se fue a la parte de atrás, Aki casi soltó un grito.
"¡...!"
Había sirvientes vestidos de negro alineados a ambos lados. Y así, sorprendido y rígido, de repente fue testigo de como el sirviente principal se inclinaba mientras hacía un chirrido como de madera y engranes. Sin embargo, Aki no podía darse el lujo de pensar que podría ser un humanoide, por lo que se puso rígido en el acto.
"Vaya, maestro. Bienvenido."
Una voz baja pareció resonar pesadamente en el edificio de piedra. Era una persona con textura de piel suave, cabello polvoriento, la espada un tanto rígida y sin parpadear. Como una muñeca. En lugar de hacer un movimiento, simplemente miró al frente y lo pensó:
"¿Es... Un muñeco de verdad? Oh, me sorprendió. Pensé que era un humanoide."
Después de decirlo, con una voz muy bajita, volvió a su postura original. ¡Que truco de mal gusto! Eran engranajes y una voz computarizada. Se preguntaba si su abuelo lo había creado para mantener alejados a los extraños o supersticiosos.
Cuando fue al vestíbulo de entrada, volvió a escucharse un crujido y esta vez, aparecieron sirvientas. Las mujeres extendieron sus faldas con ambas manos y comenzaron a agacharse para él. La luz de la luna, que entraba por la ventana rota, iluminaba el perfil pálido de las doncellas inexpresivas, y la sombra que ocasionaban pareció prolongarse por tanto tiempo en las paredes que incluso comenzó a darle un poco de escalofríos.
Las muñecas, con joyas rojas incrustadas en los ojos, eran tan espeluznantes que le hizo dudar sobre mirarlas o no. Sin embargo, al igual que con los sirvientes de al principio, ninguno de ellos tenía un enfoque ocular fijo. También había doncellas rojas, doncellas con caras agrietadas, hombres con disfraces descoloridos con el tiempo y algunos con las manos rotas, sin horquillas y con el cabello negro hasta los pies. Cada vez que entraba el viento, el cabello negro se les balanceaba como si estuvieran vivos así que ciertamente era inevitable que los aldeanos tuvieran miedo y pensaran que era la guarida de un demonio y un castillo fantasma donde los espíritus muertos volvían a la vida. No, su abuelo probablemente usó su inteligencia para hacer un dispositivo de alarma como este. Y por eso, debió haber una instalación de investigación en algún lugar de este castillo.
(¿Dónde está el humanoide? ¿Debería buscarlo después de que se ponga un poco más brillante?)
Cuando miró a su alrededor e inclinó la cabeza, de repente escuchó el sonido de un viejo reloj resonando en el castillo.
"Tik, tok ."
El sonido que anunciaba las 2 am.
Pero cuando suspiró y regresó al vestíbulo de entrada, descubrió que una mujer con un vestido negro se había parado frente a un gran reloj de péndulo. Estaba... Girando los tornillos con fuerza. Una y otra vez y otra vez.
(¿Quizás ella es...?
"Lo siento, yo..."
Cuando subió al rellano y llamó desde atrás, los ojos de la mujer se volvieron en su dirección y brillaron en rojo vivo. Y con los ojos así, bien abiertos, corrió en dirección a Aki.