A la mañana siguiente, cuando partió rumbo al trabajó, Rin seguía durmiendo y como cada día desde que empezó su celo se aseguró de impregnar con su aroma algunas prendas para intercambiarlas por las que lo rodeaban.
Prácticamente toda su ropa formaba parte del nido que Rin construyó e incluso si a veces resultaba incómodo para él dormir así entendía que necesitaba sentir su presencia y por eso impregnaba su ropa con su aroma para que pudiera sentirlo cerca durante más tiempo.
Aunque también había notado que Rin impregnaba su olor en su ropa, no sabía si lo hacía a propósito o si era solo por su celo y porque dormía casi sobre ella aunque en realidad tampoco le preocupaba mucho que lo hiciera.
Incluso si para él era más sencillo afrontar el estar separados después de enlazarse eso no significaba que no quisiera estar cerca de Rin todo el tiempo posible, así que también le resultaba reconfortante llevar su aroma consigo.
Y para él no era muy diferente, también se dio cuenta de que Haru impregnaba su olor a propósito y no podía sentirse más satisfecho con ello. Quería tenerlo cerca el mayor tiempo posible y cuando menos así podía imaginar que él estaba ahí.
Mientras esperaba que Haru volviera del trabajo pasaba la mayor parte del tiempo dentro del nido y cuando debía cocinar o hacer el resto de actividades que tenía pendientes usaba alguna de sus prendas para cubrirse y sentirlo cerca.
Aunque durante los últimos días no era el único efecto que el aroma de Haru causaba en él. Cada vez lo deseaba más y luego de enlazarse y mientras pasaba por su celo resultaba casi imposible contener sus ganas de sentirlo.
Se sentía avergonzado al pensar en eso, pero apenas había podido contener sus ganas de ser tocado por Haru, e incluso creía que era injusto para él que estuviera haciendo algo como eso mientras no estaba.
Pero no había podido dejar de pensar en la sensación de su lengua mientras lo acicalaba y lo que imaginó después de sentirlo así. Seguía hundido entre la ropa y se aferraba a ella intentando aspirar el aroma de Haru y grabarlo en su mente.
Necesitaba sentirlo pronto y tenerlo junto a él, no podía conformarse más con solo sentir su aroma y recibir sus besos mientras lo abraza. Por eso terminó por satisfacer sus deseos mientras se aferraba a la ropa de Haru imaginando que era él quien lo tocaba.
Solo aspirar su aroma le bastaba para sentir su tacto y escuchar su voz repitiendo su nombre y cuanto lo ama, quería que fuera él quien estuviera ahí y ansiaba que por fin volviera para poder decirle lo que deseaba.
No podía hacer más que seguir aferrándose a la ropa de Haru intentando mantener su aroma grabado en su mente. De verdad necesitaba estar a su lado y ya no bastaría solo tener su olor impregnado en todo lo que tuviera a su alrededor para sentirse satisfecho.