Región de Yunmeng. Muelle de Loto.
Lan Zhan: Wei Ying… no llores.
Su abrazo era firme, cálido y se sentía tan bien, un suave aroma a sándalo le hizo sentir seguro y por un momento se olvidó de todas sus preocupaciones, de todo su dolor y miedo por su incierto futuro, en ese momento sólo estaban él y Lan Zhan.
Hasta que recordó su reciente pesadilla, aquella que no había dejado de atormentarle noche tras noche desde que la tuvo por primera vez. Esa en la que enloquecido tomaba a Suibian para empalar a Lan Zhan de manera fría. Su cuerpo se tensó como cuerda de violín y empujando con las palmas se alejó de ese calor y comodidad que le eran tan reconfortantes.
Dio unos pasos para atrás y cuando Lan Zhan intentó acercarse nuevamente sacó a Chenqing y levantó el brazo para usarlo como un escudo ya que no confiaba en sí mismo al lado de este hombre que alteraba todos su sentidos como nadie nunca lo había hecho.
Wei Ying: No te acerques - Un leve dolor de cabeza comenzó a molestarle - No necesito que me confortes.
La realidad era todo lo contrario pero no lo diría en voz alta, todavía tenía algo de orgullo y era un hombre adulto. Odió la sensación de sentirse débil y necesitado del calor de su cuerpo, de sus palabras de consuelo.
Lan Zhan: Mientes.
Wei Ying: ¿Acaso crees conocerme mejor que a mí mismo?
Lan Zhan: Si.
Se sorprendió por recibir una respuesta tan clara y segura, le molestó un poco que supiera leerlo tan bien y no pudiera ocultarle nada cuando muchas veces él no tenía idea de lo que estaba pensando.
Wei Ying: Como sea… - Dijo dando por terminado ese tema, suspirando levemente para controlarse levantó la mirada. Bajó su brazo pero mantuvo la distancia, decidiendo volver al tema inicial de la conversación - Recordarás el veneno con el que Wang Lingjiao nos infectó con la mordida de su báculo Cobra.
Lan Zhan asintió.
Wei Ying: Cuando despertamos en esa cueva el veneno había comenzado a afectarte de una manera diferente… - Se rió - No estaba hecho para ti así que dudo mucho que ella quisiera que pasara lo que pasó - Se acercó a la ventana para mirar hacia afuera, dándole la espalda a Lan Zhan - No sé si odiarla o darle las gracias por lo que nos hizo.
Esas últimas palabras salieron como un susurro, no lo estaba viendo pero sabía que su semblante estaría mostrando confusión. Y no sería para menos cuando él mismo sentía su cabeza hecha un remolino confuso, como expresar de manera creíble lo sucedido esa noche y sobre todo las consecuencias. Al final decidió que lo mejor era ser directo y no dar más vueltas, le creyera o no la verdad saldría de sus labios sin filtros.
Wei Ying: Esa noche…
Un grito le calló, sintió helarse la sangre al reconocer la voz de Yuan. Al voltear Lan Zhan ya estaba saliendo por la puerta así que corrió detrás, en el pasillo vio a su hermano y a Wen Qing corriendo hacia la habitación de los niños.
Cuando entró Yuan corrió a sus brazos, las lágrimas manchando su dulce carita. Wen Qing estaba atendiendo a su hermano que estaba recuperando la conciencia, tenía algo de sangre en su frente, Jiang Cheng tenía en sus brazos a Chanseng que no paraba de llorar.
Wei Ying: ¿Y Xie Yun? - Secó las lágrimas de su pequeño Yuan - ¿Dónde está tu hermano?
Yuan: Hombre malo… golpeó a Nin y se llevó a Xie - Dijo entre lágrimas y tartamudeo, pero pudo entenderle perfectamente.
Wei Ying dejó a Yuan junto a Wen Ning que todavía estaba bajo la revisión de Wen Qing, todavía tenía a Chenqing en sus manos y con un pensamiento ambas criaturas salieron. Tampoco necesitaron una orden hablada, Hei Lang salió corriendo mientras que Ming Hu se quedó a su lado.
Wen Ning: Gongxi… lo siento - Con ayuda de su hermana se puso de pie - Estaba sentado leyendo mientras vigilaba a los niños cuando de pronto sentí un golpe… no lo vi venir.
Wei Ying: No tienes la culpa de esto A-Ning.
Yuan: Muqin…
Wei Ying: No llores más - Le acaricia la cabeza - Traeré a tu hermano de vuelta… lo prometo.
Jiang Cheng: Wei Wuxian - Le da a Chanseng a su esposa - Lamento esto… que alguien haya podido llegar hasta aquí.
Wei Ying: Tampoco te culpes hermano… - Tenía la ligera sospecha que el culpable tendría mucho que ver con los ataques al sello y del envenenamiento que había sufrido a causa de ello.
Ming Hu: “Gongxi… Hei Lang lo ha encontrado.”
Wei Ying asintió y siguió a la tigresa hacia afuera de la habitación al llegar al pasillo Lan Zhan y su hermano estaban a su lado. Se subió sobre Ming Hu y Jiang Cheng lanzó al cielo una señal para poner a todo su clan alerta. La tigresa se elevó por el aire siendo seguido por los otros en sus espadas.
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Al escuchar el grito del niño supo que algo malo había pasado, abrió las puertas y salió para ver a los Jiang correr hacia una de las habitaciones. Sabía que Wei Ying estaba justo tras él así que aceleró el paso hasta entrar en una habitación decorada de forma infantil.
A-Yuan corrió a los brazos de Wei Ying apenas lo vio, mientras que Wen Qing atendía a su hermano menor que tenía un golpe en la cabeza y el líder del Clan calmaba a su hijo el cual lloraba asustado.
Wei Ying: ¿Y Xie Yun? - Secó las lágrimas de A-Yuan - ¿Dónde está tu hermano?
Un escalofrío le recorrió la espalda, si el niño no estaba en la habitación y quien los cuidaba estaba herido sólo podía haber pasado una cosa, y las siguientes palabras del pequeño le dieron la razón.
Yuan: Hombre malo… golpeó a Nin y se llevó a Xie.
El pobre niño estaba tan asustado que se le cortaba la voz pero pudo entenderle. Alguien se había llevado a Xie Yun desde la misma casa principal del Clan Yunmeng Jiang. Recordó el día que había pasado con esos niños y como el pequeño Xie Yun pasó de tenerle miedo a sentarse en su regazo, el pequeño llegó a su corazón rápidamente y saber ahora que estaba en peligro lo enfurecía y aterraba al mismo tiempo.
Ming Hu: “Gongxi… Hei Lang lo ha encontrado.”
Estaba tan ido en sus pensamientos y no había notado que Wei Ying había puesto en acción a sus bestias. De inmediato le siguió cuando los vio salir, Jiang Wanyin a su lado lanzó una señal de alerta para todo su clan.
Tomando a Bichen se elevó en el aire para seguir a Wei Ying que había subido sobre los lomos de Ming Hu. En poco tiempo Jiang Cheng junto con otros cultivadores del Clan se le unieron y sobrevolaron por poco tiempo antes de aterrizar en un claro que le era demasiado familiar.
Jiang Cheng: ¿Otra vez este lugar? - Susurró.
Ahora recordaba vivamente el momento, hace unos años en este mismo lugar, tuvo que pelear contra Wei Ying que estaba siendo controlado por Wang Lingjiao, fue en este mismo claro donde Wen Chao se lo llevó. A unos metros de ellos estaban dos hombres vestidos de negro y con máscaras que cubrían por completo sus rasgos, uno de ellos cargaba al pequeño Xie Yun que tenía sus manos y pies atados.
Hei Lang estaba frente a ellos gruñendo y Ming Hu aterrizó justo a su lado para que su amo bajara. Los captores se veían demasiado calmados lo que le preocupó, claramente eran superados en número pero no parecían preocupados.
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Al bajar de Ming Hu fijó sus ojos en el hombre que sostenía a su pequeño, sintió sus piernas débiles y casi cae de rodillas al ver que ese nombre lo tenía atado, pero lo peor era la daga que sostenía demasiado cerca del cuello de Xie Yun.
Wei Ying: ¿Qué quieren?
Se mantuvo firme y sin mostrar el terror que sentía en su semblante. Los captores le habían esperado en vez de huir así que intencionalmente querían hablar con él de inmediato, los demás se mantuvieron varios pasos atrás y agradeció que nadie intentara hacerse el héroe lo que podría poner en grave peligro a su hijo.
- Lo sabe bien Yiling Laozu - Dijo el hombre al lado del que sostenía a Xie Yun - Nuestro Gongxi quiere reunirse con usted…
Wei Ying: ¿Y para eso toman de rehén a un niño? - Apretó tan fuerte a Chenqing en su mano que pensó que le quedarían marcas en la palma, la furia dentro de su cuerpo se estaba volviendo difícil de controlar.
- Sólo queríamos asegurarnos de que aceptaría la reunión.
Xie Yun: Mu…muqin - Su voz dejó salir todo su miedo y sus ojitos claramente clamaban por estar en los brazos de su padre.
- Los niños buenos se mantienen en silencio - Acercó un poco la daga cuando algunos de los cultivadores dieron un paso adelante.
Wei Ying: No intervengan… - Volteó la cabeza fijando su vista en Lan Zhan y Jiang Cheng quienes permanecieron quietos, volvió su mirada al frente - ¿El amo al que sirves es el responsable de los ataques a los Túmulos Funerarios?
- Eso tendrás que preguntárselo personalmente - Saca de sus ropas un sobre el cual deja en el suelo frente a él - Tenemos que irnos ahora… haz todo lo indicado en la carta y nada la sucederá a tu hijo.
Xie Yun: ¡Muqin!
Wei Ying: No llores hijo… iré a por ti… no tengas miedo.
El pequeño se calmó lo que le hizo sentir orgulloso, sabía que tenía miedo pero también que su hijo había heredado la inteligencia y entereza de Lan Zhan. Pasara lo que pasara lo podría a salvo y luego haría trizas a los responsables de esto.
Con una gran impotencia los vio desaparecer al utilizar un pergamino de tele transportación. Tomando una profunda respiración se acercó a tomar el sobre, dentro de ella había una carta con indicaciones de lo que tenía que hacer.
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Le impresionó que el pequeño se calmara con las palabras de Wei Ying, podía ver el miedo en sus ojos pero aún así se mantuvo tranquilo. Era muy maduro para su edad recordándole a él mismo, después de dejar una carta en el suelo los secuestradores se marcharon teleportándose con la ayuda de un pergamino.
Jiang Cheng: ¡Wei Wuxian!
Se acercaron corriendo mientras Wei Ying terminaba de leer la nota y la guardaba entre sus ropas, su semblante era serio y sus ojos estaban llenos de ira.
Jiang Cheng: ¿Qué dice la carta?
Wei Ying: Quieren un encuentro… la carta marca las coordenadas - Se gira y se acerca a Ming Hu - Quieren que vaya sólo.
Jiang Cheng: Es una trampa… no voy a permitir que vayas sin ayuda.
Wei Ying: ¡Y que maten a Xie Yun! - Miró a su hermano entre sorprendido y enfadado - ¿Acaso arriesgarías así la vida de tus hijos?
Jiang Cheng: Es distinto ellos - Se calló pero era evidente lo que iba a decir.
Wei Ying: ¿Es distinto porque son tus hijos de sangre? - Su semblante cambió de ira a decepción - No sabes lo que dices - Subió a los lomos de la tigresa y luego les miró - No te preocupes… yo mismo me basto para rescatar a mi hijo.
Jiang Cheng: ¡No quise!
Wei Ying: Iré sólo.
Lan Zhan: ¡Wei Ying! - Se acerca y le toma de la muñeca - Déjame ayudarte…
Wei Ying se quedó en silencio, parecía que no se esperaba que se preocupara tanto y pudo ver en sus ojos un anhelo de decir algo. Por un momento sintió la necesidad de abrazarlo y asegurarle que todo estaría bien, pero tuvo el presentimiento que no sería bien recibida esa acción.
Después de lo que pareció una eternidad Wei Ying se soltó y Ming Hu dio un salto para elevarse en el aire. Se dispuso a seguirlo de inmediato, quisiera su ayuda o no iba a ir con él, pero Hei Lang les retuvo con una ráfaga de aire lanzada desde su hocico, se cubrió los ojos con el antebrazo y para cuando el viento cesó habían desaparecido de la vista.
Lan Zhan: ¡Wei Ying!
Jiang Cheng: Wen Qing va a matarme por esto…
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Región de Yunmeng. Muelle de Loto.
Finalmente había logrado que su hijo Chanseng y Yuan volvieran a dormirse, también le había dado algo a su hermano que ahora descansaba en la cama donde estuvo durmiendo Xie Yun. Les dio un último vistazo antes de salir de la habitación y cerrar la puerta, al girar en el pasillo vio una mariposa mensajera llegar directamente a ella, estiró el brazo y la hermosa criatura se posó en su mano, de inmediato la voz de Wei Wuxian llegó a su mente.
“Los captores quieren que vaya sólo a su encuentro, si más personas van conmigo van a matarlo. La reunión es en dos días al anochecer… te mandaré otro mensaje con el lugar de la reunión… pase lo que pase voy a rescatar a mi hijo… Gracias Wen Qing… por todo.”
Con el mensaje entregado la mariposa desapareció para luego materializarse un cascabel rojo, el mismo que usaba Wei Wuxian para abrir la puerta de la zona purificada en los Túmulos Funerarios.
Se quedó con la vista fija en el objeto por un buen rato y luego la levantó para mirar hacia el frente, del otro lado del jardín interior estaba la habitación de Yu Ziyuan, justo un día antes de que Wei Wuxian les visitara había decidido salir hacia Lanling para visitar a su hija Yanli. Eso fue bueno porque no quería lidiar con sus comentarios en este momento.
Ese mensaje se sentía más como una última voluntad que como un simple mensaje y al ver a su esposo regresar sólo con Lan Wanji tuvo un mal presentimiento. Jiang Cheng se le acercó y la abrazó contándole todo lo que había pasado, incluyendo lo que le dijo a su hermano.
Wen Qing: Cheng… A-Yuan es el hijo de mi prima…
Jiang Cheng: No me hagas sentir peor - Se suelta del abrazo.
Wen Qing: La próxima vez que Wei Ying esté frente a ti será mejor que te disculpes - Si es que tenía la oportunidad.
Miró a Lan Wanji antes de contarles sobre el mensaje.
Lan Zhan: ¿Realmente no le dijo la ubicación?
Wen Qing: Me dijo que avisaría… pero.
Jiang Cheng: No me gusta nada esto.
Wen Qing: Tampoco estoy feliz con la situación pero no podemos hacer nada hasta que nos envíe ese mensaje.
Lan Zhan: Puedo localizarlo - Mira el cascabel en su mano y extiende la suya.
Wen Qing duda unos instantes pero termina dándole el cascabel. Se encaminan al salón principal y Lan Wanji se sienta en una de las mesas haciendo aparecer su Guqin, coloca el objeto frente a su instrumento y comienza a tocar una melodía de localización.
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Región de Qishan. Ciudad sin Noche.
Llegó el día y casi era la hora acordada, ahora sobrevolaban los últimos kilómetros antes de tener a la vista la ya conocida residencia donde hacía unos años había matado a Wen Ruohan y habían terminado con la tiranía del Clan Wen.
Le parecía extraño la ubicación de la reunión, Ciudad sin Noche actualmente estaba deshabitada, habían guardias del Clan Jin que custodiaban el lugar pero nadie la habitaba. Llevaban años tratando de ponerse de acuerdo y seguían sin decidir que harían con el lugar.
Hei Lang: “Lan Gongxi está intentando encontrarnos de nuevo.”
Casi desde que salió de Yunmeng Hei Lang había detectado la energía de Lan Zhan tratando de localizarle, pero sabía como mantenerse oculto gracias a las habilidades de sus bestias.
Wei Ying: Bloquéalo…
Hei Lang: “Como ordene Gongxi.”
Ming Hu: “Sabia que era mala idea mandar la llave en el mensaje.”
Wei Ying: Era necesario… si algo pasa Wen Qing podrá sacar a los demás de los Túmulos Funerarios.
Ming Hu no dijo nada, sólo miró de reojo a Hei Lang.
Hei Lang: “Estamos por llegar.”
Bajaron al suelo en cuanto estuvieron cerca de de la entrada principal de la residencia donde hace unos años la pelea final había tenido lugar, donde había matado a Wen Ruohan y había recuperado a Ming Hu de las garras de Wang Lingjiao. Se sentía como que habían pasado décadas pero sólo habían sido unos años, la estructura estaba igual, lo único distinto era que no había señal del Clan Wen, el Sol que los caracterizaba había sido borrado por completo.
Ming Hu: “Esto es extraño” - Dijo mirando hacia los lados - “No hay un alma cerca… no siento ninguna energía.”
El lugar debería estar siendo custodiado por soldados del Clan Jin, pero no había nadie, es más las puertas estaban abiertas de par en par como si le esperaran. Mirando al frente Wei Ying comenzó a adentrarse, con sus bestias a sus costados.
- Me alegra ver que ha asistido Yiling Laozu…
Wei Ying levantó la mirada, a unos metros arriba de las gradas, donde años atrás estuvo de pie Wen Ruohan con su hijo, se encontraba la persona que le había mandado a llamar y la que tenía secuestrado a Xie Yun.
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Le había tomado toda su habilidad dar con la ubicación de Wei Ying, parecía que cada vez que estaba cerca de alguna manera lograba bloquearlo y desviar su localización. Pero no se rindió, comenzaron a avanzar conforme tenía una pista y en cuanto entraron en el territorio Qishan Jiang Cheng alertó a Jin Zixuan, mientras que él a su hermano.
Jiang Cheng: ¿Nos dirigimos a Ciudad sin Noche?
Wen Qing: Eso parece…
abía insistido en ir con ellos. Después de dejar a Wen Ning con la orden de sacar a los sobrevivientes del Clan Wen de los Túmulos Funerarios y llevarlos a Muelle de Loto, Jiang Cheng no había podido convencerla de quedarse.
Wen Qing: Sólo espero que lleguemos a tiempo.
Lan Zhan le miró atentamente, por su expresión parecía que ella estaba angustiada por algo más que por el pequeño Xie Yun. Más que nada quería preguntarle porqué se veía tan angustiada.
Jiang Cheng: Llegaremos en un par de horas… antes si aceleramos el vuelo.
Antes de acelerar el ritmo vieron acercarse a su hermano y a Jin Zixuan, los cuales venían con algunos cultivadores. Lan Xichen había podido seguir fácilmente su energía para llegar hasta ellos y ahora como un grupo más grande se apresuraron a llegar a la residencia principal que estaba a un par de kilómetros de distancia.
Cuanto tuvieron las puertas principales a la vista se dieron cuenta de que en ese lugar se había desatado un infierno. Descendieron y atravesaron la entrada luchando contra decenas de marionetas que les atacaron apenas verlos.
En el centro de la gran plaza que antecede a la residencia, en la parte superior de uno de los postes que antaño sostuvieron los banderines del Clan Wen, Wei Ying estaba tocando a Chenqing, sus ojos rojos tenían la mirada perdida mientras que sus bestias luchaban contra soldados del clan Jin y marionetas que trataban de llegar a él.
Todo era un enorme caos, los soldados que caían muertos se levantaban a la orden de la Dizi y comenzaban a atacar.
Jiang Cheng: ¡Zixuan!… ¿Qué está pasando?
Jin Zixuan: No tengo idea… no deberían haber tantos soldados aquí.
Al acercarse más la tonada de Chenqing alcanzó una nota muy alta y un remolino de energía lanzó a todos los seres alrededor de Wei Ying, una de esas personas fue rápidamente reconocida por todos. Lan Xichen corrió hasta donde había caído con una herida en su brazo.
Lan Xichen: ¡A-Yao! - Lo ayuda a sentarse y los demás le rodean.
Jin Zixuan: Hermano… ¿Qué está pasando?
Jin Guangyao: Estaba de regreso cuando me informaron que algo estaba pasando en Ciudad sin Noche… - Lan Xichen le ayuda a ponerse de pie - Cuando llegué Yiling Laozu estaba atacando a todo el que se le acercara… parece estar fuera de control.
Lan Zhan miró a Wei Ying, parecía que no notaba su presencia y seguía tocando para mandar a sus lobos que atacaban a todo lo que se acercara, pero también notó algo distinto.
Lan Zhan: Ataca a las marionetas también…
Los demás miraron y se dieron cuenta de que era verdad, las marionetas trataban de atacarle también pero morían en la garras de los lobos y de la tigresa antes de acercarse mucho. Desenfundando a Bichen se dispuso a acercarse pero su hermano le tomó del brazo.
Lan Xichen: Te atacará también…
Lan Zhan: Tenemos que calmarlo…
Wen Qing: ¿Dónde está Xie Yun? - Miraba a todas partes y al mirar a Wei Ying se cubrió la boca con las manos mientras sus ojos se llenaban de lágrimas - No… no puede ser…
Jiang Cheng: ¿Qué ocurre?
Antes de que la sanadora respondiera vieron a una figura de negro saltar de la nada y atacar a Wei Ying, este repelió el ataque con un salto. La figura le siguió hasta el techo donde siguieron peleando. Sin esperar más respuesta de nadie saltó también para despachar a esa figura que trataba de matar a Wei Ying.
Lan Xichen: ¡Wanji!
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Momentos antes…
Al levantar la mirada vio al que seguramente era el responsable de los ataques al sello, de su envenenamiento y también al responsable del secuestro de su pequeño. Su identidad no le era para nada desconocida, no había cruzado más que unas dos palabras con él pero sabía perfectamente quién era.
Wei Ying: Jin Guangyao - Frunció el ceño al verlo, pero luego esbozó una sonrisa sarcástica - No debería sorprenderme… desde que me pidió que entregara a Ming Hu debí sospechar que tramaría algo así.
Jin Guangyao: No sé de qué habla Yiling Laozu… solamente busco mantener la paz para todos los clanes - Levanta un brazo haciendo una señal y de la nada decenas de arqueros salieron de todas direcciones apuntando sus arcos, al tiempo que se vio rodeado de más soldados con espadas - Y usted es un peligro para esa paz…
Wei Ying: No me quiere muerto por eso… sino para apoderarse de mis armas - Acarició la cabeza de Ming Hu la cual estaba gruñendo - Pero mi muerte no le traerá lo que ambiciona… ellos desaparecerán conmigo.
La reacción que tuvo fue la que esperaba, vio la sorpresa y el desconcierto en esa mirada que rápidamente fueron ocultadas bajo una sonrisa arrogante y tranquila, como si no creyera lo que acababa de escuchar.
Jin Guangyao: Yiling Laozu debe ser eliminado… a pesar de lo que piense mi hermano menor yo creo en nuestros ancestros y pienso acatar su antiguo mandato.
Toda esta conversación estaba durando demasiado, él no había venido aquí a conversar o a morir. Su único objetivo era sacar a Xie Yun del peligro.
Wei Ying: ¿Dónde está el niño?
Jin Guangyao sonrió y con un ligero movimiento Xue Yang salió de la residencia cargando al pequeño, el cual parecía adormilado pero bien. Al verle intentó de zafarse de los brazos de su captor pero este lo sujetó fuertemente.
Xie Yun: ¡Muqin!
Wei Ying quería tranquilizarlo, decirle que todo iba a estar bien y que regresarían a casa, pero no estaba seguro de nada en ese momento. Sólo de un dolor de cabeza y una rigidez que comenzó a invadirle el cuerpo.
Jin Guangyao: Lamento usar a un infante para esto… pero sabía que era la única manera de traerlo hasta aquí sin que nadie interviniera - Mira al niño y luego a Wei Ying, la mirada que le da le hace sentir un escalofrío.
Wei Ying: ¿Lo lamenta?… dudo que tenga algo parecido al arrepentimiento en el alma.
Jin Guangyao: Sé quién es este niño Wei Wuxian…
Con las manos en la espalda comienza a descender las gradas seguido por Xue Yang un par de metros atrás. Al tenerlo más cerca unas enormes ganas de atacar le llenan, como una madre osa quiere desmembrar a aquellos que han tomado a su cachorro. Pero moverse era muy arriesgado, cualquiera de las flechas que le rodean podrían matarlo.
Jin Guangyao: Es realmente un extraño suceso - Se gira y lo mira con interés, pero luego se voltea con expresión fría - También sé quién es su padre… no tengo idea de cómo lo lograste… pero no dejaré que manches la pureza de su familia con tu sangre contaminada con poder oscuro.
¿Lo sabía? ¿Cómo era eso posible? ¿Acaso alguien de la villa lo había traicionado? ¿O de alguna manera alguien logró infiltrarse para hacerle llegar esa información?
La duda debió ser evidente en su cara porque el ex líder del Clan Jin se rió, para luego chasquear los dedos. Entonces el sonido de otra Dizi comenzó a taladrar su cerebro, no tenía idea de dónde procedía la melodía pero esta era cien veces más intensa que la última vez por lo que debía estar muy cerca de él.
Wei Ying: ¡AAAGH! - Se llevó las manos a la cabeza cayendo de rodillas.
Ming Hu y Hei Lang: “¡Gongxi!”
Jin Guangyao: Ríndete Yiling Laozu… conviértete en una marioneta para la protección del clan Jin… sólo así podrías expiar en algo tus pecados.
Wei Ying: ¡Cómo te atreves a hablar de pecado! - Dice con esfuerzo, siente que su cerebro es oprimido por la infernal melodía.
A pesar del insoportable dolor causado por la melodía logró ponerse de pie, sintió lágrimas descender por sus mejillas pero al limpiarse la cara fue sangre lo que quedó en sus palmas. No tenía mucho tiempo, si quería rescatar a su hijo tenía que actuar antes que perdiera sus cinco sentidos y la conciencia.
Su mente comenzara a nublarse y pensar con claridad se había convertido en una hazaña. Hasta su visión se estaba volviendo un poco borrosa, pero no iba a rendirse y darles el placer de verlo caer, tenía que salvar a su hijo sin importar lo que hicieran con él después.
De pronto la melodía se detuvo y otro cultivador que no reconoció llegó al lado de Jin Guangyao.
- Parece que su fuerza de voluntad no se quebrantará tan fácilmente Gongxi.
Jin Guangyao: ¿Me dices que la melodía no es suficiente Minshan?
Minshan: El poder de su mente es asombroso… a pesar de haber estado envenenándolo su poder no se debilita… no cabe duda de que es un monstruo.
Jin Guangyao: Por más monstruoso que sea su poder… ninguna voluntad es inquebrantable - Sonríe y con un movimiento hace salir una Guqin la cual flota frente a sí, colocando elegantemente sus manos comienza a tocar la misma melodía que tocaba Minshan aplicando su energía de cultivación.
Minshan comienza a entonar la melodía también, al usar la energía de dos cultivadores el poder de la melodía se incrementa y logra paralizar tanto a Wei Ying como a sus criaturas. Trata de utilizar su energía resentida para repeler la melodía pero su poder no es suficiente, el veneno le había debilitado y no podía hacer nada contra ella.
Xue Yan mira atentamente y cuando su maestro le mira este sonríe, de un salto llega hasta el acantilado cercano a la residencia, tomando a Xie Yun del cinturón extiende el brazo sobre el borde.
Wei Ying: ¡NO!
Mirando alrededor buscó una manera de acercarse al acantilado, de alguna manera logra recuperar la movilidad de sus brazos y apretando fuertemente a Chenqing la acercó a sus labios, estaba por entonar una melodía para dejar salir su poder cuando escuchó una voz llamarle. Bajando los brazos giró su cuerpo para mirar al hombre que había sostenía a su pequeño.
Xue Yang: Yo no haría eso… Wei Gongxi.
Xie Yun: ¡Muqin!
El maleante estaba de pie en el borde del acantilado, con el brazo extendido sostenía del cinturón a su hijo. Sólo le bastaba abrir la mano y su hijo caería hacia una muerte segura.
Wei Ying: ¡XIE YUN!
Xie Yun: ¡MUQIN! - El pequeño no resiste más y pierde la conciencia por causa del miedo.
Wei Ying: Jin Guangyao… por favor no lo hagas…
Jin Guangyao: ¿Suplicas por su vida? - Pregunta sonriendo con al tiempo que aplica más energía a la melodía que toca con su Guqin - La realidad es que ese niño no debió ser concebido en primer lugar… es una creación de energía oscura y un peligro - Mira a Xue Yang - Hazlo…
Wei Ying: ¡NOOO!
Una nueva oleada de poder le ataca y hasta respirar le resulta difícil, pero eso no le importa ahora. Sólo puede mirar impotente como su hijo es arrojado por el borde sin poder hacer nada para evitarlo.
Su pequeño ángel, su razón para vivir, el hijo del dueño de su corazón. Se había ido.
Siente que su corazón ha dejado de latir, ya no puede sentir más que un frío que le entumece hasta el fondo de su alma. Y en lo que tarda una respiración sus sentidos estallan en una furia que no puede contener, quiere matar, acabar con todo.
De pronto un vacío lo invade, ya ni siquiera puede escuchar la melodía que le estaba manteniendo paralizado. Sierra sus ojos y más lágrimas rojizas caen por sus mejillas y al abrirlos sus ojos son de un brillante rojo, dándole una mirada endemoniada.
Wei Ying: Hei Lang… Ming Hu… recuerden su juramento…
Su Voz era monótona y carente de toda emoción, era como si su humanidad se hubiera caído junto con su hijo por el borde del precipicio. Las bestias se miraron y supieron que el momento había llegado y la promesa que habían hecho tendría que cumplirse.
Hei Lang: “Cumpliremos con nuestro juramento Gongxi…”
Wei Ying: Quiero su sangre en mis manos… todos morirán esta noche por el pecado que han cometido.
La noche era oscura y ominosa, no había luna ni estrellas, como si el cielo estuviera reflejara el vacío de su alma por lo que acababa de suceder. Lentamente levanta a Chenqing y en cuanto sus labios tocan el instrumento el infierno se desata.
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Tiempo presente.
Lan Zhan saltó hacia el tejado, en el aire hace aparecer su Guqin y ataca a Xue Yang con sus cuerdas mortales expulsándolo lejos. Wei Ying mira la acción sin emoción alguna, solo inclina la cabeza mientras lo estudia con esa mirada vacía.
Frente a frente se miran, mientras una batalla sangrienta estalla a sus pies.
Lan Zhan: Wei Ying… detente…
Wei Ying: ¿Detenerme? - Mira hacia abajo - Ellos mismos han sellado su destino.
Mira hacia donde está mirando, la batalla es mucho más sangrienta de lo que fue en el pasado la misma derrota del Clan Wen. Pero algo muy importante está faltando, y sintiendo un frío recorrerle la espalda mira a Wei Ying.
Lan Zhan: Wei Ying - Este le mira - ¿Dónde está Xie Yun?
En respuesta sólo ve lágrimas rojas bajar por sus mejillas, decidido se acerca y le toma de la muñeca acercándolo.
Wei Ying: Lan Zhan - Susurra como si lo viera por vez primera.
Lan Zhan: ¿Qué ha ocurrido?
Wei Ying: Se ha ido - Su cuerpo comienza a temblar y pierde la fuerza en sus piernas, cayendo de rodillas.
Lan Zhan se arrodilla a su lado y le rodea la espalda con un brazo, sus ojos poco a poco vuelven a ser como plata derretida, pero sus lágrimas siguen estando inyectadas con sangre.
Wei Ying: Está muerto… - Su rostro se vuelve una máscara de dolor - Nuestro hijo está muerto.
Lan Zhan: ¿Qué?
Sus ojos se abren con sorpresa al escucharle. Que le viera como un posible padre para los niños que había adoptado le calentaba el corazón y le hería al mismo tiempo al saber que uno de ellos se había ido.
Wei Ying: Lo siento - Le mira de forma derrotada - Debí decírtelo cuando me enteré que íbamos a ser padres… perdóname Lan Zhan.
Ahora esas palabras no tenían sentido, ¿Acaso había perdido la razón por completo?
Wei Ying mira hacia la lucha, fijando su vista en sus bestias y en Ming Hu que se ha vuelto salvaje, matando a todo el que se acerca a ella. La ve intentar acercarse a Jin Guangyao que estaba siendo protegido por Jin Zixuan y Lan Xichen.
Eso le enfurece y empujando a Lan Zhan se pone de pie y salta al campo de batalla. Se pone de pie y trata de alcanzarle antes de que haga algo pero apenas Wei Ying pisa el suelo la energía resentida explota con renovada fuerza y la tigresa se abalanza sobre ellos tratando de llegar al ex líder.
Lan Zhan: ¡Wei Ying! ¡Detente!
Ming Hu salta y Lan Xichen se coloca frente a Jin Guangyao, la bestia va a atacarlos pero es detenida por un gran sable que la hiere en un costado y la lanza a un lado. Justo a tiempo Nie Mingjue llega para evitarlo.
Al mismo tiempo Wei Ying sostiene su costado con expresión de dolor, sangre mancha su túnica y cuando le alcanza lo sujeta para evitar que caiga al piso, tiene una herida igual que la de Ming Hu. Lo que le hizo ver lo unido que estaba con sus bestias.
Lan Zhan: Wei Ying…
Wei Ying: Lan Zhan… toma mis manos…
Sin dudarlo lo hace y mientras son rodeados por energía siente que es llevado por un poder que reconoce. Wei Ying está utilizando Empatía, una técnica peligrosa que ahonda en los recuerdos de un alma perdida que busca comunicar algo importante.
Como oleadas, los recuerdos de Wei Ying le atacan uno tras otro, los sucesos todavía perdidos en su memoria de esa noche le sorprenden y no se explica cómo es que pudo olvidarse de algo tan importante y sobre todo de esas palabras que le dijo al final.
“Lan Zhan… te amo…”
Mira desde la perspectiva de Wei Ying todos los eventos que vivió durante el tiempo que estuvo perdido, sintiendo que pierde el aliento cuando lo ve en la villa de Wen Qing con un vientre hinchado.
Cuando su hijo nace y lo que tuvo que hacer para salvar su vida. Todos los recuerdos y pensamientos, todas sus dudas y miedos hasta que llega al momento donde el pequeño Xie Yun es secuestrado y Wei Ying llega a las puertas de la entrada principal de Ciudad sin Noche.
Entonces los recuerdos son interrumpidos abruptamente, alguien ha lanzado una flecha que le da en el brazo a Wei Ying y provoca que sus manos se separen. Al girar la mirada ve a un Minshan, el asistente de Jin Guangyao con el arco extendido, casi de inmediato es atacado con ferocidad por Ming Hu que salvajemente lo desmiembra.
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A pesar de que sintió algún grado de satisfacción al ver a esa rata morir, el salvajismo del ataque le sorprendió. Pudo sentirlo, estaba perdiendo el control y la ira estaba ganando terreno rápidamente. La manera en la que Ming Hu estaba atacando era una clara señal, no sólo al matar a Minshan, sino que había atacado sin importarle si hería o no a Lan Xichen, pero gracias al líder Nie eso no había ocurrido.
Pero no sólo era ella, las energías estaba atacando a todo e incluso vio a su hermano y a su esposa estar a punto de ser atacados, pero Hei Lang los protegió justo a tiempo, parecía ser el único que todavía conservaba algo de cordura.
Mirando a Lan Zhan levantó una mano para acariciar su mejilla, no pudo evitar el gesto de disgusto al ver ese hermoso rostro mancharse con su sangre. Pasando de ese pensamiento se acercó y lo besó con todas las emociones que tenía en ese momento, ya que ahora su amor por él era lo único que lo hacía sentirse humano.
Al separarse parecía que todo se había calmado, las marionetas estaban detenidas y la energía resentida parecía haberse apaciguado. Pero para él era la paz que antecedía a la tormenta.
Lan Zhan: Wei Ying…
Wei Ying: Perdóname Lan Zhan - Mira a su familia a varios metros de distancia, muchos tienen heridas y Wen Qing está atendiendo a Jin Zixuan que parece tener una grave herida en su brazo derecho - Nunca quise que salieran lastimados - Nuevas lágrimas caen por su mejillas pero estas eran claras - Sólo quería salvarlo…
Lan Zhan: Lo sé - Le toma ambas manos que temblaban fuertemente - Sé que lo intentaste.
Una sensación de mareo lo domina, mirando hacia el frente ve que Ming Hu se acerca con expresión feroz, su vista fija en Lan Zhan. Hei Lang se coloca frente a ellos para protegerlos, su querida amiga parece haber caído presa de la furia y ahora tenía que detenerla antes de que lastimara al dueño de su corazón.
Hei Lang: “Gongxi.”
Wei Ying: Lo sé - Mira a Lan Zhan esbozando una sonrisa que no llega a sus ojos bañados en tristeza - Cuida de Yuan… sé el padre que hubieras sido para Xie Yun.
Antes de que reaccione suelta sus manos, rodeándole a gran velocidad y le da un certero golpe en la nuca para dejarlo inconsciente. Levantando a Chenqing usa su energía para elevarlo y alejarlo hasta donde está Lan Xichen que lo recibe en sus brazos.
Gira la Dizi en sus dedos y utilizando una melodía comienza a elevarse para alejar la pelea de sus seres queridos. Ambas bestias divinas son rodeadas y atraídas junto con él a una cúpula de energía resentida, muy parecida a la que años atrás lo envolvió cuando recuperó el Sello del Tigre Estigio.
Hei Lang: “Gongxi… Xie Yun.”
Wei Ying: “No digas más… ya no importa de todos modos…” - Sus mentes se comunicaban mientras no paraba de tocar.
Hei Lang: “Lo lamento” - Mira a la tigresa retorcerse y tratar de liberarse de las energías que la tienen inmovilizada.
Wei Ying: “Lo sé… ahora terminemos con esto…”
Hei Lang: “Esto nos costará la vida a los tres Gongxi… el poder de Ming Hu es más fuerte por culpa de la ira y usted está muy débil.”
Wei Ying: “Con tu ayuda lo lograré…” - Una tos le hace detenerse y expulsa sangre por la boca -Mi humanidad se desvanece Hei Lang… acabemos con esto antes de que sea tarde…
Hei Lang: “Como ordene Gongxi… fue un honor pelear a su lado.”
Wei Ying: También lo fue para mí… amigo mío - Le mira con una de esa sonrisas cálidas para luego mirar a Ming Hu - Y sé que ella estaría de acuerdo…
Hei Lang asintió y se preparó para la lucha. Iban a morir, pero al menos no lo harían solos y estaría con un amigo al final del camino.
& & &
Un horrible chillido le hizo despertar de golpe, se sentó y notó que había estado recostado en el regazo de su hermano mayor. Otros gritos se unieron al que le había despertado y al mirar alrededor notó que eran las marionetas que se retorcían salvajemente, mientras que en el aire una esfera de energía resentida giraba como un remolino con destellos de luz que parecían rayos de tormenta y se escuchaban igual. No le tomó mucho tiempo darse cuenta de lo que había pasado y se puso de pie.
Lan Zhan: ¡Wei Ying!
Trató de acercarse pero una energía lo repelió, como si lo alejara del peligro. Con horror se dio cuenta de que dentro de ese cúmulo de energía estaba Wei Ying y no podía adentrarse para salvarle, la energía acumulada era demasiado alta.
Nie Mingjue: ¿Qué está pasando?
Lan Xichen: No tengo idea…
Wen Qing: Wei Wuxian estaba perdiendo poco a poco el control de la energía resentida… su cuerpo lentamente estaba dejando de ser humano.
Todos voltearon a verla, la sanadora estaba terminando de vendar y asegurar la herida que tenía Jin Zixuan, había sido herido gravemente por lo que le tomó mucho tiempo y todo el equipo que llevaba el sanarle, además de usar mucha de su energía para detener el sangrado.
Jiang Cheng: Querida… ¿Qué no nos estás diciendo?
Wen Qing: Supongo que ya no importa guardar el secreto - Mira hacia arriba y suspirando se pone de pie - Wei Wuxian le dio su núcleo dorado a su hijo Xie Yun… este nació sin uno y estaba muriendo.
Nie Mingjue: Eso es imposible… todos los seres humanos nacen con uno.
Wen Qing: Un humano normal lo haría… pero Xie Yun no lo es… el fue concebido dentro del mismo Wei Wuxian… ese niño es su hijo de sangre.
Todos se quedaron enmudecidos por las palabras de la sanadora, nadie refutó sus palabras porque nadie mentiría sobre algo así en un momento como así. La verdad estaba escrita en su cara al igual que el dolor.
Wen Qing: Me pidió que no dijera nada a nadie… - Mira a Lan Zhan - Tenía miedo que no le creyeras…
Lan Xichen: ¿Wanji?
Lan Zhan: No lo recordé hasta que Wei Ying usó empatía sobre esos recuerdos…
La conversación fue interrumpida cuando las marionetas comenzaron a elevarse por el aire atacaron con furia la esfera de energía resentida. Esta se elevó más en el aire, comenzando a crecer cuando las marionetas atravesaron la energía y se adentraron.
El ruido de almas en pena gritando agónicamente lastimaba los tímpanos, estuvo así por lo que pareció una eternidad hasta los gritos comenzaron a apagarse. El sol ya comenzaba a salir cuando la esfera comenzó a disminuir de tamaño, al principio lentamente pero luego se aceleró hasta desaparecer del todo y sólo se vio a Chenqing en el aire junto con el Sello del Tigre Estigio.
Lan Zhan: Wei Ying…
El arma comenzó a caer pero antes de caer al piso se desvió para acercarse a Lan Zhan. Extendiendo sus manos esta se posó en sus palmas, todavía estaba caliente y estaba manchada de sangre. Sólo pudo sostenerla firmemente mientras sentía las lágrimas descender por sus mejillas.
El Sello se mantuvo en el aire unos momentos más hasta que de pronto comenzó a girar violentamente, y con un último rugido estalló en miles de fragmentos convirtiéndose en un polvo que fue llevado por el viento.
Jiang Cheng: ¿Dónde está mi hermano? - Su esposa le abrazó y sin poder evitarlo lágrimas salieron de sus ojos.
Wen Qing: Lo siento cariño… se ha ido - Comenzó a llorar también.
La realidad de lo sucedido los golpeó, Wei Wuxian había dado la vida para acabar con su propio poder, para proteger lo que aún conservaba y para no terminar perdiendo la poca humanidad que le quedaba.
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Región de Qishan. Ciudad sin Noche. Cenotafio del Acantilado.
16 años después…
Un joven de túnicas negras se acerca y arrodilla frente al monumento que había sido creado en honor al que le dio la vida. Saca de una alforja que llevaba consigo un par de Sonrisas del Emperador, colocando una al pie del cenotafio mientras que abre la otra y le da un largo trago.
Su cabello está peinado con una cola alta y algunos mechones de cabello enmarcan su cara los cuales se mueven con la suave brisa. El joven de 19 años mira las palabras grabadas por su padre sobre su Muqin del que sólo tiene el vago recuerdo de su sonrisa y cálida mirada.
Xie Yun: Un año más Muqin… y Die sigue sin tener el valor para venir a verte - Mira la botella en su mano y sonríe - Sé que no le reprocharías nada… no todos son tan valientes como lo eras tú.
Bebe otro trago y gira la cabeza cuando escucha unos pasos acercarse. Se pone de pie y sonríe a ver llegar a su hermano Yuan, o mejor dicho Lan Sizhui, habían recibido sus nombres de cortesía a los 18 pero no solía usar el suyo al igual que no le gustaba usar las vestimentas del el clan Lan.
Su hermano por otro lado portaba orgulloso el patrón de olas y la cinta que lo reconocían como hijo de Hanguang Jun. A pesar de no llevar su sangre, su padre no había hecho alguna diferencia mientras crecían.
Xie Yun: Perdóname por no esperarte Sizhui - Levanta la jarra - Quería beber con Muqin un rato a solas.
Lan Sizhui: Lo sé… por eso traje algo de comer porque no es bueno beber con el estómago vacío.
Fue en ese momento que notó la cesta que traía su hermano. Este se puso de rodillas frente al monumento y sacó todo, al destapar la comida el conocido olor de la sopa de costilla y raíz de loto.
Xie Yun: Sopa de costilla y raíz de loto - Se arrodilla a su lado.
Lan Sizhui: Que mejor momento para comerla que hoy.
Xie Yun: Cierto - Toma el tazón que le pasa su hermano.
Lan Sizhui sólo sonríe, sirve otros dos tazones, el más grande lo coloca junto a la bebida que puso su hermano y la otra para él. En silencio comienzan a comer y conforme terminan cada uno recuerda al amoroso padre que tuvieron en su infancia y al que hubieran deseado tener más tiempo.
Continuará……………
Nota:
Cenotafio: Monumento funerario que no contiene el cadáver de la persona a quien se le dedica.
Ya se me está haciendo costumbre subir los capítulos los jueves, por eso los compensé con un capítulo más largo.
Rehice este capítulo al menos cuatro veces y aún no quedé del todo conforme con el resultado final, pero aún así espero que les guste.
¡Nos vemos la otra semana!