Takemichi fue llevado a una habitación enorme, la cama era grande, con dorsales de un color dorado, la cortina junto con la colcha eran blancas.
Los colores de la habitación eran claros, tenía un peinador, un ventanal que daba al patio central, con un pequeño balcón, un baño propio espacioso.
—Aqui dormirás apartir de hoy— informo Kazutora acaricio la mejilla del pajarillo que estaba asustado.
—Te quedaras conmigo — pregunto temeroso, con el ligero tarareo Takemichi logro encantar al de mechas rubias, por lo cual lo quería cercas de el.
Baji quien acompaño a Torá a dejar a la mercancía como el lo llama, nego con la cabeza —Tora no puedes quedarte — dijo cuando vio que el chico lo estaba considerando
—Solo hasta que duermas— dijo el Hanemiya pero Baji lo jalo —No, tienes que presentarte ante Mikey — informo —Yo me quedaré — sentenció, a Kazutora le pareció bien pero Takemichi tembló
Takemichi se adentro a la habitación, Baji lo miraba con sospecha, el ojiazul se sentía incómodo, ante los ojos de Baji era un pajarillo encerrado en su jaula, revoloteando buscando una rendija lo suficiente grande como para escapar.
—No intentes escapar —advirtio el de cabellos largos, los ojos azules le miraron con sorpresa, Baji sonrió mostrando sus colmillos —No logras ir muy lejos si te vas— dijo pasando la lengua por sus labios para cerrar la puerta
Takemichi trago saliva, la amenaza era clara, el escalofrío se sintió en su cuerpo, entonces comenzó un ligero tarareo que fue creciendo gradualmente hasta convertirse en una melodía triste.
Baji quien estaba afuera sintió una opresión en su pecho, miro la puerta queriendo abrirla y consolar a la persona del otro lado de ella.
—¿Estás llorando?— pregunto una voz con sorpresa y burla a la vez
Baji dejo de ver la puerta para ver al idiota que osaba burlarse de él, encontrando a Chifuyu
—¿Te sientes bien?— cuestiono
El de cabellos largos tocó su mejilla encontrando la humeda, no sabía el motivo de sus lágrimas ni de su tristeza, solo que quería abrazar a la persona del otro lado de la puerta.
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Kazutora entro a la oficina de Mikey con paso lento, parándose frente al escritorio mirando con respeto a su líder.
Draken aun lado de Mikey, quería golpear al de mechas por apuntarle con un arma, pero Mikey no lo dejo.
—¿Porque apuntaste a Draken ?— cuestiono el rubio
Tora no respondió, era obvio el motivo así que no veía porque decir algo tan obvio —Habla— exigió con molestia Draken
—Queria protejer a Mitchy — dijo sin prestar atención al alto
—Puedes retirarte — dijo con un movimiento de mano Mikey ante la mirada molesta de Draken
—Solo lo dejas ir asi— cuestiono con molestia
—Ese chico tiene algo especial— susurró pensativo Mikey (refiriéndose al ojiazul)
—Cuando estés cercas de el, evita escucharlo cantar— murmuró pensativo
—¿Que estás diciendo ?— pregunto confundido Draken
—Solo hazme caso, usa audífonos o algo, pero no lo escuches— sentenció
Mikey se había dado cuenta de lo poderoso del canto de Takemichi, por algo lo había comprado.
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Kisaki estaba en su oficina ideando un plan para tener de vuelta al pajarillo sin levantar sospechas, el hecho de que nadie hubiera vuelto a pelear por el, indicaba que aparte de encantar a quien lo escucha, tenía otros dones que habían Sido desarrollados.
—Aun tengo la duda de cómo te enteraste de su existencia — pregunto Hanma recostado en el sillón dentro de la oficina del de lentes.
—Habia escuchado algunas leyendas — respondió distraído — Y mi padre me habló de algo extraño que vio en el bosque.
Hanma lo miro pensativo "¿Que más ocultaba Kisaki?"
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El sol se colo en la ventana dando luz a esa habitación, aunque la cama era cómoda Takemichi apenas pudo dormir.
Aún extrañaba su hogar, la frescura de la noche, los rayos del sol entre las ramas, las estrellas y la iluminación de la luna.
Tarareo ligeramente viendo por la ventana su canto salió suave como un murmullo, los pajarillos se acercaron a la ventana silbando su melodía haciendo coro
La melodía era triste, quien la escuchaba se sentía desanimado.
El primero en tocar la puerta fue Kazutora, el canto de Takemichi se detuvo cuando la puerta fue abierta, una sonrisa se colo en sus labios al ver al del tatuaje del tigre.
—Te he traído algo para que desayunes — dijo Kazutora con una bandeja en manos los nervios se olían desde que se a dentro al cuarto — No sé que es lo que te gusta comer, pero he traído un poco de todo.
Takemichi se alejo de la ventana pisando las plumas que estaban en el suelo, miro la bandeja de comida repleta de pequeñas cantidades de fruta, un plato de huevos revueltos, pan, jugo de naranja.
Sonrió haciendo suspirar a Kazutora —Gracias — dijo picando la manzana para comerla
Por la puerta entro Baji, con algo de chocolate, confundido Takemichi lo miro, las mejillas del de cabellos largos estaban ligeramente rojas.
—Pense que estarías triste y te traje algo de chocolate caliente — susurró, la taza en sus manos tenía bombones derretidos —El chocolate da alegría —
Takemichi sonrió tomando la taza en sus manos, estaba feliz de poder tener quien lo protegiera en ese lugar, dió un sorbo a la taza, el dulce sabor del chocolate amargo mezclado con lo dulce de los bombones le daba un sabor exquisito que lo hizo gemir de felicidad.
Kazutora miro de mal modo a Baji quien sonreía con autosuficiencia "Toma eso Torá" pensó
Todo eso había Sido presenciado por Mikey, el cambio en Baji había fue más notorio.