Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Alfa más fuerte. Tomo 1 y 2 (Traducción finalizada) por yuniwalker

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

El incidente ocurrió unas tres semanas después de que llegara a la mansión. 

En ese momento, Kaminuma comenzaba a frustrarse porque el celo de Kurose no había comenzado todavía a pesar de ser el famoso S Omega que había encontrado después de mucho tiempo. Aunque ahora estaba en condiciones de manejar su estado, era como si el cuerpo de Goshoku permaneciera dormido al igual que los capullos de rosa en el invierno. Igual a si hubiese perdido su señal de floración.

"Por favor, no actúe impulsivamente señor."

Kusumi lo controló para evitar que regresaran a Goshoku al cirujano.

Y en ese momento, una persona que no debería estar allí comenzó a caminar por el pasillo de la mansión. Era Kurose. Se había perdido por algunos días así que pensó que definitivamente había ido a ver cómo estaban sus hijos ¿Y todo estaba en orden con los pequeñitos? ¿Comían adecuadamente? Deseaba tener una conversación normal sobre ellos, pero ni siquiera podía hacerlo. En realidad, verlo de lejos era lo único permitido ahora. 

Kurose estaba diciendo algo extraño mientras Kaminuma caminaba frente a él. Parecía ser un informe apresurado. 

Sus oídos intentaban inconscientemente captar su voz y su cuerpo se movía inconscientemente hacía él...

"Escuché que esta información sobre el S Omega no está comprobada. Posiblemente fue una falsa alarma."

"¿Una falsa alarma?"

"Sí, solo es un Omega ordinario. Parece que dieron información falsa a cambio de dinero".

Kurose volteó a verlo e inmediatamente después, fue como si su corazón comenzara a rebotar. Con solo una mirada, el pecho de Goshoku perdió la calma y el zumbido de sus latidos, que parecían emocionados de estar frente a alguien a quien había añorado durante mucho tiempo, creció gradualmente hasta sentir una furiosa tormenta de flores dentro de él. Era como si brotaran todas a la vez en primavera. 

"Hmm..."

Este sentimiento era igual al del día en que lo encontró por primera vez en el callejón. La temperatura corporal le aumentó, el cuerpo le dolía y su ano comenzó a desbordar líquido en señal de que quería a ese alfa. Kurose, quien fue el primero en notar el cambio en Goshoku, apretó el supresor que tenía escondido en la chaqueta. 

"¡Señor Kaminuma!"

Y cuando levantó la cara hacia la voz de Kusumi, descubrió que Kaminuma estaba a punto de correr hacia él. Tenía ojos brillantes y respiración agitada. Era su celo. Su hermano estaba completamente influenciado por las feromonas de Goshoku y según su instinto, no tendría más remedio que comerse a su presa. 

"No, alto."

"¡Quítate!"

"¡No, no me quitaré!"

Kusumi interrumpió entre los dos. Estaba tratando desesperadamente de detenerlo aunque evidentemente tenía que agregar más fuerza bruta para hacerlo. Tomó la jeringa de manos de Kurose y utilizó el medicamento para apuñalarle el muslo. 

"... Tú, ¿Me dices qué hacer y qué no?"

Kurose respondió:

"Eres un alto ejecutivo del ejército. Si actúas como una bestia, tu apellido se dañará. Por favor, no puedes atacar personas."

"No, si puedo. ¡Estoy a cargo de administrar a este Omega!"

"No, no es correcto. Se racional. No puedes atacarlo."

Sin saberlo, estaba repitiendo la misma respuesta. Pero al hablar, se estaba acelerando el celo del Omega que quería a su Alfa. Su cuerpo comenzó a prepararse para aceptar su feromona y terminó por sentir la manera tan asquerosa en que su ropa interior estaba mojándose.

"Hmm... Ah... Ayúdame. Ayúdame, Kurose."

Se hundió en el suelo y comenzó a soportar el intenso calor por su propia cuenta. Tenía que ponerle el inhibidor lo antes posible antes de que se convirtiera en un desastre y se enteraran de que eran compañeros. Kurose se acercó para responder a su voz, lo tocó y le dijo que respirara hondo. Sin embargo, hubo una mano que lo detuvo. 

"¿Qué vas a hacer?"

"... Le voy a poner un supresor antes de que vuelva locos a todos nuestros hombres."

Kaminuma recuperó la compostura y sonrió ante la jeringa utilizada por Kurose. 

"Ya veo ¿Es lo que utilizaste con él mientras estaba en tu casa? ¿O lo dejaste entrar en celo para ver cómo te sentías después? A ver, muéstrame."

"No. Si no lo hago ahora, esta persona seguirá sufriendo".

"No me des instrucciones. Yo decidiré".

Kaminuma fue hasta el otro extremo, haciendo ruido con sus zapatos. 

"Kusumi. ¿Este es el celo completo del S Omega?"

"Existe una pequeña posibilidad de que lo sea. Debería llevarlo al médico del ejército antes de tomar una decisión así que, yo también digo que necesita del inhibidor para..."

"¡No me des una opinión que no pedí!"

Cuando golpeó la mejilla de Kusumi con la palma completa de su mano, Kaminuma se rió. Ahora, Goshoku estaba en medio de un hambre intensa y con el sentimiento de una tortura insoportable dentro de él. No importaba quién fuera la otra persona ahora. Si lo empujaban hacia abajo, estaría feliz de abrir su entrepierna y pedir por sexo. De hecho, hasta pareció estar a punto de hacer eso mismo justo ahora. 

"Ah... Ah, Ku..."

"Shhh."

No quería que su hermano escuchara esta voz pero Goshoku solo quería decir "Rápido." Era un hecho que la bestia dentro de él se estaba haciendo cada vez más salvaje. Miró a Kurose una última vez...

"¿Qué estás haciendo, Kurose? Regresa a tu misión ya. Vamos."

Kurose inclinó la cabeza de manera humorística y se puso de pie. Miró a Goshoku, pero fue por un periodo de tiempo tan corto que ni siquiera podía decir que sus ojos se hubiesen encontrado. Se sentía desesperado por saber si Kaminuma iba a tomarlo de verdad pero, tan pronto como salió por la puerta...

"Ah..."

Como si la maldición se hubiera levantado, el celo se fue. Cuando Kurose se alejó un par de pasos, pudo sentir que se estaba enfriando de nuevo. El calor se estaba enfriando porque su pareja ya no estaba allí. 

"Es peligroso que lo dejemos aquí. Ponlo bajo mi control. Llévalo a la habitación de inmediato y que nadie entre."

Lo bueno es que Kaminuma aún no se había percatado del estado de Goshoku o de que su celo ya no estaba allí. Pero Kusumi pareció haberse dado cuenta en el camino. Tan pronto como entraron en la habitación, preguntó:

"Ya no estás en celo ¿Verdad?"

"No creo que haya llegado mi celo."

"¿Qué quieres decir?"

"He tenido la misma situación antes. Me pasó cuando vi a Kurose por primera vez en la farmacia y cuando me abrazó en la ciudad... Que estuviera junto a mi debió haber sido el desencadenante esta vez."

"Pero un S Alfa no puede controlar el celo de un S Omega..."

"Lo sé... Un S Omega está lleno de cosas que no entiendo".

Kusumi escuchó la historia de Goshoku antes de nublar su expresión. El color de la preocupación estaba flotando profundamente alrededor de él. 

"No te pongas así".

"Estoy preocupado por ti. Necesito sacarte de aquí antes de que esto empeore."

Pero en ese momento, la puerta de la habitación se abrió de repente y Kaminuma se acercó con un gran impulso. 

"Kusumi. ¿Qué quieres decir? ¿Vas a traicionarme?" 

Agarró el cuello de Kusumi y lo presionó contra la pared para comenzar a hacer preguntas. Sin embargo, aunque se detuvo un momento al ver como el hombre parecía estar sufriendo, el enojo seguía completamente vivo en sus ojos. Kaminuma distorsionó la expresión cuando reparó en Goshoku.

"¿Te estás burlando de mí?"

La mano que sostenía el cuello de Kusumi ahora se estiró en su dirección. 

"¡...!"

Su garganta se apretó tanto que soltó un gemido. Era como si los dedos de Kaminuma lo mordieran.

"Señor, espere señor."

Kusumi estaba tratando desesperadamente de detenerlo, pero Kaminuma no estaba intentando controlar su ira. 

"¿Mi hermano controla tu celo?"

"..."

Kaminuma se rió cuando se dio cuenta de que efectivamente había reaccionado a Kurose. 

"Así es la cosa ¿Eh?"

Pero no sabía que eran destinados. Él solo conocía la habilidad de un S Alfa para estimular a un Omega así que esa fue la respuesta a la que llegó. Estaba estimulando el complejo que tenía su medio hermano muchísimo más hasta volverlo loco.

"¡Siempre hay que estar agradecido con los putos S Alfa!"

"Yo no quería que fuera así."

"Sí, sí. Un Omega es como una herramienta para darnos recursos humanos..."

El hombre salió de la habitación sin dejar de murmurar. Había sentido que un plan ridículo estaba escondido en la sonrisa que mostró al final así que ¿Qué estaba tratando de hacer ahora? La ansiedad se precipitó con solo imaginarlo. 

"Goshoku sama..."

Kusumi estaba preocupado, pero ahora no podía darse el lujo de ser considerado con los demás. Le pidió que saliera, diciendo que necesitaba un momento a solas, y se dedicó a contemplar la habitación para comprobar la situación en la que se encontraba. Lo había estado usando como su recámara durante mucho tiempo, pero este espacio seguía siendo completamente desconocido para él. Se estaba sofocando en realidad. Se acercó a la ventana y miró hacia afuera, pero no podía abrirla para respirar el aire exterior. Había gente que iba y venía de vez en cuando, pero el mundo de aquí no era amable con Goshoku. Era como un pájaro en una cesta. No había libertad y todas sus acciones eran monitoreadas. 

"Um..."

Las esquinas internas de sus ojos se calentaron y la nariz se le congestionó. Había venido para salvar a Kurose y terminar con todo este asunto, pero siempre quería regresar a casa. Extrañaba cuando preparaba medicamentos con Takeda. Extrañaba jugar al ajedrez, acariciar al gato y que Yanai se burlara de él. Deseaba recuperar esos días y sin embargo, también tenía algo más importante que quería ver. Los niños pequeños que lo llamaban "mamá". Odiaba ese nombre al inicio pero estaba bien, podían llamarle mamá si eso era lo que querían. Deseaba volver a la mansión de nuevo. Y quería ver los ojos que Takeda describió como "oscuridad". A ese hombre con una luz suave en el interior.
Debido a la capacidad de un S Alfa, siempre se sintió como si la gente que lo rodeaba lo hubiera lastimado así que no quería dejarlo solo. Amaba a Kurose. Y la prueba fue que los artículos del hombre habían sido recolectados todos los días desde que llegó a su casa. Pensaba que era un estúpido porque no podía detener el acto de anidar, pero ahora se sentía fuerte como para aceptar que lo hacía pensando en los dos y en su futuro como pareja.
 
"Te necesito..."


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).