Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Agur a la Era Heian por MoonSpiky

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

El rudimento de una coalición ternaria

-Franky, te presento a Nico Robin
-Es un gusto, Franky
-Wow, es una mujer SUUUPER hermosa- anunció haciendo una ridícula pose, a lo que Robin soltó una risilla. Dragon conocía al carpintero desde hacía muchos años y todos los miembros de la Franky Family también eran buenos conocidos suyos, ellos ocupaban uno de los territorios que él había liberado
-Les traeré algo para comer- informó la mujer abriendo la puerta
-¿Cómo ha estado Ruffy?
-Él ha estado muy bien, tiene amigos en el clan Roronoa
-Ohh, esa es una SUUPER noticia
-Sí, actualmente estoy buscando aliarme con la mayor cantidad de grupos que tengan algún poder militar y he oído de un grupo llamado “Shirohige” ¿Has oído de él?
-¿El grupo independiente encargado del bienestar de la población?, yo los conocí hace un tiempo, son unos sujetos suuuper buenos.
-¿Y crees que podrías decirme cómo puedo comunicarme con ellos? Me llegó esta carta, así que pensé que podría hablarles- y le tendió la carta que había recibido hacía tres semanas

 

Cuando su invitado terminó de leerla, estaba llorando y moqueando, aunque lo negara, y se secaba las lágrimas con su antebrazo


-Es una historia suuper triste- Decía mientras lloriqueaba- Yo hablaré con ellos para que se comuniquen con ustedes, creo que también están tratando de obtener ayuda de otros lugares pero Hachinosu está en muchos problemas ahora mismo y no han logrado captar la atención de los demás países
-Muchas gracias, Franky, hay otra cosa que quería comentarte. Como habrás leído, nuestros enemigos tienen un arma muy peligrosa y es por eso que te necesito… - tomó aire, estaba prácticamente seguro que el otro se negaría, pero tenía que intentarlo -Franky, necesito que me ayudes a construir el arma ancestral que es capaz de oponerse a la Yami Yami, te llamé para que construyas Plutón

 

El carpintero dejó de llorar y se tornó serio, sabía que él era el único capaz de construir esa monstruosidad, pero así mismo sabía que era demasiado peligroso si luego caía en manos equivocadas. Era una decisión muy difícil de tomar, de todos modos no necesitó de mucho tiempo para soltar un rotundo
-No- Dragon lo miró fijamente -Podrás manejar la situación sin necesidad de poner en riesgo el imperio completo

 

El líder revolucionario suspiró pesadamente -Ya me había supuesto que no aceptarías, no es algo fácil, así que respeto tu decisión, pero te lo pido, por favor piensa un poco más en ello- Franky agradeció y salió con destino a su hogar. Pero a unos tres pasos después de pasar la puerta, Nico Robin se asomó al frente suyo cargando un recipiente


-Ohh ¿No vas a comer?
-Ya hemos hablado lo que teníamos que hablar y ya me iba, pero te voy a aceptar uno de esos
-He oído que tienes en tus manos los planos de Plutón
-Y si te soy sincero desearía no tenerlos ni saber sobre ellos, ¿no te pasa lo mismo con los Poneglyphs?

-Al parecer estás muy enterado- dijo con una pequeña sonrisa
-Sé quién eres, Nico Robin, sé que tienes muchas probabilidades de conocer la ubicación de plutón y esa es la única razón por la que no he destruído los planos

-Necesitas una forma de hacerme frente si encuentro el arma

-No sabía que eras parte de los revolucionarios, al menos eso me calma un poco, de todas maneras me mantendré alerta contigo

-No te preocupes, Franky, aún no he podido dar con ese poneglyph siquiera


*******


-Lo conocimos hace 2 semanas, resulta que era el padre de un amigo- A Mihawk no podría interesarle menos lo que le estaban contando
-¿No hay alguna manera en que podamos actuar? Ya va siendo hora- inquirió el cocinero
-Nosotros actuamos por nuestra cuenta, no requerimos de alguien más
-… No insistiré, pero pienso que es una buena idea tenerlos de nuestro lado, adiós- Sanji salió del lugar sin discutir.


—FlashBack—

Nunca hubiese creído que Luffy era el hijo del hombre más buscado del imperio, pero había cocinado en su cocina y estaba comiendo en su mesa. Vio al lado suyo; al principio la actitud de Zoro había cambiado un poco, parecía más distante. Pero al cabo de un rato las cosas se normalizaron y eso había calmado mucho a Sanji. Cuando terminaron la comida, Monkey D. Dragon fue a hablar con ellos, se presentó formalmente y luego les mencionó que deseaba hablar con Mihawk para contemplar la posibilidad de una alilanza.


De camino a casa, Sanji y Zoro hablaron con relativa normalidad. Sin embargo, el primero se notaba un poco más agresivo, aún no sabía cómo manejar algunas reacciones y su respuesta era ponerse a la defensiva. Esto no pasó desapercibido para el otro, quien le hizo saber que efectivamente se comportaba distinto

 

-Cejillas, sé que normalmente nos insultamos pero hoy estás especialmente gilipollas

-No es nada- Y vio un árbol de mandarinas atrás de su compañero -Hey, esas mandarinas se ven muy bien, le llevaré unas a Nami-san ¡de seguro le encantarán!- decía mientras juntaba sus manos y hacía un bailecito extraño, pero se detuvo de golpe

 

-Cejillas- le puso una mano en el hombro, pero Sanji se timbró e inmediatamente se alejó de él

 

No supo exactamente cómo responder ante el gesto de rechazo, se quedó unos segundos viéndolo extrañado, entonces cambió de dirección y se dispuso a caminar solo -lo capto, tómate tu tiempo

 

El rubio tardó en reaccionar

 

.

.

.

 

-¡Espera!- no se había dado cuenta y había tomado a Zoro de la mano. Este claramente lo notó, pero dejó que continuara -Ehh… Yo… No…

 

Entonces sintió una calidez extraña y miró hacia abajo. En ese momento se percató de que estaba tomando la mano del marimo -¡Perdón!- dijo mientras lo soltaba rápidamente, casi parecía que se hubiera quemado

 

-No me molesta

-¿Eh?

-¿Y? ¿Qué era lo que me ibas a decir? 

-No.. Yo… Quiero decir…- No había podido formular una sola frase. En realidad ¿qué quería decir?, Zoro lo miraba impasible -No es nada malo, ni siquiera yo sé lo que me pasa

-¿Qué?

-Solo quédate con eso, por favor- el espadachín se quedó en silencio por un momento

-De acuerdo

—Fin FlashBack—

 

Ya habían pasado 3 semanas en la misma situación. Se veían cada día a la misma hora y con un solo propósito: entrenar. No es como si estuvieran peleados, pero algo se sentía diferente, había una tensión en el aire que no sabían cómo deshacer. No hablaban más de lo necesario, aún así nunca faltaban a sus entrenamientos, ni siquiera se daban cuenta de ello pero ese era el único momento del día en el que interactuaban y ninguno de los dos quería dejarlo escapar. Sin embargo, tampoco rompían el pacto de silencio que se había formado. Zoro no entendía nada, la relación que creía haber formado con el rubio se tornó extraña de un momento a otro, pero no era como si estuvieran molestos, simplemente era extraña, no sabía cómo describirlo. 

 

Sanji, por su parte, sabía que no estaba bien, que las cosas no tenían porqué cambiar de esa manera. Estaba dispuesto a regresar a aquellos días en los que se gritaban tontamente y reían cuando el otro no estaba mirando; Zoro era básicamente la persona con quien más disfrutaba estar y, siendo sinceros, el resto de personas en ese lugar eran más bien conocidos y nada más. Nami, Usopp, Brook, Chopper y Luffy eran buenos amigos, sí, pero el marimo era simplemente distinto. Sea lo que fuere, no quería seguir con esa incomodidad.

 

Había preparado un platillo que sabía que el marimo adoraba: onigiri, acompañado con su bebida favorita: sake. Era una extraña combinación, pero eran platos que le gustaban a Zoro y también revivían algún recuerdo insignificante, como la primera y última vez que habían bebido juntos. 

 

Hecho una bola de nervios fue a buscar al otro para darle su regalo, tocó la puerta de su habitación y empezó a ponerse un poco ansioso. Cuando abrió la puerta, Sanji dio un respingo, se quedaron viéndose unos segundos hasta que Zoro entró nuevamente, dejando la puerta abierta, y se sentó en el suelo frente a una pequeña mesa. Sanji lo entendió como una afirmativa para pasar y eso hizo, poniendo la bandeja con la comida y bebida en la mesa

 

-Marimo… Yo… espero que te guste… Y si quieres también podemos compartir unas copas, esta vez invito yo- miró de reojo

-Nunca rechazaría una buena comida y un buen sake- la sonrisa de lado que tan bien conocía el rubio, apareció nuevamente después de varias semanas sin verla. Sanji no pudo evitar notar que había dicho “buena comida” y se sonrojó un poco, ¿esa era la forma de Zoro para halagar su cocina?

 

Comían y bebían, pero la tensión se podía sentir de todos modos, algo faltaba ¿dónde estaban los comentarios sarcásticos? ¿Las burlas? ¿Los halagos indirectos? Tenía mucho por decir, quería disculparse por su comportamiento extraño, sabía que el otro no tenía idea pero era tan difícil... Era la primera vez que se sentía así por alguien y estaba muy confundido.

 

-Soy un maldito inmaduro- murmuró

-¿De qué hablas?
-Zoro…Quisiera que paráramos con esto. Sé que es totalmente culpa mía y por eso vine a pedirte una tregua, yo… De verdad quisiera explicarte muchas cosas pero no puedo
-No estás obligado a decirme nada
-Lo sé, aún así estoy consciente de que puedes estar entendiendo mal algunas cosas. Sin embargo quiero dejar en claro que… No hay nadie en quien confíe más en este momento que en ti...

 

A Zoro le dio un pequeño vuelco el corazón ¿por qué se sentía tan feliz?

-...Entonces- lo miró fijamente, muy serio, quizás no tendría otra oportunidad como esa para decir lo que había estado pensando por tanto tiempo, así que con algo de duda decidió hablar- ¿Por qué… te aíslas siempre y quieres cargar con todo solo?

Sanji dio un parpadeo rápido -¿A qué te refieres?

El marimo puso en la mesita el vaso que tenía antes en las manos y se quedó viendo las ondas de sake que se formaban en el interior, para volver la mirada a los ojos del otro

-Dime ¿estás bien con todo esto?
-Ehh… ¿con… qué?
-Aceptaste venir, tomaste el título y estás conviviendo con la persona que… -tragó saliva, casi arrepintiéndose de lo que iba a decir –…asesinó a tu padre… -No pudo sostenerle la mirada, se maldijo a sí mismo por ser tan bocazas, pero ya era demasiado tarde –Y encima esa persona es mi padre… Tú deberías odiarnos… odiarme...

 

Se creó un silencio tensionante por un par de segundos, pero Sanji no dudó mucho para responder

 

-Era una batalla, y así son las batallas -respondió con voz neutral -Yo vine aquí para cumplir la voluntad de mi padre, al menos eso me lo permitieron. Además no tienes nada que ver, lo sé porque en varias ocasiones has manifestado que no querías que esto sucediera, y ustedes también tuvieron pérdidas importantes, no tiene sentido reclamar nada ahora

 

A Zoro se le encogió algo en el pecho… ¿Cuánto peso tenía que cargar? ¿Cuánto dolor tenía que ocultar? Él por lo menos estuvo con Kuina cuando murió, la acompañó y se despidió de ella, Sanji en cambio solo recibió la noticia de que su padre había muerto y no supo más de él. Él había estado con sus amigos y su familia, Sanji estuvo solo, pues su clan se había disuelto. Zoro se permitió renunciar, Sanji había tomado su lugar y sus responsabilidades cuando estaba destrozado. 

 

Nunca mostró dolor ni remordimiento, de hecho todo lo contrario, siempre estaba ahí para él y sabía entenderlo mejor que cualquiera. Era incluso difícil de imaginar a alguien con su bondad intacta mientras pasaba por todo aquello

 

¿Por qué no lo había notado antes?


Zoro se incorporó, con ambas manos tomó una de las manos del otro y miró al suelo -…Gracias

 

-Gra… ¿Gracias?  ¿Por qué?- preguntó alarmado por el contacto
-Porque me quitaste un peso demasiado difícil de cargar, porque visitaste a Kuina cuando apenas y la habías conocido, porque a media noche me acompañaste y escuchaste mi historia y porque me entendiste cuando nadie más lo hizo. Todo eso estando solo y sin alguien en quién apoyarte. Tú… Llegaste para cargar con todo y gracias a eso ahora yo soy libre y ni siquiera lo merezco y tú… Tú definitivamente no lo mereces- Apretó la mano que tenía aprisionada y la pegó contra su frente, aún cabizbajo

 

-Hey...- Sanji no sabía qué decir, Zoro se había dado cuenta. Pensaba que su actuación era perfecta pero el marimo sabía que se estaba derrumbando… -Que lo he hecho consciente, no pasa nada 

 

-Y eso es lo más difícil- Levantó nuevamente la cabeza y lo miró muy serio

Sanji no iba a poder soportar las lágrimas mucho más tiempo. La responsabilidad que tenía, alejarse de sus amigos, la muerte de su padre, y encima tenía enfrente a la persona de quien se estaba enamorando y que sabía no iba a corresponderle. Todo lo estaba mortificando y había evitado pensar en ello, pero ahora se había juntado


…No pudo más…


Agachó la cabeza y respiró profundo. De sus ojos empezaron a correr lágrimas amargas, silenciosas. Se habían caído los muros que había puesto a su alrededor para protegerse, se empezaba a desplomar en pedazos y ya no podía evitarlo. 

 

Zoro no podía seguir simplemente viendo al otro llorar, le destrozaba el alma, y sus instintos le gritaron, su cuerpo se movió solo. Tomó a Sanji en sus brazos y lo apretó fuertemente, queriendo tenerlo siempre así, protegiéndolo, evitando que sufriera por más tiempo. Su corazón palpitaba a mil por hora. Sanji paró de llorar instantáneamente y se tensó ¿el marimo lo estaba abrazando?


-No tienes que decir nada, solo… Déjame seguir un rato más así… Déjanos seguir un rato más- Dijo Zoro cerrando los ojos

La calidez que le brindaban esos brazos lo hizo sentirse seguro, ahora podía desahogarse y dejar que sus sentimientos fluyeran. Lloró de nuevo, sacando todo el dolor de su pecho. Empuñó la camisa de su compañero y se escondió entre su abrazo, sollozaba suavemente y se dio cuenta de que hacía mucho tiempo lo necesitaba. Zoro no lo iba a soltar, lo tendría oculto hasta que el otro quisiera soltarse, hasta que hubiera derramado la última lágrima.

 

Pasados varios minutos, sus latidos se iban calmando poco a poco y con ello el llanto de Sanji, hasta que sintió que su respiración era tranquila. Se separó un poco para verlo y se encontró con una expresión completamente serena, Zoro lo miró con ternura… Se estaba quedando dormido y solo se sostenía porque él lo estaba abrazando. Lo aferró fuerte y luego lo puso en su cama, se retiró con la intención de dejarlo descansar y una parte de él se sintió curada. Sonrió satisfecho y una sensación agradable llenó todo su cuerpo


-¿Qué me está pasando, cejillas?

Notas finales:

Si llegaste hasta acá, muchísimas gracias por leer :)

Espero que te haya gustado y no dudes en dejar tu opinión respecto al cap.

Nos vemos :)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).