Capítulo 10.- Verdades que afectan
Ese era su último día en Buenos Aires, tenían planificado visitar los lugares turísticos, y en esa excursión Shunrey estaba incluida. Por razones de seguridad, se movilizaban en varios autos, la banda también los acompañó, al igual que Shaka, Afrodita y Mu, era un grupo bastante grande pero no tuvieron problemas por eso, y lograron caminar por las céntricas calles de Buenos Aires, mirándolo todo
En esa salida, Shyru y Shunrey se mostraron bastante juntos y cariñosos, Seiya si los había visto pero trataba de no tomarlos en cuenta, él caminó con Ikky y Shun, aunque no perdía de vista a Julián que iba con Sorrento y Pandora. El clima fue ideal, la comida estuvo deliciosa, y ya al caer la tarde, todos estaban acomodados en el bus, este tramo iban a ir por tierra, a Seiya no le hacía mucha gracia dormir en las literas del bus, se veían cómodas pero él prefería una cama, ni modo, así habían viajado por años, y este tour no iba a ser la excepción, por Shyru tuvieron que hacer una parada técnica en el aeropuerto, Shunrey volvía a Estados Unidos esa tarde, pero todo fluyó de acuerdo al cronograma y ahora los chicos estaban en el bus, ninguno se acostaba aún
Ikky y Shun jugaban cartas con Hyoga, Seiya en cambio tenía los audífonos puestos mientras jugaba con su teléfono, de vez en cuando sonreía cuando le llegaban mensajes y los contestaba, Shyru lo miraba mientras fingía leer su libro, al mirarlo recordó que Seiya solía sonreír de la misma forma tonta cuando el que mandaba los mensajes era él, pero por más vueltas que le daba, no le cuadraba que Seiya tuviera un amante nuevo, y miró a Ikky, que claramente no era el que enviaba los mensajes, todo era confuso para él, y lo peor de todo era que no podía evitar sentirse como se sentía
El pelinegro sabía que su relación con Shunrey tenía sentido, ella era muy linda, no podría decir que estaba completamente enamorado de ella, pero si sentía muchas cosas por ella, se sentía cómodo a su lado, él podía visualizar su futuro junto a ella, veía hijos, hogar, lo veía todo a decir verdad, pero eso no era suficiente, levantó la mirada y vio a Seiya sonreír mientras miraba su teléfono, y eso era precisamente lo que lo estaba matando, no podía decir que disfrutó el ver a Seiya muriéndose literalmente por él, no… él no quería verlo mal, pero el verlo mejor no le gustó tampoco, porque ahora no sabía en lo que su castaño andaba, y ahí fue cuando le pegó algo que no quería ver, él seguía considerando a Seiya como suyo, diablos…
Llegada la media noche, fue precisamente el castaño el que dijo que estaba cansado, así que, como siempre habían hecho, se desnudó casi por completo, se puso una camiseta cualquiera y un pantalón flojo de pijama, subió a la segunda litera del lado derecho, conectó su teléfono para poder cargarlo y cerró sus cortinas, no pasó mucho tiempo y Hyoga fue el segundo que fue a dormir, Ikky y Shun lo siguieron, dejando a Shyru fingiendo leer su libro en su asiento, el pelinegro se quedó sentado en su sillón por largo rato, miró las cortinas cerradas de las literas sabiendo que Seiya dormía, él tenía una expresión tan serena cuando dormía, siempre lo vio sexy porque dormía de ladito lo que exponía su perfecto trasero, el que le gustaba acariciar, le gustaba mucho la suave piel de su espalda, amaba dormir con Seiya porque él no necesariamente se movía mucho, era calientito y hablaba dormido, a Shyru le encantaba escucharlo hablar dormido, claro… Seiya siempre lo llamaba por su nombre, o por el estúpido apodo por el que le gustaba llamarlo, cookie, como lo odiaba, pero ahora… hasta lo extrañaba
Y eso lo puso a pensar en algo, dejó su libro en la mesita y caminó silenciosamente hasta la litera de Seiya, la abrió un poquito tratando de que la luz del bus no se reflejara en el rostro del dormido castaño, y si… tal como pensó, Seiya estaba acostado de ladito y en su mano estaba su teléfono celular, cargándose, así que Shyru con mucho cuidado tomó el teléfono de Seiya y lo desbloqueó con su pulgar, lo primero que revisó fueron sus conversaciones, y casi se muere porque había un chat que era el más usado por el castaño últimamente, y no tenía nombre, solo decía Honey, demonios, Seiya y sus apodos estúpidos para las personas, eso no le daba ninguna idea de quién podría ser, porque el perfil no tenía fotografía, así que retrocedió lo más que pudo las conversaciones y las miró
Ese chat ya estaba abierto por algunos meses, pero Shyru pensó que las conversaciones iniciales se borraron, porque más o menos a inicio de enero, lo único que el pelinegro pudo leer fueron mensajes muy subidos de tono, Seiya y su “Honey” hablaban de lo bien que la pasaron la noche anterior, que el sexo estaba fantástico y hacían planes para verse, ese tipo de mensajes Shyru los conocía muy bien, a Seiya le parecía gracioso enviarle mensajes de ese tipo, en ese tiempo él no se molestaba en responderlos, simplemente buscaban la oportunidad y se iban de perdidos por ahí, a Seiya le parecía emocionante hacer el amor en diferentes lugares de los estadios, los camerinos o los hoteles en donde estuvieran, y ahí fue que dos verdades le pegaron a Shyru, primero, el nuevo amante de Seiya era otro hombre, y segundo, estaba viajando con ellos, porque en sus mensajes describían lugares a los que una persona que no fuera parte de su equipo, no tendría acceso
Shyru miró los mensajes y se dio cuenta del sutil cambio en ellos, a medida que los días pasaban, se podían leer otro tipo de mensajes, Seiya le contaba a su amante de sus días, de sus repasos, de cómo se sentía, lo que pensaba y no podía decir, lo que quería que estuvieran haciendo en esos momentos, hablaba de su familia, especialmente de su hermana, y le decía que cuando la conociera apropiadamente la amaría, le contaba de sus problemas con su padre, de lo mucho que amaba a su madre, cosas personales, aunque en ninguna de estas conversaciones mencionó a sus pasadas relaciones, en ese sentido solo dijo que con Saori fueron besos inconsecuentes y que prefería sus labios, esto preocupó a Shyru porque demostraba que la relación estaba avanzando, no era solo sexo solamente, pero no… esto no podría ser, Seiya era suyo, nadie se lo iba a quitar, nadie…
La llegada a Santiago de Chile pasó sin eventualidades, al igual que la rueda de prensa que siguió, esa noche tenían presentación, así que descansarían la tarde en el hotel y en la noche irían al estadio, los chicos fueron a comer algo en el restaurante del hotel, pero el castaño dijo que estaba cansado y que quería dormir y darse un baño, así que él no los acompañó, lo curioso del caso fue que Ikky al poco tiempo recibió una llamada y salió del salón para no volver
Shyru fue a la recepción y pidió una llave extra para la habitación de Seiya, cuando la obtuvo, fue por los pasillos y abrió la puerta, pero no pudo entrar, el cerrojo estaba pasado y su corazón se comprimió cuando pegó la oreja a la puerta y escuchó gemidos
- ¿Qué demonios crees que haces? – Shun venía por el pasillo, tenía una botellita de agua en las manos
- Nada… nada, ¿qué haces tú aquí?
- Voy a mi habitación, Seiya dijo que quería dormir y… ¿qué diablos? – el muchacho de ojos verdes se quedó callado cuando escuchó un gemido, miró la puerta entreabierta y sin pensarlo mucho la cerró al decir: - Mucha información para mi
- ¿Dónde están Ikky y Hyoga? – preguntó el pelinegro siguiendo a Shun por el pasillo
- La verdad no sé, Ikky se desapareció desde la comida, Hyoga dijo que necesitaba aire y que iba a ir a la terraza o algo de eso – Shun se encogió de hombros al sacar la tarjeta para abrir la puerta de su habitación, Shyru miró nuevamente la puerta de Seiya y frunció el ceño, el peliverde dijo: - No estarás pensando… no Shyru, ¿estás ebrio?, una cosa es que les bromees con eso, otra muy diferente es que en serio pienses que hay algo entre mi hermano y Seiya
- ¿No lo crees posible?
- Claro que no, ohhh dioses, ahora no voy a poder dormir con esa imagen mental en mi cabeza – Shun abrió la puerta de su habitación y entró sin decir nada más, Shyru miró una vez más la cerrada puerta de la habitación del castaño, meneó la cabeza y se fue a su propia habitación
Seiya estaba recostado sobre su estómago, profundamente dormido, pero despertó cuando sintió algo en su costado y saltó asustado
- Quieto… - dijo una muy masculina voz a su lado
- ¿Qué me estás dibujando ahora? – el castaño volteó su cabeza y sonrió al ver a su amante concentrado dibujando algo en su costado
- Una sirena
- ¿En serio?, a mi abuelo le gustaría eso, hola tú
- Hola tú – Julián se estiró y besó al castaño en los labios, pero luego volvió su atención a su dibujo, estaba casi terminado, el peliazul estaba dibujando detalles en la cola de la sirena
- ¿Qué hora es?, ¿tenemos un tiempito o ya nos tenemos que ir? – Seiya se estiró pero no alcanzó a tomar su teléfono que se estaba cargando en el velador junto a la cama
- Depende de lo que quieras hacer, tenemos un poquito de tiempo – Julián tapó el marcador y sopló en la espalda del castaño que se contorsionó en la cama y sonrió divertido
- Quiero abrazarte, eso quiero hacer… estoy exhausto y tenemos concierto hoy en la noche, si te soy sincero me gustaría quedarme aquí en la cama contigo – Julián se recostó sobre su espalda permitiendo que el castaño se acurrucara en su pecho, lo abrazara y cerrara los ojos
- Eso suena genial, tal vez cuando volvamos a casa, tenemos que empezar a grabar el nuevo disco
- Para volver a casa aún nos falta un par de meses, tal vez más, no le presté atención a Shaka cuando nos dijo del itinerario, solo sé que nos falta Brasil, Colombia, Uruguay, no me acuerdo los otros países de por acá, y de ahí tenemos varias fechas en Canadá, Shaka dijo que íbamos a grabar mientras seguimos en la gira, así grabamos el disco que estamos promocionando ahora
- Con razón siempre estás exhausto pequeño, a ustedes les explotan más que a June, y eso es decir bastante – Julián abrazó a Seiya y le besó la frente
- Nos explotan y ni siquiera nos pagan, o bueno, no me pagan a mi
- ¿Cómo que no te pagan a ti? – preguntó Julián preocupado, eso Seiya no se lo había contado, sobre las discusiones con su padre y los problemas con su contrato, no le había contado mayor cosa, hasta ahora aparentemente
- Mi padre me dijo que mi dinero, está en un fideicomiso, al que no tengo acceso porque no era mayor de edad aún, nunca le vi el problema la verdad, porque mi papá es muy prudente con las inversiones y eso, él se encarga de mis impuestos y demás cosas contables y legales, pero cuando le dije hace algunos meses que me quería salir del grupo, me dijo que como él era mi albacea, tenía bloqueado todo mi dinero y que si cumplía mi amenaza de dejar la banda, él me iba a dejar a mí en la calle, ahora… tu hermano me dijo que ya logró que saliera la orden judicial en donde mi padre ya dejó de ser mi albacea, en teoría ya tendría acceso a mis fondos, pero no he hablado con tu hermano esta semana, así que no sé cómo está eso
- Wow… eso no me habías contado
- No se lo conté a nadie, la verdad me da vergüenza esta situación – Seiya bajó su tono de voy a abrazó de mejor manera a Julián
- Vergüenza debería tener tu padre de amenazarte así
- ¿Ya ves por qué no te lo conté?, es penoso todo esto, solo espero que tu hermano me pueda ayudar a arreglarlo
- ¿Aún quieres dejar la banda?
- Mmmm… no lo sé… si… me gustaría sentirme libre, aunque me he sentido mejor estas últimas semanas, ya no estoy suicida, eso es bueno
- Me alegra que no estés suicida, aunque eso no deberías decirlo ni en broma – Julián levantó el mentón del menor con un dedo y lo besó en los labios
- En este punto ya es broma, no puedo insultar tu inteligencia al decirte que todo está bien en mi vida, hay cosas que aún no supero del todo, a veces tengo sentimientos encontrados
- ¿Por tu amante secreto que te botó?
- Si y no, ya no me afecta como antes, pero igual me afecta, y eso más que cualquier otra cosa me emperra, lo malo es que me enojo conmigo mismo porque no debería ser tan idiota, pero ya vez… los sentimientos son irracionales a veces
- ¿Aún lo amas?
- No… y si… es confuso y doloroso, y no quiero hablar de eso, mucho menos contigo
- ¿Por qué no conmigo?, ¿no quedamos en que nos íbamos a tener confianza?
- Si, y nos tenemos confianza, pero las cosas no son tan blancas y negras, toda mi vida está en varios tonos de gris, eso a ratos es bueno, porque tu teoría de que un clavo saca otro clavo, si me funciona
- Asumo que yo soy el otro clavo
- Asumes bien, me gusta estar contigo, me siento bien contigo, por eso no quiero hablarte de él, contigo es todo diferente, me haces sentir cosas nuevas, eres genial
- Tú eres genial – Julián beso profundamente a Seiya y lo recostó nuevamente en la cama, el castaño lo abrazó y sintió como su tensión se diluía, Julián tenía ese efecto en él, cuando el beso se rompió, los labios del mayor fueron directo al cuello de su amante, luego subió por su oreja y le susurró: - Deberías hablarme de él, no quiero cometer sus mismos errores y perderte
- Eso no es posible – contestó Seiya flexionando su pierna y poniendo el talón de su pie en el trasero de Julián, que se incorporó para mirarlo a los ojos y preguntarle directamente:
- ¿Por qué? – Seiya suspiró y se dejó caer en las almohadas con los brazos a los lados de su cabeza, Julián no iba a dejar ir esto, se lo iba a preguntar eternamente, así que dijo:
- Porque tú me haces sentir importante, no que tu vida gire en torno a la mía, pero… siento que me das mi espacio, que piensas en mí al hacer cosas o planear cosas, que… te gusta estar conmigo, que te gustaría poder llevar nuestra relación a la vista de todos porque no te avergüenzas de mí, entonces no… lo que pasó con él no podría pasar contigo
- ¿Tu ex se avergonzaba de ti? – Julián esperó escuchar todo menos eso
- Si… no… pueda que se avergonzara de sí mismo, él tampoco ha salido del clóset propiamente hablando, no tengo calidad moral de reclamárselo porque yo no lo he hecho, pero… yo creo que me siento más cómodo conmigo mismo, eso es gracias a ti en gran parte, ¿ves?, eres una buena influencia en mi vida – Seiya sonrió divertido pero Julián lucía preocupado
- ¿No te sientes cómodo contigo mismo?, Seiya…
- No es que no me sienta cómodo, es solo que… sería un problema de épicas proporciones si saliera del clóset en estos momentos, no… no me siento listo para eso, ya hemos hablado de esto Honey
- Si, lo hemos hablado, pero pensé que era solo por cuestión mediática, no pensé que… - Julián se incorporó en la cama y parecía que iba a levantarse, Seiya se sentó y tomó a Julián de la nuca para poder mirarlo a los ojos al decir:
- No no no, no me mal entiendas, si es por cuestiones mediáticas, mis inseguridades no tienen nada que ver contigo, estoy en proceso de aprender a amarme a mí mismo, a aceptarme a mí mismo, a dejar de pensar que soy poquita cosa, a creer en tus palabras cuando me dices que soy genial, que soy sexy, que soy talentoso, son… inseguridades mías que no tienen nada que ver contigo, es más, tú me estás ayudando a sentirme mejor conmigo mismo
- ¿Por qué habrías de pensar que eres poquita cosa?, tienes un espejo Seiya, no entiendo por qué pensarías eso – Julián frunció el ceño y acarició la mejilla del castaño que bajó la cabeza al susurrar:
- Tu también lo pensarías si aquel que supuestamente te amaba, te lo repetía incesantemente
- ¿What? – eso Julián tampoco se lo vio venir
- Te lo dije, no quiero hablar de él, no quiero recordar todo lo que pasó, le quiero hacer caso a mi hermana cuando dice que lo tengo que superar, que no debo dejar que el peso de sus palabras me afecte, ella me dijo que tengo que verme en mi real dimensión, que es lo mismo que me estás diciendo tú
- ¿Tu hermana sabe los detalles de tu otra relación?
- Sabe algunas cosas, no le he dicho que era con un hombre, ella piensa que le hablo de Sasha, pero el consejo es válido, ¿no lo crees?
- Claro que es válido, dioses Seiya…
- Hey… no quiero que te preocupes, y menos quiero que me mires con pena, eso no lo resistiría y mucho menos si viene de ti
- Ok., que no se te suba a la cabeza, pero… eres genial Seiya, no eres perfecto, aunque yo creo que eres perfecto para mi
- Ohhhh… música para mis oídos Honey
La pareja se unió en un profundo beso, las manos de Julián bajaron por la espalda del castaño y le apretó juguetonamente una nalga, a Seiya le gustaba mucho la forma que tenía el mayor de abrazarlo, Shyru siempre fue posesivo, pero sus formas de demostrarlo siempre les trajeron problemas, con Julián las cosas eran diferentes porque sin duda marcaba territorio de las maneras más divertidas, Seiya estaba muy consciente de las diferentes marcas de mordidas y chupones que tenía en el pecho, en la espalda, en las piernas y en el trasero, no podía decir que no las disfrutara, pero era una forma bastante pasivo – agresiva de Julián de reclamarlo como suyo, sin decir nada, y en eso estaban cuando el teléfono de Seiya sonó, el castaño se contorsionó en la cama, lo tomó y contestó, era Milo el que llamaba
- Hey… ¿qué pasó?
- Salimos en una hora para el estadio
- Ok., si tenemos tiempo aún – contestó Seiya con un suspiro
- La verdad no, tu papá acaba de salir del aeropuerto, está en camino hacia acá, así que mejor alístate que debe estar por llegar
- ¿Mi papá está aquí? – Seiya se sentó en la cama de un tirón, esto no se lo esperaba
- Eso es lo que acabo de escuchar, al parecer quiere sorprenderte, pero no me pareció prudente que llegue de la nada a tu habitación, mejor espéralo acá abajo, salvo que quieras causarle un infarto
- Mejor no, enseguida bajo, gracias Milo
Seiya saltó de la cama y se metió a la ducha, Julián no necesariamente se levantó, y acostado como estaba vio al castaño salir de la ducha, buscar ropa, vestirse con prisas y alistarse para salir, ahí fue que el peliazul se levantó de la cama, y así desnudo como estaba, abrazó al castaño que se le notaba nervioso y le susurró al oído:
- No te preocupes cariño, todo va a salir bien, es tu padre a fin de cuentas
- Eso es lo que me preocupa
- Hey… no me gusta verte tenso, ten… para la suerte… - Julián se sacó la cadena que estaba usando y la puso al cuello del castaño que dijo:
- Tu madre te dio este dije – era el dije de un ancla
- Si, y me lo dio para la suerte, pero ahora el que necesita suerte eres tú, quiero que lo tengas – Julián le acarició la mejilla y se agachó un poquito para besarlo nuevamente en los labios, Seiya lo abrazó y cuando el beso se rompió, suspiró
- Nos vemos en el escenario
- Ajá, ya vete… - Julián le palmoteó el trasero y suspiró al verlo irse, ahí fue a la ducha, él si tenía un poquito de tiempo antes de tener que salir
Seiya bajó al lobby del hotel y se encontró con Milo que lo esperaba, lo llevó a uno de los salones de la planta baja, en donde Shaka tenía un trago en las manos y conversaba con su padre, dioses… Aioros ya había llegado, pero Shaka le hizo una seña cuando lo vio, el castaño se acercó, aunque no sabía qué hacer, el rubio que le preguntó:
- ¿Quieres tomar algo?
- No…
- Hola hijo, me da gusto verte bien – Aioros dejó su trago en el counter y se levantó para poder abrazar a Seiya, que no se hizo el quite, pero tampoco lo abrazó de vuelta apropiadamente, se notaba incómodo, eso descolocó a Aioros que no lo soltó completamente, sino que puso las manos sobre los hombros del muchacho y le dijo: - Vine a hablar contigo, ¿quieres ir a una de las mesas?
- No…
- Hijo
- Si quieres hablar conmigo y te tomaste la molestia de subirte a un avión y venir hasta aquí, asumo que no necesariamente es para preguntar cómo está mi pie, el que por cierto me duele cuando el día está frío, gracias por preguntar – Seiya se mostró agresivo, eso tomó por sorpresa a Shaka
- Si te vas a poner en esa posición, no vamos a poder hablar
- ¿Viniste a decirme que puedo dejar la banda sin que me dejes en la calle?
- Seiya…
- No tenemos nada más de que hablar entonces
- Seiya… tenemos que hablar, no podemos seguir con esta situación, tienes que dejar de ser tan terco hijo, todo lo que hago es por tu bien
- ¿Por mi bien?, por favor papá, ¿cómo puede ser por mi bien?, no tengo el control de mi vida, estoy forzado a estar aquí cuando quisiera estar del otro lado del mundo, estoy exhausto, enfermo y fastidiado por todo, pero eso ni siquiera es lo peor, lo peor es que es mi padre, mi propio padre el que me tiene prisionero, así que si mis carceleros me lo permiten, tengo un show esta noche y tengo que prepararme, no puedo osar el hacer quedar mal a todo el grupo – Seiya se dio la media vuelta y se dirigió a la salida pero Aioros lo alcanzó y lo tomó del brazo al preguntar:
- Nunca me has dado una razón de por qué quieres hacer lo que quieres hacer, no lo entiendo hijo
- No tienes que entenderlo, solo tienes que respetarlo, eso es todo lo que yo necesito, necesito un poco de tiempo, de paz en mi vida, necesito irme, salir de este infierno en el que tanto te empeñas en mantenerme, pero sabes qué, al diablo todo, quédate con todo, no me importa, me largo
- No no no, tú no vas a ninguna parte
- ¿Qué parte de no me importa, no entendiste?, prefiero vivir bajo un puente a permitir que sigas controlando mi vida – esto dijo Seiya con profundo resentimiento, y básicamente lo gritó, las personas que estaban en el salón los miraban curiosas, así que antes de que Aioros dijera algo más, Shaka intervino al pararse en medio de los dos y decir:
- Ok., basta por favor, Seiya… yo creo que nadie debe tomar decisiones con la cabeza caliente, ¿por qué no vas con Marin para que pueda elegir tu vestuario de hoy en la noche? – Shaka miró a Milo que asintió y se paró junto a Seiya que ya no dijo nada y simplemente salió del salón con su guardaespaldas, el rubio miró al castaño mayor y le dijo:
- ¿Qué demonios pasó entre ustedes dos?
- Seiya resiente el hecho de que lo obligué a volver a la gira cuando él aún no se sentía del todo bien, cuando estuvo en el hospital hace un par de meses, me dijo que quería dejar la banda y que quería ir a Grecia con su abuelo, yo me negué rotundamente y ese fue el inicio de la debacle, empecé a tener problemas con Sonia, porque típicamente mi esposa tomó el lado del tonto de mi hijo, Seika se lo contó a Seiya y bueno… desistió de todo lo que me dijo que quería hacer, y lo hizo por el bien de su madre, eso es lo que me dijo mi hija, porque Sonia ya armó maletas para ir a Grecia con Seiya
- Por eso arreglaste todo para que ellos pudieran pasar la semana de navidad en Grecia
- Si, la verdad pensé que ya se le pasaron todas esas ideas absurdas, aparentemente no
- No sé qué decirte Aioros, Seiya ha estado tranquilo, estas últimas semanas ha estado de mejor ánimo, desde que volvió de Grecia la verdad, lo he visto de mejor humor, lo de hoy… fue totalmente inesperado, no lo vi venir, te lo juro
- Ni yo…
Seiya caminó con Milo sin decir una sola palabra, fue hasta su habitación, pero al entrar ya no encontró a Julián, sacó su teléfono y lo iba a llamar, en eso Shyru se quedó de pie en el marco de la puerta y preguntó:
- Hey… ¿ya tenemos que salir? – preguntó el pelinegro, Seiya solo meneó la cabeza y acercó el teléfono a la oreja, Shyru entró a la habitación y cerró la puerta dejando a Milo afuera, Seiya lució contrariado porque Julián no le contestó el teléfono y solo miró a Shyru, la verdad no pensó que entró a su habitación
- ¿Qué quieres Shyru?
- ¿Por qué tan agresivo?, solo quiero hablar un ratito contigo
- Créeme, en estos momentos no quiero discutir contigo
- Yo tampoco quiero discutir contigo, solo quiero hablar… un ratito, ¿qué te pasa?, ¿por qué tan agitado?, ¿discutiste con Shaka o algo? – preguntó el pelinegro al ver a Seiya caminar de un lado a otro en la habitación
- Con Shaka no, es en serio Shyru, no quiero discutir contigo, no estoy de humor la verdad – Seiya marcó nuevamente el número que había marcado antes y no le contestaron, con frustración lanzó el teléfono a la cama
- Espera un segundo, cálmate… ven acá – Shyru se acercó con la obvia intención de abrazarlo, pero el castaño no se dejó tocar y se mostró ofendidísimo al decir:
- ¿Qué crees que haces?, no te atrevas a tocarme – Seiya levantó una mano para evitar que el pelinegro se acercara
- Yo… solo quiero calmarte
- ¿Quién te dijo a ti que necesito tu ayuda?, ¿o que te quiero en mi habitación?, ¿o que te quiero cerca?, te dije que no quiero discutir contigo, ¿Qué rayos sigues haciendo aquí?
- Seiya, sabes que me necesitas, mira lo alterado que estás, ven… yo sé cómo calmarte
- Que no… quítate Shyru… no me toques… ¿quién te crees que eres? – Shyru trató de abrazarlo a la fuerza, pero Seiya se contorsionó y lo empujó para quitárselo de encima
- Tú sabes perfectamente quien soy, y lo que soy para ti
- No eres nada para mí, ¿estás loco?
- Soy el único que puede calmarte, soy al que necesitas a tu lado, en tu cama, soy tu hombre así no lo quieras reconocer
- ¿Para eso querías hablar conmigo?, ¿estás aburrido o algo y pensaste que podrías seguirme usando como un juguete cualquiera para botarme después?, te dije hace tiempo que estaba harto de tus juegos y que no me iba a prestar para ello nunca más, ¿es que no te bastó con destrozarme hace tiempo?, no tienes que ser tan cruel Shyru, déjame en paz
- ¿Cruel?, claro que no, yo quiero estar a tu lado, apoyarte
- En lo único que quieres apoyarme, es en la cama, y no estoy para eso en estos momentos – Seiya tomó el teléfono de la cama y se dirigió hacia la puerta, él iba a cambiarse de ropa o algo, y ya no tuvo ni tiempo ni oportunidad, solo quería salir de ahí, pero Shyru lo tomó del brazo y trató de abrazarlo nuevamente, Seiya se contorsionó y lo empujó, en eso estaban cuando la puerta se abrió, era Julián que los miró con semblante inexpresivo, Seiya no dijo nada, salió de la habitación y caminó hasta el elevador, aplastó el botón y entró, Julián siguió a Seiya y entró también al elevador, Shyru iba a hacer lo mismo pero Milo le impidió el paso al decir:
- Déjalo ser… está alterado, no lo busques ahora
- ¿Por qué Julián si va con él?
- Porque son amigos, y en estos momentos Seiya necesita un amigo, déjalo ser, por favor
- Tú sabes lo que le pasa, ¿verdad?, ¿qué problemas tiene?
- Si él no te cuenta, no te lo voy a contar yo
- No eres ayuda Milo
- Lo se
Al subir al elevador, Julián apretó el botón del último piso, Seiya no dijo nada, solo se arrimó a la pared, cerró los ojos y suspiró al preguntar:
- ¿Qué tanto oíste?
- Ohhhh lo escuché todo, debes estar consciente cariño que no es coincidencia que llegues a las notas más altas cuando cantas, yo creo que el piso entero escuchó tu discusión con Shyru – el tono de Julián era por demás calmado
- Diablos… - Seiya se frotó el rostro con las manos y sintió como Julián lo abrazó, el castaño no necesariamente se hizo el quite, sino que lo abrazó de vuelta y le dijo:
- Tu dije solo te trae suerte a ti, no me trajo suerte a mi
- ¿Así de fea estuvo la discusión con tu padre?
- Bueno… le dije que prefería vivir bajo un puente a permitir que siguiera controlando mi vida, ¿un tantito dramático no?
- Yo diría que lo suficientemente dramático, hey… respira… ya pasó… mírame… respira… eso es, sigue respirando… mírame… - Julián acariciaba suavemente la mejilla de Seiya con su pulgar mientras el castaño trataba de respirar, no lo lograba del todo, Seiya solo quería gritar
- Eres extraño – el menor apoyó la frente en el pecho de su amante que le acarició la nuca al preguntar:
- ¿Por qué lo dices?
- Porque te gusta que te mire a los ojos, haces que te mire cuando hacemos el amor, cuando canto, cuando tratas de calmarme, ¿por qué lo haces?
- Porque tienes ojos muy bonitos y expresivos, me gusta que me mires a los ojos, porque me gusta mirarte a los ojos, es simple, ven… - ambos salieron a un piso cualquiera, o por lo menos eso fue lo que Seiya pensó, pero Julián lo llevó por las escaleras de incendios y subieron a la terraza, el viento les pegó fuerte pero no les importó, caminaron hasta la cornisa y se apoyaron en la alta pared, a sus pies se extendía la ciudad, Seiya cerró los ojos y respiró profundamente, Julián lo abrazó por la espalda y le besó el cuello al decir:
- ¿Qué quieres conseguir de tu padre?
- Es complicado Julián
- No lo es, descomplícalo en cosas simples y puntuales, ¿qué quieres que él te dé? – el peliazul volteó al castaño y lo miró a los ojos cuando le preguntó esto, Seiya lo pensó un momento y le respondió:
- Libertad
- Ok., ¿boxeándote con él es la mejor manera de conseguirlo?
- Ya intenté apelar a sus sentimientos de padre y no resultó, quiero irme de viaje, quiero volver a Grecia, quiero descansar, quiero escribir mi propia música, mi vida es un caos, necesito paz y tranquilidad, eso es lo que necesito
- Conociendo a tu padre, te vas a meter en líos legales que te van a perturbar aún más, y no vas a conseguir nada, ¿por qué no intentamos lograr algo de lo que tú quieres dentro de lo que tu padre quiere?, mediar y comprometer
- ¿Cómo hago eso?
- Bueno, tu contrato te ata a la banda, eso es clarísimo, pero según Hades, eso no impide que escribas para otros artistas, o que escribas para ti, siempre puedes convencer a Shaka o a Shion de que incluyan una canción solo tuya en el disco, y con la ayuda de Hades, puedes registrar los derechos a tu nombre, si June se pasa a tu disquera, puedes componer con ella, hay opciones Seiya, hay opciones de conseguir algo mientras lo consigues todo, no te cierres tu tampoco, Hades logrará flexibilizar tu contrato asegurando más tiempo de calidad, ¿en serio quieres dejar todo esto?, Ikky y Shun son tus amigos desde niños, y sabes perfectamente que si te sales de la banda, se acaba la banda, por más que ellos intenten seguir, las probabilidades de que continúen con el mismo éxito que han tenido hasta ahora, pero sin ti, son bastante bajas, y lo sabes, y no te lo digo porque tú seas la persona más importante de la banda, no… no es eso, es el hecho de que con uno menos, no es lo mismo, eso ha pasado siempre, solo muy contadas bandas sobreviven la partida de uno de sus integrantes, en especial si es uno de los vocalistas el que se va
- Eso si…
- Por eso, piensa un poco esto con cabeza fría, piensa en Ikky, Shun y Hyoga también, no dejes que tu relación fallida con Shyru determine tu destino, y el de ellos, mediar y comprometer cariño, deja que Hades obre su magia, eso ayuda también, ¿no lo crees? – la seguridad con la que Julián hablaba sí logró tranquilizarlo, pero aún se sentía inseguro, por lo que contestó:
- No lo sé
- Y quédate con mi cadena un poco más, es en serio que me trajo suerte, me llevó a ti – Julián levantó el mentón de Seiya con un dedo y lo besó suavemente en los labios