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Buscando asistente permanente. por yuniwalker

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En una especie de saludo reverente, Sijin sostuvo los genitales de su asistente con unas manos especialmente temblorosas.

"Ah".

Un gemido bajo escapó de la boca de Sijin. Primero que nada, porque ya había pasado un tiempo considerable desde que tuvo los genitales de un hombre en sus manos y segundo, porque no sabía exactamente lo que tenía que hacer. Claro, se había estado tocando todos los días desde que tenía 5 años. Cuando orinaba o se bañaba, y después, cuando se dio cuenta de su orientación sexual, sentía el pene de su novio todo el tiempo y también, el de sus jóvenes aventuras. Pero, ya lo había dicho, pasó un tiempo muy, muy largo desde que tuvo este tipo de contacto. Por supuesto, tampoco era para que estuviera tan sorprendido por ello pero le pareció sorprendente que ese hombre tuviera un volumen tan exagerado. Un tamaño y una textura que le hacían creer que no podía agarrarlo por completo con una sola mano.

"Yo..."

Y por eso mismo, la experiencia fue aterradora. Si-jin llegó tan lejos como para imaginar que el pene de Lee-joon, que era tan grande como un garrote, entraba dentro de él hasta descansar en su interior. Bajo su estómago. Gracias a eso, no pudo evitar que el calor aumentara en el rostro blanco de Sijin hasta volverlo completamente rojo.

"Voy a empezar ¿Está bien?"

Ante el sonido de la respiración áspera de Lee Joon, Sijin levantó los ojos y comprobó la expresión de su asistente. El hombre había fruncido el ceño y tenía los ojos bien cerrados. De hecho, sabía que era difícil para una persona común como él despegar los párpados y ver a alguien del mismo sexo a punto de tocarlo. Que se pusiera en esa postura era, hasta cierto punto, lo normal.

Con eso en mente, Si-jin miró el pene de Lee-joon con más ganas que la primera vez.

"Me moveré."

Sijin, que habló en una voz baja, tanto que casi no se podía escuchar, comenzó a mover la mano.

"Ah..."

Mientras llevaba lentamente sus dedos de arriba para abajo, un aliento bastante caliente salió de la boca de Lee Joon. Su verga, de la que brotaba gruesas venas, estaba tan abultada que incluso había comenzado a ponerse muy caliente y pegajosa y, sintiendo esa sensación áspera en él, Sijin aprovechó la situación para frotar su glande únicamente con las yemas. Las manos de Lee Joon, que flotaban en el aire, entonces agarraron el hombro de Sijin mientras deambulaban en busca de un lugar donde apoyarse. Pronto descubrió que sus dedos estaban resbaladizos y que el líquido de su semen había empezado a gotear de su glande de tal manera, que solo pareció hacerlo tener muchísimas más ganas de estimularlo y ver qué expresión salía de eso.

"Ah, ah..."

Sijin estaba sin aliento y Lee Joon parecía luchar con todas sus fuerza para soportar la situación. La emoción se estaba extendiendo desde la punta de los dedos de sus pies para salir de su boca en forma de gritos desesperados. Y fue peor cuando las suaves palmas de Si-jin le acariciaron los testículos hasta hacer un movimiento diferente al de solo "sostenerlo fuerte". Además, la mano de Si-jin, que era suave y áspera, frotó la punta de su glande, que era la más gorda, mientras intentaba controlar la presión que le ofrecía para llevarlo justo al punto que quería.

La cabeza de Lee Joon se quedó en blanco, con la suficiente emoción como para olvidar que el dueño de la palma que sostenía su verga, era el escritor al que tanto admiraba.

El sonido de su respiración, resonando en el baño, era áspero y muy, muy caliente. Si-jin frotó los genitales de Lee-joon, que se elevaban de entre su pelo púbico, con las dos manos y los acarició igual a como lo haría de querer confortar a alguien que la estaba pasando mal. Y sabiendo que Lee Joon todavía estaba cerrando los ojos, no hubo vacilación dentro de él cuando decidió ir más rápido y abrir la boca para maldecir por sus propias emociones.

La mano de Lee Joon agarró su hombro y al instante, Sijin rápidamente se movió hacia él justo como lo harían de ser amantes.

Tak, tak.

Cuando sus genitales y sus manos se encontraron, la fricción sonó más fuerte que la primera vez y la expresión de Lee Joon, quien se mordía el labio inferior con fuerza para intentar contener sus gemidos, pareció verse aún más lasciva que la que tenía hace apenas algunos segundos.

Sijin, quien miró la cara que estaba poniendo Lee Joon, sonrió con más ganas.

"Ah, ah, escritor... ¡Ah! Es..."

La energía de la situación se precipitó sobre ellos. Luego, Lee Joon derramó una gran cantidad de semen en la palma de Sijin y llamó urgentemente su nombre, queriendo evitar, de alguna manera, que una eyaculación muchísimo más grande terminara en su mano. Pero Sijin no respondió a esto. Estaba tan desesperado por el encuentro que llegó a un momento en el que Lee Joon tuvo que intentar empujarle del hombro para que se detuviera. Sin embargo, el hombre mantuvo sus genitales de la misma manera que al inicio y corrió con él todo el camino para buscar su orgasmo.

"Correte."

La voz de Sijin era tensa. Había una ligera emoción en su tono y eso, a su vez, provocaba que su mandíbula se pusiera a temblar. Lee Joon abrió los ojos y miró a Si Jin.

"Ah, maldición..."

En el momento en que se encontró con los ojos negros de Sijin, Lee Joon eyaculó con mucha fuerza. Temblando mientras esparcía semen en la mano del autor. Y con el sonido de un largo suspiro, incluso su mano, que lo sostenía del hombro, se desmoronó.

"..."

Fue un momento de silencio inevitable.

"Lo siento, escritor".

Lee Joon, que estaba emocionado y avergonzado a partes iguales, se disculpó nuevamente con él.

El semen, pegajoso y caliente, fluyó entre los dedos largos de Sijin hasta volverlos todo un desastre. Antes de esto, eran los dedos que utilizaba para teclear frenéticamente en su computadora para terminar sus trabajos por lo que el semen que goteaba y escurría entre sus uñas, algo de aspecto un tanto "austero", comenzó a sentirse también algo terriblemente "lascivo". Y por eso mismo, mientras que Lee Joon tuvo que disculparse y apartar la mirada de la cabina de la ducha antes de que se volviera peor, la mente de Si-jin ya se había ido a otra parte. La verdad era que se había emocionado tanto mientras sostenía todavía el pene de Lee Joon en su mano que se había excitado más de la cuenta.

"..."

Asustado de sus pensamientos, Si-jin rápidamente se dio la vuelta y se paró frente al fregadero. Estar allí era un poco mejor que tenerlo de frente. Además, era muy eficaz para ocultar que su verga también se le había vuelto dura.

"Me lavaré las manos y me iré".

Si-jin rápidamente abrió el agua para limpiarse las manos y salió apresuradamente del baño como si hubiera cometido un error. Lee Joon, que estaba parado lo más lejos posible de Si Jin, junto a la pared y observándolo con atención, miró la puerta sin comprender completamente la situación y cuando abrió la boca para hablarle, entonces se escuchó el sonido de la madera al azotarse muy fuerte.

Después de lavarse las manos, Si-jin salió del baño, regresó a su habitación, y se colocó una manta en el cuerpo justo como si fuera una pequeña momia. Poco después, Lee Joon también limpió, apagó la luz y salió de la habitación para intentar volver a la suya. Pero Si-jin estaba nervioso mientras escuchaba sus pasos al otro lado de la pared y pensó que de verdad necesitaba, NECESITABA, que Lee-joon regresara rápidamente antes de que el corazón se le saliera por la boca. Además, el pene de Si-jin solo se fortalecía más y más a cada segundo que pasaba hasta que llegó a un punto en que se sorprendió de lo emocionado que estaba. ¡Incluso hasta pensó que la abstinencia prolongada era el problema!

"¿Qué estás haciendo, idiota? ¡Vuelve a bajar!"

Sijin levantó la manta y habló hacia sus piernas. Sus genitales se hincharon como si estuvieran respondiendo.

"Debes calmarte."

Sacudiendo la cabeza, Sijin consoló sus genitales de inmediato. Sin embargo, con el sonido de las luces apagándose en la sala de estar, Si-jin no pudo soportarlo más y agarró su pene con la mano que todavía seguía un tanto mojada.
Su pene, que sostenía debajo de los pantalones de su pijama, tenía una forma y un tamaño diferente al de Lee Joo y también le parecía hasta más fría. Sijin cerró los ojos, respiró hondo y comenzó a frotarse suavemente, de arriba para abajo y justo como lo hizo en el baño para tranquilizar a su asistente. Y como la sensación de los genitales que había sostenido justo antes todavía estaba muy clara dentro de su cabeza, no fue difícil para él imaginar que el pene de Lee Joon y el suyo comenzaban a frotarse entre sí hasta calentarle el abdomen. Además, aún recordaba que su verga, tan hermosa como su cara, era larga y gruesa y que le había parecido hasta preciosa.

"Basta... ¡Dios! Eso es enfermo."

Era un colega con quien iba a tener que trabajar en el futuro así que esto era, claramente, una imaginación inapropiada. No obstante, aunque estaba tratando de evitar pensarlo tanto como le fuera posible, de todos modos fue como si le emoción se estuviera apoderando de su cerebro hasta que se le apagó e incluso descubrió que su cuerpo entero había comenzado a ser gobernado por lo que colgaba entre sus piernas.

"Um..."

Imaginaba perfecto los muslos firmes de Lee Joon, el espeso vello púbico entre sus músculos y la forma y el volumen perfectos de su pene. 

El semen pegajoso que fluía de sus genitales abultados. 

Los grandes ojos que lo miraban, el puente de su nariz bien estirada, el ceño fruncido, y el aliento áspero y caliente que estaba escupiendo entre sus labios cada vez que decía su nombre. No había nada que no lo provocara en él. No había algo que le molestara.

Sijin se dio la vuelta y se arrodilló como una bestia de cuatro patas, moviendo sus manos continuamente para adelante y para atrás mientras pensaba en él. Tanto que incluso su trasero se movió solo.

"¡Ah!"

Estaba tan extasiado que ya no sabía que hacer.

"Escritor.... Lo siento."

Una voz avergonzada y preocupada.

Una expresión de llanto. 

Estaba llevando a sus fantasías al Lee Joon perfectamente real y, al mismo tiempo, al Joon imaginario que estaba colocando su pene entre sus nalgas mientras decía que lo sentía.

"¡Escritor!"

Al imaginar la voz de Lee Joon llamándolo con fuerza, Sijin finalmente eyaculó sobre la cama.

"Ah, ah..."

Sijin, que estaba a punto de caer hacia adelante y gritar el nombre de Lee Joon con todas sus fuerzas, hundió la cara en la almohada, intentó aguantar el impulso y se mordió la boca tan fuerte que hasta le sangró. Su cabeza pronto se volvió negra y complicada y en ese momento, incluso pensó que no era suficiente tocar los genitales de su subordinado ni masturbarlo o escucharlo gemir solo una vez.

Estremeciéndose por la culpa de haber cometido una inmoralidad así de enorme, Si-jin apenas levantó la cabeza para decir:

"Estoy completamente loco."

Y luego, después de la eyaculación, Si-jin se limpió las manos sobre la manta húmeda y finalmente, se derrumbó.


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