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El dilema de Mark por DenisseZepol

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—Esto es realmente agradable. — Mark pasó sus manos sobre el tablero y las puertas del coche de Jackson, sintiendo cuán suave era el cuero bajo su mano. Sin embargo, no estaba realmente interesado en el coche. Estaba diciendo cualquier cosa para sacar de su mente a Jackson abrazándolo y besándolo en el club... y el agarrón. ¡Oh Dios mío! Mark había conseguido una erección instantánea por las manos del hombre apretando su culo. 


 


Esto no quiere decir que él es gay. Él sólo te rescató. No veas cosas donde no las hay. 


 


Pero esa acción se prestaría para las fantasías vividas en esas noches solitarias, esta noche para empezar. No se iba a engañar pensando que Jackson realmente estaba interesado en él. El chico era un diez mientras que Mark rondaba un cinco. Al igual que los números permanecían juntos. En raras ocasiones podían ir a visitar los suburbios bajando a un nueve o incluso posiblemente a un ocho, pero los diez ni en sueños saldrían con un cinco. Mark no pensaba que fuera feo, sólo realista. Sin embargo, era agradable soñar. 


 


—Gracias. Era de mi papá. Lo he mantenido en muy buenas condiciones. 


 


Mark le dio instrucciones para llegar a su apartamento mientras le robaba miradas de reojo a los brazos fuertes guiando el carro. ¿Que se sentiría tenerlos envueltos a su alrededor? Observó las manos seguras dirigirlos más cerca de su casa mientras su mente vagaba con ideas pecaminosas. Enfocándose en las calles vacías, Mark intento hablarle mentalmente a su erección para que se bajara y, al mismo tiempo fantasear acerca de Jackson. Su cerebro estaba tan malditamente confundido en lo que tenía qué hacer. 


 


—Este es —dijo Mark mientras señalaba su edificio. Tan pronto como Jackson se detuvo, Mark saltó fuera del coche tan rápido que dejó un rastro de papel volando detrás de él. Tenía que mantener su distancia. No tenía sentido desear a un chico heterosexual. Eso era un desastre inminente. 


 


Por desgracia, Jackson lo alcanzó y caminó con Mark a su edificio de apartamentos. Miró a su alrededor todo el tiempo por Jay mientras caminaban hasta su apartamento. Hasta ahora Mark no se habían encontrado con el imbécil desde los primeros golpes a su puerta. Pero con Jay, Mark nunca sabía. 


 


Activando el interruptor de luz cuando entró y depositando su chamarra en el sofá, Mark se dirigió a su escritorio. Era un manojo de nervios con Jackson en su apartamento. Este era posiblemente lo más cerca que tendría al hombre de su cama. Jackson era el chico más caliente que alguna vez había caminado a través de la puerta de Mark, y él era todo nerviosismo. 


 


—¿Gustas un trago? —Observó a Jackson ponerse cómodo en su sofá. Hombre, él sólo quería acurrucarse junto al Dios del sexo y ronronear. 


 


¡Basta!


 


—Gracias. Eso suena bien.


 


Mark rápidamente sirvió una bebida a Jackson y luego la llevó al otro lado de la habitación al chico. Oró para que su mano no estuviera temblando tan mal como pensaba que estaría mientras le entregaba el licor ámbar a Jackson. Mark se sentó en el extremo opuesto del sofá. No le hacía falta mostrar otra erección y conseguir un puñetazo en la boca. 


 


—Así que háblame de Jay. ¿Cuándo eso comenzó a ir mal y cuando comenzó a obsesionarse? 


 


Mark miró con impotencia los labios de Jackson besar el cristal mientras ponía el whisky en sus labios. Observó la nuez de Adán subir y bajar cuando Jackson trago. Mark no iba a pasar a través de esto sin avergonzarse totalmente. Sólo podía ver la paliza por venir. 


 


Aclarándose la garganta, se encogió de hombros. —Supongo que se fue a pique hace aproximadamente un mes. Habíamos estado saliendo durante unos meses, pero en realidad no era a lo que llamarías una relación. El hombre me engañó más veces de las que puedo contar. Me di cuenta que era dulce y cariñoso cuando estábamos solos, pero una vez que sus amigos estaban alrededor, Jay siempre trataba de alardear. 


 


Las cejas de Jackson bajaron en un ceño fruncido. — ¿Alardear, cómo? 


 


—Bueno, él lo hacía parecer como si yo fuera una follada más para él. Me ordenaba conseguirle a él y a sus amigos una cerveza y hacía comentarios sarcásticos. Cosas como esas. —No se sentía cómodo compartiendo su humillación con nadie, pero sí Jackson pudiera ayudarle con Jay, entonces la soportaría. 


 


—Entendido. ¿Qué pasó para que se obsesionara? 


 


—Básicamente le dije que no iba a aguantar más su comportamiento y actitud y que esto había terminado. Al principio él lo aceptó. Pero un día, poco después, el vino como si nada hubiera pasado, entró y se puso cómodo. Cuando le recordé que ya no éramos más una pareja, él tuvo el descaro de decirme que pensó que solo estaba histérico y que no era serio. —Ese fue el día siguiente de que Jay lo llevó a casa. 


 


Mark tomó un largo trago del líquido oscuro en su vaso. La audacia que Jay mostró, a veces todavía le asombraba. Mark se estremeció con el recuerdo de la rabia en la cara de Jay cuando el hombre se presentó en su puerta. No estaría sorprendido si el asqueroso estuviera viendo su apartamento en este mismo momento. 


 


****** 


 


Jackson se sentó en el sofá y escuchó a Mark hablar de su ex. Parecía que este tipo, Jay, no tomó bien el rechazo. El hombre tenía todos los signos clásicos de un típico acosador, y Jackson necesitaba saber hasta qué punto esto había aumentado. Tipos como Jay generalmente no daban marcha atrás hasta que alguien había muerto. Jackson quería evitar ese resultado. 


 


Levantó el dedo cuando su costado comenzó a vibrar. Jackson cogió su teléfono y pulsó el botón. —¿Hola? 


 


—Oye, ¿tardaras mucho más tiempo? Tengo clases en unas pocas horas, y necesito dormir un poco. 


 


—No, cariño, no voy a estar mucho más tiempo. —Se había olvidado por completo de Fei. 


 


—Vale, ten cuidado allá afuera. Te quiero, hermano mayor. — Yo también te quiero.


 


Jackson deslizó el teléfono de vuelta a su estuche. 


 


Necesitaba ponerse en marcha pero quería escuchar todo lo que Jay le había hecho a Mark. Volviendo su atención de regreso a Mark, notó una mirada decepcionada en los ojos verdes del chico. Se preguntó por qué fue eso. —¿Te importaría si nos encontramos de nuevo? Como escuchaste, tengo que marcharme. 


 


—No hay problema. ¿Cuándo es un buen momento para ti? — preguntó Mark. 


 


—Sé que tienes que trabajar esta noche siendo sábado y todo. ¿Qué tal alrededor de las cinco? ¿Esa hora funciona para ti? — Jackson se puso de pie y se acomodó su chaqueta. 


 


—Perfecto. Déjame darte mi número de móvil por si acaso estoy a la fuga otra vez. 


 


El chico dijo esto como una broma, pero Jackson podo ver la preocupación que irradiaba a través de los ojos del hombre mientras escribía el número en un pedazo de papel y luego se lo extendió a Jackson. Él realmente necesitaba ayudar a Mark a deshacerse de ese tipo, legalmente, por supuesto. Nadie debería vivir con miedo de otra persona. Eso frustró a Jackson, que tuviera que dejar al hombre sin protección. Quería asegurarse que Mark estuviera a salvo. Pero su hijo estaba primero. 


 


—Gracias. Si viene antes de que yo vuelva, llámame. — Jackson se guardó el número de teléfono de Mark. 


 


—No hay problema, hombre. 


 


Jackson parpadeó. ¿Acababa Mark de darle un puñetazo en el brazo? ¿Qué pasaba con ese aire de macho? Jackson había pensado que el chico era más bien un pacifista. Mark actuó de esa forma cuando lo conoció en el club, y luego en el viaje a casa. Incluso cuando Mark estaba volviendo a contar su historia, Jackson pudo ver que Mark trató de tomar el enfoque no violento a las cosas. ¿Podría Jackson haberlo juzgado mal? Dándole una sonrisa confundida a Mark, dijo sus buenas noches y se fue. 


 


Dejando de lado la forma extraña en que Mark había actuado, Jackson llegó a la casa con su hermana y su hijo. Podía robar tal vez unas horas de sueño antes que tuviera que llevar a Kai a la casa de la niñera y dirigirse al trabajo. Tenía un programa apretado para un sábado. Su compañero, JaeBeom, estaba de vacaciones y Brian estaba fuera de la ciudad, por lo que todo el programa caía en él y Matthew. Tal vez necesitaban contratar más empleados. No era como si su clientela no estuviera creciendo. Ellos podrían permitírselo. 


 


—Lo siento, no fue mi intención apurarte, pero si no consigo dormir voy a estrellarme y arder y tengo una prueba importante hoy. —Fei salió corriendo mientras agarraba su bolso y sus llaves. 


 


—No te disculpes. Soy bastante afortunado sólo de tener una hermana sin vida social que hace de niñera gratis. 


 


Fei le sacó la lengua a Jackson. —No es gratis. Me comí todas tus galletas de avena. 


 


Dios la bendiga. 


 


Tendría que hacer algo bueno para su hermana por todo el tiempo que trabajaba para él sin quejarse. Ella estaba en su último año de universidad, así que su tiempo libre debería ser usado para estudiar, pero ella combinaba los dos, estudiar mientras vigilaba a Kai. 


 


No sabía qué haría sin ella. Después de que Mina lo abandonó, dejando a su hijo como su responsabilidad, Jackson había estado desesperado hasta que Fei lo había rescatado. Su hermana le había enseñado todo lo que sabía, hasta ahora, sobre cómo cuidar a Kai. Mucho de esto llegó de forma natural. Al menos la parte de la crianza lo hizo. Había entrado en pánico la primera vez que tuvo que cambiar un pañal. 


 


Su esposa se había ido ya por un año. Qué alivio. Incluso si ellos no funcionaban, no le daba ningún derecho a ella de decirle que estaba harta y que él podía quedarse con el niño. Gracias a Dios. Con la forma en que ella había actuado, Kai habría crecido robando tiendas y pasando más tiempo en prisión que fuera. 


 


Jackson se estremeció con la idea.


 


Sólo se había casado con ella para salir del rechazo. Jackson trató de demostrar a sus padres que era un hombre que podía asumir responsabilidades. Ella no era tan mala al principio, aunque no estaba tan loca por el sexo, lo cual estaba bien con él. Pero luego empezó a gastar dinero como si él estuviera hecho de la materia verde. Cuando Jackson le hizo un llamado de atención por su gasto absurdo, Mina le había dicho que era su compensación por haberse casado con un hombre gay. 


 


Jackson había conseguido obtener a su hijo, Kai, de las ruinas de un matrimonio, y agradecía por eso todos los días. Mina consiguió casi hasta el último maldito centavo que tenía a cambio. Jackson estaba feliz como el infierno que el divorcio hubiera finalizado la semana pasada. Él nunca quería ver a esa perra de nuevo. 


 


¿Ahora qué hacer con Mark? El chico era alguien en que Jackson ciertamente estaba interesado, lo cual lo sorprendió. Mark era DJ en un club. ¿Desde cuándo le gustaban los chicos fiesteros? Jackson no estaba seguro de cuando esto había sucedido, pero sabía que Mark era alguien que quería llegar a conocer mejor. 


 


Sin embargo tenía que ser cuidadoso. Jackson nunca trajo a nadie a casa, en torno a su hijo, de quien no estuviera seguro. Kai estaba antes, incluso de sí mismo. 


 


Tuvo su primera experiencia gay no demasiado tiempo después de que Mina se había ido. Jackson había probado para ver si eso era lo que le había estado faltando en su vida. El sexo había demostrado que era definitivamente gay, pero ninguno de los chicos con los que durmió, eran algo que valiera la pena. 


 


Él esperaba que Mark lo fuera. 


 


Aunque el hombre era DJ, Jackson había visto una vulnerabilidad en Mark que provoco a todos sus instintos protectores empujar hacia el frente. Rezó para que no estuviera equivocado sobre el chico. 


 


Comprobando a su hijo y encontrándolo profundamente dormido, Jackson se quitó la ropa y se dirigió a la ducha. El sueño era lo que necesitaba en este momento. Él pensaría en Mark mañana. 


 


¿O eso era el día de hoy?

Notas finales:

Gracias por leer. 


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