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El dilema de Mark por DenisseZepol

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Jackson rodó a Mark debajo de él. Otra razón por la que había esperado era, el sentimiento de roba cunas. Mark tenía veintiséis años, mientras que Jackson tenía treinta y cinco. Una gran diferencia de edad para él. Aunque todavía viril, Jackson no tendría veinte nunca más. ¿Y si no podía manejar al joven? 


 


Ese pensamiento había estado en su mente cada vez que Mark trató de acercarse. Pero al ver al hombre más bajo mirándolo tan confiado, Jackson supo que había sido un miedo estúpido. Arrojó la preocupación a un lado. Nunca había tenido problemas antes, entonces ¿por qué empezar a preocuparse ahora? 


 


—Por favor dime que tienes condones —dijo Jackson mientras se inclinaba, besando la garganta de Mark. Ellos podrían hacer muchas otras cosas si Mark no tenia, pero Jackson se moría por hundir su polla dentro del culo de esta belleza de pelo rubio. Su amante era de una talla saludable, y Jackson absolutamente amaba eso. Le gustaba lo robusto, y se moría por explorar cada pulgada del hombre. Mark no tenía lo que Jackson consideraba sobrepeso. Él solo tenía un vientre más redondo. 


 


—En el baño —respondió Mark mientras comenzaba a levantarse. 


 


—Quédate, los encontraré. Quiero que te desnudes. 


 


El chico miró a su cuerpo luego de vuelta a Jackson, la incertidumbre arruinando su hermoso rostro. Jackson ignoró esa mirada mientras entraba al cuarto de baño, buscando en el gabinete hasta que encontró una caja de condones de látex. Parecía que Mark había metido todo un surtido de preservativos en la caja. ¿Qué demonios estaba haciendo con tantos condones? Había diferentes texturas, tamaños y colores. Era como un arco iris de condones. 


 


Agarrando uno extra-grande, Jackson se desnudó en su regreso a la cama. Quería el contacto de piel a piel, sin barreras, excepto por el látex. Su pene ya estaba duro y listo, filtrando líquido pre seminal con pensamientos de tener finalmente sexo con Mark. Jackson se detuvo cuando vio que Mark todavía tenía puesta su camisa. —Desnudarte incluye toda la ropa, cariño. 


 


—Hace frío aquí —dijo Mark como si hablara en serio. 


 


Jackson frunció el ceño. Pensó que estaba bastante sofocante la habitación. También se dio cuenta, de que la polla de Mark estaba sólo media dura. Muchas ideas pasaron por la mente de Jackson. Tal vez tenía una cicatriz, debajo de esa camisa, de la que estaba avergonzado. ¿Quién era él para exigir que Mark se la quitara? Dejándolo pasar por ahora, Jackson decidió que se ganaría la suficiente confianza de su amante, para qué Mark se mostrara en algún momento en el futuro. Sólo odiaba no poder correr sus manos sobre el pecho de Mark y jugar con sus pezones. Jackson era definitivamente un hombre de pezones y odiaba que no pudiera chupar en un pico perfecto los de Mark. 


 


Lanzando el condón sobre la cama, Jackson se arrastró sobre el colchón. —¿Qué tenemos aquí? Jackson comenzó a lamerse los labios mientras se situaba entre las piernas de Mark, de polla a cara. Bien. Mark abrió las piernas de forma seductora, observando de cerca a Jackson. 


 


Vaya, si es una muestra de que sí quiere. Pegando la nariz directamente en la ingle de Mark, Jackson inhaló profundamente. Le encantaba el olor de fuerte almizcle varonil. Movió la lengua, gimiendo mientras saboreaba el saco arrugado de Mark, su lengua provocando la piel sensible. Eran peludos y cálidos, y malditamente deliciosos. Jackson chupó un orbe en su boca mientras su lengua bañaba la piel. 


 


En las últimas semanas, Jackson había fantaseado con follar a Mark. Las fantasías siempre variaban, pero siempre terminaban con él follando a Mark, hasta que el hombre estaba inconsciente. 


 


Jackson soltó el orbe, y fue por el otro, notando que la polla de Mark se estaba poniendo muy rígida. Tal vez fue el nerviosismo de Mark, de estar juntos por primera vez. Jackson seguro como la mierda esperaba que ese fuera el motivo, de que el hombre hubiera estado sólo medio duro. 


 


Empujando el pensamiento a un lado, Jackson continuó lamiendo y chupando, vibrando por estar dentro de Mark. Quería sentir el culo apretado de Mark firmemente envuelto alrededor de su polla. Pero primero iba a chupar la verga de Mark hasta que la polla de su amante se pusiera tan dura y llorosa como la suya. 


 


Sabiendo que esta era su primera vez juntos, Jackson oró para que no fuera vencido por los nervios a flor de piel y la sensación de perder el control demasiado rápido. Él quería que esta vez fuera lenta, exploratoria. 


 


Humedeciendo sus dedos, Jackson continuó chupando alrededor de las bolas de Mark mientras empujaba un dedo en esa apretada entrada. Se encontró con resistencia, que le decía que Mark no había tenido relaciones sexuales hace tiempo. Esto complació a Jackson infinitamente. También le agradó a una pequeña parte de él, que Mark confesara que sólo había tenido tres amantes en su pasado. No estaba seguro de por qué, pero lo hizo. 


 


Apoyado en sus codos, Jackson pasó su lengua por la longitud de la ahora completamente erecta polla de Mark. Mucho mejor. Tenía que probar a Mark. Mientras que una mano extendía el fruncido agujero, la otra rodeaba la base de la polla de Mark. 


 


La lengua de Jackson penetró la ranura, gimiendo ante el sabor salado y amargo. Se detuvo brevemente para meter la mano en la mesita de noche, donde la mayoría de los hombres mantenían su lubricante, no fue decepcionado. Sirvió un poco de gel en la mano, explorando las profundidades de la entrada de Mark con sus dedos. Ahora que su mano estaba resbaladiza para su amante, Jackson volvió a chupar la gorda polla de Mark. Y maldición si tenía circunferencia. Era de tamaño medio, de unos quince centímetros y un poquito más de largo, pero la circunferencia era un poco intimidante. Jackson tuvo que retroceder un par de veces sólo para tomar un poco de aire. 


 


—No va a durar, si sigues así — Mark advirtió pero sus caderas bombearon rápidamente en la acogedora boca de Jackson. No podemos permitir eso ahora. Dando una última apretada succión, Jackson soltó el eje de Mark. Había trabajado en aflojar la roseta, y ahora era el momento de disfrutar del apretado culo de su amante. 


 


—Colócame el condón. — Jackson sonrió cuando los ojos de Mark se ampliaron ante la elección del tamaño del condón por la que había optado. No tenía un ego inflado. Jackson realmente necesitaba un extra grande. Una vez que el látex llegó a la base, Mark trató de darse la vuelta sobre sus manos y rodillas. Jackson puso un alto rápido a eso. —No, quiero verte venir. 


 


—Sería mejor si estuviera de esta manera.


 


Bien, ahora ¿qué estaba pasando con esto?


 


Jackson podía entender el hecho de que tal vez Mark tenía una cicatriz que estaba escondiendo, pero el ponerse en sus manos y rodillas no tenía nada que ver con eso. Su maldita camisa cubría cualquier posible cicatriz. —Sobre tu espalda, Mark. No me estoy follando a alguna persona anónima. Quiero verte. — Jackson afirmó con un tono que no admitía discusión. 


 


Jackson había tenido su parte justa de folladas rápidas y sexo sin sentido. Esto significaba algo para él. Mark significaba algo para él. Quería explorar la cara de su amante, el cuerpo y el toque, mientras los dos se unían por primera vez. 


 


Sí, él era anticuado, pero era quien era. 


 


Mark vaciló, y luego volvió a acostarse, de cara a Jackson. Eso era mucho mejor. Jackson no quería perderse ninguna expresión de placer que él pusiera en la cara de Mark. —No estoy seguro de lo que estás escondiendo de mí, pero quiero ver todo de ti, cuando estés listo. 


 


Mark asintió, sus hermosos ojos verdes no sólo encendiéndose cuando Jackson se situó entre las piernas de su amante, sino en llamas ardientes, mientras Jackson lentamente violaba la apretada entrada. Apoyó las manos en las rodillas de Mark, soltando un largo suspiro antes de que introdujera su polla, pulgada a pulgada. 


 


Vio cómo Mark se mordía el labio inferior, sus párpados revoloteando cuando Jackson finalmente tocó fondo. Santo infierno, el hombre estaba apretado. Sintió que el cuerpo de Mark le daba la bienvenida con un calor abrasador y una resbaladiza opresión. Jackson se encontró congelado en el tiempo y el espacio mientras encontraba su placer, y sintió su cuerpo a fuego lento, las llamas aumentando lentamente. Sabía que estar con Mark iba a ser algo espectacular. Sólo que no había sabido que el hombre se sentiría así de malditamente bien. 


 


— Jackson —gimió Mark mientras sus manos se revolvían por la cama, como si no supiera qué hacer con ellas. Jackson deslizó sus manos sobre Mark hasta que llegó a las muñecas del chico, sujetándolas mientras curvaba sus caderas, empujando su polla más profunda en el culo de Mark. 


 


—Estoy aquí, cariño. — Jackson se inclinó hacia adelante, lamiendo el lado del cuello de Mark, mordisqueando el lóbulo de su oreja. Cuando Mark se estremeció y luego gimió, Jackson mordisqueó más fuerte—. Y no pienso ir a ninguna parte. 


 


Sus dedos agarraron las muñecas de Mark con mayor firmeza, cuando comenzó a moverse más duro, más rápido y más profundo. Mark gritó, tirando de sus muñecas mientras Jackson lo bajaba más duro en su polla dolorida, hasta que casi se sentó en los muslos extendidos de Jackson. La sensación de la piel empapada de sudor de Mark, rozándose sobre la de Jackson, era una sensación de la que sabía nunca se cansaría, y le encantaba lo receptivo que era Mark a su toque. 


 


Sacaba gritos de placer del hombre con cada embestida profunda. Se echó hacia atrás, acomodando las piernas de Mark sobre sus brazos y comenzó a golpear dentro del culo apretado de Mark. 


 


—Sí — Mark siseó y gritó una vez más. Jackson estaba decidido a hacer que el hombre enronqueciera—. Jackson, fóllame más fuerte. 


 


Solamente con escuchar su nombre en los labios de su amante, volvió loco a Jackson. El sudor corría por su espalda mientras el placer se construía en el interior de Jackson, agrupándose en sus bolas, apretándolas a su cuerpo. Vio como su polla se deslizaba dentro y fuera del agujero de Mark, sintiendo la excitación aumentar dentro de él. 


 


—Te sientes tan jodidamente fantástico. — Jackson casi gruñó las palabras a medida que jalaba a Mark más cerca—. Desearía poder permanecer enterrado en ti para siempre. —Se inclinó hacia adelante, doblando a Mark a la mitad mientras buscaba los labios del hombre. Mark se abrió, tomando la boca de Jackson en un beso salvaje mientras levantaba su culo más alto, tirando de sus muñecas y gimiendo. 


 


Jackson no soltó a su amante. Quería a Mark a su merced. Quería mostrar al hombre lo mucho que lo quería. Si Mark tuviera cualquier duda, Jackson estaba decidido a borrarla. Mark era suyo y Jackson no lo dejaría ir. Miró fijamente a los increíbles ojos verdes de Mark, viendo cuan vidriosos y sumisos estaban. Un gruñido retumbó hacia arriba en su pecho por tener un hombre tan hermoso debajo de él, dándole su cuerpo de manera voluntaria. 


 


—Por favor, Jackson, tómame por detrás. 


 


Jackson rozó sus labios sobre los de Mark. —¿Es eso lo que realmente quieres? 


 


—Sí por favor. 


 


Jackson se retiró permitiendo a Mark ponerse a cuatro patas. Pasó las manos por el perfecto culo de su amante, un culo que recordó haber agarrado en el club, y desear poder follarlo. Alineó su polla y empujó profundamente, Mark gritó cuando bajó sus hombros a la cama. Jackson empujó la camisa de Mark hasta el cuello mientras lamía una larga húmeda línea por su columna vertebral, antes de morder su nuca. 


 


— Jackson. —La palabra fue entrecortada cuando Mark se estremeció. 


 


Colocando sus manos en las caderas de Mark, Jackson clavó duró su polla dentro de Mark mientras le abría las piernas, dándose un mejor ángulo. 


 


—¡Oh, dioses, sí! 


 


Jackson soltó las caderas de Mark y rastrilló sus uñas por la espalda del hombre. Pequeñas marcas rojas aparecieron, Jackson sonrió con las marcas que dejó atrás. Es una pena que se desvanecerían. Quería que todos supieran que Mark era suyo, incluso Mark. Después de la forma estúpida en que Jackson había actuado, quería asegurarse de que Mark supiera, sin sombra de duda, que lo sentía y que quería decir cada palabra que había dicho. 


 


—Creo que vas a matarme —jadeó Mark. 


 


Jackson se rió entre dientes. —No podría hacer eso. Tu culo es demasiado malditamente bueno para tenerlo sólo una vez. —Llevó sus caderas hacia delante, haciendo hincapié en sus palabras—. Planeo tenerlo una y otra vez, Mark. 


 


—Di mi nombre otra vez, por favor.


 


Jackson pistoneó en el culo acogedor de Mark, deleitándose con los sonidos de piel golpeando contra piel. —Esto es mío, Mark. He reclamado tu cuerpo. Nadie más lo obtendrá más que yo. 


 


—Nadie — Mark gimió. 


 


—Bien. — Jackson agarró las caderas de Mark una vez más y martilleó en su amante, oyendo los gritos de Mark del placer justo antes de que los músculos del hombre se cerraran sobre su polla, ordeñando a Jackson cuando su amante gritó su orgasmo. 


 


Sus gritos no se quedaron atrás cuando Jackson inundó el condón con su semilla. Presionó su polla dura en Mark, montando las olas de su orgasmo, hasta que su mente se aclaró de la dulce niebla. Agarrando la base del condón, Jackson se liberó, ató el condón, y lo arrojó en el suelo junto a la cama. 


 


—Maldición —murmuró Mark mientras se acurrucaba a su lado, una mirada satisfecha en su rostro. 


 


Jackson se acurrucó junto a su amante, tirando de Mark en sus brazos, besando su cuello. 


 


—Eso fue fantástico.


 


—Lo fue — Mark aceptó adormilado.


 


—Pero no puedo quedarme, cariño. Tengo que volver con Kai.


 


Tanto como Jackson quería quedarse y abrazarse, sabía que no podía. Kai estaba primero, y Fei necesitaba llegar a casa. No había planeado tener relaciones sexuales con Mark esta mañana, pero al ver la mirada soñolienta en los ojos del hombre, y sabiendo que metió la pata, Jackson no pudo resistirse más. 


 


Simplemente le cabreó más allá de las palabras, cuando llegó al pasillo y vio a Jay golpeando la puerta. Después de un breve forcejeo, donde Jay pudo ver que Jackson no se echaría para atrás, el hombre se fue. 


 


Jackson sabía que Jay volvería. Estaba en sus ojos fríos y llenos de odio. 


 


Mark se escabullo más cerca, inclinando la cabeza para que Jackson pudiera continuar su exploración. —Entiendo. 


 


Jackson acarició el cuello de Mark. —No siempre será así. 


 


Y no lo sería. Jackson quería a Mark a salvo. También quería una familia con el hombre. Sólo que no estaba seguro todavía sobre traer a Mark a casa. Jackson tenía que estar absolutamente seguro de que Mark era el indicado, antes de presentárselo a Kai. 


 


Pero Jackson tenía la sensación de que ya sabía la respuesta.


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