—¿Por qué harías algo así? — la pregunta parece pacífica, pero el rostro permanece frío. —Sabías del acuerdo entre nuestros progenitores... ¿Acaso quieres desperdiciar tu vida a lado de alguien a quien no amas y viceversa? — ríe irónico.
—Eso es lo de menos honey— su gesto es cínico —No hay mejor partido que un Uchiha en este país— con su andar felino se acerca y le intenta dar un beso en los labios, a lo que el otro voltea el rostro con indignación. —No acabes con mi paciencia cariño— besa su mejilla y le da una mirada burlona antes de retirarse.
Las comisuras de Itachi se alzan dibujando una sonrisa escalofriante una vez la modelo se había retirado, por algo era muy valorado en el mundo empresarial. Él podía ser el mejor aliado, pero para destruir al enemigo... no se tentaba el corazón.
—Kasui... comunícame con Hatake Kakashi.
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—Y cuéntame frontuda ¿Cómo te fue con Sasuke-Kun? — cuestiona a su amiga-rival con una enorme sonrisa mientras le da la mitad de su chocolate, le llena una calidez infinita por verla repuesta y feliz.
Por un momento la sonrisa bonita de Yamanaka acompañada de los ojos azules brillantes la desconcentran, pero rápidamente vuelve a hilar la conversación.
—Todo salió mejor de lo que esperaba— la emoción se evidencia en su voz— Creo que Sasuke-kun siente algo por mí—saca un onigiri de su bento y se lo ofrece a la rubia.
Ino duda de eso, pero no quiere desanimarla, así que escucha atentamente su relato detallado, desde que encontró a Sasuke en la empresa de los Namikaze hasta que se despidió de él al acabar el proyecto.
—¿Entonces dices que tuvo celos de ese rubio guapo? — la incredulidad tiñe su voz.
—Así es— pone un dedo en su barbilla recordando el suceso. —En un principio creí que lo admiraba, ya que al despedirse de él, juro que lo vi sonrojarse, pero luego me di cuenta de que moría de celos —ríe picara—Si... hasta se atrevió a decir que ese hombre era gay... ¿Puedes creerlo?
Ino sabía que Sakura era extremadamente inteligente, las matemáticas y otras áreas se le daban con una facilidad increíble, nunca lo diría, pero la admiraba tanto... aun así, las cuestiones emocionales eran su debilidad... al menos a ella le tomó esa simple conversación para sacar su propia conclusión.
—Con que por eso a Sasuke parece no interesarle nadie— sonríe internamente.
Está en un dilema... no puede decirle a Sakura directamente lo que piensa, a la peli rosa no le funcionan las neuronas cuando se trata del Uchiha, pero tal vez podrá ayudarla a darse cuenta.
—¿Y crees que no es posible? — la interroga calmadamente como si la pregunta fuera casual.
—¿El qué? —replica confundida.
—Ya sabes...— le da un trago a su jugo y consigue aclarar la garganta. —Que a ese sujeto le gusten los hombres.
—Imposible — suelta la risotada.
Ino sonríe con ternura y algo de lástima, desea de todo corazón que Sakura se dé cuenta de las cosas y pare de vivir engañada ... Aunque en el fondo intuye que la Haruno sabe más de lo que aparenta y se engaña a sí misma.
—Y ¿Qué piensas hacer?
—Al parecer el señor Uzumaki aprecia mucho a Sasuke-kun... quisiera pedirle ayuda—su gesto es victorioso. —Mi familia fue invitada al último lanzamiento de Akatsuki, creo que ahí lo contactaré ¿Me acompañarás? —el rostro es de súplica.
—No creo que eso sea una buena idea— se apresura a decir, ya que, si las cosas son como sospecha y al Uchiha le gusta ese sujeto, no quiere ni imaginar su reacción ... Sakura se humillaría a sí misma y de alguna manera pensar en su amiga viviendo esa situación, le hace un hueco en el estómago.
—Todo saldrá bien— siente la preocupación de la otra y toma su mano con cariño. —¿Vendrás conmigo?... anda Ino puerca di que sí.
—Veré si puedo y te avisaré ¿bien?... es que he comenzado a salir con alguien— se encoge de hombros indiferente.
—Tú... Tú ¿sales con alguien? — la sensación en su estómago es extraña, pero no la puede identificar.
—Pues no es algo tan serio... pero si— guarda los palillos dentro de la fiambrera con cuidado, alistándose para ir a clase.
—Ya... Ya veo... Me da gusto por ti—sonríe mientras mira el suelo. —¿Y quién es el afortunado? —pregunta casual.
Ino carraspea y vacila un instante ante la pregunta de Sakura, pero finalmente se decide a hablar.
—No es un chico... es una chica de universidad, su nombre es Ten Ten.
—Oh... Vaya... Está bien, supongo, igualmente me da gusto por ti—sonríe tan falsamente que le duelen las mejillas, por alguna razón desconocida saber que es otra chica, no le sienta nada bien.
De pronto se da cuenta de que Ino siempre ha estado para ella en los peores y mejores momentos y le duele el pecho. No sabe si su malestar es saber que su amiga-rival ya no tendrá tanto tiempo para ella o si le mata el hecho de darse cuenta de que no conoce a Ino como Ino la conoce a ella.
Sin más premura, recogen sus pertenencias y se dirigen al salón de clases bromeando y riendo.
En más de una ocasión, la Yamanaka ha sido cuestionada por otras personas respecto a su amistad con Sakura, cabe destacar que la peli rosa no es precisamente querida por la mayoría de sus compañeros de clase, su actitud altiva y esa obsesión por el Uchiha han logrado empañar en más de una ocasión lo buena persona que puede llegar a ser, pero es que solo Ino se puede jactar de conocer a la verdadera Sakura y ella lo sabe, nadie más que ella sabe del gran corazón de su amiga-rival, nadie más que ella la ha visto llorar y nadie más que ella la ha visto sonreír sinceramente, conoce todas sus facetas y las acepta.
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—Todo está saliendo maravillosamente— musita soñador. —A este paso no tardaré en pedirle que viva conmigo'ttebayo.
—Naruto— advierte —Te estás olvidando del obstáculo más importante.
Suspira cansado— Lo sé ... Pienso hablar con él después del desfile de Akatsuki — le extiende la invitación. —Llego hoy.
La toma y sobre cartoncillo negro sobresaltan letras doradas. —Te deseo suerte viejo —y Naruto jura que su amigo suena angustiado.
—Lo haré durante la cena después del desfile... lo último que quiero es un escándalo mediático donde Sasuke quede expuesto— se rasca la oreja. — En ese desfile estará todo el mundo.
Una risa floja e irónica resuena en las paredes de la oficina —¿Sabes?... aún me cuesta creerlo, esas chicas problemáticas corriendo tras de ti para lograr formalizar algo — la risa se hace estruendosa. —Y ahora corres tras ese chiquillo ... Tiene razón eres un usuratonkachi.
Y no se ofende porque sabe que es cierto, en su lugar ríe enamorado, está en un punto en que "usuratonkachi" le suena más como un alago que a insulto.
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—Terminamos hermanito... puedes ir a casa... por cierto ¿Asistirás al desfile?, no creo que padre te deje faltar como los años anteriores—se cruza de brazos y estira las piernas.
—Asistiré y después durante la cena Naruto y yo hablaremos con papá— el rostro parece indiferente... pero el miedo carcome su interior, y para alguien como Itachi eso no pasa desapercibido.
—Yo estaré ahí Sasuke y no permitiré que nada malo te pase— sonríe altivo. —Tan tonto mi hermanito menor— muere de preocupación, pero no quiere demostrarlo. Puede apostar que Fugaku hará un escándalo, pero tiene la esperanza que a la larga lo acepte.
—Calla baka— el sonrojo tiñe los cachetes y a Itachi le causa ternura.
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—¿De qué te ríes'ttebane?... el asunto es serio— alza su puño y suelta un coscorrón en la cabeza de su esposo.
—Ayyy cariño— lloriquea. —lo siento,pero es gracioso... ¿Cuántas veces no vi al pequeño Sasuke sentado en esta mesa tomando galletas con leche?, y ahora ... Debe comerse sus galletas con otra leche.
—¡¡¡Minato!!!
—Ya yaa lo siento.—al progenitor Namikaze le parece extraño conforme su mujer le relata los últimos hechos acontecidos, pero dado a su carácter pasivo y risueño no ve más allá que el amor, para él, el amor era amor sin distinción de género y si su primogénito lo había encontrado en un hombre, él no iba a oponerse, tanto el cómo Kushina tenían en alta estima a Sasuke así que eso solo agregaba puntos extras a su opinión, aun siendo consciente de las posibles consecuencias de ese amorío.
—Muero de preocupación, tú y yo conocemos a Fugaku ¿Sabes qué intentará hacer cuando se entere? —pasa las delicadas manos por la larga cabellera roja en señal de frustración.
—Intentará destruir Namikaze Publicity y sé ira sobre Naruto— afirma con el semblante duro mientras toma la mano de su mujer y acaricia el dorso en señal de apoyo.
—Así es... y daría todo por qué no fuera así ... Pero es su batalla y la tienen que pelear solos'ttebane.
Minato asiente —Posiblemente sea la prueba más grande que su relación tendrá que atravesar. Ambos se incorporan y la bermeja se acurruca en el pecho de su hombre.
—Te amo.
—Yo también te amo cielo— sella sus palabras con un dulce beso.
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—¿Iras a verme desfilar? — sonríe coqueto.
—Por su puesto hmm—lanza un guiño mientras le toma su cappuccino.
Mira sus ojos azules, acompañados de esa sonrisa larga, la cual ahora está adornada con un bigote de espuma y siente que se pierde una vez más... como cada que lo mira.
Cuando su fama comenzó a crecer y abarco todas las portadas de revistas juveniles, la admiración y las propuestas le cayeron encima como una avalancha, pero nunca pudo darse la oportunidad, y ¿Cómo podría?, si sus ganas de ser reconocido no tenían otro motivo más que poder alcanzarlo a él. Siempre estuvo conforme con ser un modelo de pasarelas poco reconocidas y no buscaba nada más que ganar un poco de dinero para poder sobrevivir, pero todo cambio desde el día que lo vio.
Deidara fue el primero en decirle que estaba hecho para cosas grandes, de darle ánimo e incluso la semana que convivieron en París mientras el rubio exponía su arte, aun sin conocerle de nada lo convenció y hasta acompaño a un casting muy importante, en el que él juraba que sería rechazado... qué equivocado estaba, ahí empezó el boom de su fama y todo se lo debía a ese chico extravagante y su enérgica personalidad.
—Sasori..
—¿Si?
—Te estoy hablando ¿En qué piensas hmm?
—Deidara...—sus manos sudan, pero ya no se siente capaz de contener sus sentimientos. —Sé que me has hablado claro siempre, pero ... Yo... yo solo quisiera pedirte una oportunidad— toma una servilleta mientras le limpia la boca suavemente en un contacto íntimo. —No sabes, no sabes cuánto deseo ser parte de tu vida.
Piensa en negarse de manera amable, ya que realmente le tiene mucho cariño a Sasori y herirlo no es una opción, pero pronto entiende que ya no le queda nada, ¿Por qué seguirse cerrando al amor? ¿Qué esperaba? ¿Qué itachi le perdonará haberle abandonado fríamente? ... Merecía que lo hubiera dejado de lado. Piensa que es hora de cerrar esa etapa, ¿Seguirá amando a Itachi?... todos los días, cada día hasta su muerte y con cada partícula de su ser, pero ya no hay más, está dispuesto a vivir condenado de esa manera, pero también entiende que alguien como Sasori merece ser amado por completo y sin reservas y Deidara sabe que una parte de sí mismo siempre le pertenecerá a Itachi.
—Sasori— le regala una sonrisa dulce y cariñosa, especialidad de todos los Namikaze Uzumaki. —Mereces más que esto—se señala a sí mismo. —Mereces más que los pedazos de un corazón... mereces mucho más hmm — a estas alturas, las lágrimas bañan su rostro. —Mereces todo lo que yo no te puedo dar. —se incorpora y se acerca a la silla contraria. —Ven aquí— lo abraza con el corazón apretado y lo siente temblar, sabe que el otro también está llorando.
Continuará...