Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EL EPÍTOME DEL EROTISMO por SonDanSaiyajin

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Advertencia: Lluvia de LEMON intenso.

Capítulo 6


—Oh vamos Uchiha, es un milagro que aceptaras y ahora no quieres beber un poco.


—No me gusta el alcohol Suigetsu.


—Relájate... hasta Jugo está tomando algo— reclamó mientras señalaba a su amigo quien bebía una cerveza.


—¡Déjalo en paz! Sasuke-kun es muy sano por eso no toma— espeto en su defensa la chica mientras se le replegaba al brazo.


—Esta vez estoy de acuerdo con Suigetsu... deberías relajarte un poco Sasuke— agregó el peli naranja con su usual seriedad y ya algo embotado por la bebida.


—Bien, pídanme una cerveza— resignado acepto.


—Yo voy...- Karin se apresuró a la barra por el encargo.


—Valla Uchiha, sí que levantas... siempre me pregunte como las pones de cabeza con ese carácter jajajaja— se reía el Hozuki mientras unas  lindas chicas  se cuchicheaban mirando al pelinegro.


—Hmg— fue la tajante respuesta.


—¿Enserio no te interesa alguna para un rato?—  cuestiono sugerentemente mientras levantaba las cejas.


—No.


—Oh vamos Sasuke... a veces creo que eres asexual... has tenido oportunidades que la mayoría no tenemos ni soñando— reprocho recordando la cantidad de mujeres hermosas que el mencionado se había dado el lujo de ignorar.


—Cállate piraña estúpida... Sasuke-kun aun no encuentra a su persona indicada ¿Verdad Sasuke-kun?— la chica quien regresaba con la cerveza del Uchiha, restregaba su cabeza en el hombro ajeno cuan minino y como si de ficción se tratara 2 enormes corazones sustituían a sus ojos.


—Y esa persona indicada podría ser cualquiera menos tu bruja jajajaja.


—Aghr baka— con una gran fuerza  estrelló su puño cerrado en la cabeza del peli blanco.


—Dejen de hacer escándalo— reprobó Sasuke.


Al cabo de una hora el Uchiha menor ya había bebido varias cervezas , aunque no era una cantidad relevante, para alguien como él quien no acostumbraba a hacerlo por considerarlo actos banales, ya se encontraba levemente tomado, tal vez no al punto de la inconsciencia, pero si más desinhibido.


—Karin shhttt— le susurro Hozuki   —es tu oportunidad de preguntarle lo que quieras, está un poco más relajado.


Sin desaprovechar la oportunidad la chica lanzó mordazmente  su primera pregunta como si fuera algo casual.


—Y dime Sasuke-kun ¿No hay alguna chica que te guste?— no pudo evitar la ilusión en su voz.


—No— podría estar relajado, pero no era tonto para abrirse así como así.


—Debe haber alguien que te atraiga un poco o será que... no te gustan las mujeres— murmuro lo ultimo en un tono pícaro.


Dispuesto a ponerle un alto a su imbécil amigo por atreverse a divagar en su vida personal, abrió la boca para contestar, pero justo como la abrió, así mismo le quedo cuando al mirar sobre el hombro de Suigetsu vio entrar a su rubio tormento. 


Tomando la mano de una sensual y alta morena tan despreocupado como era su costumbre, con las musculosas piernas entalladas un jean de mezclilla y los fuertes brazos que descaradamente se mostraban sinuosos bajo esa camisa de cuadros rojos con negros se hacia presente con la maldita actitud relajada que en esos momentos el azabache estaba odiando. 


 Los felinos ojos siguieron su recorrido desde la entrada hasta la mesa alta donde se sentaron los recién mencionados. Esta mirada que todo lo escrutaba con recelo, no pasó desapercibida para los acompañantes del Uchiha quienes inmediatamente miraron hacia la misma dirección. 


—Oe Sasuke ... ese sujeto es el mismo que te jaloneo fuera del instituto— con un deje burlesco aseguro el Hozuki.


—Oh es verdad es el—  agrego la chica del grupo  —Dios es tan sexy— se babeaba  —¿De dónde lo conoces Sasuke-kun?


—Es un idiota hijo de los amigos de mis padres— añadió secamente ya que ciertamente verlo lo afectó y verlo en "compañía" lo afectó diez veces más.


—Ahora vengo— se levantó  dispuesto a enjuagarse la cara en el sanitario y retirarse, si bien había ido a distraerse de sus pensamientos, era irónico encontrarse ahí a la causa de estos.


—Que bipolar es el Uchiha— suspiro resignadamente el chico pez.


—Es verdad— agregó Karin.


—Esta vez tengo que darles la razón— apoyo el mas callado del grupo.


Él era Uchiha Sasuke ¿Por que debía importarle lo que hiciera el rubio?  era tan  frustrante saber que incluso termino yendo a ese lugar para no pensar en el. Abrió el grifo y enjuago su rostro con agua fría, ya no quería pensar... solo quería ir a casa, no tenía por qué verse afectado por el rubio ese que no era más que un amigo de la familia, sentía que sus sentimientos eran impropios, inadecuados e incómodos, odiaba no tener el control, solo faltaba que el rubio entrara al baño y se encontrarán para complementar la situación tan "cliché".


—¿Pero a quién tenemos aquí?


En realidad, el rubio ya había divisado a Sasuke cuando este entró al sanitario, vio pasar una negra y lisa cabellera en conjunto con un cuerpo que hasta parecía se había aprendido de memoria y es que para Naruto un pantalón de mezclilla ajustado y una playera negra básica sólo podría ser lúcida de manera sublime por alguien tan etéreo como Sasuke. 


Demonios.


—Sasuke-chan no sabía que te gustaran estos lugares'ttebayo—  estaba sorprendido, el destino tendría que ser muy bromista si lo llevo hasta ahí para encontrarse a su hermoso tormento, y solo al verlo busco cualquier excusa para encontrárselo, guiado por sus impulsos e instintos que el menor despertaba en el sin importarle que se encontraba en medio de una cita.


—A mí también me sorprende usuratonkashi ¿No estas algo mayor para estos lugares? – se paró derecho y con una sonrisa burlona cruzo los brazos frente al blondo.


—Yo no soy tan mayor pequeño teme, lo que pasa es que tú eres aun un mocoso— dijo mientras se acercaba a el menor y ponía la palma de su mano en su cabeza para despeinar los cabellos azabaches en un gesto infantil.


—Yo no soy ningún mocoso— se exalto mientras apartaba de un manotazo el brazo de Naruto y le daba una leve patada en la espinilla haciendo que el blondo se quejara y se agachara a sobarse.


—¡Ayayay que cruel eres'ttebayo!— lloriqueaba.


—Ja, eso te enseñara dobe.


—Ahora veras— sonrió de manera zorruna y se abalanzó sobre el pelinegro hasta que la espalda de este toco la pared y sin prevenirlo comenzó a hacerle cosquillas en sus costados.


La sorpresa por parte del azabache no se hizo esperar y comenzó a retorcerse contra la pared mientras el blondo lo torturaba sin piedad sacándole escandalosas risotadas.


—Ya...yaaa jajajaja basta jajajajaja— jadeaba el menor.


Quedo pasmado... Sasuke apretaba sus ojos con fuerza mientras de sus hermosos labios salían carcajadas sonoras y escandalosas, la piel de su cuello largo se exponía libremente mientras su cabeza estaba levemente inclinada hacia atrás mostrando la pálida piel insinuante. 


—Tan erótico.


Sin darse cuenta comenzó a bajar el ritmo de las cosquillas concentrado su atención  en el rostro  del azabache, los espasmos fueron descendiendo lentamente y el Uchiha fue abriendo los ojos solo para encontrarse con la mirada azul  paseando por su cuello,  sus labios y terminando en los ojos negros.


La tensión se hizo palpable e hipnotizado por los ojos contrarios bajo su mirada hacia los labios de Naruto, inconscientemente mordió suavemente su propio belfo inferior. 


—A la mierda la moral.


Esto fue el detonante para el mayor quien desesperado junto ambas bocas, dando y recibiendo toda la pasión guardada desde el primer día, descargando toda su necesidad, calmando su sed  y siendo correspondido en la misma medida.


Naruto  besaba de una manera delirante, tan delicado, salvaje y travieso, succionando con hambre a la vez que deslizaba sus manos a lo largo de la espina dorsal delineándola con ansias acumuladas y la presa se dejaba hacer sin muestra alguna de  oposición. 


Se sentía derretir en los brazos de aquel adulto, nunca pensó que sentirse tan indefenso y pequeño pudiera ser tan excitante, le encantaba sentirse débil y manejado por ese hombre.


—Agh—  coló su lengua en la boca del azabache sin pedir permiso, arrancando de este un sonoro gemido que lo hizo gruñir apresando su cintura con apetencia, tratando de fundir mas sus cuerpos.


Sasuke sentía como el musculo caliente ajeno buscaba su propia lengua  y el sabor de sus salivas calientes se mezclaban mientras  la obscena danza dentro de sus bocas  los hacia enrollarse y tocarse de la manera más lasciva que alguna vez pudo imaginar.


—mmgh— otro vibrante gemido emergió de la garganta menor al sentir el duro miembro de Naruto rozar su abdomen por sobre la ropa logrando que su propio falo endureciera dolorosamente. Las blancas manos que hasta el momento descansaban laxas a sus propios costados, subieron con decisión enrollándose en el cuello del mayor.


Embriagado por el desenfreno que aquel adolescente le hacía sentir, alejo un poco su rostro del contrario para poder observarlo logrando que el azabache abriera los ojos para encontrarse con la mirada de Naruto de cerca  haciendo un pacto silencioso en el que los dos sonrieron cómplices. 


En ese y en cualquier universo... ellos no necesitaban palabras. 


Jalo nuevamente  la nuca del rubio para continuar con otro delirante beso mientras enredaba sus dedos en las doradas hebras de cabello que tanto le gustaban. El blondo trazo un camino de besos húmedos desde los labios  hasta el cuello  contrario provocando suspiros y jadeos incontrolables, succionaba, mordía y degustaba como si del mejor manjar se tratara.


—Si supieras todas las cosas que te quiero hacer...me matarías Sasu-chan— susurro incitante en su oído metiendo y sacando su lengua del mismo. —Juro que me matarías— afirmo.


—Naruto...— tomo aire para lograr hablar .—Llévame a otro lado por favor— rogó en un sollozo de manera sumisa, logrando hacer mella en la poca cordura que le quedaba al mayor.


—mmm Sasuke... si me lo pides así— ¿Que podía haber mas extasiante que ver a ese altivo teme... en un plan tan sumiso?


Sin más dilaciones lo tomo de la mano con urgencia y lo saco del sanitario. Ninguno de los dos razonaba, el deseo les nublaba el juicio y una sola pregunta rondaba la cabeza de Sasuke.


¿Por que no hacer algo que ambos deseamos?


Tomados de las manos y de manera descarada  pasaron frente a la cita de Naruto y junto a los amigos de Sasuke, nada les importo, ni siquiera que estos los llamaban sorprendidos por el actuar de los dos, caminaron hacia la salida y luego hacia el auto del mayor. Antes de entrar, el mayor lo apoyo sobre el auto para robarle otro necesitado beso.


Mientras tanto en el softbar los 3 amigos estaban perdidos, no sabían que rayos acababa de pasar.


—¿Vi...vieron lo mismo que yo?— pregunto Karin a sus 2 acompañantes.


—Demonios... Uchiha y ese sujeto...— agrego Suigetsu.


—Tal vez se lo llevo a la fuerza.


—No parecía muy a la fuerza realmente.


— ¡Si! ... llamemos a su familia— exclamo la muchacha.


—Nadie llamara a nadie... no hay que ser muy inteligentes para saber que hay algo entre ellos— con esa tranquilidad que lo caracterizaba y una suave sonrisa, los apaciguo Jugo.


**********************


El pasillo obscuro era invadido por el caminar  una masa amorfa de extremidades, el sonar de besos y murmullos subidos de tono hacia eco en el lugar. Con mucho trabajo abrió la puerta de su morada sin despegarse de la piel caliente contraria que se trataba de fundir en  su cuerpo, y cerrándola con el impacto de la espalda del moreno contra la misma.


—¿Sabes que esto está muy mal verdad,  gatito?— murmuro de manera lasciva contra el cuello del Uchiha mientras saboreaba sus clavículas.


—L..lo se idiota— jadeaba a la vez que las piernas le temblaban sosteniéndose de los fuertes hombros.


—¿Debería parar?— musito en la cavidad contraria mordiendo el labio inferior.


—Si paras te matare usuratonkashi— Naruto sonrió con una felicidad desmedida, similar a la de un niño cuando le dan su dulce preferido.


El rubio lo tomó de la mano guiándolo a su habitación. Una vez adentro se sentó en la cama llamando al azabache, quien aún estaba parado en la puerta.


—Ven— ordeno.


El se acercó lentamente quedando parado frente al rubio.


Naruto lo miraba con veneración, apetito y deseo, sentía que tenerlo ahí,  tan dispuesto y perfecto era como estar viviendo un sueño. Sasuke era tan sublime, tan inalcanzable, tan suyo.


El mayor se incorporó capturando los  deseables labios finos  lenta y tortuosamente colando su lengua y jugando con la contraria mientras el menor se deshacía en suspiros y todo su cuerpo parecía gelatina.


—Eres mi fantasía Sasuke... déjame disfrutarte— rogó.


En medio del apasionado beso tomó los bordes de la camiseta negra del adolescente y con toda la paciencia que no tenía se la sacó por la cabeza. Pensar en desenvolver el mejor regalo de su vida lo ponía muy morboso.


Sin previo aviso se arrodilló retirándole  un zapato lentamente seguido del otro, a continuación, desabrocho el pantalón deslizándolo por las blancas piernas dejando al azabache únicamente en un apretado boxer.


Sentó al menor al borde de la cama y aun de rodillas se posiciono frente a él, lo miró a los ojos con devoción y admiración, se sentía en las nubes, jamás... ni una sola vez en su  vida sintió tal emoción y adrenalina que lo desbordaba, sentía su sangre caliente correr por sus venas y su corazón saltaba desenfrenado en su pecho.


El menor no se encontraba en mejores condiciones, sentía todos y cada uno de sus sentidos fuera de control, la manera en que el rubio infantil lo miraba desde abajo  con tanta idolatría lo hacían anidar mil sensaciones no solo en su cuerpo si no también en su pecho. Era increíble que ese rubio tonto y juguetón pudiera ser tan caliente, sucio y posesivo en sus toques, tan varonil, tan condescendiente y al mismo tiempo tan animal.


Tomo uno de los blancos pies repartiendo pequeños besos en el empeine, succionó el dedo más pequeño, logrando un escalofrió placentero en el cuerpo menor quien temblaba como hoja. 


—Son tan bonitos— soltó mientras las grandes manos acariciaban las pantorrillas largas con ansias.


El azabache se sonrojo por tal acción. El nunca fue una persona que le gustaran las delicadezas en ningún ámbito... pero con Naruto era maravilloso, se sentía deseado, cuidado y hasta protegido. Incluso la sensación de saberse usado sexualmente por el rubio no le molestaba, todo lo contrario, lo estimulaba a niveles insospechados. Quería ser el causante de la locura de Naruto.


Subió sus manos  hasta los muslos internos del Uchiha, los cuales atacó con voracidad mordiendo, besando, lamiendo y marcando la nívea piel con manchas rojas. 


—¡Dios... Naruto!— gimió mientras apretaba con sus puños la sabana.


La sensación era tan intensa que intentó cerrar las piernas, pero el rubio tomo sus rodillas firmemente para evitar que lo lograra. El azabache quería dejarse caer en el colchón, pero no lo hacía por que el morbo de ver a Naruto de rodillas proporcionándole todas esas caricias, era enorme.


Tomó los bordes de los boxers y el adolescente se movió un poco para que se los pudiera quitar. Como si de un depravado sexual se tratara tomó la prenda con ambas manos y aspiro sobre la enorme mancha de líquido preseminal pegándola a su nariz con desesperación.


—¡No hagas eso idiota!— se exalto el menor con los mofletes arrebolados al máximo.


Naruto arrojó la prenda y fijo toda su atención en el pene erecto y chorreante del joven, emitiendo un gruñido de satisfacción y sintiendo un latigazo de excitación en su propia entrepierna que aún se encontraba atrapada bajo toda su ropa y una enorme mancha de liquido transparente se hacía presente sobre su pantalón.


La vergüenza invadió a Sasuke por la intensa mirada del blondo sobre su firme virilidad  e inmediatamente llevó ambas manos para taparse, causando una risita en el mayor.


—No tapes algo tan delicioso como eso Sasu-chan... y dio un pequeño beso en el glande.


—Ahh— con tan solo un pequeño beso el azabache sentía que se quería correr.


—¿Me dejaras probarlo Sasu-chan?... quiero saber si esta tan apetecible como se ve— fingió inocencia mientras miraba traviesamente al menor.


Las sucias palabras  eran un estimulante muy fuerte para el pobre pelinegro que con ese poco contacto se sentía al límite.


—¡Hazlo ya!— sollozo.


—No, no, no gatito... ¿Cómo se piden las cosas?— jugueteó mientras daba otro beso en la pequeña hendidura por donde lubricaba.


—Po...por favor, Naruto— chillo.


Sin previo aviso el mayor tomó las caderas contrarias con fuerza engullendo todo el miembro con arrebato y desesperación, porque a pesar de que le gustaba jugar con el menor, el mismo se moría de ganas por dar placer a su Uchiha. Lo tenia con el y solo para el. 


—Joder ahhhgggg— el adolescente se convulsionaba por el inmenso placer de esa cavidad húmeda y caliente envolviendo su carne con esmero.


Naruto estaba sintiendo impulsos y fetiches sexuales que jamás le habían pasado por la cabeza, ¿chupársela a un hombre? nunca lo pensó he imaginarlo le asqueaba, pero todo era diferente cuando se trataba del Uchiha, el deseo lo consumía. Si bien Naruto para las mujeres era un gran amante que las dejaba complacidas y enamoradas, nada se comparaba con la dedicación que estaba poniendo hacia el pelinegro, pero no lo podía evitar, le nacía de manera natural, el morbo lo inundaba y la lujuria tomaba el control de su ser al ver ese hermoso rostro sudado y sonrojado, con el sedoso cabello alborotado, tan sumiso para el.


—Mio.


Chupaba aquel miembro con ganas,  de arriba hacia abajo en un ritmo constante de manera vulgar y lasciva haciendo ruidos se succión y humedad que resonaban en toda la habitación. La saliva se escurría por los testículos del joven quien se sentía morir del placer y espasmos atacaban todo su cuerpo erizándole la piel. Su cabeza estaba echada totalmente hacia atrás y tenía los ojos bien cerrados. Cuando tuvo fuerzas para bajar la vista nuevamente y miro al rubio quien de un momento a otro tenía la bragueta abierta con su enorme erección de fuera y se masturbaba con una mano mientras con la otra sostenía la cadera del pelinegro y seguía succionando su miembro. Esa hermosa imagen fue suficiente para sentir como un escalofrió atravesaba su espalda y un cosquilleo nacía de la parte baja de su abdomen amenazando con hacerlo correrse.


—Na... Naru..to me..me.. voy a correr— jadeo con desesperación.


El rubio subió la intensidad tanto de sus chupadas como de su propia masturbación recibiendo como consecuencia  todo la simiente  en su boca, tragándolo con esmero y sin una pizca de asco, él quería recibir todo lo que viniera de su hermoso tormento.


—Ahhhhgg si siii— gemía el menor mientras liberaba su semilla.


El blondo al sentir la esencia ajena pasar por su garganta se corrió en su propia mano, el orgasmo fue tan avasallante que el semen no dejaba de salir manchando el suelo de la habitación.


Sasuke dejó caer su espalda sobre el colchón tratando de recuperar el aire regularizando su respiración con una sensación de tranquilidad y ligereza que invadía todo su cuerpo. Tan relajado se encontraba que no se dio cuenta cuando el rubio se incorporó y limpio su propia mano y el suelo con unas toallas húmedas.


No tuvo tiempo ni de reaccionar cuando se sintió levantado y acomodado correctamente en la cama, pensaba renegar cuando unos labios tomaron los suyos con ferocidad, el cuerpo del rubio se acomodaba sobre el sin dejar caer todo su peso para no aplastarlo y este ya se encontraba totalmente desnudo, ¿en qué momento se quitó la ropa? se preguntaba mientras se veía obligado a responder el demandante beso que pronto se convirtió en una deliciosa danza de lenguas y saliva.


—Me tienes loco Sasuke ¿Cómo lo haces eh?— susurraba contra sus labios mientras bajaba por su cuello donde comenzaba a lamer y a morder.


—De..deja de decir... esas cosas idiota— se avergonzaba el adolescente tratando de no gemir fuerte.


—Es la verdad gatito... mira como la pusiste otra vez— sin avisar tomo la mano del menor y la puso sobre su enhiesto miembro logrando que este se sorprendiera de lo dura que estaba nuevamente. No mentiría, el sentir el largo y grueso órgano del mayor hizo que la suya propia diera un respingo y comenzará a lubricar nuevamente.


—Tócala más Sasuke... es tuya— gruño  extasiado por el inexperto toque del menor.


Naruto no era tonto, supo desde el principio que el Uchiha menor era virgen, lo sintió en sus besos y en su cuerpo tembloroso, lo cual no hacía más que aumentar su libido y su felicidad de ser el elegido para poder profanar ese hermoso cuerpo a su antojo.


 Supo desde el inicio que el Uchiha no era una persona fácil, no era alguien que haría eso con cualquiera ya que su enorme orgullo y ego no se lo permitían, se sentía un maldito bastardo con suerte porque en el fondo sabía que el sentimiento intenso  que se empezaba a formar era totalmente correspondido.


El pelinegro se mordió el labio al escuchar las sucias palabras del rubio descarado y cerró más el agarre de su mano mientras con un poco de inseguridad debido a su inexperiencia bajaba y subía por ese erguido miembro escuchando los gemidos roncos y varoniles en su oído sintiendo pinchazos de placer en su propio pene erecto.


El rubio embestía la mano del menor totalmente excitado y lubricado por montones, el morbo que le causaba la situación lo tenía nuevamente al límite, si no paraba se correría sin más, así que retiró la mano ajena de su miembro y en un ágil movimiento lo acomodo boca abajo.


El orgulloso Uchiha se sentía como un muñeco en manos de ese sujeto y esto no hacía más que encenderlo, la facilidad con que lo movía a su antojo y lo profanaba haciéndole cosas vulgares y vergonzosas aumentaba su excitación.


Naruto se acuclilló junto al menor extasiado por la vista de su espalda, glúteos y piernas, la piel tan blanquita y suave lo incitaba a hacer todo tipo de bajezas que se podían ocurrir.


Sin más demora comenzó a besar la planta de los pies, subiendo por una de sus piernas hasta llegar a uno de sus glúteos donde mordió suavemente, arrancando un sonoro gemido. Se sentó sobre las piernas del menor sin dejar caer su peso y con ambas manos amaso los suaves glúteos, dándole nalgadas en el proceso, lo cual hizo reaccionar al Uchiha quien volteo por encima de su hombro y le mandó una mirada asesina.


El rubio acercó su boca al oído contrario y le susurro.


—No te enojes pequeño, no te haré nada que no te guste— a continuación metió su lengua en el oído ajeno arrancando suspiros y jadeos del menor quien ya no aguantaba la dureza de su propia erección comenzando a  frotarse contra la sábana causando que el rubio perdiera el control y dejara caer su cuerpo sobre su espalda, restregando descaradamente su erecto miembro contra las nalgas del azabache quien al sentir la dureza en medio de sus posaderas aumento sus embestidas contra la sábana ya sin rastro de vergüenza, pero el rubio tomo sus caderas firmemente para que no continuara con el movimiento.


—No seas ansioso Sasu. 


Naruto besaba la espalda con devoción y entrega, trazó con su lengua la línea media hasta llegar al final de esta, se separó un poco y dio una sonora nalgada al menor.


—Alza— le ordenó.


Sasuke entendió inmediatamente y alzó el culo quedando con la cara enterrada en la almohada dándole una grandiosa vista al pervertido , quien separó las nalgas exponiendo lo que entre ellas se anidaba. El adolescente al imaginar lo que el rubio pretendía le recrimino.


—Ni se te ocurra imbec....ahhhhgh no lo...ha..gas ahhghhh— La sensación de la lengua mojada lamiendo su ano, era gloriosa, morbosa y desesperante. Naruto lamia y penetraba con ansiedad el pequeño orificio con su prodigiosa lengua, lo lubricaba con su saliva agarrando las caderas del menor y haciendo presión como si se quisiera fundir en su carne.


—Naruto ahhh— sentía como los ojos se le volteaban,  ya no podía, ahora entendía que era posible morir de placer.


—Te voy a dejar bien mojado Sasuke.


Naruto aprovechó el éxtasis del menor para colar lentamente un dedo en la entrada virginal y sorprendentemente parecía que este ya se esperaba algo así por que al momento se tensó, pero a los pocos segundos volvió a relajarse. La realidad es que el mismo Sasuke no lograba entender cómo es que le daba total acceso de su cuerpo a alguien más, simplemente por alguna razón que ni el mismo comprendía, le daba toda su confianza al rubio, todo lo que el blondo le estaba haciendo lo recibía de manera tan natural, como si así debiera ser, como si fuera lo correcto, como si se lo hubiera hecho antes, como si las palabras entre ellos sobraran y hubiesen hecho un acuerdo silencioso. Sasuke tenía sentimientos de pertenencia hacia el rubio, como si ese hombre fuera su hogar. Estaba sorprendido de sí mismo y algo asustado.


La intromisión era algo dolorosa pero el rubio lo hacía con todo el cuidado del mundo moviendo en círculos su dedo tratando de darle placer, después vino el segundo dedo y los movimientos se hicieron un poco más invasivos, aunque era doloroso comenzaba a ser poco a poco más placentero ya que el mayor intercalaba los movimientos con su lengua , para el tercer dedo el rubio lo comenzó a masturbar al ritmo que sacaba y metía sus dedos por el abusado orificio del menor, una vez habiéndolo dilatado a conciencia , Naruto volvió a tumbar al menor boca arriba, subiéndose sobre él y viéndolo a los ojos.


—No te obligare a nada que tu no quieras ¿de acuerdo?— dio un tierno beso en la frente contraria y otro en la nariz —Sé que es tu primera vez y entendería que estuvieses inseguro—  le sonrió tiernamente. 


El azabache jalo llos mechones rubios y  dio un corto beso en los labios.


—Yo quiero hacerlo— la determinación y el ruego se escuchaba en su voz, haciendo al mayor sonreír enormemente.


Naruto jaló 2 almohadas y las colocó bajo la cadera del menor tomando sus pies para subirlos sobre sus hombros mientras comenzaba a frotar su erección contra la virgen entrada del  quien deseoso arrugaba las sábanas con sus manos.


El rubio comenzó a meter el glande por el pequeño orificio sintiendo la humedad y la presión recorrer todo su miembro de una manera asfixiante y deliciosa.


El dolor se hizo presente en el cuerpo del peli negro, quien apretó sus ojos y mordió su labio para poder soportar la intrusión del enorme miembro en su apretado orificio. Naruto se acerco a su rostro y robo un beso de sus labios animándolo a abrir la boca para colar su lengua y comenzar un beso desesperado mientras seguía metiendo su miembro lentamente. Una vez que la mitad de su pene ya estaba dentro, se volvió a incorporar y tomo el miembro del menor para masturbarlo en un lento vaivén tortuoso y terminó de introducirse al mismo tiempo en una sola estocada que arrancó un grito de placer en el mayor y un gimoteo de dolor en el menor.


—mmmghhht siii... tan apretadito— clamó lujurioso , abrazándose a las blancas piernas, mimándolas y besándolas.


Las expresiones sucias del rubio eran un latigazo de placer para el Uchiha quien inconscientemente curvó su espalda causando un ronco gemido en Naruto.


—Sa...Sasuke ¿puedo moverme? es que ya no... ya no aguanto, se siente tan exquisito tu interior.


El adolescente asintió con timidez, sentía todo su cuerpo temblar ante los toques y las palabras de Naruto, la pasión lo llenaba, quería pertenecer a ese hombre que realmente no conocía bien, quien se abrazó más fuerte a sus piernas y comenzó a moverse lentamente dentro de él.


La sensación era tan deliciosa que no podría mantener los ojos abiertos, tantas personas en su vida y nadie lo había hecho sentir así. Sasuke desataba sus instintos primarios y lo convertía en el animal que no sabía que era. Un sentimiento de posesividad inundó su mente, rechazando la idea de siquiera permitir que alguien más hiciera lo que él estaba haciendo con el menor, eso no pasaría jamás si de él dependiera.


Naruto nunca tuvo sentimientos de pertenencia con ninguna pareja en su vida, siempre fue un tipo relajado y despreocupado que dejaba sus relaciones fluir y cuando se acababan simplemente lo dejaba pasar y su vida continuaba, pero en esos momentos mientras embestía con pasión y arrebato el hermoso cuerpo de ese mocoso pretencioso el cual se estremecía y revolvía por el placer que le causaba, solo podía pensar en una cosa.


No podría dejarlo ir... ya.


Acababa de conocer a la persona que sería capaz de destruir su vida si así lo deseaba.


Acababa de conocer a su mayor debilidad.


—Aght ahí... más ahí... por favor— suplico el azabache cuando en una embestida roso su próstata.


Naruto salió de él,  se sentó al borde de la cama y lo jalo cual muñeco de trapo acomodándolo a horcajadas sobre su erección arrancando gemido descontrolado por parte del menor.


—¿Aquí Sasu-chan? ¿Aquí te gusta?— le decía entrecortadamente mientras lo alzaba de las nalgas y lo volvía a soltar sobre su erguido miembro.


Naruto apretó más el agarre sobre las pálidas nalgas aumentando las estocadas que iban directamente hacia la próstata, embistiendo con fuerza, alzándolo y dejándolo caer de golpe y con profundidad.


—¿Te gusta como te doy mi amor?— soltó insolente y atrevido.


—¡Si!  Naruto ahh no pares, por favor— las lágrimas salían de los ojos del pelinegro y la saliva se escurría por su boca hinchada y rosada mientras sus mejillas arreboladas ardían en calor y mantenía los ojos fuertemente apretados.


La imagen era tan erótica, que el rubio la grabó a fuego en su memoria.


—Estoy tan cargado que te voy a dejar lleno de semen... Sasuke mggghhht.


La estimulación era demasiada, sus nalgas estrujadas y abiertas, su ano abusado y maltratado, sus pezones  succionados y ensalivados con lascivia, el rose de su pene en la hermosa piel trigueña del abdomen contrario, mientras el solo podía dejarse hacer agarrándose fuertemente de los hombros de el rubio para no caer hacia atrás.


—Me...me correré Naruto aghtt.


—Córrete conmigo bonito— en una última estocada profunda Naruto abrazo muy fuerte el cuerpo contrario para mantener presionado su pene dentro del menor eyaculando en el acto y disfrutando el maravilloso orgasmo provocando que el simiente del peli negro saliera disparado manchando el abdomen del rubio.


Naruto se quedó dentro de él, aún lo tenía a horcajadas en su regazo, y el pelinegro había dejado caer su cabeza sobre el cuello del mayor disfrutando los restos de su intenso orgasmo mientras su espalda era mimada por caricias y su cabeza era llenada de besos tiernos.


Después de unos minutos el primero en hablar fue Naruto.


—¿Te gusto Sasuke-chan?, por que para mi ha sido el mejor día de mi vida'ttebayo.


El moreno se sonrojo dentro de su escondite en el cuello del rubio y su corazón salto al escuchar las sinceras palabras.


—Estuvo bien— trato de sonar indiferente.


—Oh vamos teme, fue riquísimo, exquisito, delicioso, sublime. - enlistaba  mientras obligaba al azabache a salir de su escondite, percatándose del inmenso sonrojo que cubría las blancas mejillas.


—Oh dios... eres tan mono dattebayo— sin resistirse a ese hermoso rostro,  beso los labios del menor quien estuvo a punto de reclamar, pero fue interrumpido. El beso cálido y lento dio paso a uno mas intenso cuando comenzaron a rozar sus lenguas con morbo cayendo una vez más en la espiral de la lujuria.


—Joder aghhh— un gemido sonoro resonó en medio del beso cuando Sasuke sintió que el falo de Naruto crecía nuevamente en su interior eh instintivamente comenzó a mover su cadera en círculos buscando más contacto con el erguido pene.


Naruto estaba sorprendido de sí mismo, se había excitado de nuevo y solo un beso había sido suficiente estimulante para ponerse muy caliente otra vez, aunado al movimiento circular que hacia el pelinegro, se estaba volviendo loco.


El blondo se incorporó cargando al menor con sus piernas alrededor de la bronceada cintura y sin previo aviso lo empotró contra una de las paredes de la habitación donde comenzó a penetrarlo nuevamente mientras Sasuke apretaba sus piernas atrayendo más el cuerpo contrario para sentir que era penetrado de manera más profunda.


La próstata fue estimulada nuevamente con las brutales embestidas.


—Naruto...¡Naruto!— gritaba perdido en la bruma de placer.


—Mmm Sasuke estas tan calientito, húmedo y apretado mmgghhtt.


Las sensaciones estaban a flor de piel y los cuerpos se reconocían como si llevaran milenios estando juntos, el vaivén se volvió desenfrenado y al estar tan sensibles se corrieron al mismo tiempo una vez más.


Naruto finalmente sacó su flácido pene del interior del menor y lo cargo para llevarlo a la cama, lo recostó con delicadeza y dio un cálido beso casto en los labios para luego sonreírle de manera cariñosa y enamorada.


El Uchiha devolvió la sonrisa con debilidad y sin previo aviso se abandonó al sueño con la sonrisa aun pintada en su cara.


El rubio sentado a la orilla de la cama observó al pelinegro con adoración, su bonita piel blanca, su semblante cansado, su hermoso cabello lacio desperdigado en la almohada, el perfecto cuerpo desnudo y sin poderlo evitar suspiro como una colegiala enamorada. Se levantó rápidamente y se dispuso a limpiar todo el desastre que habían causado.


-Definitivamente mi vida no será la misma a partir de hoy.


Continuará ... 


 

Notas finales:

:) Gracias por leer. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).