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Fragmentos Del Amor Inocente (ShaMu) ShaMuTober2022 por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Ha llegado el día siete...

Por fin... Y yo con esta loca idea que tuve...

Pero primero, miles de gracias a todos los terrones que siguen participando, a todos los que leen, votan y comentan, de verdad se les agradece tanto.

Son mega geniales y es hermosos ver como le sagrada todo lo que creamos.

Por favor sigan disfrutando todas las hermosas obras que se tiene por el ShaMuTober2022, creado por la Familia Terrón De Azúcar.

Espero ver las hermosas obras, que por lo menos cada día de esta semana nos han sorprendido a todos muchas fabulosos escritoras nuevas, ademas de que las que iniciamos aun seguimos firmes a nuestra convicción. 

Este día, tenemos el siete, que habla sobra la telequinesis...

Primero daré las advertencias correspondientes.

Advertencia: Contenido de trata de personas, manipulación, abuso físico, verbal, mención de lemon, amor al inicio algo dudoso, obligación, mpreg, y muerte de un personaje.

Ya saben que conmigo tienen que existir algo crudo y muy dramático, jajaja.

Recuerden que si son muy sensibles a estos temas, absténganse de leer y menores de edad igual.

Día 7.- Telequinesis: Habilidad de movimiento de objetos, crear ciertas ilusiones, manipulación tanto de objetos como energias o en su defecto comos.

Disfruten y pasen a leer lo que mamá terrón les ha traído este día.

Mi primer recuerdo de esta condena que poseo…

Fue cuando era un niño… Y en mi casa mostraba lo que hacía…

No pensaba que fuera siquiera malo…

Hasta que mis padres me empezaron a prohibir que hiciera algo así tan a la ligera…

Mi papá, me decía que mostrar una habilidad como esa, era sumamente peligroso pues mucha gente no lo entendería…

Yo creí que estaba exagerando…

Pues en casa lo hacía y era divirtió, pero… Conforme iba creciendo, más miedo y terror veía en los rostros de mis padres…

Hasta que definitivamente me lo prohibieron por completo.

No debía volver a mover nada con mi mente, siempre debía mostrarme ante los demás como un niño normal y no destacar en ese sentido…

No lo entendía en ese entonces, y comencé a llenarme de tanto miedo…

No me daban mayores explicaciones, pero podía ver que su preocupación era mayor conforme yo crecía y no lograba controlarme aun estando dentro de nuestro hogar…

Fue solo un accidente, yo no quería que todos se dieran cuenta, sucedió… Un día, solo fui torpe, y deje en evidencia lo que mis padres querían proteger…

La gente del pueblo de por sí odiaban a mi papá y a mi por tener unos rasgos peculiares, y mi padre siempre nos defendió, nos ganamos el descontento y desprecio de muchos… Pero a quienes creímos amigos o buenas personas.

Nos miraron como si fuéramos unos monstruos…

Incendiaron nuestra casa, nos gritaban palabras horribles, yo solo tenía siete años, y siendo cargado por mi papá, intentábamos escapar los tres, pero… Fue imposible…

Mi padre, decidió entonces sacrificarse, distraer a esa muchedumbre para que no nos siguieran, y así tener una esperanza de salvarnos…

Mi papá y yo no queríamos que se alejará de nosotros, pero no existía de otra. Y aunque él también sufría por tener que hacer ese sacrificio… Nos sonrió, dio un beso a cada uno y nos dijo que nos amaba con todo su corazón.

Y mientras volvíamos a correr… Detrás de nosotros escuchamos los gritos de aquellas personas, como el dolor de mi padre…

Fue la peor noche de todos… De ese momento…

Porque, debía llegar otro infierno a solo minutos de haber vivido uno.

Nos terminaron rodeando, tachándonos de demonios por nuestro semblante, por nuestro aspecto y poder que no conocía del todo… Mi papá intento razonar con ellos pero estaba también tan furioso por que acababan de matar a mi padre…

Que allí me hizo por primera y última vez tenerle tanto miedo…

Mi maldición venía de él… Logró asesinar a sangre fría a algunos… Pero no era suficiente.

Sus habilidades se notaban muy torpes, como di hubieran pasado años sin usarlas…

Sabíamos que no sobreviviríamos más tiempo de este modo, que no tendríamos otra oportunidad… Así que…

Me elevó por los aires, haciendo uso de su Telequinesis.

-Escucha Mu, tienes que hacerlo…- Me dijo esto mientras le daba igual que su cuerpo fuera herido por flechas y disparos, mantenía su mente enfocada en sacarme de allí…

Yo gritaba y le pedía que no lo hiciera que se defendiera pero… Me miró por última vez, y me sonrió…

-Tú debes vivir mi querido hijo, te amo tanto…-  Su voz la escuche por última vez, mientras me alejaba de ese horrible lugar, por los aires, hasta que ya no sentí su fuerza y empecé a descender, no sé cómo logre no herirme cuando me encontré en el suelo, pero…

Lo único que tenía en mi mente era que… Ya no tenía familia, y era todo mi culpa…

Corrí tanto como pude, mientras lloraba hasta caer rendido…

No escuchaba a la muchedumbre, no escuchaba nada, más que el silencio de la noche…

Quería morir también, no quería quedarme solo en un mundo que odia a los que somos diferentes…

Sabía que todo había sido por mi culpa… Ya no vería los rostros felices y buenos de mis padres, ya no me abrazarían, ya no me dirían dulces palabras….

Estaba solo… Y todo era mi culpa…

No supe por cuánto tiempo camine entre el bosque y matorrales… Me sentía débil por la falta de alimento y poca agua…

Hasta que me topé con una caravana de personas que a simple vista se veían normales, pero… No lo eran…

Un circo de personas que tenían habilidades y capacidades muy extravagantes…

Los llegaron a llamar fenómenos o personas increíbles…

Cosas como comer fuego, doblar el cuerpo de formas increíbles, aguantar el equilibrio sobre las alturas, la respiración bajo el agua, comer espadas, hacer malabares, de todo había allí…

Y creí que podía mostrar lo que yo hacía…

Note que casi todos se maravillaron con mi Telequinesis, lograr levantar objetos sin tocarlos y manipularlos en el aire…

Me dijeron que podría ser parte del espectáculo y así lo hice…

La gente se maravillaba y aunque algunos criticaban que era falso mi espectáculo, era increíble que la gente no me odiara por ello.

Así logre comer y tener donde dormir…

No me disgustaba la nueva vida que ahora tenía.

Claro que… No olvidaba a mis padres, jamás lo haría…

Pero, pasaron unos pocos años… Viajábamos por todas partes del mundo… Sin embargo ya la gente no disfrutaba mucho del circo…

Así que el dinero era menos cada día… Al igual que muchos integrantes jóvenes, que se iban de nuestro circo, o eso creí… Intentábamos sobrevivir… Pero era difícil…

Sin embargo algo de suerte nos sonrío, eso fue lo que pensé…

Fuimos invitados para dar un show dentro de un enorme castillo por el cumpleaños de alguien que pertenecía a la realeza.

Yo estaba muy emocionado porque me habían dicho que precisamente deseaban ver mi espectáculo…

No sospechaba nada malo…

Presentamos el espectáculo con los pocos que éramos… Y fue hermoso.

Yo fui el último…

Al terminar de levitar cosas, moverlas por los aires, crear formas y lindos dibujos para que todos se diviertan…

Me arrojaron algo pequeño de metal a mi cabeza, desconcertándome y haciendo que todo se cayera de mi poder…

Me asuste, volteé para todos lados… Y pude escuchar como ver las risas y sonrisas de las personas, que me estaban aterrando de a poco.

-Si realmente fuera un telequinetico de primera, hubiera detenido lo que sea con la mente-

-Todo esto es un fraude-

-Es un chiste, pero podemos divertirnos un rato más con él-

Yo estaba confundido y mu aterrado, no comprendía nada…

-¿Qué?- Me gire para ver a los demás miembros del circo, me miraban sin expresión alguna en sus caras y con cierto desprecio.

No pude decir nada, cuando varios objetos se dirigieron a mi persona… Cosas inofensivas, pero otras pesadas y peligrosas, algunas las intente esquivar, otras las detenía con mi mente pero… Algunas si me llegaron a golpear y dolía mucho…

Tenía miedo, escuchaba sus risas y aunque pedía ayuda, nadie se apiada a de mí.

Empecé a llorar, intentando cubrirme como podía.

Me arrojaron incluso unos cuchillos que intente detener pero me hirieron, sin embargo el último lo pude contener, los mire a todos con tanto desprecio que quería darles su merecido. No sabía de donde venía mi furia en ese entonces, era solo un adolescente asustado y herido.

-¡¡¡DETÉNGASE DE INMEDIATO!!!- Escuche una voz imponente y note como alguien se acercaba a mí, interponiéndose entre todos y yo… -¡¡¡¿QUÉ SIGNIFICA ESTA BARBARIDAD?!!!-

Todos pararon, y yo temblaba, con la sangre escurriendo de mi rostro y cuerpo… Estaba herido no de gravedad, pero eso no impedía que doliera tanto.

-Solo nos estamos entreteniendo un poco, príncipe Shaka. Nada de que angustiarse- Ese hombre que festejaba su cumpleaños habló… Burlándose de mí.

-Lo que esta haciendo, es una completa barbaridad, duque Death Mask- Me estaba alguien defiendo de entre toda esta gente loca.

-Oh, vamos. Pague para poder divertirme y burlarme de estos fenómenos… Así que no te entrometas-

La mirada azul de ese joven, primero era de molestia, pero pronto se relajo para dejar ver una seriedad algo aterradora, y con paso firme se alejo de mí…

Creí que el infierno seguiría… Yo había arrojado lejos ese cuchillo que detuve, pero… Por un momento había pensado en matar a todos… Sin embargo no lo podía hacerlo, por eso me contuve…

No tenía el valor de llevarlo a cabo.

-¿Cuánto quieren por él?- Escuche como esa seria voz hablaba con los miembros del circo…

No entendía nada, me asuste aún más…

-¿Cuánto ofrece?- Ni siquiera lo pensaron…

¿Acaso venían con esas intenciones?

-¿Esto será suficiente?- Una bolsa de cuero llena de lo que se veía como monedas de oro, le ofreció al líder…

Y apenas las vio…

-Vendido- Escuche eso y no lo podía creer…

Para que al instante de darles esa cantidad, se volvería a mí y me ordenará ponerme de pie…

No entendía nada ni decía nada por miedo…

-Bueno, ahora es mío… Y no te permitiré que juegues con lo que me pertenece- Le dijo esto a aquel sujeto de cabellos morados cortos y escasa barba. Para después mirarme -Vámonos- Me lo dijo con tanta frialdad.

Y yo… No supe que más hacer… Me quedé atónito…

Todo había pasado tan rápido… Que no sabía que ahora era solo un pedazo de carne que podían comprar y vender a beneficio y deseo propio.

Llore tanto… Deseando morirme de una vez, e ir mejor con mis padres…

Ya que allí estaría a salvo…

Pero…

Mientras yo temía lo que ese joven rubio me fuera a hacer…

Solo me dijo algunas cosas.

-No vuelvas a usar tu Telequinesis sin que yo te lo ordene, no salgas de mi castillo y si quieres algo pídelo a algún sirviente- Había sido lo que me dijo la primera noche que llegué ahí.

No entendía nada…

Me dieron ropas nuevas, una habitación y comida…

¿Acaso era la mascota de este príncipe?

¿Qué significaría esto de verdad?

Conocía algunas cosas por las veces que viaje por el mundo… Que muchas personas de alta clase, se divierten de forma enferma con los menos afortunados.

Temía que eso fuera verdad…

Pero… No sé cómo, que de a poco el miedo a eso se fue esfumando conforme el príncipe me hablaba y convivía conmigo…

Al principio le temía tanto, pero después…

Aprendí a leer, a escribir, a vestir y verme bien…

Nunca sentí ninguna intensión obscena hacia mí… Me trataba bastante bien…

Tal vez su plan era que yo confiara en él, para cuando me pidiera lo que en realidad quería de mí, no me resistirá…

Siendo bueno, amable y gentil…

Ese rubio, de ojos azules, cuerpo delgado, pero fuerte… Que siempre había vestido tan elegante… Escucho mis desgracias, le conté tanto de mí porque me había cautivado y confié en él.

-Así que… Dime Mu… ¿No te gustaría vengarte de quienes te hicieron daño?- Me dijo esto tan repentinamente, pero yo ya estaba preso en sus garras…

-Mis padres no creían que la venganza fuera el camino correcto… Lo condenaban como algo repugnante- Le dije la verdad de lo recordaba -Pero… Yo no pienso así- Conteste esto mientras sonreí y con mis mejillas rojizas, deje ver que mis ojos verdes están sedientos de sangre.

Fue allí le primera vez que tomó mi mano, me dedico una cálida sonrisa.

Todos decían que él príncipe Shaka era especial conmigo... Pues si bien, no era con sus sirvientes despiadado o grosero, tampoco gustaba de hablar mucho, de sonreír, o ser tan atento con otros, como lo era conmigo…

Me enseñó a defenderme, a atacar, a luchar y no tener compasión por mis enemigos.

Todo esto sirvió para que él volviera todo mi ser en un arma peligrosa…

Ataque primero a un pequeño batallón que amenazaba a los límites del reino, justo en un pequeño pueblo.

Use sus armas en contra, derrame su sangre, escuche sus gritos y agonía… Mientras con mi Telequinesis, provocaba que todo objeto de punzó cortante los rebanará…

¿Fue el odio que llevaba adentro que me controlo?

¿Fue la manipulación del príncipe la que me hizo hacerlo?

O simplemente

¿Fui yo todo este tiempo el que deseaba acabar con el mundo entero?

Me sentí mal, pero… A la vez bien… Bañado de sangre.

Para algunos era un monstruo con un rostro gentil y sonrisa desquiciada, para otros me volví un salvador…

Que se inclinaron ante mí, porque acababa de evitar que esos malditos siguieran aterrándolos y destruyéndoles sus tierras.

Me gustó ese sentimiento…

La alegría de muchos por mis actos crueles…

Pero, lo que más ame fue… Que cuando el príncipe me vio… Me abrazo y felicito por mi buen trabajo…

Ordenó que me sirvieran un banquete, que no me gustó por completo, porque habían muchas personas allí presentes, y yo solo quería estar cerca de Shaka.

Aunque me lo cumplió al salir al balcón y conversar…

Él era mayor que yo por tres años…

El dieciocho  años y yo quince… En ese entonces. Y aun así, ya ambos teníamos sangre de nuestros enemigos en las manos, y la verdad no nos importaba…

Poco a poco, la rutina se volvió así…

Yo iba entre los soldados del ejército, era el arma escondida que mantenía un escudo para ninguno de los nuestros saliera herido. Desarmaba a todos los enemigos, incluso sus caballos los elevaba por los aires para que volvernos nuestra propiedad…

No sería capaz de herir a animales inocentes, pero si a humanos despreciables.

Combatíamos todos y ganábamos…

Me gane mucho respeto y cariño… Me veían como un ángel, que el futuro rey había traído para salvar a su pueblo y hacerlo crecer.

Y yo… Disfrutaba aquello, ya que gracias a mi habilidad, me ganaba tiempo a solas con el príncipe Shaka…

Conversaciones que iban más allá del campo de guerra y venganza.

Entre roces y toques de nuestras manos, miradas que nos decían mucho más que mil palabras de amor.

Me ilusionaba pensando que él podría tener sentimientos hacia mí…

Y se confirmaron cuando, al momento en que subió a rey, uno muy amado y admirado…

Esa noche en donde todo era alcohol y festín sin fin…

No existía la necesidad de que tuviéramos pizca de licor en nuestra sangre, para que él fuera sincero.

-Eres tan especial para mi Mu, que no se que haría si te apartaras de mi lado- Acarició mi mejilla izquierda, mientras me rodeaba de la cintura con su mano libre, y me miraba a los ojos.

Sus zafiros me encantaban, divise en su rostro un sonrojo… Me sorprendí tanto que creí que alucinaba…

-Ni yo sabría qué hace sin usted… Mi rey- Le hablaba con todo mi respeto, ya no era solo el príncipe, sino que ahora ya se había vuelto el rey de este pueblo, que no me odiaba -¿Le seguiré siendo de utilidad?- Temía que me abandonara.

-Oh, Mu. Tú siempre me serás de utilidad. Ni solo por que eres una perfecta y hermosa arma de doble filo, sino…- Cayó un instante mientras se acercaba a mí, sujetándome con firmeza, ahora con sus dos manos, atrayéndome a él, pegándome a su cuerpo con ferocidad… Para de forma repentina y muy atrevida, me besara.

Abrí mis ojos con sorpresa pero pronto me entregue a esa sensación tan agradable, en donde sus labios y los míos se fundían gracias al calor del momento…

Invadió mi boca con su lengua, me atrajo tanto a él que me sentí atrapado y sofocado por sus besos que se volvían profundos a cada segundo…

Cuando nos apartamos, nuestras bocas estaban conectados por un hilo de saliva…

Y me confieso algo más…

-Te amo Mu, y deseo que seas solo mío, aquí y ahora- Entendí muy bien a que se refería y accedí con gusto…

-También lo amo, y haría para usted todo lo que sea- Apenas dije esto…

Me tomo con fuerza de la cabeza para volverme a besar de forma desesperada y apisonada…

Y rápidamente me pidió que lo siguiera hasta su habitación…

Y allí nuestras prendas cayeron, nuestros cuerpos se desnudaron como nuestras almas y corazones…

Me entregue por completo al rey…

Me volví suyo y deje que hiciera lo que deseara conmigo…

Marcó mi cuerpo con feroces mordidas, sujeto mis caderas con tanta fuerza que sus dedos quedaron impresos en mi piel, gemí y grite su nombre, como él me lo ordenaba…

Yo, sentí que por un momento había muerto y estaba a en el mismo paraíso…

Mi virginidad, se volvió en el regalo que más codiciaba el rey…

No me importaba si solo me volvía su amante, me sería feliz… De ser correspondido aunque fuera fugazmente…

Aunque… Por cómo actuaba no parecía ser así…

Me amo aun después de que mi cuerpo le perteneciera…

Me abrazo y beso aun después de que su semilla quedará dentro de mí.

Fuera de que ahora podía tocar mi cuerpo, y yo el suyo…

No cambiaron muchos las cosas, y estaba bien…

Seguía siendo un arma, con un rostro bonito y una figura que no representaba amenaza alguna, pero… Con la mente, con lo que podía mover sin siquiera tocar, era lo que me volvía mortal…

Así debía ser para serle siempre de suma a utilidad al rey que amo…

Pude vengarme de ese duque…

Fue una orden que obedecí, y lo vi morir delante de mis ojos, mientras de su boca salía mares de sangre, y una daga encajada en su garganta le dio fin...

Se tomaron sus tierras, los habitantes no fueron aniquilados, tuvieron la opción de quedarse o irse…

Para mí, el rey Shaka era noble pero estricto y eso era algo bueno por mí.

Así expandió el reino, sus habitantes estaban felices y fue próspero…

Muchos sirvientes decían que era el arma más valiosa que tenía el rey, lo tomaba como un halago. Sin embargo, poco a poco fui entendiendo que sería lo único para él

Después de tanta prosperidad y enormes venganzas que fui cometiendo por él y por mi…

Incluso las personas del circo las hice pagar en cuanto tuve oportunidad. No perdone ninguna vida, estaba tan cejado por la furia, hice lo que debía… Y el rey no me detuvo, pues era la venganza que yo deseaba tener…

Era feliz, al fin creía que todo era bueno y agradable en mi vida…

Una enorme felicidad sentía en mi corazón, que se opacó cuando las malas lenguas empezaron a hablar…

-Pronto el rey escogerá a una Doncella o Doncel como la futura reina-

-Me preguntó ¿Quién podría ser?-

-Sin duda, deberá ser alguien que venga de una buena cuna, educada, amable, gentil, bondadosa y dulce…-

-Pues, puede que si de buena cuna, pero… Creo que el rey preferiría a alguien más fuerte como compañero de vida. Que pueda defenderse, pero… Que no deje de lado su fragilidad-

Escuchar como los sirvientes hablaban, mientras yo estaba sentado en ese jardín de Lotos preciosos… No me vieron, pero si podía oír cada palabra... Y yo, no sabía que hacer…

Empecé a tener miedo, a pensar que él de a poco me ignoraría por alguien más…

Aunque me hubiera dicho que me amaba… No podía creer que fuera así de maravillosa la vida, yo no merecía vivir algo así de hermoso.

Pensé miles de veces que cuando llegara el día en que alguien tuviera la fortuna de estar a lado de rey… Debía callarme y aguantar en mi lugar, aunque sin dudar, aceptaría ser su amante, eso no me importaría. Sin embargo… También debería proteger a quien escogiera como reina…

No podría acabar con esa persona aunque lo deseara, o me ganaría el odio de mi amado rey.

Sufrí en silencio, deambulando por el palacio, entrenando y de repente yendo al pueblo, donde muchos me conocían como un bondadoso salvador… Que a veces me hacían sonrojar por los halagos…

Los días pasaron, semanas… Y al parecer mis manos no serían de vuelto manchas por sangre, pero… No podía asegurarlo…

-¿Esta seguro que debo ir?-

-Quiero que estés allí-

-Está bien, rey Shaka-

No lo entiendo bien… Me acababa de tomar y me pedía que fuera a esa reunión, en donde anunciaría a quien había escogido como candidato a reina…

No quería ir, no lo deseaba hacer, pues sabía muy bien que esa persona no sería yo…

Mis mejores ropas formales, arregle mi cabello lo mejor posible…

Estaba entre los presentes, me sentía tan triste y devastado, y más al ver como mi rey entraba, luciendo ese traje tan hermoso, tan majestuoso y la corona que lo hacía lucir tan elegante y varonil para mí…

Apreté mis labios y manos… Intentaba que mis emociones no fueran tan desgraciadas, y me hicieran acabar con la persona que me lo arrebataría…

Mi Telequinesis no podía atacar a las personas del reino, solo a los enemigos de este…

Todos murmuraban quien sería el Doncel o Doncella ganador de la ruleta de la fortuna por la corona y el corazón de él

Un discurso que apenas oí…

No quería siquiera conocer el nombre de la persona que escogió el rey…

Pero al hacerlo, me quedé sin palabras.

-La única persona que es digna de ser la reina de estas tierras, la persona que será mi compañero eternamente, a quien yo escojo para que sea siempre mío- No pude ver su rostro antes, mis lágrimas me traicionaron, mi autocontrol debía ser grande para no cometer una tontería pero… -Mu-

Me llamo, alce la mirada, parpadeé varias veces para que las lágrimas cayeran.

Todos se quedaron boquiabiertos, y me abrieron el paso….

Mis pies, solo continuaron por el llamado…

Llegué hasta él y… Me incline como reverencia, aun estando muy confundido…

Pero me pidió que no lo hiciera, y en cambio…

Él se arrodillo ante mí, abrió una pequeña cajita, y me mostró el anillo que perteneció a su papá… No entendía si esto era verdad o no…

Estaba sorprendido, no sabía qué hacer, mis mejillas estaban rojas, y mis manos temblaban hasta que fueron sujetadas por las de él…

Colocándole aquel anillo, sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo, claramente no me negaría… Sonreí… Y baje mi cabeza para llorar de alegría…

-Ahora, no debes bajar tu mirada nunca más. Te cáscaras conmigo, porque tu lealtad hacia mí es una que deseo conservar por siempre, y mereces todo el honor posible que mis sentimientos te puedan entregar-

Me beso delante de todos, estaban asombrados, pues… Aunque conocía que yo era el arma preferida del rey, su único amante… No pensaban que yo subiría a ese puesto, ni siquiera yo…

Pero, eso significaba que era verdad…

Me amaba, de verdad lo hacía…

Los preparativos para la boda se empezaron a llevar acabo…

Me enseñaron en poco tiempo como era la forma adecuada de comportarse para la persona que llevara el título de reina… A prendió todo, y mis habilidades sirvieron para poder comprender todo lo necesario… No las usaba ya para lastimar o herir a los enemigos…

Estaba feliz, un sueño hecho realidad, una vida que jamás creí posible…

No me importaba el poder que obtendría, sino estar con alguien que de verdad me amaba… La única persona después de mis padres que me demostró amor…

Nuestra boda… Fue enorme… Debía ser ostentosa, solo por tradición…

Ambos hubiéramos preferido algo más discreto y tranquilo, solo nosotros dos, delante del altar para recibir la bendición de la Diosa a la que todos le juraban fidelidad por su divinidad.

Los dos llevando ropas blancas, el un traje de gala por completo del color de la pureza, con toques dorados, y una tela ceremonial que pasaba por su hombro izquierdo de ambos lados y acababa en la cadera de lado derecho, serio, imperturbable, la marca roja en su frente se veía incluso más intensa, su cabello dorado dejado al aire, las botas blancas con toques rojos, y una espada a su diestra…

No podía creer que yo fuera el compañero escogido por él para reinar…

Debía vestir un vestido blanco y largo… Tradición de aquellas tierras que sin importar ser Doncella o Doncel debía tomar el papel de reina… Así sería llamado ahora, y no me importaba para nada…

Mi vestido blanco y largo, con destellos de joyas doradas, rojas y cristalinas. Poseía un velo que cubría mi rostro, los zapatos debían ser frágiles y de cristal, no sabía por qué no cuestionaba nada, todo lo acepte con una profunda felicidad, mi cabello atado, con un tocado muy ajustado, pero estaba bien…

Nos casamos… Me dio otro anillo y me beso delante de todos…

Algunos vitoreaban pues consideraban que yo era apropiado para este puesto, pero otro no lo era…

No sospeche nada en ese momento, debí hacerlo y advertir que esto podría ser malo a futuro, pero me cegué por mi felicidad…

Y me costó caro…

Después de pasar nuestra primera noche, juntos como esposos…

Paso el tiempo, existieron más batallas donde yo siempre he sido el arma secreta para acabar con todos.

Sus armas caían de sus manos, o se atacan entre todos por mi manipulación…

Tener esta bendición como mi esposo Shaka le decía… Me hizo entender que mi poder era más que solo algo malo y cruel…

Se ganó más tierras, prosperidad, tanto en tan poco tiempo…

Y de repente, la Diosa en la que empecé a creer, nos dio una enorme felicidad… Un hijo, estaba embarazado del rey…

Me cuido más de lo que ya lo hacía…

De ser su arma preferida, me volví una preciada joya de cristal frágil.

Me dijo que yo no iría al campo de batalla por un largo tiempo…

Me consintió tanto, me dio todo lo que deseaba, pero ya lo hacía…

Había sido la primera persona que logró capturar la atención del rey, que parecía que moriría sin conocer, ni entregarse al deseo carnal. Ya que no parecía interesado en eso antes, hasta que yo llegue a su vida…

Y ahora el reino tendría un futuro príncipe… Un heredero…

-¿Cómo te has sentido?-

-Bien, algo cansado y con mucho sueño…-

-¿Quieres algunas moras?-

-Si, me gustaría-

Me daba incluso de comer en la boca, me sentía tan feliz y amado… No creía que yo llegaría a tener esa enorme felicidad… Que alguien amara incluso mi mayor defecto, y lo convirtiera en una virtud al servicio de todo un reino.

Poco a poco el tiempo transcurrió y mi vientre era más grande cada día…

Mi rey, no deseaba apartarse de mi lado ni un segundo, pero sus responsabilidades lo obligaban, y yo debía permanecer en cama, pues mi estado de salud se volvió algo crítico en los últimos meses… Nada de que alarmarse, pero si debía que tomar ciertas precauciones…

-¿Crees que sea niño o niña?- Preguntaba mientras acariciaba mi abultado vientre y sonreía.

-Podrían ser ambos- Al escuchar eso, y que me abrazara con cuidado, pude ver su sonrisa, y deposito un beso en mi vientre…

-Tienes razón, tu padre tenía un gemelo… Puede ser que en esta generación así suceda…- Sonreí tan emocionado…

Era feliz, y no tenía que usar mi Telequinesis para nada, me sentía tan normal…

-Quiero que sea fuerte y sano, que posea tus marcas hermosas en la frente- Hablaba de sus deseos para nuestro primogénito.

Me sentí enternecido, pero… El dolor se apodero de mí.

-Yo solo quiero, que no tenga esta maldición… No quiero que sufra en ningún momento de su vida por esto…- Mis emociones estaban realmente mal, y temía que todo volviera a suceder.

A nuestro hijo no le podía pasar nada malo por mi maldita herencia…

-Mu, te he dicho desde que te conozco, que tu habilidad telequinetica no es una maldición, sino una bendición… Una que no muchos lograron apreciar, pero aquí, a mi lado, sabes que tú tienes el control de ella, que puedes hacer lo que desees por el bien propio y de nuestro reino- Me beso en los labios y calmo mis terrores de esa noche con una delicada entrega…

Comprendí que no debía llorar y atormentarme por nada…

Pues, me había dicho… Que cuando nuestro hijo naciera, podría completar mi última venganza…

Quería destruir ese pueblo que asesino a mis padres…

Había estado moviendo los hilos desde la oscuridad, para que yo tuviera la libertad de acabar con todas las malditas personas de allí…

Extraño… Aquellos que eran enemigos, no les tuve compasión alguna, ni siquiera a los hijos de ellos, que eran inocentes pero no quería que nadie sobrevivirá… en cambio, aquellas personas que yo veía como parte de nuestro reino, no podía siquiera pensar en que sufriera algún mal.

Una noche, sentí un dolor de vida…

El como un líquido caliente resbala por mis piernas.

Sujete unas cuerdas que colgaban desde el techo para soportar el dolor…

Estaba solo con los parteros… Dolía tanto, lloraba y quería conocer a mi hijo…

Escuche como el rey por fuera de la habitación quería entrar, pero se le impedían pues era algo que solo debía tratarse entre mujeres y Donceles. Pero a él le dio igual, y cuando escuchó que gritaba con todas mis fuerza, derribo la puerta y entró… Para sujetar mi mano, sin importar que se hiriera, lo mire y me sentí un poco calmado… No temía que me saliera de control, él me hacía estar en paz…

Puje y escuche un fuerte llanto… Sabía que era nuestro hijo…

Lo envolvieron con una suave y tibia manta, se lo ofrecieron a Shaka como el heredero de nuestro reino…

Él lo tomó con cuidado y lo admiro, me lo mostró y yo claro que lo sujete para cargarlo con mucho amor…

Sentía que ya tenía toda la felicidad en la palma de mi mano, y así era…

Entre mis brazos calmaba a nuestro hijo, y sus manos ayudando a las mías para que Kiki tuviera tanto soporte al comer…

Teniendo al fin todo lo que me hacía feliz a mi lado… Conmigo…

Ya no pensaba en vengarme, en nada de crueldad… Incluso, mi amado esposo, me dio que si yo lo deseaba, ya no debía ir al campo de batalla. En sí… Me lo dijo así por que él mismo ya me lo iba a permitir. Pues, temía perderme…

Curioso, antes le demostraba así que era de utilidad, y ahora ya quería que me fuera lejos de él.

Aún era un rey frío y amable con los demás, pero a mi lado y de Kiki, era tan amoroso y atento, que…

No quería que se fuera a ese viaje, en donde se reuniría con otros monarcas para establecer una alianza…

-Por favor, déjame acompañarte- Le rogué aquella noche mientras cargaba a Kiki, para que durmiera

-Estaré bien. Necesito que te quedes aquí, el reino debe estar en buenas manos mientras yo no este- Me hablo tan serio, mientras se acercaba para contemplar a nuestro pequeño hijo que ya cerraba sus ojitos…

-Pero, tengo miedo… Tengo un mal presentimiento… Algo…- Sentía ganas de llorar, desesperado y sin saber cómo hacerlo entender que no debía ir.

-No te debes preocupar, Mu- Beso mis labios, mientras acariciaba mi mejilla y me sonreía de forma que me daba tanta confianza -Estaré bien, volveré en una semana con ustedes y nada malo nos separar. Ya que somos una de las familias más poderosa y fuertes de este mundo- Sentía como mi corazón se rompía por esas palabras. Pero acepte que podría estar exagerando.

-Te amo, mi amado Rey- Le dedique mis palabras, mientras lo abrazaba cuidando de que a nuestro niño no lo aplastáramos.

-Te amo tanto mi dulce Mu, y a mi amado hijo también- Un tierno beso en la cabeza de nuestro bebé deposita, sus cabellitos rojizos…

Me dijo que era una herencia a su abuelo, los ojos azules iguales a los de él, como los de su papá…

Esa noche, volvimos a estar juntos…

Quería que no se alejara de mi lado, que me dejara sus marcas y yo las mías en él...

Al día siguiente, se fue… Lo vi marcharse, pero no volver de nuevo…

Aquellos días, intente estar tranquilo… Pero sabía que algo malo ocurría…

Kiki me hacía ser fuerte, pero… No lo podía ser siempre…

Y más cuando supe la terrible noticia…

Volvió, pero no de una sola pieza…

-Reina Mu-

Me llamaban así… Por el título que ahora portaba… Estaba en aquel jardín de Lotos, con mi pequeño, y podía notar que algunos se estaban marchitándose…

-¿Qué sucede?- Pregunté con miedo al notar ese semblante de lamentó en el rostro de aquel sirviente…

Corrí desesperado, llevando a mi hijo en brazos, me sentía tan angustiado, que ni siquiera me di cuenta donde estaba, en que parte del castillo… Y vi algo terrible…

Cubierto por unas telas blancas, ni lo veía bien, pero sus rubios cabellos manchados de sangre, y sabía que esto era de nuevo el infierno.

Aquellos que nos apreciaban, intentaban calmarme pero…

No podía aceptar esto…

-¡¡¡LÁRGUENSE TODOS!!!- Grite, escuche el desgarrador llanto de Kiki, y solo me aferre a él… Di mi orden, y todos me obedecieron…

Me arrodillé ante mi amado esposo y descubrí su cuerpo… Había sido decapitado… Mi dolor fue tanto que allí mismo dejé salir toda mi ira… Mi telequinesis se descontrolo por completo, todos los objetos de ese lugar fueron destrozados, hechos polvo, no sé ni cómo lo hice, solo sabía que mi dolor y desesperación serían peor…

No le haría daño a mi hijo nunca, pero no calme su llanto en ese momento, hasta que me agote…. Y decidí que de nuevo mancharía mis manos hasta vengarme por completo.

-Te juro… Shaka, que no voy a permitir que esto se quede así… Te amo, te demostraré que siempre estaré solo a tu lado, te lo prometo…- Hable entre dientes, lleno de desesperación y odio…

Los hombres que se casan con una mujer o Doncel que sube a la corona no puede ostentar a ser rey al morir sus conyugues, pero… Una mujer o Doncel si puede volverse la máxima autoridad a la partida de su pareja.

Yo seguía siendo reina… Y con mi corazón roto, me volví más fuerte, para proteger lo que Shaka deseaba cuidar siempre…

Empecé a gobernar con una mano dura y firme… Amando a mi reino y odiando a los demás…

Cumplí mis venganzas restantes, mientras me mostraba como un buen papá para mi hijo… Le contaba historias de amor de su padre y mías…

Heredo la bendición que la Diosa me dio… Y le enseñó a usarlo a su benefició…

No quería que su Telequinesis estuviera llena de terror como la de mi papá…

Ni tampoco que estuviera repleta de odio como la mía…

La suya debía ser pura y gentil, repleta de bondad, y no usarla para la tragedia, al menos que así lo amerite el reino que defenderá en el futuro.

Cumplí más deseos… Ordene que aquellas tumbas tan lejos una de la otra, a las que confirme que eran las de mis padres… Fueran trasportadas al cementerio real…

Los tendría cerca, como a mi amado…

Y así, mi hijo conocería en un futuro la crueldad el mundo, para que tenga cuidado pero no tema de ellos…

Pues sé que se volverá aún más fuerte que yo… Tendrá más oportunidad de las que tuve yo…

Será feliz, yo sé que si…

Me asegurare de que así sea.

Siempre he vestido de negro desde aquel día en que perdí a mi amado Shaka…

Mi sonrisa sincera es para mi hijo, mis risas solo para que él las escuche…

Jure amar y proteger el reino de Shaka, y lo hago.

Mi deber y deseo es mantener a salvo a Kiki, y prepararlo para su puesto que tomará en algunos años, pero mientras procurare que todo en este reino sea próspero y lleno de riquezas, para que no tenga que mancharse sus pequeñas manos de maldad y sangre como las mías…

No permitiré que conozca el dolor… Si puedo evitarlo… Pero le advertiré…

Le entrego todo mi amor…

El amor que ambos le daríamos…

Mi corazón puede estar roto por completo y para siempre, pero alcanzara para que Kiki entienda que sus dos padres lo aman tanto…

Estas palabras que dejo escritas en estos papeles… Son mis recuerdos… Que guardaré y que solo serán conocidos si el destino lo cree necesario…

Para cuando ya no esté contigo mi amado hijo… Cuando yo deba partir…

Espero que para entonces, seas tan fuerte y bondadoso, más de lo que fuimos nosotros…

Tienes un deber con tu reino y corazón, eso no lo olvides…

Kiki, mi pequeño hijo.

Recuerda que tu padre y yo, te hemos amado desde que estabas en mi vientre, así que…

La bendición de la Telequinesis úsala para un bien mayor, no por venganza…

No quiero que hagas lo mismo que yo hice… Por favor.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo me encuentro super bien.

Aquí publicando algo tarde de lo habitual, pero como he hecho algunas cosas y ademas que anoche salí a cenar con papá terrón, jajaja me dormí algo tarde.

Pero ya estamos aquí a un buen tiempo antes de irme a trabajar.

¿Que les pareció el capitulo de hoy?

Yo diré solo una cosa...

Me ha encantado mucho, aunque si... Fue bastante triste...

Mu y Shaka de nuevo no pudieron estar por completo juntos, pero su hijo se queda a dado de su papá para darle una razón de ser.

Pero jamas lograra olvidar a la unica persona que le demostró algo de amor y respeto, aparte de sus padres...

Vaya, no diré mas... Me gusto y dolió horrible.

Pero en fin...

Terrones, me paso a despedir ahora... Ya que el tiempo de a poco se hace el justo cada vez mas. 

Y ya debo ir a prepararme, lo bueno comeré allá, pero debo encargar la comida desde ahora. 

Miles de gracias por sus comentarios, votos y apoyo infinito que le dan a todas las obras.

Se los agradezco de todo corazón. 

Son los mejores del mundo mundial. 

En fin... Cuídense mucho,hagan caso a las medidas de higiene, no se expongan de mas.

Los mega quiero.

Diviértanse.

Ammu se va.


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