—¿Me acompañas al supermercado después? —Preguntó su mamá que desayunaba a su lado.
Ryan asintió, se sentía algo somnoliento a pesar de que ya eran cerca de las doce, había regresado a las diez de la noche de casa de Wendy pero ese no fue el motivo por el cual estaba cansado.
Cuando llegó anoche se le ocurrió la fantástica idea de revisar la cuenta de la nueva novia de Alan y descubrió que iban a cumplir un mes, tiempo en el que aún salían.
Primero se llenó de irá gritando contra su almohada y después pasó a llorar un rato hasta quedarse dormido, ni recordaba a qué hora se durmió, por suerte su mamá no hacía preguntas de por qué Alan no vino este fin de semana, tal vez su intuición de madre lo sabía y agradecía eso, su mamá no había mostrado mucho agrado a su exnovio desde un principio y no quería escuchar frases de "yo sabia que ocultaba algo".
Decidió cambiar el fondo de pantalla que tenía, intentar votar todo lo que Alan le dio e irónicamente no era mucho, aun así tenía valor para él pero no podía estar sintiéndose mal, necesitaba dar vuelta la página como él lo hizo.
Se quedó mirando unos segundos el tacho de basura con las cartas absurdas que le dio al inicio de su relación, no entendía si realmente estaba triste, lo único que sabía era que se sentía vacío, como esas marcas que quedan en la pared cuando sacas un cuadro que llevaba mucho tiempo ahí.
Mientras Ryan caminaba por el supermercado, su mamá podía notar el reciente ánimo que tenía, así que sugirió que fuera por algo que quisiera en tanto ella hacía fila para pagar, eso no subiría su ánimo, pero tampoco se negaría a una galleta o dulce.
Fue al pasillo de galletas y chocolates apresurado, no habían muchas personas en la fila así que debía ser rápido porque su mamá no lo esperaría.
Vio los estantes llenos de diferentes galletas, se le antojaban todas, quería más de una pero no podía llevar todas las que quería.
Mientras Ryan estaba parado fijándose solamente en el estante de galletas, a lo lejos de ese pasillo estaba Alain junto con su hermana Irene, ella notó hacía donde miraba su hermano y como no estaba Dan para ser la nube negra aprovechó ese momento.
—¿Es el? Es muy lindo. —Comentó sorprendida, el día que lo fue a buscar no pudo ver bien al chico que le gustaba a su hermanito. —Ve a saludarlo ¿no?
Alain dudó unos segundos ya que no había respondido sus mensajes, pero podría usar este momento para acercarse al pelirrojo, tal vez solo saludar y después irse, o... realmente no sabia que le diría, tomó una bocanada de aire y caminó a donde estaba con la mirada expectante de su hermana detrás.
En tanto Ryan aun pensando en que galleta elegir, podía escuchar a las personas con sus carritos pasar detrás suyo pero unos pasos acercándose directamente a él le llamaron la atención que le hizo girarse en esa dirección.
—H-hola Ryan. —Su voz salió tímidamente mientras peinaba su cabello hacia atrás.
—Hola... —Saludó casualmente ocultando la incomodidad, podía ver los ojos entusiasmados del castaño.
Aunque ya no recordaba tan claramente como era que se veía el rostro de Alain aun no se borraba por completo la imagen, sintió sus manos sudar y en tal vez decir que necesitaba irse por lo que no tenía tiempo para conversar.
Escucho una campanada del celular de Alain sonar por un mensaje, no presto atención por pensar tomar cualquier galleta e irse rápidamente, pero sin ser tan obvio, cuando miró inseguro al castaño vio que la expresión de sus ojos emocionados que tenía hace un momento desapareció, Alain miró simultáneamente su celular y a Ryan.
—No me diste tu número ¿cierto? —Inquirió.
—¿P-por qué dices eso? —Trató de hacerse el desentendido ante el castaño.
—No sé —Volteo su celular a la vista del pelirrojo. —Quizás porque me acabas de enviar una foto de un parque en el que estás ahora mismo.
—Oh... —No tenía ninguna excusa, abochornado rascó su cuello, esto era incómodo y el silencio que crecía lo hacía peor, tragó saliva mirando a cualquier punto como si buscara una respuesta que lo salvara.
—Podías decirme que no querías solamente. —Comentó Alain, sorprendiendo al pelirrojo de que sonara tan desinteresado, el castaño esperó alguna respuesta de su parte pero se fue al notar que no diría nada.
Ryan se olvidó de la galleta que quería y volvió con su mamá a la fila aun abochornado, mayormente no le pasaba eso, ella preguntó porqué no eligió nada y solo contestó que no había nada que le gustara.
Mientras que Alain volvió con su hermana que pudo notar el ceño fruncido que trajo, no necesitó preguntar para saber que las cosas no salieron muy bien, tal vez su hermano Dan tenía razón y Ryan era solo una cara bonita, no debió ni intentar ilusionarse.
.......
—Como a varios no les fue bien en la guía anterior, harán grupos de máximo cuatro integrantes para resolver esta guía. —Orientó la profesora, varios comenzaron a moverse y hacer grupos.
La mujer tocó el hombro de Alain sugiriendo que intentara hacer grupo con alguien, a lo que el castaño solo asintió y ella continuo entregando las guía a los demás alumnos.
—¿Hacemos grupo con él? —Preguntó Wendy.
—No sé, no creo que quiera. —Respondió Ryan esperando que no insistiera, recordaba lo que ocurrió ayer en el supermercado y sería incómodo.
Miró a Wendy pero la sonrisa traviesa de su amiga lo alertó, no alcanzo a sujetarla y ella se acercó al castaño que estaba solo al otro extremo del salón.
Ryan no escuchaba que hablaban y no tenia ganas de acercarse, esperaba que Alain se negara a trabajar con ellos pero se maldijo cuando Wendy se sentó junto a él.
Su amiga lo miró desde donde estaba moviendo su mano para que se acercara, suspiró frustrado, tomó su silla y la arrastró hacía ellos.
—Hola. —El castaño saludó amable.
Ryan sonrió nervioso en respuesta, mordió su labio inferior, no esperaba que le hablara, asumió que Alain estaría molesto pero no parecía ser así, o lo estaba ocultando muy bien.
Aun así no se miraron, especialmente el pelirrojo evito más el contacto, solo hablaron respecto a la guía de ejercicios, Alain entendía como realizarlos mientras que Wendy y Ryan estaban perdidos sin saber muy bien que hacer, Alain fue muy amable para explicar lo que debían hacer, repartieron las partes que harían cada uno y así llevaron todo ese periodo.
Wendy trato de hablar amistosamente con Alain mientras Ryan se quedaba callado escuchando, se entero que el castaño tenía diecisiete siendo un año mayor que ambos, la rubia era también muy sociable así que no costó mucho que ambos entablaran unas conversación.
—¿Por qué no hablas? —La rubia golpeo con su lápiz el dorso de la mano de Ryan.
Mayormente el pelirrojo era quien más hablaba y que estuviera mucho rato callado le resultaba extraño a Wendy.
Ella se levantó y pidió permiso para ir al baño, dejando a ambos chicos solos, Alain no le importó y continuó haciendo los ejercicios tranquilamente mientras que Ryan estaba muy tensó, sentía de le debía un disculpa o su conciencia no lo dejaría tranquilo otra noche más.
—Lo siento. —Apretó sus labios tratando de no mirarlo fijamente.
—Esta bien. —Su voz no fue molesta, fue más bien desinteresada. —No te preocupes. —Levanto sus hombros restando importancia y continuó escribiendo sin mirarlo, no tembló en sus palabras, Alain era consiente en parte de que pasaría algo como eso.
Cuando Wendy volvió, el pelirrojo trato de disimular la incomodidad que sentía aun, a diferencia de Alain que se sentía indiferente, continuaron igual que antes, Ryan no pudo tratar de integrarse, solo esperaba que terminara el periodo pronto para pasar al receso y alejarse del castaño.
Cuando tocaron la campana para el receso, entregaron la guía y Ryan fue el primero en irse para volver a su sitió anterior.
Pensó en que tal vez debería decirle a su amiga lo que pasó con Alain en el supermercado, ya que ella realmente se veía interesada hablando con el castaño y entendía igual porque, en su salida descubrió que Alain era bastante ingenioso y divertido al responder.
No esperaba que Wendy siguiera hablando con Alain en el receso, ambos estaban sentados a cada lado de la rubia en una banca del patio, el pelirrojo comenzó a sentir fuera de lugar, maldiciéndose mentalmente por no tener otros amigos además de la rubia, solo escuchaba lo que decían, seguía sin saber como integrarse además de que conversaban sobre lo inútiles que eran los protagonistas en las películas de terror.
Comenzaba a sentirse algo inquieto, Wendy no sabía aun que Alain lo había descubierto, significa que arruinaría la posible amistad de su amiga.
Wendy por un momento contestó una llamada apartándose por privacidad, dijo que volvería pronto, pero Ryan tenía cero ganas de quedarse a solas nuevamente con Alain, miró la hora de su celular varias veces, sentía que ya estaba tardando ¿debería levantarse e irse? pero, no quería dejarlo solo, pensaría peor de él si lo hacia ¿y si trataba de conversar? pero ¿de qué? no se dio cuenta cuando una de sus piernas comenzó a moverse frenéticamente por los nervios y no paso desapercibido para los ojos de Alain que estaba tranquilo al otro extremo de la banca, Ryan sentía que debía decir algo.
—Yo...
—Te dije que esta bien, no te preocupes. —Se apresuró a decir Alain, no quería sonar irritado pero no iba aguantar mucho si el pelirrojo continuaba con el tema del número.
—Si pero no quería...
Las palabras de Ryan se apagaron sin saber como continuar, tal vez Alain aun seguía molesto sin saberlo que sintió esas palabras como una burla.
—¿Entonces porqué no lo dijiste antes? ¿era muy difícil acaso decir que no querías darme tu número? —Preguntó irónico, trato de controlar su tono enojado pero sentía que todo iba a salir fogosamente de sí.—Igual ya sabía que pasaría.
Hubo un silencia entre ambos, por unos segundos solo escucharon el bullicio de la escuela mientras que cada uno tenia un lio en su cabeza, evitaron mirarse.
—¿Qué quieres decir? —Preguntó ofendido Ryan por lo ultimo.
—Que obviamente... —Sus palabras se apagaron y sintió dudar de sus palabras.
—¿Qué?
—Que tal vez solo eres una cara bonita.
Ryan parpadeó sorprendido por el comentario, abrió su boca sin saber que contestar, pero estaba molesto, no recibió una mirada de parte de Alain e hizo pensar al pelirrojo que él era un maldito arrogante ¿Quién se creía? No lo conoce.
—Al menos yo si soy una cara bonita. —Vociferó disgustado, la mirada de ambos por fin se vieron pero, pronto el enojo de Ryan se convirtió en arrepentimiento cuando vio la mirada sorprendida y afligido de Alain.
Se miraron por unos segundos sin que ninguno cambiara su expresión, Alain rompió el contactó, se levantó y se fue tranquilamente sin que lo detuviera.
Sabía que se sentiría rechazado en algún momento por Ryan pero no esperaba que fuera de esa forma, sus ojos se humedecieron, aun así no dejó caer lagrimas hasta encerrarse en un cubículo del baño, no estaba tan enamorado del pelirrojo pero estaría igual si ese comentario lo hubiera dicho un desconocido.
Bajó su mascarilla quitando con el dorso de sus manos las pocas y débiles lágrimas que caían silenciamiento, apretó sus labios conteniendo el sollozo que trataba de escapar.
Si antes sentía que el flechazo por el pelirrojo acabó, ahora definitivamente lo había terminado de sepultar.
Intentó relajar su respiración, apoyo su espalda en la puerta cerrando sus ojos, pudo escuchar la campana sonar para volver a clases, esperaría a que todos salieran del baño para lavar su cara, no le importaba que el profesor lo regañara por no entrar a tiempo a su clase, tal vez podía llamar a su hermana Irene para retirarlo, pero harían preguntas, sobre todo Dan y por lo que paso en su primer año cuando unos chicos lo molestaron y apareció agresivamente para defenderlo, no quería repetir algo así otra vez, todos parecieron notarlo más después de ese incidente.
Tampoco quería involucrar a Ryan, de todas formas tenia razón, no era una cara bonita de cual alguien podría sentirse atraído, solo era la verdad, enjuagó su cara varias veces borrando todo rastro de lagrima, debía solo aguantar, dos clases más y terminaría la jornada para irse a casa, después mañana podría fingir que nada ocurrió como en otras ocasiones que había escuchado los directos e indirectos comentarios hirientes de sus compañeros.
Inhalo y exhalo aire para después subir su mascarilla, la acomodo exageradas veces, quería huir pero esa parta orgullo de el se negaba darle el gusto de que lo habían herido.
Mientras que Ryan sintió que su consciencia lo culpaba más que antes, cuando Wendy volvió y preguntó por el castaño se sintió como un golpe en el estomago, trató de esquivar la pregunta hablando de otro tema, la rubia no lo dejo pasar y lo miraba escéptica, sin embargo no insistió en lo que duro el resto del receso.
Peor fue cuando vio a Alain regresar a clases después del timbre, no se veía mal, aunque no lo vio muy claramente desde la distancia y por la mascarilla, Wendy lo miró sospechosamente, tal vez ya debería comentar a su amiga todo lo que había pasado hasta el momento, pero se sentía avergonzado, ahora si debía una disculpa.