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El bebé de los clones por mfernandasadiklover

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Notas del fanfic:

¡Hola! Me alegra estar de vuelta, esta es una historia que ha estado en mis borradores hace mucho, es demasiado extensa para ser un one shot, así que he tenido que dividirla en dos partes.

¡Si hay muchos comentarios puede que suba la segunda parte mañana mismo!

Bueno, comencemos con las advertencias.

Como deben imaginar, casi quince mil palabras son sexo mal escrito. Deben tener cuidado si no les gusta, si quieren romance, esperen la segunda parte que es donde se explica todo lo que en este no.

Sobre advertencias detalladas, la historia incluye;

Orgía de clones x Sasuke.
Líquidos desagradables (orina y más).
Vocabulario vulgar.
Sexo duro. (En serio, fuerte)
Humillación verbal y física.
Y más.

Posdata, no pago psicólogos.

Por último, lamento las faltas de ortografía, siempre hay uno que otro detalle que se me escapa, siéntanse libres de decirme para corregir.

¡Espero les guste!

Sasuke tiene un gran problema, uno enorme. Sabe que por su “viaje de expiación” está expuesto a cosas peligrosas. No es ingenuo, ni débil, así que siempre está preparado para todo.

Incluso para la carta de Naruto, exigiendo que vuelva a casa para pasar unos días junto a él.

Para celebrar que va a casarse.

Una estúpida celebración que no le importa en lo más mínimo, pero su atontado amigo, insistió e insistió, mandando cartas todos los días, cada una peor que la anterior, diciendo cosas como que era la última oportunidad de pasarla ellos dos solos.

Que pronto se iba a casar y que no tendría tiempo para nada más, que debían aprovechar, de verse, jugar, de beber, de lo que sea, pero estar juntos, ante su clara desesperación, y porque hábilmente estuvo apelando al sentido de amistad, soledad, cooperación y un sinfín de cosas que se le ocurrieron al chico rubio.

El Uchiha aceptó volver a Konoha.

Luego de un largo viaje está por llegar a casa, no había sucedido nada fuera de lo normal, hasta ahora.

Está acostumbrado a rarezas, y sabe que, en el mundo, hay personas medianamente locas, otras muy locas y luego están ellos.

—¡No te muevas! ¡No podrás ganar! —El hombre mueve los brazos, elevándolos para parecer más intimidante.

Claro, como si Sasuke no fuera el hombre más poderoso sobre la faz de la tierra. No sabe por qué imaginan que por un miserable jutsu de origen desconocido han acabado con él.

Quizás lo subestiman por su bonito rostro, no es su culpa que haya heredado las hermosas facciones de su madre. ¿O es porque le falta un brazo?

Tal vez porque a pesar de sus muchos entrenamientos, sigue sin tener músculos aterradores. Parece que lo único que ha logrado es una cintura angosta y caderas anchas, por no hablar de sus piernas.

En fin, para no hacer la historia más larga, y porque Sasuke no puede concentrar sus pensamientos al estar luchando. Algunos detalles serán sutilmente emitidos.

Cuando el Uchiha finalmente logra vencer a todos los de la secta, que eran muchas personas raras, con su ropa fea y jutsus aún más extraños, se propone sacar información a golpes del que parece ser el líder.

Por la forma en que lo atacaron, no parecía que quisieran matarlo, era más bien someterlo. Obviamente, lo buscaron por ser un Uchiha, de ser así, ¿Konoha también estaba en peligro? No podía permitirse dejarlos ir.

—¿Qué querían de mí exactamente? ¿Robar mi cuerpo? —Preguntó y el hombre bajo su pie emitió un ronco gemido.

—¡Písame más fuerte! ¡Mi Dios supremo! —Un escalofrío recorrió el cuerpo de Sasuke tan bruscamente que los vellos de la nuca se erizaron. ¿Qué fue eso? Se preguntó asqueado. Esto rayaba un grado diferente de asco.

Hubiese seguido calmado de no ser por el repentino dolor en el estómago. Algo muy malo estaba pasando. Quizás no debió quedarse quieto mientras esa luz lo rodeaba, pero es que los cantos y gritos lo desconcentraron unos momentos.

Sentía todo el cuerpo caliente, tragó saliva y notó que tenía la boca seca, la sed repentina fue abrumadora. Preocupado, llevó la mano a su estómago, apretó la mandíbula y fijó sus bellos ojos en el bastardo.

—¿Qué me hicieron? —Preguntó y el hombre desde el suelo le sonrió.

—Nosotros volveremos a los orígenes… De tu vientre nacerá una nueva humanidad, de ti… y de…

Sasuke sabe que desmayarse es la cosa más estúpida que le puede pasar en un momento como este. Aún más preocupante al entender lo que buscan estos fanáticos.

Es como dicen, culo dormido no tiene dueño.

 

 

Cuando abre los ojos, inevitablemente, su primer pensamiento es tocar su trasero. Da un suspiro aliviado al darse cuenta de que nada ha entrado. Luego nota que hay alguien mirándolo.

Avergonzado se aclara la garganta. Naruto acaba de verlo sentarse en la cama y meter la mano dentro de sus pantalones para tocar su culo. Está decidido, va a masacrar a la secta cuando logré entender por qué nadie lo ha violado todavía.

—Entonces Ino tenía razón —murmuró Naruto, su voz sonó baja y un poco escalofriante. Sasuke estaba por abrir la boca y exigir respuestas cuando el otro habló bruscamente—. No te preocupes, voy a eliminar a todos los que te hicieron esto, los haré sufrir y lamentarse… voy a…

El Uchiha tragó saliva al notar los ojos rojizos del otro hombre, estaba más que furioso, parecía ligeramente un poco monstruoso. Sinceramente, le dio miedo que no mostrara esa sonrisa de siempre, de esas llenas de alivio porque nada malo le ha sucedido a Sasuke.

¿Qué tan mala era la situación? No, sobre todo, ¿por qué está en Konoha? Lo último que recuerda es que estaba a mitad del bosque cuando lo atacaron. Después, el calor y el sofocante deseo de…

Abrió los ojos ante el pensamiento que acababa de cruzar su mente.

—¿Sasuke? —Se sobresaltó espantado, giró la cabeza para observar a Naruto.

El chico le miraba angustiado, su mano se alzó y fue tan natural cerrar los ojos cuando tocaron su mejilla. Se quedó inmóvil, sintiendo las caricias, adormecer sus sentidos, apretó los labios gustosamente.

No imagino que el contacto fuera tan placentero, su agradable calor trajo consigo tanta tranquilidad. Lamió su labio inferior y sintió que el fuego se extendía desde su mejilla hasta pasar por su cuello y ubicarse en su vientre, que ardió casi quemando su interior.

Asustado golpeó la mano de Naruto. Este se le quedó mirando sorprendido por el rechazo, sus ojos azules se llenaron de tristeza, su entrecejo se frunció y luego su mirada se volvió extrañamente inexpresiva.

No estaba tan calmado como quería aparentar. Quizás él sabía lo que sucedió, de ser así. ¿Por qué no le contaba? ¿Era algo relacionado con su cuerpo? Porque no hay ni una posibilidad en el mundo, que ante el contacto de otro hombre su ano sienta cosquillas.

—No te preocupes, yo estoy aquí… siempre lo estaré para ti.

Su amigo lo observó entristecido antes de irse, pero el pelinegro avergonzado se negó a hablarle. Estuvo un tiempo solo, intentando unir sus recuerdos y la actitud del feo. No de Naruto, del otro, del que quería meterle el pene.

Un momento… ¡Ya se acordaba! Ellos dijeron algo de nueva humanidad, también de que, de su vientre, nacería un bebé.

¿Entonces pensaron que era una mujer? ¿O qué? ¿O cómo? ¿Qué diablos está pasando?

Al final, se rindió y antes de darse cuenta, Sakura estaba a su lado cortando fruta. Sasuke ahogó el malestar en el fondo de su mente. Ella sollozó y le observó con los ojos brillantes por las lágrimas.

—Me alegra tanto que despertaras. —El pelinegro arrugó el entrecejo. Por favor, no llores ahora. Tenía demasiadas cosas en mente para soportar un irritante sonido.

—¿Cómo me encontraron? —preguntó y ella desvió la vista al entender que Sasuke no tenía interés en su preocupación.

—Naruto sintió que algo pasaba con tu chakra, te encontró desmayado a las afueras de Konoha —explicó con calma, tenía un semblante decaído, cansado—. Llevas inconsciente cerca de una semana, y aunque me quedé a tu lado, nadie me dice que sucede.

Ella terminó de hablar y le ofreció una pequeña rebanada de manzana. Sasuke bajó la cabeza y su cabello cubrió su rostro, si hubiese tenido el otro brazo tal vez hubiera golpeado su mano igual que cuando era niño, supuso que algunas cosas cambian a la fuerza.

Sakura dejó el plato y no insistió. Agradece que entienda el mensaje, no tiene fuerzas para lidiar con ella.

Es mucho más importante saber porque está cerca de Konoha, ¿qué hacía ahí? Entonces no solo, no lo violan en grupo, sino que ¿además lo regresan a casa? ¿Qué tipo de secta maquiavélica hace eso? ¿Le regalarán un brazo nuevo también?

No podía seguir en cama esperando respuestas, iría donde Naruto para que explique la situación. Porque por la forma en que actúa, él debe estar tratando de ocultar algo.

Aunque el doctor no quería que saliera del hospital, porque seguía con síntomas extraños, y que al igual que Naruto no se molestó en explicar.

Nadie le prohíbe nada a Uchiha Sasuke, patrón de los usuratonkashis.

Así que mientras Sakura le reclamaba a todo el mundo, por qué no le explicaban, ni la dejaban participar en los chequeos médicos de su “amigo”, el Uchiha huyó.

Encontró al hombre rubio junto a Ino, arrugó los ojos al entender que ella hurgó en sus recuerdos, y que seguramente le dijo a Naruto con exactitud todo lo que sucedió. Incluida la parte donde quieren hacerle un bebé, para que nazca, no sé de quién, y no sé por dónde.

—¡No deberías salir del hospital! —reclamó Naruto levantándose de su asiento. Se acercó con pasos apresurados, su mirada fue tan dulce, Sasuke infantilmente quiso tirarse a sus brazos para ser consolado.

Quiere apoyar su cabeza en ese pecho y dejar que el otro le bese la frente mientras le dice que todo saldrá bien, que está a salvo, que nadie podría tocarlo.

Quiere ser abrazado, porque sinceramente, de solo recordar lo que sucedió, le da mucho miedo, ¿Qué hubiese pasado si…? Era mejor no imaginar nada de eso. Para mantener su salud mental intacta, únicamente se concentraría en el problema futuro.

Cuando supiera cuál es.

Naruto le tocó el rostro y no parecía preocupado de mostrarse tan cariñoso frente a Ino, quien los miraba de reojo. Todos saben que el hombre rubio adora de una forma inexplicable al Uchiha, pero ella no es tonta y sabe que Sasuke le corresponde.

Solo falta que ellos mismos se den cuenta de que clase de sentimientos llenan sus corazones al mirarse.

Sasuke arrugó el entrecejo al darse cuenta de que la mirada de ella se dirige a Naruto y que este asiente en una muda confirmación. No entiende que traman esos dos, pero por el momento no le importa, porque siente que la piel del vientre le arde tanto que la ropa lo lastima, y sabe, que todo es por la cercanía del otro hombre.

El pelinegro se alejó al sentir nuevamente esa sensación de calor, fue por culpa del aroma de Naruto… Siempre estaba ahí sentado con ramen manchando su ropa, así que, ¿desde cuándo olía bien?

O peor aún… ¿Desde cuándo el agujero trasero se moja?

Se sonrojó tan furiosamente que ya ni le importaban las explicaciones. Debía irse, se apartó del cuerpo de su amigo y se giró para marcharse.

Escuchó la voz de Naruto llamándolo, pero Sasuke, avergonzado, salió de ahí tan rápido como sus debilitadas piernas le permitieron. Hubiese seguido huyendo si no fuera porque obviamente lo seguían.

—¡Déjame solo! —gritó enojado.

No era su imaginación, su trasero estaba cada vez más húmedo, tanto que seguramente su ropa se había mojado… y Naruto seguía detrás de él. Cerró los ojos ante la vergüenza.

No quería que se le acercara, sentía que algo iba a explotar dentro de su cabeza y no deseaba que el Uzumaki supiera en qué estaba pensando.

Se sentía como una explosión de energía surgiendo de lo más profundo de sus entrañas, tenía miedo e incomodidad, parecía que pronto entraría en un estado de locura y frenesí, y todo por culpa de ese tonto, porque era incapaz de dejarlo solo.

Era la única persona a la que no quería mostrarle este humillante lado suyo.

—¿¡Ya no confías en mí!? ¿Por qué me alejas? —Sasuke se mordió los labios ante su voz. Pero no iba a ceder, si se enteraba, seguramente nunca lo vería con los mismos ojos—. ¡No me importa que te hayas hecho pis en los pantalones!

Se detuvo abruptamente, apretó los labios sintiéndose más enojado que avergonzado. Sintió la respiración agitada del hombre detrás, algo malo pasaba con su cuerpo, porque solo escucharlo le dejó una sensación cosquilleante en su entrepierna.

¿Sonaba igual cuando estaba excitado…?

—No me oriné, maldijo vulgar —reclamó y mordió su labio inferior dudoso. Mantuvo la cabeza cabizbaja, con la boca y la nariz arrugada porque no es un niño para llorar.

—No sé por qué huyes de mí, tampoco entiendo por qué me rechazas, pero ten claro esto, no hay nada en el mundo que hagas para que yo desee dejarte ir —confesó Naruto como si eso fuera algo tan obvio—. Incluso si te haces del dos en los pantalones.

Enojado giró su cuerpo para mirarlo, su amigo le sonreía y sus brazos no tardaron en rodearlo. Sasuke dejó escapar un suspiro, el tonto tenía razón. ¿Por qué huía de él? Si ese bobo era su mayor aliado, quizás, era por ese sentimiento confuso, una ligera advertencia en el fondo de su mente.

El Uchiha no era despistado, así que, al entender que era eso que lo alejaba de Naruto, asustado se abrazó aún más fuerte a él. Huía porque sentía que pediría algo que destruiría la vida de su amigo.

Era obvio lo que sucedía con su cuerpo, parecía que agonizaba por tener sexo

Y al único que quería era a Naruto.

Sabe que debe ser por el jutsu raro, pero eso no quita la mala sensación de sus nuevos y locos pensamientos, además de que no logra controlar el culo. Siente que cada vez se moja más y más.

Se escurre por su ropa interior, empapa sus muslos hasta las rodillas, es casi como si su cuerpo estuviera preparándose al igual que el de una mujer.

¿Realmente ellos querían que el bebé saliera de Sasuke? De solo pensarlo, se quedó tan asustado que permitió que Naruto liderara el camino, seguramente lo llevaría a alguna parte donde pudieran hablar de cómo deshacer el jutsu.

Lo que no entiende, es porque no lo violaron, si ellos querían que diera a luz un niño, demonio, o monstruo, ¿entonces porque dejar que Sasuke regrese a la aldea?

El miedo provocado por lo que pudo haber sucedido le dio náuseas, asustado, apretó la mano que sujetaba la suya, miró el rostro de Naruto y este le devolvió la mirada sonriendo con una pequeña pizca de algo que no logró identificar.

—Tranquilo, sujeta mi mano tan fuerte como quieras, es el servicio especial para mi amigo especial. —Sasuke bufó fingiendo molestia y giró la cabeza.

No quería que notara como su rostro se había coloreado, prefería creer que el aumento de temperatura, y la aceleración de sus latidos, era por el jutsu y no porque saber que seguía siendo objeto del cariño de Naruto era tan satisfactorio.

Cuando se enteró de que estaba por casarse, sintió que lo había perdido, que jamás volvería a ser observado de esa manera porque todo ese amor estaría dirigido hacia su esposa.

Pero ahora, de la forma en que lo había mirado, lo hacía con tanto cariño, con dulzura. Le hizo sentir que esto que le estaba pasando, junto a él, no era tan malo, porque estaría protegido.

Caminó sin importar donde lo llevaba, no había lugar más seguro en el mundo que al lado de Naruto.

El futuro Hokage lo condujo a la guarida que tenía. Esa que utilizaban cuando se veían en secreto. Por trabajo, no por otra cosa… hasta ahora pensó angustiado el hombre rubio. Observó de reojo a su amigo.

Sasuke para entonces parecía querer gritar de dolor, tenía el rostro sudoroso y su piel estaba con un fuerte sonrojo, el Uzumaki cerró los ojos, no importaba nada más, debía ayudarlo.

La seguridad del Uchiha era su prioridad, incluso si eso significa destruir el mundo en el que viven, y sabía perfectamente qué hacer, los doctores, fueron muy claros al explicar qué tipo de técnica fue usada.

El creador de omegas, es un jutsu de fertilidad.

Fue prohibido ya que era en extremo peligroso para el recipiente y porque, el fruto creado no era algo humano.

Con el chakra de muchas personas, se originó un útero donde se alojará el bebé. Como nadie ahora mismo le está dando energía a Sasuke, tuvo una reacción que, según las palabras de los doctores, es un celo, para atraer un compañero y lograr el embarazo.

No logra comprender todos los detalles y muchos se le olvidaron ante la preocupación. Solamente entiende que el Uchiha tiene el tiempo contado, si nadie lo embaraza…

Si no se embaraza, el calor va a ir devorando su mente lentamente hasta que finalmente su cuerpo no tenga energía y el jutsu tome control sobre él, el dolor no lo dejara tranquilo, lo obligará una y otra vez que encuentre a alguien para saciar su necesidad.

Si no se completa el jutsu, este se vuelve peligroso para la vida del portador y absorbe su energía hasta matarlo.

Pensar en eso, en su amado Sasuke, altivo y orgullosamente digno, desenfrenado buscando hombres para acostarse con ellos, lo enferma, le repugna a tal grado que cuando se enteró quiso vomitar, nunca dejaría que eso pase, jamás.

Esos bastardos de la secta, eran débiles, pero su plan había funcionado. Solo se habían equivocado en un pequeñísimo detalle. Naruto, nunca en la vida, permitiría que ellos le pusieran las manos encima al Uchiha.

¿Acaso cabe en la mente de alguien la idea de que permitirá que un extraño toque a Sasuke?

De nada más imaginar a un hombre, tocar a su amigo, a su Sasuke, siente que algo al fondo de su mente estalla en una ira asesina, un odio instintivo a la mera mención de que le roben a su chico arisco.

Ni en un millón de años dejaría que cargue el bebé de algún desconocido.

Por supuesto, la misma Sakura podría transformarse y utilizar diferentes maneras de embarazar al hombre que con tanto empeño persigue, pero, para Naruto, esa idea es inimaginable. El pelinegro no ama a esa mujer, menos quiere tener un hijo con ella, por eso prefirió dejarla fuera de todo esto.

A pesar de que hay muchas opciones como dijeron los médicos, Naruto se niega a aceptar alguna de ellas.

Soy la mejor opción, se dijo para sentirse menos culpable, la única.

Así que, por eso, porque egoísta y profundamente odia la idea de entregar a Sasuke a cualquier persona, él romperá la promesa que le hizo a Hinata.

Además, en este momento, el Uchiha no desea a nadie más a su lado, tiene la certeza de eso, y es ese conocimiento el que permite actuar como lo hace, porque desde siempre, todo desaparece ante el amor que siente por ese pelinegro gruñón.

Y lo lamenta por la futura esposa, por todos lo que apoyaron el matrimonio, por tener que disolver todo tan abruptamente, pero tendrá un hijo con Sasuke y formara una familia con él.

La situación es complicada, pero sinceramente le encanta y no debería ser de esa manera.

—¿Sabes qué me hicieron? ¿Qué le pasa a mi cuerpo? —preguntó el chico de ojos negros.

Naruto lo dejó apoyado suavemente contra la pared. El lugar no tiene muebles, no hay nada más que madera incómoda.

El hombre rubio quiere gritar, no puede creer que le hará cosas malvadas a su amigo en el suelo.

En un paraje lleno de suciedad, madera fría y oscuridad, no era esto lo que deseaba, le pidió a Ino que preparara un buen sitio, uno donde la comodidad de Sasuke estuviera garantizada, humillantemente había pensado en esa habitación como su nidito de amor.

Si Sasuke no hubiese huido, ahora habría una cama cómoda, una bañera llena de agua tibia para calmar el dolor, comida para saciar su hambre, su sed.

Lo iba a tratar tan bien, tan excesivamente bien, que decidiría que Naruto es lo suficientemente bueno para ser el padre de su bebé, para… quedarse a su lado para siempre.

Tragando saliva recordó la cama grande y suave, en cómo había fantaseado en depositar al Uchiha entre los perfumados pétalos de rosas, donde le haría el amor tantas veces hasta poner su semilla en el interior y formar un lazo irrompible.

Y luego… luego le confesaría lo maravilloso que fue todo, en como tocarlo se sentía igual que un sueño. 

Lo llenaría de alagados, de elogios susurrados con pasión y lo aceptaba, de devoción, le pediría quedarse, y si tenía que suplicar, que por favor, por favor, le diera una oportunidad de demostrarle que podían amarse como las parejas de verdad, lo haría.

Le explicaría que no percibiera esto como una pesadilla, de que en realidad era una oportunidad de crear algo nuevo, de que, por una vez, dejaran de seguir el camino trazado por otros.

Sinceramente, mientras estuviera al lado de Sasuke no le importaba como deseaban llamar a su relación.

Esperaba que el Uchiha entendiera la situación, y que luego, en un tiempo no muy lejano, también amará a Naruto de la misma manera extraña en que el Uzumaki lo ama.

Así como había logrado ser reconocido por él, y traerlo a su lado, también tenía la certeza de que podría llegar a ser correspondido.

La mera fantasía le retorcía las entrañas en un culpable placer, debía controlarse, no mostrarse tan feliz con la idea de ponerle las manos encima, Sasuke podría asustarse, sentir asco por su actitud.

Debía tomarlo con calma, ser paciente, pero no logra evitarlo, de solo pensar en “cuidar” del Uchiha, su vientre se tensa y su miembro se endurece, la idea de ser quien amará a Sasuke, ronda su mente desde hace una semana, está tan cerca de eso, que no pueden pedirle que mantenga la cordura intacta.

Observa los ojos negros, y siente tanta ternura al mirar sus ojitos preocupados, su compañero, aunque se veía serio y sereno, no lo era en absoluto.

Seguramente estaba con el cerebro inundando de malas ideas, pasó saliva nuevamente, como deseaba abrazarlo y calmar sus dudas, su inseguridad, rodear su cuerpo débil para confortarlo.

Sasuke estaba tan cautivador esta noche. Tan abrumadoramente seductor.

—Estás pasando por un celo —dice brevemente, no sabe cómo explicarle, hace unos días ni siquiera sabía que eso existía.

Sasuke gimotea y la humedad se esparce por sus piernas mojando sus pantalones. Naruto traga saliva al imaginar de donde brota el líquido, siente que el deseo le nubla un poco el sentido común.

Tal vez la calentura es contagiosa.

Debería tener cuidado, siente que se vuelve loco.

Entonces se da cuenta de algo, es cierto que adora a Sasuke, de que añora vivir a su lado, pero siempre pensó en él como su mejor amigo, ahora la situación comienza a parecerle demasiado fácil de sobrellevar, tanto que le asusta.

Es como si el límite de la relación siempre hubiese estado difuso, era tan normal imaginar que ponía sus manos en el rostro de su amigo, en su frente chocando juntas, o su boca suavecita siendo besada.

A Naruto no le gustan los hombres, no siente atracción hacia ellos, le atraen los pechos grandes para ser sincero. Cuando alguien se le acerca con raras intenciones, simplemente los aleja porque le da escalofríos.

Diablos ni siquiera soporta un abrazo de dudosa procedencia, pero el gruñoncito siempre fue especial, desde niño era tan lindo, con su cara bonita, y su actitud horrible, y luego al crecer se volvió una belleza andante.

¿Pueden culpar a un hombre por pensar que su amigo es la cosita más hermosa del mundo? ¿Deja de ser heterosexual por fantasear tenerlo bajo su cuerpo todo jadeante y sudoroso?

Es Sasuke. ¡Su Sasuke! Quien tiene una erección y haría lo que sea para aliviarlo. No cree que sea asqueroso o desagradable, su cuerpo estilizado, sus ojos rasgados, su nariz, su boca pequeña pero seductora.

Su pecho plano de pezones pequeños y colorines, la saliva se le acumula en la boca al imaginar su zona inferior, su cintura era angosta, siempre le daban ganas de rodearlo con el brazo y sujetarlo casi posesivamente.

Todo en él le gusta mucho, cada detalle es perfecto ante sus ojos.

Traga saliva ante el escalofrío que le recorre. Al opinar así, pareciera que está fascinado con él, obsesionado quizás.

Estaba por casarse con la mujer que dice amar y aun así, solo puede suponer en las maneras en que tomará a Sasuke entre sus brazos y le susurrara palabras de amor.

Tal vez se ha vuelto loco, o es porque finalmente tiene la oportunidad de dejarse llevar por lo que siempre ha tenido dentro. Sea como sea.

Sus sentimientos de proteger y amar a Sasuke no cambiaron en lo absoluto.

—¿Qué significa eso? —preguntó el Uchiha al notar el pesado y largo silencio de Naruto. 

Dio un sobresalto y lo observó asustado, seguramente perdido en sus pensamientos.

—El celo no sé irá hasta que… alguien te embarace… —el Uzumaki contuvo la respiración, observó a su amigo con la mirada decidida.

Para Sasuke, fue doloroso saber eso, supuso que la situación era mala, pero no a tal extremo. Intuyó muchas cosas, así que no fue tan sorprendente, lo que realmente lo puso enfermo, es que al parecer no hay otra salida. 

Si existiera, el hombre rubio lo hubiese llevado con los médicos, en cambio, estaban aquí, en medio de la nada. Completamente solos.

Y no sabe si sentirse aliviado al saber que a Naruto no le parece aberrante embarazar a un hombre, o aterrado de las consecuencias, ¿y si la relación que ambos tienen se vuelve demasiado complicada para poder volver a sonreír juntos?

¿Acaso no comprende que la vida de ambos se destruirá? 

Solo suponer en eso el miedo le hiela la sangre. Su amigo está por casarse, comenzará una vida en familia con esa mujer… ¿Realmente va a perder todo eso por salvarlo?

—Yo… —murmuró, pero no encontró las fuerzas para hablar. ¿Qué le diría? ¿Gracias?

Por un breve momento, mientras Naruto acariciaba su mejilla sudorosa, se preguntó… ¿Por qué lo haría? Sabe que el otro lo aprecia mucho, aun así, ¿realmente logrará tocar a un hombre sin sentir repulsión? Tal vez… y es un poco ingenuo pensar de esa manera… pero…

¿Naruto lo ama de una manera fuera de lo común? ¿Tan raramente como Sasuke lo ama?

—Lo siento, no tenemos otro camino. —La voz del hombre rubio dejó al Uchiha con el corazón apretado. Sonaba… culpable.

Como si, no pudiera evitarlo y solo queda resignarse. ¿Eso es lo que siente? ¿Resignación?

El Uchiha agradeció su estado debilitado, porque seguramente la expresión de su rostro reflejó claramente lo mucho que le dolió saber que nunca sería correspondido.

Fue humillante escuchar esa disculpa, no quiere esto, no desea que todo sea así. Como un favor. Pero tiene las piernas entumecidas, la fiebre que se aloja en su cabeza tampoco lo ayuda a pensar claramente.

Arruinará la vida de Naruto, y también la del bebé que necesita tener. Sasuke siente que esto que sucede, debe ser un castigo.

Por haber deseado ser parte de la vida de Naruto, aun sabiendo que el lugar que quiere ya está ocupado.

—No quiero —murmura, el hombre rubio lo mira entristecido, amorosamente le quita el cabello de los ojos, con paciencia.

—Tranquilo, seré suave y tierno, haré que olvides la situación. —Naruto habla tan dulcemente que Sasuke se siente tentado a asentir, a decirle que por favor se quede a su lado. Los ojos azules parecen estar derritiéndose por el cariño.

Le tiemblan los labios, pero se esfuerza a no debe ceder a sus sucios deseos, esos que le dicen que acepte, que pase la noche con él y tenga a su hijo, que formen a la fuerza una familia. Finalmente, su mano acaricia la de Naruto que está en su cuello, el hombre rubio le sonríe, su rostro se acerca, le da la boba ilusión de que lo va a besar.

—No quiero acostarme contigo —dice rápidamente, tan rápido que parece una broma ante sus oídos. Intenta repetirlo, pero no hace falta, el hombre rubio entendió perfectamente.

Naruto se quedó quieto, como si se hubiera quedado paralizado, finalmente suspiro y asintió.

—Sé que la situación es difícil —murmuró mirándolo fijamente—. Pero me encargaré de que sea fácil, te prometo que te haré sentir bien.

Sasuke apretó los puños, debía rechazarlo, el hombre rubio acercó su mano a sus labios, temblorosamente uso el pulgar para presionar sobre ellos.

—Eres mi amigo, mi todo, no hay cosa en el mundo que yo no haría por ti, por favor, dame la oportunidad de demostrarte el inmenso cariño que siento, Sasuke, acéptame…

El Uchiha titubeó, con el corazón acelerado, no logró moverse cuando el otro hombre se acercó, su rostro estaba tan cerca del suyo, dejó de respirar al sentir sus labios a solo unos centímetros.

Un poco más, por favor, déjame tenerte un poco más. 

Cerrando los ojos, Sasuke se entregó a eso, sintió su calor, su corazón latiendo tan fuerte como el suyo, luego un ligero roce tan leve, tan superficial, el Uchiha se estremeció apretándose contra su cuerpo.

Naruto apenas si rozaba sus labios, era un contacto tan desesperante, sus piernas comenzaron a temblar, sintió su entrada desbordarse de lubricante, ¿Por qué no lo besaba?

Abrió la boca, separando los labios para rozarse con los contrarios, su pecho se aceleró y avergonzado supo que seguramente Naruto debía darse cuenta de lo que provocaba.

Lo tenía mojado sin siquiera darle un beso.

Pensar en eso lo detuvo abruptamente, su cuerpo cambio, ¿su mente también lo hizo? ¿Estaba realmente dispuesto a forzar que Naruto renunciara a sus sueños?

Quitarle la opción de que formara una familia perfecta con su amorosa esposa, cuando Sasuke solo podría darle un bebé monstruoso.

¿Qué tenía para darle al otro? ¿Además de un hijo que ambos no querían?

Obligándose, el Uchiha lo apartó bruscamente. Naruto lo miró sin entender.

—¿Fui muy rápido? —preguntó temeroso, el Uchiha quiso reírse, si no fuera porque no sentía alegría alguna.

—Dije —susurró con un nudo en la garganta—. Que no quiero acostarme contigo.

El ceño de Naruto comenzó a fruncirse, y rápidamente su rostro pasó de la incertidumbre a la rabia. Quizás no esperaba eso, con lo terco que es, seguramente supuso que era su responsabilidad.

—¿¡Con quién más tendrías un bebé!? —preguntó irritado, sonaba más como un reclamo que una pregunta, su enojo le sorprendió un poco.

Sasuke creyó que liberarlo de esto sería un alivio para él. No le agrada la idea que alguien lo toque además de Naruto, pero es que no quiere que el tonto destruya su feliz matrimonio por ayudarlo, ¿Cómo le explicara a su futura esposa que le fue infiel?

—¿Puede ser otra persona? —preguntó y fue un poco raro que Naruto no haya propuesto esa idea. Tal vez consideró que Sasuke prefería morir ante eso.

Pero no lo hará. Simplemente, ama tanto a este usuratonkachi que no desea que sufra por su muerte. Por eso, es capaz soportar tener sexo con otro si es necesario.

El repentino dolor lo hace apretar los dientes, observó preocupado a Naruto. Este había puesto las manos en sus hombros y empujado con fuerza contra la pared.

—¡Dije que solo yo puedo ayudarte! —gritó con la nariz arrugada de la rabia, Sasuke se le quedó mirando sin saber qué decir. Está por negarse cuando siente que el otro se aproxima un poco más a su cuerpo.

Su respiración choca contra su rostro, se quedaron quietos unos instantes, solamente mirándose, Naruto lentamente movió su mano hasta dejarla sobre el vientre de Sasuke, sus dedos rozaron bajo su ombligo y su cuerpo tembló de inmediato.

La cabeza de su amigo se apoyó contra su hombro, tal vez para calmarse, siempre le gritaba a Sasuke, pero nunca así, con tanta ira. Debe estar sufriendo.

—No te preocupes por mí, aceptaré a quien sea —murmuró el Uchiha antes de que el otro continúe, siente un ruido amortiguado contra la ropa. Sonaba como un gruñido.

Seguramente debió ser asqueroso para él pensar en hacer el amor con un hombre. Cómo es un tonto debe creer que es su deber ayudar, porque sabe que Sasuke sufre con esto, y lo hace, pero le duele aún más saber que Naruto está siendo lastimado en el proceso.

Debe ser difícil para el hombre rubio imaginar siquiera traicionar a la mujer que ama. Aún más entender y aceptar la idea de que no solamente es un poco de sexo, sino que tiene que embarazar a alguien a quien no desea.

Sasuke quiere abrazarlo, decirle que es fuerte y que por favor se marche.

Que no se preocupe por nada, que no morirá por algo así. Naruto se levantó con cuidado, tiene los ojos vidriosos y la respiración agitada, aunque Sasuke siente que el interior de su cuerpo comienza a doler demasiado. Intenta parecer sereno ante la situación.

—Yo… no soy tu responsabilidad, no tienes, ni debes hacer esto. ¿Quieres que viva? Viviré, llama a quien sea, yo lo aceptaré. —Quería que sus palabras aliviaran las preocupaciones del otro chico, así que no comprende por qué se ve tan iracundo y herido.

—No lo entiendo… —murmuró Naruto. Lo miraba con el ceño fruncido, y con la boca tirando un costado hacia abajo, como si estuviera pensando en algo sumamente asqueroso—. ¿Puedes tener un bebé de quien sea… pero no uno mío?

La pregunta le tomó por sorpresa, por unos breves momentos no sabe cómo reaccionar. 

Traga saliva y separa los labios, Sasuke se fija en las facciones de Naruto, su cara está contraída, con el ceño fruncido y su boca abierta formando una mueca que le hace ver un poco amenazador, su voz sonaba incrédula, como si no creyera lo que escucha.

El Uchiha titubeante asintió. La reacción del Uzumaki fue inmediata. Se alejó como si su cuerpo quemara. Los ojos negros se humedecieron ante el rechazo. El hombre rubio le miraba rabioso, con el pecho subiendo y bajando rápidamente.

—Tienes que quedar en estado antes de que el jutsu te corrompa —explicó con los dientes apretados y una respiración nasal, quizás conteniendo los gritos—. ¡Solo yo tengo la energía para eso! ¡Para llenarte de chakra, de semen y salvarte! ¡Así que por favor no hagas las cosas más difíciles!

Sasuke arrugó el entrecejo. ¿Llenarlo de semen? Movió la cabeza rápidamente. No, eso no.

—¿De chakra? —preguntó dudoso, Naruto lo miró fijamente, pasó saliva y asintió.

—Alguien debe llenar tu vientre de energía para que todo funcione correctamente. Así que… no es posible que te embaraces por una sola vez, deben ser muchas veces, ¿lo entiendes? Solamente puedo ser yo, ¡solo yo!

Sasuke parpadeó asustado de la actitud de su amigo. Lo que decía tenía sentido, en la secta eran muchas personas, de nada más imaginar eso, su rostro palideció, su cuerpo comenzó a temblar un poco. Naruto suavizó sus facciones al verlo tan preocupado.

Se acercó con lentitud, temeroso de un nuevo rechazo. Sasuke cerró los ojos cuando lo abrazaron, el calor fue tan gratificante. Suspirando, colocó su mano en la mejilla del hombre rubio, lo observó fijamente, transmitiendo una confianza que en realidad no siente, a pesar de que con cada segundo que pasa el dolor aumenta.

Sus ojos azules eran tan amorosos, el Uchiha titubeo, pero el Uzumaki le importa demasiado, y está es una decisión que afectará el futuro de él.

—Entonces… no es necesario que seas tú… puede ser una sombra tuya.

Naruto, que lo había estado mirando con ojos llenos de tristeza, separó los labios de la sorpresa. No era la idea más brillante, pero en sus actuales condiciones era la mejor.

Los clones de sombra, estaban hechos de energía, fácilmente podrían eyacular y desaparecer, su amigo podría hablar con su futura esposa, ella con lo mucho que lo ama, comprendería la decisión.

—Los clones son iguales a mí —reclamó Naruto mirándolo consternado—. Actuarían igual que yo lo haría, no hay diferencia alguna si lo hacen ellos o yo, seguirá siendo mi hijo, cuando desaparezcan sentiré que fueron mis manos la que te tocaron, ¿por qué no me quieres a mí?

Naruto parecía estar frenético, cada palabra estaba teñida de desesperación, lo miraba sin parpadear, con las pupilas dilatadas y el entrecejo arrugado dolorosamente, le recordó al niño en la cascada del fin, tan desesperado con la idea de que Sasuke se fuera con otro.

¿Está realmente enojado por no poder pasar la noche con él? Se preguntó, descartó esos pensamientos, no le hacían bien, solo terminaba haciéndose daño.

Naruto lo miraba expectante de su respuesta, Sasuke negó suavemente. Es cierto lo que dice, pero ante los ojos del Uchiha, son meramente copias, mientras ellos lo tocan, su amigo estará protegiendo su futuro junto a Hinata, a la única que debe tocar.

—Son una sombra, un clon jamás será el verdadero, son solamente un montón de chakra con forma humana. Por favor, si quieres ayudarme, préstame todos los clones necesarios.

Sasuke le miró expectante, quizás, aunque fueran clones, a Naruto le disgustaba la idea de sentir que hace el amor con él. Apretando los labios y volviendo añicos el corazón, decidió que no era necesario nada de afecto en el acto.

—No tienes que ser amable o dulce, no necesitas fingir que sientes placer solo… —sus palabras fueron detenidas por el rostro de horror que se estaba formando en su amigo—. Solo finge que no somos nada, no quiero tu cariño.

Naruto se le quedó mirando, sorprendido, incrédulo, dio una risa nerviosa y sorpresivamente su mano golpeó la pared detrás de la cabeza de Sasuke.

De una manera tan fuerte que dejó grietas extendiéndose en la madera, tanto que el sonido pareció lastimar sus oídos. Abrió los ojos ante tal agresividad, las piernas se debilitaron y cedieron dejando que se desplazara hasta el suelo.

No sabe si fue el jutsu o su propia mente, pero pensó brevemente en que, debía someterse.

Ese pensamiento lo dejo paralizado, casi temblando bajo presencia de Naruto. Se sentía débil, frágil, como si estuviera ante una gran bestia a la cual debe mostrarle una parte vulnerable de sí para lograr complacerla.

Cuando la respiración de su amigo se tranquilizó, este abrió los ojos para mirar a Sasuke, le dio una mirada breve, llena de enojo, desprecio, y tal vez había un poco de rencor. 

¿Por qué se ve tan enojado?

Apretando los labios y desviando la vista, se niega a mirarlo. Tiene que ser fuerte, está asustado, y quiere que Naruto se quede, pero, por el bien de ambos, debe dejarlo ir. 

Lo ve marcharse y no sabe si sentirse aliviado o decepcionado. Pero no cambiará su decisión, por el bien de su amigo, es mejor que no se sienta atado al bebé que tendrán.

Cuando quedó solo, notó que la oscuridad era abrumadora, escondiendo su cabeza entre sus rodillas, contuvo las lágrimas, ni siquiera lo había notado porque su atención siempre estuvo fija en los ojos brillantes y azules.

¿Por qué Naruto se habrá enojado? Quizás no fue con Sasuke, sino con la situación, tal vez se está muriendo del asco, de la tristeza.

Quiere llorar al pensar en eso.

Se queda sentado mientras apoya la espalda contra la pared. No cree poder pararse porque el calor está mareándolo, además desde que sintió los dedos de él en su vientre algo sucede en esa zona.

Levanta su camisa, y ve que en su vientre hay un tatuaje, tarda en darse cuenta de que las líneas negras forman un útero, esto solo va a desaparecer cuando…

La semilla de los clones, llene su interior.

La puerta de madera cruje cuando es forzada a abrirse, con pasos lentos, los hombres entran al refugio, Sasuke siente que hay una vocecita en la cabeza que le dice que corra lejos, o que enseñe el trasero. 

En realidad, no sabe a cuál obedecer.

Son muchos, ve tantos hombres rodeándolo, debería estar asustado, sin embargo, comprende que son una parte de Naruto, son los clones de su amigo, ese que ahora mismo está enojado, pero que sigue queriéndolo.

Con cuidado uno de ellos lo ayuda a levantarse, cierra los ojos cuando lo abraza, siente que un nauseabundo calor lo rodea. No es gratificante porque la humedad en sus pantalones empeora.

Ellos hacen un círculo a su alrededor, se encargan de que Sasuke no vea más que la figura de Naruto.

El líder lo abraza mientras pasea sus manos por las nalgas, el Uchiha cierra los ojos y jadea con fuerza al sentir los dedos aplastando la tela contra su entrada, está tan sensible que siente cosquillas tan placenteras atravesando su entrepierna.

Alguien se ubica a su espalda, siente su respiración en su cuello, deja un suave beso que contrasta con la brusquedad en la que destrozan sus pantalones, sus nalgas son lo único que queda a la vista, pero es suficiente para ellos.

Escucha varios jadeos, y exclamaciones de sorpresa. La vergüenza lo hace apoyar la frente sudorosa contra el cuello del líder, prefiere no mirar, espera que esto termine pronto.

—Redondo como un melocotón. —No sabe quién lo dijo, pero con la voz de Naruto el cumplido solo empeoró los síntomas, siente que el interior de sus nalgas se humedece tanto que le da la sensación de que ellos ven el líquido brotar.

—No pensé que me gustaría tanto lo que estoy viendo. Para ser un hombre esa parte ahí abajo es muy sexy.

Sasuke se abraza con fuerza al cuerpo musculoso, alguien le habla en el oído, su aliento da cosquillas.

—¿Su pene estará tan bien dotado como su parte trasera?

Apretó con fuerza los ojos al sentir un dedo clavarse en su nalga, se estremeció con brusquedad cuando no fue solo uno, sentía muchas manos tocando.

—Si solo pudieras ver lo que yo, caerías enamorado de ti mismo al instante.

El corazón de Sasuke se disparó tan fuerte que fue doloroso.

¿¡Qué fue eso?! ¿Eso lo dijo el clon porque nació de él o es algo que Naruto les ordeno decir? 

Negó rápidamente, de seguro ellos están tratando de distraerlo, es una táctica para hacerlo sentir menos preocupado al escuchar el suave chapoteo mientras se masturban a su alrededor.

Se preparan para completar su única misión, es incómodo y vergonzoso saberlo, pero debe hacerse la idea de que le harán un bebé, que tendrá que llevarlo nueve meses en su vientre, y luego… ¿Luego que sucederá? 

¿Naruto podrá mirar a Sasuke sin recordar lo que hicieron? ¿Qué hará con el bebé? Al pensar en eso se aferra al cuerpo contrario porque siente que se está hundiendo en un vacío enorme.

Se equivocó, no debió aceptar a los clones, pero lo hizo, porque en el fondo, sabía que Naruto jamás lo abandonaría de esa manera.

Soy asqueroso.

—¿Sasuke? No te asustes —murmuraron contra su oreja—. Vamos a prepararte, usaremos la lengua, los dedos, no queremos lastimarte, así que no tengas miedo. 

El líder habla con tono calmado, como si fuera cualquier cosa menos lo que sucede actualmente.

Está diciendo que van a meterle la lengua en el culo, en el trasero de su mejor amigo. Sasuke, que hasta el momento había estado quieto, se movió para mirar los ojos azules.

Sin embargo, no eran azules, son perlas de color sangre, se veían tan amenazantes. El Uchiha movió la cabeza para mirar a todos ellos. Estos clones estaban mezclados con chakra del Kyūbi, el terror lo dejó un poco paralizado.

Naruto estaba más que furioso. No, esa palabra se quedaba pequeña ante lo que sentía el hombre rubio.

El futuro Hokage poseía grandes cantidades de energía, pero en su estado colérico ni siquiera era capaz de crear un clon sin mezclarlo con el chakra de la bestia que tenía dentro.

¿Significaba algo para el bebé? ¿Acaso Naruto lo hizo para poner distancia y sentirse menos responsable?

Existían dos pasos para originar al niño, según había entendido, uno, era el chakra que alimentaría el útero. Dos, el semen.

—¿El original? —preguntó suavemente, el otro lo abraza con fuerza. Sasuke levantó la cabeza para mirarlo a los ojos. Nervioso y esperanzado, tal vez… ese clon…

—Hizo lo que querías, nos dejó y se fue con ella —respondió, el pelinegro cerró los ojos y asintió.

Tontamente, había imaginado que el hombre rubio podría haberse mezclado entre los clones, ingenuamente pensó que estaba abrazado a él en este momento.

Asintió sin saber qué decir. Sentía un fuerte dolor en el pecho, quizás su corazón se había roto.

Lamentaba el saber eso, pero está bien, ambos hicieron lo correcto. Después de eso, sus preocupaciones comenzaron a desvanecerse, las sumergió en un espacio pequeño de su cabeza, y se concentró en lo que debía hacer ahora mismo.

Las manos del líder separaron sus nalgas, y fue tal como dijeron, el otro aprovechó que la entrada quedó a la vista para poder tocarla. Se sobresaltó y se le escapó un vergonzoso sonido, escuchó risas rodeándolo.

Estaban burlándose, lo hacen porque Naruto los creó estando enojado, debe ser eso, supone apenado. Porque le pidió a su amigo no serlo, le exigió no ser amado.

—La piel es tan suave —murmuraron detrás, las orejas le ardieron, alzó la vista para mirar las expresiones de los demás. Sus ojos estaban fijos en Sasuke. Parecían nerviosos, se daban leves empujones para tener una mejor visión de lo que sucedía.

—Huele bien, y es tibiecito, pensar que guardaba este pequeño tesoro. —el Uchiha quiso morirse, una cosa era que Naruto enojado le dijera que tenía un rostro bonito y una muy distinta que le elogiaran el ano.

—¿De qué color es? Siempre me lo pregunté —escuchó una voz, y luego el murmullo de sus voces se elevó, algunos negando otros afirmando.

Avergonzado cerró los ojos. Los dedos del líder se clavaron en sus nalgas, separándolas lo más posible. Agradece tener aún los pantalones cubriendo su miembro, porque seguramente todos notarán como su erección crece cada vez que ellos hablan.

—¡Oh, es lindísimo! —exclamó otro.

—¡Yo también quiero mirarlo! —se quejaron algunos, seguramente los que estaban en el fondo.

Sus caderas fueron obligadas a levantarse un poco, quedando con el trasero alzado, los clones se apretujaron para observar.

—Qué extraño, pensé que sería rosa pálido como sus labios, pero es de un color rojo brillante —comentó uno de los clones.

Sasuke tensó los músculos anales por la vergüenza, luego se arrepintió porque de seguro los hombres notaron el movimiento.

—¿Eres tonto? Es obvio que está rojo por la vergüenza. —las risas le colorearon las orejas a tal grado que atrajo la atención del líder que dejó un suave beso en una de ellas.

El Uchiha levantó la cabeza, su boca quedó solo a unos centímetros del hombre rubio, escuchó una respiración entrecortada, le hizo creer que tal vez, él deseaba un beso tanto como Sasuke.

Finalmente, separó los labios y bajó la vista, para mirar la boca contraria, nervioso y con el corazón latiendo violentamente, se acercó para recibir el beso que tanto deseaba.

El clon dio una sonrisa cariñosa y triste, movió su cabeza en dirección a su oreja.

—Los besos están prohibidos.

Sasuke, avergonzado por pedir un beso y ser rechazado, hundió la cabeza en el cuello, le dieron ganas de llorar, qué humillante fue eso, se sintió como un tonto. Lo peor es que Naruto se enteraría, con el corazón apretado, se dio cuenta de que no podría volver a mirar a su amigo.

Esté era el fin, nunca más podría pararse a su lado, sollozó y pegó el rostro a la ropa, no quería que los clones lo notarán.

Sintió suaves caricias en su cabello, el líder estaba consolándolo, Sasuke se acurrucó entre sus brazos, se exigió concentrarse, dejar de comportarse tan sentimentalmente.

No tuvo que pensar más, porque su vientre y el dolor que provocó lo dejaron casi sin aliento, alzó el trasero por inercia.

El clon que estaba detrás palpó su ano hasta que el lubricante se pegó a sus dedos, los cuales levantó para jugar con el líquido transparente que quedó escurriéndose.

—Es pegajoso —dijo, sintió manos apretando sus nalgas para abrirlas, había tantos dedos pellizcando y frotando.

—¡Maldita sea! ¡Déjenme mirar! —el pelinegro parpadeó y movió la vista por los rostros enojados. Cada uno de ellos quería una parte de Sasuke.

Se acercaron y el círculo pareció volverse más estrecho, temió que comenzarán a eliminarse unos a otros en un intento de tocarlo, o peor, que lastimaran su cuerpo por esa desesperación que estaban mostrando.

—Huele bien y se ve bien, parece tan comestible, dan ganas de comerlo a besos. —Eso le tomó por sorpresa, ¿de dónde habían sacado los clones esas palabras? —miren esto, es un círculo perfecto, tan… es tan… me gusta mucho.

El clon utilizó sus dedos para separar su agujero, extenderlo para poder mirar cómo brotaba el lubricante. El ano se contrajo contra ellos y Sasuke movió la cadera por inercia ante el placer. Apenas lo habían rozado y su vientre ardía demostrando que el jutsu comenzaba a volverse exigente.

El líder de los clones, tomó los bordes de su ropa, y tira con fuerza para que termine de romperse. A todos se les cortó la respiración ante eso.

—Quiero chupar su pene. —abrió los ojos ante las voces que pedían lo mismo. ¿Realmente eran parte de Naruto?

—Su culo es lindo —afirmó uno de ellos y los demás estuvieron completamente de acuerdo.

—¿Es natural u Orochimaru te puso unos gordos implantes? —la risa burlona se extendió por la habitación, el Uchiha se preguntó si no estaban olvidando algo. Estúpidos usuratonkashis que solo se distraen.

—¿¡Van a embarazarme o no!? —preguntó sin paciencia alguna. Todos se quedaron en silencio, sin moverse, ni siquiera respirar, dándose cuenta de lo que dijo apretó la mandíbula, negándose a retroceder—. ¿O prefieren que Orochimaru lo haga?

Los clones gruñeron, frunciendo el ceño todos a la vez, había tantos ojos enojados, tragó saliva cuando los vio acercarse, ¿Qué planeaban? Se abrazó al líder con fuerza, asustado de la actitud de ellos.

Quizás no debió provocarlos.

Gruñó ante la primera nalgada, zorros bastardos, estaban divirtiéndose, lo peor era que el cosquilleo que dejó el golpe, obligaba a su cuerpo reaccionar, su agujero se tensaba y estaba seguro de que ellos veían el fluido correr entre sus muslos.

Gimió entre dientes y observó al líder, este le dio una sonrisa, con sus dedos separó las nalgas del Uchiha y le dio una seña al hombre que tenía detrás.

El nuevo golpe lo hizo sobresaltar, humillado, cerró los ojos, lo habían golpeado en su agujero, escuchó un suave chupeteo, seguramente el clon estaba chupando el lubricante que había quedado impregnado en los dedos.

Gimiendo, dejó caer su cabeza contra el hombro del clon, una nueva nalgada lo hizo temblar, le dolía, sentía que su pobre entrada estaba siendo maltratada solo por jugar y burlarse de él. Intentó controlar su respiración, pero ellos seguían golpeando sus nalgas sin piedad.

Los golpes eran con la mano abierta, cubrían en su totalidad su piel, sus nalgas se volvieron rojas, estaban cubiertas con marcas de dedos, y su entrada parecía tensa porque dolía desde el exterior hasta el interior, Sasuke deseaba meter algo para calmar la desesperante sensación.

No sabe cuántos golpes recibió, pero con su piel herida y sensible sintió uno tras otro, y el siguiente siempre era mucho más fuerte que el anterior.

Sasuke inhaló y exhaló, sus ojos negros se movieron para mirar al líder de los clones, lo llamaba así porque fue el único que lo abrazó, los demás, se quedaron mirándolo, parecían más interesado en su trasero.

—Detén esto, no puedo más —rogó que por favor se detuvieran, apretó los labios cuando el dolor lo hizo sisear y agitarse entre los brazos del clon.

Le habían pellizcado los bordes del ano, clavando las uñas en las arrugas sensibles, dejaron su carne palpitando por la necesidad de una lengua para calmar el dolor.

Se sobresaltó al sentir los dedos presionando con fuerza. Tal vez no debió hablar, el líder de los clones, lo apartó un poco, Sasuke lo miró desconcertado, no quería salir de entre sus brazos.

Observó a un clon bajar hasta ponerse de rodillas, el pelinegro colocó su mano en el hombro del chico rubio para sujetarse. Tenía el rostro demasiado cerca de su pene erecto.

Sonrojado hasta las orejas, se dio cuenta de que todos estaban mirándolo, sabía que lo hacían, pero podía ocultar su rostro en el cuello del líder, ahora, en cambio, ellos lo veían y no tenía dónde huir.

—Es mi turno —murmuraron detrás de él.

Gimió un poco debido a la sorpresa, giró la cabeza para mirar, y solo pudo ver el cabello rubio del clon, porque su rostro desaparecía entre las nalgas de Sasuke.

Se mordió el labio inferior, sus piernas comenzaron a temblar, y vergonzosamente su pene dejó salir líquido transparente que se deslizó hasta la boca de Naruto.

Sasuke se preguntó brevemente si no le pareció desagradable, estaba por abrir la boca cuando sintió un placer tan intenso y repentino que un gritito agudo se escapó vergonzosamente.

El clon en su espalda lamió suave y superficialmente su entrada. Sasuke imaginó que meterían la punta del pene y se vendrían. Qué ingenuo fue.

No creyó que realmente Naruto lamería su agujero, o que otro se pondría de rodillas para besar la piel blanca que cubría su glande. Con las piernas temblorosas porque pierde la fuerza en ellas, el único pensamiento coherente que pudo reunir.

Es que no había posibilidad alguna que los clones sintieran asco por él. Con eso en mente fue muy satisfactorio cuando el otro finalmente decidió comenzar.

Los clones se quedaron quietos pacientemente, luego sería el turno de ellos, observaron como Sasuke perdía esa indiferencia y serenidad que lo caracterizaba. Lo vieron transformarse en otra cosa.

Su boca se abría y la saliva escapaba, desearon besarlo, llenarlo de besos, pero no podían interferir, tenían una misión. Cada uno de ellos tenía su turno y su tiempo.

Por eso, tuvieron que conformarse en cómo sus sonidos resonaban en el cuarto, pequeñas respiraciones cortas y jadeantes, tan abrumadoramente sexy, ni siquiera necesitan verlo porque su voz era suficiente para endurecer el miembro de todos ellos.

Movieron sus manos al ritmo de los gemidos, tensando el cuerpo y apretando la base para no perder la energía antes de entrar en Sasuke.

El Uchiha intentó controlar el temblor de su cuerpo. Su mano se aferró al cabello rubio intentando no caerse, apenas chupada, comía lentamente el pre semen transparente que se le escapaba.

En contrario, el otro clon movía la lengua sin descanso dentro de su trasero y Sasuke brevemente pensó que estaba siendo torturado, sabía que el lubricante se esparcía por todos lados, lo sentía empapar sus nalgas y deslizarse por sus piernas hasta llegar a sus pantalones destrozados.

La fuerza con la que chupaba le tenía el agujero sensible, succionaba los bordes y comía de su lubricante golosamente. La punta de la lengua se movía circular sobre las arrugas, Naruto cerró los ojos, Sasuke no poseía vellos y todo era una extensión de piel suave y caliente.

Todo iba bien hasta que el clon notó algo extraño.

Alejó su cara de las nalgas gloriosas, le hizo un gesto a otro para qué se acercará a mirar.

El clon separó las nalgas estirando la piel del ano para que se pudiera apreciar algo muy extraño.

—¿Qué es esto? —preguntó sin poder creer lo que veía.

Los clones se acercaron, curiosos y preocupados. La ira estalló volviendo el espacio caliente y quemando el poco oxígeno que había.

¿Qué le habían hecho a su Sasuke?

Con los dedos tensaron la piel lo más posible, estaba dilatada, así que fue fácil que se abriera y revelará que, dentro del ano, había dos agujeros.

Seguramente uno era el normal, pero el otro, quizás era una extensión que conectaba con el útero. Un agujero colorado y carnoso, que sobresalía a diferencia del más pequeño.

—¿Qué sucede? —preguntó el pelinegro al notar el ambiente que los clones estaban formando.

¿Qué tenía? Abrió los ojos al percatarse, asustado de que ese lugar estuviera sucio, se movió para escapar, intentar esconder su cuerpo de la mirada de los clones.

—¡Quédate quieto! —ordenaron.

La palmada fue tan fuerte que su nalga reboto, apretó los dientes para no gritar, jadeando, intento recomponerse, estaba por matar alguien cuando sintió una respiración chocar contra su piel herida, uno de ellos le dio una mordida que lo hizo chillar y dejar de moverse.

El clon que chupaba su miembro se levantó, Sasuke lo observó con los ojos llorosos, avergonzado y humillado de tener que estar pasando por esto.

—Es bonito, no te preocupes —dijo una voz a su espalda.

El líder curvó su rostro, sus manos agarraron sus mejillas y lo mantuvo quieto hasta que su pulso se tranquilizó.

El Uchiha parpadeó sin entender de que hablaban, estaba por preguntar hasta que sintió un dedo presionar en un lugar que bloqueo cada pensamiento coherente. 

La uña raspó ese extraño agujero, una y otra vez, el clon asombrado lo vio palpitar y abrirse doblando su tamaño.

—Es… es —murmuró interrumpiéndose al pasar saliva—. Es más de lo que puedo soportar.

—¿Qué tengo? —preguntó apoyando la frente contra el hombro del líder, esto le gustaba más que la mamada que le habían dado. Se sintió querido, como si no fuera solo sexo de una noche.

—Creo que tienes un canal que lleva directo al útero, supongo que debemos meternos por ahí.

Un clon le acarició la oreja y su cuerpo caliente se pegó al suyo, su espalda que había estado fría por el miedo, ahora estaba agradablemente tibia. Rodeado de calor, se sintió menos preocupado de los cambios.

—¿Dolerá? —preguntó asustado.

Sin saber dónde mirar, fijo sus ojos ante el líder, este le miraba sin expresión. Esta sombra no va a follarme, pensó Sasuke. Quería preguntarle para qué lo crearon, pero creyó que era mejor no saberlo… o tal vez él era…

Negó rápidamente, solo se ilusionaría con sus pensamientos ilógicos.

—Para nada, tus entrañas están abriéndose para recibir algo mucho más grande que un dedo. —Hubo un leve murmulló burlón entre los clones, Sasuke avergonzado quiso morirse.

—¿Estás diciéndome suelto? —preguntó tímidamente enojado. Sasuke podría estar con el culo al aire, con unos dedos hurgando los bordes de su ano, con el pene firmemente apretado contra el abdomen del clon de su amigo.

¿Pero suelto? ¡Jamás!

—Comestible es una palabra más adecuada, ¿vieron lo hinchado que se puso solo con un dedo? —comentó tranquilamente, con su aliento chocando contra su oreja.

Quería decirle que no, no podía ver como tenía el maldito agujero hasta que reparó en el hecho de que no le hablaban, estaban hablándose entre ellos.

Los clones se acercaron empujándose nuevamente, Sasuke gritó cuando lo alejaron de los brazos del líder, este solo lo observó dejando que los demás lo tiraran al suelo, tantas manos tocando todo, ojos observando fijamente, bocas mordiendo.

Van a comerme, pensó.

Preocupado y asustado, observó los ojos rojizos del líder, su pecho subía y bajaba, parecía deseoso de algo, sin embargo, no se movió.

Quizás el pánico en el rostro de Sasuke fue evidente porque los clones se detuvieron, se quedaron mirándolo con una falsa calma.

Como animales entrenados que esperan a que el dueño les diga que pueden comer.

—El olor de Sasuke está mareándome —comentó uno que lo miraba sonriendo. Sus colmillos eran notorios, lo hicieron preocuparse de que se acercara a su sensible carne.

Gritó cuando le levantaron de las piernas para doblarlas sobre su cuerpo, avergonzado nuevamente quedó con el agujero a la vista de todos.

—¿Van a meterlo todo? —preguntó, elevó la vista, pero se arrepintió de inmediato. Ellos tenían su herramienta al aire.

Cerró los ojos para evitar mirar la sonrisa burlona, sintió algo rozar su mejilla, no iba a caer en eso.

—Si no abres los ojos, puede que comencemos a follarte ahora mismo, sin preparación, ¿quieres eso? ¿Qué destruyamos tu coño virgen?

Enojado, obedeció, a pesar de que sabía que ellos no le harían daño, lo supo cuando en medio de su frenesí se detuvieron solo por ver su rostro asustado.

Su mejilla fue presionada con la punta de una de esas cosas coloradas que colgaban a su lado, Sasuke omitió en el hecho de que el olor de Naruto lo dejo temblando, su boca comenzó a salivar y nerviosamente apretó los labios para evitar que ellos se dieran cuenta.

—Estás mojándote aquí abajo. —Curvó los dedos de sus pies y fingió no escuchar como su cuerpo lo delata.

Los clones apoyaron los penes contra su rostro, inhaló y el aroma lo dejo tan hambriento que fue natural sacar la lengua para lamer algún pene, ellos sisearon de dolor al verlo, empujándose, se acercaron.

Gimió cuando dos se forzaron entre sus labios, su lengua los recibió y aunque intento chupar ambos glandes a la vez fue imposible, sintió un extraño cosquilleó en sus pezones, observó preocupado al clon que se forzaba dentro de su boca.

—Solo están molestando, les parece caliente la idea de frotar la polla en tus pequeños pezones —explicó con una sonrisita, el clon parecía agradable hasta que la cadera se movió con fuerza y su pene entró profundamente en su garganta.

Estremeciéndose, endureció los músculos, el placer fue tan severo que de seguro su interior se abrió lo suficiente para mostrar las paredes de su nuevo agujero.

Ellos lo notaron, y aumentaron las caricias, cada parte de su piel fue frotada contra los glandes mojados de sudor. Sasuke cerró los ojos y chupo con fuerza, su mano fue obligada a sujetar un miembro caliente y palpitante.

Le estaba enseñando a masturbar a Naruto, como le gustaba que lo tocaran, lento, pero con firmeza, con los dedos acariciando bajo el glande, presionando la vena inferior, creyó escuchar una maldición porque tenía una mano menos para usar.

Gimió suavemente cuando uno de ellos froto su pene contra el suyo, estaba sensible y lo dejó deseoso, además, aún tenía la polla mojada y eso mejoraba el movimiento. Temblando abrió los ojos.

Los clones estaban demasiado entusiasmados que ni siquiera notaron la mirada de Sasuke, el Uchiha aprovechó de observarlos detalladamente, tenían músculos firmes, brazos fuertes, incluso su zona baja era atractiva, se estremeció al pensar que estaba viendo el cuerpo desnudo de Naruto.

Una copia exacta del miembro de su amigo, más ancho que largo, de cabeza gruesa, y venas hinchadas, algo dentro de él se removió, el deseo explotó desde su vientre a su entrepierna. Sintió su cuerpo tensarse y humillantemente supo que estaba listo.

Los clones que rodearon su cuerpo fueron moviéndose, giraban para cada uno escupir en el interior de Sasuke, ya estaba lo suficientemente mojado, pero no querían herir al entrar.

El agujero se hinchó casi haciendo desaparecer al pequeño canal que tenía a su lado. Parecía un coño real, la carne roja y alargada, hinchada con los bordes sobresaliendo, los clones inhalaron y el aroma fue tan fuerte que la boca se les llenó de saliva.

—Creo que está listo. —Sasuke ni siquiera pudo contestar, su boca fue llenada una nueva vez, ¿era el tercero o el cuarto? No lo sabía, tampoco importaba, solo entendía que los estaba preparando para meterse en su otra boca húmeda.

Intentó no moverse cuando sintió algo más grande que un dedo presionar en su interior, abrió los ojos y a través de las lágrimas, alzó la cabeza para observar la extensión mojada y dura pegarse a su cuerpo.

Eso no iba a entrar, era demasiado grueso, apenas había apoyado la punta, y sentía claramente la fuerza que aplicaba para forzar su entrada. Las manos del clon elevaron su trasero, su estómago dolió cuando sus piernas presionaron el tatuaje, la piel de su ano quedo estirada y visible.

—Nalgas hermosamente coloradas, y en el centro un pequeño tesoro. —el líder se acercó, era el único que aún tenía el pene guardado—. Parece realmente una vagina por dentro.

Avergonzado apretó sus dedos alrededor de su pierna, era mejor ignorarlos. Con suave deslizamiento de su boca, el miembro que chupaba se quedó cómodamente apoyado contra su mejilla, cerca de su nariz, Sasuke lo ignoro a pesar de que el olor almizclado le hacía babear.

—¿Conoces una vagina por dentro? —preguntó casi sin voz, un pene malicioso delineaba sus labios.

—Conozco la tuya, y eso basta para mí.

A Sasuke se le aceleró el corazón de inmediato, no pienses cosas bobas, se refiere a que es un clon y desaparecerá sin poder conocer otro agujero.

Estaba por volver a hablar, pero fue obligado a cerrar los ojos porque el maldito clon malicioso le follaba la garganta con tanta fuerza que sentía que vomitaría, su cuerpo se contrajo y sus músculos anales se apretaron alrededor del glande que había entrado.

El pene entró con tanta facilidad que fue obsceno, cuando dejaron de ahogarlo, tocio repetidamente y entre jadeos observó de reojo al clon que se mantenía quieto.

—¿Qué sucede? —preguntó con la voz rota. El clon dio una sonrisa, a pesar de que tenía los ojos rojos y dilatados por la excitación, no se movió.

—Es tu primera vez y estás sangrando —dijo preocupado—. ¿Duele mucho? ¿Quieres abrazarte a mí?

El corazón del pelinegro latió velozmente ante la mirada amorosa, Sasuke escuchó maldiciones a su alrededor interrumpiendo el momento.

—No te creas tanto por ser el primero —gruñó uno de ellos—. Sasuke nos pertenece a todos.

Celosos incluso entre ellos mismos. El Uchiha dio un suave beso al glande más cercano, lo que trajo la atención de muchos ojos.

—Rápido, aún tengo muchas primeras veces que dar. Será mejor que no se distraigan.

Sasuke es tan sexy, pensaron algunos empujándose para poder llegar a él. ¡Tan malditamente provocador!

El movimiento comenzó lentamente, el dolor lo atravesó cuando se metió por completo, su canal se extendió alrededor de las venas del pene, acomodándose, recordando su grosor para ajustarse al próximo.

—Duele —gimió frunciendo las cejas. El clon se contrajo, sintió su polla latir e hincharse en su interior.

—Solo un poco más —murmuró con los dientes apretados, parecía que también sentía dolor—. Debo meterme hasta el fondo para tocar tu barrera.

Sasuke cerró los ojos y respiró profundamente cuando inició el vaivén de caderas, el lubricante se deslizó de su trasero hasta el tronco que salía en cada movimiento.

—Está sangrando mucho, detente. —La voz del líder de los clones sonó autoritaria, Sasuke lo observó preocupado, con los ojos entrecerrados por las lágrimas.

—No pidas algo imposible —respondió el clon, una arruga se formaba en su ceño cada vez que su pene entraba un poco más—. Además, ¿te parece que Sasuke está sufriendo?

El líder de los clones le dio una mirada sorprendida, pero el Uchiha ni siquiera pudo sentirse avergonzado, se había entregado al placer que le estaban dando, fue incómodo cuando nuevamente se vio atacado por todos lados.

Las manos de Naruto se clavaron en sus muslos y la cadera golpeó su entrada con tanta fuerza que el sonido lo hizo sonrojar, los testículos del hombre rebotaron contra ella.

—Continúa chupando —le dijeron, pero su boca era un peligro, estaba tan tenso que seguramente terminaba mordiendo demasiado fuerte.

Dejó de moverse, de siquiera pensar, solo se quedó ahí, en esa posición dolorosa, con los clones complaciéndose contra su cuerpo.

Le tenían su brazo y la mitad del otro elevado, restregándose contra sus axilas mientras hablaban de lo suave que era la piel, de lo mojada que estaba. De lo morbosa que era la situación.

Las manos del clon le sujetaban las piernas, justo debajo de los muslos, se apretaban tan fuerte que dejaría marcas, lo peor era que en cada embestida, su estómago se presionaba y el tatuaje lo dejaba temblando de placer, se hundía profundamente en las sensaciones.

—¿Estás escuchándome, Sasuke?

—No hay caso, ni siquiera te escucha, ese pene le está revolviendo las tripas y él ni cuenta se da.

No era verdad, se daba cuenta, pero el placer era tan abrumador que no podía ni siquiera formular una palabra, si abría la boca de seguro solo sonidos vergonzosos y humillantes saldrían de ella.

La penetración se volvió ruidosa, brusca, el hombre jadeaba fuertemente, el sudor cubría su cuerpo y caía sobre Sasuke, el pelinegro deseo chuparlo, besar sus brazos tensos, o su pecho musculoso.

—¡Quiero ser el próximo! —abrió los ojos y salió de su trance cuando su mandíbula fue agarrada con fuerza, su boca fue forzada a abrirse y pronto la punta de un pene se movió contra ella—. Chupa bien, necesito llenarte.

Las lágrimas fueron imposible de detener, el placer lo estaba matando, su interior quemaba, y dolía, pero se sentía tan bien, tanto que su cabeza daba vueltas.

—¡Lo vas a matar perro! —gritó un clon preocupado.

La penetración se volvió tan fuerte que las nalgas de Sasuke enrojecieron, el sonido de los golpes dejo nervioso a los hombres. El Uchiha tensó el cuello y el pene que chupaba salió empapado de saliva, gimió con fuerza, abriendo la boca para recibir otro más.

—¡Ah, no! Lo está disfrutando.

Sasuke gimió y el movimiento de su garganta hizo que el clon temblara dentro de su boca, ese miembro se alejó haciendo un sonido húmedo, el pelinegro entre lágrimas lo observó caminar hasta llegar a su otro agujero.

El clon que lo estaba follando fue obligado a retirarse, su pene endurecido y empapado salió entre chorros de lubricante, dejó a la vista su interior destruido y enorme.

Sasuke gimió y su cuello se deslizó hacia atrás, su cabeza chocó contra el suelo, pero no dolió, no percibía nada más que ese miembro llegando hasta el fondo, golpeando la dureza sensible que protegía su útero.

Su agujero no fue saciado hasta que algo caliente se deslizó profundamente dentro. Tanto y tan fuerte, entrando en su interior con violencia, como una carga de energía, que dejó a su cuerpo temblando desesperado.

—Oh mira, Sasuke está corriéndose.

Su orgasmo lo dejó sin respirar, ni siquiera los comentarios morbosos y vergonzosos fueron capaces de sacarlo del nauseabundo placer, sintió algo caliente y húmedo sobre su pecho, los clones estaban comiéndose el semen que había derramado.

Chupaban su pene flácido, exprimiendo la piel que cubría el glande para comerse hasta la última gota, el Uchiha solo pudo cerrar los ojos.

No se había sentido tan bien en su vida, experimentar tal desesperación que terminaba en una explosión de placer… ¿Explosión?

Lastimosamente, se dio cuenta de algo de vital importancia, el clon explotó, por lo que es claro que transmitió la información, Naruto conoce cada detalle de lo que sucedió.

—¿Sigue doliendo? —el líder de los clones acercó su mano y movió su cabello húmedo de sus ojos.

Fue un gesto lindo, pero Sasuke solo podía pensar en Naruto y como se enteró de lo que le hicieron, quiso llorar al imaginar en que ahora mismo, su amigo debe estar sofocando el asco, quizás follando a esa mujer.

A nadie le importaría si los novios tenían una luna de miel antes de la boda, tal vez ella deseó pasar la vida con Naruto y si recibió ese regalo.

Se le formó un nudo en la garganta que lo obligó a cerrar los ojos.

—¿Sasuke? —escuchó el llamado, pero la imagen mental de Naruto junto a esa mujer le daba vueltas en la cabeza, y le fue imposible dejar de imaginar lo que estarían haciendo.

—No deberías estar pensando en nadie más que en nosotros. —La voz del líder sonó muy cerca, tanto que su aliento en su oreja lo hizo estremecer.

Sintió un leve empujón en su trasero, por inercia abrió los ojos, otro miembro estaba apoyado en su lastimada piel, los ojos de ese hombre se alzaron para mirarlo, rojos y llenos de ira.

—Es cierto, soy yo quien está contigo, nadie más. Así que mírame a mí.

Sasuke debería tener el cuerpo lleno de energía que Naruto estaba proveyendo, pero por alguna razón, se sentía cansado, algo dentro suyo se comía todo.

Era claro que la energía estaba siendo rápidamente consumida para fortalecer su útero, tanto su cabeza, como su brazo y piernas, no serían para ese propósito, así que cuando comenzó a marearse y dejar de sentir su propio cuerpo, no se asustó.

De todas formas, mientras dormía tenía la certeza de que Naruto lo estaría cuidando.

Cuando despertó, estaban follándolo, gimió atrayendo la atención de los chicos, ellos se abalanzaron a su boca, Sasuke aún semidormido, sintió que el hambre era devoradora, aceptó de inmediato los miembros que se juntaban cerca de su cara.

Se entretuvo chupando las puntas de las pollas que se acercaban, besándoles el glande de una forma casi cariñosa, saboreando el sudor en la pequeña abertura, estaba con tantas ganas, parecía que recién comenzaba, a pesar de que no era así.

No sabe cuántos han pasado por su culo, parece que ninguno porque la cantidad de ellos no disminuye, a pesar de que el semen que se desliza de su interior es tanto que ha hecho un charco que recorre desde sus nalgas hasta el suelo.

¿Qué hora es? ¿Cuánto falta? Todas esas dudas desaparecieron cuando ellos se alejaron, Sasuke respiró nervioso, con el rostro enrojecido y la boca herida, ¿en qué momento lo hirieron?

Sus hombros fueron sostenidos con violencia, lo obligaron a levantarse, gimió porque le sujetaron las piernas y lo dejaron elevado del piso, nervioso, comenzó a salir de la ensoñación en la que estaba.

Un hombre a su espalda le sujetaba los brazos, manteniéndolo firmemente agarrado, mientras que otros, mantenían sus rodillas sujetas, para dejar sus piernas abiertas.

—¿Qué hacen? —preguntó observando como uno de ellos se acercaba.

—Nos estamos tardando demasiado —explicó el líder, lo miró de reojo, casi como si no quisiera presenciar lo que va a ocurrir.

El Uchiha tuvo un mal presentimiento, ¿de qué forma podrían adelantar el proceso? 

Oh, claro, dos penes eran mejor que uno, pensó asustado.

—Es demasiado… —La voz sonó suave y acongojada—. Detente, me destrozarán, dolerá.

—No, Sasuke, te dilatamos bien mientras dormías, tu canal se volvió tierno y suave, tus anillos anales cedieron para nosotros hace mucho.

Sin entender, el pelinegro parpadeó rápidamente, observó como un clon se agachaba a su lado y recogía un poco del líquido blanco que se deslizaba desde su agujero.

Extendió los dedos cerca de su rostro, el Uchiha arrugó el entrecejo, le sujetaron la mandíbula.

—¿No me digas que te da asco comerte mi semen? —las risas inundaron el lugar. Los dedos volvieron a acercarse, manchados de ese oloroso líquido blanco. Tragó saliva sintiendo su garganta seca, comenzaba a verlo casi apetitoso.

—No, lo que le da asco es que lo sacaste directamente de su trasero. —Le respondieron algunos clones.

El Uchiha gruñó y sus piernas se agitaron para golpear al tonto, pero fue contraproducente porque el clon que lo sujetaba se enojó y mordió fuertemente su nuca.

Eso lo dejo paralizado, las lágrimas escaparon de sus ojos y con un suave chapoteo el semen se deslizó saliendo a borbotones hasta llegar al suelo. 

Todos sus músculos habían cedido al placer.

—¡Contráete! ¡Lo estás dejando salir! 

Avergonzado, Sasuke lloró cuando sintió las manos de alguien intentando tapar su agujero, el semen que Naruto había dejado se escapaba tan humillantemente.

Cerró los ojos e intento contraer su interior, dolía, lo habían estado follando por horas, sentía que no tenía fuerza ahí abajo.

El hombre que lo mantenía sujeto, ronroneo risueño, su boca soltó su cuello y dio un beso en el lugar. Con cuidado movió el cuerpo de Sasuke para acomodarlo justo encima de la punta de su polla.

Lo metió profundamente, tanto que el vello púbico se frotó contra sus nalgas. Perdió la respiración ante la brusca penetración, por lo menos ya no tenía que apretar el culo.

—Ya tapé la fuga —murmuró el clon detrás de él.

Los clones se acercaron, uno de ellos alargó su mano y pellizco su pezón con demasiada fuerza, estirando su hinchada protuberancia. Casi parecía que habían perdido su tamaño natural.

El Uchiha apretó los labios cuando acariciaron los bordes de su ano, lo frotaron con los dedos, manchándolos de lubricante, el pene que tenía dentro se deslizó hacia fuera mostrando su tronco manchado de semen.

—No lo entiendes, comer un poco de semen te hará sentir mucho mejor —explicó suavemente, sus dedos sucios se acercaron a su rostro, y Sasuke, rendido ante la situación, no logró evitar abrir la boca.

Tenía razón, comerlo lo hizo sentir mejor, comenzó a chupar hasta limpiar el líquido restante, sabía delicioso, seguramente porque estaba tibio y el sudor de Naruto impregnado en la piel, pero no era suficiente, por más clones que había tenido dentro, su cuerpo seguía sin estar saciado, las ganas de sexo seguían intactas.

—Para haber rechazado la idea, te está comiendo los dedos con bastante fuerza —comentó alguien, el Uchiha lo ignoró, estaba más entretenido en moverse y chupar la piel llena de ese sabor adictivo.

—Déjalo, con esto no sentirá dolor. —Entrecerró los ojos, casi gruñendo cuando el sabor del semen desapareció.

Abrió la boca exponiendo los dedos ensalivados y limpios, lo más grande que pudo para que el otro pudiera notar su angosta y colorada garganta.

Sacó la lengua enseñándole como había tragado todo, el clon le dio una sonrisa, su mano acarició su mejilla y su pulgar frotó la comisura de sus labios, de seguro los tenía rojos e hinchados.

Volvió a meter los dedos, a pesar de que ya no había nada en ellos aparte de saliva, solamente lo hizo porque el Uchiha se notaba deseoso de tener algo en la boca.

Quizás era algo producido por el jutsu, pero el semen de Naruto le gustó mucho, fue inesperado que solo ahora lo estuviera sintiendo en su boca.

¿Cuántos clones pusieron su pene ahí dentro? ¿Cuántos tuvieron que apretar la base de su miembro para evitar correrse?

El clon comenzó a masajear sus testículos con la mano, parecían pesados, tragó saliva, al darse cuenta de que se había estado comiendo semen de otro, y que este aún tenía mucho para darle. 

Se estaba tocando para terminar de endurecerse, acariciando la punta redonda hasta el tronco venoso, apretando la base para evitar dejar salir la carga, su respiración se volvió errática y sus ojos parecían enojados.

—No me agrada la idea de compartir el espacio en tu coño, pero supongo que no tengo opción —el clon se acercó a su entrada, su pene firmemente apretado en su mano.

—¿Crees que a mí sí me gusta? —Gruñó el hombre que lo sostenía, su aliento cerca de su oreja le hizo cosquillas—. No basta con compartir su cuerpo entre nosotros, ahora también debemos quitarnos los pocos minutos cuando es solo nuestro, cuando por fin podemos estar a solas con él.

El Uchiha tembló sintiendo los dedos meterse en los costados de su agujero, su interior se apretó contra ellos, agitó las piernas y fueron sujetadas fuertemente.

—A solas con mi agujero —corrigió entre dientes, la invasión en su culo no dolía, pero era incómodo.

—Si todavía puede hablar, quiere decir que necesita un poco más de leche para marearlo.

Sasuke no supo si sentirse ofendido o feliz, pero abrió la boca por voluntad propia esta vez, una buena porción de líquido impactó contra su lengua, lo hizo gemir y comerlo ansiosamente.

Era casi un desperdicio que su trasero estuviera dejándolo salir. Su cuerpo lo deseaba tanto.

—He estado guardando la carga durante una semana para preñarte, no puedo creer que vas a terminar comiéndotela.

Con las mejillas rojas sintió dedos ahí abajo, más dedos querrá decir, el hombre a su espalda había comenzado a moverse, se metía todo profundamente y luego salía solo un poco, lo suficiente para dejar que el semen se derramara por los costados.

—¿Eres tonto? Si sale de su agujero quiere decir que es lo que sobra —contestó uno de ellos—. Es como si el útero rechazara el semen que no le sirve.

—¿Estás bien con eso, Sasuke? —Preguntó el líder—. ¿En comerte lo que no le sirve a tu coño?

No sabe para qué preguntan si el Uchiha está entusiasmado comiendo lo que otro clon le metió en la boca.

—Los que hablan tanto, pierden su lugar con mi bella y golosa criatura del sexo.

Los clones miraron el rostro rosado del Uchiha, vieron como sus ojos nuevamente parecían estar brillando de lujuria.

El clon apartó las manos juguetonas de los demás, suspirando paseo su pene por el borde del agujero, estaba tan usado que la piel brillaba enrojecida. Con un suave empujón, sus dedos abrieron el canal, dejando espacio para otro miembro.

Retiró los dedos húmedos y sucios, levantó la vista y sonriendo observó la lengua de Sasuke salir para recibirlo.

La lengua se movió entre sus dedos, el chico pelinegro gimió como si hubiese probado algo sumamente delicioso. Comía con tanta desesperación, tanta hambre, que ni siquiera notó el glande del clon se forzaba dentro.

Luego de unas breves respiraciones, el clon comenzó a meterse, el Uchiha gimió tan fuerte que sus extremidades se agitaron, los clones lo mantuvieron agarrado casi dolorosamente.

—¡Duele! —gimoteó con la voz llorosa—. Naruto, me están lastimando.

Fue casi tierna la manera en que nombro al original en su estado de confusión. Parecía que acababa de acusarlos con él, daban ganas de molestarlo aún más si se volvía tan lindo estando asustado.

El líder de ellos se acercó y los clones desistieron la idea de hacer llorar a Sasuke, colocó su mano en la mejilla, atrayendo su atención.

Los ojos rojos fueron extraños de mirar. Eran tan familiares y a la vez desconocidos.

—Tranquilo, solo dolerá unos instantes, hasta que esos miembros encuentren la forma de llenar tanto tu interior que presionen tu próstata.

Cerró los ojos, rindiéndose, con dificultad comenzó a respirar lentamente para normalizar su estado, debía soportarlo.

El pecho del Uchiha se aceleró cuando el clon comenzó a salirse de su cuerpo, el placer lo hizo tener náuseas.

—Lo encontré, pero apenas se siente, hay una capa de carne sobre la pequeña protuberancia, el otro canal es un goloso, quiere el cariño solo para él.

Sasuke intentó mantenerse relajado, todo para que sus entrañas no apretaran a los invasores, pero con esos comentarios era inevitable que quisiera tensarse y cortarles el pene a los malnacidos.

Con los ojos muy cansados, los sintió comenzar a moverse, le besaron la mejilla y eso atrajo su atención.

—Lo estás haciendo muy bien —murmuró el clon. Sasuke resistió el impulso de creer que le mostraban afecto real.

Todas sus preocupaciones fueron opacadas por las sensaciones en la zona inferior de su cuerpo. La penetración era lenta, pero intensa, su interior se sentía al borde del colapso.

Apretando los músculos, ellos gimieron, Sasuke se contrajo incómodo, asustado, algo iba a salir de él, era un cosquilleo intenso en su entrepierna, como electricidad rápida y dolorosa.

Quiso pedirle que se detuvieran, pero los hombres lo sujetaron con fuerza, y penetraron rápidamente, uno de ellos salía, dejando solo la punta dentro, el otro entraba aprovechando el espacio y llegaba tan profundo que sus entrañas temblaban de placer.

No resistiría esto, sentía que era superior a sus fuerzas, parpadeando rápidamente enfoco la vista, su miembro estaba ahí sin tocar desde hace mucho.

Abrió los ojos al darse cuenta de que estaba flácido, ¿Por qué? A pesar de que siente que eyaculara en cualquier momento.

El cosquilleo le hizo apretarse de nuevo, su coño masculino se tensó alrededor de los penes, Sasuke no tuvo opción que echar su cabeza hacia atrás, sus carnes palpitaron al sentir las venas hincharse morbosamente.

—Vamos a llegar —murmuró uno sobre su oreja—. Resiste un poco más, será una carga de energía para ti.

Sasuke aguantó la respiración cuando sintió que su propio placer llegada de forma súbita, gritó y todo se vio negro por un momento, sus extremidades se agitaron y los clones tuvieron que apretar con fuerza.

Entre chorros de un líquido transparente, llegó al orgasmo dando hipidos, su pene pulsaba adolorido, sentía el glande sobre estimulado y que el fluido siguiera saliendo solo le causaba dolor.

Pero los clones no pensaban igual, uno de ellos se hizo espacio para ponerse en el costado de Sasuke, los atentos y asustados ojos negros solo podían observar como la cabeza bajaba para comenzar a chupar, fue desesperante y doloroso.

Se sentía sin aire y sofocado, además los penes en su trasero comenzaron a bombear con fuerza, a pesar de que sus músculos se habían apretado tanto que era casi imposible moverse dentro.

Entre un asqueroso babeo y gemidos humillantes, sintió que nuevamente el placer le llenaba la barriga, lo único que alcanzó a reflexionar antes de desmayarse, es que los clones que lo sostienen están eyaculando, y de seguro despertará de cara en el piso.

En un humillante gemido gutural, sintió que su cuerpo se rendía, todo daba vueltas, entre humo y ruido.

Despertó entre suaves sonidos de succión, su bebé chupaba su pecho, asustado abrió los ojos, sin poder entender que fue esa idea que llegó a su mente.

No había tenido un bebé, eso fue un sueño.

Los ojos rojos lo miraban fijamente, grandes y tenebrosos, el vacío en ellos fue demasiado abrumador. Esa era la realidad.

Desvió la mirada incapaz de seguir mirando los ojos que lo miraban desde lo alto. ¿En qué momento lo dejaron el suelo de nuevo?

Dos cabezas rubias se movieron sobre su pecho llamando su atención, ahí estaba el culpable del vergonzoso sonido húmedo, y creer que imaginó que amamantaba a su hijo.

Sasuke parpadeó al sentir un beso en su oreja, un clon, estaba quieto debajo de él, sin moverse, solo con su pene en el agujero.

¿Cómo es que no se dio cuenta de que tiene una cama de carne caliente debajo?

—¿Qué me están haciendo? —preguntó sintiendo la voz rota, ¿Qué sucedió mientras estuvo desmayado?

Un clon le sonrió, con una mueca más que sonrisa, le sujeto las piernas, abriéndolas, el pene que tenía dentro se movió unos centímetros hacia afuera.

—Yo estoy tapando mientras te follan —dijo el hombre sobre su oreja. Sus manos le tenían bien sujeta la cadera, firme y seguro.

—¿Qué me están haciendo? —volvió a preguntar, más enojado que asustado. Los clones se miraron entre sí.

—Te follamos varias veces, de dos en dos, pero… —el clon que hablaba repentinamente se quedó en silencio, los clones se movieron, incómodos.

—¿Pero qué? —preguntó, cerró los ojos al sentir un mordisco en su pezón.

—Pero te acostumbraste y no parabas de filtrar el semen que depositábamos, fue difícil mantenerse tan abierto para nosotros sin que derrames todo lo que tienen dentro.

El clon que se había ubicado entre sus piernas, se acomodó para tener una buena postura, Sasuke sintió la intromisión lentamente.

—¿Así que uno de ustedes se queda dentro mientras los demás me follan uno por uno? —preguntó a pesar de que era exactamente eso.

Los clones que le besaban los pezones se enderezaron, Sasuke observó sus penes endurecidos, sus testículos colgando redondos y pesados.

Temblando emocionado, otro pene fue puesto en su boca, intento respirar por la nariz para no ahogarse.

El clon sobrante se acercó, y con cuidado puso sus bolas mojadas de sudor sobre su nariz, le quito aliento, lo dejo sin respirar, pero el aroma intenso de Naruto se le pegó al paladar y el placer fue tan grato que Sasuke olvido que necesitaba oxígeno.

Lo follaron sin descanso, sin cuidado, una y otra vez, hasta que su propio placer estallo.

Quizás fue porque su cuerpo había cambiado, pero nada brotó de su pene, eyaculó sin derramar semen, fue su trasero el que reaccionó, se apretó tan fuerte contra el miembro de Naruto que el otro ni siquiera pudo moverse, lo forzó a derramarse en su interior.

Fue extraño, porque no se sintió con más energía, fue lo contrario, sintió que le drenaban la poca fuerza que le quedaba.

Sasuke jadeando se rindió dejando todo su peso contra el clon, agradeció tenerlo ahí, porque su cuerpo era tibio y agradable, cerró los ojos y antes de saberlo se quedó dormido.

Cada vez que se corría un sueño enorme lo obligaba a cerrar los ojos, quedaba totalmente desprotegido ante los clones.

Ese proceso se repitió tantas veces que Sasuke ni siquiera se asustaba al despertar en diferentes posiciones, por eso, no le dio importancia a los penes que estaban frotándose contra sus pezones.

Los agujeros del glande jugaban con ellos, se frotaban contra las protuberancias solo por diversión, los clones habían chupado tanto que ahora ya no eran pequeños, se transformaron en cosas grandes y sensibles de forma repulsiva.

¿Qué tanto jugaron con ellos que se volvieron de esa forma? No tuvo oportunidad para pensar sobre eso, de nuevo, el cansancio estaba tragándose su mente.

Despertó por el constante movimiento de caderas, su mejilla se frotaba contra el piso, gimió lastimosamente y el clon dejo de moverse.

—¿Cómo estuvo la siesta? —el líder estaba mirándolo, era el único que seguía con la ropa puesta, él amorosamente le quito el cabello húmedo de la frente.

Una de sus piernas fue alzada y las embestidas volvieron a ser mortalmente duras, dolía, pero su cuerpo seguía atrayéndolo hacia dentro, negándose a dejarlo salir.

—Agua. —Gimió con la voz ronca, su garganta estaba herida, lo estaban usando como un agujero, ellos habían perdido la dulzura, y entre más clones tomaba, peor se volvían los demás.

Parecían rabiosos y desesperados, extrañaba a los clones iniciales, a los que fueron burlones, pero pacientes.

Estos bastardos estaban llenos de lujuria, le escupían y decían cosas obscenas que empeoraban su humillación. Cada vez que despertaba lo hacía porque uno de ellos lo estaba molestando. 

Le daban nalgadas para que no se durmiera, pellizcos y le apretaban la nariz mientras follaban su boca.

—¿Por qué se han vuelto tan malvados? —preguntó casi sin voz, su garganta dolía, el líder parpadeó confundido.

—¿No era esto lo que querías? —preguntó él casi inocentemente—. Preferiste a todas estas sombras de Naruto, pero no a él.

Sasuke aguantó las lágrimas, un clon le tomó del cabello obligándolo a alzar la cabeza y sus dedos gruesos le separaron los labios.

—Te daremos de beber. —El líder se levantó dejando espacio para que un clon completamente desnudo ocupara su lugar, su pene estaba flácido, ¿era nuevo? ¿Naruto había mandado más clones? 

La idea lo aterro, porque significaba que esto todavía no estaba ni cerca de terminar.

Cerró los ojos para no mirar, el primer chorro impacto en su cara, escuchó unas risas, el ambiente estaba cargado de burla, de inmundicia, el aroma a sudor y semen fue solamente opacado por el olor de la orina caliente.

—Apunta bien, tiene sed

Naruto estaba siendo malvado, cruel, le dieron ganas de llorar, pero ni siquiera eso podía, debía concentrarse en no ahogarse, bebió rápidamente, salado y agrio, aun así calmo la sed.

Cuando lo dejaron, su cuerpo cayó pesadamente al suelo, el líder se arrodilló a su lado, Sasuke no soporto su toque.

—¿Por qué me hacen esto? —preguntó reteniendo el llanto, el clon pareció dudoso.

—Tenías sed, y no nos dieron órdenes de salir de aquí a por agua —explicó, Sasuke se quedó incrédulo por la respuesta, su entrecejo tembló y finalmente sus lágrimas comenzaron a caer.

¿Acaso su trato era un reflejo de los sentimientos de Naruto? ¿Tanto asco le provocaba? ¿Tan molesto estaba que ni siquiera deseaba ser amable cuando Sasuke más lo necesitaba?

—Si ustedes son una sombra de Naruto, ¿él me odia? ¿Es por eso que se volvieron malvados conmigo? —reclamó sonando más asustado que enojado, el clon lo miró unos instantes.

—Tú quisiste esto, somos una sombra del verdadero, no te amamos como él, no somos dulces como él, debiste escoger al original, no tendrías que volverte el juguete de un simple clon que apenas recibió una orden correcta.

Él se levantó y un nuevo hombre se acercó, Sasuke tuvo miedo por primera vez, le separaron las piernas heridas, tenía tantas marcas que su piel no había ni un solo lugar donde tocar que no le doliera.

Sus muslos estaban heridos, llenos de mordidas y marcas de dedos, a ellos les gustaba eso, a Sasuke inicialmente también, pero malvadamente comenzaron a morder donde ya habían mordido, dejaron heridas abiertas, que sangraban y picaban.

—¿Entonces porque fueron amables conmigo? —preguntó intentando no sonar herido y desesperado, tan sensible.

El líder le dio una mirada breve, sus ojos rojos volvieron a ser lo más suave que ha visto en la noche, una sonrisa triste se extendió por su rostro y Sasuke realmente deseo poder volver a estar abrazado a él.

—El original solo deseaba complacerte, no quería dañarte, pero tenemos que saciar al jutsu, no a ti. Además, ¿realmente hubieses estado a gusto con un Naruto cariñoso al cual rechazaste?

Avergonzado y triste desvío la mirada, tiene razón, fue Sasuke quien decidió esto, le pidió a Naruto clones para completar el jutsu, y eso exactamente le había dado.

Volvió a quedarse dormido, esperaba que esto terminara pronto, infantilmente había deseado que ellos fueran dulces, pero claramente no lograba nada con desear cosas.

Sus deseos nunca se cumplían.

Sintió unos dedos acariciar su mejilla, adormecido y con los ojos hinchados, parpadeó saliendo del horrible sueño que tenía, un clon estaba sobre su cuerpo, lo cubría por completo, el Uchiha utilizó toda su fuerza para levantar las piernas y rodear la cadera del hombre rubio.

Su respiración era débil, cansada, a pesar de que toda la noche los clones le transmitieron energía, se sentía sucio, usado, quería vomitar y llorar.

Un suave beso en la frente le llamo la atención, fue extraño, no recordaba que los malvados clones le dieran uno, se abrazó fuertemente a ese cuerpo que era la única fuente de calor en ese lugar.

Estaba horriblemente falta de cariño, casi sintió que con ese suave beso, olvidaba todo lo demás.

—Sopórtalo un poco más, estamos terminando, el tatuaje ya se comió todo lo que le dimos. —Consoló suavemente, eso lo hizo sentir mejor, su aliento en su oreja fue agradable.

Sasuke asintió y apretó la mandíbula cuando el miembro ingresó a su cuerpo. Cada centímetro entrando firmemente, las venas se hincharon y su interior se acomodó a ellas.

Fue incómodo, tenía el agujero horriblemente sensible, el tener algo dentro era casi doloroso, pero no se atrevió a quejarse, no lo hizo porque está fue su decisión y era lo suficientemente valiente para afrontarla.

Cerró los ojos esperando las rápidas y dolorosas embestidas, el movimiento fue tan lento que casi siente que lo imagino, gimió y asustado, se quedó quieto.

La penetración fue bastante suave, retirándose solo un poco y volviendo a entrar lentamente, avergonzado de estar suspirando, ocultó su cabeza en el cuello cálido, olió el maravilloso aroma de Naruto, fue mucho más tranquilo que las anteriores veces, quizás el jutsu estaba siendo calmado, tal vez ya había logrado su propósito.

Pensar en eso lo hizo contraerse de placer, el clon lo notó porque gimió suavemente, el Uchiha nunca le dirá que amó su reacción.

—Relájate, necesito llegar más profundo. —El clon empujó y Sasuke para afirmarse clavó las uñas en la espalda sudorosa.

Gimiendo a la par, contrajo los músculos, sus dedos se curvaron y parpadeando confuso, le dio la impresión de que había visto unos ojos azules, descartó la idea de inmediato, porque pronto, al enfocar la vista, el clon que tenía encima gruñó con la mirada enrojecida e iracunda.

Se estaba corriendo mientras lo miraba, Sasuke supo en ese instante que Naruto lo había embarazado.

Abrió la boca y mordió su hombro fuertemente, tanto que temía pudiera hacerlo desaparecer, pero el hombre rubio solo penetró más fuerte, su cadera no dejo de moverse, su cuerpo se volvió una jaula de calor y humedad.

Dejó ir su brazo porque fue imposible retener los gemidos que se ahogaban, el movimiento lo hizo mirar a su alrededor, solamente ahí noto que quedaba el líder, este le miraba apoyado contra la pared, sentado en el suelo y quieto, no fue una imagen agradable.

Realmente la noche había terminado, y ni siquiera un beso logró obtener.

Sentía que el calor disminuía, y que el cansancio devoraba su cuerpo, se abrazó al clon con fuerza, sintiéndolo temblar y corresponder al contacto.

Abrazado a él, se contrajo para no dejarlo escapar, el sueño lo estaba mareando, no quería terminar así. Con su mano débil, buscó la mandíbula del hombre, este pareció sorprendido, 

¿Los besos estaban prohibidos?

Lo miró a los ojos y luego a los labios, antes de arrepentirse lo besó rápidamente.

El beso fue glorioso, cerró los ojos y disfrutó plenamente, fue un contacto tan dulce, tan esperado, movió los labios y sonrió cuando fue correspondido. Su corazón se aceleró tanto que le dolía el pecho.

Gimió suavemente, deseando que Naruto nunca dejara de besarlo, solo fueron unos breves segundos, tan pocos, tan miserablemente cortos. Jamás pensó que un beso con él fuera de esta manera.

Te quiero, te quiero.

Esperaba que él lo notara, pero no creyó que eso sucediera, porque solo abraza a un reflejo del ser que amaba.

Ni siquiera tuvo el valor para decirle y por eso lo había perdido.

El clon explotó y sus piernas cayeron pesadamente al suelo, eso lo mantuvo despierto un poco más. Antes de dormir observó de reojo al líder, sus ojos rojos en la oscuridad fue lo último que vio.

En completa oscuridad se quedó dormido.

Notas finales:

Estoy muy ansiosa, siento que estoy oxidándome, problemas de sequía mental, todo lo contrario a Sasuke que quedo bañadito, en fin, mal chiste.


¿Qué les pareció a ustedes? Espero les haya gustado.


Como pueden ver lo mejor quedó para la segunda parte. ¿Sacaron sus teorías de lo que sucederá? ¿Es esto un nuevo omegaverse? ¿Naruto realmente abandono a Sasuke? Les dejaré la duda hasta la próxima publicación.


¡No olviden dejar su comentario! Dudas, sugerencias, alguna que otra cosa, todo es bien recibido.


¡Nos leemos!


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