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Una falsa historia de Amor por Mascayeta

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Notas del capitulo:

3/6

Hermione leía El Profeta tratando de no mostrar satisfacción por el revuelo que la aparición del nuevo heredero Armand Malfoy II ocasionó en el Wizengamot. Lo más significativo en el artículo, era que el representante del Clan de Invierno, Zeigler Dutyo, aceptó al desconocido brindando lo necesario para que tomase su lugar dentro de la familia "real" de los lobos.


Aunque este apoyo significaba que lo planeado por ella, Lupin y Lucius iba según sus expectativas, la trampa de Dutyo fue recordar frente a los periodistas que Armand debía reunirse en privado, y de acuerdo con las normas del Clan de Invierno, con el Consorte del antiguo líder, Severus "Teski" Malfoy nee Prince, quien tras la entrevista determinaría si era o no un verdadero Malfoy, más allá de los papeles de Gringott y el ministerio.


A Hermione le sorprendió verlo en la rueda de prensa con el hijo de Harry y escoltado por James Potter, nadie esperaba la presencia del grupo y que el supuesto enemigo de los Malfoy los acompañara. Muchos aplaudieron mientras felicitaban a los Potter por el magnifico trabajo de persecución y captura de los mortífagos. Sin embargo, cuando Draco Malfoy tomó el micrófono, las exclamaciones de sorpresa y repudio surgieron con igual fuerza.


Quince minutos fueron suficientes para derrumbar el teatro de las pelirrojas, pero lo peor vino con la presentación de Edward Lupin Black como el Omega de James Potter. 


Hermione dejó el periódico recordando lo que vio el día anterior cuando fue al lugar usando un muy buen disfraz muggle para no ser descubierta, se arrepintió de haber participado en la elaboración y reglamentación de las nuevas medidas de seguridad que actuaban sobre cualquier encantamiento o poción para cambiar de apariencia o suplantar a alguien, haciéndolas perder efecto tan pronto se superaba el atrio y quedando a merced de la guardia del Ministerio quien las usaba. Esto —lógicamente— para evitar algo similar a lo que ella, Ron y Harry hicieron cuando estaban en busca de los horroruxes.


En fin, regresó sus ojos a la fotografía en la que aparecía el hijo de Lupin y Narcissa, el heredero Black, el Omega marcado de Lord Potter, y la pelirroja que caía desmayada para ser sostenida por Ronald Weasley. Según El Profeta, pronto se oficializaría el divorcio de la pareja que en la primera guerra mágica se convirtió en el símbolo de amor familiar.


«Todo debido a la marca» mencionaba el reportero, y Hermione se preguntaba qué era lo que la hacía tan especial. ¿Habría sido mejor su matrimonio si la tuviese? Se respondió de inmediato, ella jamás se doblegaría ante quien eligió como compañero... en ese instante apareció el recuerdo de Narcissa cuestionando si esa afirmación que tanto defendía era únicamente una excusa patética porque Ron no era la persona a la que deseaba entregarse como mujer y Alpha.


Revisó otra vez la imagen, debajo de esta se encontraba la de Draco Malfoy mostrando ese símbolo de supuesta fidelidad a la relación establecida con Harry por medio del vínculo mágico, y señalando a Ginevra como una mentirosa. Hermione arrugó el ceño, de nuevo no comprendía el porqué de la aseveración, ya que la Weasley no dio ninguna respuesta cuando le cuestionaron por la que ella presumía tener.


Pasó sus dedos por los últimos párrafos del artículo que concluía con lo único que realmente le interesaba, Lucius sonriendo a la cámara mientras estrechaba la mano del Ministro, y se fijaba la fecha de reunión del Wizengamot para después de las fiestas de fin de año, donde el tema principal sería los resultados de la Ley de Herederos.


Los pasos en la escalera hicieron que Granger alzara la mirada para sonreír al Alpha que devolvió la atención. Habían pasado años desde que tuvo su primera interacción a solas con él en esa librería, y desde la cual comenzó a apreciar la vida del mundo mágico de otra manera.


Hermione se arrepentía de cada decisión tomada por el bien mayor que tanto proclamaba Dumbledore, siguió como un cordero cada una de sus recomendaciones, incluso la de casarse con Ron Weasley, lo que se convirtió en un suplicio por la lista interminable de carencias. No tenían nada propio.


Vivieron en La Madriguera, luego en la mansión Potter y de nuevo la casa de los Weasley. Todos opinaban en su matrimonio, y la manipulación de Molly junto a la aparente pasividad de Arthur lograron cansarla al punto que comprendió el estado de ánimo de Harry y su decisión de romper con el pasado marchándose de un momento a otro. Cuando eso ocurrió, llevaba varios meses trabajando con Albus en los casos de las familias sangre pura que sobrevivieron a Azkaban y que emigraron paulatinamente de la Inglaterra Mágica, lo que la obligó a estudiar con ahínco los libros que en Hogwarts Lucius Malfoy le regaló secretamente.


Aunque lo hizo para poder encontrar las debilidades de los supuestos magos oscuros, su curiosidad la llevó a fortalecer una amistad con Narcissa y Remus, hubiese querido decir lo mismo de Andrómeda Tonks, pero al igual que los Weasley poseía un resentimiento demasiado grande por estos, debido a que fue desheredada y catalogada como traidora a la sangre. Así que la información que le suministraba siempre estaba viciada por algún comentario despectivo o denigrante hacia las costumbres de los sangre pura.


De ahí que Cissy le ofreció entrar a Malfoy Manor, lo consiguió por ser amiga de Harry quien era el esposo del heredero de la familia, demasiado fácil para ser verdad, pero así eran las causalidades que ofrecía la vida, ya que Hermione no creía en la casualidad. Por suerte jamás se encontró con Draco, no obstante, con cada visita y descubrimiento de las antiguas y nobles casas, comprendió varias de las costumbres que rechazaba por lo que le dijeron cuando ingresó a Hogwarts, despertando su interés por unos magos en concreto, en especial, por Lucius Malfoy.


La curiosidad se convirtió en admiración y pronto en un anhelo que la obligaba a ser egoísta con todo lo que significaba el Alpha de Hielo, hasta el punto que aceptó el error que cometió firmando la orden de desconectarlo de las máquinas que le mantenían con vida en el coma mágico, y optó por secuestrarlo, fingir que la sentencia había sido ejecutada y el cuerpo cremado.


Sin embargo, para hacerlo tuvo que recurrir a Dennis Creevy como el médico personal de Lucius, y a Remus Lupin que podía entrar a la mansión de Cygnus Black por ser el cónyuge y Alpha de Narcissa, aunque actualmente habitaban en una de las haciendas Malfoy que los duendes le dieron a Lucius tan pronto dio a conocer que seguía con vida.


Cada uno de los años que Lord Malfoy pasó inconsciente, Granger ayudó con los tratamientos que los muggle utilizaban en los pacientes en estado de coma, luego, cuando despertó, participó en las sesiones de terapia procurando visitarlo para mantenerlo informado de lo que sucedía en el mundo mágico. Fue de esta forma que se convirtió para el platinado en confidente, consejera y aliada. Empero, Hermione quería más de Lucius, y parecía que el hombre mayor no se daba por enterado.


—¿Algo que le preocupe señorita Granger?


Odiaba que la tratase tan respetuosamente, después de tanto tiempo conviviendo, él seguía colocando esa barrera invisible entre ellos.


—¿Qué significado tiene la marca? ¿De verdad es tan importante para lograr que Ginevra pierda su posición de Lady? O ¿que se disuelva el matrimonio entre Lily y James Potter?


Lucius asintió con la cabeza solicitándole a la castaña que avanzaran al comedor, lo que ella hizo sin rechistar, conocía lo estricto que el Alpha era con los horarios y su gusto por una buena conversación a la hora de la cena.


Malfoy observó a la joven que consideraba una excelente bruja a pesar del odio y resentimiento que sentía por su hijo Draco. Detalló los cambios en el físico de la castaña en los años que llevaba despierto, y aunque agradecía de corazón la ayuda brindada, también reconocía que mucho lo hacía por la admiración malentendida que le profesaba. Un motivo más para sostener la conversación que les esperaba, era consciente que Hermione podía ser obsesiva en el cumplimiento de normas, ser irascible cuando no conseguía sus objetivos, y mantener una postura inflexible entre lo que consideraba correcto e incorrecto que le evitaba ver los colores grises en las inexistentes verdades absolutas.


Esta predisposición fue lo que Albus Dumbledore utilizó para su propio beneficio, además, le prometió algo que era imposible dentro de las circunstancias actuales del mundo mágico, pero el juego de poder le dio las herramientas perfectas al anciano mago para hacerle creer que ella sería la primera nacida de muggles en ser Ministra. Tal vez si las condiciones fuesen distintas, hasta él la apadrinaría para cumplirle el sueño.


Una vez servido el primer plato de la cena, Lucius cautivo a Hermione con una sencilla explicación del significado de la marca como muestra de pertenencia en la pareja. Habló de que si el Alpha era desleal al vínculo adquirido, esta tomaba un color grisáceo y con el tiempo era similar a un feo tatuaje muggle que desprendía un olor desagradable en los Omega.


No obstante, la naturaleza era perfecta, y los Omegas también podía morder a su pareja para cerrar el enlace, dando como resultado —en el caso que Lucius exponía—, que el infiel no pudiese engendrar con ninguna otra pareja y, con el tiempo, imposibilitándole tener una relación física con cualquier ser vivo.


Hermione bufó disgustada, a su parecer el Omega se vengaba de una manera demasiado cruel. Todos sabían que, si un Alpha no liberaba correctamente sus feromonas y esencia en un celo, con el tiempo comenzaban a presentar problemas en su psiquis, al punto que muchos enloquecían para finalmente suicidarse.


Malfoy sonrió tras escuchar la reprobación de la castaña, para ella eso se convertía en una muestra más de que los Omega eran criados de manera errónea, eran débiles al considerar que su vida dependía de un Alpha o de una marca.


—No se equivoque señorita Granger, vea la marca como un contrato en lo legal, y en lo sentimental como el más sincero de los amores.


Pocas veces Lucius mostraba la suya, pero no dudaba que cuando estuvo en coma la castaña pudo ver la mordida que Severus hizo en él, por eso no dudo en abrir su camisa y señalar el lugar donde la tenía, acariciándola con una expresión de añoranza, percibiendo el leve olor a canela mezclado con el suyo propio.


—A pesar del tiempo y la creencia de que estoy fallecido, mi Omega se mantiene fiel a nuestro lazo, lo que significa que guarda respeto por los votos nupciales que firmamos, pero también que sigue amándome tanto como yo a él.


La tensión en el rostro de Hermione no pasó desapercibida por el rubio mayor cuando levantó su mirada esperando una respuesta a lo que confesó. Apuntando la prenda, expuso  como la marca en un Omega también anulaba cualquier contrato mágico hecho tal como le sucedió a la señora Evans, debido a que Lord Potter logró encontrar su verdadera pareja formando el vínculo apropiadamente.


Esas palabras significaron nada para Granger que seguía pensando en la mordida que Malfoy orgulloso mostraba en el hombro izquierdo, un recordatorio de que pertenecía a otro.


—Narcissa era una Alpha, por eso su marca nunca...


—Nunca se dañó porque la marca siempre fue de Lupin —concluyó Lucius dejando los cubiertos sobre el plato para ser retirados por el elfo domestico que le preguntó si deseaba postre, ofrecimiento que declinó pidiendo un poco más de vino para acompañar a la bruja mientras terminaba sus alimentos—. Los Alpha nos marcamos de igual manera, los efectos son menos drásticos porque nuestros lobos ceden en la cama a un instinto similar al de los Beta, la hembra se deja rodear de las feromonas del macho para engendrar, y al morderlo, completa el lazo asegurando fidelidad. Recuerde que los lobos normalmente somos monógamos, mantenemos esa característica de nuestros ancestros animales.


Granger se olvidó por completo de ese detalle, a pesar de ser una Alpha, no pertenecía a ningún clan, y veía ese componente innecesario en el desarrollo de su vida, no necesitaba un instinto animal que gobernara sus decisiones, por tal motivo, nunca se dedicó a estudiarlo, una carencia en su educación que le estaba costando caro.


—Ginevra es la Omega de Harry, la marcó en el colegio para antes de las vacaciones de Pascua de nuestro sexto año —declaró viendo el delicioso mousse de chocolate que el elfo le sirvió como postre.


Lucius enarcó una de sus cejas dejando la copa vacía en la mesa, el tono mordaz de la afirmación no pasó desapercibido para quien lo usaba con bastante frecuencia. Se sintió defraudado porque, con todo lo vivido, la Alpha seguía guardando rencor por una situación que fue acarreada por terceros entre los otrora jóvenes Potter y Malfoy.


—Señorita Granger, el subgénero de mi hijo no necesita marca, y si eso no fuese suficiente, Draco como preferido del protector del Clan de Invierno, fue privilegiado con la capacidad de borrarla si los sentimientos con que fue hecha eran falsos.


Hermione soltó una leve risita por la tonta historia que mantenían los del Clan de Invierno y su relación con Loki, tarde comprendió que lo había insultado, cuando al quitar los ojos de la cuchara vio a Lucius retirar la silla con un poco más de fuerza de lo normal.  Asustada y tratando que la conversación no finalizara de esa manera, pronunció lo único que podría detenerlo y retomar la atención del rubio. Lástima que por más que quiso mantener un tono frío, la frase sonó como un reclamo lleno de indignación, por eso, lo último lo gritó enfurecida, exponiendo lo dicho en los juicios por los seguidores del antiguo Lord Oscuro.


—...como lo oye, Snape le fue infiel con Voldemort, ¡ese sucio mestizo se revolcó como una zorra hasta dejarse preñar!


La respuesta vino de una fría mirada por parte de los ojos azules de Lucius, en esos segundos Hermione permitió que unas lágrimas resbalaran por sus mejillas en busca de comprensión.


—¿Acaso no lo ves? ¡Todo lo que crees sobre las marcas es mentira! —la castaña lo cogió del brazo para que no se marchara tras lo que dijo—. Por favor, Lucius él siguió su vida lejos...mientras que yo...yo ¿No lo entiendes?


Lord Malfoy procuró ser lo más delicado posible para deshacerse del agarre de la castaña que comenzó a liberar sus feromonas para perfumarlo. Grosella negra y almizcle blanco, una combinación extraña por lo exótica, pero que a su Alpha no le provocó nada.


—Mucho tiempo atrás se lo dije, y ahora se lo repito señorita Granger, sólo que esta vez seré más directo. La admiración que siente por algunas personas nubla su entendimiento, y confunde sus emociones —Hermione lo vio inhalar con fuerza y se aproximó un poco más para rodearlo con la fragancia que expelía intentando seducir al Alpha que continúo con igual semblante—. Dándole credibilidad a los sentimientos que tiene por mí, y que trata de ocultar tan deplorablemente, debo recalcarle que nunca los voy a corresponder, amo y amaré a mi Omega hasta que muera.


Granger se aferró aún más al brazo del Alpha ignorando lo que había dicho, ella lo sacaría de su error, le demostraría que eso que sentía era una simple atracción que despertó por haber visto a Severus el día anterior y sentido su aroma. 


Llevó la mano al rostro afilado de Lucius acariciando la cuidada barba que ahora portaba, cuando sus dedos fueron a tocar los labios del Alpha, Hermione percibió como las puntas de estos se llenaban de una fina capa de escarcha que comenzó a clavarse dentro de su piel mientras se extendía por los brazos y debajo de su ropa lastimándola; con rapidez buscó entre su túnica la varita para lanzar un hechizo de calentamiento que falló catastróficamente.


De repente todo cesó, sus ojos chocolate se cruzaron con los azules del Lord.


—Siempre tendrá mi agradecimiento por su ayuda cuando estuve más vulnerable, por acompañarme en lo que ahora es mi cruzada, pero yo, Lucius Abraxas Malfoy, líder del Clan de Invierno, rechazo su propuesta, y solicito consiga donde mudarse porque ya no es bienvenida en esta mansión.


Hermione lo vio retirarse sin dar crédito a lo que acababa de escuchar. Lucius la echó de su lado como una alimaña, y ella no se lo merecía. 


Irguiéndose con dignidad supo que debía demostrarle que era mucho mejor en todos los sentidos que ese mestizo, hace años se dio cuenta que a Malfoy poco le importaba su origen muggle, era una hija de la magia y como tal iba a luchar para quedarse con lo que realmente merecía, ser lo que Narcissa rechazó años atrás, convertirse en la Consorte del líder del Clan de Invierno y llegar donde estaba Sloven Dutyo, el CMI.


 


La sombra de un Alpha que permaneció oculto durante toda la cena se hizo visible tan pronto los dos comensales desaparecieron. 


Ziegler Dutyo caminó por el corredor por donde Lucius salió, cualquiera que conociera a los Malfoy sabía que era imposible que un integrante de la familia tuviesen un hijo, y los demás no se dieran cuenta de su existencia. De igual manera, en el Refugio de Noruega las líneas de sangre y magia alertarían del nuevo miembro, por lo tanto, la farsa estuvo diseñada para ser descubierta por las personas correctas. Sloven luego tendría que darle muchas explicaciones, y no quería imaginar la ira de Severus cuando se enterara del plan que urdieron los Alpha.


No obstante, con lo que presenció, era consciente que el Consorte se hizo de una enemiga bastante fuerte, la señorita Granger no se quedaría de brazos cruzados y menos cuando arriesgó tanto por el bienestar de Lucius.


—Ahí es donde tu entras Ziegler —de inmediato el menor de los Dutyo saludó con una inclinación al patriarca Malfoy—. La señorita Granger posee grandes cualidades, pero su ego a veces la enceguece, y más cuando la situación es diferente a lo que ella planeó, una conducta demasiado arraigada por aquellos que constantemente la vanagloriaron para poder manipularla.


—Si tu idea es que la enamore, me niego a hacerlo. Tío, hoy pudiste darte cuenta quien es mi destinado.


La respuesta provocó un gesto de burla en Lucius que, abriendo la puerta de una de las habitaciones, lo dejó pasar para encontrarse con la persona que menos deseaba ver en ese instante, Vanko Makris.


Con la rapidez propia de los lobos, Ziegler atacó al griego que no trató de defenderse, el castaño sabía que se merecía los golpes por lo ocurrido con Draco, empero, si deseaban tenerlo de vuelta en el mundo mágico debían forzarlo y era la única manera de obtenerlo.


Cuando el puño de Dutyo quedó en el aire por la falta de respuesta de Makris, Lucius intervino.


—Si te has calmado, creo que mereces escuchar lo ocurrido.


La historia inició días antes del viaje de Draco a Kentucky. Vanko conoció a Lucius y a Dennis Creevy en un control médico, generando un tratamiento que derivó en una relación de amistad entre el Alpha y el Omega.


En una de las citas, Lucius debió aguardar los resultados en la oficina de Makris y no del médico que lo trataba, fue cuando vio la fotografía de Draco y un niño con los rasgos Malfoy. Al ingresar el galeno a la habitación, exigió una explicación de porqué tenía un retrato de su hijo, y por lo que podía entender, de su nieto. Esto lo llevó a descubrir cosas que Granger y Lupin no le contaron, bien sea porque las desconocían o por las humillaciones que ellos mismo hicieron padecer a su familia.


Una vez asimiló la información, pudo ver que la dichosa Ley de Herederos en la que Hermione colaboró, conllevaba a un riesgo superior al hurto que deseaban hacer los del Ministerio, los duendes y las criaturas mágicas lo comprendieron y, por eso, estaban movilizándose, todo derivaba en la dilución de la magia y con ella, la desaparición del mundo que conocían. De ahí que buscaban terminar con la vida de los jóvenes descendiente, es decir, la verdadera amenaza se cernía tanto en Zmeya, como en el hijo de Potter y el nieto de Lupin.


Fue cuando Lucius tomó la decisión, un dolor que pronto Draco superaría, y que no se comparaba con el que provocaría perder a su cachorro si el Wizengamot se salía con suya. Días después, con la excusa de pedir disculpas, invitó al griego a una cena. 


Era consciente que se aprovechaba de la información que Dennis como protegido del Clan de Invierno le había comentado, el Omega reconoció en Makris a su destinado, pero por respeto a los Malfoy no interferiría en la relación de este con Draco. Muy loable, pensó Lucius, pero poco útil para sus planes. Así que unirlos sabiendo que Creevy estaba próximo a su celo...con su mate...no podían culparlo por lo que hizo la naturaleza.


—Eres un maldito manipulador.


—Ziegler, ¿te has preguntado porque Draco mantiene la marca? —el menor de los Dutyo negó ante la pregunta de Lucius—. Cada Malfoy tiene un control de la magia, un regulador que ayuda a estabilizar nuestra fuerza y poder; por eso, sin importar el tiempo, si el amor es sincero cuando se hizo el vínculo, los sentimientos que fueron puestos en este, perduraran.


—¿Potter es el equilibrio de Draco? —interrumpió el menor con sorpresa.


—Muy a mi pesar, sí —respondió Lucius ante la ironía.


Jugada magistral de Lady Magia.


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