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Castigo Divino por Mascayeta

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Shinobu recapacitó en la diferencia de lo hecho entre él y Haruhiko, y el juramento que era para que los Alpha, Betas y Deltas, obtuviesen el permiso de cortejo, al día siguiente, bajo la luna azul los que aceptaron el compromiso tendrían la posibilidad de ser bendecidos por Selene.

Por esa razón, los Omega y Beta del grupo de alianza elevaron sus aromas y auras, respectivamente, para que solo su pareja pudiese entender la respuesta de aceptación.
Dirigiendo la mirada a su hermana pudo detectar el leve aroma a Albahaca; sin embargo, también sintió otro inmerso, uno más picante. La mano de Yokozawa apretando su hombro le señaló que debía guardar silencio, sonrió por lo irónica de la vida, la Alpha disfrutaba tanto su sexualidad y la ejercía sin reservas, esto iba a ser una sorpresa para todos, en especial para su padre.

Risako se aproximó a la mano que Haruhiko le ofrecía, el pelinegro expelía la fragancia de aceptación que toda la semana buscó le fuese dada, pero su loba parecía obstinada en rechazarla. La noche anterior con Yasuda todo había fluido sin problema, tal vez porque no empleó sus feromonas, dos Alpha en una cama implicaban problemas de territorialidad, por eso el encuentro fue cuestión de sexo entre un hombre y una mujer, sin compromiso; pero hoy era distinto, era la forma de decir que se unirán de por vida.

—Tienes la decisión Risako, jefa de las guerreras Delta ¿Es tu deseo aceptar a Haruhiko líder de los Ojos Rojos de Oriente?

Escasamente pudo mover la cabeza para asentir, ahora quería estar sola, las náuseas le invadieron por completo. Sonrío ante la multitud por el collar que le fue colocado, tan pronto como sonó el cuerno dio media vuelta para buscar donde vomitar.

La única pareja que se aceptaría esa noche era la del líder de los Ojos Rojos, ya que ellos al día siguiente debían comenzar el ritual y nombrar a cada uno de los ligados. Minutos más tarde salió de la casa que halló abierta y donde aprovechó a calmarse un poco, su sorpresa gue encontrar en el pórtico a Miyagi que la esperaba extendiéndole un pañuelo con que se secar su boca. 

La loba agradeció consciente de que debía retomar el lugar como líder del grupo de guerreras, el Ojos Amarillo olisqueó tratando de descubrir el aroma que Yokozawa le advirtió. Una mueca de burla surgió en su rostro al notar que era cierto y muy para la desgracia del señor Takatsuki, de alguien que nunca cumpliría sus estándares.

Yô la dejó marcharse mientras volvía a la zona donde estaría su tropa, por logística Zen tomaría el mando de los Ojos Dorados, Takano el de los Ojos Amarillos y él apoyaría a Takafumi con el gran número de menores que se unían hoy por primera vez a la cacería. Por su parte, Henmi tendría el apoyo de Ijuuin que se seguiría a la patrulla a prudente distancia.

Apagó el cigarrillo contra el suelo distraído por la imagen mental de la persona que había logrado embarazar a Risako, cuando su olfato detectó la proximidad del Nephrite que lucía sus colores, apretó los puños pensando en cómo vengarse de Yokozawa por semejante tentación.

Lo conocía desde hacía seis años, cuando cambió su deseo de estudiar Literatura por la adrenalina de las Fuerzas Especiales. En esa época su cuerpo exudaba el olor de un Alpha mezclado con la rabia y el dolor que expresaba el propio. Pronto demostró que tenía las agallas y las "mañas" para engatuzar a quienes le rodeaban, era ágil mentalmente y con la contextura para realizar ciertas actividades que no exigían esfuerzo físico, su punto débil. No obstante, al verlo vestido con esa pequeña tira de tela, se le hizo difícil abstenerse a salivar, protegido por la penumbra, el aroma a Menta que desprendió para confirmar su hipótesis fue respondido de inmediato con la esencia a Rosas y Caramelo.

Ritsu se volteó para buscar en la oscuridad a quien era su destinado, cualquier sentimiento por Takano fue desdeñado por la necesidad de ser poseído por el Alpha que mostraba que lo había reconocido. Era una esencia nostálgica, que le recordaba su época de entrenamiento, solo existía una persona que en raras ocasiones desprendía su olor o aroma, así que intensificó la liberación de feromonas y aparentó caerse por haber tropezado con algo, el gemido de dolor hizo sonreír a Miyagi, que respondió con su voz a la manipulación: «Aún no es tiempo mi querido Oda».

Suficiente para Onodera saber que no se equivocaba en la identidad del hombre, ese nombre lo utilizaba cuando no quería que alguien supiese su ascendencia y si no fuera porque necesitaba sus papeles en regla, se hubiese graduado con él. No podrían estar juntos todavía, y sabía que mañana en Belewe por las circunstancias no harían público su vínculo, por eso se levantó para con un respingo mostrarse resignado por la sugerencia. Lo que no sabía Miyagi era que ya Ritsu planeaba como enloquecerlo hasta que fuera el momento de tenerlo en Aima, por eso el Omega sonrió para sus adentros.

La hora indicada llegó, el cuerno sonó tres veces avisando el inició de la cacería, los puestos de vigilancia se ubicaban estratégicamente y varios lobos, por seguridad, estarían revisando sobre los caminos clandestinos entre el follaje.

Miyagi guiaba el grupo de cachorros cerrando Takafumi y se dirigirían al oriente; por su parte Zen se encaminaba al oeste mientras un Delta de la manada Ojos Dorado estaba en la retaguardia. Takano líder de los Ojos Amarillo fue acompañado por Usagi al sur. A la par de estos irían Risako y Kayama como cabeza y cola de las Deltas.

Henmi fue el primero en partir con los próximos a formar el vínculo en dirección al norte, al final del grupo estaban Misaki y Ritsu, cualquiera que los viese, si no fuera por el color de sus adornos, podría decir que estaban mirando doble, lobos canela de ojos verdes esmeralda brillaban demostrando su condición de alerta. No muy lejos el olor a galletas confirmó a Takahashi que Ijuuin los cuidaba.

Un hombre desde la cima de la colina bajó los binoculares al darse cuenta de la estrategia de defensa que Haruhiko y sus amigos habían armado, todo había sido hecho con la finalidad de evitar que se descubrieran las identidades que debían destruir. Con frialdad dio la orden para que se iniciara el ataque, su tarea era desestabilizar al Elegido, por eso el primer disparo desencadenó lo que evidenciaría al grupo de seleccionados por Calisto y Selene.

El silbido de la bala retumbó en los oídos de Yokozawa, la orden de dispersión fue acatada por los jóvenes que quedaron camuflados dentro de los matorrales, sin previo aviso las ráfagas enfocadas en los grupos de Henmi y Miyagi, fueron respondidas por los centinelas del Resguardo generando fuego cruzado.

De los puestos de control saltaron diez lobos incluido el Gris de Takahiro que se ubicó al lado de Henmi mientras Ritsu era acompañado por Yasuda rodeando a los más débiles. Los cuatro mostraban sus colmillos listos para el ataque, poco a poco los custodios en los árboles bajaron para apoyarlos. No había ningún ruido y eso era malo, quien fuera que los agredía estaba en un punto que podía observarlos sin ponerse en riesgo.

El brillo de un lente proveniente del puesto central de vigilancia de los humanos, permitió que Hiroki  descubriera el lugar de su eemigo, antes de abandonar a Hiyori, llamó a los grupos de Kirishima, Haruhiko y Takano que aún no se encontraban distantes de los emboscados, uno a uno los francotiradores fueron cazados por los adultos que dirigidos por sus líderes lograron terminar con la amenaza.

Al ver a los líderes de manada actuar, en su papel de Selene, Hiyori fue rodeada por el brazo protector de Ailuros, para que Kamijou marchara con dirección al único lugar que dejaron desprotegido. El olor a grosellas y flor de Jamaica le indicó que no hacía mucho su agresor había salido de allí. Caminó con cautela, debido a las escasas transformaciones que tenía no era muy ágil como lobo, pero sus sentidos se agudizaban, por eso tan pronto escuchó el crujir de una rama, enfocó su atención en una construcción destinada aparentemente al almacenaje por parte de los humanos que a veces vigilaban el Santuario Natural en donde se ubicaba la Reserva.

Lo que no esperaba era la detonación proveniente de su espalda, esa persona no era un lobo.

Mientras retomaba su forma humana, vio a una pareja, el hombre se agachó acariciando su mejilla...ese toque lo recordaba. Hiroki cayó en la inconsciencia.


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