... y por primera vez... sentí que podía sobrevivir en este mundo ajeno a mi...
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Las clases en aquella escuela eran muy estrictas, lo que más odiaba en todo el mundo era el horario inhumano, donde obligaban a levantarte muy temprano para asearte y prepararte de una manera impecable.
La hermana Sonya, era la hermana superiora, y por órdenes de mi madre, ponía especial cuidado en mí, no para hacerme sentir más cómoda, sino para asegurarse que tuviera unos ojos sobre mi espalda durante todo el dia, para sentirme observada y con la menor libertad posible, estaba segura.
Los primeros días, como si no fuera suficientemente malo llegar de esa manera al colegio siendo nueva en este tipo de instituciones, la madre superiora me obligaba a apartarme de todas las demás, dormía en un cuarto de servicio, que no ocupaban junto al cuarto de la hermana Gachamp, una monja regordeta que preparaba la comida y vivía a unos metros de la cocina. Era frío, y me despertaban una hora antes que a todas las demás, pues necesitaban el cuarto para meter provisiones que traían tempranísimo para el desayuno.
El uniforme fue otra cosa, al principio no acepté usarlo, pero las hermanas amenazaron con encerrarme hasta que lo usara, y yo, quería salir de ahí...
A pesar de todo a la hermana se sorprendió de mi cambio de actitud, de pronto me comporté como un lindo corderito, ayudaba si me lo pedían, me mantenía callada todo el día, no replicaba ni miraba a nadie a los ojos...
pero esto no era por miedo, ni mucho menos por respeto... era por que aún no me sobreponía de aquella experiencia el primer día...
Cuando caminaba por los corredores de camino a los salones de clase, observaba hacia todos lados, buscando, siempre buscando.
Casi podía aún aspirar el perfume de su cuerpo al pasar por los pasillos, al entrar a un salón, sabía que estaba por ahi pero no la encontraba... no aún....
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La lluvia había acabado, mi vestido chorreaba de una manera impresionante, y yo sentía desfallecer, mi corazón por alguna razón palpitaba como si tuviese miedo pero... no querí amoverme... no quería dejar de mirar esos ojos...
Ella me miró divertida, primero le pareció extraño que estuviera ahi, parecía asustada, como temiendo que alguien la ubiese descubrierto, pero al ver que no reconocerme, sonrió. Trastabillé torpemente al tratar de uhí, y caí haciendo un raro ruido en el pasto... me levanté y con el rostro empapado observé que ella estaba parada frente a mí, parecía preocupada por mi caida, pero asi sin mas.. comenzó a reírse de mi.
Era una risa melodiosa, que brotaba de un par de labios tan hermosos como no habia visto jamás. correaba también del cabello y las ropas pero ella no se veía ridícula... se veía...
Ahora aún me sonrojo al recordar tan esbelto cuerpo ceñido por un vestido húmedo, se veía... tan hermosa.
En ese momento me sentí terriblemente apenada, pero a la vez quería reír también, así que opté por quedarme callada. cuando de pront, se arodillo junto a mi, levanto suavemente la falda de su vestido (con mi subsecuente sonrojo), y de su botín saco un pañuelo seco, que utilizó para secarme el rostro.
sus manos con las que tomó mi rostro eran suaves, delicadas, parecía que nunca habían hecho trabajo duro, cálidas,
- Ahí está... - dijo con una sonrisa que derretía - ¿aprovechabas como yo la lluvia para limpiar tus pecados?...
quedé sorprendida, no pude decir nada, pues me había quedado sin palabras observando sus negros ojos... sus manos aún estaban en mis mejillas, y sus labios demasiado cerca de mi rostro... quedé ahi, inmóvil, mientras veía como la trenza de su cabello oscilaba en su espalda mientras se alejaba de mi lado...
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Debía encontrarle de nuevo... quería verle otra vez, y esta vez, poder decirle algo, aun que sea un hola, con la incertidumbre de qué podría salir de mis labios, mi único objetivo era esperar a que mi madre se dignara a mandar la "cooperación" y la solicitud para que pudiese estar en los mismos dormitorios...
ahora quedaba esperar, mientras camino por los corredores, puedo percibier el aroma de su cuerpo, el perfume de las rosas bañadas de lluvia.
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