Las primeras gotas de una tenue lluvia empezaron a golpetear contra las rocas del lago artificial a las afueras del dojo. Haruhi dejó su taza de té a medio beber, preguntándose por que Honey tardaba tanto en entrar.
Al asomarse por la puerta, vio como él y una bella chica recien llegada hablaban. Ella parecía divertida por algo y sonreía mirando a todos lados sin dejar de hablar mientras caminaba hacia el salón principal donde ella estaba. Honey por su parte parecia mas bien sorprendido o confuso, y la seguía de cerca, al llegar casi a la entrada pudo escuchar mejor.
- ...después de todo el no puede estar tan lejos.
- Etto... en realidad, no creo que el... - dijo Mitsukuni viendo como la chica se quitaba las zapatillas y las dejaba a un lado sin el menor cuidado posible. - que él venga pronto... - su voz se quebró sin querer.
- Oh!, no hay cuidado, yo puedo esperar no tengo prisa. - de pronto miró a Haruhi de reojo y sonrió.- ¿Llego en mal momento?
- Ah, ella es Haruhi, una amiga que vino de visita.
- mucho gusto - dijo Haruhi con su particular mirada fija y perdida, la cual en realidad medía y estudiaba con mucho detenimiento a quien mirase. La chica debio percatarse por que sonrió aun mas e hizo una reverencia. poco despues estaban los tres sentados a la mesa bebiendo el té que Honey le habia servido a Haruhi minutos antes.
- Igarashi Saori. mucho gusto. - se presentó la chica - vengo a quedarme unos dias en el dojo Honinozuka.
- ¿Quedarse? - preguntaron a tono Haruhi y Honey
- Así es, tengo que hablar con Takashi Morinozuka.
Hubo un momento de silencio (Haruhi ahora entendia por que Honey estaba tan callado y pensativo), pero Haruhi, que desde el principio tuvo mala espina, se aventuró a preguntar.
- Y... cual es la razón por la que lo buscas?
- Eso, es algo muy personal. - dijo con una pequeña risita y sonrojandose - Tu lo conoces verdad?... pues bien, entonces no tardarás en enterarte de las buenas noticias- dijo muy animada y tomándola de las manos.
- Buenas noticias?... - Haruhi miró rapidamente a Honey que empezaba a palidecer. solo dios sabía que ideas empezaban a pasar por su mentecita.
- Si, unas maravillosas noticias de hecho, pero quiero ser yo la primera en decirle a Takashi que estoy aqui. Asi que por favor no digan ni una palabra sobre mi presencia en su dojo.
Un repentino crack sonó en dirección a Honey. Su tacita de té se había desquebrajado en sus manos y su contenido goteaba sobre la mesa.
- Él no volverá hoy, el se fue hace poco, y, no dijo cuando volvería, pero suele tardarse meses, asi que...tal vez sería conveniente si buscara en otro lugar
- Honey sempai!, estas bien?- Haruhi tomo la tacita de te de sus manos. Honey que no se habia dado cuenta de lo que habia hecho, miro sus manitas y sus ojos se llenaron de lagrimitas de vergüenza.
-Perdón, no quise romperla y ensuciarlo todo.
- uf, que bueno que estás bien, no te cortaste - Haruhi volteó a ver desafiante a Saori - Creo que está mal informada...
- eh? - dijo Saori mirando al rubio.
- Este dojo pertenece a la familia Haninozuka, la familia Morinosuka trabaja aqui como guardianes del dojo, no les pertenece. Este joven es Mitsukuni Haninosuki sempai, y es de hecho el heredero del dojo.
- Entiendo... - dijo la mujer mirando con recelo a Honey, que seguía con la cabeza gacha limpiando el té de la mesa (ciertamente, entro como si fuera su propia casa y no reparó en ver quien era ese chico), suspiró y se levantó. - Ahora veo por que esto ha estado tomando tanto tiempo... -sin dar mas explicaciones tomó su maleta y empezó a colocarse los zapatos.
- Su... sucede algo? - preguntó Honey, temiendo de pronto haber sido descortéz.
- Descuida, ^ ^ veo que no encontraré a Takashi-kun por aqui, asi que tal vez deba buscarlo en otro lado.
Takashi. De nuevo esa mujer habia pronunciado su nombre asi como asi, tan familiarmente, quiensabe por que razón aquello le habia dado cierto disgusto a Mitsukini, provocando que rompiera la tacita sin querer.
- Toma, mi tarjeta por si necesitas algo - le dio a Honey una perfumada tarjeta de presentación y se despidió con un beso.
- Yo... la acompaño a la puerta.-ofreció Haruhi.
** En el trayecto a la puerta... **
- Mitsukuni no parece muy fuerte
- No, pero lo es, es mucho mas fuerte de lo que aparenta, puede llegar a sorprenderte y es muy perseverante.
- Espero que no sea asi...
- ??
Al detenerse la joven en la puerta volteó a sonreirle a Haruhi. - Es dificil de creer que Takashi tenga problemas en decidir su futuro. Es obviamente mas lógico y provechoso que él se encargue de la compañía a estar aqui como un simple guarda espaldas.
- Entonces usted es...
- Vine aqui para ayudarle a arreglar sus asuntos pendientes - dijo estirándose como sin importancia - él dijo que vendría aqui para decirle a su antiguo jefe lo que ocurría y tomar una decisión... pero como ya paso mucho tiempo pensé que sería bueno si venía a hecharle una mano, pero no me ha llamado y el dueño del dojo parece no haberlo despedido aún... aun que creo que ya se por que, es obvio que ese niño quiere a Mori para el solo... pero no dejaré que el desperdicie su tiempo aqui como simple sirviente.
- Mori no es un sirviente, él y Mitsukuni son amigos desde hace mucho tiempo.
- Mmmm si, pero tal vez, ya es demasiado tiempo, el tiene que seguir adelante, y estoy segura que Mitsukuni no lo convencerá.
-Mori sempai y usted... que relación tienen?
-Jajaja, solo digamos que, soy su asesora personal, nos vemos!.- dijo seductoramente y acto seguido salió de la mansión.
*poco después en el coche*
- Bueno?, Kyoya san?, hola!, por que no me dijiste que Mori-kun no estaba en el dojo?, mi sorpresa se arruinó.
- ¿Que fuiste a donde?! - dijo kyoya levantándose de repente, Mori que estaba recostado en el sofá con un brazo sobre los ojos, miró confundido a Kyoya.
- que pasa?
- aaah... *frotando el tabique de su naríz con los dedos* nada... solo se han complicado las cosas para la reunión de mañana con los del Host club- luego sonrio resignado
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Honey miraba la lluvia caer suavemente sobre el lago artificial formando ondas confusas. Él mismo se sentía confundido. empezaba a hacer fío, y eso le recordaba de alguna forma su niñéz.
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Cuando pequeño, su padre lo obligaba desde que apenas podia mantenerse de pie a observar y aprender las técnicas y katas de los estudiantes.
Cierta vez hiba con mucha prisa hacia los baños detrás del dojo y se detuvo al ver a un chico ahi, se escondió para observarlo. Su piel era morena y su rostro amable, nunca lo habia visto en el dojo como un estudiante regular, estaba quitando hierbajos a unas hermosas flores, de pronto una voz (a quien reconocio como el guardian de su padre), le ordenó que volviera a su práctica. El chico se encaminó a un grupo de tablas y las empezó a golpear una y otra vez, la segunda vez logró romperlas con facilidad. después de eso, empezó a practicar una secuencia de movimientos y Mitsukuni quedo impresionado. Se dijo a si mismo que el debía ser tan bueno como ese chico.
Cuando cumplio los 6 años, se enfrentó a su primer rival, un chico de 10 años (no muy bueno), a quien el dio una verdadera paliza. Su padre, orgulloso, decidió en ese momento que el sería el proximo lider del dojo. Para Mitsukuni eso solo significo mas trabajo y golpes y entrenamiento sin descanso.
Solía sentirse exahusto, pero no podía defraudar a su padre, por eso, si le daban un golpe realmente duro, tenía que esperar hasta que la pelea terminara para poder llorar en paz.
Una vez, después del entrenamiento con su padre, el se dirigió a la pare trasera del dojo, para llorar de dolor y frio, cuando de pronto, sintió la presencia de alguien, ahí estaba ese chico, que se acercó a él. Estaba perdido, si ese chico le contaba a su padre... pero no fue asi, el niño habia sido muy amable, habia tomado sus manos entre las de él y las entibió con su aliento, envolvió sus pies con su propia ropa, y le había sonreído dulcemente. Se habia puesto felíz, ya no se acordaba ni por que habia empezado a llorar, y cuando ese chico lo tomó en sus brazos, para llevarlo a tomar un baño caliente y le prometió que lo protegería de ahora en adelante, pensó que nunca sería mas felíz que en ese momento.
Pero el tiempo pasa, y los momentos al lado de Mori fueron aun mejores, era un excelente amigo y compañero, alguien a quien acudir cuando se sentia solo o hambriento. de hecho, solo en los momentos que no estaba con el se sentía solo... lo queria muchísimo, lo extrañaba tanto... tal vez lo...
las lagrimitas empezaron a correr de nuevo, hundio el rostro en sus brazos para no hacer ruido, pero era inútil. Entonces, recordó las palabras de Haruhi
- ...a mori kun no le gustaría ver que el nuevo "maestro honorario" del dojo llora de esa manera por él... creería que estas enamorado de él... -
De pronto se sintió bien, la tristeza había desaparecido, y se convirtió con gran rapidéz en ánimos. Se limpió la carita, con la manga de la yukata, y se puso de pie. Ya era suficiente de llanto y tristeza, si quería ver de nuevo a Mori y disculparse por lo ocurrido, nadie hiba a llevárselo, él tendría que ir a buscarlo. Empezó a buscar ropa y su maleta sin saber bien por dónde empezar, cuando recordó que tenía la tarjeta de la señorita Igarashi.
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- Moshi moshi?... ah, Mitsukuni sempai, que gusto escucharlo, sucede algo?
-Esto... has sabido algo... sobre Tak... Morinozuka kun?
- ... *sonrisa*, claro que si, de hecho, me dijo que planea tener una reunión con los antiguos miembros de su antiguo club de Hostess, ¿no te llegó la invitación?... no te preocupes, debio perderse en el camino, si quieres, podemos ir juntos para allá, ¿donde te recojo?.