Hacía frio... mucho frio pero ese tiempo pasó... pronto Mori y Honey... es decir, Takashi y Mitsukuni crecieron y
siguieron su vida en el dojo y como estudiantes... Takashi nunca hiba a faltar a su promesa, lo supo desde ese día. Incluso lo siguió y protegió durante la época del Host Club, a pesar de que su padre pensaba en la deshonra.
Él y Honey (su nuevo mote) se habían vuelto mas que un señor y su sirviente... se habían vuelto amigos, y Mori estaba felíz con ello... lo estaba, por que había estado a su lado y le había servido tal y como había prometido... pero ultimamente no se sentía muy bien...
Ultimamente cada vez que veía a Honey-kun se sentía raro, deprimido, un extraño y misterioso dolor en su corazón, una especie de ansiedad se apoderába de él.
Para él, la persona mas importante del mundo era Honey, se lo había prometido a si mismo para cumplir con su promesa, además era el único con quien se sentía a gusto y con quien podía compartir sus mas intimos secretos.
Pero ahora había algo que no podía contarle, algo que no podía compartir con nadie mas, y por eso se sentía así.
Había pasado ya 1 año desde su salida del Host Club del el colegio, y ahora él trabajaba como guarda espaldas personal de Honey. Honey habría seguido la corriente a Tamaki-kun, y habría aceptado seguir con su nuevo giro comercial... una especie de Host Club que no solo se limitaba a ex-alumnas del colegio Ouran, sino a otras damas mas ricas y poderosas (esto obviamente idea de Kyouya), pero Mori no lo permitió
Ubo una gran discusión por ello, pero Mori tenía razón, a fin de cuentas, Honey había aceptado encargarse un tiempo del dojo hasta que su "hermanito", tuviera un nivel adecuado para tomar su lugar...
Secretamente Honey quería que ese tiempo llegara pronto pero había que esperar, en el fondo quería que su hermano le ganara límpiamente y no cometer el error de dejárlo ganar y tomara su lugar como cabeza del dojo antes de tiempo, antes de estar preparado...
Mori Observaba desde arriba del segundo piso del Dojo, a una serie de estudiantes que hacian calentamientos y entrenaban guiados por los movimientos de un chico rubio frente a ellos...
Había pasado un año pero ese año en el dojo fue muy provechoso, Honey había cambiado... Mantuvo siempre un amor desmedido por los dulces y golosinas pero el constante ejercicio y disciplina a la que se había sometido habían hecho milagros en muy poco tiempo...
Fácilmente había crecido poco mas de unos 15 cm, y su cuerpo no había perdido su complexión esbelta. Su rostro también había cambiado un poco, a Mori le gustaba observar su expresión de seriedad y concentración cuando instruía a los nuevos aprendices del dojo...
Sus movimientos eran perfectos, la precisión con que los ejecutaba eran para hipnotizar...
Entonces, Mitsukuni se percató de su prescencia, y sonriendo a los alumnos amablemente les pidió que siguieran los calentamientos 10 minutos mas antes de terminar...
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Honey subio al segundo piso, al balcón donde se encontraba Mori kun, se secaba el sudor de la Yukata con una toalla, se encontraba felíz por que el ejercicio le hacía sentirse lleno de vida, y al llegar vio que Mori miraba hacia el horizonte...
Estaba serio, pensativo y absorto en sus pensamientos, siempre callado, siempre tan cerrado la mayor parte del tiempo, Es cierto que él tambíen había cambiado pero Mori.... no, Takashi-kun había cambiado hacia ya tiempo. Antes era mas parlanchín, y de vez en cuando esbozaba una gran sonrisa para todos los que le rodeaban... hasta ese día...
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(Retrospectiva)
Takashi contaba en voz alta con la cara pegada a un árbol. Mientras Mitsukuni y otros niños del dojo se ocultaban por todo el jardín. Todos corrían y reían ocultándose de Takashi, que había obtenido una estatura considerable en tan solo 2 años, (tenía ya 10), por lo que le decían "El gran Takashi-
Jugaban al escondite cuando de pronto el padre de Takashi llegó e interrumpió el juego para llevárselo. estaba molesto y ebrio, y sus ojos mostraban una desesperación terrible.
Los niños corrieron pero Honey, que estaba oculto fuera de los cuartos donde vivían Mori y su padre escuchó como este le gritaba, maltartaba y hechaba en cara que por su culpa, su esposa se había ido y lo había abandonado, así como otras cosas mas...
Takashi salió de ahí, corriendo sin mirar atrás, mientras su padre gritaba que volviera... ese día, volvió a nevar...
Lejos del dojo, había un sendero donde solían jugar escondite los pequeños, y en donde Takashi solía meterse a una cuevecilla para que nadie nunca le encontrara. Pero Mitsukuni conocía ese lugar, y fue a seguirlo solo para encontrarle llorando.
- ¿Que tienes?... dijo Mitsu-kun sentándose a su lado, pero entonces Takashi lo apartó con mirada molesta.
- VETE!, aléjate, no tienes por que estar aqui!
- ¿Pero... por qué?-
- Por que yo ya no soy mas tu guardián... ya no soy de la familia...
- pero...
- NO!, no entiendes?, el maestro se dará cuenta y me correrá, y me llevarán lejos y moriré de hambre por que mi padre me odia, y soy un inútil y por que estoy solo... - se detuvo al observar los ojos llenos de lágrimas de mitsukuni, que además se veía muy molesto... entonces recibió sin aviso un puñetazo del pequeño rubio.
- Cállate! gritó el pequeño, como puedes decir eso?
- Es verdad, estoy solo ahora!- dijo sosteniendose la mejilla inchada
- No es verdad, solo estás dejando que te digan lo que no eres, pero solo eres un tonto... - dijo lanzando golpes hacia Takashi mientras le gritaba sus verdades- dejas que te maltraten, eres débil si dejas que de digan que eres un inutil y así no me sirves como guardián - Takashi evadía con dificultad los golpes, y cuando empezó a cansarse, con un movimiento inmovilizó al pequeño rubio dejándolo bajo de si - ... y si tu te vas, Yo también estaré solo! - terminó de decir cuando caía al piso.
Ambos se miraron, golpeados y con los ojos llenos de lágrimas, y Mitsukuni empezó a llorar... al fin Takashi habló...
- Perdóna...
- No vuelvas a decir tonterías o haré que mi padre te corra! *snif*
- No he dicho tonterías, es la verdad
- Si son tonterías... yo, Te quiero Takashi-kun
- Eh? - dijo con un raro sobresalto en el corazón...
- No quiero a otro guardián, solo te quiero a ti.
- Ahora tu estas diciendo tonterías...
- No... no dejaré que te lleven - dijo limpiando sus lagrimitas - ... si ya no vas a ser mi guardián, entonce serás mi amigo?
Takashi observó al pequeño, que lloraba cual fuente. El sabía que mantenía las apariencias de un chico fuerte y decidido frente a su padre pero en realidad, era un chico muy sensible y llorica. Takashi limpió las lágrimas del pequeño y le pidió que no llorara más.
- Vale, ¿pero deja de llorar de a cuerdo?, el maestro se molestaría mucho si te viera asi.
- Si quieres permanecer a mi lado no volverás a cuestionarme, ¿de a cuerdo? - dijo Mitsukuni mas tranquilo
- esta bien, te lo prometo... no volveré abrir la boca... mas que para proteg....
"mas que para protegerte", era lo que había intentado decir, antes de ser interrumpido por los pequeños labios del pequeño, posándose muy cerca de los suyos.
- Gracias - dijo un sonriente Mitsukuni a un sorprendido Takashi...
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En ese momento, supo que jamás dejaría de protegerle... de ese entonces, habían pasado 9 años...
Honey observó a su querido amigo mirando al ocaso, con aquella mirada seria y profunda... Nunca mostraba una sonrisa o hablaba de sus cosas a cualquiera, solo con él.
Era su amigo... pero algo andaba mal, algo le inquietaba... algo relacionado con Mori-kun, algo que este guardaba desde hacia un tiempo. Siempre le contaba todo pero ultimamente, había algo que guardaba para si... tan frío... impenetrable... Honey quería saberlo, debía saberlo!, y lo hiba a investigar de algúna forma.
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- Mooori Kuuuuuun!! - sono una dulce voz (que ya no era como la voz de niña que tenía en el colegio pero seguía siendo muy dulce) mientras saltaba hacia su guardián,. colgándose de su espalda como en los viejos tiempos.
Mori, ya acostumbrado, apenas se movió de su sitio.
- Ya terminaste?, Mitsukuni?
- Eeeeeh?, Mitsukuni?- Honey le jala una mejilla molesto - ¿por que tan formal?, ya te dije, dime Ho - ne - y - kun !, sino siento que estás regañándome...
- Ya veo... lo siento
- Um... takashi-kun... - dijo sin notar que estaba haciendo lo mismo que Mori al llamarlo asi - has estado preocupado por algo estos últimos días... verdad? - dijo recargándose en el barandál mirando al cielo.
- ... ... hai...
- tu sabes que me lo puedes contar... ne? - acto seguido puso una sonrisa encantadora que solo él era capáz de hacer, para tranquilizar a Mori.
No pasaron ni 3 segundos cuando Mori se entontraba frente a él, sosteniéndole por los hombros. Escudriñó fríamente el rostro de Honey, penetrándolo con la mirada, era una mirada extraña, muy diferente a cualquiera que Honey le hubiese visto antes. Honey se sintió nervioso, un extraño escalofrío recorrió su espalda, sintiéndose indefenso. Parecía muy serio en lo que quería decir... Mori separo sus labios para hablar...
- Señor Morinozuki... - dijo un sirviente del dojo de pronto - Tiene una llamada urgente...
- huh?, de que se trata? - preguntó Honey con las mejillas encendidas sin saber por qué cuando Mori lo soltó lentamente. - ¿que es?
- Takashi sama... es... es sobre su madre...