En el capítulo anterior...
Abrió los ojos y los fijó, tras frotarlos un poco, en la sombra de la puerta, un rostro cubierto, un ojo de cada color... era él y se estaba acercando
- Umino Iruka...
Iruka se quedó completamente quieto aun acurrucado en el sofá, jamás creyó que el simple hecho de escuchar su nombre le provocara tal sensación
Se sentía lleno y una seguridad que nunca había estado antes con él le daba fuerza para mirar a ese hombre a los ojos sin sonrojarse
Esa voz, dulce con un toque de sensualidad que le estaba volviendo loco; no había cabida para el error, había dicho su nombre
Trató de articular palabra pero fue incapaz, solo podía mirarle, perderse en esos ojos tan diferentes entre sí siendo abrumado por un sinfín de placenteras sensaciones que se arremolinaban en su cuerpo
El hombre se acercó aun más a Iruka que aun permanecía inmóvil, esos ojos estaban cada vez más cerca y de pronto dejó de verlos
No pudo evitar cerrar los ojos al sentir los labios del peliplateado sobre los suyos, aun sin saber de donde sacó el coraje, su mano se agarró a la nuca del otro profundizando el beso, las manos del jounin acariciaron el rostro del delfín delineando su cicatriz y perdiéndose de nuevo en el dulce sabor de sus labios
¿Por qué demonios ansiaba más contacto de ese desconocido? de pronto se sintió un idiota y cayó en la cuenta de que no conocía su nombre
- ¿Como, como te llamas? - murmuró en su oído mientras las expertas manos se deshacían de su chaleco
No hubo respuesta
Los labios regresaron ávidos a su boca e Iruka se dejó hacer, sus pantalones fueron retirados con delicadeza
Las manos recorrían cada parte de su cuerpo arrancándole jadeos satisfechos
Un gesto angustioso inundó el ojo negro y se levantó de pronto
El Umino permanecía quieto, casi desnudo, en la posición que el otro le había dejado mirando hacia la puerta que acababa de cruzar el hombre que se había adueñado de su alma
Suspiró cansinamente antes de incorporarse, creyó estar volviéndose loco; ¿el contacto con ese hombre había sido real o no?
Ese pensamiento le asaltaba dejando un sentimiento de desazón en la boca del estomago al considerar que todo podría ser producto de su mente
Se llevó las manos a la cabeza en un intento vano de ordenar sus pensamientos, debía investigarlo, lo primero era saber más cosas sobre ese hombre
Sus pensamientos parecieron organizarse por un momento poniendo juntos todos los conocimientos sobre él
Era un jounin, un Hatake y tenía un ojo de cada color además de la boca mas sexy de la villa... no era mucho pero tenía por donde empezar; dejó de lado el ultimo pensamiento y se centró en su apellido
Le pediría a Tsunade que le dejara echar un ojo a los archivos
Salió corriendo de la mansión camino al despacho de la Gondaime
Se extrañó del silencio en los pasillos y llamó suavemente a la puerta, no parecía haber nadie; ahora que lo pensaba... acababa de amanecer hacía escasos minutos...
Era lógico que todos estuvieran durmiendo, se dejó caer apoyado en la puerta y llevándose dos dedos a los labios recordó la calidez que emanaban los del otro, una sonrisa nostálgica se formó en sus labios
Tenía que ser cierto, ese hombre tenía que existir, era imposible que hubiera creado en su mente tan nítidamente algo así o al menos eso quería creer
Tsunade le despertó de sus cavilaciones
- Iruka... ¿SE PUEDE SABER QUE HACES?
- Buenos días Tsunade-sama.... disculpe que la moleste a estas horas pero necesitaba pedirle permiso para buscar en sus archivos
- Pasa...
- Gracias
- Siéntate... y... ¿que tipo de archivos pueden hacer que mi reservado compañero me aceche a la puerta de mi despacho poco después del amanecer?
Un violento sonrojo acudió a las mejillas del menor
- Vera, Tsunade-sama.... yo etto...
- Era broma... no hace falta que me des explicaciones, mira cuanto quieras... conociéndote seguro que es importante
- Muchas gracias Tsunade-sama
Iruka se dirigió a toda velocidad a los archivos
H... Hatake... esta impaciente por conocer el nombre de ese tipo... y ahí encontró al fin la foto de ese sensual hombre...
Su ojo negro parecía atravesarle mientras que el otro permanecía oculto por el emblema de la villa,
...Kakashi...Hatake Kakashi
Desaparecido tres años atrás, ningún dato relevante que pudiera ayudarle a saber porque el dueño de su alma había desaparecido tan de repente, pero ahora sabía su nombre, su sonrisa regresó a su rostro obligándose a retirar el gesto abatido de sus suaves facciones
Kakashi...
Sonaba muy bien
Suspiró algo mas animado...
Aun faltaban unas horas para que las clases comenzaran por lo que le daba tiempo a regresar a la casa
Sonrió ante el pensamiento de volver a recorrer lo que esas paredes escondían
Su alma se había quedado en esa casa desde el momento en que la pisó
Pero era tan agradable regresar y volver a verle
Aunque solo pudiera hacerlo en el retrato del comedor, se sentía contento con tan solo ver de nuevo esos penetrantes ojos
Saltó la tapia una vez más y caminó rumbo hacia el enorme cuadro, lo observó por unos minutos y algo pareció extrañarle
¿Ese día los ojos lucían mas apenados de lo normal o eran ideas suyas?
Movió la cabeza frenéticamente tratando de sacarse de la cabeza la absurda idea de que el rostro del cuadro había cambiado y regresó a la acogedora biblioteca, todo parecía en orden
Sonrió al recordar la calidez de Kakashi, recordó el incidente y las dudas asaltaron su mente
¿Por qué se había ido?
No lograba comprenderlo, pero ya se lo preguntaría cuando lo viera, ansiaba regresar a esa casa de nuevo, pasar allí el mayor tiempo posible, junto a él
Estaba decidido a dormir allí también esa noche, salió de la casa con una sonrisa en los labios más amplia a la que acostumbraba y fue a su casa a por algo de ropa limpia
Una vez cambiado se dirigió a la escuela de Konoha a tratar de enseñar algo a sus revoltosos alumnos
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Las clases terminaron y antes de ir a la casa decidió pasar por la suya; se ducho y se arregló algo mas de lo normal... quería estar guapo para él...
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Abrió la puerta y subió al cuarto en el que durmió la primera noche, se acercó fusionando sorpresa e ilusión al ver una nota sobre la cama...
Era la letra de Kakashi...
La tomó entre sus manos y la leyó
La nota se resbalo de sus manos y sus ojos se abrieron de par en par
Retrocedió un par de pasos antes de derrumbarse y caer al suelo de rodillas
¿Por qué?
No podía estar pasándole esto, no era... justo... el quería... no sabía lo que realmente quería pero tenía claro lo que no quería... alejarse de él
"No vuelvas más"
Tres palabras que se incrustaron en su corazón hasta partirlo en mil pedazos
Tres palabras que penetraron en su alma causando estragos a su paso
Tres palabras que acabaron por destrozar a Iruka
Pero si él se lo pedía, si era lo que él quería, el Umino lo cumpliría
Porque hacia tres días que vivía para él
Porque hacía tres días que él se convirtió en todo su mundo
Y si lo que él quería era alejarle
El delfín se alejaría
Porque por amor se hacen cosas estúpidas
Porque por amor uno sigue ciegamente los deseos del otro