El sol se asomaba por el horizonte que se atisbaba desde su ventana, apenas había dormido, toda la noche pensando en qué hacer, la noche que pasó con Mizuki fue sencillamente perfecta, el restaurante, la conversación la tierna despedida... pero había un problema, no era Kakashi
Bufó molesto ante sus pensamientos; la recurrente imagen del Hatake inundaba sus pensamientos provocándole un gran dolor emocional; ojala todo eso no hubiera pasado; ojala nunca hubiera entrado en esa maldita casa, retiró las lágrimas de sus mejillas maldiciéndose internamente; el hubiera no existe y lo hecho, hecho está, ahora debía limitarse a vivir con su error y aprender a olvidar a ese peliplata de ojos dispares
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- Shikamaru, tengo algo que preguntarte - comentó el Uchiha al ingresar en el aula
- Tsk, que problemático - respondió el chico de la coleta
- Cuéntame más sobre esa mansión de la que nos hablaste la última vez, y nada de leyendas estúpidas; quiero escuchar la verdad -
- Está bien, te contaré lo que sé... - el muchacho hizo una pausa maldiciendo lo problemático que era todo eso y comenzó a relatar - Asuma-sensei me contó que hace tiempo un grupo de ninjas tuvo por misión descubrir que era lo que verdaderamente había ocurrido con la familia Hatake, y por lo visto, tras la batalla padre e hijo fueron los únicos supervivientes; unos viajeros de la arena llegaron a Konoha y buscaron alojamiento en casa de dicha familia por ciertos tratos que tenían o algo parecido; y el patriarca les negó el alojamiento; desde ese día no se volvió a ver al colmillo blanco de Konoha y tampoco a su hijo -
- ¿La familia Hatake? -
- Si, ellos eran los que vivían en esa casa -
- ¿Y sabes por qué uno de los Hatake tenía el Sharingan? -
- ¿Sharingan? Pero si es una técnica barrera de sangre... aunque algo creo haber oído al respecto, aquel al que llamaban "el ninja copia" poseía el Sharingan gracias a una operación quirúrgica pero no sé mucho más -
- Vale, pues eso es todo por ahora -
- Esperaba un "gracias Shikamaru" o algo por el estilo, pero viniendo de ti... tsk que problemático - respondió colocando las manos en la nuca y recostándose en su asiento
Naruto ingresó en ese momento en el aula y él y Sasuke se sonrojaron al ver al otro y giraron la cabeza para otro lado; todos ocuparon sus lugares mientras la clase comenzaba a la llegada de Iruka-sensei
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La clase transcurrió extrañamente tranquila entre murmullos por parte de los alumnos; algo que Iruka no pudo percibir por estar increíblemente absorto en sus pensamientos
La mente del sensei continuaba alojada en aquella casa sin intención alguna de escape. Entre tanto los alumnos comentaban el estado de su profesor
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Un papel le golpeó en la nuca y por poco se levanta y golpea a quien quiera que fuera el causante hasta que se percató de que el causante era el Uchiha; se sonrojó al sentir la profundidad de esa oscura mirada perderse en el cielo de sus ojos y rápidamente se agachó a recoger el papel
"Tengo algo de información sobre el hombre de la casa pero quiero comprobar algunos archivos antes de comenzar a especular; espérame en el columpio junto a la salida"
El rubio kitsune dirigió su mirada al Uchiha para asentir a la petición antes de dirigirse a hablar con su sensei
- Ne, Iruka-sensei... ¿ocurre algo?
- No, todo está bien Naruto - comentó el profesor con una falsa sonrisa en el rostro y una rápida huída
Una mano tocó su hombro y se volvió de un salto sobresaltando así al peliblanco tras él
- tranquilo Naruto; yo hablaré con Iruka; le voy a cuidar y haré que vuelva a ser el de siempre - comentó Mizuki con una sonrisa al travieso rubio
- Gracias Mizuki-sensei - agregó el de ojos cielo ocupando el tiempo en conversar con el profesor
Tras la agradable conversación con el peliblanco, Naruto se dirigió al columpio donde había acordado ver a Sasuke, que llegó unos minutos después
- Ya tengo los datos; nos vamos de viaje - comentó nada más llegar
- ¿Cómo que de viaje? Oye teme, explícate
- Tsk, eres tú el que tenía tantas ganas de ayudar a Iruka ¿no? Pues la clave está en ese hombre de la casa; lo que debemos hacer es ir a un lugar cercano a Tsunagakure en donde vive una mujer que conoce mejor la historia
- Pero no podemos ir solo baka - argumentó el pequeño rubio - deberíamos pedir ayuda a alguien para esto
- Pues yo prefiero que vayamos solos - musitó el Uchiha sin que el otro le escuchara y una idea se le vino a la cabeza... - ¿Acaso tienes miedo, gatito asustado? - agregó enfatizando las últimas palabras con gran sorna
- Tsk, yo no tengo miedo ´tte bayo; nos vemos en una hora en la entrada de la villa Sasuke-teme
El Uchiha sonrió satisfecho; esa podría ser su oportunidad con el zorrito de ojos azules
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La cicatriz sobre su nariz parecía definirse más y más frente al espejo mientras los regueros de lágrimas abandonaban vilmente sus ojos recordándole una y otra vez la imagen del peliplata. Frotó nuevamente sus orbes tratando de ocultar los restos de su debilidad; esa debilidad que quería apartar de su vida a toda costa... tal vez era buena idea permitir a Mizuki que entrara en su vida; ocultó su triste semblante tras su acostumbrada sonrisa iluminado su apacible rostro y tras un respingo salió del cuarto de baño camino a su casa; ya pensaría en Mizuki al día siguiente; ahora lo que primaba en su mente era descansar; dormir lo que no podía dormir por las noches cuando la imagen de aquellos ojos le atormentaba taladrando sus indefensos recuerdos; caer finalmente rendido tras un arduo entrenamiento que le provocaba la extenuación, su único escape.
Comenzó a entrenar antes de que las lágrimas cayeran nuevamente por sus ojos; su sonrisa se tornó autocompasiva; era débil, muy débil, pero tal vez enfrentar el problema era la solución.
La lluvia empapaba su cuerpo y los rayos y truenos azotaban sus oídos; incluso el cielo le decía que eso estaba mal, que aún estaba a tiempo de dar la vuelta pero antes de darse cuenta ya se encontraba saltando la tapia que le separaba de sus dolorosos recuerdos