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Gongpo (공포) por Helsic

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Notas del capitulo:

Nota: quería terminar este capítulo antes de irme de viaje pero no fue posible! ;_;
Dongsaeng: Es lo contrario de Hyung xD es como hermano menor ^^Nota: finalmente me siento a escribir, pero es que durante el día me joden mucho aquí en la casa y NO me dejan escribir -_- intentaré terminar esto ;_;

 




Gongpo
(Miedo)
13



Una vez más se revivía el horror. De nuevo el hospital con su característico olor antiséptico, de nuevo los largos pasillos iluminados por las blancas lámparas de neón, de nuevo esa angustiosa sensación de no saber que iba a pasar, de nuevo revivía el miedo que le producía entrar a un quirófano. Sólo que esta vez no era él quien ingresaba a la sala de operaciones, esta vez era KangIn. Vio como las enfermeras conducían la camilla que llevaba a KangIn rápidamente hacía la habitación, luego cerraron la puerta evitando que entrara. LeeTeuk se había cansado de llorar, de sus ojos ya no salía nada, sólo sentía la piel reseca alrededor de ellos y ese continuo dolor en sus mejillas, nariz y labios, pero todo ese dolor físico que sentía, no era comparado con el dolor que sentía dentro de si mismo. Ver a KangIn en ese estado era peor que cualquier dolor físico que le hubiera podido causar ella, porque al fin y al cabo KangIn estaba herido de esa forma, porque había querido protegerlo.

De no ser por él, quizás no estaría en ese momento sentado en esa camilla blanca frente ese doctor extranjero de bigote, de no ser por KangIn, ese cuchillo habría penetrado fácilmente su carne y la muerte hubiera sido rápida y dolorosa. Estaba en ese lugar ahora mismo, porque KangIn no le había importado herirse, para salvarlo.

Él medico le hizo algunas preguntas de rigor, le había examinando detenidamente por encima de sus gafas de vidrios cuadrados y marco café, luego de anotar algo en su planilla, se había marchado y las enfermeras se habían hecho cargo de él, con una gasa empapada en desinfectante le limpiaron la nariz y los labios. El ardor fue tan insoportable que inclusive dos de ellas tuvieron que mantenerlo sujeto con sus brazos, para que no se agitara demasiado, él alcohol entró por todas las heridas que le había causado ella, haciéndolo gemir de dolor. Las enfermeras limpiaron su rostro y luego untaron una crema blanca, posiblemente para las quemaduras en su pecho, cuya piel lucía enrojecida e irritada, la crema afortunadamente no dolió, más bien le calmó un poco el ardor de la quemadura.

Cuando concluyeron la curación, amarraron gasas y espadrapos alrededor de su nariz y sus labios para evitar que volviera a infectarse, luego lo condujeron a una sala en donde habían más heridos con sus familiares. LeeTeuk se sentó en una de las sillas con la mirada perdida en el mosaico del suelo. Al cabo de unos minutos entraron Siwon, EunHyuk, DongHae y por último Hangeng. Siwon se sentó a su lado y lo miró preocupado, LeeTeuk continuó con la cabeza baja.

- ¿Hyung? – Musitó temerosamente, EunHyuk y DongHae se sentaron a su alrededor, pero el Chino se mantuvo de pie al lado de la puerta con la mirada puesta en su cabeza. - ¿Cómo te sientes? –

- Eso no importa… - Murmuró LeeTeuk moviendo los labios lentamente todo lo que le permitía la gasa cerca de su boca - ¿Cómo está KangIn? – Preguntó.

- Aún no sabemos nada – Fue esta vez DongHae quien habló – Él medico dijo que el hombro tenía una incisión de nueve centímetros, que afortunadamente no tocó alguna arteria vital –

- ¿Y su mano? – Preguntó LeeTeuk girándose hacía ellos con expresión preocupada.

- Su mano… su mano si esta grave… - Explicó EunHyuk con voz temblorosa – Tiene una incisión que la atraviesa por completo y parece que… rompió algunos ligamentos… deben operarlo –

LeeTeuk se levantó del asiento y caminó hacía la ventana sin mirar a sus compañeros. Si KangIn perdía su mano… no se lo perdonaría nunca. Prefería morir antes de ser el causante de tanto dolor en su mejor amigo, en su hermano. En ese momento el teléfono celular de Siwon sonó y luego de intercambiar unas palabras, se volvió hacía ellos y les anunció que la policía había llegado al apartamento y que habían registrado la escena y que se encontraban buscando al agresor. Los demás miembros de Super Junior y el manager venían camino al hospital.


***


La noche llegó rápidamente y todos los miembros de Super Junior y un par de managers fueron al hospital para preguntar por la salud de KangIn y por supuesto para ver a LeeTeuk. Aunque el médico fue claro desde un principio y dijo que el líder no necesitaba ser hospitalizado y que podía volver esa misma tarde a su casa, LeeTeuk buscó la manera de quedarse toda la tarde hasta que calló la noche en el hospital, no quería dejar sólo a KangIn, quería estar presente en el momento en el que saliera de la operación en la que podría perder su mano. Cuando llegaron las 9 de la noche, muchos de los miembros ya se habían ido, cansados por el extenuante día de grabación. El líder continuaba en la sala de espera, parecía más muerto que vivo con esa expresión ausente en el rostro.

- Toma – Dijo una voz a su lado, se giró y se encontró con Hangeng quien le ofrecía una taza de café entre sus manos. LeeTeuk la recibió y le agradeció ligeramente con la cabeza. - ¿Piensas quedarte? –

- Si – Dijo sorbiendo un poco de café pero el contacto del liquido con sus labios, le hizo doler increíblemente la herida.

- Te acompañaré – Exclamó Hangeng sonriendo. LeeTeuk lo miró de reojo, extrañado de tener al chino a su lado, aunque siempre se llevaron bien, no era muy cercano a él como con otros miembros, pero la sonrisa comprensiva de Hangeng le hizo sentir algo especial en el fondo de su corazón.

- Gracias… pero no hay necesidad, ve a dormir… hoy fue un día difícil con la grabación ¿no? Debes estar cansado… no te preocupes – Le respondió devolviéndole la sonrisa.

- Hyung… no se… que signifique KangIn para ti… - Comenzó a decir y de inmediato LeeTeuk recordó que Hangeng los había visto besarse en la habitación, no pudo evitar que sus mejillas tomaran un color carmesí. – Pero se que es importante para ti… por eso quiero acompañarte –

- Gracias – Volvió a decir LeeTeuk sintiéndose muy incómodo con la conversación ¿Qué pensaría Hangeng de ellos ahora? Seguramente se estaba imaginando que eran pareja o algo por el estilo. – KangIn… se hirió la mano… por qué quería salvarme – Agregó bajando la cabeza – Cuando ella intentó matarme con el cuchillo… el interpuso su mano… por eso… -

Hangeng suspiró sin saber que decir, comprendía lo culpable que debía estarse sintiendo LeeTeuk en esos momentos, pero no había nada que pudiera decirle para hacerlo sentir mejor.

- La policía ya la está investigando… - Comenzó a decir Hangeng no entendía porqué, pero él también se sentía culpable de no haber sido un buen amigo y haberse interesado en ellos dos, el tema de la droga, el tema del alcohol y ahora la idea de una chica loca que había intentado asesinarlos, lo hacía sentir como si todo ese tiempo él hubiera sido sólo un espectador, un conocido más en sus vidas y no un verdadero amigo que hubiera estado presente en los malos ratos ¿Cómo había podido suceder todas estás cosas a sus espaldas? – Hyung… lo siento – Dijo finalmente. LeeTeuk alzó la cabeza sorprendido por esas palabras.

- ¿Por qué? – Preguntó. Hangeng desvió la mirada hacía el suelo.

- Nunca me preocupé realmente por lo que te pasaba… no soy un buen amigo… - Explicó acongojado. LeeTeuk sonrió.

- Pero no había nada que tu pudieras hacer… - Comentó LeeTeuk, Hangeng levantó el rostro y lo miró fijamente.

- Hyung… yo te ayudaré a superarlo, te ayudaré a que dejes de consumir, lo prometo – Exclamó Hangeng con decisión, LeeTeuk no pudo más que sonreír cuando cayó en cuenta de lo que hablaba el Chino.

- Ahh, no seas tonto… todo fue una mentira – Respondió aún sosteniendo la taza del café que se había enfriado. – Una cuartada para no manchar el nombre de la empresa… - Hangeng abrió muchos los ojos con la sorpresa y cuando iba a pedir una mejor explicación, un médico salió de una de las salas limpiándose el sudor de la frente. LeeTeuk se levantó rápidamente del asiento.

- La operación ha concluido – Anunció el hombre que no pasaba de unos 40 años.

- ¿Cómo está? – Preguntó LeeTeuk nervioso.

- La operación fue exitosa, aunque perdió mucha sangre pudimos hacerle una transfusión a tiempo, ahora se encuentra recuperándose… pero no podemos asegurar que su mano vuelva a ser la misma de antes – Explicó el médico con expresión agotada.

- ¿Podemos verlo? – Preguntó Hangeng rápidamente.

- Si en unos momentos, justamente está siendo transferido a la sección de recuperación, su habitación es la 7-10, esperen por favor –

Hangeng y LeeTeuk no intercambiaron más palabras durante el tiempo que debieron esperar antes de poder ir a la habitación donde habían instalado a KangIn. El líder sentía que le temblaba el cuerpo de pies a cabeza, deseaba ver a KangIn y decirle tantas cosas, pero a la vez sentía tanto miedo de ser el culpable de su actual estado de salud, que su mente se debatía entre ambas cosas angustiándolo. Hangeng notó la preocupación en la mirada de LeeTeuk pero no se atrevió a decir nada, parecía que aquello era algo mucho más íntimo entre los dos, en donde no tenía permitido entrar.

Finalmente el médico les indicó que podían ir a verlo y ambos corrieron por el pasillo y tomaron el ascensor para llegar al piso correspondiente, una vez allí LeeTeuk se detuvo frente a la puerta y tomando fuertemente aire, entró en la habitación.

KangIn estaba recostado en la cama, lucía una bata blanca de hospital, su hombro derecho tenía abundantes gasas y vendajes, su mano izquierda también, se encontraba despierto, tenía los ojos entre abiertos y se encontraba conectado a un respirador artificial y también habían dos bolsas conectadas vía intravenosa a su brazo, una de suero y otra de un liquido rojizo.

LeeTeuk caminó vacilante hasta quedar justo frente a él. Las lágrimas llenaron sus ojos inevitablemente, Hangeng se mantuvo unos pasos atrás de LeeTeuk y antes de que el líder pudiera hablar, el Chino se adelantó.

- KangIn… sólo quería saber como estabas… - Comenzó a decir, KangIn lo miró lánguidamente – Pero… LeeTeuk Hyung debe tener muchas cosas que hablar contigo… Si me necesitan… estaré pendiente, no dudes en llamarme – Finalizó esto último dirigiéndose a LeeTeuk. Hangeng se acercó a la cama, le dedicó una leve caricia en el cabello a KangIn y luego salió de la habitación haciendo una venia mientras cerraba la puerta.

Nuevamente se quedaban solos. Un silencio incómodo se adueñó del lugar por unos instantes, antes de que las lágrimas de LeeTeuk bajaran por sus mejillas. Sus hombros y pecho comenzaron a sacudirse involuntariamente, conforme el llanto se apoderaba de si mismo. ¿Desde cuando se había vuelto una niña llorona? Se dijo así mismo mientras intentaba en vano detener las estúpidas lágrimas, pero parecía imposible, se llevó una mano a la boca tratando de ocultar la vergüenza que le producía estar allí llorando como un niño pequeño cuando debería estar dándole apoyo a KangIn.

- Perdón… - Murmuró entre hipidos y sollozos.

- Ya… estoy bien, no es para tanto – Le dijo KangIn con un hilo de voz. Recién volvía a despertar luego de la anestesia y sentía su cuerpo sumamente débil y pesado. No sentía su mano derecha y tampoco el hombro, pero se tranquilizó al pensar que era efecto tardío de la anestesia, sería cuestión de esperar. Ahora las lágrimas de LeeTeuk lo preocupaban más. Sonrió débilmente realmente se alegraba de ver a su mejor amigo ahí de pie a su lado, notó que tenía gasa y espadrapo en su nariz y cerca de sus labios, en otra situación lo habría molestado por ello y se habría burlado, ahora sólo podía sentirse tranquilo y feliz al saber que LeeTeuk estaba bien.

 

- Es mi culpa… que estés así – Murmuró el líder con la voz quebrada – Tu… tu mano… fue porque…-

- Y lo volvería a hacer si es necesario… - Exclamó KangIn con suavidad – Dije… que te protegería… ¿recuerdas Hyung? – Él líder asintió con la cabeza rápidamente sintiéndose miserable.

- Gracias… - Musitó avergonzado – Aún no entiendo como lograste hacerlo… ¿Cómo soltaste tus manos? Todo fue tan rápido… -

- En realidad nunca estuve amarrado del todo – Explicó KangIn, LeeTeuk giró su rostro curioso.

– Verás cuando te dije que iría a hacer algo importante, fui a una tienda de revelado, muy temprano en la mañana, cuando hablé con el señor Lee, recordé las fotos en la basura, las recogí y en medio de mi frustración caí en cuenta un detalle sumamente tonto que no tuvimos en cuenta todo este tiempo –

- ¿Cual? – Preguntó LeeTeuk rápidamente absorto en la curiosidad.

- Las fotos tenían que haber sido reveladas o impresas en algún sitio, pero en medio de los problemas y la agitación causada por el accidente, no lo tuvimos en cuenta – Aclaró KangIn

- Tienes razón… que idiotas… - Suspiró LeeTeuk llevándose las manos a los bolsillos - ¿Entonces que encontraste? –

- Bueno, en el reverso de las fotos, estaba la marca de agua de los revelados de Kodak, pero hay muchos centros de revelados en Seoul, así que busqué en el directorio telefónico las direcciones de cada uno y comencé a visitar uno por uno en cada localidad, eran siete en total – LeeTeuk abrió los ojos sorprendido con las palabras de KangIn.- Afortunadamente encontré lo que necesitaba en el tercero que visité – Explicó KangIn, su voz aún sonaba débil y arrastrada – Al principio la chica que me atendió, no quiso darme ninguna información cuando le pregunté acerca de las fotos, tu sabes, siempre se reservan ese tipo de cosas por seguridad, pero conté con la suerte que el gerente estaba allí en ese momento y por casualidad su hija resultó ser fan de Super Junior – KangIn hizo una breve pausa para recobrar el aliento pues le era un poco difícil hablar seguidamente – Entonces el gerente me dijo que su hija había estado muy angustiada las últimas semanas creyendo que tu y yo habíamos cometido esas faltas… ya sabes, los rumores sobre las drogas y el alcohol, yo le dije que precisamente estaba tratando de probar nuestra inocencia, porque no queríamos defraudar a nuestros fans, entonces el hombre accedió a darme toda la información –

- ¡Valla que suerte! ¿Y que te dijo? – Preguntó nuevamente LeeTeuk sintiéndose protagonista de una novela policíaca.

- Me dijo que una mujer de unos veinte años había ido unas semanas antes a imprimir esas fotos, en realidad fueron tomadas con una cámara digital, pero esta mujer quiso imprimirlas en papel de revelado como las fotos análogas –

- ¿Una mujer de 20 años? ¿Pero si…?

- Exactamente Hyung, Ella tenía 16 años cuando murió ¿verdad? Era una adolescente… - Esclareció KangIn deseando poder ser más expresivo pero el dolor en su hombro no lo dejaba mover prácticamente. – Cuando pensé en esto… me di cuenta de que ella realmente estaba muerta y que había alguien vivo detrás de todo esto, es decir otra persona… - LeeTeuk se llevó una mano a la boca con sorpresa y le dolieron los labios cuando los oprimió accidentalmente – Entonces inmediatamente te llamé, pero no contestaste mi llamada lo cual me preocupó bastante… no se porqué pero sentía que algo malo sucedería si no volvía pronto al apartamento, entonces regresé –

- Pero… pero… bebiste el contenido del vaso que ella preparó ¿verdad? Escuché cuando caíste al suelo desde la habitación… - Se apresuró a decir LeeTeuk.

- No… en realidad lo fingí – Aclaró KangIn con una sonrisa de satisfacción en el rostro. – Cuando entré en el apartamento todo me pareció demasiado sospechoso –

- ¿Por qué? – Quiso saber LeeTeuk alzando una ceja - ¿Qué tenía de sospechoso? –

- En primer lugar… todo estaba demasiado silencioso, siempre que estás sólo en casa, pones música ¿verdad? – LeeTeuk asintió levemente con expresión sorprendida, ¿Desde cuando KangIn era tan observador? – Luego vi el vaso con la nota… y… bueno, tú nunca… tienes esos detalles conmigo… -

LeeTeuk bajó la cabeza volviendo a sentir que las mejillas se le tornaban rojas, KangIn tenía mucha razón en sus palabras, podían ser muy buenos amigos, pero ciertamente él nunca tenía ningún tipo de detalle con KangIn, no se tomaría el trabajo de escribirle una notita y dejarle un vaso con jugo preparado.

- Con lo perezoso que eres, me pedirías que prepare el jugo para ti, mientras vez televisión aplastado en el mueble de la sala – Agregó KangIn y antes de que LeeTeuk pudiera remilgar continuó – Así que sentí que algo andaba mal allí, por esta razón fingí beber el contenido y me tiré el suelo a propósito, luego la chica apareció y revisó mi cuerpo, parecía querer cerciorarse de si me encontraba vivo o muerto, procuré no moverme en lo absoluto, quería descubrir sus verdaderos planes, en realidad tenía mucha curiosidad… entonces fue cuando me ató las piernas con firmeza, luego intentó atar mis brazos, cuando hizo esto pensé “Dios… esto va en serio, no es sólo una tonta anti-fan” Entonces intenté liberarme lentamente sin que ella se diera cuenta y dejar la soga floja, en ese momento ella arrastró tu cuerpo a la sala… y lo que pasó después… bueno eso ya lo sabes –

- Pero… ¿Quién es ella entonces? - LeeTeuk volvió a suspirar totalmente sorprendido de que KangIn Hubiera llegado a todas aquellas conclusiones en ese momento, lo cierto era que esa actitud había logrado salvarle la vida y eso no quitaba el hecho de que ahora se sintiera culpable.- ¿Hay algo que pueda hacer… para agradecértelo de alguna forma…? Yo… - Murmuró de nuevo cabizbajo. KangIn sonrió mientras lo miraba, esa actitud sumisa le gustaba, de alguna forma lo hacía ver más ‘adorable’.

- Si, ¡me debes una invitación a comer! ¿Qué te creías? Quiero un buen plato de Kimpchi – Exigió arrugando el ceño.

- Está bien… en cuando salgas… iremos a un buen restaurante ¡Lo prometo! – Exclamó LeeTeuk dejando escapar una suave sonrisa de sus labios.

- ¿Restaurante? ¿Cuál restaurante? – Preguntó KangIn y a pesar de que su voz sonaba débil gracias a que recién se recuperaba de la operación, tenía ese mismo toque autoritario de un KangIn que siempre imponía lo que pensaba - ¡Cocina para mi! – Ordenó con firmeza. LeeTeuk asintió con la cabeza sumisamente, cosa que pareció encantar a KangIn pues entrecerrando los ojos agregó – Y usa un delantal rosa mientras lo haces – Finalizó.

LeeTeuk levantó el rostro con los ojos abiertos por la sorpresa. ¿Usar un delantal rosa? ¿Estaba loco? ¿Cocinar para él? Sintió que las mejillas le ardían en una mezcla entre vergüenza y molestia, cuando se lo proponía KangIn podía convertirse en un chico arrogante y molesto, sabía que cosas lo avergonzaban, lo conocía demasiado bien que a veces lo asustaba, pero viéndolo de ese modo, no parecía tan malo cocinar para él, teniendo en cuenta que le debía prácticamente la vida.

- Usaré el delantal, como tu quieras – Confirmó LeeTeuk secándose los rastros de las lágrimas con el dorso de las mangas de su buzo de lana. KangIn le hizo una mueca arrugando la nariz y los ojos.

- ¿Estás loco Hyung? ¿De verdad crees que quiero verte cocinarme con un delantal? – Le preguntó y seguido esto comenzó a reír con una risita lenta y adolorida. – Tonto… ¡sólo bromeaba! – Agregó muy satisfecho del puchero que ahora hacía su líder con inconformidad. Jugar con Teukie era divertido, siempre era divertido molestarlo.

Entonces de manera inesperada, LeeTeuk se inclinó rápidamente y le robó un beso en los labios. Fue un beso simple y fugaz, como un corrientazo eléctrico de pocos segundos, KangIn se quedó en silencio sobresaltado cuando LeeTeuk terminó el breve beso.

- ¿Que fue eso? – Preguntó con cierta timidez, recordando que él mismo le había robado un pequeño beso ese mismo día más temprano.

- Sólo me aprovecho de ti, porqué estás indefenso… - Musitó LeeTeuk con una picara sonrisita. Si KangIn quería jugar… él también sabía como hacerlo. A KangIn le gustaba intimidarlo, ese parecía su deporte favorito, pero en aquella posición él tenía más ventajas sobre su compañero ¿verdad? Así que ¿Por qué no jugar un poco?. Ya quería ver su rostro apenado por el beso y quería escuchar la tontería con la que saldría a continuación.

KangIn se quedó mirándolo, pero sus mejillas no se tornaron carmesí como hubiera esperado LeeTeuk, tampoco parecía muy avergonzado y al contrario sonrió ladinamente.

- Descarado… siempre aprovechándote de tu Dongsaeng*… ¿Por qué no te aprovechas más? – Preguntó. LeeTeuk, dispuesto a seguir el juego y aunque le ardían hasta las orejas, se acercó aún más a la cama, puso ambas manos a los lados de la cara de KangIn quedando casi encima de él, sus rostros frente a frente, bajó la cabeza lentamente procurando mantener su mirada con la de KangIn, tratando de intimidarlo, pero su interlocutor, continuaba mirándolo fijamente con esa sonrisita desesperante y desafiante.

- Por que… me duelen los labios – Gimió muy cerca de sus boca. Y en efecto cualquier contacto por más mínimo que fuera le hacía arder los labios intensamente debido a los golpes que había sufrido antes.

- Tonto… - Murmuró KangIn débilmente – Nunca dices lo que quiero escuchar… -




***



Esa noche LeeTeuk durmió en un largo mueble que había dispuesto en la habitación para las visitas, se acomodó allí y aunque se encontraba bastante incómodo el cansancio y el sueño lo vencieron luego de cerciorarse de que KangIn se hubiera dormido. Se sumergió en un profundo sueño hasta que escuchó su nombre en la lejanía, eran como gritos en la distancia, gritos apagados y débiles, pero nítidos. En un principio no les prestó atención, se sentía tan bien descansar y entregarse al sueño tranquilamente después de tan terribles días vividos que ignoró el continuo llamado de su nombre. Por supuesto eso fue sólo hasta que sintió el golpe en la cabeza, perdió el equilibrio y calló al suelo.


***


KangIn finalmente cerró los ojos y se dispuso a descansar, habían hablado un buen rato, pero sabía que LeeTeuk estaba tan cansado y adolorido como él, sería mejor fingir que dormía, por lo menos para tranquilizarlo y obligarlo a dormir. Así que cerró los ojos y esperó pacientemente hasta que la respiración de su compañero se volvió continua y tranquila. Abrió los ojos nuevamente y lo miró de reojo, se veía como una especie de ángel olvidado en el mundo de los humanos, con su rostro pálido dormitando sobre el mueble plácidamente. Volvió a sonreír y entonces fue cuando lo sintió, ese frío en la espalda que no presagiaba nada bueno, esa maldita sensación de estar siendo observado, cerró los ojos lentamente tratando de despertar sus sentidos y cuando creyó que había pasado mucho tiempo, abrió los ojos inesperadamente para encontrarse con el rostro demente y psicópata de ella.

Estaba frente a KangIn, a un lado de la cama, tenía un cuchillo en la mano, levantado en alto en una posición amenazante, sus ojos brillaban con el tenue fulgor de la luz que se filtraba a través de la ventana y por debajo de la puerta, llevaba el cabello despeinado parcialmente sobre el rostro, la viva imagen de la locura.

- ¡LeeTeuk! – Gritó con todas sus fuerzas, pero el grito no fue muy fuerte su cuerpo aún se encontraba débil por la anestesia y la operación, entonces ella se acercó más a él y paseó su mano lentamente por el hombro envuelto en vendajes blancos, presionó en la herida con el dedo pulgar, arrancando un gemido de dolor de los labios de KangIn.

- Nada impedirá que paguen con sus vidas – Murmuró ella entre dientes, KangIn volvió a gritar el nombre de LeeTeuk en medio de la angustia y el dolor, entonces ella se giró hacía LeeTeuk que continuaba dormido y le lanzó una certera patada a la cabeza del líder. Él cuerpo de LeeTeuk se tambaleó en la silla y calló al suelo con otro estruendo, de nuevo las heridas en su nariz y labios comenzaron a sangrar manchando las gasas y los espadrapos.

- ¡LeeTeuk! – Gritó nuevamente KangIn con desespero, entonces el líder abrió los ojos lentamente, un terrible dolor en toda su cabeza le taladraba impidiéndole tener pensamientos lógicos y rápidos, se llevó las manos a la cara y al retirarlas las notó empapadas en sangre, esto lo hizo volver a la realidad casi inmediatamente, entonces vio como ella sostenía un largo cuchillo en alto dispuesto a enterrárselo a KangIn en el pecho.

En un movimiento frenético, LeeTeuk se abalanzó sobre ella por la espalda, agarrándola por los brazos con fuerza, ella forcejeó y trató de acatarlo con el cuchillo, KangIn intentó ayudar pero el dolor en su hombro fue más fuerte que su propia valentía.

- ¡Suéltame idiota! – Chilló ella, moviendo la mano que sostenía el cuchillo acercándola peligrosamente a la garganta de LeeTeuk – ¡Deben morir, ambos deben morir! – Gritaba una y otra vez.

- ¿Qué te pasa? ¿Por qué haces esto? – Gritó LeeTeuk esquivando como podía el cuchillo a pesar del dolor en su cabeza.

- Mi hermano murió por su culpa, ¡tengo que vengar su muerte! – Gritó ella, entonces LeeTeuk logró asir la mano de ella y arrancarle el cuchillo de un golpe, de repente la rabia que sentía hacía ella lo envolvió por completo, quería matarla, ahora que tenía el cuchillo en sus manos sería tan fácil como pasar el filo por su cuello y dejar que la carne se abriera lentamente ¿verdad? La mataría y se liberaría, finalmente sentiría que haría algo para pagar su deuda a KangIn, no, ¡No sólo era eso! Quería matarla por qué la odiaba, ella había estado a punto de arruinar su carrera profesional, ella había intentando envenenarlo, ella lo había humillado y torturado en el apartamento, ella no merecía vivir…

- ¡¡NO!! – Gritó KangIn desde la camilla sumido en la impotencia, pero ya era demasiado tarde, el cuchillo había entrado en la tierna carne del cuello de ella y lo había desgarrado fácilmente abriéndole una gran cortada de par en par, la herida se llenó tan rápidamente de sangre que parecía una cascada infernal. Los ojos de KangIn contemplaron con horror la escena y las palabras se abultaron en su boca, sin atreverse a salir.


Continuara…


 

Notas finales:
Notas de Helsic:
No iba a concluir así… pero como cosa rara en mis fics, los personajes siempre toman el control ;_; espero les halla gustado ^^
Me gustó escribir la escenita del beso y la conversación acerca del delantal y esas cosas Xd KangTeuk rules!

 


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