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*EL DIARIO DE LA PRINCESA* por hanasaki aiko

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Notas del capitulo:

Waaaa el seg capi, muchas gracias a todas esas bellas personas que me dejaron un rw, les agradezco que se hayan tomado la molestia de leer mi creación jajajaja

*NOTA

LO QUE ESTA EN CURSIVAS ES LO QUE DICE EL DIARIO ¿oK?

 

Mientras la fiesta seguía y la música variaba, el famoso niño-que-vivió-y-venció-y-que-en-estos-momentos-se-encontraba-enojado-, le daba vueltas y vueltas a lo que había escuchado en el autobús noctámbulo, todos sus amigos estaban bailando en parejas mientras que él se dedicaba a.... ¿Cómo decirlo? Maldecir a todo aquél incauto que se dignaba a acercarse a él o al rubio que se encontraba bailando del otro lado del salón, sus movimientos sugerentes encantaban a más de uno, sus movimientos de caderas acompañados por esa elegancia innata y aquella sensualidad que los volvía locos.

 

Nadie lograba atraer su mirada o sus pensamientos de aquél cuerpo, y aunque sus amigos se acercaban a él para obligarlo a levantarse de aquella mesa en la que se encontraba él solo, ni caso les hacía, era imposible lograrlo, bueno casi imposible. Sin que se diera cuenta, Cedric Driggory se sentó a su lado esperando a que le pusiera atención, era uno de los hombres más cotizados de la escuela, uno de los solteros más codiciados de la escuela debía decir.

 

-Si esperas que baile contigo, entonces estás perdiendo tu tiempo-Anunció sin voltear a verlo

 

-Entonces en ese caso, creo que debería intentarlo de nueva cuenta ¿cierto, Harry?

 

-No, no le veo el caso, lo siento pero por ahora....

 

-¡Gracias!

 

Aprovechando que volteó a verlo por unos momentos, le agarró la mano y lo arrastró hasta la pista de baile donde después de llevarlo hasta el centro de la misma, comenzó a bailar cerca de su cuerpo, lo abrazó por la cintura posesivamente, estaba consciente del efecto que su sola presencia causaba en Harry, no le era indiferente, ayudado por eso y después de dejarlo completamente en un estado profundo de shock, desvió la mirada a un serio Draco que no le desviaba la mirada.

 

-¿Qué sucede?-le pregunto Ron a una Hermione alterada

 

-Si no me equivoco, tanto Draco como Cedric, tienen a la pareja equivocada

 

-¿qué?-pregunto confundido

 

-Que se intentan dar celos, están compitiendo por ver quien gana

 

-¿Quién gana qué?-pregunto nuevamente

 

-Olvídalo por favor

 

El lugar era un antro adaptado para la ocasión, había una sala en donde solamente estaban las mesas con las respectivas pistas de baile,  la música era suave y romántica para quienes deseaban un ambiente tranquilo, la segunda sala era una completamente diferente, esta tenía diversas telas amarradas al techo con formas de holanes, telas claras que daban el ambiente exótico del medio oriente, mujeres con velos y danzas llenas de sensualidad venían a la memoria, la música era similar al ambiente y aquí las pocas parejas que había, se envolvían en caricias y besos prolongados.

 

La  tercera de esas salas, que era donde estaban todos sus amigos, era una donde estaban las jaulas para los bailarines, tarimas en donde tanto mujeres como hombres con poca ropa bailaban de manera sugerente e incitante, la música electrónica sonaba a todo volumen, la espuma que caía de repente y las luces intermitentes llenaban el lugar de una especie de lujuria contagiosa, los cuerpos mojados y muchas manos para acariciarlos.

 

 Harry se quitó la chamarra y esta desapareció por obra de los elfos que se dedicaban a guardar las prendas perdidas de los estudiantes. Su playera negra y ajustada se mojó al instante por obra de uno de los aspersores del techo, los músculos de su tórax  sobresalían llamativamente. Pronto los efectos de las bebidas que estuvo tomando mientras estaba sentado en aquella mesa, hicieron efecto. Su cuerpo comenzó a sentirse caliente, hacía calor y de pronto una creciente necesidad de tocar y ser tocado por ese bellísimo cuerpo delante suyo.

 

-¿Harry?-se preguntaba la gente que estaba a su alrededor

 

-¿qué le sucede?

 

-Se ve muy bien

 

-¡Que guapo!

 

Mientras tanto, Ron y Hermione, hartos de ese ambiente tan escandaloso, se fueron hacia la primer sala, se dieron la vuelta en el momento en que Harry se quitaba la chamarra y con ella las inhibiciones que lo mantenían como un ser tímido, dulce y amable, la bebida hacía que sacara a relucir la parte que mantenía oculta a los demás.

Cedric estaba encantado con aquella faceta nueva de Harry mientras se dejaba acariciar y besar por aquél que tantas noches le había quitado el sueño.

 

-Si todo sigue así...-pensó Cedric maravillado

 

Draco por otro lado, estaba concentrado en su pareja hasta que vio aquello que tantos hacían, Harry bailaba de manera sugerente, su rostro estaba distinto así como sus expresiones, ése no era el Harry dulce y tímido que todos conocían si no uno más desinhibido y sensual, era lo mismo que él había visto cuando sucedió "Ese" incidente en la casa de sus tíos, a una persona no tan parecida a la que estaban acostumbrados a ver, un Harry que sabía perfectamente lo que quería y como conseguirlo. Desesperado por ver la clase de tratos que se daban, decidió llevar a cabo el plan que tenía en mente desde hacía unas horas, un Malfoy nunca permitiría que le quitaran a su prospecto con un simple bailecito, mucho menos una persona como Cedric.

 

-Haremos algo-le susurró de manera candente  a su acompañante-Te ayudaré a conseguir a Driggory si tu le quitas a Potter de encima, podrás hacer lo que quieras con él si sabes como llamar su atención, solo quítale a Potter

 

-¿Qué ganas tú con eso, Draco?-pregunto con una sonrisa toda Slythering

 

-No es algo que debas saber pero ya que me vas a ayudar, considero justo decirlo, realmente voy a conseguir lo mismo que tú

 

-¿Quieres una noche de pasión desenfrenada con Potter?-pregunto entre sorprendido y asqueado

 

-Eso no es algo que te incumba-respondió de manera arrogante-¿Me vas a ayudar o no?

 

-Tienes razón, no es algo que me incumba... De acuerdo tenemos un trato hecho

 

Bien se podía decir que esa sala era dominada por los slythering ya que, así como terminó esa canción, otra distinta salió en su lugar. Harry y Draco acercaron a sus respectivas parejas al centro de la pista en donde comenzaron con su espectáculo. Pronto, los cuatro se vieron envueltos en un baile lleno de caricias y besos, de suspiros y excitación; pero mientras el dichoso baile era ejecutado con el fin planeado, Draco y su acompañante hacían lo suyo, cada uno intentaba atraer a su pareja. Mediante los celos por supuesto.

 

La gente se encontraba tan entretenida que nadie, excepto una persona se dio cuenta de lo que hacía cierta pareja, Harry tenía a Cedric completamente dominado; sus cuerpos se rozaban mas que en una insinuación, sus labios se posaban por toda la extensión de piel que tenía al alcance y mientras tanto, Draco estaba que se moría de celos.

 

-Creo que te lo están ganando Draco-susurró peligrosamente cerca de su cuello

 

-Ya veremos

 

Si el decir que esa canción era muy.... Provocativa lo que sucedió a continuación también lo fue, el acompañante de Draco, un muchacho fuerte, ojos café oscuro y piel bronceada, en un intento de evitar que se le escapara el prospecto, atrapó entre sus brazos al rubio. Su cálido aliento golpeó con fuerza en el punto más débil de Draco, sacándole a la fuerza un gemido imposible de frenar, se removió furioso entre su agarre e intentó soltarse mas no podía su fuerza era mayor, eso sin contar que la posición en la que estaban lo tenía en desventaja. Así que intentó su última táctica, un Malfoy nunca se pone nervioso.

 

-¿Qué crees que estás haciendo?-grito enojado

 

-El que me atrae no es Cedric, querido. ¿Realmente pensaste que te dejaría escapar ya teniéndote en mi poder?

 

-Jajajajaja ¿Estoy en tu poder? No me hagas reír-exclamó burlonamente-Si esa es la única manera que tienes para seducirme entonces......

 

Algo no le dejó terminar su frase, el agarre de aquél que estaba frente suyo se aflojó considerablemente. Apenas se dio cuenta de lo que pasó ya que cuando menos se lo esperó Harry ya lo estaba llevando a la pequeña habitación que había disponibles para las parejas. Lo metió de una sola patada e instantes después, se metió con él dejándolo más que sorprendido, su velocidad y su fuerza habían sido demasiadas como para que las notara, estaba sorprendido.

 

-¿Qué acaba....?-se pregunto mientras se dirigía rápidamente a la salida

 

Una vez afuera del antro, se sentó en las escaleras, la música se escuchaba bastante fuerte todavía, su asombro persistía y de repente, un escalofrío recorrió enteramente su espina dorsal causando que se estirara de forma felina, volteó con desden hacia el lugar y sonrió resignado, por salirse deprisa había olvidado su abrigo, bueno ya lo recogería después, total, de esos tenía muchos.

 

-¿Estás bien?-le pregunto una voz conocida

 

-¡Harry!-grito asustado-¿Dónde demonios te metes? ¿Sabes la hora que es? Le prometimos a Sirius que te llevaríamos antes de que dieran las tres am y ya son 20 para las tres, aparte ¿Qué fue eso?

 

-¿Qué cosa?

 

-No te hagas Potter-lo amenazó acercándose a él-¿De donde sacaste esa velocidad?

 

-Siempre la he tenido, te dije que soy muy fuerte pero no siempre dejo que los demás lo sepan, si de por sí ya me temen.... Espera, ¿Cómo que "le prometimos a Sirius"?

 

-¿Creíste que ellos le habían pedido permiso para la fiesta?-dijo dedicándole una sonrisa marca Malfoy, superación y desprecio-¿Qué hiciste con....?

 

-¿Con el que estaba contigo? Lo deje con Cedric

 

-¿Eh? ¿Con.... Cedric? ¿Cómo supiste que...?

 

-Ah eso, sí ya sabía que se atraían, no es difícil de ver es solo que... Cedric quería algo más conmigo esta noche así que decidí seguirle la corriente y en vez de que lo dejara tocarme le puse enfrente a ese tipo, no notará la diferencia estaba demasiado borracho

 

Draco suspiró entre aliviado y resignado, se recargó en la pared y cerró los ojos intentando serenarse, aún no podía olvidar esas manos asquerosas tocando cada parte de su cuerpo, la desesperación y los pedidos de auxilio que grito hasta quedarse afónico, la oscuridad de las mazmorras volvió a envolverlo, las convulsiones de dolor volvieron nítidas a su mente y una vez más las regresó a lo más profundo de su mente molesto por que permitió que ese tipo del que ni siquiera sabía el nombre le recordara esos momentos que tanto intentaba olvidar

 

-Jajajajajaja no te entendí nada-rió cubriéndose los ojos con una mano-¿Por qué le das tantas vueltas? Ni que fuera algo malo defenderse de quien te quiere casi violar

 

-Me da pena que sepan que puedo dejarlos al punto del orgasmo e irme, no quiero esa reputación

 

-Me imagino, no ha de ser fácil afrontarla ¿Verdad?-respondió agachando la cabeza

-¿Quién fue?-pregunto Harry de repente poniéndole su chamarra

 

-¿Qué cosa?-respondió desorientado tanto por su fuerte loción como por lo cálida que aún estaba la chamarra

 

-Tus recuerdos ¿Quién fue el que te hizo eso?-lo cuestionó con una mirada llena de firmeza

 

-¿Quién más? Fue Él, Voldemort, mi padre no quiso cooperar con que le hicieran eso a mi madre así que me ofreció a cambio

 

Draco le dedicó una sonrisa mas que vencida en ese aspecto y en seguida supo que no había sido la única vez que sucedió eso, suspiró intentando alejar la rabia que sentía y le regaló un abrazo cálido mientras que lo jalaba hacia la calle para que se fueran encaminando hacia Grimmauld Place, Draco no salía de su sorpresa, cuando quería el ojiverde podía ser completamente comprensivo y autosuficiente y cuando no, despistado y débil; hasta hacía olvidar que era Harry Potter-el-niño-que-vivió-y-venció.

 

-No tienes de que preocuparte Harry, eso ya pasó y ahora ya no me afecta

 

-Saliste bastante mentiroso Draco-le respondió el mismo Harry de antes-Si no te afecta entonces no tienes por que ponerte así

 

-Esos cambios de personalidad me van a volver loco ¿No que estabas tomado?

 

-¿Quién está tomado?-pregunto una voz conocida a sus espaldas

 

Sirius estaba plantado frente a la puerta con los brazos cruzados sobre el pecho muy al estilo Molly Weasley, Draco se estiró bien y se acercó a darle la mano mientras que Harry estaba que se encogía de miedo ante lo que pudiera pasar entre ellos, si bien sabía su padrino no tragaba a ningún Malfoy desde el padre hasta el hijo y con respecto a Draco, pues a él no le gustaba nada de los Black, tanto por que eran su familia, como por que eran demasiado viscerales; así que tomando en cuenta esto, lo que ocurrió después lo dejó un poco más que sorprendido.

 

-Es mi culpa, se me subieron un poco las copas y hasta olvide mi abrigo, pero no te preocupes Sirius, te lo traje tal como te prometí, sano y sin ningún rasguño, puedes revisarlo, palabra de Mal... de Draco

 

-¡Eso es! La palabra de Draco me gusta más, pasen les prepararé un cierto algo caliente

 

Se adentró en la casa ya conocida por ambos y Harry antes de meterse por una de las puertas del pasillo, se regresó por unos momentos a verlo detenidamente, la cara de Draco ya era la misma de antes, le sonrió con un agradecimiento que por el momento Draco no pudo entender y es que al parecer él tenía razón y ese recuerdo ya no le afectaba tanto, pero aún así no podía estar seguro puesto que su rostro pocas veces mostraba lo que realmente sentía, tomando esto como referencia tendría que confiar entonces en lo que le decía. Draco sonrió disimuladamente y anticipándose a sus palabras lo tomó de la mano para después caminar a su lado lentamente.

 

-Lo mismo que tu rostro, solo que tú sonríes y yo me mantengo serio

 

-¿Es verdad entonces que ya no te duele eso?-respondió sin sorprenderse por el entrometimiento a sus pensamientos

 

-Lo es, eres el único al que no le puedo mentir aun cuando lo quiera, lo que ves es siempre lo que sucede

 

-Gracias-exclamó sonriendo-Por echarte la culpa también aunque no sepa por que lo hiciste

 

-Ya te lo dije, me gustas Harry y haré cualquier cosa para que te des cuenta de ello, no me importa que tenga que hacer, incluso pasar un día con la comadreja-dijo intentando ocultar una mueca de asco

 

-¡No le digas así! ¿Y como es que le hablas de tú a mi padrino? ¿Desde cuando son tan amigos?

 

Se quedó por unos momentos pensando detenidamente en la respuesta que le iba a dar, intentaba sopesar todas las posibles reacciones del ojiverde y es que era tan impredecible, así como aceptaba muy bien cualquier noticia la podía tomar peor que cualquiera. Suspiró resignado y se dejó caer en el elegante sillón que estaba frente a la chimenea encendida de los Black, apartó a un lado la manta y el periódico y le indicó que ocupara el asiento a su lado.

 

-Desde que encontró en su correspondencia un diario que es para ambos

 

-¿Un diario?-pregunto confundido

 

-Exacto, está un poco desgastado pero es para ambos, dice para Harry y Draco, mis adorados padres

 

-¿pa-padres?-pregunto con nerviosismo

 

Reprimió la sonrisa y la caricia que le exigía su cuerpo en respuesta a tan adorable contestación, se dedicó a desviar la mirada de sus interrogantes ojos verdes y al instante regresó a su memoria las primeras palabras de aquél extraño diario, logrando así que el príncipe de las serpientes se ruborizara contra su voluntad.

 

"Según me contó el padrino de mi papi Harry, mis papás se casaron después de que muchas cosas extrañas pasaran, a mi papi Draco le costó mucho trabajo que Harry aceptara sus sentimientos, aseguraba que se amaban desde antes de que se dieran cuenta pero juntarlos había sido la experiencia más divertida de su vida de casado, cuando Dray luchaba por robarle un beso, Harry huía dejándolo peor que cuando lo quería abrazar, no comprendo a qué se refería pero me hubiera encantado verlos, por supuesto que ellos no hablan de esa época, menos mi papi Harry por que dice que son cosas de las que no se puede hablar con una niña como yo, es ahí cuando mis papis empiezan a discutir, ya les dije que a mis 8 años ya no soy una niña pero ellos no lo entienden, en fin..."

 

-Si, eso dice, en la primera página está escrito con letras grandes y refinadas:  "El diario de la princesa"

 

-¿Quién es la princesa?

 

-¿Cómo que quien Potter? Tu hija ¿Qué no lo has leído?

 

-¡No! ¿Y cual hija? Yo no quiero tener hijos y menos contigo

 

-Eso ya lo sé Potter, si tuvieras una hija capaz de que se te olvida en el parque o peor aún, la olvidas en una escoba

 

-Tampoco soy tan despistado

 

-Si tú lo dices-respondió encaminándose a la chimenea

 

Sirius se quedó en la puerta con las tasas de chocolate caliente suspendidas en el aire, reprimió una carcajada y decidió que por el momento era mejor dejarlos solos ya que pocas veces lograban hablar de esa manera y después de recordar la declaración que le hizo días antes Draco, se convenció de que era lo mejor, ese muchacho amaba a Harry tanto como para ir a pedirle su mano antes de que el involucrado supiera de sus sentimientos, eso si era valor. Dejó las tasas en la mesa de al lado y se fue escaleras arriba para encontrarse con que su adorado lobito estaba durmiendo plácidamente.

 

-Supongo que ellos no tienen nuestra suerte ¿Verdad, Remus?-pregunto esbozando una tierna sonrisa
Notas finales:

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